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Sistema feudal:
Este sistema fue usado entre los siglos X – XIV, si bien los siervos al igual que los
esclavos estaban dedicados a las tierras y no recibían algún salario, la diferencia
es que los esclavos eran tratados como mercancía. Los siervos del sistema feudal,
no podían ser vendidos, ya que eran parte de las labores del campo y trabajaban
para servicio del feudal. La esclavitud fue eliminada hasta el siglo XIX en los
países occidentales después de los pensamientos que dejó la revolución francesa.
De esa manera los hijos que nacían de esclavos, nacían libres.
Sistema Mercantilismo:
Se tenía la creencia que los países que tuvieran más metales preciosos
acumulados eran los más ricos y prósperos. De influencia colonial, la idea de que
entre más metales preciosos acumulara era el mejor país inundó la edad moderna.
Para el siglo XIV, el ministro de finanzas de Luis XIV había desarrollado la practica
de impulsar a las empresas agrícolas e industriales de Francia con créditos y
demás facilidades, mientras se aseguraba de poner restricciones a las
importaciones.
Sistema Capitalista:
Es lo contrario del socialismo, entre el siglo XVIII – XIX el mercado sirve como
mecanismo y de ahí se asignan recursos escasos de una manera eficiente y con
se usa el capital como fuente para generar riquezas. Con la titularidad de los
recursos productivos son de carácter privado. Lo principal sería el trabajo y el
capital, entonces se propone que el trabajo se de y a cambio se reciba un salario
monetario, aceptado por los trabajadores. Los aumentos de capital mediante
inversión ayudan a lograr riquezas y al aumentar las riquezas aumentan los
recursos. En este sistema los más beneficiados son los que pueden consumir, es
decir capitalistas y los obreros de los capitalistas.
Sistema Socialista:
Entre los años 1917-1989, un sistema que centra sus bases en defensa de la
propiedad colectiva o mejor conocida como propiedad privada. La idea es liberar a
la población de clases sociales y repartir las riquezas con equidad. La economía
debería ser planificada y los medios de producción del Estado, quién media los
mercados y protege a los ciudadanos intentando garantizar justicia social. Es el
contrario al Capitalismo.
Referencias bibliográficas: