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Universidad Nacional

Autónoma de México
Facultad de Ingeniería
División de Ciencias Básicas
Laboratorio de Ingeniería de
materiales.

Profesor: Martin Reyes Farias.


Semestre 2023-2

Reporte práctica No.6


Tratamientos Térmicos

Nombre alumno: Guerrero Suárez José Juan


No. de cuenta: 31823629-4
Carrera: ingeniería aeroespacial
Grupo: 22

Fecha de realización: 16 de mayo de 2023


Fecha de entrega: 23 de mayo de 2023
objetivos:

El alumno conocerá los tratamientos térmicos más comunes, entendiendo su


fundamento básico y sus efectos sobre los materiales y sus propiedades.

introducción:
El tratamiento térmico de temple consiste en calentar el acero a una
temperatura predeterminada; mantener esta temperatura hasta que el calor
haya penetrado hasta el corazón de la pieza y enfriar bruscamente en el
medio correspondiente según el tipo de acero.

La temperatura de temple para los aceros de diferente contenido de carbono


y elementos aleantes está determinada por la posición de las líneas A1 y A3.
Para los aceros al carbono la temperatura de temple puede determinarse por
el diagrama Hierro-Carburo de hierro. Por lo general para el acero
hipoeutectoide debe ser 30-50 oC más alto que AC3 y para el
hipereutectoide, 30-50o C más alto que AC1.

El calentamiento de temple se realiza en hornos de acción periódica y


continua, generalmente en hornos eléctricos o que funcionan a base de
combustible gaseoso o líquido. Se emplean ampliamente los hornos de baño,
en los cuales la pieza se calienta en sales fundidas.

Es deseable que el medio de enfriamiento para el temple enfríe con rapidez


en la zona de temperaturas donde la austenita tiene poca estabilidad (600-
500o C) y con lentitud en la zona de temperaturas de la transformación
martensítica (300-200o C) para que no se originen esfuerzos muy elevados
que puedan deformar o agrietar el material.

Para templar las piezas hechas de acero al carbono, con alta velocidad
crítica de temple, se utiliza corrientemente el agua; aunque otro medio de
enfriamiento muy común es el aceite. Los mejores resultados se obtienen
templando en baños de sal, los cuáles tienen muchas ventajas sobre los
medios de enfriamiento ya citados.

Cuando la composición del acero se desconoce, será necesaria una


experimentación para determinar el rango de temperaturas de temple. El
procedimiento a seguir es templar un determinado número de muestras del
acero a diferentes temperaturas y medios de temple y observar los resultados
mediante pruebas de dureza o al microscopio. La temperatura y medio de
temple adecuados serán los que den como resultado el mayor aumento en la
dureza y en otras propiedades sin ocasionar fracturas o deformaciones.

Las opciones para modificar metales y aleaciones son múltiples a día de hoy,
si bien los tratamientos térmicos son los más comunes en la metalurgia. Son
procesos que se aplican al material empleando la temperatura como principal
variable. Se emplean sobre todo para el acero y las aleaciones de hierro y
carbono. El objetivo, mejorar sus propiedades mecánicas —aumentar la
dureza, la resistencia mecánica, la ductilidad, etc.— y así facilitar el
conformado posterior.

Consisten en, de forma resumida, aplicar calentamientos y enfriamientos


sucesivos para lograr la estructura cristalina deseada. Esto se consigue sin
modificar la composición química, como sí sucede en los denominados como
tratamientos termoquímicos, que además cambian químicamente la capa
superficial del material. Es el caso de la cementación, la cianuración, la
carbonitruración y la silfinización. La dureza, poder cortante y resistencia de
las herramientas máquina es clave para los tratamientos térmicos del metal.
Si hablamos de acero no aleado, su contenido en carbono también será
determinante.

Temple
Es el tratamiento térmico del metal que implica calentarlo en un medio como agua,
aire o aceite, hasta la temperatura de austenización (800º-925ºC) durante un tiempo
determinado. A continuación se enfría rápidamente para que se transforme de
austenita a matensita, que tiene mayor dureza. Por tanto, la templabilidad de un
metal determina su capacidad para endurecerse, algo que se comprueba con el
conocido como Ensayo Jominy. La composición del metal, la temperatura y el
tiempo de calentamiento, la velocidad de enfriamiento, el medio en el que se templa
y el tamaño y forma de la pieza son factores decisivos en el proceso de temple.

Recocido
Con este tratamiento térmico del metal se calienta el material hasta una temperatura
determinada durante un tiempo prefijado para, a continuación, enfriarlo lentamente.
Con esto se logra ablandarlo, mejorar la tenacidad, recuperar ductilidad, eliminar
tensiones residuales, afinar el tamaño del grano y reducir la segregación. También
se puede aplicar para modificar las propiedades mecánicas, eléctricas o magnéticas
de un material. Según el objetivo y la composición, los tipos de recocido de acero
pueden ser de homogeneización, de regeneración o normalizado, de globulización o
subcrítico.

Revenido
Es un proceso posterior al temple, con el que se busca reducir las tensiones
generadas y la fragilidad. En el caso del acero, tras su endurecimiento se vuelve
muy frágil, lo que dificulta su manejo. Para ello se calientan las piezas templadas
hasta conseguir que la martensita se transforme en una estructura más estable.
Finalmente, se enfría rápidamente, ganando tenacidad aunque también se reduce
levemente la dureza.

Normalizado
Es el tratamiento térmico del metal que se emplea para que el acero consiga una
estructura uniforme y de grano fino, garantizando sus propiedades mecánicas. Se
usa sobre todo en aceros al carbono y aceros de baja aleación, para normalizar su
estructura después del forjado, la laminación en caliente o la fundición. Así, se
calienta rápidamente el material a una temperatura cercana a la de endurecimiento
(800º-920° C), que es cuando se forman nuevos granos austeníticos, mucho más
pequeños que los ferríticos anteriores. Tras esto, se enfría libremente al aire,
momento en el que se forman nuevos granos ferríticos de tamaño refinado y una
estructura uniforme.

