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PROMOTOR:
EQUIPO:
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EQUIPO:
Curso de
Capacitación
M. F. C. Integral
católico
Progresiva II
TEMA
0 Introducción. 5
TEMA
1 Ser y Hacer del Laico. 8
TEMA
2 La Mística del M.F.C. 16
TEMA
3 El promotor del CBF. 27
TEMA
4 Comunicación y diálogo. 36
TEMA
5 El Equipo Zonal. 46
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
0. Introducción
PRÓLOGO
En el MFC sabemos que en las parejas que integran los equipos —en sus diferentes
niveles— existe una riqueza invaluable, porque llegan buscando un camino de formación.
Quienes participan en un curso de capacitación, manifiestan claramente esta inquietud,
dejan sentir que aceptan y hacen suya la responsabilidad de esta hermosa tarea y
participan su deseo de difundirla.
El Señor espera que cada pareja que entra a nuestro apostolado dé una respuesta
convencida y plena a la pregunta que él hace a cada uno de sus hijos: Tú ¿qué quieres
saber? ¿Qué quieres hacer? ¿Quién quieres ser? A nosotros, promotores y sacerdotes
asistentes responsables de la operación del Ciclo Básico, nos pide que seamos los
primeros en dar una respuesta generosa a esta pregunta: que le digamos que tenemos
un deseo inmenso de ser promotores de valores. Queremos actuar inspirados por el mismo
Espíritu; vivir una mística que nos lleve a ser Iglesia, a ser discípulos del Señor que lo quieren
manifestar a los demás. Ahí está la eficacia. Y de esto debemos ser capaces, con esa
capacidad que sólo da el Señor a quienes se ponen dócilmente en sus manos. El Señor
dará eficacia a nuestro trabajo si nosotros preparamos todo para que Jesucristo reine en
el Equipo, en la Zona, en el Sector, en el MFC.
El promotor del MFC busca afanosamente la sed de Dios, la sed de amor de los
matrimonios de su equipo y busca con ellos cómo saciarla. No bebe el agua él por ellos;
no los anula, sino los promueve.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 5 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
0. Introducción
Dentro del Programa de Revisión y Actualización del Material de Formación que el Equipo
Coordinador Nacional 2010-2013 está llevando a cabo, se incluyeron los Módulos I y II de
Capacitación Integral Progresiva para poner al día su contenido.
Siguiendo con los planes de capacitación, ahora ponemos en sus manos este nuevo
instrumento de formación dentro del concepto de la CAPACITACION INTEGRAL
PROGRESIVA. Este módulo II tiene el propósito de capacitar a los matrimonios integrantes de
los Equipos Zonales y/o de Sector, Asistentes Eclesiales y a todos aquellos matrimonios
equiperos que terminaron el estudio del módulo I y que deseen seguir capacitándose para
ofrecer un mejor servicio.
La forma de impartir este curso es variable, según las necesidades de cada Diócesis; puede
ser en un fin de semana a manera de retiro, en tres o más sábados, en tres o más domingos,
o en reuniones por las noches alternando con las del Ciclo Básico, tantas como sean
necesarias.
No es necesario entregar a cada matrimonio participante, este módulo II, ya que son
únicamente para los matrimonios dirigentes de la capacitación.
Hagan siempre oración para que el señor ilumine su trabajo apostólico y haga germinar en
los matrimonios participantes la semilla que ustedes pretenden sembrar.
La forma de impartir el curso consistirá en la exposición de cada uno de los temas, que
será preparado con apoyos audiovisuales, y posteriormente a esta exposición se realizarán
las dinámicas o ejercicios pertinentes.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 6 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
0. Introducción
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 7 de 54│
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TEMA
0 Introducción. 5
TEMA
1 Ser y Hacer del Laico. 8
TEMA
2 La Mística del M.F.C. 16
TEMA
3 El promotor del CBF. 27
TEMA
4 Comunicación y diálogo. 36
TEMA
5 El Equipo Zonal. 46
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 8 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 9 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 10 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
Todo seglar, por los mismos dones que le han sido conferidos por Cristo mediante su
incorporación sacramental a la Iglesia, se convierte en testigo e instrumento operante de
este proceso de edificación del Pueblo de Dios en el mundo. Los seglares no necesitan
ningún “mandato” especial de la jerarquía para realizar esta tarea, sino que están
capacitados para ella a partir de su misma promoción sacramental.
Así pues, los seglares, en mayor o menor grado, con una dedicación plena o menos
intensa, según las posibilidades de su situación concreta, han de actuar como testigos e
instrumentos de toda misión salvífica de la Iglesia.
“La fidelidad y la coherencia con las riquezas y exigencias de su ser, le dan su identidad
de hombre de Iglesia en el corazón del mundo y de hombre del mundo en el corazón de
la Iglesia” (Puebla 786).
