Escuela de Ciencia e Ingeniería de los Materiales

Recocido de Recristalización

Brenes Aguilar Daniela*, Castro Flores Sebastián*, Portuguez Molina Daniel*

CM4202 Laboratorio de Tecnología de Aleaciones

Metálicas
Fecha de entrega: 03/08/2023
Profesor: Alfredo Rodríguez Rojas
* Estudiante de Ingeniería en Materiales. Instituto Tecnológico de Costa Rica (ITCR), Cartago 159-7050, Costa Rica

Palabras clave: Metalografía1, Dureza2, AISI 10203, Tratamiento Térmico4, Deformacón5.

Resumen

El objetivo de este laboratorio es preparar distintas muestras de AISI 1020 para la observación metalográfica y la determinación de la
dureza. Se van a extraer 17 muestras que tendrán diferentes tratamientos térmicos, de las cuales, 8 van a ser deformadas a un 50% y otras 8 a
un 80%, dejando una pletina original. Las deformadas, pasarán por un proceso de recocido de recristalización con un ataque químico y todas,
las 17 muestras, serán pulidas y limpiadas para observar su imagen metalográfica y medir su dureza. Donde se observará que al aumentar el
grado de deformación, temperatura y tiempo de tratamiento térmico va a aumenta su dureza, se verán más cambios en la estructura y se tendrá
un mejor resultado de recocido.

Introducción cambios que provocan las condiciones en las propiedades del

material.
El endurecimiento por deformación y el recocido son
consideradas dos técnicas muy importantes en metalurgia ya que Materiales y Métodos
tienen un impacto significativo en la calidad y la durabilidad de los
productos metálicos. Para el recocido de recristalización el material que se va a
utilizar va a ser un acero de 1020 del cual, se sacaron 17 muestras.
El endurecimiento por deformación implica aplicar una Del cual, 8 de ellas tienen una deformación de 80% y otras 8 en
fuerza de deformación plástica a un material metálico, lo que crea 50%. Dejando, una ultima muestra sin deformación.
defectos estructurales como dislocaciones en la estructura
cristalina del metal. Estos defectos hacen que el material sea más
resistente a la deformación adicional y, por lo tanto, más duro y
duradero. La deformación plástica se realiza a través de una
variedad de procesos, como la laminación en caliente, la extrusión,
la forja, la estampación y la trefilado.

Por otro lado, el recocido es un proceso térmico en el que

se calienta el material a una temperatura específica y se lo deja
enfriar lentamente. Este proceso ayuda a restaurar las propiedades
físicas y mecánicas del material después de haber sido deformado
en frío. Durante el proceso de deformación en frío, el material se
vuelve más duro y frágil debido a la deformación plástica y la
estructura cristalina desordenada. El recocido ayuda a restaurar la Imagen 1. Máquina Utilizada para Deformación.
estructura cristalina y a reducir la dureza del material, lo que lo
hace más maleable y fácil de trabajar.

Ambos procesos son importantes en la fabricación de

productos metálicos para una amplia variedad de aplicaciones,
desde la construcción de automóviles y aviones hasta la
fabricación de herramientas y equipos industriales. En resumen,
el endurecimiento por deformación y el recocido son técnicas
esenciales para mejorar la resistencia, la durabilidad y la calidad de
los productos metálicos.

El principal objetivo de la práctica es preparar las

muestras AISI 1020 para pulir, atacar, analizar las metalografías y Imagen 2. Deformación a 50% de AISI 1020.
medir la dureza en diferentes condiciones de deformación al 50%
y 80% variando las temperaturas del tratamiento térmico al que
fueron sometidas. Esto con la intención de evidenciar los

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Imagen 3. Deformación a 80% de AISI 1020.
Imagen 4. Tamaño promedio de muestras tomadas del
AISI 1020.
A las muestras de 50% y 80% de deformación a se les
aplicó diferentes tratamientos térmicos. Las primeras tres de cada
una, se dejaron 15min en el horno donde, la primero estaba a una
temperatura de 450°C, la segunda a 650°C y la última a 920°C.
Después se tomaron 4 muestras de cada una de las deformaciones
y se dejaron en el horno a sus respectivas temperaturas por 45min.
Por último, se dejó una muestra de 50% y 80% de deformación
sin tratamiento térmico para una mejor comparación de
resultados.
Tabla 1. AISI 1020 con distintas deformaciones y con
distintos tratamientos térmicos.
Para la preparación de las muestras, se colocan las que van
a tener el mismo tratamiento térmico juntas, envueltas en papel
aluminio con aceite.
Imagen 5. Preparación de material para tratamiento
térmico de muestras tomadas de deformación de 50% y 80% de
AISI 1020.
Imagen 6. Horno utilizado para tratamiento térmico de
muestras tomadas de deformación de 50% y 80% de AISI 1020.
Una vez que los tratamientos térmicos se hayan realizado
y enfriado estos junto con las muestras sin tratamiento térmico y
la “original”, se colocan en una resina para poder realizar pruebas
de dureza y ataques químicos para poder ver correctamente las
imágenes cristalográficas de las distintas muestras.
Imagen 7. Máquina utilizada para colocar en resina las
muestras tomadas de deformación de 50% y 80% de AISI 1020
con y sin tratamiento térmico.
Antes de hacer las pruebas de dureza y el ataque químico,
la muestra debe de estar correctamente pulida para poder tener
una imagen clara y un resultado correcto.
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 Laboratorio 01

