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TEOTIHUACANA.

La teotihuacana es una de las culturas más relevantes de Mesoamérica, no sólo


porque dio lugar a uno de los asentamientos más grandes y complejos de la época
prehispánica, sino porque sus miembros fueron capaces de aglutinar con eficiencia
los logros culturales que habían venido dándose por siglos entre los grupos que les
antecedieron. Además, los teotihuacanos lograron generar vigorosas
manifestaciones culturales que les darían prestigio y que en adelante formarían parte
de la vida cotidiana y ritual de los pueblos del Centro de México, a tal grado que aún
después de su abandono los pueblos de la región consideraban Teotihuacan como
un lugar sagrado.

En su esplendor, Teotihuacan poseía una población y una infraestructura urbanas de


tales magnitudes, que no tuvieron paralelo hasta el surgimiento de Tenochtitlan. En
el Clásico, Teotihuacan fue la población más importante de Mesoamérica y atraía
gran-des cantidades de visitantes; llegó a ser la sexta ciudad más grande del mundo,
sólo detrás de lugares como Cons- tantinopla y Alejandría. En su apogeo, la ciudad
tenía una población de cerca de 100 000 habitantes. Para ese entonces el área
urbana alcanzaba 20 km2 y contaba con cerca de 2 000 conjuntos de departamentos
–en cada uno de los cuales vivían entre 20 y 100 individuos– de distintos tamaños,
de acuerdo con la posición social de sus ocupantes. La teotihuacana era una
sociedad muy compleja en la que además de una poderosa clase dirigente –con
capacidad de organizar la construcción de monumentos que se encuentran entre los
de mayores dimensiones de la época prehispánica–, había distintos grupos con
tareas específicas: sacerdotes, administradores, artistas, artesanos –con diversas
especialidades como elaboración de piezas de cerámica, herramientas de obsidiana,
albañilería, etc.– y agricultores.
CULTURA DEL CENTRO DE VERACRUZ.

El término cultura del centro de Veracruz —conocida también como cultura clásica de


Veracruz o de costa del Golfo— es el nombre de
una cultura indígena mesoamericana que se desarrolló en el Período Clásico en la
costa del golfo de México, una zona que en la actualidad forma parte del territorio del
estado mexicano de Veracruz. El florecimiento de esta cultura ocurrió entre los siglos
I y X de la era cristiana, por lo que es contemporáneo al desarrollo de otros pueblos
mesoamericanos como los mayas de
las Tierras Altas y los teotihuacanos.
Uno de los principales centros de la cultura Centro de Veracruz es la metrópoli de El
Tajín. Otras localidades donde se han encontrado importantes testimonios de esta
cultura son Cerro de las Mesas, Nopiloa y Remojadas. Debido a que este territorio
también fue el escenario donde se desarrolló la cultura totonaca, algunos autores
han atribuido a los totonacos la paternidad de los materiales arqueológicos de la
cultura Centro de Veracruz. Sin embargo, el avance de las investigaciones ha
demostrado que, si bien es posible que los totonacas hayan participado del
desarrollo de esta cultura, no todos los rasgos del complejo de la costa del golfo de
México pueden ser atribuidos a ellos. El conjunto de rasgos correspondientes al
Centro de Veracruz fue definido por la antropóloga y lingüista Tatiana Proskouriakoff.

Características.

Uno de los temas principales de la cultura Centro de Veracruz es el sacrificio


humano, especialmente en el contexto del juego de pelota mesoamericano. Las
obras artísticas del estilo se distinguen por su decoración realizada a base de bandas
entrelazadas y volutas, mismas que se reproducen tanto en piezas de cerámica
como en huesos tallados o en los tableros grabados en piedra que decoraban
algunos edificios públicos de los asentamientos más importantes. Al menos, un
especialista ha sugerido que las cabezas que forman estas bandas y volutas podrían
ser una especie de escritura pictográfica. Los motivos decorativos que aparecen en
las piezas de la cultura Centro de Veracruz se parecen en el estilo a los que se han
encontrado en Chiapa de Corzo y Kaminaljuyú.
Además de las cenefas decorativas, la arquitectura de los asentamientos localizados
en la región central de Veracruz poseen una característica única de Mesoamérica,
como lo muestran varios edificios localizados en El Tajín, uno de los principales focos
de este estilo. Se trata de una especie de nichos que se repiten en los tableros de las
plataformas piramidales que producen un efecto de contraste llamado alto
claroscuro por el historiador de arte George Kubler.
Aunque la cultura Centro de Veracruz muestra influencias teotihuacanas y mayas,
ninguna de éstas es su antecedente directo. Por el contrario, parece ser que las
raíces de la cultura clásica de Veracruz se encuentran en la cultura epiolmeca, que
se desarrolló en centros como Cerro de las Mesas y La Mojarra.
LAS CULTURAS DEL OCCIDENTE DE MÉXICO

