Está en la página 1de 14

Cap.

VIL Visibilidad de la Iglesia 33

así— personal tanto en la gracia como en la los textos manifiestos de las Escrituras, no se
fe y doctrina. atreven a negar que la Iglesia de Cristo o cató-
16. NINGUNO PUEDE ERRAR TAMPOCO EN lica dure perpetuamente y persevere en la fe
LAS COSAS PERTENECIENTES A LA IGLESIA U N I -
verdadera, para eludir de alguna manera la fuer-
VERSAL.—Y en cuanto a la segunda parte —de za de la razón y la luz de la verdad, distinguen
los errores que se atribuyen a los Papas—, de- dos Iglesias, una verdadera y sólida, y otra sólo
cimos brevemente que una cosa es hablar de los aparente: de la primera dicen que es invisible
decretos de los Papas en cuanto-que con ellos a los ojos del cuerpo, de la segunda que es
definen o aprueban algo como cosa que ha de visible.
creer u observar toda la Iglesia, y otra hablar Supuesta esta distinción, responden que la
de las sentencias, opiniones o razones particu- Iglesia invisible es la verdadera Iglesia de Cris-
lares de los Papas. to y la católica, a la que está prometido que no
Ahora tratamos de los primeros decretos: en falle nunca y que las puertas del infierno no
ellos no se encuentra ningún falso dogma que prevalezcan contra ella. En cambio, de la otra
hayan dado en forma de definición y que ha- Iglesia aparente y visible dicen que, aunque per-
yan propuesto a la Iglesia para que lo crea; dure en su aspecto externo, sin embargo en la
esto lo comprenderá fácilmente cualquiera que verdad de la fe, y en consecuencia, en su ser de
lea lo que más ampliamente dicen los autores verdadera Iglesia puede fallar y ha fallado ya en
aducidos y CANO.
la Iglesia Romana, cuya figura y aspecto ellos
pintan así.
En cambio en las sentencias, opiniones e in-
cluso razones particulares que a veces aducen, 2. PRIMER ARGUMENTO DE ESE ERROR.—El
lo mismo que no es preciso que haya certeza argumento de ese error, en cuanto que supone
de fe, tampoco es preciso que haya verdad infa- que la verdadera Iglesia es invisible —pues este
lible, ya que esto no es necesario para la fir- es el único fin de esta discusión—, es que la
meza ni pureza de la fe de la Iglesia universal, forma constitutiva de la verdadera Iglesia es
ni tampoco es conforme a la mente e intención en sí misma invisible y que no se manifiesta
de los mismos Papas. por ninguna señal visible de manera que se la
En efecto, por el mismo hecho de hablar opi- pueda ver en ella. Luego tal forma es sencilla-
nativa o estimativamente a lo humano, dan a mente invisible.
entender que hablan sirviéndose de la razón y En efecto, cuanto es visible puede verse, o
sabiduría humana y no de la asistencia infalible en sí mismo, o al menos en otro como señal
del Espíritu Santo. suya. Luego si la forma constitutiva de la Igle-
A pesar de ello, si uno considera prudente sia no puede verse de ninguna de estas dos ma-
y piadosamente incluso lo que los Papas ense- neras, es completamente invisible. Luego tam-
ñan así, tal vez no encontrará nada falto de sa- bién la verdadera Iglesia, en cuanto tal, es in-
biduría y que no esté afirmado con una base visible, pues aunque a las personas de que cons-
bastante probable. ta se las vea —como quien dice— materialmen-
te en cuanto a los cuerpos o acciones humanas
externas, sin embargo, en cuanto que constitu-
CAPITULO VII yen la Iglesia no se las puede ver. Lo mismo
que si al alma del hombre, que es invisible,
SE DESCARTA LA TERCERA EVASIVA DE LOS HE- no se la pudiese ver mediante las obras exter-
REJES, QUE CONSISTE EN DISTINGUIR ENTRE IGLE- nas, el hombre, en cuanto hombre, sería invisi-
SIA VISIBLE E INVISIBLE ble, y lo mismo que si el cuerpo humano no rea-
lizase ningún movimiento vital que pudiese sen-
1. TERCERA EVASIVA DE LOS HEREJES: LA tirse, en cuanto viviente sería invisible aunque
DE LA IGLESIA INVISIBLE.—En el libro del sere- al cuerpo mismo se le viese materialmente.
nísimo rey de Inglaterra nada hallamos expre- 3. Pero queda por probar que la forma de
samente de esta evasiva o sobre la Iglesia invi- la Iglesia es invisible de las dos maneras dichas.
sible. Pero no podemos menos de salir a su paso: Y, en primer lugar, en cualquier opinión
lo primero, para responder a los más de los —también en la nuestra— parece que se ha de
herejes de este siglo, pues a todos queremos decir necesariamente que esa forma es en sí mis-
satisfacerles y persuadirles la verdad; y lo se- ma invisible: trátese de la predestinación —como
gundo, para completar el raciocinio que hemos han dicho ciertos herejes—, la cual es bien in-
comenzado, y prevenir todos los vanos subter- visible; trátese —como han dicho otros— de la
fugios. caridad; trátese de la fe —como enseñan tam-
Pues bien, muchos de los herejes, aunque por bién los católicos—, pues no sólo la caridad sino
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 34
también la fe es una forma espiritual en cuanto los pasajes correspondientes sobre la ley de gra-
a su misma calidad interna, y así es invisible. cia, religión, sacramentos y sacrificio.
Si todavía se añade el sacramento de la fe, Y otros desarrollos que en este punto suelen
que es el bautismo, tampoco éste es visible añadirse sobre la Iglesia, la cual a veces, por
como sacramento, ya que no se ve la intención, la fuerza de la persecución, se oculta de forma
necesaria para que haya sacramento, y consi- que no se la pueda ver, no pertenecen a este
guientemente no se ve el carácter espiritual, el tema sino a otro que se tratará después sobre
cual es también necesario —según la opinión de la universalidad de la Iglesia.
los católicos— para hacerle a uno miembro de Pero, además del argumento que se ha dicho,
la Iglesia. añaden algunos textos a los cuales es necesario
. Asimismo, que esa forma de la Iglesia no responder.
puede verse en señales o mediante señales visi- En primer lugar, tomándolo de la Escritura,
bles, se prueba porque no existen señales exter- objetan aquello de SAN LUCAS El reino de Dios
nas algunas de la caridad o de la fe que no no viene aparatosamente, ni dirán «Helo aquí
puedan realizarse fingidamente sin verdadera fe o allí», porque el reino de Dios está dentro de
interna, ya se trate de obras externas de culto, vosotros: por reino de Dios ahí se entiende la
ya de obediencia a los prelados de la Iglesia, ya Iglesia, a la cual en otros pasajes se la llama
de actos de gobierno por parte de los mismos Casa espiritual y Ciudad de Dios vivo, textos
prelados, ya de actos de confesión y de profe- en los que la Iglesia de Cristo parece que en
sión de fe, ya finalmente de obras mismas mila- esta propiedad se distingue de la Sinagoga.
grosas: incluso éstas pueden falsificarse de for- Aducen —en segundo lugar— las palabras
ma que no sean señales necesarias de verdadera del símbolo Creo en la Iglesia una y santa: si
fe; luego no queda ninguna señal visible por la fuese visible, no habría que creer en ella; lue-
que la verdadera forma de la Iglesia resulte vi- go si hay que creer en la Iglesia, es porque no
sible. se la puede ver.
Ahora bien, solas las señales u obras externas Añaden —por último— el pasaje de SAN
no bastan para la verdadera Iglesia, pues, así AGUSTÍN en que divide la Iglesia en predesti-
como una persona, si no cree internamente, aun- nada y no predestinada.
que externamente se finja creyente no es miem-
bro verdadero de la Iglesia, sobre todo si no 5. A pesar de todo, hay que decir que la
tiene el carácter bautismal, así una agrupación verdadera Iglesia que Cristo edificó sobre piedra
o multitud de hombres, aunque se reúna me- y a la que prometió que las puertas del infier-
diante obras externas de religión y de fe, si no no no prevalecerían contra ella, es visible, y
tuviese fe interna no sería la verdadera Iglesia. que en consecuencia la evasiva de los adversa-
Luego, siendo esta fe siempre invisible tanto rios resulta fútil, puesto que si la Iglesia es vi-
en sí misma como en otro medio, también la sible y no puede apartarse de la verdadera fe,
verdadera Iglesia es invisible. y ellos se han apartado de ella —como es evi-
dente y ellos no lo niegan—, es manifiesto que
Este argumento cabe ante todo en la opinión
ellos no tienen la verdadera fe sino que han in-
de los protestantes, que reducen la fe de cada
currido en herejía.
uno a su espíritu personal o a la revelación
particular hecha a cada uno, pues ese espíritu Y el argumento aducido —que creemos que
particular es sin duda invisible. es dogma de fe— primero vamos a probarlo
sencillamente por la Escritura y los Padres. Des-
4. Este raciocinio parece alcanzar precisa- pués explicaremos la cosa misma —es decir, en
mente al punto de la controversia y al motivo qué consiste la visibilidad de la Iglesia— de
que aducen los herejes. forma que, suprimida toda ambigüedad verbal
En cambio, otras razones que ellos suelen y toda tergiversación, pueda probarse con la
traer contra el culto externo para probar que razón según los principios de la fe.