Para contrarrestar estos malentendidos, los seglares tienen que ser conscientes de que su
acción apostólica es tarea muy vinculada a sus compromisos sacramentales, a su estado
de vida común al Pueblo de Dios y a sus condiciones vitales de existencia en el mundo.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 11 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
La ciudadanía en el mundo pertenece al seglar por derecho propio: “El carácter secular
es propio y peculiar de los laicos” (LG 31) pues, por su condición de vida, el seglar está
insertado en esta situación intramundana temporal, vive en el siglo, es decir, en todas y
cada una de las actividades y profesiones, así como en las condiciones ordinarias de la
vida familiar y social, con las que su existencia está como entretejida” (LG 31).
Como seglar, el bautizado tiene unos derechos y unas responsabilidades que no sólo
radican en su bautismo, sino en su estado secular de vida, por el que se cualifica no sólo
como hombre de la Iglesia, sino también como hombre activo y comprometido en la
comunidad humana.
“Los fieles han de aprender diligentemente a distinguir entre los derechos y obligaciones
que les corresponden por su pertenencia a la Iglesia, y aquéllos otros que les competen
como miembros de la sociedad humana” (LG 36).
Esto no quiere decir que los seglares puedan separar su vida como ciudadanos de su vida
como cristianos, por el contrario, los seglares han de realizar una síntesis existencial de
ambas dimensiones de su vida.
“Se equivocan los cristianos, que, pretextando que no tenemos aquí ciudad permanente,
pues buscamos la futura, consideran que pueden descuidar las tareas temporales, sin
darse cuenta de que la propia fe es un motivo que les obliga a un más perfecto
cumplimiento de todas ellas, según la vocación personal de cada uno. Pero no es menos
grave el error de quienes, por el contrario, piensan que pueden entregarse totalmente a
los asuntos temporales, como si éstos fuesen ajenos del todo a la vida religiosa, en la
creencia que ésta se reduce a ciertos actos de culto y al cumplimiento de determinadas
obligaciones morales. El cristiano que falta a sus obligaciones temporales falta a sus
deberes con el prójimo, falta, sobre todo, a sus obligaciones con Dios y pone en peligro
su eterna salvación” (Vaticano II, GS 43).
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 12 de 54│
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Hay que tomar en cuenta que tenemos el don profético propio de los seglares; nuestra
actitud no se puede concretar sólo a escuchar sino que también hay que hablar y
hacernos escuchar. El seglar tiene que decir una palabra de iluminación de las realidades
en las que está viviendo por su estado propio. Es muy importante su opinión e información
al Obispo y sacer-dotes. El Vaticano II ha insistido en la exigencia de diálogo en la Iglesia,
sugiriendo incluso que se creen estructuras para hacerlo.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 13 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
Por nuestra situación en el mundo somos los responsables directos de la presencia eficaz
de la Iglesia en cuanto a la organización de la sociedad en conformidad con el espíritu
del Evangelio.
Todo hace prever que la Iglesia se enfrente con un porvenir en el que, contando con
menor número de sacerdotes, necesitará urgentemente el mayor número posible de
seglares conscientes de su misión eclesial; de seglares evangelizadores y catequistas,
profetas y testigos del Reino de Dios a nivel de la comunidad cristiana, situada en medio
del mundo para engendrar la nueva humanidad en Cristo y en la Iglesia.
“Para que el laico cumpla su misión en la Iglesia y en el mundo, es urgente que reciba
una sólida formación humana en general, formación doctrinal, social y apostólica”
(Puebla 794).
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 14 de 54│
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Tal espiritualidad deberá ser capaz de dar a la Iglesia y al mundo “cristianos con vocación
de santidad, sólidos en su fe, seguros en la doctrina propuesta por el Magisterio auténtico,
firmes y activos en la Iglesia, cimentados en una densa vida espiritual, perseverantes en el
testimonio y acción evangélica, coherentes y valientes en sus compromisos temporales,
constantes promotores de paz y justicia, contra la violencia u opresión, agudos en el
discernimiento crítico de las situaciones e ideologías a la luz de las enseñanzas sociales de
la Iglesia, confiados en la esperanza en el Señor” (Juan Pablo II, Alocución a laicos)
BIBLIOGRAFÍA: CHRISTIFIDELES LAICI.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 15 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
TEMA
0 Introducción. 5
TEMA
1 Ser y Hacer del Laico. 8
TEMA
2 La Mística del M.F.C. 16
TEMA
3 El promotor del CBF. 27
TEMA
4 Comunicación y diálogo. 36
TEMA
5 El Equipo Zonal. 46
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 16 de 54│
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Uno de los factores más importantes dentro de un movimiento es su mística, ya que de ésta
depende la acción apostólica y el compromiso de sus miembros.
Es difícil definir el concepto de mística, pero se pueden dar algunos de los elementos que
sirven de motor y entusiasmo para promover a un grupo a la acción. El principal origen de la
mística de todo movimiento es su carisma propio, dentro del cual se deben reflejar los
principios, los criterios y las líneas que motivan y dan a sus miembros sentido de pertenencia
y cohesión. La base de este espíritu no radica sólo en las ideas, sino también en un sentimiento
compartido.
La palabra Mística, viene del griego, “mistikos” que significa: algo que encierra un misterio o
una razón secreta.
