Está en la página 1de 18

Guion resumido Ña catita

ACTO PRIMERO

ESCENA 1: Jesús y Rufina

Jesús: Hay mujer que no entiendes que mi hija se tiene que casar con Manuel.

Rufina: Dale la burra al trigo!! Que no entiendes tú que Don Alejo es buen partido para nuestra
hija y dime tú.. ¿Que futuro tendría con ese pordiosero?

Jesús: Mujer yo conocí a su padre y me lo encargo, lo quiero como un hijo, es un chico de bien y
humilde.

Rufina: Ya acabaste?

Jesús: Acabe! No te contenta?

Rufina: Pero queda claro que mi hija se ha de casar con Don Alejo, no con un monstruo
estrafalario.

ESCENA 2: Rufina, Jesús y Alejo

Rufina: ¡Don Alejo! (sorprendida)

Jesús: Sin vergüenza...

Rufina: Hágame usted el favor de callarse tenga mas discreción.

Alejo: Hola Madame.

Jesús: Soy capaz de matar a ese hombre.

Rufina: Baja la voz. Oh! Don Alejo que letrae por aquí?

Alejo: Muy bien Madame y Usted?

Rufina: Ahí tirando con la tos.

Alejo: Abríguese que de una muerte precoz nadie esta libre.

Jesús: Y yo sufro con todo lo de esta mujer.

Alejo: ¿Y Usted Guapetón?

Jesús: Si Señor.

Alegro: Me alegro mucho.

Jesús: Gracias.

Alejo: Según lo que estoy viendo ¿Quien usa ya ese ropaje español? Parece que Usted viviera en
los tiempos de Godoy. Jesús: Yo me visto como quiero

Rufina: Que respuesta cuando no este hombre...


ESCENA 3: Alejo y Rufina

Alejo: ¿Julieta está aquí o salió?

Rufina: Por ahí debe andar esa muchacha.

Alejo: Siempre tan linda ella.

Rufina: Favor que Usted le hace.

Alejo: Eso y mucho más merece.

Rufina: Gracias.

Alejo: Pues como no decirlo si heredo toda la belleza de su madre.

Rufina: Usted me averguenza.Alejo: ¿Y que hace Juliana?

Rufina: Donde andará esta muchacha voy a llamarla. ¡Julieta...!

Alejo: No hay apuro luego tendré el honor de presentarme hacia ella

ESCENA 4: Juliana, Rufina y Alejo

Juliana: Mamita ¿Usted me llamó?

Rufina: ¡A buena hora te apareces! Te llamé porque el Señor ha preguntado por tí.

Juliana: ¿Por mí?

Rufina: !Que respuesta! ¿Por quién más va a ser?

Juliana: Como nadie me visita...

Alejo: Disculpen ustedes todo esto lo hace el sentimiento yo a su edad era lo mismo, mire Ud.
una ocasión anduve tras una dama tras una dama como un gorgojo en arroz, con el fin que
pudiera conquistarla y al verla me sentía nervioso.

Rufina: (Diciéndole a Juliana) Mira Don Alejo está diciendo que te ama.

Alejo: En cuanto al caso todos han sentido el aguijón del amor sufrieron el voraz fuego que arde
al corazón.

Juliana: Agua que este hombre se quema.

Alejo: Juliana mía! más brillante está Usted hoy.

Rufina: Contesta Juliana.

Alejo: Déjela Usted quien calla otorga.

Rufina: Ay amigo como esta niña no hay dos no se a quién diablos salió

Alejo: ¡Eh Bien! queda a mi cuidado yo haré que lea a autores modernos que hablan sobre
educación.
Rufina: Muy bien y el canto y el baile y otras así.

Alejo: No hay coreógrafo cual yo y en el canto ¡Oh! es donde yo hago furor.

Juliana: !Que hombre tan simplón!

Rufina: Muy feliz va a ser Juliana a su lado.