en la Iglesia el culto debe ser espiritual y, por
consiguiente, invisible, ni las aceptan todos los 6. PRUEBA DE QUE LA IGLESIA ES VISIBLE:
herejes actuales sino que en esto están divididos, POR ISAÍAS, 2.—Dos INTERPRETACIONES.—Así
ni interesan nada para lo que ahora tratamos, pues, que la Iglesia es visible se prueba —en
pues aunque la ley de gracia esté principalmen- primer lugar— por aquello de ISAÍAS Y sucede-
te en el espíritu, no excluye las obras que pro- rá a lo postrero de los tiempos que el monte
cedan de la caridad interna, e igualmente, aun- de la casa del Señor será consolidado por cabeza
que la adoración de la Iglesia sea en espíritu y de los montes, y será ensalzado sobre los co-
én verdad, no excluye el culto externo que pro- llados, y se apresurarán a él todas las gentes,
cede de dentro: esto ha quedado demostrado en y vendrán muchedumbres de pueblos diciendo
Cap. VIL Visibilidad de la Iglesia 35

«Venid y subamos al monte del Señor y a la Un pensamiento semejante expresó SAW AGUS-
casa del Dios de Jacob». TÍN, que dice que los justos están por toda la
En este pasaje, muchos Padres por monte del ciudad, la cual,-dice, no puede esconderse por-
Señor entienden a Cristo, al cual en DANIEL se que está situada sobre la montaña. Me refiero
le llama Piedra desprendida no lanzada por la al monte de Daniel, en el cual aquella piedra
mano, que se hizo una gran montaña, como se desprendida no lanzada por la mano se hizo
ve por SAN AGUSTÍN, SAN JERÓNIMO y TERTU- grande y llenó toda la tierra. Y esa piedra des-
LIANO. Otros parece que por monte entienden prendida no lanzada por la mano ¿no es Cristo
la Iglesia, como SAN AGUSTÍN, el CRISÓSTOMO, que procede del reino de los judíos sin obra
SAN CIRILO. En realidad ambas interpretacio- conyugal? Y un poco después: ¿Acaso señala-
nes no son distintas, pues allí se trata de Cristo mos con el dedo ese monte? Y luego: ¿Acaso
y de la Iglesia como del cuerpo y de su cabeza, señalamos así a la Iglesia, hermanos míos? ¿No
y según la regla de San Agustín, lo que se dice está clara? ¿No está a la vista? Y después de
del cuerpo puede entenderse también de la ca- otro poco: Y" cuando a ellos —a los herejes—
beza y al revés. se les dice «Subid», responden «No es el mon-
Por eso, en otro pasaje de DANIEL, de la te», y en lugar de poner en él su morada, dan
piedra desprendida y que se hizo una gran mon- de cara contra él.
taña se dice Y llenó toda la tierra, se entiende Y más abajo, después de poner el texto de
Cristo por medio de su Iglesia. Y como en Isaías, pregunta: ;Oué cosa tan patente como
Isaías monte y casa del Señor se ponen como un monte? Y enseguida objeta: Vero hay tam-
cosas distintas, muy bien por monte se entien- bién montes desconocidos, como el Olimpo, etc.
de Cristo y por casa la Iglesia. Por eso se dice Y responde: Esos montes están en determinadas
que será consolidado el monte de la casa del regiones, no así este monte, porque ha llenado
Señor, es decir, de la Iglesia con su cabeza toda la tierra: sauién se pierde en este monte?
Cristo. Y más abajo dice sobre los herejes:No ven el
Por consiguiente, allí se predice que, así como monte. No te extrañes, porque andan en tinie-
Cristo vino visible al mundo y por su predi- blas y no tienen ojos porque las tinieblas les
cación, señales y milagros se dio a conocer cla- han cegado.
ramente de todos, así la Iglesia de Cristo sería
visible y tan conocida en el mundo que todos
pudiesen conocerla. 8. PRUEBA DE QUE LA IGLESIA ES VISIBLE:
Esto lo manifiestan bien las siguientes pala- POR SAN MATEO, 5.—En el mismo sentido in-
bras, que son de todos los pueblos, Venid y su- terpretan muchos Padres las palabras de Cristo
bamos al monte del Señor y a la casa del Dios en SAN MATEO, 5 Vosotros sois la luz del mun-
de Jacob: a los hombres no se les invita a ir a do; no puede esconderse una ciudad situada en-
una casa que no les pueda ser conocida y visible. cima de una montaña.
Que esa ciudad es la Iglesia lo enseñó SAN
7. Y así lo explicó —más elocuentemente AGUSTÍN diciendo He aquí la ciudad de que se
que los demás —SAN JUAN CRISÓSTOMO dicien- dijo «Esta es la ciudad situada encima de una
do Esto es tan claro, que no necesita más ex- montaña», y De esto se sigue que la verdadera
plicación. La misma naturaleza de las cosas ha- Iglesia a nadie se le esconde. Por eso el evan-
bla así con un sonido más claro que de trompe- gelista dice «No puede esconderse una ciudad
ta, presentando a todos el espectáculo de la glo- situada sobre un monte», y por eso en el mismo
ria y del resplandor de la Iglesia. No es tan salmo sigue «En el sol puso su tienda», que él
grande el brillo del sol ni sus destellos tan res- mismo interpretó: es decir, su Iglesia, para que
plandecientes como la historia de la Iglesia, pues no se oculte. Y más abajo: Hereje, ¿por qué hu-
ésta es la casa de Dios situada sobre los mon- yes a las tinieblas?
tes altísimos. Y más abajo: El poder de la Igle- Muchas expresiones semejantes tiene en otros
sia toca a los mismos cielos, y como una casa pasajes: pone como señal segura de la Iglesia
situada sobre la cumbre de las montañas se de Cristo que sobresale y aparece por encima de
deja ver de todos: hasta tal punto se ha hecho todo, porque es la mansión de su gloria y el
ella más famosa que nadie. templo santo de Dios, y después añade el pasa-
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 36

je de San Mateo. Y en otro pasaje tiene estas dos los que peligran entre enemigos y luchan
notables palabras: Sobresale la Iglesia brillante por la fe entre judíos, paganos y herejes, sepan
y a Id vista de todos, pues es la ciudad que no acogerse en esta ciudad y defenderse en ella, etc.
puede esconderse situada sobre el monte; por
ella Cristo domina de mar a mar y desde el
río hasta el fin del mundo. 10. PROPIEDADES DE LA IGLESIA VISIBLE.—
En consecuencia, esa misma verdad podemos
comprobarla —en tercer lugar— con una ra-
9. En el mismo sentido interpretó ese pa- zón sacada de las propiedades que la Escritura
saje SAN JERÓNIMO en su comentario a Jeremías, y los Padres atribuyen a la Iglesia.
en el que también aplica a la Iglesia las pala- La primera propiedad de la Iglesia de Cristo
bras de Jeremías Se edificará la ciudad en su es que —según San Mateo, 16— está asentada
cumbre, y se construirá él templo según orden: sobre Pedro, y —según se ha demostrado an-
Esto, dice SAN JERÓNIMO, se cumplió más ple- tes y hemos de decir más ampliamente en el
na y perfectamente en nuestro"Señor y Salvador libro 3.°— no puede ser desbancada de esa base.
y en los apóstoles cuando en su cumbre se edi- Ahora bien, esa base es visible, pues se ha pues-
ficó la ciudad de que está escrito «No puede to par gobernar a hombres. Luego es preciso
esconderse una ciudad situada en un monte», y que la Iglesia misma sea visible —por eso, una
se construyó el templo según su orden y cere- de las principales señales para conocer a la ver-
monias, a fin de que lo que en el primer pueblo dadera Iglesia es la sucesión de los obispos en
se hacía carnalmente, en la Iglesia se cumpliera el pontificado de Pedro, según hemos observa-
espiritualmente. do antes siguiendo a SAN AGUSTÍN y SAN IRE-
Y en el comentario a Amos, las palabras El NEO, y lo mismo encontramos en SAN CIPRIA-
Señor rugirá desde Sión las interpreta de la NO—, y si la verdadera Iglesia fuese invisible,
atalaya de la Iglesia, porque situada, dice San no necesitaría una cabeza visible ni podría ba-
Mateo, sobre un monte no puede ocultarse, y sarse en ella.
cuando desde ella el Señor lance su voz por La segunda propiedad —afín a la anterior—
medio de los instrumentos viejo y nuevo y por es que Cristo fundó una Iglesia que pudiese ser
medio de los doctores eclesiásticos y resuene gobernada por hombres, según aquello de los
como con una clara trompeta, entonces la doctri-
H E C H O S Mirad por vosotros mismos y por
na de los herejes y de la circuncisión se seca-
todo el rebaño, en el que el Espíritu Santo os
rá, etc.
