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RECURSO CONTRA LAS SENTENCIAS DICTADAS POR LOS TRIBUNALES DE

REESTRUCTURACION Y LIQUIDACION DE EMPRESAS Y PERSONAS FISICAS.

La Ley de Reestructuración y Liquidación de Empresas y Personas Físicas


Comerciantes No. 141-15 es la normativa que establece el procedimiento para la
reorganización y liquidación de empresas y personas físicas comerciantes en la
República Dominicana. En este contexto, los tribunales de reestructuración y
liquidación de empresas son los encargados de llevar a cabo estos procedimientos y
dictar sentencias en consecuencia. Sin embargo, estas sentencias pueden ser
objeto de recursos, estas cortes están compuestas por tres jueces donde uno de
ellos es el presidente, quien es competente territorialmente hablando según lo
establece la ley, se rigen por las reglas previstas para la corte de apelación de la
jurisdicción civil y comercial.

Contra las sentencias dictadas por los tribunales de reestructuración y liquidación de


empresas y personas físicas comerciantes cabe recurso de apelación ante la Corte
de Apelación correspondiente en el plazo de 10 días hábiles desde la notificación de
la sentencia. Este recurso tiene como objetivo revisar las sentencias impugnadas y
corregir posibles errores en su aplicación del derecho o en la valoración de las
pruebas. Es importante saber que la apelación no es una nueva instancia de juicio,
sino que se limita a revisar la sentencia impugnada y decidir si debe ser confirmada
o modificada.

Los tribunales de reestructuración y liquidación de primera instancia estarán


compuestos por salas, al momento de su creación contará al menos con una sala,
pero el poder judicial, en atención al volumen de trabajo podrá crear salas
adicionales. Como se dijo anteriormente cada sala estará integrada por un juez,
quien tiene la competencia territorial que establece la ley. Otras características de
estos tribunales son establecidas por la constitución y las leyes para los juzgados de
primera instancia en materia civil y comercial.
En cuanto al recurso de apelación contra las sentencias dictadas por el Tribunal de
primera instancia de reestructuración y liquidación, el artículo 193 sostiene lo
siguiente: “Sin perjuicio de los demás casos indicados en esta ley, Pueden ser
recurridas en apelación las siguientes decisiones: i) por parte del deudor o
cualquiera de los acreedores: la que estatuye sobre la apertura del procedimiento de
liquidación judicial. ii) Por parte de los acreedores: las decisiones que estatuyen
sobre la caducidad en el reconocimiento de las acreencias. iii) Por parte del deudor,
cualquiera de los acreedores o del asesor de los trabajadores: las que estatuyen
sobre el plan de reestructuración o el procedimiento de liquidación judicial iv) Por
cualquier parte que demuestre calidad e interés legítimamente protegido”.

LOS RECURSO ANTE LA JURIDICCIO INMOBILIARIA

La Ley 108-05 del 23 de marzo del 2005, modificada por la Ley 52-07 del 7 de
agosto del 2007, sobre Registro inmobiliario, establece los recursos con que se
pueden atacar las decisiones administrativas de los órganos que integran la
jurisdicción Inmobiliaria. En tal virtud, en su artículo 74, define los recursos contra
las actuaciones administrativas de la jurisdicción Inmobiliaria como aquella acción
contra un acto administrativo dictado por los órganos administrativos y técnicos de la
Jurisdicción Inmobiliaria, así como los que se ejerzan contra resoluciones
administrativas de los tribunales de la jurisdicción Inmobiliaria.

En esta jurisdicción existen recursos para atacar las Resoluciones administrativas


dictadas por los jueces de jurisdicción original, que no han sido previstos para las
demás materias tratadas conforme lo establecen los artículos desde 74 hasta 77 de
la Ley 108-05 que son los siguientes: la Solicitud de reconsideración, recurso
Jerárquico y Recurso jurisdiccional.

El recurso jerárquico es una vía de derecho abierta a las partes que han participado
en la solicitud de reconsideración y que no están conformes con la decisión dictada
por el órgano que conoció la solicitud de reconsideración con el objeto de hacer
revocar o modificar aquella decisión. Este recurso se interpone ante el órgano
inmediatamente superior al que dictó el acto o la resolución recurrida, mediante una
instancia en revisión.

Recursos Contra las Actuaciones Administrativas en el Registro de


Títulos en la República Dominicana

El sistema de Registro de Títulos en la República Dominicana, regulado por la ley


108-05, es un instrumento legal fundamental para la seguridad jurídica de las
transacciones inmobiliarias. A través de su estructura administrativa, compuesta por
los Registradores de Títulos, el Director Nacional de Registro de Títulos, las
Direcciones Regionales y la Dirección Nacional de Mensuras Catastrales, este
sistema busca garantizar la correcta aplicación de la ley y la eficacia de sus
resoluciones. No obstante, es inevitable que en su funcionamiento se puedan
producir actuaciones que sean consideradas perjudiciales por los ciudadanos, por lo
que la ley establece diversos recursos para su impugnación.

