Está en la página 1de 6

EL PRINCIPITO

By Antoine de Saint-Exupery

Reseña

17 DE JUNIO DE 2022
ALUMNO: JOSE NICOLAS ORTIZ SUAREZ
El principito es un libro que conlleva a la imaginación.
El autor es Antoine Saint-Exupery
Lo más importante para mí fue cuando se encuentra al principito, es decir, la parte
donde el aviador se encuentra al principito en desierto del Sahara.
Mi motivo de elección del libro fue por interés, yo ya había visto el libro, (nunca lo
había leído) y pues salió hacer una tarea de reseña de un libro y pues aproveche y
lo compre el libro y actualmente es mi libro favorito.
La historia comienza con el aviador contando que cuando era un niño, dibujo una
boa comiéndose un elefante, pero los adultos pensaban que había dibujado un
sombrero. Cuando el aviador intento corregirlos los adultos le dijeron que dejase
de dibujar y se dedicase a algo más productivo, algo que hace el aviador se
lamente de la falta de imaginación de los adultos.
De adulto, el aviador, que ahora es piloto, sufre un accidente cunado su avión se
avería en el desierto del Sahara, lejos de todo contacto humano.
Mientras intenta arreglar su avión, aparece un niño que el aviador apodo como el
principito. El niño le pide al aviador que le dibuje un cordero y este, en su lugar, le
enseña su antiguo dibujo de la boa devorando al elefante. Para su sorpresa, el
principito entiende el dibujo a la perfección y el aviador decide entonces dibujarle
el cordero. Sin embargo, al verse incapaz de dibujarlo, dibuja en su lugar una caja
y le dice al principito que el cordero está en el interior de la misma, que solo debe
usar la imaginación, el principito acepta el dibujo.
Los días pasan y el aviador sigue intentando reparar su avión, sin éxito. Mientras
tanto, el principito le cuenta la historia de cómo llegó a la Tierra. Según cuenta, él
procede de un pequeño planeta, el Asteroide B-612, que es poco más grande que
una casa y tiene tres pequeños volcanes, uno de ellos inactivo, y gran variedad de
plantas. Se pasa el día limpiando los volcanes y quitando algunas semillas de
malas hierbas, como las semillas de los árboles baobabs.

El principito confiesa que quería un cordero para que se comiera los baobabs, y
entonces el aviador comenta que el cordero también podría comerse una rosa con
espinas. El principito, entonces, le cuenta al aviador que en su planeta hay una
misteriosa rosa que un día empezó a crecer en su asteroide, y que la quiere tanto
que la cuida y protege con un biombo y una cúpula de cristal para que no le pase
nada. Con el paso de los días, según cuenta, empezó a sentir que la rosa se
estaba aprovechando de él, por lo que el principito decidió abandonar su planeta y
explorar el universo. La rosa, entonces, se disculpó con él, pero le animó
igualmente a seguir con su viaje para conocer otros lugares, y el principito se puso
en marcha.

El principito cuenta que visitó otros seis planetas, todos ellos habitados por adultos
estrechos de miras:

En el primer planeta conoció a un rey sin súbditos que sólo quería que alguien
obedeciera ciegamente sus órdenes.

En el segundo planeta conoció a un hombre muy vanidoso que miraba mucho


por su aspecto y se creía la persona más admirada del universo, a pesar de
encontrarse solo en su desolado planeta.

En el tercer planeta conoció a un borracho que bebía para olvidar la vergüenza


de ser un borracho.

En el cuarto planeta se encontró con un hombre de negocios que contaba las


estrellas y afirmaba que él era el dueño de todas y cada una de ellas, por lo que
las contaba constantemente para cerciorarse de que estaban todas.

En el quinto planeta conoció a un farolero que encendía y apagaba su faro


continuamente, sin descanso, a la hora del amanecer y del anochecer, algo que
tendría lógica de no ser porque en su planeta los días pasaban en un minuto.
En el sexto planeta conoció a un geógrafo que se pasaba los días investigando
una teoría suya, teoría que decía que, en realidad, nunca había explorado el
mundo que tanto decía conocer. El geógrafo le pide al principito que describa su
casa y éste le habló de la rosa, pero el geógrafo le explicó que él no registraba
cosas efímeras como las plantas. El geógrafo, además, es el que le recomienda al
principito visitar el séptimo planeta, la Tierra.
Cuando llegó a la Tierra, el principito aterrizó en el desierto y creyó que el planeta
estaba deshabitado, pero luego conoció a una serpiente amarilla que le dijo que
tenía el poder de ayudar a las personas a regresar al lugar de donde vinieron.
Luego encontró una flor que le dijo que llevaba años sin ver personas por allí, por
lo que decidió subir a una montaña, la más alta que había visto en su vida, para
ver toda la Tierra, pero se encontró con una panorámica del desolado desierto. El
principito llamó y gritó, y le respondió su eco, por lo que creyó que eran otras
personas burlándose de él.