puso por obispos para apacentar la Iglesia de
Lo mismo hace elegantísimamente el CRISÓS- Dios, que ganó con su sangre: sin duda se trata
TOMO preguntando ¿Qué ciudad es esa? y res- de la verdadera Iglesia fundada por Cristo, ya
pondiendo Es la Iglesia de los santos, de la que esa es la única que ganó con su sangre, y
cual dice el profeta «Cosas gloriosas se han di- le proveyó de un gobierno conveniente que
cho de ti, ciudad de Dios»; y sus ciudadanos confió a hombres y a obispos. Luego es necesa-
son todos los fieles, de los cuales dice el após- rio que tal Iglesia sea visible para que sus go-
tol «Vosotros sois conciudadanos de los santos bernantes puedan verla y conocerla.
y miembros de la familia de Dios», etc. Y más
abajo: Así que esta ciudad está situada sobre
el monte, es decir, sobre Cristo, etc. Y después, 11. La tercera propiedad es que la Iglesia
uniendo las otras palabras Ni los que encienden puede ver acciones sensibles y oír voz humana,
una candela, etc., dice: Quiere explicar con una conforme a la palabra de Cristo Díselo a la Igle-
segunda comparación por qué el mismo Cristo sia: ¿cómo uno hablará a una Iglesia a la cual
descubre a sus santos y no quiere que estén es- no puede ver, o cómo la Iglesia oirá la palabra
condidos. Luego pregunta ¿Cuál es el candele- de un hombre si ella misma no es visible?
ro? y responde: La Iglesia, que lleva la palabra Por eso también SAN PABLO dijo No deis oca-
de vida. Y aduce lo de SAN PABLO Entre los sión de escándalo ni a judíos, ni a griegos, ni
cuales brilláis, como astros en el mundo, ofre- a la Iglesia de Dios: luego podemos ver a la
ciendo la palabra de vida. Iglesia y cuidar de no ofenderla, conforme a
Por último, en la misma línea dijo muy bien aquello de SAN PABLO a Timoteo Para que se-
RUPERTO ;Qué grande, qué amplia ciudad! Y pas cómo hay que comportarse en una casa de
más abajo: No puede esconderse; ni el juicio Dios, cual es la Iglesia de Dios vivo: ¿cómo po-
ni el plan divino consiente que se esconda y dría saber esto Timoteo si no conociera a la
sea desconocida la que ha sido edificada para verdadera Iglesia?
esto y la que para esto guarda mil escudos, Son innumerables las expresiones semejantes
todo el armamento de los fuertes: para que to- a estas las cuales suponen un conocimiento cier-
Cap. VIL Visibilidad de la Iglesia 37
to y determinado de la Iglesia visible, como la portentos de espíritus falaces. Y después ter-
de SAN PABLO He perseguido a la Iglesia mina: Si ellos tienen la Iglesia, demuéstrenlo
Dios, y la de los H E C H O S Se apoderó un gran únicamente con los libros canónicos de las di-
temor de toda la Iglesia. vinas Escrituras.
Frases parecidas pueden verse en los capítu- Este argumento tiene tanto mayor fuerza con-
los 8, 9 y 11 y casi en todo ese libro: unas ve- tra los herejes actuales, cuanto ellos propalan
ces se trata de toda la Iglesia, otras de una que únicamente se ha de creer lo que se lee en
parte suya o de una Iglesia particular visible; las Escrituras. Pues bien, teniendo como tene-
pero la razón es la misma para las partes y para mos por las Escrituras una Iglesia visible, y no
el todo, ya que si las partes son visibles, mucho leyéndose en ellas su cambio en invisible ni ha-
más será visible todo el cuerpo compuesto por llándose en la Escritura rastro ninguno de él,
ellas. sin duda alguna los protestantes no son conse-
12. UNA RESPUESTA EN FAVOR DE LA OPI- cuentes ni tienen base para lo que dicen.
NIÓN DE LOS HEREJES, Y SU REFUTACIÓN. Sin
embargo, tal vez los herejes, convencidos por 13. LA VISIBILIDAD DE LA IGLESIA H A DE
estos textos, confesarán que la Iglesia primiti- DURAR PERPETUAMENTE.—Siguiendo adelante,
va contemporánea de los apóstoles o poco pos- por las mismas Escrituras y por los Padres pro-
terior a ellos fue visible, pero que después, con bamos que es falsa la segunda parte de aquella
el tiempo, esa Iglesia visible desapareció y se respuesta. En efecto, las expresiones de la Es-
hizo invisible. critura que demuestran que la Iglesia fue visi-
De esta respuesta, gustosos tomamos la pri- ble en tiempo de los apóstoles, prueban lo mis-
mera parte, y de ella— en primer lugar— saca- mo acerca de la Iglesia verdadera y apostólica
mos contra los herejes una prueba de que la en cualquier tiempo.
verdadera Iglesia puede ser visible, ya que al- En primer lugar, porque la promesa de no
guna vez lo fue. Y con eso se demuestra tam- fallar se hizo a la Iglesia visible tal como Cristo
bién —de paso— que las razones que aducen la asentó sobre la piedra, como aparece por las
los herejes para probar que la Iglesia es invisi- palabras Sobre esta piedra edificaré mi Iglesia
ble, son fútiles, puesto que si tuviesen alguna y las puertas del infierno no prevalecerán con-
fuerza, demostrarían alguna incompatibilidad en tra ella, ya que la palabra ella se refiere a la
la visibilidad de la Iglesia, y sin embargo los misma Iglesia visible.
hechos prueban que no existe tal incompati- Asimismo por SAN PABLO en su 2. a carta a
bilidad. Timoteo: después de decir Para que sepas cómo
En segundo lugar, lo mismo que nosotros hay que comportarse en una casa de Dios, cual
hemos demostrado por las Escrituras que la es la Iglesia de Dios vivo, añade la cual es co-
Iglesia —digámoslo así— en su origen fue vi- lumna y sostén de la verdad. Hemos demostra-
sible, también es preciso que ellos demuestren do que las primeras palabras se entienden de
por las Escrituras que se da una Iglesia invisi- la Iglesia visible en la cual uno se comporta;
ble o que en ellas se predijo que la Iglesia al- ahora bien, la cual se refiere a la misma Iglesia;
gún día lo sería. luego la misma Iglesia visible es columna y sos-
Con un argumento parecido apremia SAN tén de la verdad y, por consiguiente, perpetua,
AGUSTÍN a los donatistas en el libro de la Uni- ya que —según he demostrado antes— esta oro-
dad de la Iglesia, capítulo 17, diciendo Léannos piedad nunca puede separarse de la verdadera
esto en las Sagradas Escrituras, y creeremos; Iglesia.
léannos —repito— esto en los libros santos ca- Añádase que ni puede tenerla si algún día se
nónicos, a saber, que tantas ciudades que hasta cambia en invisible, puesto que es columna y
hoy conservaban el bautismo tal como se lo sostén de la verdad enseñando la verdad y co-
enseñaron los apóstoles, han perdido la fe. rrigiendo los errores siempre y sin falta, y esto
Este argumento sigue desarrollándolo en el no lo podría hacer si fuese invisible, ya que
capítulo 18 suponiendo al principio que a la siempre podría dudarse si la que hablaba era la
Iglesia en las Sagradas Escrituras se la conoce verdadera Iglesia.
manifiestamente, y después, en el capítulo 19, Además, muchas de las frases de la Escritura
de nuevo urge: Así pues, dejándose de dilacio- que se han aducido se dijeron para todo tiem-
nes y de trampas, demuestre, o que la Iglesia, po; luego para todo tiempo prueban que la ver-
una vez perdidos tantos pueblos, se ha de con- dadera Iglesia es visible.
servar sólo en África, o que, tomando como La premisa es clara: Cuando Cristo advirtió
punto de partida al África, se ha de rehacer y Díselo a la Iglesia, y si no escuchare a la Igle-
completar en todos los pueblos, y demuéstrelo sia, sea para ti como un gentil y publicano,
de esta manera sin contentarse con decir «Es instruía no sólo a sus oyentes ni sólo a la Igle-
verdad porque yo lo digo», etc. sia primitiva, sino a toda su Iglesia como a
En efecto, enumera largamente las habitua- quien había de perdurar perpetuamente; luego
les invenciones de los herejes, y añade: Apár- daba por supuesto que su Iglesia siempre será
tense esas invenciones de hombres mentirosos o visible, tal que pueda ser escuchada y escuchar.
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 38
Y el mismo argumento puede sacarse de las Este pasaje lo cita SAN AGUSTÍN diciendo:
palabras de San Pablo que se acaban de citar, A ésta —es decir, a esta ciudad de la Iglesia—
pues el consejo de comportarse en la Iglesia San Cipriano la ensalza hasta el punto de decir
convenientemente o de obrar sin ofensa suya, que, bañada por la luz del Señor, difunde sus
alcanza a todos los tiempos y en todo tiempo rayos por todo el mundo, etc. Y lo mismo ORÍ-
se ha de observar; luego la Iglesia siempre es GENES: La Iglesia está llena de fulgor desde
tal que se la pueda ver. Oriente hasta Occidente, y está llena de la ver-
14. PRIMERA CONFIRMACIÓN: POR SU CAR- dadera luz, ella que es columna y sostén de la
GO DE ENSEÑAR.—Hay además otra notable pro- verdad. Y lo dan a entender SAN AGUSTÍN y
piedad de la verdadera Iglesia que exige per- otros, que —según vimos antes— le aplican
petuamente esa visibilidad, a saber, que la sal- a ella aquello del SALMO En el sol puso su
vación no puede conservarse ni hallarse fuera tienda y lo de JEREMÍAS Ella es la mansión de
de ella. la gloria, ella que está levantada y se deja ver
Esta es una verdad cierta de fe, y la enseña de todos.