El Occidente de México es una vasta y heterogénea región que comprende los


Estados de Michoacán, Jalisco, Guanajuato, Colima, Nayarit y Aguascalientes que se
incorporó tarde a los principales procesos que caracterizan la civilización
mesoamericana. La zona tuvo en el pasado una gran actividad volcánica, de manera
que es corriente la formación de cuencas de drenaje interno donde se han
concentrado siempre las poblaciones humanas. Las evidencias más antiguas de vida
agrícola se han detectado en Puerto Marqués (2.440-140 a.C.), Guerrero, y también
existe sedentarismo orientado a la recolección de moluscos en el Complejo
Matanchén de Nayarit en el 2.000 a.C. En el 1.450 a.C. surge el Complejo Capacha
en la costa de Colima, caracterizado por unas cerámicas que se distribuyen a
Jalisco, Michoacán y Nayarit. Algunas de sus formas básicas son tecomates y jarras
con asa estribo, que han servido para establecer conexiones con las culturas
del Formativo Temprano de la costa de Ecuador. En el 1.300 a.C. se construyen
cámaras subterráneas cortadas en el talpetate -ceniza volcánica- de naturaleza
funeraria, iniciándose una evolucionada tradición de enterramientos. Las cámaras
son ovales y a ellas se accede mediante escaleras, conteniendo abundantes
esqueletos, muchos de ellos procedentes de deposiciones secundarias. Más tarde,
este complejo funerario se extiende a Etzatlán, El Arenal y otros sitios de Nayarit y
Colima. En ellos se depositaron excelentes trabajos en cerámica en los que se
representaban aldeas y casas de gran valor etnográfico al incluir escenas de la vida
cotidiana y ritual juegos de pelota, rituales, guerras y demás- de los pobladores de
Nayarit. Por último, la cultura Chupícuaro manifiesta otra variedad ritual en esta área
tan heterogénea. Su conocimiento se basa en la excavación de 390 enterramientos,
muchos de los cuales tenían ofrendas de perros sacrificados y un muy variado estilo
de figurillas y cerámicas que tendrán una amplia distribución.

CULTURA DE CENTRO NORTE.

Esta zona geográfica estuvo habitada por pueblos sedentarios integrados al área
mesoamericana entre los años 200 y 1200 d.C.

En Guanajuato se encuentra El Cóporo, un importante centro político que se


desarrolló entre 500 y 900 d.C. Peralta, en el mismo estado, es el más complejo de
los sitios del periodo Clásico del Bajío.
Tancama, en Querétaro, está emplazado sobre un cerro que controla el paso natural
entre los valles de Jalpan y de Landa.

Tamtoc es un sitio huasteco del estado de San Luis Potosí que destaca por sus
masivas construcciones de tierra.

Altavista, un importante centro político y ceremonial de la cultura Chalchihuites, tuvo


su auge entre los años 200 y 1250 d.C., en el actual estado de Zacatecas. La
Quemada debe su nombre a que la mayoría de las estructuras se encontraron
dañadas por el fuego, quizá testimonio de un dramático y violento abandono. El sitio
se desarrolló entre los años 300 y 900 d.C.

Cañada de la Virgen, ubicada en Guanajuato, pertenece a la región cultural de


Occidente; fue un centro cívico, religioso y astronómico que se desarrolló entre los
años 350 y 1000 d.C. Su complejidad es evidencia de una sociedad bien organizada
y de un sistema económico sólido.
Localizado en un espléndido marco natural, sobre un terreno accidentado y
montañoso del municipio de Chalchihuites, Zacatecas, Altavista se desarrolló por
más de un milenio, entre los años 200 y 1250 d.C. Sin duda alguna que fungió como
un importante centro político y ceremonial de la rama súchil de la cultura
Chalchihuites.

