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Arturo Belano se detiene al ver un cartel que pregunta sobre mujeres desaparecidas en la Ciudad de México. Esto lo lleva a recordar su época como poeta y su búsqueda de su amigo Ulises Lima. Decide dedicarse a buscar a las mujeres desaparecidas en vez de a Ulises, lo que lo sumerge más en las profundidades de la ciudad y la sociedad para enfrentar la corrupción y la injusticia que permitieron la tragedia, mientras continúa buscando respuestas y pistas. Poco a poco, sus
Descripción original:
Continuación ficticia de un fragmento de la novela de Bolaño
Arturo Belano se detiene al ver un cartel que pregunta sobre mujeres desaparecidas en la Ciudad de México. Esto lo lleva a recordar su época como poeta y su búsqueda de su amigo Ulises Lima. Decide dedicarse a buscar a las mujeres desaparecidas en vez de a Ulises, lo que lo sumerge más en las profundidades de la ciudad y la sociedad para enfrentar la corrupción y la injusticia que permitieron la tragedia, mientras continúa buscando respuestas y pistas. Poco a poco, sus
Arturo Belano se detiene al ver un cartel que pregunta sobre mujeres desaparecidas en la Ciudad de México. Esto lo lleva a recordar su época como poeta y su búsqueda de su amigo Ulises Lima. Decide dedicarse a buscar a las mujeres desaparecidas en vez de a Ulises, lo que lo sumerge más en las profundidades de la ciudad y la sociedad para enfrentar la corrupción y la injusticia que permitieron la tragedia, mientras continúa buscando respuestas y pistas. Poco a poco, sus
Nombre: Paúl Trelles 23 de diciembre Mientras caminaba por las calles de la Ciudad de México en un día frío de diciembre, Arturo Belano se detuvo en seco al ver un cartel en una pared: "¿Dónde están las mujeres desaparecidas?". Recordó la época en que él y su amigo Ulises Lima se dedicaban a la poesía, y cómo la búsqueda de Ulises lo había llevado a lugares inesperados en su ciudad. Con los ojos fijos en el cartel, Arturo pensó en todas esas mujeres que habían desaparecido sin dejar rastro. Pensó en cómo la sociedad había fallado en protegerlas, y en cómo la búsqueda de la verdad sobre su destino había sido desalentadora para muchas familias. Decidió que, en vez de buscar a Ulises, se dedicaría a buscar a esas mujeres desaparecidas. Llegando a esa determinación, Arturo inició una nueva búsqueda que lo llevó a adentrarse aún más en las profundidades de la ciudad y de la sociedad, enfrentando a aquellos que intentaron detenerlo y luchando contra la corrupción y la injusticia que habían permitido que esa tragedia ocurriera. El poeta incansablemente siguió buscando respuestas, averiguando información útil para poder encontrar pistas. Poco a poco, sus investigaciones lo pusieron en contacto con otras personas que se dedicaban de una u otra forma a denunciar la situación en la ciudad por la desaparición de muchas mujeres. En ese día de diciembre, mientras seguía buscando, se prometió continuar la lucha, sabiendo que había mucho por hacer en esa ciudad, que las mujeres desaparecidas esperaban que se luchara por ellas y que, como cualquier poeta, debía dar voz a los que no la tenían. Universidad de Cuenca Facultad de Filosofía y Letras Nombre: Paúl Trelles 17 de abril Abrí los ojos y me levanté, mis pensamientos aún turbados tras la noche anterior en la que había visitado una exposición de arte subterráneo. Sentía que había adquirido un nuevo conocimiento, un secreto sobre la vida que los demás ignoraban totalmente. Traté de levantarme de la cama, pero estaba agotado, así que decidí volver a dormirme. Sin embargo, algo me impulsó a levantarme, así que encendí la radio esperando encontrar algo que pudiera distraerme de mis pensamientos. Pero en vez de eso, me topé con la terrible noticia de que otro asesinato había ocurrido en Guayaquil y, por si fuera poco, se trataba de un sicariato. Sentí una mezcla de enojo y tristeza al pensar en qué clase de mundo vivimos, en el que la violencia parece ser algo normal. Tratando de escapar de esa realidad, cambié de estación y escuché a locutores de radio hablando sobre un tal Guillermo Lazo, que no hacía nada y ganaba mucho dinero. Ese comentario me pareció tan absurdo e injusto, que decidí hacer algo al respecto. Comencé a escribir poesía que hablaba de la realidad de nuestras ciudades y del mundo en el que vivimos. Me dediqué a la palabra, consciente de que las palabras escritas son un medio para cambiar la realidad, aunque sea un poco. Así, la poesía infrarrealista se convirtió en mi forma de resistencia contra un mundo injusto y corrupto. El mundo puede ser cruel e incomprensible, pero seguí escribiendo, tejiendo mis letras con la esperanza de que un día, alguien escuchara mi voz. La poesía siempre ha sido mi camino, mi modo de resistencia, y seguiría siéndolo a lo largo de toda mi vida.