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REFLEJOS OSTEOTENDINOSOS

Fisiología
Resultan de la percusión de un tendón o de una superficie ósea apropiada, por lo general
vecina a este, que produce la contracción del músculo vinculado con el estímulo. Su base es
el reflejo miotático o de estiramiento, del cual representa la respuesta o variedad fásica.

Este reflejo monosináptico requiere un estímulo capaz de producir el estiramiento de los


receptores del huso muscular; de una neurona sensitiva cuyo cuerpo está ubicado en el
ganglio espinal, con una prolongación periférica que es una fibra de tipo la y otra central en
la raíz posterior que en el segmento medular correspondiente hace sinapsis con la
motoneurona alfa del asta anterior, cuya prolongación axonal tras su recorrido periférico
(raíz anterior, nervio espinal, nervio periférico) llega al efector representado por el músculo
esquelético en el cual se originó la excitación.

La respuesta de la motoneurona alfa es modificada a través de las motoneuronas gamma


que modulan la sensibilidad al alargamiento de las fibras del huso al inervar la porción
contráctil de este. Sobre ellas accionan influencias segmentarias y rostrales inhibidoras y
facilitadoras, y las células de Renshaw, garantizando la selectividad y adecuación de la
respuesta motora.

Función de explorar los reflejos osteotendinosos


La exploración de las respuestas reflejas miotáticas u osteotendinosas informa sobre la
funcionalidad y el estado estructural del receptor; de sus vertientes aferente y eferente,
ubicadas en la dependencia del sistema nervioso periférico; del segmento medular o del
tronco cerebral donde se ubica la sinapsis entre la neurona sensitiva y la motora, o centro
reflejo, y finalmente, del estado del músculo efector.

Exploración
El estímulo aplicado, la percusión
del tendón o del relieve óseo
correspondiente, debe ser brusco,
breve y preciso. Se efectúa con el
martillo de reflejos, percutiendo
directamente sobre la piel que
cubre las estructuras en cuestión,
o bien el explorador puede
interponer su dedo índice y
percutir sobre él. El estímulo, de
preferencia, debe ser único y se repetirá según necesidad luego de unos segundos, evitando
así el período refractario del reflejo.

El músculo para explorar tiene que estar suficientemente relajado, pero en un estado de
tensión o estiramiento adecuado para solicitar la respuesta óptima. El paciente debe
ubicarse en una postura cómoda, en un ambiente tranquilo y con una temperatura
agradable. Se recomienda que el examen sea ordenado, procediendo de preferencia en
sentido rostro-caudal, y que los reflejos homólogos se obtengan en uno y otro lado
sucesivamente para efectuar un análisis comparativo de las respuestas, que debe
extenderse también respecto de los reflejos suprasegmentarios e infrasegmentarios.

Reflejos profundos que se exploran comúnmente


• Reflejo nasopalpebral o glabelar
Se percute inmediatamente por encima del entrecejo o glabela, produciendo la contracción
de los musculo orbiculares de los párpados. La vía es trigémino-facial y su centro se ubica
en la protuberancia.

• Reflejo superciliar
Se percute inmediatamente por encima de la mitad de la arcada superciliar, con lo que se
obtiene la contracción de ambos orbiculares de los párpados. La vía es trigémino-facial y su
centro se ubica en la protuberancia. En la obtención de estos reflejos, el estímulo debe
aplicarse suavemente y si es posible desde arriba y atrás, para evitar el cierre palpebral
como respuesta del reflejo oculopalpebral, o bien manteniendo los párpados ligeramente
cerrados o entornados.

• Reflejo maseterino
El paciente se halla con la boca ligeramente entreabierta. Se percute sobre el dedo índice
izquierdo del explorador ubicado sobre el mentón del paciente desde arriba hacia abajo. Se
obtiene la contracción de los músculos maseteros y temporales, con el correspondiente
ascenso de la mandíbula. La vía del reflejo es trigémino-trigeminal y el centro reflejo se
ubica en la protuberancia. Debido a que la regulación del reflejo motor es supranuclear, su
exaltación sugiere lesiones supratentoriales bilaterales.