En la foto, una representación de águila con las alas y las garras extendidas,
sosteniendo una serpiente en su pico.

Recorre aquí la Galería de la Región Centro Norte, en la que encontrarás imágenes


de Cañada de la Virgen, El Cóporo y Peralta, Guanajuato; Tamtoc, San Luis Potosí;
Tancama, Querétaro, y Altavista y La Quemada, Zacatecas.

TOLTECA.

La tolteca fue una cultura que logró trascender su tiempo y ser considerada un
modelo para las sociedades mesoamericanas que la sucedieron. El vocablo toltécatl,
utilizado para referirse a los habitantes de Tula, llegó a utilizarse tanto para designar
a los pueblos civilizados y educados como a aquellas personas con habilidad para
las artes y los oficios. No obstante esta imagen de pueblo creador, lo que sin duda
eran, los toltecas fueron un claro ejemplo de las sociedades militarizadas que, a
partir del Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), dominaron el escenario cultural
mesoamericano. El tolteca, cuya sede se encontraba en la ciudad de Tula, Hidalgo,
fue uno de los grupos más importantes de Mesoamérica, por lo cual es posible
encontrar elementos característicos de esa cultura –como la cerámica y la
arquitectura– en distintas regiones, y principalmente prácticas rituales y preceptos
ideológicos asociados sobre todo a la legitimidad de los gobernantes, de tal forma
que a semejanza de lo que ocurrió en épocas anteriores con grupos como los
olmecas y los teotihuacanos, es posible considerarla una cultura mesoamericana en
sentido amplio.Esa dispersión habría sido consecuencia de varios factores, entre los
cuales el intercambio parece haber sido el principal. Asimismo, es posible que en
ciertos territorios Tula haya ejercido algún control militar. El gobernante más
importante de Tula fue Ce Ácatl-Topiltzin-Quetzalcóatl, y las tradiciones sobre sus
actos y su reinado lo muestran con una interesante mezcla de atributos humanos y
divinos. Este gobernante condujo con sabiduría los destinos de la ciu- dad y es, en
cierta medida, responsable por la fama de sus habitantes, pues introdujo el
conocimiento de las artes. Ante una serie de problemas, que a la postre condujeron a
la caída de la ciudad, abandonó Tula para dirigirse a la costa del Golfo, donde
desapareció y por donde, según las tradiciones, algún día regresaría.
HUASTECA.

Se trata de una de las culturas que desde épocas tempranas habita una misma
región, por lo que la denominación geográfica corresponde con la cultural. Los
huastecos presentan algunos rasgos culturales que los distinguen del resto de las
sociedades mesoamericanas. Los huastecos son el único grupo hablante de una
lengua de filiación maya que no habita en la región maya, y se supone que se
habrían separado de ese tronco común alrededor de 900 a.C. Aunque las primeras
aldeas se remontan a 600/1500 a.C., fue durante el Clásico que la zona alcanzó el
primero de sus apogeos y se desarrollaron los rasgos culturales que la caracterizan.
En el Posclásico (900-1521 d.C.) la cultura huasteca vivió su mayor esplendor y se
extendió sobre un amplio territorio que se encontraba dividido en varios señoríos
independientes. Los toltecas, en el Posclásico Temprano (900-1200 d.C.), y los
mexicas, en el Tardío (1200- 1521 d.C.), realizaron incursiones a la zona; de hecho.
los mexicas establecieron provincias tributarias, como Tuxpan, desde las cuales se
enviaban diversas materias primas y productos terminados, entre los que destacan
las mantas bordadas.
MIXTECA.

La cultura mixteca es una de las más relevantes de Mesoamérica. Las exploraciones


en las distintas áreas de la región han mostrado que la mixteca era una sociedad
compleja, que a diferencia de otras culturas tuvo una historia continua que va del
Preclásico, desde por lo menos 1500 a.C., hasta finales del Posclásico. De hecho en
la Mixteca hoy en día aún habita un buen número de miembros de este grupo étnico.
Ocupa el cuarto lugar –luego de nahuas, mayas y zapotecos– entre los pueblos
indios más numerosos de México. En la época prehispánica la región se encontraba
dividida en señoríos independientes inmersos en una complicada red de relaciones
económicas y políticas, que lo mismo incluían alianzas por medio del matrimonio
entre miembros de la clase gobernante que enfrentamientos bélicos.

