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PRINCIPIOS ORIENTADORES

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PRINCIPIOS ORIENTADORES

Estos son un desafío para la persona investigadora, ya que en ella recae la gran responsabilidad de
implementarlos. Especialmente cuando se trata de investigar violencia laboral, donde uno de los
posibles efectos es la intimidación y sentimientos de degradación en quien ha sido agredido. La
observancia de estos principios puede llegar a contribuir a la sensación de justicia y de
restablecimiento de lo correcto de las partes implicadas, posibilitando la generación de confianza en
el proceso y en los funcionarios responsables de llevarlo a cabo.

1. Confidencialidad: El proceso de denuncia e investigación de vulneración a la dignidad de


las personas, incorpora como base fundamental el deber de prudencia y discreción,
especialmente, en quien asume la responsabilidad de dar cumplimiento al procedimiento,
tanto en la relación con los involucrados, en su actuar general y con respecto a la
información que tome conocimiento, de manera de que los/as funcionarios/as tengan y
perciban que se les otorga garantía de privacidad y reserva en el proceso.

2. Imparcialidad: Se debe asegurar y garantizar que el proceso se caracteriza por juicios


objetivos y fundados, sin sesgos ni conductas estigmatizadoras para ninguna de las partes
involucradas, evitando todo tipo de discriminación, tales como género, tendencias
sexuales, religión, origen étnico, discapacidad u otras de similar naturaleza. Es muy
importante que el Investigador mantenga su imparcialidad durante todo el proceso, que
recuerde que se encuentra verificando la existencia de los hechos denunciados, lo que
exige dejar de lado los prejuicios y visión personal de las situaciones que le corresponderá
escuchar. La presencia de la discreción viene a disminuir la posibilidad de re-victimización
de los afectados.

3. Probidad administrativa: El principio de la probidad administrativa consiste en observar,


entre otras, una conducta funcionaria intachable, con preeminencia del interés general
sobre el particular.

4. Rapidez: La naturaleza de este procedimiento obliga a que se trabaje con la mayor


celeridad y se evite la burocratización de los procesos, en consideración a que la lentitud
en el accionar disminuye la apreciación del grado de culpabilidad, menoscabando muchas
veces los fines correctivos y reparadores que se persiguen. Tomada en el sentido de
diligencia, debe ser considerada por la persona que investiga en su accionar, porque la
lentitud posibilita que disminuya la apreciación del grado de culpabilidad del afectado.

Debemos tener presente que el denunciante ha realizado un esfuerzo significativo para


identificar y reconocer una situación que ha definido como degradante, situación que
toma tiempos cronológicos y psíquicos individuales para cada persona. También se debe
tener en cuenta la situación incierta que afecta a la persona denunciada, que requiere
resolver la situación con la mayor prontitud posible. Al mantener la situación de denuncia
en modo indefinido trae consecuencias de incertidumbre para el denunciado. Es muy
importante que el Investigador organice su tiempo, su agenda y su carga laboral de modo
que le permita realizar la investigación lo antes posible.

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5. Responsabilidad: Cada persona que realice una denuncia, debe tener presente todos los
aspectos que esta involucra. Por consiguiente, debe ser realizada con toda la seriedad que
corresponde, conociendo que, frente a una denuncia falsa, basada en argumentos,
evidencia u otros, que sean comprobadamente falsos, podrá ser objeto de medidas
disciplinarias.

6. Igualdad de Género: Entendida como igualdad de derechos, responsabilidades y


oportunidades de las mujeres y los hombres, que se garantizarán a través de mecanismos
equitativos que consideren un trato equivalente en cuanto a los derechos, los beneficios,
las obligaciones y las oportunidades.

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