2.2 El Carisma
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 17 de 54│
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• El laico apóstol
o El MFC fue, desde su fundación, un promotor del laico, buscando que sus
miembros asumieran la acción apostólica de la Iglesia en forma madura. En
equipos eclesiales, sacerdotes y laicos, procuraban descubrir la espiritualidad
de la familia y el apostolado familiar.
• La pastoral familiar
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 18 de 54│
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El MFC continúa trabajando y valorando el carisma original que le dio fuerza en un principio
y se sigue apoyando en estas necesidades de la familia y de la Iglesia. Pero como todo
movimiento de laicos, el MFC no tiene su fin en sí mismo y, por tanto, debe acomodarse y
actualizarse ante los nuevos desafíos de la Iglesia y de la familia. Por esto, con el correr del
tiempo fue asumiendo los cambios que anotaron el Vaticano II, Medellín y Puebla para ser un
medio en el que la familia pueda encontrar respuesta a estas nuevas situaciones. Esto es lo
que llamamos el carisma hoy.
Desde su fundación, el MFC asume que el amor del hombre y la mujer no es un fenómeno
que afecta exclusivamente a los dos, sino que en todas las épocas y culturas es un hecho
social. Pero con el tiempo se busca que la familia comprenda que su misión no termina en el
interior de ella misma, sino que debe ser constructora de la sociedad y, por tanto, solidaria
con la misión social de la Iglesia. Pasa así de ser un refugio para salvar a las familias, a tratar
de que la familia se convierta en salvadora de la comunidad, siendo ésta la mejor manera
de salvarse a sí misma.
El MFC va entreviendo que el cambio que la Iglesia pide está no sólo en el corazón del
hombre, sino también en las estructuras sociales injustas y quiere preparar a la familia a asumir
su papel en estos cambios. Por esto se anotó “que el MFC es un movimiento de laicos cuyas
familias asumen la Doctrina Social de la Iglesia del Vaticano II y Medellín y para sus miembros
esto implica un compromiso consciente y permanente con la Iglesia” (V ELA de Chile).
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 19 de 54│
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│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 20 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
El amor conyugal, que hace de los dos una sola carne, como Cristo y su Iglesia, sin perder
nada de su autenticidad humana, se transforma en signo y testimonio, portador real y eficaz
del amor salvador de Cristo por su Iglesia. Por eso, el amor conyugal vivido por los cristianos,
en cualquier contexto sociológico y cultural, es sacramento, signo transmisor del amor que lo
trasciende y en él se realiza.
Esta doble perspectiva del matrimonio, que es una realidad humana y a la vez sacramento-
misterio de salvación, no ha sido siempre comprendida a través de la historia. En la catequesis,
en la teología del matrimonio y en la propia moral conyugal se ha marcado, muchas veces,
uno sólo de estos aspectos.
No comprendemos fácilmente cómo una realidad, que por ser humana es relativa e
imperfecta, puede ser, al mismo tiempo un sacramento de salvación y por tanto permanente
y perfecto. Por esto situamos muchas veces su dimensión sacramental en una línea
conceptual desvinculada e independiente de la realidad vivida y asumida día a día por los
cónyuges.
El sacramento no santifica las formas sociales y culturales del matrimonio, sino la interrelación
personal, que en cada pareja se vive y expresa en forma diferente.
Para la vivencia de la espiritualidad conyugal es necesario profundizar en el amor humano
entre hombre y mujer, con todas sus implicaciones, como el MFC lo ha hecho desde su
fundación. Este amor, que puede ser analizando en sus diversos aspectos (sexualidad,
amistad, socialización) forma un todo, una realidad integral.
La sexualidad, atracción por el otro sexo, es un don específico del Señor, que hace clamar al
hombre de todos los tiempos: “Esto sí es carne de mi carne y huesos de mis huesos”, y
constituye un vehículo fundamental de comunicación entre el hombre y la mujer. Pero por
un concepto dualista de la naturaleza, se puede llegar a dos extremos: o a una desfiguración
angelista que toma la sexualidad solamente como instrumento para la procreación, o a una
concepción exclusivamente erótica y materialista del hombre, que hace de la sexualidad
sólo un instrumento de placer. La atracción de la sexualidad va encaminada a la
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 21 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
El amor del hombre y la mujer no es un fenómeno que afecta exclusivamente a los dos, sino
a toda la sociedad. En consecuencia, en todas las épocas y culturas, la unión conyugal ha
sido y es un hecho social.
Si el amor conyugal es manifestación y presencia del amor del Señor a su Iglesia, cada
matrimonio cristiano debe saber descubrir en cada una de las facetas de su vida los valores
que la trascienden, para hacer de ellos camino y expresión de su espiritualidad: de tal forma
que en la manifestación de entrega de una persona a otra —a pesar de su limitación e
inseguridad ante el futuro— se dé la señal de entrega definitiva y sin reservas totalmente al
otro, a Dios.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 22 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
El sacramento no está ligado a una forma determinada de familia, de tal manera que
podamos llamarla “familia cristiana”, sino a la propia dinámica del amor, donación y
aceptación mutua.