Alejo: Con tal madre y tal esposa nadie más feliz que yo! En fin Madame, me marcho. Divina
Julieta, adiós.

Juliana: Adiós caballero

Rufina: Este hombre vale un Perú!

ESCENA 5: Rufina y Catita

Rufina: !Oh Ña Catita! (sorprendida)

Catita: Déjame que vengo muerta. ¡Ay Jesús!

Rufina: ¿Cómo está Usted?

Catita: Con un dolor de cabeza que no veo.

Rufina: Habrá Usted estado metida hasta ahora en la iglesia.

Catita:¿Que quiere hijita que haga? El señor me de paciencia. Y Rufina ¿Como va todo por acá

Rufina: Cada día mas terco Ahora he tenido una fuerte pelea con Él, pero para nada, es mas
duro que una peña. Catita: ¡Que trabajo! Como siento que este hombre te atormenta pero ya se
compondrá. Un momento ahora no está mi cabeza para nada... Ay! Ay! Ay...!

Rufina: ¿Que es eso? ¿Le ha dado a Usted la Jaqueca?

Catita: No te preocupes son las que me han de quitar la vida. Y que tal con que tu marido te
trata como negra. ¡Que desgracia!

Rufina: Hay Ña Catita cada día me pesa más haberme unido a Él....

Catita: No hay mal que por bien no venga.

Rufina: Yo sola tengo la culpa me casé a ojos cerrados tan solo cuando tenía 15 años una niña
inexperta. Bien merecido me esta. Bastante me costó la ansia de tener marido

Catita: Bueno hija te deseo todo lo mejor con tu marido, pero hablando de otra cosa ¿Malena
peleo ayer con su marido? La puso, hija, como nueva. ¡ Serrano había de ser ¡ daba compasión el
verla. Uy no sabes…!

Rufina: Pero que desvergüenza!

Catita: Pero ya se ve, si tiene también tan poca cautela, pero hija por vida tuya No sea que esto
se sepa.
Rufina: ¡Cómo ña Catita!

Catita: ¡Ay, hija! Yo no quiero que me metan en cuentos. ¡Pobre de mí! ... Y julianita donde está
que cara muestra cuando ve a Don Alejo.

Rufina: Ni lo piensa la muy caprichosa. Ahora, hace poco, estuvo aquí Don Alejo a hablar con
ella y hubiera visto Usted, que palabrotas tan secas respondía.

Catita: Don Alejo es un partido que así nomas no se encuentra. Cuantas darían de santos como
una piedra.

Rufina: Mírale Usted, aquí viene.

Catita: ¡Que lastima que se pierda!

ESCENA 6: Juliana, Rufina y Catita

Juliana: ¿Me llamaba Usted mamita?

Rufina: ¿Dónde te fuiste muchacha? Parece mujer maldita que estuvieras con caracha. Si no me
dijese amores no le mostrara entrecejo.

Catita: Habla menos de ese sujeto tan instruido, que dentro poco sera tu marido!

Juliana: ¿Mi marido?

Rufina: ¡Sí señor! ¡No empieces a incomodarme! Juliana

Juliana: A ver yo no tengo amor no podré nunca ligarme.

Rufina: ¿No la oye usted? ¡Si me está provocando esta insolente!

Juliana: Madre entienda no lo amo, no lo amo mamá perdone usted que le hable así, pero
casarme con Él sería hacerme infeliz.

Rufina: Que tal pues mírela Ud. ¡Cuánto sabia! ¡Si me ha dejado pasmada! ¡Que Demonio!

Catita: ¡Ave María!

Rufina: ¡Estás bien aconsejada!

Catita: Piensa Juliana pasmada! ¡Que demonio!

Catita: ¡Ave María!

Rufina: ¡Estás bien aconsejada!

Catita: Piensa Julianita tiene una casa con Todo lo necesario.

Juliana: Yo no veo lo económico, yo solo me dejo llevar por el amor, y a Él no lo amo.

Catita: A la zuela del zapato muchos Quisieran llegarle.