Tabla 2. Dureza de AISI 1020 con distintas deformaciones y

con distintos tratamientos térmicos.

Imagen 8. Máquina utilizada para la medición de dureza

de las muestras tomadas de deformación de 50% y 80% de AISI
1020 con y sin tratamiento térmico.
Imagen 9. Muestra de AISI 1020 en resina con prueba
de dureza y ataque químico.
Al analizar los datos de la Tabla 1, se puede empezar
con los datos de las 3 probetas sin tratamiento térmico, solamente
deformadas al 50%, al 80% y sin deformar para estudiar como
varía la dureza con la deformación en frío. Sin deformar es
esperable que los granos del acero estén orientados al azar y sin
una forma determinada más que poligonal. Esto se puede apreciar
en la Figura 1 que muestra la metalografía la muestra sin
deformación y sin tratamiento térmico. Al aplicar deformación los
granos se alargan y se orientan en la dirección que están siendo
alargados, estos se vuelven más delgados y direccionales. Esto se
puede apreciar en las figuras 2 y 3 que para 50 % de deformación
se muestran más alargados y para 80% esto se nota mucho más
porque tiene más deformación.

Imagen 10. Equipo para imagen metalográfica,

Microscopio Metalográfico. Figura 1. Metalografía de AISI 1020 original. Fuente:
elaboración propia.
A continuación, se verán los resultados de cada una de las
muestras explicadas anteriormente de dureza y su comparación
con su imagen metalográfica.

Resultados y su Análisis

El recocido de recristalización va a presentar diferentes

efectos si se presenta a distintas temperaturas y a distintos
tiempos. Esto fue el caso de lo obtenido en el laboratorio. La
Tabla 1 muestra los resultados de someter distintas probetas a
diferentes deformaciones en frío y luego un tratamiento térmico
en diferentes condiciones y en algunos casos hasta un
enfriamiento distinto para comparar lo esperado con lo obtenido
respecto a mediciones de dureza en la escala HRB, ya que se trata
de un acero alrededor de 0,20% de carbono, ósea un AISI 1020
que generalmente tiene sus durezas en esa escala. (Corcuera y
Sandoval).

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 Figura 2. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación
sin tratamiento térmico. Fuente: elaboración propia.

Figura 4. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación y

tratamiento térmico a 450°C por 15 minutos. Fuente:
elaboración propia.
Figura 3. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación
sin tratamiento térmico. Fuente: elaboración propia.

El endurecimiento por deformación en frío o acritud se

debe al incremento de las dislocaciones en la estructura cristalina
del acero conforme su deformación plástica sea aumentada.
(Avner). Los resultados de dureza de la Tabla 1 evidencian que la
dureza ha aumentado en el acero con la deformación: empieza en
estado regular con 83,89 HRB y al deformarla 50 % aumenta a
103,59 HRB, luego se mantiene en este mismo intervalo al
deformarlo 80 % con 103,42 HRB, porque muy posiblemente ya
alcanzó su dureza máxima, por lo que su dureza ya no aumentará
desde cierto punto alcanzado.