Los factores globales condicionantes, aunque a veces han sido enriquecedores, como es el
descubrimiento más profundo de la psicología del ser humano y la naturaleza de la
sexualidad, son en nuestra sociedad muchas veces opresores y empobrecedores, como los
que enumeran los obispos en el documento de Puebla. Éstos son los retos a los que
permanentemente tiene que responder cada matrimonio y el MFC como institución en su
misión de hacer posible la vivencia conyugal más plena.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 23 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
Los caminos pastorales, asumidos hoy por la Iglesia y por el MFC como movimiento de laicos,
deben ayudar a las familias a descubrir que la vivencia del sacramento del matrimonio no
supone la existencia de familias idealmente perfectas. Supone, eso sí, la existencia de
auténticas familias humanas, dispuestas a dar al amor que une a sus miembros la amplitud
de la dimensión sacramental; que es señal del amor salvífico del Señor en el contexto
concreto en que está envuelta.
• Colocar a las familias dentro del actual proceso de evolución global o cultural que hoy
las delimita y las sitúa.
La familia “ha merecido muy bien en los diferentes momentos de la historia y en el Concilio
Vaticano II el hermoso nombre de Iglesia doméstica. Esto significa que en cada familia
cristiana deberían reflejarse los diversos aspectos de la Iglesia entera” (E.N. 71), lo cual supone
la vivencia familiar de la fe, la esperanza y el amor, que se han de expresar entre otras formas
en la liturgia familiar, en la comunión, la participación y la reconciliación.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 24 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
Porque ”La familia es imagen de Dios, que en su misterio más íntimo no es soledad, sino una
familia. Es una alianza de personas a la que se llega por vocación amorosa del Padre, que
invita a los esposos a una íntima comunidad de vida y de amor” (Pue 582). Lo y anterior
manifiesta la importancia de la espiritualidad conyugal para la Iglesia doméstica, que hunde
sus raíces en el misterio trinitario.
En la trama de la existencia familiar se dan a la vez luces y sombras, dolores y gozos, fracasos
y esperanzas, que son participación de la familia en el misterio pascual de Cristo: misterio de
muerte y resurrección.
La familia, Iglesia doméstica, se va haciendo evangelizadora tanto dentro de ella como
hacia la comunidad, anunciando la Buena Nueva a través del testimonio, la proclamación
explícita del mensaje de Jesús, en unión con la Iglesia, y como partícipe en la construcción
del Reino
“La familia, al igual que la Iglesia, debe ser un espacio donde el Evangelio es transmitido y
desde donde éste se irradia” (E.N. 71). La familia, es una comunidad de fe, esperanza y
caridad. Por eso le podemos llamar Iglesia doméstica.
Así como Dios es creador, la familia comparte con Él esa obra, al procrear y educar a los hijos.
¡Qué gran dignidad tiene la familia que se asemeja a Dios en su obra creadora!
Dentro, pues, de la familia, todos los miembros de la misma evangelizan y son evangelizados.
Los padres no sólo comunican a los hijos el Evangelio, sino que pueden a su vez recibir de ellos
este mismo Evangelio profundamente vivido” (E.N. 71).
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 25 de 54│
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El MFC busca ser un medio eficaz para que la familia vaya entendiendo lo que significa la
espiritualidad conyugal y la Iglesia doméstica, capacitándola para que viva esta
espiritualidad entre sus miembros, y también con otras familias, con el fin de que puedan servir
a la misión que toda la Iglesia tiene que realizar (Cfr.A. A. 19).
• Tratar de que sus miembros logren una vida integral en la que se rompa el dualismo fe y
vida.
• Hacer conscientes a sus miembros de lo que significa que la familia es Iglesia doméstica,
donde se viva el vínculo del amor, de comunidad de vida de fe y de oración, de
testimonio y compromiso.
• Encontrar medios para que la familia —Iglesia doméstica— no sea una isla sino que debe
integrarse a otras familias, para vivir una auténtica vida de comunidad cristiana.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 26 de 54│
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TEMA
0 Introducción. 5
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1 Ser y Hacer del Laico. 8
TEMA
2 La Mística del M.F.C. 16
TEMA
3 El promotor del CBF. 27
TEMA
4 Comunicación y diálogo. 36
TEMA
5 El Equipo Zonal. 46
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 27 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
El Promotor de Equipo Básico ayuda a cada uno de sus equiperos, a descubrir sus valores
humanos, cristianos y familiares, esto es, vamos a ayudar a que cada persona, pareja y familia
desarrolle sus valores. Por lo tanto, la primera labor del Promotor consistirá en ayudar a cada
uno a descubrir lo que para él es valioso. Muchas veces estamos tan acostumbrados a las
bendiciones, que el Señor nos ha otorgado que las damos por sentadas y no nos detenemos
a apreciarlas, agradecerlas y mucho menos merecerlas. Un ejemplo: es natural que los esposos
se quieran. El amor —supremo valor del hogar— llega a ser algo olvidado por ser de todos
conocido. Si no nos detenemos a pensar qué sería de nosotros sin el amor, si no buscamos
cómo agradecerlo, aumentarlo y corresponderlo, podrá llegar el momento en que ese amor
disminuya o cese. Y así sucede con los demás valores de la familia.
