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2023
INTRODUCCIÓN

Desde el momento en que nacemos, usamos nuestro oído para entender el


mundo que nos rodea. El oído nos ayuda a conectarnos con nuestras familias y
nos permite escuchar, hablar y comunicar nuestras necesidades.
La investigación tiene como puntos importantes como primer capítulo el sentido
auditivo detallando el concepto, partes y su importancia; en el capítulo II el
sentido del tacto detallando también el concepto, partes, función y capítulo III la
relación del sentido auditivo y tanto con el cerebro.

CAPÍTULO I
SENTIDO AUDITIVO

1.1 Concepto
El sentido del oído o audición es uno de los cinco sentidos a través de los
cuales el ser humano y los animales perciben la realidad circundante. La
audición depende del órgano del oído, capaz de captar vibraciones
sonoras en el aire a su alrededor que oscilen entre los 20 y 20.000
hercios (Hz), es decir, una inmensa gama de sonidos diferenciados, que
se clasifican en base a una escala logarítmica de presiones (decibelios).
El oído consta de tres partes diferentes, que funcionan conjuntamente
para captar sonidos y transmitírselos al cerebro: el oído externo, el oído
medio y el oído interno.

1.2 Función del sistema auditivo


La audición es un proceso complejo, que involucra tanto elementos
externos, como procesos fisiológicos del cuerpo, a lo largo de dos
sistemas auditivos:
 Periférico: Es el oído que capta los sonidos.
 Central: Es el sistema nervioso que los interpreta.
El punto de inicio, lógicamente, es la producción de ondas sonoras por
algún fenómeno de la realidad, y su transmisión por el aire hasta los
pabellones externos de las orejas, que operan como antenas de
recepción del sonido, conduciendo las ondas sonoras hacia su interior, a
través del conducto auditivo.
Las ondas sonoras llegan así al tímpano, que es una membrana flexible
capaz de vibrar de acuerdo al sonido percibido.
Finalmente, el sonido moviliza los líquidos contenidos en la cóclea
(llamados perilinfa y endolinfa) y también a las células ciliadas que hay en
su interior, encargadas de transformar la vibración percibida en
información nerviosa que se envía al cerebro a través del nervio
auditivo.

1.3 Partes del sentido auditivo

Oído externo: atrapar sonidos 


El oído externo está formado por el pabellón auditivo (también conocido
como pabellón auricular o pabellón de la oreja) y el conducto auditivo.
Los pabellones auditivos son las partes visibles que tenemos a ambos
lados de la cabeza. Están compuestos por cartílago duro cubierto de piel.
La principal función del pabellón auditivo consiste en captar sonidos y
conducirlos hacia el conducto auditivo, que conecta con el oído medio.
Las glándulas de la piel que recubren el interior del conducto auditivo
fabrican cera o cerumen, que protege este conducto, eliminado la
suciedad y ayudando a prevenir posibles infecciones. 
El oído medio: buenas vibraciones

El oído medio es una cavidad llena de aire que transforma las ondas
sonoras en vibraciones y las transmite al oído interno. El oído medio está
separado del oído externo por el tímpano, o membrana timpánica, una
fina capa de tejido que se extiende a través del conducto auditivo. Los
sonidos golpean el tímpano, haciendo que se mueva. 
Este movimiento genera una vibración en tres huesos muy pequeños del
oído medio conocidos conjuntamente como "cadena de huesecillos" u
osículos: Los huesecillos son:
 el martillo, que está unido a tímpano
 el yunque, que está unido al martillo
 el estribo, que el hueso más pequeño de todo el cuerpo y está en
contacto con el yunque. 
El oído interno
Las vibraciones de la cadena de huesecillos del oído medio se convierten
en impulsos nerviosos dentro del oído medio. El oído medio consta de la
"cóclea" (o laberinto) y de los canales semicirculares. La cóclea, en
forma de caracol, transforma las vibraciones del oído medio en impulsos
nerviosos. Estos impulsos viajan hasta el cerebro a lo largo del nervio
coclear, también conocido como nervio auditivo. 