Juliana: Con ese matrimonio la pasaría Siempre mal.

Rufina: ¡Te casarás pese a lo que fuese! O te llevara el demonio y ten cuidado con ese tipo que
rodea por aquí ¡Dile que nunca más me ponga los pies aquí!
Juliana: Pero, mamita...

Rufina: No pienses burlarte de mí.

Juliana: Hablaré con mi padre...

Rufina: Tu padre aquí es un cero a la izquierda.

Juliana: Señora ...

Rufina: ¡Calla te digo!

Juliana: ¿Pero por qué...?

Rufina: Yo lo mando. Y oye, ¡cuidado conmigo!

Juliana: ¡Jesús! que vida! ¡Hasta cuando!

FIN DEL ACTO PRIMERO

ACTO SEGUNDO:

(JULIANA Y MERCEDES ESTAN

CONVERSANDO EN LA SALA)

ESCENA 1: Juliana y Mercedes

Juliana: Hay mercedes mi madre lo sabe todo y con rabia a reprendido mi amor y pretende
casarme con un hombre a quién tengo horror y lo peor de todo es que el consuelo si no se lo
pido al cielo ¿A quién lo voy a pedir? Todos, todos me abandonan, todos contra mí ¿Que haré
Mercedes, que haré?

Mercedes: ¿Por qué no habla usted a su padre?

Juliana: ¿Y si piensa lo mismo que mi madre? Por eso te pido que lleves el recado a Manuel y le
digas que quiero verlo.

Mercedes: Si usted se empeña, iré pues...

Juliana: Anda sí que me urge hablar con Él Dile que venga sin falta que mi madre esta que salta

Mercedes: Ya es inútil. Véalo Usted.

ESCENA 2: Juliana, Manuel y Mercedes

Juliana: ¡Dios mío! Si ahora mi madre...

Mercedes: Aquí lo tiene; pues, creo que yo estoy demás, la dejo sola con Él.

(ENTRA DON MANUEL)


ESCENA 3: Juliana y Manuel

Manuel: ¿Que pasa? ¿Por qué te asustas?

Juliana: No tengo nada.

Manuel: ¿Habré podido ofenderte en algo?

Juliana: En nada... Pensaba lo que puede el interés.

Manuel: ¡El interés! Yo no tengo otro que quererte. Tu amor me basta y tan feliz soy con el. ¿Y
tu no me amas Juliana?

Juliana: Manongo ¿Y tú no lo crees?

Manuel: Pero te siento algo inquieta.

Juliana: Escucha... ¿Alguien nos ve? (viendo por la sala)

Manuel: No nadie. ¿Qué pasa? Explícate de una vez.

Juliana: Me quieren casar.

Manuel: ¿Casarte? ¿Y con quién?

Juliana: Con Don Alejo.

Manuel: ¡Imposible! No lo puedo creer. ¿Quién te ha de querer tan mal?

Juliana: Mi madre.

Manuel: ¿Y por qué te quiere forzar así? Es injusto, es cuel!

Juliana: Me diji también que hará que nunca pusieras los pies aquí.

Manuel: ¿Y tu padre... ?

Juliana: No, mi padre no ha hablado ni mal ni bien de este asunto.

Manuel: ¡Ni lo hará! Eso muy bien lo sé. Cuando mi infeliz padre se encontraba moribundo tu
padre fue el único que cuido de mí, y me apoyo. Hablémosle Juliana!

Juliana: Ahora no... Calla después.

ESCENA 4: Juliana, Manuel y Jesús.

Jesús: ¡Hola muchachos! ¿Que pasa?

Manuel: Nada señor.

Jesús ¡Ah! Manuel necesito hablar

Manuel: Esta bien.

Jesús: Voy un momento a mi cuarto a buscar un papel ya vuelvo ¡No te vayas eh!

Manuel: No señor.
ESCENA 5: Juliana y Manuel

Manuel: Y bien Juliana ¿Qué dices ahora? ¿Lo vez? ¡Que bondad! ¿No te dije? ¿A que le temes?

