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Gopes A Mi Puerta Pag 33 A 36
Gopes A Mi Puerta Pag 33 A 36
Ana le ha abierto y él sale. Luego ella viene a abrir la puerta que da al interior y se sienta
Ana: ¿Oyó?
Pablo: Bastante.
Ana: Usted tenía razón. Es como si estuviera pidiendo que usted escapara con discreción.
Afuera, súbitamente, ruido de varios motores que se ponen en marcha, órdenes y movimiento.
Pablo: ¿Y eso?
Ana (abriendo la puerta para que salga Pablo): Cerone me insinuó que lo haría.
Úrsula (mientras Pablo se asoma): ¿Cómo que te insinuó? ¿Qué es lo que insinuó?
Pablo: Cerone quiere que yo salga de aquí para no tener líos con el obispo.
Úrsula (a Pablo): Pues usted se queda aquí hasta que venga Corina. ¿Entendido?
Ana (tomando y vaciando la bolsa de las compras... De pronto, alarmada.) ¡Úrsula! ¿Qué es
esto? ¿cigarrillos?
Úrsula (se da cuenta, pero quiere negarle importancia): ¿Cómo? Si lo hice, más que nada por
darle rabia a la arpía. Estaba ahí esperando y le dijo a don Braulio: "a mí véndame el paquete
Úrsula: ¿Qué pasa? Fue para darle rabia a Amanda. ¿Qué piensan? ¡No me miren así!
Ana: Ya está hecho, Úrsula. Vete ya al hospital. Ten cuidado con todo. Y por favor, dile al
Ana: No voy a meterlo en nada. Quiero confesarme. Y vete a Quiñones a buscar a Corina.
Úrsula, deprimida, abre y sale. Ana pasa cadena y seguro. Se produce un instante de
silencio.
Pablo: Creo que ya no puedo esperar a esa hermana. Será mejor irme cuando sea de noche, de
cualquier manera.
Pablo: Ahora tienen casi la prueba. A pesar de todo, por lo menos tendrían que requisar en
serio.
Pablo: ¿No convendría detener a su amiga? ¿Para qué irse hasta allá?
Ana: Prefiero alejarla y que no tenga nada que ver con esto. Mejor para ella, ¿no cree?
Silencio. El la mira.
Pablo: Sí, saldré esta noche. (Pausa.) Hubo un héroe bíblico que obligó a detenerse el sol,
Ana: Compadezco de veras a los que no tienen fe. ¿Sabe qué quiere decir eso? La posibilidad
Ana: Por dar testimonio de la justicia. No es nada mala muerte para un cristiano.
Fuertísimos golpes en la puerta. Ambos se miran, con la sensación de que van a enfrentarse
a lo definitivo.
Ana: ¡Entre!