1.4 Importancia del órgano del oído


La importancia del órgano del oído para el cuerpo humano es muy
relevante, como compleja e importante.
El oído recibe información sonora y la transmite al cerebro quien la
analiza y de esta manera, nos permite comunicarnos con el entorno que
nos rodea.
El oído es un órgano frágil al que hay que tenerle un cuidado particular, ya
que los daños en él, pueden causar pérdidas auditivas que pueden
acarrear consecuencias irreversibles como la sordera.

1.5 Cuidados del oído


Los cuidados de la audición y del oído son relativamente simples, y
pueden resumirse en lo siguiente:
 Evitar la exposición a ruidos demasiado intensos o a muy alto
volumen, tanto en el entorno habitual como durante el uso de
auriculares.
 No introducir objetos en el canal auditivo, ni siquiera para limpiarlo.
El cerumen cumple roles naturales de defensa y debe ser retirado
únicamente el exceso que se encuentre en las porciones más
externas del oído.
 Mantener una higiene regular del pabellón de las orejas, y evitar
introducir en el canal auditivo sustancias tóxicas, irritantes o de
cualquier otra naturaleza.
 Utilizar protección auditiva cuando sea inevitable exponerse a ruidos
intensos, sobre todo durante períodos prolongados.
 Visitar al médico en caso de alteraciones auditivas o dolencias de
cualquier tipo. Las infecciones auditivas pueden ser fuente de
pérdida de audición.
CAPITULO II
SENTIDO TACTO

2.1 Concepto
Se conoce como tacto o sentido del tacto a uno de los cinco sentidos
mediante los cuales el ser humano (y muchos otros animales)
puede percibir la realidad circundante, específicamente en términos de
presión, temperatura, dureza y textura.

2.2 Función del sentido de tacto


El tacto es el producto de un complejo entramado de terminaciones
nerviosas que recorren nuestra piel y nuestro cuerpo, recopilando
información sensorial respecto a nuestro entorno exterior, pero también al
interior de nuestro cuerpo.
El impacto de las fuerzas externas en nuestro cuerpo, pero también las
sensaciones de dolor, movimiento o incomodidad a lo interno, a través de
las cuales el cuerpo se percibe a sí mismo.
La red de nervios está presente entre la epidermis y la dermis, y se
compone de un inmenso ejército de receptores diferentes, cada uno
especializado en un cierto tipo de estímulos y percepciones. De ese
modo, la sensibilidad táctil abarca tres tipos de percepciones
diferentes, que llegan al cerebro a través de vías nerviosas diferentes:
 Sensibilidad protopática. Se trata de la forma más primitiva y difusa
del tacto, que establece poca o ninguna diferencia entre sus
estímulos, pero al mismo tiempo es la más rápida en ser percibida.
Normalmente se ocupa de estímulos burdos o poco delicados, como
el calor o frío extremo, el dolor y el tacto brusco, que el sujeto no
puede ubicar con exactitud en su cuerpo, pero a los que reacciona
de inmediato.
 Sensibilidad epicrítica. Se trata de una forma mucho más refinada del
tacto, localizada, exacta y con alto nivel de diferenciación entre
estímulos, como la capacidad de reconocer formas y tamaños.
Normalmente para manifestarse debe inhibir la sensibilidad
protopática hasta cierto punto.
 Sensibilidad termoalgésica. Se trata del sentido táctil vinculado con
la temperatura (sensibilidad térmica) y el dolor (sensibilidad algésica).
En los tres casos, los estímulos nerviosos son recogidos por sus
respectivas terminaciones nerviosas y transmitidas por distintas vías
(conductos nerviosos) al encéfalo, en donde son procesadas y se genera
una reacción. En ello, la médula espinal cumple un rol vital centralizando
los distintos estímulos sensoriales.