Al deformar un metal en frío se le está añadiendo Figura 5. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación y
energía y pasa a un estado de inestabilidad, ya que su energía tratamiento térmico a 450°C por 15 minutos. Fuente:
interna a aumentado respecto a la que tenía al inicio sin deformar. elaboración propia.
Por sí sola la estructura volverá a su estado estable, pero a
temperatura ambiente esta velocidad del proceso es muy lenta por
Las cosas cambiaron cuando se aumentó el tiempo del
lo que al trabajar con hornos a distintas temperaturas se
tratamiento térmico, cuando pasa a 45 minutos permite al material
incrementa la agitación térmica y pueden darse tres etapas del
no solo aliviar tensiones, sino crecimiento de grano.
recocido conforme se varíen las condiciones y temperaturas de
este proceso. Puede darse el alivio de tensiones internas, la
recristalización y el crecimiento de grano. En la Tabla 1, se muestra que a 50% de deformación su
dureza continua igual, esto por lo mencionado anteriormente que
la temperatura es muy baja para ocasionar estos cambios, mientras
La temperatura más baja a la que se hizo el recocido fue
que la de 80 % deformada baja drásticamente a un dato que no
a 450°C esta temperatura es muy baja para tener cambios
tiene mucho sentido porque es mucho más bajo de lo esperado,
apreciables puesto que no está cerca a la transformación en
muy por debajo de la probeta sin deformar).
austenita. Al analizar los resultados de este tratamiento por solo
15 minutos se evidencia con la Tabla 1 al analizar la 80%
deformada que su dureza no cambió significativamente, puesto En la figura 6 se muestra como los granos se vuelven
que pasó de 103,42 a 101,66 HRB, tan solo se dio un alivio de más redondos porque tuvieron tiempo para acomodarse, mientras
tensiones como mucho en la estructura. Al analizar la de 50 % se que la figura 7 confirma que algo pasó en esa medición porque los
nota un dato incongruente, ya que pasó de 103,59 a 73,63 HRB lo granos continúan alargados más que la de 15 minutos de recocido.
que es un cambio muy brusco y puede haberse dado por errores
en la resina que sostiene a la probeta, ya que la máquina no estaba
funcionando correctamente a la hora de realizar todas las pruebas.
En las figuras 4 y 5 se muestra como los granos continúan
alargados porque no les dio tiempo de crecer.

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Figura 6. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación y
tratamiento térmico a 450°C por 45 minutos. Fuente:
elaboración propia.
Figura 7. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación y
tratamiento térmico a 450°C por 45 minutos. Fuente:
elaboración propia.
La siguiente temperatura a la que se trabajó fue a 650°C
y y en este caso para las que se deformaron 50% puede notarse
como su dureza efectivamente disminuyó cuando tuvo el recocido
por 15 minutos y todavía más por 45 minutos, aunque esto se
cumple hay incoherencias porque su dureza disminuyó más de lo
esperado para trabajar por debajo de la línea de transformación de
estructura del acero. En la figura 8 se aprecia como los granos se
redondearon más por lo que se dio la recristalización.
Figura 8. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación y
tratamiento térmico a 650°C por 15 minutos. Fuente:
elaboración propia.
Al analizar las probetas deformadas al 80% estas al
analizar la Tabla 1 puede verse que sus durezas no cambian
significativamente, ya que con la que no tuvo tratamiento térmico
Laboratorio 01
están en 103,42; 104,50 y 101,00 HRB, esto debido a que 650°C
es una temperatura debajo de la línea de austenización que no
permite que se dé por completo una disminución de dureza y en
las figuras 9 y 10 se muestran como los granos continúan
alargados y se ve una clara dirección, pero aun así no están muy
redondos.
Figura 9. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación y
tratamiento térmico a 650°C por 15 minutos. Fuente:
elaboración propia.
Figura 10. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación
y tratamiento térmico a 650°C por 45 minutos. Fuente:
elaboración propia.
La última línea en la que se analizó fue a 920°C, esta es
importante porque para una cero 1020 este sobrepasa la línea de
austenización, por lo que se espera que la estructura se reacomode
al formar la estructura de ferrita a austenita. A esta temperatura
los granos pueden crecer bastante y más para el caso de las que se
enfriaron en horno, al haber un enfriamiento más lento permite
que crezcan por más tiempo y entre más tiempo disminuirá su
dureza y debería esperarse que aumente los tamaños de granos.
Para la 50% deformada en 15 minutos fue suficiente
para que su dureza disminuyera significativamente y para 45
minutos disminuyó un poco más, pero ya habrá llegado a su límite
para el caso de dureza mínima del acero 1020. Esto se aprecia en
las figuras 11, 12 y 13 en las cuales progresivamente su tamaño de
grano va aumentando.
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 metalografías que se muestran en la figura 14 no se muestra un
cambio significativo porque apenas estuvo 15 minutos y para 45
en la figura 15 sí aumentó su tamaño porque permitió
transformarse a austenita. En la figura 16 se muestra el
enfriamiento en horno que permite el crecimiento de granos más
grandes.

Figura 11. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación

y tratamiento térmico a 920°C por 15 minutos. Fuente:
elaboración propia.

Figura 14. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación

y tratamiento térmico a 920°C por 15 minutos. Fuente:
elaboración propia.

Figura 12. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación

y tratamiento térmico a 920°C por 45 minutos y enfriamiento de
aire. Fuente: elaboración propia.

Figura 15. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación

y tratamiento térmico a 920°C por 45 minutos y enfriamiento de
aire. Fuente: elaboración propia.