En primer lugar, destaca la figura de la Solicitud de Reconsideración, prevista para


los actos definitivos emitidos por un Registro de Títulos. Esta solicitud permite que el
afectado solicite la modificación de la actuación que considera perjudicial. Se
interpone por escrito, cumpliendo con una serie de requisitos formales y se debe
presentar en el plazo de quince días desde la publicidad de la actuación. Este
recurso tiene como objetivo principal que el Registro de Títulos revise y conozca de
nuevo el asunto, produciendo tanto el efecto suspensivo como el devolutivo.

En segundo lugar, se encuentra el Recurso Jerárquico, que procede contra los actos
de los Registradores de Títulos producto de una Solicitud de Reconsideración. Este
recurso se interpone ante el órgano jerárquicamente superior, el Director Nacional
de Registro de Títulos, en el plazo de quince días desde que queda habilitado. Al
igual que la Solicitud de Reconsideración, el Recurso Jerárquico persigue la
reformación o revocación del acto recurrido y mantiene suspendida la ejecución de
este.

Por último, cabe destacar el Recurso Jurisdiccional, previsto contra las decisiones
del Director Nacional de Registro de Títulos. Este recurso se interpone por ante el
pleno del Tribunal Superior de Tierras, en cuya jurisdicción territorial se encuentre
radicado el Registro de Títulos que emitió el acto recurrido en reconsideración. El
plazo para interponer este recurso es de treinta días. Con este recurso se persigue
la reformación o revocación del acto o resolución atacada, produciendo tanto el
efecto suspensivo como el devolutivo.

Además de los recursos antes citados, se contempla la Revisión por Causa de Error
Material contra las actuaciones de los Registradores de Títulos. Este recurso tiene
un carácter administrativo y es procedente cuando el error contenido en una
actuación no modifica la esencia del derecho, ni su objeto, ni sujeto, ni su causa,
que es fruto de un error tipográfico, de una omisión, o de una contradicción.

En cuanto a las actuaciones administrativas de las Direcciones Regionales de


Mensuras Catastrales y de la Dirección Nacional de Mensuras Catastrales, también
se pueden impugnar mediante el Recurso Administrativo. Este recurso debe
presentarse por escrito y contener los elementos requeridos por la ley.

Acciones Directas de Inconstitucionalidad, Control Difuso, Acción


de Amparo y Recursos ante el Tribunal Constitucional

El poder del Tribunal Constitucional y la independencia de los poderes del Estado


son aspectos fundamentales en el sistema jurídico de un Estado democrático de
derecho. En la República Dominicana, el Tribunal Constitucional, como parte del
Poder Judicial, desempeña un papel crucial en la protección de la Constitución y en
la defensa de los derechos fundamentales de los ciudadanos.

El Tribunal Constitucional tiene competencia para conocer diversas acciones y


garantizar el respeto a la supremacía de la Constitución. Entre estas acciones se
encuentran las acciones directas de inconstitucionalidad, el control difuso, la acción
de amparo y los recursos ante este tribunal.

Las acciones directas de inconstitucionalidad constituyen un mecanismo a través del


cual se impugnan leyes, decretos, reglamentos, resoluciones y ordenanzas que se
consideran contrarios a la Constitución. Estas acciones pueden ser presentadas por
el presidente de la República, una tercera parte de los miembros del Senado o de la
Cámara de Diputados, así como por cualquier persona con interés legítimo y
jurídicamente protegido. El Tribunal Constitucional tiene la facultad de declarar la
inconstitucionalidad de estas normas y, en consecuencia, anularlas.

El control difuso de constitucionalidad, por su parte, permite a los demás tribunales


del orden judicial examinar y decidir sobre la inconstitucionalidad de una ley,
decreto, reglamento o acto en los casos que llegan a su conocimiento. Esto implica
que los jueces y tribunales tienen la responsabilidad de velar por la supremacía de
la Constitución en los asuntos que se les presenten.

En cuanto a la acción de amparo, esta es una herramienta fundamental para


proteger los derechos fundamentales de las personas. Permite a los ciudadanos
recurrir al Tribunal Constitucional cuando consideran que sus derechos han sido
vulnerados o amenazados por acciones u omisiones de autoridades públicas o
particulares. El Tribunal Constitucional tiene la potestad de garantizar el
restablecimiento de los derechos vulnerados y tomar medidas para prevenir su
violación en el futuro.
Además de estas acciones, el Tribunal Constitucional también conoce recursos
presentados ante él en el ejercicio de su competencia. Estos recursos pueden estar
relacionados con conflictos de competencia entre los poderes públicos u otras
materias establecidas por ley.

El procedimiento para interponer una acción directa de inconstitucionalidad ante el


Tribunal Constitucional exige que se presente un escrito ante la secretaría del
tribunal, en el cual se expongan los fundamentos de la acción y se señalen los
reparos o agravios que los actos o normas cuestionados infringen a la Constitución.
Una vez presentada la acción, se notifica al Procurador General de la República y a
la autoridad que emitió la norma o acto impugnado, quienes tienen un plazo para
manifestar su opinión al respecto.

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