El promotor del MFC es ante todo una persona —y una pareja— en proceso constante y
consciente de conversión, de superación, de maduración personal, conyugal, familiar y
comunitaria. Es una pareja que avanza, que crece, que sabe que el crecimiento humano-
cristiano no tiene más límite que nuestra propia miseria e indiferencia.
El promotor no es un maestro que da la lección o toma la tarea: él mismo es una lección viva,
un mensaje encarnado. Con sus acciones dice con san Pablo: “Creo, por eso hablo”. Oigamos
lo que nos dice la Palabra de Dios cuando san Pablo nos habla de la vida de todo apóstol:
No nos predicamos a nosotros, predicamos que Jesús el Mesías es el Señor y
nosotros siervos de ustedes por Jesús; pues el Dios que dijo “brille la luz del seno
de las tinieblas”, la ha encendido en nuestros corazones...
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 28 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
Las personas que buscan la ayuda del MFC sienten, como lo describe san Pablo, que las
aprietan por todos lados; se ven apuradas y perseguidas, se sienten derribadas. Igual que
nosotros, tienen problemas, decepciones, ilusiones que no saben cómo hacer realidad. Buscan
una respuesta que les satisfaga, una ayuda que les permita no sólo salir de esos apuros y
tristezas sino que les permita avanzar y les llene de esperanza y paz.
Y, al llegar al MFC, esas personas, igual que nosotros cuando entramos a nuestro primer equipo,
encuentran a sus promotores.
Promotores de equipo y de zona, su Asistente Eclesial y las demás personas responsables de
servirlas, y descubren en la vida de ellos, en su testimonio, que ellos tampoco son perfectos,
que también se sienten derribados y perseguidos, pero que nunca se quedan derrotados, sino
que vuelven a ponerse en pie y a avanzar hacia Dios que los llama. En el testimonio de sus
promotores, los nuevos miembros del MFC encuentran el sentido profundo de la vida cristiana:
superar la debilidad y el pecado con la gracia de Cristo, fortalecerse en la fe y vivir la
esperanza para no acobardarse, sino crecer cada día en los valores eternos que no se ven,
pero que hacen de nosotros personas nuevas. En una palabra, encuentran el seguimiento de
Jesús.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 29 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 30 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
El buen promotor debe saber que su función principal es promover, pero que para hacerlo
debe saber coordinar y dirigir.
Promover
Un promotor de muy buena voluntad, que no conozca el plan total de formación del Ciclo
Básico y cómo debe hacerse llegar al equipo; que no sea capaz de lograr que las reuniones
se desarrollen ordenadamente para llegar a su objetivo; que no logra la participación de
todos, descubrirá que su buena voluntad es casi inútil sin un conocimiento profundo de lo que
el grupo se propone, y sin un orden y un método.
Si realiza puntualmente las reuniones pero no las preparó antes en el Equipo Zonal, o si no revisa
posteriormente si la reunión alcanzó su objetivo, no tendrá elementos para saber si los miembros
del equipo están promoviéndose con buen éxito. Su equipo no tendrá brújula. La buena
voluntad no cuajará en acciones eficaces.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 31 de 54│
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El promotor de Equipo Básico cumple con un papel con muchas facetas. Finalmente, todas
éstas facetas están muy relacionadas entre sí.
En principio, el promotor:
• Ayuda a cada uno a descubrir los valores humanos, cristianos y familiares.
A detalle, podemos describir las características del Promotor (y al hablar del promotor nos
estamos refiriendo siempre al Matrimonio Promotor), con los siguientes puntos.
a) Da ejemplo
El Promotor debe dar su propio ejemplo a los miembros del equipo. Es responsable de
ayudar a que su equipo busque y encuentre el tesoro de los valores humano-cristianos y
familiares; por tanto, a él mismo debe interesarle encontrar ese tesoro y hacerlo suyo.
b) Vive el amor
El Promotor no podrá dar testimonio si no vive el amor. Sin amor, será un signo vacío. Amor
al cónyuge y a los hijos, al equipo, a todos los prójimos. Lo que hace que el Promotor
convenza y arrastre, que enamore a los demás de los valores evangélicos, es su vida
dedicada al amor.
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No sólo busca hacer bien las cosas, sino busca cuáles son las cosas que deben hacerse.
Hay muchas cosas buenas que un equipo puede hacer, pero no todas lo hacen avanzar
hacia su objetivo común. Además, de toda la formación que el MFC ofrece a sus
miembros, hay elementos que su equipo necesitará más, y habrá otros que requieran
adaptación, explicación o modificación para responder a las necesidades de ese equipo
concreto. Por eso el Promotor no sólo “repite” o “transmite” el Ciclo Básico, como si fuera
un disco grabado. No; su labor es mucho más importante y exigente. Debe tomar la
formación y hacer con ella el instrumento que su equipo necesita. Esto, evidentemente,
no es una labor de ratos perdidos: requiere de toda su dedicación.
El Promotor del MFC sabe que va mucho más allá de cualquier instrumento. Los
instrumentos del Movimiento —estructuras, temarios, reuniones, etc.— son sólo medios y
herramientas para construir nuestro ideal, nuestro objetivo. El Promotor ni es medio ni es
herramienta: es una persona, un matrimonio, y por tanto es un fin en sí mismo. El objetivo
debe cumplirse en él igual que en los otros miembros del equipo. Es una persona y una
pareja evangelizadora, que cumple una misión pastoral. Es compañero de camino de sus
hermanos en el equipo.