SAN CIPRIANO, que tiene la frase No puede te- Por eso también otros Padres la comparan a
ner a Dios por padre quien no tiene a la Igle- un candelera que sostiene una lámpara para lu-
sia por madre, que compara a la Iglesia con el cir, dice el CRISÓSTOMO, es decir, para dejarse
arca de Noé diciendo Si pudo librarse alguno ver e iluminar a los que están o en la casa de
fuera del arca de Noé, también podrá librarse la Iglesia o en la casa de todos los mundos.
fuera de la Iglesia, y que habla abiertamente Finalmente, por esta misma razón dijo el
de la Iglesia asentada sobre la cátedra de Pedro. mismo CRISÓSTOMO que más fácil es aue el
Y la misma doctrina enseña en otros muchos sol se apague que no el que la Iglesia se os-
pasajes. curezca.
Lo mismo enseña también SAN AGUSTÍN, y 15. SEGUNDA CONFIRMACIÓN: POR LA SUCE-
lo confirma diciendo que nadie llega a la sal- SIÓN VISIBLE DE LOS PAPAS.—También hay otra
vación y a la vida eterna si no tiene por ca- manera de refutar la evasiva de los herejes y de
beza a Cristo, y nadie podrá tener por cabeza confirmar la verdad católica a base del mismo
a Cristo si no está en su cuerpo, que es la principio —que los adversarios conceden— de
Iglesia. que la Iglesia de Cristo en su origen fue visible
De esta propiedad se deduce legítimamente y conocidísima: se ha probado suficientemente
que la verdadera Iglesia en todo tiempo debe por la Escritura, y sobre todo lo demuestran
ser visible, porque en todo tiempo es el cuerpo las palabras de Cristo y los Hechos de los Após-
de Cristo al que deben unirse todos los que por toles.
Cristo quieran conseguir la salvación, y es la
En efecto: la Iglesia se ha propagado y con-
ciudad de refugio a la cual es preciso que se
servado como se fundó; luego lo mismo que al
acojan los que deseen defenderse de los ene-
principio fue visible, tal se conserva perpetua-
migos. Ahora bien, sería contrario al buen orden
mente.
—según la cita que hemos hecho ya de RUPER-
T O — a una Iglesia fundada con este fin dejarla La premisa menor, por lo que se refiere a
oculta y en tinieblas; luego debiendo conservar- la propagación, consta por los Hechos: prime-
se perpetuamente para ese fin, perpetuamente ro al echar raíces en Jerusalén, después al cre-
también debe estar a la vista, clara y visible. cer por Judea, luego al extenderse por Samaría,
y finalmente al propagarse por todos los pue-
Por eso, muy a propósito dice SAN IRENEO: blos y por todo el mundo, siempre en todas
La Iglesia, esparcida por todo el mundo, guar- partes fue visible. Y así a cada una de las Igle-
da cuidadosamente esta fe como quien vive en sias, lo mismo en esa sagrada historia que en
una misma casa, e igualmente cree eso como las cartas de los apóstoles y en el libro del Apo-
quien tiene una sola alma y un solo corazón, calipsis, se las presenta y se las nombra como
y predica y enseña en consonancia como quien conocidas y patentes.
tiene una sola boca. Y más abajo añade: Como Y por lo que se refiere a su conservación o
el sol, criatura de Dios, es uno y el mismo en perduración, consta que la Iglesia perseveró de
todo el mundo, así también la luz de la predica- una manera —llamémosla así— también sensi-
ción de la verdad luce en todas partes e ilumi- ble a través de la sucesión ininterrumpida y vi-
na a todos los que quieren llegar al conocimien- sible de los Papas, obispos, doctores y de los
to de la verdad. otros fieles y miembros de la Iglesia; y de ahí
Esta comparación la imitó SAN CIPRIANO di- puede deducirse también que perseverará de la
ciendo: La Iglesia es una sola, pero, en virtud misma manera mientras dure el mundo, ya que
de su fecundidad, crece hasta formar una gran la manera de ser de todos los tiempos es la
multitud; a la manera como tos rayos del sol misma.
son muchos pero la luz una, así tú trata de
arrancar el rayo del cuerpo ¿el sol: la unidad 16. LA IGLESIA PERDURA SIEMPRE VISIBLE
de la luz no admite división. POR RAZÓN DE LA SUCESIÓN.—En este raciocinio
Cap. VIII. Visibilidad de la Iglesia 39
lo único que queda por probar es que la per- mo es quien constituyó apóstoles a unos; a
duración de la Iglesia siempre ha sido en for- otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros,
ma visible por razón de la sucesión. pastores y doctores, organizando así los santos
Esto puede probarse —en primer lugar— por para el ministerio, para la edificación del cuerpo
la doctrina de los Padres. TERTULIANO la per- de Cristo, hasta que lleguemos todos a la uni-
duración ininterrumpida de la Iglesia la describe dad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios
así: Los apóstoles primero atestiguaron la fe y seamos el hombre perfecto, que realiza la me-
en Jesucristo y fundaron Iglesias por Judea; dida de madurez propia de la plenitud de Cristo.
después salieron al mundo, predicaron la doctri- Por estas palabras consta que esa Iglesia que,
na de esa fe entre los pueblos y fundaron Igle- a manera de un cuerpo, se forma de distintos
sias; de éstas han tomado y continuamente to- miembros y se conserva por obra e influjo mu-
man otras Iglesias —para formarse— el injerto tuo de ellos entre sí según enseñó el mismo
de la fe y la semilla de la doctrina: por eso apóstol a los Corintios, tendrá la misma forma
también ellas, como hijas de las Iglesias apostó- hasta que lleguemos todos a ser el hombre per-
licas, son consideradas apostólicas. Es necesario fecto, y que por tanto los doctores y pastores
hacer la lista de cada rama hasta su origen. Y perdurarán en ella,por sucesión ininterrumpida,
así deduce que entre todas las Iglesias forman y la gobernarán y enseñarán de una manera
una sola. sensible: esto es ininteligible si la verdadera
Esto es verdad aplicado a la Iglesia no sólo Iglesia no ha de seguir siendo siempre visible y
en cuanto que existe toda ella en un determi- —por explicarlo de alguna forma— tangible a
nado tiempo, sino también en cuanto que per- lo humano, pues no es posible que la cabeza
dura sucesivamente por la comunicación y unión sea visible y el cuerpo invisible, como muy
de la presente con la anterior y por la sucesión bien dijo SAN AGUSTÍN.
legítima: y ésta la explica luego más diciendo
que es preciso que las Iglesias que se profesan
apostólicas presenten la lista de sus obispos,
la cual debe alcanzar hasta los apóstoles.
CAPITULO VIII
17. La misma doctrina enseña ampliamente RESPUESTA A LAS OBJECIONES DE LOS
SAN CIPRIANO, que entre otras cosas dice: No ADVERSARIOS, Y EN QUE SENTIDO
debe ser contado entre los obispos quien, al ES VISIBLE LA IGLESIA
margen de la tradición evangélica y apostólica,
sin suceder a nadie ha comenzado por sí mismo, 1. ULTIMA EVASIVA EN FAVOR DE LA OPI-
y así pone como característica dé una Iglesia NIÓN DE LOS HEREJES.—Con esto queda sufi
la sucesión de sus obispos. cientemente demostrado —según creo— por los
Y en otro pasaje dice que el obispo está en principios de la fe y con textos de la Sagrada
la Iglesia y la Iglesia en el obispo, y que si Escritura, que la verdadera Iglesia de Cristo
uno no esta con el obispo, no está en la Iglesia, debe ser conocible o conocida.
y que en vano se halagan a si mismos quienes, Pero alguien podría decir que de ahí no se
no estando en paz con los sacerdotes, se intro- deduce suficientemente que sea visible o paten-
ducen furtivamente y creen que a escondidas te a los sentidos externos, sino —a lo más—
comulgan con algunos, siendo así que la Igle- que es creíble, a la manera como en el símbolo
sia— que siendo católica es una— no está rota se la presenta como objeto de la fe, y que así
ni dividida sino bien trabada y unida con los es conocida del entendimiento, no del sentido.
lazos apretados de sus sacerdotes. Según esto, los herejes podrían eludir todas
De la misma manera explica esa unidad com- las razones que hemos aducido diciendo que
pacta de la Iglesia SAN IRENBO. Y lo mismo su Iglesia, a la cual llaman invisible, es sufi-
piensan SAN AGUSTÍN, SAN VICENTE DE LERÍN cientemente conocida por los que tienen verda-
y los demás que se han aducido antes: todos dera fe.