Juliana: Yo nada temo, Manuel. Sl no me caso contigo, con nadie me casaré. Yo aprecio a mi
madre, pero no al extremo de hacer desgracia mi vida.

Manuel: Repíteme eso otra vez ¡Ojalá oyera tu madre esto! Ven acá dame un abrazo.

Rufina: ¡Que tal Mírelos usted! (ña Catita)

Juliana: ¡Mi madre viene!

Manuel: Que importa!

ESCENA 6: Rufina, Manuel, Juliana, Catita

Rufina: ¡Sin verguenzas!

Manuel: Señora... (la contiene)

Rufina: Suélteme.

Manuel: No se altere.

Rufina: ¿Este indecente que hace aquí señorita? ¿No he dicho que ya no pise los pies aquí? Lo
que quieren es matarme de un disgusto.

Juliana: Mamita...

Rufina: Mira, ¡Canalla! ¡Si te agarro... Verás

Manuel: ¡Deténgase usted señora.

Rufina: Calle usted.

Rufina: Vaya ¡Cochina!

Catita: Vaya!

Manuel: Yo a su hija la quiero.

Rufina: ¿Que se ha creido usted? Váyase de mi casa.

Manuel: Señora usted se propasa.

Rufina: Salga usted de aquí. Tú no te casarás con ella, NO!

Manuel: ¿Y por qué no?

Rufina: Porque ya he decidido a quién se la quiero dar.

Juliana: Contra mi gusto!

Rufina: Tú calla.

Juliana: Podrás matarme, pero disponer de mí ¡jamás!


Manuel: Señora no puedo irme, me quedaré esperando a su marido.

Rufina: Mi marido está en la calle, salga!

Manuel: No, mi señora, esta adentro Aquí lo esperaré.

Rufina: Cuidado con como me habla eh.

Catita: No le hagas caso.

Rufina: Juliana vete tu adentro.

Juliana: Ya voy.

Catita: Aquí va haber maravilla.

(TODOS SALEN DE LA ESCENA Y DON MANUEL SE QUEDA ESPERANDO A JESÚS)

Manuel: ¿A que hora saldrá su padre?

ESCENA 7: Manuel y Mercedes

Mercedes: ¡Don Manuel!

Manuel: ¿Quién es? ¡Ah! Merces ¿Que pasa?

Mercedes: Hable usted bajo.

Manuel: Nadie oye vamos Mercedes ¿ Qué ocurre?

Mercedes: Oiga usted, dice la niña...

Manuel: ¿Qué dice? ¡Dilo ya!

Mercedes: Dice que no tenga provocaciones con Don Alejo porque eso causaría mayores
problemas con su madre. Así mismo dice que vuelva de noche y que ya no siga esperando a
Don Jesús. Váyase pronto no va a ser que se arme un problema centre la madre y el padre...
Tenga usted paciencia...Váyase ya!

Manuel: Esta bien me marcharé. Pero, oye dile que luego hablaré con su padre y que no lo hago
ahora porque ella así lo dispone.

Mercedes: Así lo haré... Pero váyase.

Manuel: No te olvides...

(DON MANUEL SE RETIRA Y ENTRA ÑA CATITA)

ESCENA 8: Mercedes y Catita

Catita: Bueno...

Mercedes: ¡ña Catita! Mande usted.

Catita: ¿Que hablabas con ese joven?


Mercedes: Nada... le estaba diciendo que se fuese.

Catita: ¿Y por qué? ¡Pobre!

Mercedes: Porque iba a barrer.

Catita: Ajá... Mira, dice Rufinita que me hagas un poco de chocolate.

Mercedes: Voy.

Catita: Es que son mas de las doce y aún estoy sin almorzar.

Mercedes: Bueno...

Catita: Y házmelo espesito, con un granito de sal.

Mercedes: Bien ¿Y que más?