Siguió buscando y encontró un jardín de rosas que le hizo desanimarse, porque


pensaba que su rosa era la única del universo y comprobó que no era así, que
había cientos de rosas. Entonces se sintió desdichado, pensando que en su
pequeño asteroide sólo había tres volcanes y una flor que parecía ser más común
de lo que imaginaba. Sumido en la tristeza, el principito se echó a llorar y eso
atrajo la atención de un zorro que quería ser domesticado y estaba buscando
humanos.

El zorro le explicó al principito que su rosa sí era única y especial en el universo,


porque él la quería. Le contó que, en cierto sentido, el principito había
domesticado a la rosa y por eso ahora se sentía responsable de ella y de su
bienestar; el principito, entonces, decidió domesticar también al zorro, con el que
forjó una bonita amistad, aunque a la larga tuvieron que separar sus caminos y
eso le hizo sentirse triste de nuevo. Sin embargo, le dejó una importante
lección: "lo esencial es invisible a los ojos".
Más tarde, el principito conoció a un guardagujas que le explicó que las personas
viajaban constantemente de un lugar a otro en los trenes, porque nunca estaban
satisfechas del lugar en el que se encontraban ni sabían lo que buscaban, a
diferencia de los niños. Luego conoció a un vendedor que vendía una píldora que
eliminaba la sed y, por ende, ahorraba a las personas cincuenta y tres minutos a la
semana al no tener que beber, pero el principito pensó que, si tuviera ese tiempo,
lo dedicaría a buscar agua.

Ocho días han pasado y el aviador sigue sin poder arreglar su avión. Ya no le
queda agua y la sed comienza a ser un problema, por lo que, en busca de agua,
pasa las horas caminando por el desierto junto al principito y se les hace de
noche. Se sientan a descansar y hablan sobre lo hermoso que es el desierto, a lo
que el principito dice que el desierto es tan hermoso porque esconde un pozo de
agua en alguna parte. El aviador lo compara con una casa que esconde tesoros
en algún rincón y dice que, ya sea una casa, un desierto o una estrella, lo que
realmente buscamos no siempre está a la vista.

Estas palabras emocionan al principito, ya que le recordaban a las enseñanzas de


su amigo el zorro. Agotado, el principito cae rendido y duerme, mientras el aviador
lo lleva en brazos y sigue caminando en busca de agua. Al amanecer encuentra
por fin un pozo que, misteriosamente, se encuentra en muy buen estado para
estar en mitad del desierto. El aviador saca agua para el principito y él la bebe
como si fuera un regalo, alegando que las personas no saben lo que buscan
cuando, en realidad, aquello que buscan puede estar en una rosa o en un poco de
agua, y por eso se debe buscar con el corazón, no con los ojos. El principito le
pide al aviador que le dibuje un bozal para su cordero y le contó que, al día
siguiente, cumpliría un año en la Tierra. El aviador entonces repara en que el
principito estaba buscando el lugar en el que aterrizó para volver a su hogar.
Luego, el principito le pide al aviador que regrese a ese lugar al día siguiente, al
atardecer.
Al día siguiente, mientras el aviador se dirige adonde le dijo el niño, descubre que
el principito está hablando con una serpiente sobre cómo volver a casa. El
principito le explica entonces lo que ocurre al aviador y se despide de él,
contándole que parecerá que ha muerto pero que lo que sucede en realidad es
que su cuerpo es demasiado pesado para llevarlo consigo y por eso lo dejará
atrás. También le pide que no le vea marcharse para no ponerse nervioso, pero el
aviador se niega a dejar ir al principito. Éste lo consuela diciéndole que mire a las
estrellas y recuerde su risa, para que parezca que todas las estrellas ríen con él.
Entonces, el principito se aleja y deja que la serpiente lo muerda, y cae sin hacer
ruido.

A la mañana siguiente, el aviador busca el cuerpo del principito, sin éxito. La


historia termina con un paisaje del lugar en el que se encontraban el aviador y el
principito cuando la serpiente mordió a este último. El aviador pide entonces que,
si alguna persona visita ese lugar y se encuentra con un niño de cabellos dorados
que no responde a lo que se le pregunta, se lo notifiquen tan pronto como sea
posible.

Mi valoración:
En aspectos positivos es que es una historia corta e interesante, igual que expresa
muy bien los sentimientos y las emociones de los personajes.
Y en aspectos negativos no cuenta bien las historias de los protagonistas (el
principito y el aviador) en mi punto de vista.
Mi conclusión:
Es donde el libro se centra específicamente en la imaginación de los personajes y
te da a entender los pensamientos y emociones de los personajes.
La verdad si recomiendo el libro, si quieres llevar la imaginación al máximo y no te
tardas en leer el libro a me tomo 3 días.
Gracias.

También podría gustarte