ellos creen que la Iglesia perduró mediante la Principalmente los protestantes anglicanos
sucesión ininterrumpida en el mismo orden je- —entre los cuales se dice que se conserva cier-
rárquico en que fue fundada, y en consecuencia ta forma de jerarquía eclesiástica y cierta som-
en el mismo estado visible en que se da a co- bra de episcopado y de ministerio— pueden de-
nocer y se manifiesta: de no ser así, no podría cir que en ellos perdura la Iglesia en la forma
constar su sucesión y tradición continua. externa y sensible que tuvo en la época de los
18. ULTIMA CONFIRMACIÓN: POR SAN PA- apóstoles, pero que con el sentido no puede
BLO.—Con razón este raciocinio puede basarse distinguirse que ella sea la verdadera Iglesia
en lo flue SAN PABLO dice a los Efesios El mis- más que la Romana, ni al revés, y que por eso
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 40
la llaman invisible, pero no desconocida, ya Por último, por la razón que antes se ha adu-
que por la fe la tienen suficientemente conocida. cido de la necesidad de este conocimiento, se
sigue con evidencia que esa fe debe ser de tal
2. CÓMO SE H A DE CREER CON LA F E EN determinada Iglesia, porque tenemos que bus-
LA VERDADERA IGLESIA.—Esta es la última ob- car una Iglesia en la que podamos justificarnos,
jeción y evasiva que he podido hallar por parte o en la que creamos, o en la que podamos reci-
de los herejes; y me ha parecido que no la de- bir los verdaderos sacramentos con fruto, per-
bía silenciar, porque solucionándola desaparece- severar hasta el fin, y por último salvarnos.
rán todas las tergiversaciones de los protestan- Ahora bien, nadie puede buscar una Iglesia en-
tes, la fuerza de los textos y razones que hemos tendida en general o en abstracto, pues se trata
aducido se entenderá más, y las demás objecio- de una búsqueda no especulativa sino práctica,
nes que se han puesto al principio se soluciona- necesaria para las obras principales de esta vida,
rán más fácilmente. y tal búsqueda o adhesión, necesariamente ha
de ser a una Iglesia particular, ya que las accio-
Entrando, pues, en materia, tomemos —en
nes —como dijo el Filósofo— versan sobre ob-
primer lugar— una cosa que parece se concede
jetos particulares; luego podemos también y de-
en esta objeción: que la verdadera Iglesia es
bemos conocer una particular y determinada
conocida o se puede conocer al menos por la
Iglesia Santa y Apostólica.
fe, según lo atestiguan suficientemente todos los
argumentos que hemos aducido hasta ahora.
Y sobre este punto añadimos dos observacio- 4. CONFIRMACIÓN DE LA SEGUNDA PARTE.—
nes. Una es que eso se debe entender, no de la Y con esto fácilmente se prueba la segunda ob-
Iglesia tomada en confuso o en general prescin- servación, a saber, que en esa Iglesia debemos
diendo de esta o de la otra agrupación humana creer no sólo con fe y con creencia humana, sino
del mundo que pueda atribuirse a sí ese nom- ante todo con fe divina y cristiana.
bre, sino de la Iglesia tomada en un sentido de- En primer lugar, porque cuanto se contiene
terminado y particular, como está en la agru- en el Credo tenemos que creerlo con esta fe
pación de tales hombres que profesan la fe de cierta y divina; ahora bien, uno de los puntos
Cristo. que se proponen en el Credo —según he ex-
Y la otra observación es que en esa Iglesia plicado— es esta Iglesia particular y determina-
en particular se ha de creer no con cualquier da; luego se debe creer en ella con fe infusa y
fe probable o humana, sino con fe divina cier- completamente cierta.
tísima e infalible. En segundo lugar, eso lo confirma muchísimo
SAN AGUSTÍN diciendo que esta fe está basada
3. PRUEBA DE LA PRIMERA PARTE.—Ambas en la Escritura misma no menos que la fe en
observaciones pueden probarse por el Símbolo Jesucristo hombre: ¿Cómo, dice, confiamos ha-
de los Apóstoles, en el cual profesamos creer ber aprendido de las divinas letras un Cristo
en la Santa Iglesia Católica, ya que esto se ha visible y no una Iglesia visible? Por eso muchas
de entender de una determinada y particular veces les echa en cara a los donatistas No te-
Iglesia. néis certeza de dónde está la Iglesia, y en esta
En efecto, dado que la verdadera Iglesia Ca- conclusión trata de acorralarlos como en un gran
tólica es solamente una, determinada y parti- absurdo. En cambio nosotros, concluye, estamos
cular, esa denominación, que parece indetermi- ciertos de que nadie ha podido quedar justa-
nada, equivale a una denominación particular, mente excluido de la comunión de todos los
lo mismo que de uno que dice que ve el sol, al pueblos porque cada uno de nosotros busca a
punto se entiende que habla del único sol par- la Iglesia no en su propia justicia sino en las
ticular que hay en el mundo. divinas Escrituras, y ve que se da tal como se
Así lo interpretan SAN AGUSTÍN, RUFINO y prometió.
todos: en virtud de la fe, estamos obligados a
creer que la verdadera Iglesia es aquella en que 5. Lo mismo se prueba —en tercer lugar—
estamos y cuya fe profesamos, y, en consecuen- por lo necesario que es —según se ha explicado
cia, tenemos que creer que los conventículos de antes— el conocimiento de la verdadera Iglesia.
los herejes no son la verdadera Iglesia sino la En efecto, la fe en la verdadera Iglesia —en
sinagoga de Satanás —según el APOCALIPSIS— su orden y según Dios— es la base de las de-
o —como dice RUFINO— la iglesia de los mal- más creencias y de todas las acciones necesa-
vados; luego para que con la fe podamos dis- rias para la salvación: de ella recibimos la Sa-
tinguir k verdadera Iglesia de la falsa, es pre- grada Escritura, según la frase —tan divulga-
ciso que sea de tal agrupación en particular. da— de SAN AGUSTÍN NO creería en el Evange-
Cap. VIH. Visibilidad de la Iglesia 41
lio si no me moviera la autoridad de la Iglesia; que creen que la agrupación que ven es la ver-
de ella también —según indicaremos en el ca- dadera Iglesia.
pítulo siguiente— recibimos el verdadero sen- Respondemos —en primer lugar— que en
tido de las Escrituras; recibimos los símbolos, esto no discutimos con ellos, ya que nosotros
los sacramentos, los preceptos, los consejos y no tenemos dificultad en que su agrupación sea
todo lo que se refiere a la salvación. visible o no. Pero ellos han inventado la ex-
Luego si la fe en la Iglesia misma fuese sólo presión Iglesia invisible, y siempre queda esta
una opinión humana, de todo lo demás tendría- diferencia: que ellos, de la agrupación que ven,
mos sólo una opinión; luego no habría fe di- falsamente creen que es la verdadera Iglesia, y
vina. nosotros, de la Iglesia católica o romana, cree-
Y al revés, ninguna agrupación de herejes mos que es la verdadera Iglesia con fe cierta e
habría de la que no se creyese con fe suficiente infalible.
que era santa y católica, ya que todo hereje cree Hay —en segundo lugar— otra diferencia:
que su Iglesia es santa y apostólica; ahora bien, los adversarios no pueden menos de decir que
eso lo cree con fe humana, la cual puede ser su agrupación o el grupo objeto de su opinión,
falsa; pero en esto se diferencia del católico; antes no existió o fue invisible; quiero decir,
luego la fe que el católico concibe acerca de la antes de que existiesen ellos, pues entonces na-
verdadera Iglesia es mucho más alta y por tan- die lo veía ni lo reconocía como objeto del cual
to completamente infalible y divina. hubiese de creer que era la verdadera Iglesia
de Cristo.
6. SENTIDO EN QUE LA IGLESIA ES VISIBLE
Más: esa expresión de Iglesia invisible la
A LOS SENTIDOS.—Como consecuencia de esto inventaron por razón del tiempo en que ellos
podemos deducir y añadir —en tercer lugar— no existían, para poder decir de alguna manera
una cosa muy útil para nuestra intención, a que nunca faltó en el mundo la verdadera Igle-
saber, cuál es el sentido verdadero en que la sia, por más que durante muchos años, v. g. des-
Iglesia se llama visible. Porque dos son los sen- de el Papa San Gregorio hasta Lutero o Wicleff
tidos en que se la puede tener por tal. u otro parecido, hubiese sido invisible.
El primero es que la Iglesia que con la fe Además eso lo inventaron sólo para su ce-
creemos que es la verdadera, es un objeto que rebro y sin base alguna, puesto que si la ver
puede verse con la vista, oírse con los oídos, y dadera Iglesia durante todo ese tiempo fue com-
de alguna manera palparse con las manos. pletamente desconocida e invisible ¿cómo pue-
Esto suele bastar para que a un objeto en el den demostrar o quién les reveló a ellos que
que se cree se lo llame sensible aunque sobre había existido en alguna parte?