El Promotor del Ciclo Básico no pierde de vista que su objetivo es que sacie la sed de
amor, de integración conyugal y familiar, la sed de felicidad, la sed de Dios, con que las
parejas llegan al MFC. Es el Espíritu Santo mismo que los llama a crecer en el amor, la
integración y el servicio.
El Promotor del Ciclo Básico es un adulto que trabaja con adultos. Por tanto, no
paternaliza, no da respuestas hechas, no hace lo que el equipo debe hacer por sí mismo.
Ayuda, alienta, inspira, da ejemplo. Pero su finalidad es ser cada vez menos necesario
como Promotor, porque el equipo ha crecido y ha aprendido a hacer las cosas por sí
mismo. Busca, al mismo tiempo, ser cada vez más necesario como hermano, amigo,
miembro de la comunidad cristiana reunida en un equipo del MFC.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 33 de 54│
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El verdadero promotor no busca que, al terminar su formación, el equipo diga: “todo esto
se lo debemos a nuestros promotores”. Por el contrario, su mayor ilusión es que, al término
del Ciclo Básico, sus hermanos digan: “esto lo hemos hecho nosotros mismos, todos
juntos”.
Ser Promotor del MFC no es un favor que se hace a otros, dándoles algo de tiempo,
conocimientos o interés. Tampoco es privilegio de los más listos o ilustrados. No es una
distracción que nos permite hacer buenos amigos, ni es una aureola con la que nos
paseamos sintiéndonos apóstoles. Asimismo, no es una forma de conducir o manipular a
otras personas para que adopten nuestras propias ideas o modos de vivir.
El Promotor es el que responde a una vocación de servicio a sus hermanos. Es el que sabe
que, aunque está entre ellos como el que sirve (Lc 22,26-27); no ha venido solamente a
dar, sino también a recibir lo que él mismo necesita vitalmente. Cualquier Promotor del
MFC que se haya tomado en serio su labor nos dirá que ha recibido mucho más de lo
que ha dado; que su mejor recompensa es un inmenso enriquecimiento humano-cristiano
y la alegría in-comparable de ser cristiano en comunidad fraterna.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 34 de 54│
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│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 35 de 54│
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TEMA
0 Introducción. 5
TEMA
1 Ser y Hacer del Laico. 8
TEMA
2 La Mística del M.F.C. 16
TEMA
3 El promotor del CBF. 27
TEMA
4 Comunicación y diálogo. 36
TEMA
5 El Equipo Zonal. 46
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 36 de 54│
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4. Comunicación y diálogo.
4.1 Elementos de la Comunicación
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 37 de 54│
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4. Comunicación y diálogo.
Quizá el problema más importante del hombre actual para poder tener comunicación
profunda con sus semejantes, sea la soledad y el aislamiento a que lo conducen las presiones
de la sociedad contemporánea. Aunque muchas veces se tiene contacto con otras personas,
paradójicamente es difícil establecer un diálogo provechoso con ellas. Podemos decir que
muy frecuentemente el hombre de hoy está aislado entre una multitud.
El hombre de hoy es tímido, cerrado, limitado y reducido, sin interés y con miedo a comunicarse
con otros.
Su solución es desarrollar actitudes para escuchar y expresarse, buscar con sinceridad el
diálogo con su cónyuge, con su familia y con el grupo humano más próximo a él.
Para que los equipos del MFC tengan vida es necesario aprender a comunicarnos sincera y
profundamente. El primer paso es aprender a dialogar. Muchas veces creemos que al platicar
ya estamos dialogando, sin embargo, aunque al platicar la comunicación existe, no siempre
es útil para alimentar la comprensión y el cariño y muchas veces se desperdicia el diálogo y
sus posibilidades de instrumento de auténtica comunicación y perfeccionamiento.
Para un promotor de equipo básico es importante dominar esta técnica ya que la mayor parte
del tiempo de las reuniones se trabaja como “dialogo en equipo”. A continuación veremos
las reglas para un buen dialogo, que se recomienda que el matrimonio promotor establezca
desde el primer día.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 38 de 54│
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4. Comunicación y diálogo.
4. Para eso necesitamos que las intervenciones sean breves y directas, (como
suele decirse: "al grano”).
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4. Comunicación y diálogo.
4.4 La discusión en el equipo del MFC
Par el éxito de la discusión, es necesario que no exista individualismo y que cada uno sienta
que hace falta en el grupo y a su vez necesita a los demás.
Para aclarar ideas y buscar la verdad, el equipo debe trabajar en conjunto de la siguiente
manera:
• Plantear un problema
• Evaluarlo
• Desmenuzarlo
• Resolverlo a la luz de la
experiencia, la ciencia y la fe.
Al iniciar una discusión, el coordinador debe explicar a los miembros del equipo lo siguiente:
• El promotor actuará sólo como guía y no como juez o dictador.