Tras estos procesos se suelen aplicar tratamientos superficiales con los que se
logra la textura y el comportamiento mecánico exigido por el cliente. Van desde la
aplicación de pinturas anticorrosivas, al galvanizado, pavonado, niquelado, zincado,
cromado o pulido. Los acabados de los metales protegen las piezas de la oxidación
y la corrosión, generan texturas, aumentan la resistencia a la fatiga, eliminan o
añaden esfuerzos mecánicos... Además aportan, en algunos casos, mejoras
estéticas.

Desarrollo
Procedimiento para el tratamiento térmico:
a. Previo al tratamiento térmico, realizamos las siguientes pruebas en la pieza de
trabajo: determinación de la dureza, microestructura presente en el material (antes
del tratamiento térmico)
b. Calentamos el horno hasta alcanzar 850-900°C

c. Cuando se haya alcanzado la temperatura estimada colocamos dentro del horno


nuestra probeta.

d. Una vez colocadas las muestras de acero, dejamos por un tiempo aproximado de
20-30 minutos
e. Sacamos la probeta del horno una vez que haya alcanzado la temperatura de
temple.

f. Introducimos la probeta en aceite o agua.

g. Determinamos el tipo de tratamiento térmico que se le aplicó en cada probeta


(recocido, temple, normalizado), en nuestro fué el templado.

h. Posteriormente al tratamiento térmico de la probeta, realizamos nuevamente el


estudio de dureza y metalografía.
Resultados:

Para realizar los estudios de dureza y de metalografía tuvimos que lijar de nuevo
nuestra prueba con lijas desde el 200 hasta 1500

así quedó nuestra muestra:

Al momento de realizar nuestra prueba metalográfica estos fueron nuestros


resultados:

Imagen 1

Con lente de 100x de aumento.


Imagen 2 con lente de 250x de aumento.

Imagen 3 con lente de 500X de aumento.

Imagen 4 con lente de 1000X de aumento.

Comparando con la muestra metalográfica antes del proceso térmico son:

No. de lente Sin tratamiento Con tratamiento


100

250

500

El efecto de la temperatura intercrítica en la fracción de volumen de martensita a


varios tiempos de permanencia se muestra en las figuras anteriores, donde la
temperatura intercrítica tiene un efecto significativo en el aumento de la capacidad
de endurecimiento en comparación con el tiempo de permanencia. La fracción de
volumen de martensita aumentará significativamente con el aumento de la
temperatura.

Cuando las muestras se calentaron, la austenita comenzó a nuclear y a crecer. La


austenita es una fase inestable y se transformó durante el enfriamiento. Cuando la
temperatura se eleva por encima de la A1, el aumento de la temperatura de
calentamiento aumenta la fracción de volumen de la austenita después de un
enfriamiento rápido
Ensayo de dureza antes de templado.

Ensayo de dureza después de templado.

Ensayo Material Carga (kg) Tipo de Dureza Escala


indentador rockwell
y diámetro

1 acero 150 diamante 128 HRC

2 acero 150 diamante 130 HRC

3 acero 150 diamante 131 HRC


Por lo que podemos afirmar que efectivamente al momento de realizar nuestra
prueba de templado y alterar la estructura interna del metal sus condiciones
cambian y su dureza le pasa lo mismo. Al templarlo se pudo obtener una dureza
mayor en el material por lo que se comprueba la parte del templado térmico.

ANÁLISIS DE RESULTADOS

1. ¿Cuál es el mecanismo por el cual los tratamientos térmicos cambian las


propiedades mecánicas de los metales?

Al alterar su estructura interna, en el caso del templado se trata de calentar la pieza


hasta que en el núcleo tenga una energía cinética de valor muy alto y al momento
de enfriarlo de una manera rápida la estructura cambia haciendo que el material se
vuelva más duro.

2. ¿Qué cambios se presentan en la microestructura y por qué influyen estos en las


propiedades mecánicas?

Mostraron una matriz 100 % austenítica, sin residual de ferrita, perlita, ni carburos
tras el tratamiento térmico, pero si de inclusiones no metálicas residuales y
dispersas en forma aislada por la matriz.

Conclusiones:

El objetivo principal de esta práctica fué cumplido ya que entendimos el


funcionamiento básico de alguno de los diferentes tratamientos térmicos que
existen, en este caso el del templado térmico y sus efectos sobre los
materiales ya que al realizar la práctica y hacer su correspondiente ensayo de
dureza y de microscopia nos dimos cuenta que su microestructura cambió ya
que se puede observar en las imágenes como “fibras” dando a entender que
el momento de nosotros dar una súbita bajada de temperatura su estructura
cambia, así como su dureza ya que haciendo el ensayo de dureza nuestros
resultados fueron mayores que antes del tratamiento térmico por lo que
podemos concluir que al templar nosotros un acero su estructura cambiará
haciéndolo más duro.

Una práctica interesante que nos llevó más de una sesión pero en la que se
aprende mucho, fué tedioso tener que lijar la muestra ya que algunos rayones no se
quitan.

Bibliografía.
Manual de Prácticas del Laboratorio de Ingeniería de Materiales. (s. f.). ingenieria
unam. https://www.ingenieria.unam.mx/labsmateriales/docs_calidad/manuales/
Manual_LabIngMater iales.pdf
https://www.frro.utn.edu.ar/repositorio/catedras/mecanica/5_anio/metalografia/10-
Temple_y_Revenido_v2.pdf
http://scielo.sld.cu/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1815-59442022000100017

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