él creamos algún misterio invisible: así a los Pues si eso lo deducen únicamente de las pro-
sacramentos se los llama sensibles aunque no mesas y predicciones de la perpetuidad de la
se sientan la esencia ni la realidad del sacra- Iglesia, necesariamente han de confesar que
mento. siempre perduró visible, es decir, conocida en
Más: también Cristo N. Señor, mientras an- particular, ya que así fue predlcha y prometida
daba por la tierra, era un objeto sensible, y sin —según se ha demostrado— y así la creyó siem-
embargo muchos creían en él con fe divina pre el mundo cristiano, lo mismo qué los sím
como en el verdadero Mesías, y muy bien podían bolos apostólico y niceno siempre, desde que
decir que veían al Mesías que esperaban y al se hicieron, perduraron en el mundo y siempre
cual creían presente, conforme a lo de SAN MA- fueron creídos en la verdadera Iglesia.
TEO Muchos reyes desearon ver lo que vosotros
veis, etc. Y después de su resurrección el mismo
Cristo N. Señor dijo a Tomás Porque me has 8. DEMOSTRACIÓN DE QUE LA IGLESIA ES
visto, Tomás, has creído. SAN GREGORIO, ex- VISIBLE AL SENTIDO EN SEÑALES.—La segunda
plicando esto, dijo: Una cosa vio y otra creyó; razón por la cual justamente a la verdadera Igle-
pero de aquel a quien vio creyó lo que no vio, sia se la puede llamar visible no sólo en cuanto
y así aquella fe tenía un objeto sensible. a la agrupación material de personas sino tam-
Pues lo mismo podemos decir de la Iglesia: bién en cuanto a la forma interna y esencia de
de la que vemos en estas personas y lugares, la Iglesia —aunque no en sí misma sino en
creemos que es santa y apostólica, cosa que no otro, según el lenguaje escolástico— es que tie-
vemos con los ojos del cuerpo. ne señales y efectos visibles o sensibles por los
que se la ve.

7. RESPUESTA A LOS HEREJES.—Objetarán También del alma de un caballo o de un hom-
finalmente los protestantes que en este sentido bre se puede decir que es visible, aunque de
también su Iglesia es visible para ellos, puesto diferente manera que el cuerpo, dado que al
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 42
cuerpo se lo ve en sí mismo y al alma no en y SAN BERNARDO— aquellas señales significa-
sí misma sino en sus actos u operaciones, y por ban, la Iglesia se hizo visible desde el pri-
eso del cuerpo se puede decir que es visible mer momento; y después —según hemos de-
de una manera animal, es decir, meramente sen- mostrado antes— perduró de la misma manera,
sitiva, y en cambio el alma, de una manera ra- no mediante la perduración y —como quien
cional, es decir, con la ayuda de la razón aña dice— continuación de todas aquellas señales,
diendo al sentido el raciocinio. sino mediante la sucesión ininterrumpida, la
Así San Pablo dijo Los atributos invisibles cual también a su manera es visible y evidente
de Dios, desde la creación del mundo son visi para los hombres: de esta manera en aquellas
bles al entendimiento a través de sus obras. Y señales se ve a la Iglesia actual, puesto que es
Cristo N. Señor, preguntándole Juan por me- la misma de entonces, identidad que se conoce
dio de sus discípulos ¿Eres tú el que ha de suficientemente por sola la sucesión.
venir, o esperamos a otro?, respondió Anun- Por eso —como muy a punto observa SAN
ciadle a Juan lo que habéis oído y visto: los AGUSTÍN— Aquéllas señales se hicieron muy
ciegos ven, los cojos andan, etc., como diciendo oportunamente para que, reunida y propagada
«En las señales que yo realizo podéis ver que por ellas la multitud de los creyentes, su pres-
soy el Mesías, pues presento las señales que se tigio resultara útil para las mismas costumbres.
predijeron en los Profetas». Y por esta razón Añádase que aquellas señales, aunque no son
el mismo Señor dijo Si no hubiese realizado tan frecuentes para que no se las desprecie por
obras que ningún otro ha realizado, no tendrían la costumbre —como añadió el mismo SAN
pecado: es decir, por ellas se manifestaba de AGUSTÍN— o para que el espíritu no busque
forma que quedaban obligados a creerle. siempre lo'visible —según dice él mismo—, con
9. SEÑALES DE LA IGLESIA CATÓLICA.— todo no terminaron completamente en la verda-
Pues bien, decimos que la Iglesia es visible en dera Iglesia de Cristo, sino que a sus tiempos
el sentido de que siempre presentó tales seña- —como ya observó SAN AGUSTÍN— se repiten.
les y —como quien dice— rayos visibles de su
11. OTRAS SEÑALES QUE INDICAN LOS PA-
realidad, que en ellos y por ellos se la puede
DRES: LA ANTIGÜEDAD DE LA IGLESIA, SU FIRME-
y se la debe ver.
ZA, su PROPAGACIÓN.—Se añade —finalmen-
Esto lo tomo —en primer lugar— de todos te— que, además de aquellas señales como
los textos de los Santos Padres con que antes quien dice transitorias, que fueron más nece-
he probado la visibilidad de la Iglesia, pues to- sarias al principio cuando nació la Iglesia, se
dos la explican por sus efectos visibles con que dan otras, que pueden llamarse permanentes y
se manifestó al mundo. como intrínsecas porque se requieren en la mis
En particular lo tomo de las palabras de SAN ma Iglesia de forma que perduren con ella.
AGUSTÍN que se acaban de citar Todos nosotros
Los católicos las llaman Notas de la verda-
buscamos a la Iglesia en la divinas Escrituras, dera Iglesia, y muchos de ellos las han explica-
y vemos que se nos da tal como se la prometió, do ampliamente: nosotros ahora no nos mete-
puesto que se la prometió dotada de tales pro- mos en ese campo, pues para lo que ahora nos
piedades y señales, que en ellas —al cumplir- hemos propuesto nos bastan algunas señales
se— se la puede ver. que hemos tocado ya.
Vamos a explicar esto por las palabras de Una —muy ponderada por los Padres— es la
Cristo en SAN MARCOS Id por todo el mundo antigüedad, que nosotros hemos explicado bajo
y predicad el Evangelio, como si dijera «Plantad el nombre de sucesión y de origen, y de la que
la Iglesia sembrando la palabra del Evangelio en el capítulo VIII volveremos a hablar.
y bautizando, pues los creyentes que se bauti- Otra señaí es que la Iglesia se mantenga asen-
cen la han de formar». Y enseguida añade Y a tada sobre la misma piedra sobre la que Cristo
los que crean les acompañarían estas señales, y la asentó, y que persevere inmóvil y fiel: sobre
pone cinco señales sensibles como indicios cier- ella basta lo dicho en los capítulos III y IV y
tos de su Iglesia, los cuales después de los lo que añadiremos en el libro 3.°
H E C H O S se lee que se cumplieron, pues no se
Otra señal —que SAN AGUSTÍN pondera mu-
dieron para conocer la fe de cada uno de los cho en muchos pasajes contra los donatistas—
creyentes, sino para conocer el conjunto de los es la amplitud local o difusión de la Iglesia
fieles que creen de veras en Cristo, que es la Católica por todo el mundo tal como se prome-
verdadera Iglesia. tió de ella: sobre ésta añadiremos algo en el
10. De esta manera, mediante estas señales capítulo X.
entendidas a la letra, y mediante otras obras de Pues bien, todas estas señales son visibles,
santidad que —como quisieron SAN GREGORIO y por ellas la Iglesia se hace visible de una
Cap. VIII. Visibilidad de la Iglesia 43
manera no animal sino racional y propia de la 13. PRIMERA EVASIVA DE LOS H E R E J E S . —
fe, pues, supuesta la promesa y la predicción REFUTACIÓN.—Algunos de los herejes dirán
de tales señales relativas a la verdadera Iglesia quizá que ellos tienen señales suficientes de la
de Cristo, al ver esas señales en una agrupación verdadera Iglesia teniendo como tienen las ver-
se ve a la verdadera Iglesia al menos —según daderas Escrituras y su legítimo sentido, los
el modo de expresarse de Santo Tomás— como sacramentos de Cristo, y una vida buena, hones-
objeto general dé la fe, es decir, a través de ta y conforme a los preceptos de Cristo.
tales señales cualquiera que sea prudente ve que Pero estos elementos, en parte son comunes
de tal agrupación y no de otra se debe creer a todos los herejes y a la verdadera Iglesia de
que es la verdadera Iglesia. Cristo, por ejemplo, el tener la Escritura, al-
gunos de los sacramentos de Cristo, y alguna
12. ESTAS SEÑALES NO LAS TIENE NINGÚN
forma de virtud o religión al menos aparente,
GRUPO DE HEREJES.—Así explicada la visibili-
y, por tanto, solos ellos no bastan para hacer
dad de la Iglesia, ningún seguidor de los nue-
visible a la verdadera Iglesia en el sentido dicho.
vos dogmas ni defensor de la secta anglicana
puede decir que su agrupación sea la Iglesia vi- Y algunos son falsos según creemos nosotros,
sible y verdadera; y lo mismo pienso que se y en sí mismos son oscuros hasta el punto de
debe asegurar de cualquier grupo de herejes que más bien que verlos hay que creer en ellos,
Prueba: No presentan señales ni característi- y por eso no es acertado aducirlos como seña-
cas algunas por las que la realidad de la Igle- les de la visibilidad de la Iglesia.
sia de Cristo aparezca en ellos de forma que, Tal es lo que se dice del verdadero sentido
conforme a prudencia racional, sea creíble que dé la Escritura, el cual muchas veces es oculto
ella sea la verdadera Iglesia que Cristo instituyó y más bien es la verdadera Iglesia la que debe
y que prometió perduraría perpetuamente. determinarlo.