Catita: Nada más Corre!

ESCENA 9: Rufina, Catita y Mercedes

(CATITA SIGUE ESPERANDO Y LLEGA RUFINA)

Rufina: Na Catita! que pasa? ¿mando a Mercedes por el chocolate?

Catita: Oh! si sí ya lo estará preparando.

Mercedes: Ña Catita, el chocolate.

Catita: Mmmm...

Mercedes: Tenga que se enfría.

ESCENA 10: Jesús y Rufina

Jesús: ¿Se fue Manuel?

Rufina: No sé

Jesús: Le dije que esperara.

Rufina: Entonces ¿porque no lo buscas? (Gritando)

Jesús: Ya vas a empezar ¿No tendremos nunca paz? Demonio o mujer, ¿Que es esto?

Rufina: Pues como no quieres que me moleste si permites que ese tipo se abrase con mi hija.

Jesús: Hay mujer yo no he visto nada.

Rufina: ¿Nada? Y cuando tú llegaste ¿Acaso no los encontraste aquí a ambos?

Jesús: Basta Rufina, por Dios no me incomodes lo mejor será que ellos dos se casen ¿No crees?

Rufina: ¡Casarlos! Mientras yo este viva ¡Jamás!

Jesús: Pues será así.


Rufina: Que terco eres ¡Por Dios!

Jesús: Lo que tu quieres es unirla a Don Alejo.

Rufina: Que es un buen hombre.

Jesús: Sí claro, en fin hazme el favor de irte a tu cuarto.

Rufina: Me voy pués... mejor es... no quiero incomodarme.

ESCENA 11: Jesús, Rufina y Mercedes

Mercedes: ¡Cuidado! (Mercedes habrá estado aguaitando, entra cuando sale Rufina, quien
tropieza con ella)

Rufina: ¡Que! ¿No ves?

ESCENA 12: Jesús y Mercedes

Jesús: ¿Quién te ha llamado?

Mercedes: Vine a buscar el plumero.

Jesús: ¿El plumero?

Mercedes: Sí

Jesús: Que plumero ni que plumero lo que vienes es aquí a chismosear ¡Vete ya!

Mercedes Ya me voy.

ESCENA 13. Jesús y criado

Jesús: Ah me olvidaba... ¡¿José! Dónde andará... ¡Muchacho!

Criado: (entra) Mande usted.

Jesús: Oye ¿dónde diablos andas? Tengo que mandarte algo aguarda...

Criado: Esta casa que es un infierno no cabe duda ninguna estos amos no viven conformes
nunca

Jesús: Ve al correo y echa esta carta.

Criado: ¿Ahora mismo?

Jesús: ¡Que pregunta! ¡ve ya!

Criado: Voy allá.

(FIN DEL ACTO SEGUNDO)

ACTO TERCERO:

ESCENA 1: Catita y Manuel

Catita: ¿Qué haces aquí Manuel?


Manuel: Eso a usted no le importa.

Catita: ¡Ay hiji! Cuando te miro el alma se me destroza, porque me haces recordar a mi difunta
Ildefonso, la primera hija que tuve.

Manuel: ¿Ah si?

Catita: Tu misma edad tendría. Si la hubieras conocido ¡Tan preciosa! Gordita como una bola ya
tenía un dientecito en la boca y decía papá, mamá...

Manuel: Por Dios no me quiebre mas la cabeza señora.

Catita: Por eso quisiera que me vieses como una madre. Háblame pues con confianza ¿Que
tienes?

Manuel: No tengo nada señora.

Catita: Catita, me llamo, hijito. Y ya sé! El amor de Julianita es lo que te preocupa, pero mira te
aconsejo ¿Tu no mueres por ella? ¿Y ella no está como loca por ti? ¿Qué mas quieres?

Manuel: ¿Y su madre ña Catita? ¿Y su madre que me odia? dígame usted si no es para tomar la
pistola y darme de un tiro.

Catita: ¡Jesús!