Figura 13. Metalografía de AISI 1020 con 50% de deformación

y tratamiento térmico a 920°C por 45 minutos y enfriamiento en
horno. Fuente: elaboración propia.
Figura 16. Metalografía de AISI 1020 con 80% de deformación
Para el caso de la 80% deformada sus durezas también
y tratamiento térmico a 920°C por 45 minutos y enfriamiento en
disminuyeron, pero no se tomará en cuenta estos datos, puesto
horno. Fuente: elaboración propia.
que están muy por debajo de lo permitido para el acero 1020,
además que no se presentan datos de esta enfriada en horno
porque las resinas se deshicieron al aplicar la prueba de dureza, A pesar de ciertos datos que no son congruentes con lo
por una mala operación de la máquina manual. En las esperado, sí hay ciertos patrones que examinan las propiedades
con los tratamientos térmicos. Al aumentar el grado de

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 Laboratorio 01

deformación, aumenta su dureza hasta llegar a un límite donde se
mantiene estable este valor. Al aumentar la temperatura permite
más cambios en la estructura evidenciado por el tamaño de los
granos para ablandarlo. De igual forma sucede con el tiempo, solo
15 minutos puede ser insuficiente para cambios apreciables,
mientras que en 45 minutos sí es suficiente para el recocido donde
se da el alivio de tensiones, la recristalización y el crecimiento
grano.
Conclusiones y Recomendaciones
Se puede concluir de la práctica de laboratorio que el
proceso de endurecimiento por deformación es útil para mejorar
la resistencia y la durabilidad del material al crear defectos
estructurales como dislocaciones en su estructura cristalina.
Además, la importancia de controlar la cantidad de deformación
aplicada para evitar la fragilización del material y asegurar la
homogeneidad en toda la pieza.
Por otra parte, se concluye que el proceso de recocido de
recristalización es importante para restaurar la estructura cristalina
del material y reducir la dureza después de haber sido deformado
en frío. Además, que la temperatura y el tiempo de recocido son
críticos para lograr la estructura cristalina deseada y la suavidad
del material. Finalmente, este proceso permite eliminar las
tensiones internas que se provocan durante la deformación en frío
y restaurar la estructura cristalina original del material, lo que
mejora la homogeneidad y la uniformidad de las propiedades del
material.
deformación plástica y se cree la estructura cristalina deseada. Por
esto, es importante que se controlen cuidadosamente las
velocidades de enfriamiento después del proceso de
recristalización.
En síntesis, el endurecimiento por deformación y el
recocido son proceso complejos que requieren una cuidadosa
planificación y ejecución. Siguiendo estas recomendaciones, se
podrá mejorar la calidad y la durabilidad de los productos
metálicos y asegurarse de que cumplan con los requisitos para
aplicación prevista.
Referencias Bibliográficas
Avner, S. 2003. México: Introducción a la Metalurgia Física.
McGrawHill
Vela Corcuera, J. M., & Mego Sandoval, J. J. Efecto del
doble revenido sobre la tenacidad de la entalla a diferentes
velocidades de carga de impacto en el rango de 2.55 a 3.71 m/s,
resistencia mecánica, tenacidad estática y dureza del acero AISI d2
austenizado durante 1 hora a 1020 °C y revenido a 500 °C.

Los experimentos del laboratorio permiten ayudar a

comprender mejor cómo estos procesos afectan a las propiedades
mecánicas de los materiales y cómo se pueden optimizar para
lograr las propiedades deseadas. También, las pruebas y
mediciones ayudan a evaluar la calidad del material antes y después
de los procesos, lo que permite una mejora continua y
optimización del proceso.

Algunas recomendaciones que se deben tener en cuenta

para el proceso de recocido de recristalización y endurecimiento
por deformación son:

1. Establecer la temperatura y el tiempo adecuados:

La temperatura debe ser suficientemente alta para que los

granos puedan comenzar a crecer, pero no tan alta como para que
se genere una fusión del material. El tiempo de calentamiento en
el proceso también debe ser el adecuado para permitir que los
granos crezcan y se desarrollen, pero no demasiado largo como
para que se den cambios estructurales no deseados. Por esta
razón, se debe establecer una temperatura y un tiempo adecuados
para cada material y tipo de aleación.

2. Controlar la velocidad de enfriamiento:

La velocidad de enfriamiento es a su vez un factor crítico

que influye en la recristalización. Si la velocidad de enfriamiento
ocurre muy rápido, se pueden llegar a formar estructuras no
deseadas y disminuir la calidad del material. Por otra parte, si la
velocidad de enfriamiento es muy lenta, se puede llegar a producir
una estructura más gruesa, lo que podría afectar las propiedades
mecánicas. En el endurecimiento por deformación, es importante
controlar la temperatura y la velocidad de deformación para
asegurarse de que se produzca la cantidad adecuada de