En efecto, la agrupación de tal determinada Parecido es también lo que se dice del nú-
secta no tiene antigüedad, como consta por el mero, verdad y uso legítimo de los sacramentos.
hecho que antes se ha referido. Y por lo que se refiere a la santidad de vida,
Ni tiene un origen digno de la Iglesia de Cris- aunque en cada persona es oculta o incierta,
to, pues, como en un caso parecido dijo TERTU- pero en su profesión y grado de perfección la
LIANO con otros nombres, ¿En dónde estaba iglesia anglicana nada tiene que la recomiende
entonces Lutero? ¿En dónde Calvino? Porque ni en que pueda compararse con la santidad de
consta que no fueron tan antiguos, y que pri- la Iglesia Católica.
mero en la Iglesia Romana creyeron en la doc-
trina católica, hasta tanto que, en el pontificado Por eso, en este sentido mejor harán los ad-
de León X, por ambición y animosidad, espar- versarios en decir que su iglesia es invisible,
cieron el veneno de sus doctrinas. Sobre esto aunque en consecuencia tendrán que reconocer
diremos después más. que no es la verdadera, pues la verdadera Igle-
sia de Cristo es visible no sólo porque se sabe
En segundo lugar, esa agrupación no tiene la determinadamente en dónde y en qué personas
base de la piedra sobre la que Cristo asentó su visibles se halla, sino también porque se mues-
Iglesia y sobre la cual prometió que perduraría, tra a los sentidos como evidentemente creíble
según se há demostrado: más bien profesa di- en cuanto verdadera Iglesia de Cristo, según se
rectamente su separación de esa base, y hasta ha explicado y probado suficientemente.
la ataca con odio implacable.
Además, no tiene extensión sino que se es-
conde en un rincón del mundo, y ni siquiera 14. SEGUNDA EVASIVA. — RESPUESTA. — Sé
lo llena, y en él no tiene unidad de doctrina que no faltarán quienes digan que, aunque en
sino una variedad y división casi infinita. su secta falten todas esas señales de Iglesia vi-
Sin contar que no da señales algunas de vir- sible o evidentemente creíble, pero que ellos,
tud sobrenatural ni de luz divina ni de verda- por un peculiar espíritu o revelación de Dios
dera santidad, puesto que con tanta facilidad llegan a estar ciertos de que en ellos se halla la
abandona y casi desprecia a las antiguas lumbre- verdadera Iglesia.
ras de la Iglesia Católica, quiero decir a los Pero esta evasiva es más bien digna de risa
Santos Padres y Doctores, y se ríe desvergon- que no de que se la ataque, porque —como muy
zadamente del camino de la perfección. bien dijo SAN AGUSTÍN— Cuando entre nosotros
¿Quién, pues, que sea prudente, después de y los herejes surge el problema de dónde está
considerar todo esto, podrá pensar —y mucho la Iglesia ¿qué hemos de hacer? La hemos de
menos creer firmemente— que ahí está la ver- buscar ¿en nuestras palabras o en las palabras
dadera Iglesia de Cristo? de Cristo? Creo que en las palabras de Cristo,
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 44
que es la verdad y conoce muy bien a su cuerpo En otro pasaje, por el relámpago que sale del
Esto lo explica largamente excluyendo no sólo Oriente y llega hasta el Occidente entiende a
el espíritu propio sino también la interpreta- la Iglesia, que velozmente se extendió por todo
ción de la Escritura en el sentido de los herejes. el mundo, y añade: Así' pues, establecida clara
Por eso, esta evasiva del espíritu propio la y manifiestamente la autoridad de la Iglesia en
hacen para todos y cada uno de los falsos dog- todo el mundo, en consecuencia advierte a los
mas de esa secta, y por tanto este problema, en discípulos y a todos tos fieles y a cuantos han
cuanto a esta parte, lo trataremos más completa- querido creer en El, que no crean a los cismá-
mente en el capítulo siguiente. ticos y herejes, pues cada cisma y cada herejía,
o tiene su lugar en el mundo ocupando alguna
parte suya, o en corrillos oscuros y ocultos en-
15. SOLUCIÓN DE LAS DIFICULTADES.—Aho- gañan la curiosidad de la gente. En este sentido
ra sólo resta responder a la razón para dudar explica todo el sermón de Cristo, y por eso
y a las objeciones que se pusieron al principio, dice él que se adelantó a advertir No creáis a
cosa que con lo dicho resultará facilísima. los que dicen Cristo está aquí, Cristo está allí.
En -efecto, el argumento principal y en el que Y lo mismo piensa ORÍGENES, que dice No
más fuerza hacen los adversarios, sólo prueba lo muestran en la Iglesia, la cual está llena de
que la forma interior de la Iglesia, que consiste resplandor y de luz verdadera.
en la verdadera fe con el carácter bautismal, no
es en sí mismo visible o sensible, pero no prue- Y el mismo pensamiento insinuó SAN JERÓ-
ba que no sea visible el cuerpo humano y místi- NIMO, a* propósito de las palabras Si os dije-
co del que conste con certeza que tiene tal ren, etc.,' diciendo Y en los escondrijos de tos
forma. herejes, los cuales prometen los arcanos de Dios,
Tampoco prueba que esa forma no sea visible no les creáis. Este pensamiento es verdaderísi-
en otro o en las señales que la manifiestan su- mo y virtualmente está contenido en las pala-
ficientemente, pues, aunque esas señales no de- bras de Cristo, por más que en aquel pasaje no
muestren suficientemente fe o santidad en cada era la idea principal.
uno de los miembros de la Iglesia, porque en
cada persona determinada pueden ser ficticias,
17. EXPLICACIÓN DEL AUTOR.—Pues bien,
sin embargo demuestran suficientemente que en
este cuerpo están la verdadera fe de Cristo y la en el pasaje de San Lucas hay que distinguir dos
verdadera santidad, ya que la verdadera Iglesia partes o dos pensamientos.
de Cristo no puede subsistir sin ellas. , La primera la que se pone en la objeción y
Y digo que demuestran suficientemente, no en la cual Cristo habla del reino de Dios: en
porque manifiesten con evidencia esos dones, ella el reino de Dios sin duda no significa la
pues son sobrenaturales y ocultos y se cree en Iglesia, sino a Cristo mismo o su venida.
ellos por la fe, sino porque al menos hacen la • Porque los fariseos le preguntaron a Cristo
cosa evidentemente creíble, que es el sentido en ¿Cuándo viene el reino de Dios? es decir, ven-
que hemos dicho que la verdadera Iglesia, en drá, puesto que no le preguntaban sobre la Igle-
cuanto a esto, es visible en sus notas y señales. sia sino sobre el reino que esperaban obtener
por el Mesías, y a ese le llamaban reino cíe
16. EXPLICACIÓN POR LOS PADRES.—A lo Dios: no porque pensasen que había de ser algo
del texto de San Lucas, 17 se responde que eso celestial o espiritual, sino porque lo esperaban
los Padres lo suelen objetar con frecuencia en como don especial de Dios mediante el poder
esta materia en contra de los herejes que dicen del Mesías; o porque al mismo Cristo le habían
que la Iglesia es escondida u oculta. oído- muchas veces hablar del reino de Dios, y
ellos del reino del Mesías no pensaban nada que
Así SAN AGUSTÍN, interpretando el pasaje si- no fuese temporal y con poder y majestad ex-
milar de San Mateo, 24 dice: El Señor previ- terior.
soramente dice «No puede ocultarse una ciu-
dad situada sobre una montaña», etc., para Por eso les respondió Cristo El reino de Dios
que no escuchemos a los nue lo aplican a las no viene anunciándose, ni dirán «Helo aquí o
divisiones de las religiones diciendo < pristo está allí»: no se refiere a los herejes; lo que hace es
aquí, Cristo está allí», etc. Y más abajo: Tampo- dar por descontada una espera del Mesías como
co escuchemos a los que, a título de verdad se espera la venida de los reyes temporales, a
secreta y oculta y de grupo reducido, dicen los cuales se les suele esperar con cierta antici-
«Está en las habitaciones, está en el desierto». pación y con otras señales previas por las cua-
Cap. VIII. Visibilidad de la Iglesia 45
les suele conjeturarse dónde está o cuándo lle- car ni esperar con señales e indicios humanos
gará. Y para acabar con toda idea equivocada y con aparato de rey temporal, etc.
sobre una futura llegada del reino de Dios como Y si esa respuesta de Cristo se entiende del
si todavía no hubiese llegado, añade Cristo El reino espiritual del alma, es cosa clara que ese
reino de Dios está en medio de vosotros, puesto reino es espiritual e interno, y que por esta ra-
que al Mesías que esperaban lo tenían ya entre - zón —tal como se encuentra en cada persona—
ellos, aunque sin el aparato real que pensaban. no es visible ni está ligado a un determinado
También es probable que los judíos pregun- lugar y tiempo.
taran sobre el reino de Dios que Cristo* predi- En este sentido también de toda la Iglesia se
caba, aunque no comprendiesen su naturaleza, puede decir que es reino de Dios, ciudad del
y que Cristo les respondió que aquel reino, tal Dios vivo y casa espiritual y de suyo invisible
como en esta vida se lo puede tener, es espi- en cuanto a la santidad y dones espirituales, y
ritual, y que por tanto no hay que esperarlo para que sin embargo es visible en cuanto a las per-
un determinado tiempo b lugar, ya que está sonas en que existe; pero no por razones hu-
dentro del hombre y en la mano de cada uno manas ni aquí o allí, sino por determinados in-
está el tenerlo dentro de sí si quiere recibir a dicios dados por Cristo y los profetas, y en
Cristo por la fe y el amor. cualquier lugar y tiempo, ya que —como ob-
servó SAN AGUSTÍN— es perpetua y universal.