Manuel: ¡Que cruel es la vida!

Catita: Pero mira, en tu lugar yo haría una cosa.

Manuel: Que pues dígame.

Catita: Fúgate.

Manuel: Mmm.. Muy buena idea.

Catita: Pues hijo, manos a la obra.

Manuel: Ya pronto me pondré de acuerdo con ella.

ESCENA 2: Catita, Juliana y Manuel

Manuel: Juliana!

Juliana: ¿Que es esto? ¿Aquí ña Catita?

Catita: Acércate hija que yo ya me voy.

(SALE ÑA CATITA)

Juliana: Di Manuel ¿Que hablabas con ña Catita? ¿No sabes que es un infierno de mujer?

Manuel: Hace poco opinaba como tú, pero ahora confieso que ña Catita es un ángel.

Juliana: ¡Te engañas! Si que no la conoces bien.

Manuel: Pero hablemos de otra cosa ¿Qué buscabas en esta sala?


Juliana: Salí a buscar a mi padre para hablarle acerca de nuestro matrimonio.

Manuel: Tu padre de seguro está molesto conmigo por no haberme quedado a espéralo. Pero
mientras estemos juntos que nos importa el enojo de tus padres.

Juliana: ¡Ay Manuel!

Manuel: Basta ya Juliana, huyamos pronto y sigamos con nuestro amor sin estorbos.

Juliana: ¡Huir! No nunca.

Manuel: Pues entonces huire solo me alejaré en donde jamás me podrás ver.

Juliana: Espera...

Manuel: Déjame.

Juliana: Escucha Manuel partiré contigo ¡Cálmate!

Manuel: ¿De verdad?

Juliana: Sí, Manuel huiremos juntos.

Manuel: ¡Ay Juliana! Mi delicia, mi tesoro pues mira esta noche saldrás de este lugar.

ESCENA 3: Catita, Rufina y Mercedes

(RUFINA ESTA EN LA SALA Y ENTRA CATITA)

Catita: ¡Jesús que debilidad! ¡Estos ayunos me matan!

Rufina: ¿Desea tomar alguna cosa?

Catita: Un traguito de aguardiente.

Rufina: Voy a mandar que traigan el aguardiente.

Catita: Y un pan.

Rufina: ¡Mercedes! ¡Mercedes!

Mercedes: Mande usted Doña Rufina.

Rufina: Toma las llaves y saca a instante un pan de la alacena, y el frasco con

aguardiente. Escucha...

Mercedes: Ash..

Rufina: Es necesario que sepas que nos vamos a mudar.

Mercedes. Muy bien señora, ¿y a dónde?

Rufina: Eso después lo sabrás. Por ahora lo que importa es que trates de arreglar un poco
porque lo demás lo haré yo con ña Catita.

Mercedes: Bien...
Rufina: Oye Mercedes, cuidado no le vayas a contar nada de lo que te he dicho a la niña.

Mercedes: OK, OK.

Rufina: Ni al señor, porque si no lo verás.

FIN DELACTO TERCERO

ACTO CUARTO

ESCENA 1: Juliana y Mercedes

Juliana: ¿Mudanza? Ahora Mercedes, a que? Estas medidas me dan mucho que sospechar.

Mercedes: Señorita, yo no sé; cosa de doña Rufina. Pero creo que este asunto es por ustedes,
sobre todo a don Manuel, Doña Rufina daría todo por apartarlo de usted.

Juliana: No te imaginas cuanto me duele esto.

Mercedes: ¡Ay niña! de todo corazón quisiera poder ayudarte.

Juliana: Mil gracias Mercedes, ya puedes irte.

Mercedes: ¿Se quedará sola aquí?

Juliana: Si Mercedes ¿Habrán dado ya las siete?

Mercedes: Ojala no tarde mucho que doña Rufina no tarda en salir y la puede gritar.

Juliana: No me importa que dentro de poco ya no me verá.

