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Tema 3: Los límites constitucionales del Ius Puniendi en el Estado Social y

Democrático del Derecho:

3.1: Contenido y límites del principio de legalidad penal y de la analogía. La distinción


entre interpretación extensiva y analogía:

Tan solo una ley puede establecer las conductas humanas constitutivas de delito y la
sanción aplicable a las mismas. Aporta seguridad jurídica al ciudadano, al saber que no
será sancionado por la comisión de hechos delictivos que no hayan sido considerados como
tales en la ley, ni con sanciones diferentes a las previstas en esta.

La legalidad penal tiene diversas garantías:


- garantía criminal: la conducta sólo se considerará delito si lo establece la ley como
tal.
- garantía penal: la ley debe prever las sanciones aplicables a los delitos.
- garantía de ejecución: las sanciones deben ser ejecutadas ciñéndose a lo dicho por
la ley (no se puede imponer ninguna extralimitación).

Hay ciertos requisitos a la norma jurídica que debe ofrecer las garantías anteriores. Se
clasifica entorno a la triple exigencia:
- lex praevia: prohibición de retroactividad. No se puede castigar al reo con nuevos
delitos o agravar su punición.
- lex scripta: exclusión de la costumbre. La norma ha de ser escrita y tener rango de
ley.
- lex stricta: impone un rango de precisión y excluye la analogía si perjudica al reo.
Mandato de determinación: la ley ha de determinar las distintas conductas punibles y
las penas.

Diferencia entre interpretación y analogía: mientras que la interpretación es búsqueda de un


sentido del texto legal que se halle dentro de su ‘’sentido liberal possible’’, la analogía
supone la aplicación de la ley penal a un supuesto no comprendido en ninguno de los
sentidos posibles de su letra, pero análogo a otros sí comprendidos en el texto legal.

3.2: Contenido y operatividad de los principios de exclusiva protección de bienes


jurídico-penales, eficacia en su protección, subsidiariedad y fragmentariedad:

Principio de necesidad: contiene la exigencia de necesidad para evitar que la intervención


resulte inútil.

Principio de subsidiariedad: última ratio, último recurso a utilizar a falta de otros menos
lesivos.
Carácter fragmentario: el derecho penal ha de sancionar solo las conductas más peligrosas
en relación a los bienes jurídico-penales.
Exclusiva protección de los bienes jurídicos: Solo se protegerán los bienes con una
importancia fundamental considerados bienes jurídico-penales. Deben de ser los propios
ciudadanos quienes decidan que objetos reúnen las condiciones requeridas para constituir
bienes jurídico-penales.

3.3: Contenido y operatividad de los principios de humanidad, dignidad, culpabilidad


y resocialización:

Un Estado que pretende ser democrático tiene que llenar el Derecho penal de un contenido
respetuoso de una imagen del ciudadano como dotado de una serie de derechos derivados
de su dignidad humana, de la igualdad de los hombres y de su facultad de participación en
la vida social. Así se fundamentan diversos principios político-criminales:

- Principio de humanidad: Principio jurídico que exige un contenido y extensión de las


penas que no sean contrarios a la dignidad personal del reo.
- Principio de culpabilidad: Principio jurídico en virtud del cual no hay responsabilidad
penal sin dolo o imprudencia y por el que, además, se prohíbe que la pena impuesta
sobrepase la medida de la culpabilidad del reo.
- Principio de resocialización: las penas privativas de libertad y las medidas de
seguridad estarán orientadas hacia la reeducación y reinserción social y no podrán
consistir en trabajos forzados

3.4: El principio de proporcionalidad como síntesis fundamental de los principios


político-criminales:

El principio de proporcionalidad debe limitar toda intervención que afecte a derechos del
ciudadano. El principio contiene dos exigencias:
- que la gravedad de la pena sea proporcional a la gravedad del delito.
- La medida de proporcionalidad se ha de establecer en base a la importancia social
del hecho.

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