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Brayan Antonio Olarte Tarazona

Karen Corrales

Historia de la gastronomía

Ensayo sobre toda la unidad 5


Italia

El Renacimiento en Italia, concretamente en Florencia, fue un período de


gran importancia en la historia del arte, la cultura y la sociedad. Florencia se
convirtió en una ciudad intelectual donde se promovió un cambio de
mentalidad y se impuso una nueva forma de pensar, vivir, vestir y comer.
Gran parte de este florecimiento cultural se debió a la influencia de la familia
Médicis, una poderosa dinastía que apoyó y promovió el arte y la cultura.

Durante el siglo XV, Florencia experimentó una transformación significativa,


dando lugar a una nueva civilización. Desde el siglo XIII, la ciudad se había
establecido como un centro capitalista, en el sentido histórico de la palabra,
lo que sentó las bases para el advenimiento del Renacimiento. Fue en el siglo
XV cuando Florencia definió un nuevo arte de vivir, marcando
profundamente a los franceses que conquistaron el norte de Italia hacia
finales de ese siglo y quedaron literalmente fascinados por lo que
presenciaron. De esta fascinación surge la antigua polémica sobre si es cierto
que la cocina francesa se originó a raíz de la admiración de los franceses por
el arte de vivir italiano, y posteriormente se consolidó a través de dos reinas:
Catalina y María de Médicis. El regreso de Carlos VIII a Francia marcó la
entrada del Renacimiento italiano en ese país. Sus sucesores, Luis XII y
Francisco I, tras sus turbulentas campañas en Italia, regresaron enamorados
de la exquisitez y el nivel de civilización que reinaba en la península. Con ellos
llegaron jardineros, artistas, arquitectos, confiteros, perfumistas y orfebres,
quienes contribuyeron a difundir y enriquecer el arte y la cultura francesa
con su experiencia italiana.

el Renacimiento italiano en Florencia tuvo un impacto profundo en la forma


de pensar, vivir, vestir y comer. La ciudad se convirtió en un epicentro
cultural y artístico, y la influencia de la familia Médicis fue fundamental en
este proceso. La llegada del Renacimiento a Francia a través de Carlos VIII y
sus sucesores impulsó el intercambio cultural entre ambos países, y la
admiración por el arte de vivir italiano influyó en la evolución de la cocina
francesa y en la creación de nuevas bebidas refinadas.
Francia

La influencia italiana en la cocina francesa durante el Renacimiento fue


significativa y contribuyó a la evolución y enriquecimiento de la gastronomía
francesa. Se introdujeron nuevos ingredientes, técnicas de cocina y recetas
que dejaron una marca perdurable en la cultura culinaria de Francia. Uno de
los aspectos destacados de esta influencia italiana fue la introducción de
recetas como el canard à l'orange, que se originó en una receta de pato a la
naranja en la cocina florentina en el siglo XIII y fue refinado por los franceses.
Asimismo, el coq au vin, que tiene su origen en una receta de pollo al vino en
el siglo XIV encontrada en la Biblioteca Comunal de Dôle.

La influencia italiana también se hizo presente en la introducción de nuevos


ingredientes y productos en la cocina francesa. Catalina de Médicis, esposa
de Enrique II de Francia, trajo consigo el aceite toscano y las alubias, que se
utilizaron en la preparación de platos como el cassoulet. Además, se
introdujeron dulces como el pain d'épices (pan de especias) y los macarons,
así como helados y sorbetes que llegaron a Francia a través de Italia.

La influencia italiana también se extendió a la vajilla y los utensilios de mesa.


Se introdujeron los tenedores, que provenían de Venecia, y las primeras
copas de cristal, reemplazando a las copas de metales preciosos. También se
desarrollaron nuevos diseños y estilos en la vajilla, como los cubiertos de oro,
las servilletas, las bandejas con ruedas y los aguamaniles.

En cuanto a los libros de cocina, durante el Renacimiento surgieron obras


importantes que abordaban temas culinarios. Uno de los primeros libros
impresos sobre cocina fue el "Libro de la voluptuosidad honesta y de la
buena salud" de Bartolomeo Sacchi, también conocido como Battista Platina.
Este tratado abarcaba temas como la ciencia de la cocina, las dietas, los
ejercicios del cuerpo, los frutos, las carnes, la caza, las salsas, entre otros.
Platina fue un destacado gastrónomo de su época y su obra tuvo un impacto
duradero.

Otro autor relevante fue Bartolomeo Scappi, quien propuso soluciones


alternativas y técnicas innovadoras en la cocina italiana del siglo XVI. Scappi
enriqueció la cocina de su tiempo y presentó recetas con características
similares pero con sabores finales distintos. Introdujo técnicas como
enharinar o empanizar la carne antes de freírla, proteger ciertas aves del
calor envolviéndolas en papel engrasado y la cocción al baño maría para el
Zabaione, entre otras.

En conclusión la influencia italiana en la cocina francesa durante el


Renacimiento fue notable. La introducción de nuevas recetas, ingredientes,
técnicas culinarias y obras literarias sobre gastronomía contribuyeron a la
evolución y riqueza de la cocina francesa.

Inglaterra

Durante los cuarenta años de reinado de Isabel de Inglaterra, de 1558 a 1603,


se vivió una era de gran vitalidad en todos los aspectos. La Reina Virgen,
amante de la vida, también disfrutaba de los placeres abundantes y voraces
de la cocina. En esa época, recibió un manuscrito de The Form of Cury, uno
de los documentos más venerables de la cocina inglesa. Además, la era
isabelina cuenta con recetarios destacados como The Good Huswives Jewell
(1587) y The Good Huswives Treasure (1588) de Thomas Watson, así como el
Epulario o The Italian Banquet (1598), una traducción de un libro italiano de
Giovanni Roselli publicado en 1516. Estos recetarios presentan los grandes
temas culinarios de la cocina medieval y renacentista: aguas rosadas, grandes
pastelones de caza y arroz, salsas de menta, capones con zumo de naranja,
manos de cerdo con manzanas y recetas clásicas y rigurosas de la cocina
benedictina inglesa.

En las obras de Shakespeare, abundan las referencias a la cocina, no solo a


los platos, condimentos y bebidas, sino también al ambiente doméstico,
íntimo y acogedor que representa la cocina. En sus obras, encontramos una
descripción extremadamente realista de los utensilios de cocina antiguos,
como cazuelas, jarras, recipientes para manteca, tamices, coladores y
cucharones. Además, el horno, el hogar y las brasas aparecen
frecuentemente. La cocina y el jardín son dos temas recurrentes en las obras
de Shakespeare.

En cuanto a los productos culinarios, a lo largo de la obra de Shakespeare se


puede observar una mejora en su gusto y un refinamiento evidente. Hasta los
treinta años, su apetito reflejaba su juventud y vitalidad. Sin embargo, su
contacto con el mundo exquisito de Londres hizo que las referencias a la
calidad, frescura y sabor de los alimentos fueran cada vez más refinadas y
exigentes. Durante la época de Shakespeare, los caballeros tenían un apetito
insaciable.

En conclusión, Esta fue la última gran época de la cocina inglesa, que tuvo
dos momentos destacados: la época medieval durante el reinado de Ricardo
II y el reinado de Isabel II, con la omnipresencia de Shakespeare. La cocina
inglesa en ese momento mostraba una clara influencia francesa.

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