Mercedes En fin si le sirvo de algo puede contar conmigo.. Pero...aguarde hay viene ña Catita.

ESCENA 2: Juliana, Mercedes y ña Catita

Catita: Por Dios que sala tan oscura ¡Casi doy un tropezón!

Mercedes: ¡Que vieja tan fastidiosa!

Catita: ¡Mercedes! ¡Mercedes!

Mercedes: ¿Que hay?

Catita: Te llama Rufinita.

Mercedes: Ya voy, Adiós señorita.

(SALE MERCEDES)

Catita: ¡Oh Julianita! ¿Que haces niña, aquí?

juliana: ¿Yo...? Nada.

Catita: ¿Nada?

juliana: Ash...

Catita: Siempre estas de mas humor ¿Por qué eres así conmigo? Si yo solo quiero tu felicidad.
juliana: Gracias.

Catita: Lo mismo digo por el sujeto.

juliana: Bien.. Oh ya esta aquí!

Catita: Pero miren quien llegó...

(ENTRA MANUEL)

Manuel: ¡Juliana!

juliana: Manuel ...

Manuel: Vamos.

Catita: ¿Cómo? Tu madre puede salir.

juliana: Aguarda ... Tengo miedo...

Manuel: No temas nada.. ven, ven...

(ENTRA MERCEDES)

Mercedes: Señorita, hay viene la señora

Catita: Vaya adentro Julianita.

juliana: Por Dios usted cállese.

Mercedes: Ash.. Carguemos con ella (Agarra a ña catita por los hombros)

Catita: ¿Que haces? (se resiste)

Manuel: Bien dicho...

Catita: ¿Te has vuelto loca? Rufinita...! ¡Ru...

Mercedes: ¡Cállese! (tapándole la boca)

Rufina: ¡Juliana!

Manuel: ¿Oíste eso?

juliana: ¡Mi madre!

ESCENA 3: Rufina, Juliana, Manuel,

Mercedes, Jesús

Rufina: ¿Que son esos gritos?

Manuel: ¡Señora!

Rufina: ¿Qué haces aquí?

juliana: Nada.
jesús: Baja la voz Rufina.

Rufina: Tu tienes la culpa de estos escándalos. Tú que els das alas.

jesús: ¡Vamos! cierre el pico señora. ... ¡Eh! ¿Dónde van con eso?

(SALEN 3 CRIADOS CON MUEBLES)

jesús: ¡Paren!

Rufina: Sigan ustedes.

jesús: ¡Alto he dicho! Senora. ¿Qué es esto? Responda.

Rufina: ¿Que ha de ser? Ya me cansé de tantas discusiones y me separo de ti. Carguen...

jesús: ¡Largo!

(LLEGA DON ALEJO)

Alejo: Señores.

Rufina: A buena hora llega Don Alejo.

Alejo: ¿Que sucede? ¡Don Jesús!

Jesús: Lárguese de mi casa usted y no sea entrometido.

Rufina: ¡No se irá!

jesús: Tú cállate.

Rufina: No quiero.

jesús: Aún soy tu marido.

Rufina: ¿Y que harás?

jesús: ¡Basta, basta! Por favor... Retírese usted caballero.

Alejo: ¿Bromea?

jesús: No, señor, hablo muy serio (serio)

Alejo: ¿Me esta insultando usted?

jesús: Tómelo como quiera:

Alejo: ¡Cuidado! Porque no quiero ningún problema con usted.

jesús: Yo no le tengo miedo.

Manuel: ¡Señor Don Jesús!

Alejo: ¡Eh Bien! Entonces enfrentémonos.

Rufina: Cálmese usted Don Alejo.


Alejo: No se preocupe Madame ya verá que Después nos abrazaremos.. y...

Jesús: Escuche usted si no se calla y se va lo Agarro y lo echo a patadas. Alejo: ¡A ver!

Manuel: Señores ya no sigan más. Y usted váyase.