• Una vez entendido lo anterior, se explicará que tienen libertad de expresión, pero
siempre sabiendo respetar las opiniones de los demás.
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4. Comunicación y diálogo.
Una vez explicados los puntos anteriores, será más fácil llevar la discusión por buen camino. Es
muy común que en todos los equipos existan personas que desde el comienzo de la discusión
quieran colocarse en primer término y que les guste dar la impresión de saberlo todo y de tener
la máxima experiencia, así como también las hay que tienen miedo a expresarse por no querer
exponerse al ridículo; será tarea del promotor, haciendo uso de mucho tacto y prudencia, pero
sobre todo, con mucha claridad, hacer que los tímidos y los agresivos descubran qué parte les
toca desempeñar en el nuevo juego.
Después de unas cuantas reuniones, los miembros del equipo habrán asimilado esta nueva
experiencia de saber discutir; se habrán confiado al grupo ya que comprobarán que no
necesitan defenderse, puesto que nadie los ataca; los comentarios se irán haciendo más
reflexivos, se irán dando cuenta de que no daban importancia a puntos medulares, que
habían cometido errores, y les nacerá la idea de cambiar para mejorar.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 41 de 54│
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4. Comunicación y diálogo.
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4. Comunicación y diálogo.
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4. Comunicación y diálogo.
• Evitar que las respuestas se dirijan a él; deben dirigirse a todos los
miembros del Equipo.
• Evitar dar opiniones personales sobre los problemas que están siendo
discutidos.
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4. Comunicación y diálogo.
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TEMA
0 Introducción. 5
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1 Ser y Hacer del Laico. 8
TEMA
2 La Mística del M.F.C. 16
TEMA
3 El promotor del CBF. 27
TEMA
4 Comunicación y diálogo. 36
TEMA
5 El Equipo Zonal. 46
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 46 de 54│
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5. El equipo zonal.
5.1 La Zona
Un Promotor de Equipo Básico no podría por sí mismo dar el servicio eficaz que se espera de él
si no fuera al mismo tiempo miembro del Equipo Zonal. Allí encuentra elementos
importantísimos para su labor. Las reuniones de preparación y revisión hacen posible que el
Promotor adapte la formación del MFC a las necesidades de su equipo.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 47 de 54│
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5. El equipo zonal.
El Equipo Zonal le ofrece al Promotor de Equipo Básico una valiosa ayuda cuando su equipo
no ha alcanzado el objetivo de alguna reunión. Los Financieros de Zona le dan elementos para
promover los valores de justicia y solidaridad. El apoyo del Asistente Eclesial llega al Equipo
Básico a través del contacto del Promotor con el Asistente, en el Equipo Zonal.
Lo que manda en una Zona es el servicio a las personas en los Equipos Básicos; sus necesidades
de formación son la autoridad que los Promotores deben obedecer. Y para obedecerlas
deben primero conocerlas y comprenderlas. “Dirigir” en el Equipo Zonal es orar, reflexionar,
dialogar, preparar, adaptar, revisar, para que los instrumentos del MFC —los mismos en todo el
país—, lleguen a ser instrumentos eficaces, dirigidos especialmente a las necesidades y
aspiraciones de cada persona en cada Equipo Básico.
Cuando dentro de una Zona los miembros del Equipo Zonal son los únicos que trabajan
apostólicamente y los Equipos Básicos se limitan a recibir, sin buscar y poner en práctica su
vocación apostólica, la formación no les está llegando bien. Se les está aislando de la realidad.
El Equipo Zonal debe ser el motor que impulse el apostolado de todos los miembros de la Zona.
Se trata de aprender sirviendo y servir aprendiendo. Ésta es la formación en la acción,
característica fundamental del Ciclo Básico.
Uno de los errores que puede dañar la eficiencia del Equipo Zonal es que éste se entienda a sí
mismo como una unidad de administración, no de formación. Cuando las reuniones del Equipo
Zonal se dedican a planear eventos, hacer listas, ordenar elementos, no le queda tiempo para
formarse como fermento él mismo y por tanto no puede convertir a sus miembros en fermento.
Es importante que todo esté funcionando sin tropiezos, pero si el orden y la administración le
quitan el tiempo que debe dedicar a crecer y vivir valores, estará fallando a su misión principal,
y el objetivo del Ciclo Básico no se cumplirá en los equipos, no importa cuánto trabaje el Equipo
Zonal. Se trata de trabajar para ser más, no para hacer más.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 48 de 54│
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5. El equipo zonal.
La asistencia eclesial ha sido fundamental desde el inicio del Movimiento Familiar Cristiano.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 49 de 54│
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5. El equipo zonal.
Los Asistentes Eclesiales se integran a los diferentes equipos, brindándoles su triple ministerio
sacramental de sacerdote, profeta y pastor:
Es muy importante que el Asistente conozca el objetivo y los medios del MFC, sus Bases
Constitutivas y su Ciclo Básico; que ame las parejas y familias del MFC, que conozca
perfectamente la espiritualidad específica de los laicos, del matrimonio y de la familia y que
esté dispuesto a trabajar hombro con hombro con el laico en la promoción de la Pastoral
Familiar.