18. La segunda parte de la frase de Cristo
es tan distinta de la primera, que algunos creen 19. En cuanto a las palabras del Credo, ya
que no las dijo seguidas ni al mismo tiempo. se ha explicado suficientemente cómo a la Igle
Al menos es cierto por el Evangelio que la pri- sia Santa y Apostólica se la puede ver y creer
mera Cristo se la dijo a los fariseos, y la segun- en ella: se la ve en cuanto a las personas de
da a los discípulos y en ellos a todos los fieles que consta, y se cree en ella en cuanto a la
previniéndoles y diciéndoles Tiempo vendrá, etc., verdadera fe, santidad y otros dones divinos por
y os dirán «Está aquí, está ahí». los que se une a Cristo como cuerpo místico
suyo.
Esta parte sin duda se refiere a la segunda
venida de Cristo, y contiene una predicción Asimismo, se la ve mediante las señales vi-
sobre los muchos pseudoprofetas y, sobre todo, sibles, y se cree en ella tal como está constituida
anticristos que se han de presentar: previnién- en sí misma por. la forma espiritual e invisible.
doles contra sus persecuciones y engaños, Cristo Por último, se la ve en cuanto creíble, y
avisó a los fieles que no creyesen a los que se- se cree en ella como objeto verdadero y sobre-
ñalaran y dijeran Cristo está aquí o allí. natural.
Y así, de ese pasaje no se deduce nada para A lo del pasaje de San Agustín respondo que
lo que ahora tratamos, pues esta segunda parte San Agustín nunca distinguió entre la Iglesia de
es muy aplicable más bien a los herejes, y la los predestinados y la Iglesia de los reprobos
primera, entendida de la primera venida de como dos Iglesias y ni siquiera como dos par-
Cristo, consta que no tiene nada que ver con tes de una misma Iglesia.
el problema de la Iglesia. En efecto, sólo al principio del capítulo 8.°
Más aún: esas palabras no excluyen que la del libro 20 de la Ciudad de Dios, hablando del
primera venida de Cristo hubiese sido sensible Anticristo, dice: Nunca será seducida por El la
y visible de forma que se le pudiese buscar y Iglesia predestinada y elegida antes de la crea-
señalar en algún determinado lugar; así los ma- ción del mundo: no hace distinción de Iglesias,
gos preguntaban en donde nacería él Mesías, sino que a la única la denomina por su parte
y muy bien se les respondió En Belén de Judá. principal, como en el capítulo 9.° dice que a
Esta era una señal profética, pues las señales veces a un todo se lo denomina por una de sus
—como esta— que dieron los profetas se ob- partes.
servaban mucho para esperar y conocer al Me- En el dicho capítulo 8.° San Agustín trataba
sías, y aun él mismo se manifestaba a veces de demostrar que el Anticristo no seduciría a
por tales señales. toda la Iglesia ni a la parte principal de ella:
Por consiguiente, Cristo en aquellas palabras por eso la llamó predestinada; no porque haya
pretendió excluir todo pensamiento humano una Iglesia invisible compuesta por solos los
para que no se creyera que se le había de bus- predestinados, sino para dar a entender que no
Lib. I. Anglicanismo y Catolicismo 46
puede ser engañada en su parte principal, que fe el asentimiento a esa misma doctrina prestado
es la de los elegidos y predestinados, como lo no por opinión o por razón humana sino ente-
indican las palabras de Cristo Hasta el punto de ramente divina, y con tanta certidumbre y fir-
engañar, si fuera posible, aun a tos mismos meza que no deje ningún lugar a temor ni duda,
elegidos. según aquello de SAN PABLO Sé muy bien en
quién he creído, y estoy convencido de que es
poderoso para guardar mi depósito. Aunque es-
CAPITULO IX tas palabras indiquen confianza o esperanza cier-
ta, pero ésta se basa en la certeza de la fe, y
DEMOSTRACIÓN DE QUE EL REY DE INGLATERRA de ella a la letra habla el apóstol cuando dice
NO ES DEFENSOR DE LA VERDADERA FE que está cierto de la omnipotencia de Dios, pues
CRISTIANA, PORQUE NO ADMITE LA ésta no es objeto de la confianza sino del asen-
ESCRITURA ENTERA NI LA PALABRA timiento.
DE DIOS NO ESCRITA Más evidentes son todavía las palabras de la
carta a los Gálatas Aunque nosotros o un ángel
1. Hasta aquí se ha demostrado en general del cielo, etc.
que la verdadera fe no está en la secta angli- Y de ahí aquello de SAN ATANASIO en el sím
cana porque ésta se introdujo separándose de bolo En la cual si uno no cree fiel y firme-
la verdadera fe. mente, no podrá salvarse.
Con esta ocasión hemos hecho una digresión Y lo de SAN BASILIO Fe es el asentimiento
para demostrar que la fe de que se separó —que aprobativo a lo que se dijo, sin duda alguna,
no fue otra que la fe de la Iglesia Católica, Ro- con la mayor persuasión de la verdad de lo que
mana y visible— fue siempre la verdadera y se predicó por encargo de Dios.
que con toda seguridad lo será siempre, con lo Y lo de SAN BERNARDO Si fluctúa la fe ¿no
cual consta con toda certeza que en el cisma es vana nuestra esperanza? Luego necios fueron
anglicano no puede estar la verdadera fe. nuestros mártires al soportar tormentos tan acer-
Y aunque con esto resulta claro aun para los bos por unos bienes inciertos, y al no dudar
ciegos que el rey de Inglaterra —que se profesa lanzarse, a través de una muerte dura, a un des-
cabeza y protector de ese cisma— no es defen- tierro eterno por una recompensa dudosa. Pero
sor de la verdadra fe, pero como él tributa tres ¡lejos de nosotros pensar que en nuestra fe o
ilustres títulos a la fe que defiende cuando a sí esperanza quede algo dudoso!
mismo se llama defensor de la fe verdaderamen- 3. E L REY DE INGLATERRA NO ADMITE TODV
te cristiana, católica y apostólica, me ha pare- LA F E CRISTIANA.—Pues bien, acerca de la fe
cido que merecía la pena recorrer estas tres pre- en el sentido de materia o doctrina de la fe,
rrogativas de la fe, y por las razones propias de el rey de Inglaterra sostiene que él conserva la
cada una de ellas demostrar que tal título no verdadera fe cristiana porque admite la Escritu-
puede corresponderle a quien defiende el cisma ra, los símbolos de la Iglesia y los cuatro pri-
anglicano. meros concilios generales, y cree en ellos.
2. F E SIGNIFICA TANTO LA MATERIA EN QUE Mas, aunque esto sea necesario para ser un
SE CREE, COMO EL ACTO CON QUE SE CREE. hombre verdaderamente cristiano, pero no bas-
Comenzado, pues, por la fe verdaderamente cris- ta para tener toda la fe cristiana: es preciso, sin
tiana, quiero advertir que fe verdaderamente dejar lo otro, creer también esto, pues quien
cristiana puede significar dos cosas, a saber, la tropieza en un solo punto es reo de todos. Y el
materia en que se cree y la razón para creer. rey de Inglaterra tropieza principalmente en dos
En efecto, el nombre mismo fe a veces sig- cosas.
nifica las cosas creídas o la doctrina misma de La primera es que ataca ferozmente muchos
la fe, a la manera como SAN ATANASIO dijo en dogmas católicos, y —como aparece por su Pró-
su símbolo Esta es la fe católica, en la cual si logo— profesa errores contrarios a la fe cris-
uno no cree fiel y firmemente, no podrá salvar- tiana.
se. Pero a veces designa el acto o virtud de Pero como para demostrar esto sería necesa-
creer, como en SAN PABLO Fe es la base de las rio presentar cada uno de esos errores y de-
cosas que se esperan, la prueba de las realida- mostrar su falsedad, para no apatarnos del pun-
des que no se ven. to que ahora discutimos, eso ahora lo dejamos
En el primer sentido, fe verdaderamente cris- para el libro siguiente: allí —cosa que ahora
tiana se llamará la que en realidad enseñó Cris damos por supuesta— demostraremos que la
to o los apóstoles en su nombre. secta anglicana, en sus dogmas, no puede lla-
En el segundo sentido, se llamará verdadera marse fe verdaderamente cristiana, pues aunque

También podría gustarte