Los mixtecos se cuentan entre los mejores artesanos del México prehispánico, y sus
creaciones fueron apreciadas en muchos otros lugares. Esta maestría creativa,
basada en un dominio de las técnicas para la elaboración de diversos objetos, se
plasmó en obras de todo tipo y realizadas con diferentes materiales: figuras y
herramientas de obsidiana y cristal de roca; cerámica policroma, decorada con un
sinfín de motivos geométricos, simbólicos y religiosos; grabados en hueso y madera
con representaciones de escenas semejantes a las de los códices; adornos en jade,
concha y turquesa, así como artículos de orfebrería, rama en la que eran
considerados los mejores de Mesoamérica. Con el empleo de diversas técnicas
como el martillado, la cera perdida, la filigrana y las aleaciones, elaboraron entre
otros objetos: collares, pectorales, anillos, orejeras y narigueras. El mejor ejemplo de
la maestría de esta cultura en la fabricación de objetos de oro, lo constituye la rica
ofrenda depositada en honor de un señor mixteco, en algún momento del Posclásico,
en la famosa Tumba 7 de Monte Albán, cuando esa gran ciudad zapoteca ya había
sido abandonada.
CULTURA PURÉPECHA O TARASCA

Los purépechas (llamados tradicionalmente como tarascos) son un pueblo indígena


que habito la región noroeste del estado mexicano de Michoacán, principalmente en
el área de las ciudades de Uruapan y Pátzcuaro. Hay un debate en curso sobre qué
término debe ser considerada como el correcto (purépechas o tarascos).

Territorio

En la época prehispánica, el pueblo purépecha - también conocidos como indios


tarascos - ocuparon la mayor parte del estado de Michoacán, pero también ocuparon
algunos de los valles inferiores de los estados de Guanajuato y Jalisco. Celaya,
Acámbaro, y Yurirapúndaro se encontraban en territorio purépecha.

Historia de los purépechas o Tarascos

La cultura Purépecha fue una civilizacion precolombina que habitó la región de


Mesoamérica. Su ciudad capital fue la ciudad de Tzintzuntzan (significa "lugar de los
colibríes"). La arquitectura purépecha se caracterizo por pirámides escalonadas en
forma de la letra "T". Los artesanos purepechas crearon mosaicos haciendo uso
extensivo de plumas de colibrí, que era un lujo y otorgaba gran prestigio en toda la
región. El pueblo purépecha nunca fue conquistado por el Imperio Azteca, a pesar de
varios intentos por los mexicas para lograrlo, incluyendo una feroz guerra en el año
1479 d.c. Esto se debe probablemente al hecho del conocimiento Purépecha sobre el
trabajo sobre metal. A pesar de que eran enemigos, los mexicas negociaron con
ellos, sobre todo para aprovechar sus conocimientos sobre trabajo metalúrgico.
Después de escuchar de la conquista española del imperio azteca y que la población
indígena muy disminuida por una epidemia de viruela, el rey purépecha Tangaxuan
II, juró lealtad como vasallo del rey de España sin luchar en el año 1525. Se cree que
el explorador español Cristóbal de Olid, al llegar al Reino de los purépechas (hoy en
dia Michoacán) probablemente exploro algunas partes de Guanajuato en el año1520.
Una leyenda relata que la princesa purepechas Erendira a los 16 años de edad
condujo a su pueblo a una feroz guerra contra los españoles. En el año 1529-1530,
las fuerzas de Nuño de Guzmán entraron en Michoacán y algunas partes de
Guanajuato con un ejército de 500 soldados españoles y más de 10.000 guerreros
indios. En 1530, el Gobernador y Presidente de la Audiencia Primera, Nuño de
Guzmán, saquearon la región y ordenaron la ejecución de Tangaxuan II, lo que
provocó una situación caótica y la violencia generalizada. En 1533, la Corona envió a
Michoacán la experiencia del oidor (juez de la Audiencia) y más tarde obispo, Don
Vasco de Quiroga, quien logró establecer un orden colonial duradero.