• Reflejo bicipital
El miembro superior para explorar se coloca en semiflexión y supinación, reposando sobre
la mano izquierda del explorador. Se percute sobre el tendón del bíceps. Se produce la
flexión del antebrazo sobre el brazo por contracción del bíceps y del braquial anterior.
Corresponde al nivel segmentario cervical 5.

• Reflejo estilorradial
Se coloca el miembro superior en ligera flexión, con el borde cubital de la mano del
paciente reposando sobre la mano izquierda del explorador. Se percute sobre la apófisis
estiloides del radio, en la que se inserta el tendón del supinador largo. Se produce la
flexión del antebrazo sobre el brazo, ligera flexión de los dedos y de la muñeca, y discreta
supinación. Corresponde a los segmentos C5-6.

• Reflejo tricipital
Se coloca horizontalmente el brazo del paciente de tal modo que descanse sobre la mano
izquierda del explorador y el antebrazo penda vertical mente. Se percute el tendón del
tríceps. Se obtiene la extensión del antebrazo sobre el brazo por la contracción del tríceps.
Corresponde a los segmentos C6 y 7.

• Reflejo cubitopronador
se ubica al antebrazo, ligeramente flexionado, en supinación con la mano descansando
sobre el muslo o sobre una superficie firme. Se percute la porción inferior del cúbito
inmediatamente por encima de la apófisis estiloides. Se produce la pronación del antebrazo
y una ligera aducción. Corresponde al segmento C8.
• Reflejo mediopubiano
El paciente se halla sentado con el dorso ligeramente extendido y apoyado sobre una
superficie, los muslos en ligera abducción y las piernas pendiendo fuera de la camilla. Se
percute el pubis sobre la línea media. Se obtiene la contracción de los músculos del
abdomen, en particular, de la porción inferior del recto anterior, y la aducción de los muslos.
Corresponde a los segmentos dorsales 11 y 12 para la respuesta abdominal y lumbares 1 y
2 para la crural.

• Reflejo rotuliano
Se ubica al paciente sentado en el borde de la camilla con las piernas pendiendo
verticalmente y se percute sobre el tendón rotuliano. Se obtiene la extensión de la pierna
sobre el muslo por contracción del cuádriceps. Corresponde al segmento lumbar 3 y
subsidiariamente, al 4. Se puede obtener también con el paciente sentado, colocando el
miembro inferior para explorar cruzado sobre el otro, o bien estando el paciente en
decúbito dorsal se toma el miembro inferior ligeramente flexionado a nivel de la rodilla
apoyándolo sobre la mano izquierda del explorador. Se procede luego de manera análoga
a la ya explicada, con resultados similares.
• Reflejo aquiliano
Se coloca al paciente sentado con las piernas pendiendo verticalmente, se toma su pie con
la mano izquierda flexionándolo ligeramente y se percute el tendón de Aquiles. Se produce
la extensión del pie sobre la pierna por contracción de los gemelos y el sóleo. Corresponde
al segmento sacro 1. Se puede obtener haciendo arrodillar al paciente sobre el borde de la
camilla, con los pies hacia afuera, y después de flexionar ligeramente el pie se percute el
tendón de Aquiles, o bien, con el paciente en decúbito dorsal, se coloca la pierna flexionada
a nivel de la rodilla apoyada sobre la otra pierna que se halla extendida y tras flexionar
ligeramente el pie, se procede a percutir el tendón de Aquiles.
Anexo: Reflejos superficiales o cutaneomucosos
Se obtienen por estímulos que actúan sobre la superficie cutánea o mucosa. A diferencia de
los reflejos osteotendinosos, los cutaneomucosos tienden a ser polisinápticos,
multineuronales, y la respuesta motora posee una latencia más prolongada. Se los
considera reflejos de defensa, y así, ante estímulos nociceptivos aplicados sobre los
miembros, las respuestas son flexoras e involucran a varios músculos sinérgicos, y pueden
extenderse a todo el miembro.