2.3 Partes del tacto

La piel está compuesta por varias capas de tejido de distinta naturaleza, y


que cumplen roles distintos en la percepción táctil. Dichas capas son:
 La epidemis. Se trata de la capa más externa de la piel, esa que
solemos percibir a simple vista, y que funciona como una envoltura
protectora, resistente al agua, del resto de las capas del cuerpo
humano. En ella es donde se acumula la melanina, pigmento que
nos protege de la radiación UV y que da color a nuestra piel, y
también es donde se encuentran los primeros receptores táctiles.
 La dermis. Se trata de la capa más profunda de la piel, que subyace a
la epidermis, y en ella abundan los vasos sanguíneos, las glándulas
sebáceas y sudoríparas, y el grueso de los receptores táctiles y sus
respectivas terminaciones nerviosas. Además, es la capa encargada
de reemplazar las células muertas de la epidermis.
 El tejido subcutáneo. Todavía más profundo en nuestro cuerpo se
hallan los tejidos que van por debajo de la piel, compuestos por
grasas (que actúan como aislantes y como cojinetes para proteger
los tejidos internos) y también tejidos conectivos que mantienen
todos los demás tejidos y órganos unidos entre sí. A este nivel se
encuentran los receptores táctiles más profundos, muchos de los
cuales se encargan de la percepción interna del cuerpo.
2.4 Cuidados del sentido del tacto
Para cuidar el sentido del tacto hace falta, precisamente, cuidar
la salud de la piel y de las mucosas del cuerpo. Ello se lleva a cabo
mediante consideraciones como las siguientes:
 Mantener una higiene regular de la piel y de los tejidos sensibles, a
través del baño y secado, pero evitando el uso de productos químicos
invasivos, irritantes o excesivos.
 Proteger la piel de la deshidratación mediante la aplicación de cremas
hidratantes o mediante el consumo abundante de agua, y protegerla
de la radiación ultravioleta mediante bloqueadores solares o
simplemente controlando la exposición al sol.
 No exponer la piel a productos químicos, irritantes, combustibles u
otras reacciones que puedan destruir o debilitar la epidermis.

2.5 Relación del tacto y sentido de audición con el cerebro


El sentido del tacto. El sentido del tacto es como un toque del
cerebro. Los receptores táctiles envían información a las neuronas del
sistema nervioso central. La mayoría de las señales del tacto viajarán
hasta el cerebro antes de que se puedan procesar y comprender. Luego
formamos una respuesta adecuada al estimulo.
La corteza auditiva primaria o A1 es la región del cerebro humano
responsable del procesamiento de la información auditiva. Se localiza en
el lóbulo temporal, concretamente en las circunvoluciones transversas o
área de Heschl.
Ejemplo
Cuando se pide a alguien que imagine la diferencia entre tocar un objeto
frío de metal y la piel caliente de un gatito, la mayoría de la gente admite
que puede, literalmente, sentir las dos sensaciones en su mente.
Los resultados muestran que «imaginar el tacto con la mente» activa las
mismas partes del cerebro que cuando la experiencia es de tacto real. Los
cerebros humanos capturan y almacenan las sensaciones físicas, y luego
pueden reproducirlos cuando ven la imagen correspondiente.
Sentido Auditivo
El vínculo es similar entre las áreas visual y auditiva del cerebro, este
grupo de investigación utilizó escáneres de resonancia magnética
cerebrales, especialmente programados para explorar la interacción entre
la memoria y los sentidos.
CONCLUSIÓN

 Con el tacto, el cuerpo percibe el contacto con las distintas sustancias,


objetos, etcétera.
 La función de la piel es vital para el organismo: emite señales hasta el
sistema nervioso informando sobre cualquier agresión mecánica, térmica
o química.
 El oído es el órgano responsable de la audición y el equilibrio, y
está compuesto por mecanorreceptores quienes captan las vibraciones y
las transforman en impulsos nerviosos que irán hasta el cerebro, donde
los estímulos serán interpretados.
 La captación de los olores es el primer paso de un proceso que continúa
con la transmisión del impulso a través del nervio olfativo y acaba con la
percepción del olor por el cerebro.

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