Religión de los purepechas

La religión tarasca o Purépecha fue politesitta y estuvo centrada alrededor de un


universo de tres partes: cielo, la tierra y el inframundo. Honrado por encima de otras
deidades fueron tres dioses supremos. El más importante fue Curicaveri, Dios de la
guerra y del sol. Ofrendas al Dios Sol incluyen autosacrificio. El Dominio de
Curicaveri fue el cielo; se asoció con águilas, halcones y gavilanes. Esposa del Dios
Sol, Cuerauáperi era una diosa de creador, la deidad de la tierra de madre que
controlaban la vida y la lluvia, la muerte y la sequía. La descendencia más importante
de la madre tierra y el cielo padre fue Xaratanga, diosa del mar y la Luna. Dominio de
Xarátanga estuvo en el oeste (Océano Pacífico), y ella fue simbolizada como una
lechuza, una vieja o un coyote.tambien existio una dios del mal, Auicamine. al igual
que otras culturas mesoamericanas, la Purépecha participaba en sacrificios
humanos, pero en menor medida que sus enemigos, los aztecas.

Lengua de los tarascos

La lengua purepecha es una lengua aislada hablada por un grupo pequeño de más
de 100.000 personas en las tierras altas del estado mexicano de Michoacán. A pesar
de que se habla dentro de los límites de Mesoamérica no comparten muchos de los
rasgos definitorios del área lingüística mesoamericana, probablemente debido a una
prolongada fidelidad a una política aislacionista. El Purépecha era la lengua principal
de los pobladores pre-colombinos tarasco y se extendió en el noroeste de México
durante el apogeo cultural tarasco. El nombre "Tarasca" (y su equivalente español,
"tarasco") proviene de la palabra "tarascue" en su propio idioma, lo que significa
indistintamente "suegro" o "cuñado". El nombre náhuatl de Tarasco fue
"Michihuàquê" ("los que tienen peces"), de ahí el nombre del Estado de Michoacán
(Michihuacán).

Economía

Inicialmente los purepechas o tarascos tenían una economía basada en la caza,


especialmente de las tortugas, pero luego la economia se expandio en base
principalmente en la agricultura, ellos se desarrollaron muy bien en el área de trabajo
de la madera, metales y de tejidos.
MEXICA.

Aunque es frecuente encontrar que a los miembros de esta cultura se les dé el


nombre de aztecas, lo cierto es que es más correcto llamarlos mexicas. La primera
denominación deriva de Aztlan, el lugar de origen del grupo, al parecer situado al
noroeste de Mesoamérica. En la época prehispánica era común que los miembros de
una sociedad recibieran su nombre de acuerdo al del lugar en que vivían. Es por ello
que, una vez que fundan en hacia 1325 d.C. su capital México-Tenochtitlan, deciden
llamarse a sí mismos mexicas o tenochcas. Los de la ciudad gemela de Mexico-
Tlatelolco se identificarían como tlatelolcas.

Los mexicas fueron la sociedad que dominaba la mayor parte del territorio
mesoamericano al momento de la conquista española. Para entonces –a pesar de
una historia relativamente corta (de aproximadamente 350 años: entre 1150 y 1521
d.C.), en comparación con el largo tiempo en que se desarrollaron otras culturas en
la región–, no sólo habían fundado y llevado a su apogeo dos grandes ciudades, sino
que habían logrado establecer su dominio, por la fuerza de las armas, sobre la
mayoría de los pueblos de la época. Como las sociedades que la precedieron, la
mexica estaba conformada por varios grupos: campesinos, artesanos, comerciantes,
guerreros, sacerdotes y gobernantes, en gran medida unidos por un origen y una
cultura comunes, en la que la religión jugaba un papel fundamental. Además de un
estilo arquitectónico característico, fundado en sus creencias religiosas, la expresión
artística más conocida de la cultura mexica la constituyen las esculturas en piedra
dedicadas a representar ya sea a sus dioses u otros aspectos de su rica y
complicada cosmovisión religiosa, en mucho alimentada por la de culturas anteriores
e incluso por la de los propios pueblos conquistados.

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