• Reflejo corneopalpebral
Se explora rozando suavemente la córnea con un pequeño trozo de algodón. Se produce,
como respuesta, la contracción del orbicular de los párpados, con el consiguiente cierre
palpebral. La respuesta es consensual. La vía es trigémino-facial y el centro reflejo se ubica
en la protuberancia.

• Reflejo conjuntivo palpebral


Similar al corneopalpebral en cuanto a la respuesta, te vías y el centro reflejo; se obtiene
estimulando la conjuntiva.
• Reflejo palatino o velopalatino
Se le indica al paciente que abra ampliamente la boca y se roza con el bajalenguas el borde
libre del velo del paladar. Se produce la elevación del velo palatino por contracción de los
músculos del velo. La vía es glosofaríngeo-vagal. La exploración debe ser bilateral.

• Reflejo faríngeo
El estímulo consiste en el roce de la pared faríngea con el extremo del bajalenguas o con un
palillo provisto de una torunda de algodón. La respuesta consiste en la contracción de los
constrictores de la faringe asociada con una sensación nauseosa. La vía es glosofaríngeo-
vagal. El centro reflejo, como el del anterior, se halla en el bulbo.

• Reflejos cutáneos abdominales


Se obtienen con el paciente en decúbito dorsal, relajado, con ambos miembros superiores
reposando a los costados del cuerpo. El estímulo consiste en el desplazamiento desde
afuera hacia adentro de una punta roma sobre la pared anterior del abdomen. Se aplica por
encima del ombligo, a nivel de este y por debajo, tanto a un lado como al otro (reflejos
cutaneoabdominal superior, medio e inferior, respectivamente).

La respuesta consiste en la contracción de los músculos de la pared abdominal homolateral


y el desplazamiento consiguiente del ombligo hacia el lado estimulado. El reflejo
cutaneoabdominal superior informa sobre el segmento dorsal 7 y 8 tanto en sus aferencias
y eferencias como en su componente central; el medio lo hace respecto del segmento
dorsal 9 y el inferior, del dorsal 11. En las personas obesas, multíparas o con abdómenes de
paredes flácidas, pueden ser difíciles de obtener o de visualizar.

• Reflejo cremasteriano
El paciente se ubica en decúbito dorsal con los muslos en discreta abducción. Se desplaza
una punta roma de arriba hacia abajo sobre el tercio superior de la cara interna del muslo.
Se produce la contracción del cremáster homolateral con la elevación del testículo de ese
lado. Corresponde al segmento lumbar 1.

• Reflejo plantar
Se estimula con una punta roma que se desplaza por la planta del pie siguiendo su borde
externo luego transversalmente de afuera hacia adentro sobre la piel que cubre la cabeza
de los metatarsianos, para concluir detrás del hallux. El estímulo debe ser suave pero firme.
Se produce la flexión del hallux y del resto de los dedos del pie. Se corresponde con el nivel
segmentario sacro 1.
• Reflejo bulbocavernoso
Se roza suavemente la mucosa del glande y se obtiene la contracción del músculo
bulbocavernoso palpable por los dedos del explorador colocados sobre la cara inferior de
la uretra detrás del escroto. Corresponde a los segmentos sacros 3 y 4.

• Reflejo anal
La estimulación por roce o por contacto de una punta roma de la piel de la región anal
origina la contracción visible y/o palpable del esfínter externo del ano. Corresponde al
segmento sacro 5.
FUENTES BIBLIOGRAFÍCAS

• Adams, C., Ahlskog, E., Aksamit J., Aronson E., Auger R., Bartleson J. (1999). Reflejos.
En: Exploración Clínica en Neurología, (pp 295-313). Barcelona: Editorial Médica
JIMS.

• Argente, H. Álvarez, M. (2013). Motilidad. En: Semiología médica, (pp 1302 – 1306).
Buenos Aires: Editorial Medica Panamericana.

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