La presencia del Asistente significa estar dentro como hermanos entre hermanos; así comparte,
convive y participa. Por otra parte, la presencia del Asistente debe ser constante en los equipos
dirigentes, y esporádica en los equipos de base. Porque la asistencia es más necesaria entre
los promotores, debido a que el Asistente es fermento de fermentos.
Es necesario que cada Equipo Zonal cuente con un Asistente Eclesial y es básica la integración
del Asistente con el Matrimonio Promotor de Zona.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 50 de 54│
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5. El equipo zonal.
5.4 Justicia y Solidaridad
Hablar del Área III (El MFC comprometido con la justicia y la solidaridad), no es sólo hablar de
pesos y centavos, ingresos y egresos y administración, sino sobre todo de un espíritu y una
mística. Sólo así será un verdadero apostolado, mismo que está encaminado a cumplir el
objetivo del MFC en la promoción de los valores de justicia, solidaridad y pobreza evangélica.
“Para el cristiano, el término “pobreza” no es solamente expresión de privación y marginación
de las que debamos liberarnos. Designa también un modelo de vida que ya aflora en el
Antiguo Testamento en los “pobres de Yahvé” y es vivido y proclamado por Jesús como
Bienaventuranzas. San Pablo concretó esta enseñanza diciendo que la actitud del cristiano
debe ser la del que usa de los bienes de este mundo (cuyas estructuras son transitorias), sin
absolutizarlas, pues son sólo medios para llegar al Reino. Este modelo de vida pobre se exige
en el Evangelio a todos los creyentes en Cristo, y por eso podemos llamarlo pobreza
evangélica” (Puebla 1148).
Es difícil ser verdadero cristiano en un mundo donde reina la desigualdad y la injusticia, el abuso
y la opresión; pero nosotros, miembros del MFC, debemos ser fermento de justicia y solidaridad
ante esta realidad de nuestro México. Tenemos que ser factor para que las personas
descubran la dignidad del otro, la necesidad del otro, y que sepamos utilizar los talentos que
cada uno ha recibido gratuitamente del Señor para administrarlos siguiendo su voluntad.
Que nuestra conversión y nuestro actuar dentro de la justicia, nos permitan transformar la
situación actual, en la que prácticamente todos los recursos del mundo están distribuidos sin
equidad, y así la paz y la armonía reinarán en nuestra tierra como Jesús siempre lo ha querido.
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 51 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
5. El equipo zonal.
En el MFC hay familias de todos niveles económicos. No se trata, pues, de que los que tienen
aprendan a dar y los menos favorecidos reciban. El MFC sostiene que todos pueden dar algo,
en la medida de sus posibilidades, y que no debe quitarse a nadie el privilegio de dar.
Sin embargo, es muy común escuchar en los equipos: “si les decimos que tienen que aportar,
no entran”, “mis equiperos son tan pobres que no tienen posibilidades de dar nada”.
Debe evitarse el planteamiento de que “cada quien debe cubrir sus gastos”. Los servicios del
MFC no se venden, e incluso los más valiosos de ellos son proporcionados gratuitamente por
matrimonios y sacerdotes. Es de justicia que cada quien aporte en la medida de sus
posibilidades, ya sea que su aportación exceda o no cubra los gastos que ocasiona al
Movimiento.
Anónima
Porque la aportación que hacen los matrimonios la deciden ellos mismos libremente sin
que se entere nadie; lo hacen en un diálogo conyugal, según su generosidad y
posibilidades y sabiendo que es para el sostenimiento del MFC (Debemos recordar que
el anonimato es con respecto a los compañeros de equipo, ya que el promotor sí está
enterado de la aportación de todo su equipo).
Que no sepa tu mano izquierda lo que hace la derecha. No publiques el bien que haces.
No te exhibas para que otros te elogien. Haz el bien sólo ante la mirada de Dios. Las
cuotas en el MFC son anónimas precisamente por generosas y por auténticas.
Puntual
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 52 de 54│
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5. El equipo zonal.
Responsable
El dinero que se recibe en los Equipos Diocesanos, así como el que recibe el Equipo Coordinador
Nacional, es utilizado con austeridad en la consecución del objetivo general del MFC. Los
matrimonios integrantes del Equipo Diocesano y del Equipo Coordinador Nacional no reciben
sueldo ni ingreso alguno por el servicio que prestan. Tanto el Equipo Coordinador Nacional como
el Equipo Diocesano y de Sector, deberán informar de sus ingresos y gastos.
Es también conveniente precisar que en este proceso financiero del MFC, el dinero aportado
por cada matrimonio miembro tiene una distribución parcial en cada una de las estructuras del
MFC, pues una parte se destina a los gastos del sector, otra a los de la diócesis y otra que
administra el Equipo Coordinador Nacional que a su vez contribuye para el Secretariado de
Latinoamérica
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 53 de 54│
│Movimiento Familiar Cristiano │ Curso │ Capacitación Integral Progresiva II │
│ Elaboró: ECN 2010-2013 │ Revisó y Validó: Matrimonio Secretario Nacional de Área IV 2013-2016 │ Versión: 02 │ Fecha: 20-MAYO-2013 │ Hoja: 54 de 54│