(ENTRA UN CRIADO E INTERRUMPE)

Criado: Señor, afuera hay un caballero que desea hablar con Usted.

jesús: Dile que estoy ocupado.

Criado: Pero señor, me ha encargado que le diga a usted que le urge hablarle.

jesús: Esta bien que entre.

Criado: Bien. (se va)

mercedes: ¿Ahora quién será?

jesús: ¿Que querrán ahora conmigo?

(ENTRA JUAN)

juan: Señor don Jesús.

jesús: ¡Oh amigo! ¿Que hace por aca? ¿Cuándo llego?

juan: En este mismo momento.

Alejo: ¿No es este Juan Sarmiento? (Pensando en voz baja)

juan: He venido a entregarte una carta que al pasar por Ayacucho me la encargo nuestro amigo
Luis Marta.

jesús: ¿Don Luis? (CONTINUAN HABLANDO)

Alejo: ¿Que tramaran ahí los dos?

Rufina: No sé.

Jesús: Pase usted Don Juan.

Juan: Buenas Tardes Señores. ¡Oh, que feliz casualidad..! Don Alejo, mi amigo

jesús: ¿Que ha de ocurrir? Si el señor quería contraer matrimonio con mi hija que es esa que ve
allí, y mi mujer la madrina.

juan: ¿Que dice usted? ¡Eso es muy vil! Rufina: ¡Tan sonsa me la creí!

jesús: Ya vez Ahora ¿Quién tiene la razón?

Alejo: ¡Basta ya!! No tengo nada mas qué

hacer aquí. Hasta luego


Jesús: Vamos, lárguese de aquí.

(SEVA DON ALEJO)

juan: ¿Tanta maldad? No lo hubiera creído, si no lo hubiera visto en este momento.

jesús: Pero Él no tiene la culpa, sino mi mujer que lo atrajo aquí, porque creyó anta palabrería
junto con una vieja entrometida.

Rufina: No sé como me la creí. No sé que me sucedió.

(ENTRA ÑA CATITA)

Jesús: Ahí la tiene usted don Juan. Esa es la vieja

Catita: Adiós pues... ya es tarde Hasta mañana.

Juliana: ¡Maldita!

Jesús: Escuche usted, cuidado nomas que vuelva y váyase al diablo.

Catita: ¡Esto es lo último que me faltaba!

Jesús: ¡Salga usted de aquí!

Catita: ¡Que indecente! No necesito de usted ni de su familia.

Juan: Váyase ya señora

Catita: ¿Y a usted quien le ha dado vela en este entierro? Por eso está Lima así ¡Que escándalo
por Dios!

Juan: Señora, basta de majaderías.

Catita: Ya cállese usted. Adiós

(SE VA ÑA CATITA)

Juan: ¡Que mujer! ¡Si es una arpía!

Jesús: He sufrido mucho don Juan, pero Desde hoy todo ha de cambiar.

Juan: Ya no creo qué vuelva por aquí ese Vándalo a molestarlo más, en cuanto a su esposa...

Jesús: ¡Que me deje! Si así lo desea, que se vaya.

juan: No lo creo amigo, todo eso es inútil ya. Mire usted a su pobre esposa.

Rufina: ¡Oh Dios mio!

juan: Ya no llore señora.

Rufina: Si no lloro soy capaz de reventar.


jesús: En buena hora llego usted aquí don juan.

juliana: Mamita...

Rufina: Hay hijita de mis entrañas (abrazándola) ¿Que hubiera sido de ti?

Manuel: Señor...!

juliana: ¡Padre!

jesús: Bien todo lo hecho al olvido. Den un abrazo a su madre (A don manuel y Juliana que
abrazan a doña Rufina) Y tú abraza a tu marido (A doña rufina, con los brazos abierto después
que ella abraza a sus hijos) La mayor satisfacción es esta, amada Rufina.

Rufina: Siempre a tu lado.

Juan: Ni hablar más de lo pasado.

Mercedes Dios quiera que éstas no sean promesas de enamorado.

También podría gustarte