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UNIVERSIDAD JUÁREZ AUTÓNOMA DE TABASCO

División Académica de Ciencias Sociales y


Humanidades

Licenciatura en Derecho

Asignatura:
Estructura Orgánicas Constitucionales

Docente:
Domínguez Nárez Freddy Eutimio

Actividad:
Comentario Analítico

Alumno:
García Mena José Daniel
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Introducción al juego presidencialismo

El presidencialismo es un gobierno el cual es fácil que se pueda


aplicar en un estado y a su vez difícil de equilibrar para que este no tenga
el poder absoluto. El parlamentarismo es otro tipo de gobierno donde el
poder está compuesto por una asamblea la cual elige al que sería el
primer ministro que ejercería la función de jefe de gobierno y cayendo la
figura del jefe de estado a el rey el cual solo tiene una función simbólica.
A diferencia del presidencialismo donde la figura del jefe de estado y jefe
de gobierno se unen, siendo este el presidente, el cual elige a las
personas con las cuales va trabajar.

Suena fácil, después de ganar las elecciones para ser presidente y


pensar que eso seria los más complicado, se pudiere considerar que lo
siguiente sería un camino de rosas a lo largo del sexenio, pero no más
equivocado de la realidad. El presidente una vez llegado al puesto se
encuentra con un campo de juego lleno de trampas, y unos enemigos
que por diferencia de intereses le pondrán trabas a cada uno de sus
movimientos, como lo son los dichos por el libro: “…los grupos de
presión, los factores reales de poder, los grupos políticos, los partidos,
generan un flujo sistémico que el presidente gestiona o a veces
enfrenta”. Esto generando unos contrapesos contra la figura del
presidente, el cual este último tiene que hallar la manera de realizar sus
movimientos jugando sus cartas contra todos los impedimentos que se le
podrían generar.
POR QUÉ ES FÁCIL, POR QUÉ ES DIFÍCIL

El libro nos dice que el presidencialismo se mantiene por la


facilidad que le da la Constitución por otorgarle un poder concentrado
solo a la figura del presidente, ya que, en este sistema político, el
presidente toma el cargo de Jefe de Estado y de Jefe de Gobierno, a
diferencia de otros tipos de gobierno como lo es el parlamentarismo, por
lo que el presidente es el “jefe de todo”, para llegar a este puesto el libro
lo compara con la de un concurso de belleza, “se gana con la mayor
cantidad de votos y con el carisma más predominante”. En el consiente
popular, el ganar una elección presidencial es percibido como una
ascensión a los cielos, se está por encima en la escala de poder, de la
sociedad, de la historia y del dinero, lo que lo hace el puesto político con
más glamour.

El presidencialismo se puede considerar como un tipo de gobierno


fácil de armar o realizarse y con medidas para evitar su desarme. En la
sociedad bajo el mandamiento de un presidente muchos niños sueñan
con ser presidentes, esto debido por que lo hacen ver o se siente
accesible para todos. El libro nos menciona: “la Constitución garantiza
que, con o sin estudios, con o sin talento, con o sin carisma y en teoría
con o sin dinero, por lo que cualquier persona puede ser elegida
presidente”. Alguno de las principales atracciones comienza con el
periodo fijo, que hace que el congreso no pueda derrumbarlo, al igual
que tendrá un puesto en la historia del estado.

Pero esto no siempre fue así, en un principio la teoría política lo


tenía pensado como un “ejecutor de las leyes promulgadas por el
Congreso” teniendo una función más modesta de lo que es ahora. Si esto
seguiría así
probablemente a nadie le interesaría entrar a algo tan complicado como
lo es el mundo del poder político. Esto nos hace preguntarnos ¿Cómo
sucedió esto?, ¿Cómo el puesto paso de ser considerado algo simple a
ser un líder con sensación a poder máximo? Para contestar esto el libro
nos menciona al autor Jean-Rene mencionando lo siguiente:

Jean-René Garcia nos hace comprender con un breve texto como las
características del presidencialismo americano -que es donde comenzó
todo lo relativo a este sistema en su Constitución de 1787- se convirtió en
una bola de nieve hasta convertirse en un hiperpresidencialismo en algunos
otros casos. Garcia expone cómo Hamilton concibe al presidente
“confrontado a la gestión cotidiana de los asuntos de Estado” como un
“garante de la salvaguarda de la Unión”. Habla de una “energía del
Ejecutivo” que implica su capacidad de gestión del poder, de la
administración, pero también de ejecución de actos jurídicos “que requeriría
de una interpretación precia que daba al poder ejecutivo un margen de
acción importante en la medida que él contribuía a definir el acto jurídico es
si mismo”. Enseguida García nos dice que Madison consideraba que “La
única responsabilidad del Ejecutivo residiría en la ejecución escrupulosa de
las leyes votadas en el Congreso”. Luego García nos explica que Edward
Corwin planteó que ante un Congreso un cuerpo colegiado donde se
deposita la voluntad soberana del pueblo. 1

Siendo el presidente elegido también por voto popular, el pueblo


podía identificarse con alguien fuerte en la institución del Presidente de la
República. Y llegados a ese momento el poder del presidente solo puede
crecer y tener el control y la arbitrariedad. El autor Corwin insistió en
controlar esos poderes presidenciales proponiendo un consejo de
3. Domínguez, Freddy, Presidencialismo. La vida difícil de un tipo de gobierno fácil,
México, Jurídica & Law Press, 2022, 19 p. (1ra. edición)
gabinete responsables ante el Congreso una especie de stop de los
posibles excesos presidenciales. Jean-René García entonces nos lleva a
la otra definición donde Richard Neustadt, quien identifica al presidente
como el empleado o clerkship en inglés y el dirigente leadership en
inglés. Como clership tenía como principal función la ejecución de las
leyes, Cuando ese rol se convirtió en el de leadership el asunto se volvió
una cuestión de ver cuánto mandato y cuanto poder informal
(considerado como poder metaconstitucional) puede alcanzar un
presidente a partir de la fuerza que le da las leyes constitucionales.
Debido a esto, el presidente gracias a la constitución tiene unos poderes
igual de fuertes que los contrapesos que a su vez tratan de encogerle y
asfixiarle.

Esta dimensión casi no se aborda, el cómo es el día a día de cómo


tiene que ver con la gestión del poder y la fuerza para la realización de su
agenda. Aun así, el presidencialismo tiene poderes persistentes e
invasivos que lo hacen sobrevivir, a veces demasiado bien.

Dicho todo esto, así es como el presidencialismo paso de ser la


denominación de un presidente del tipo oficinista a un
hiperpresidencialismo, de un presidente administrador a un presidente
todo poderoso. Los contrapesos como lo son la separación de poderes,
el poder de veto del Congreso a iniciativas presidenciales, juicio político,
aprobación de nombramientos de miembros de órganos autónomos
constitucionales propuestos por el presidente, entre otros; y que pueden
ser percibidos o interpretados como parte de la debilidad del presidente,
y que en realidad no pueden detener el gran poder que el presidente
representa.

4. Domínguez, Freddy, Presidencialismo. La vida difícil de un tipo de gobierno fácil,


México, Jurídica & Law Press, 2022, 19 p. (1ra. edición)
Esto es así porque sucede lo que García nos refiere de Mansfield:
“que hay un poder formal débil y un poder formal fuerte, la fuerza del
poder informal es inversamente proporcional a la debilidad del poder
formal.”

Se puede entender que entre más contrapesos existan entre el


congreso y el presidente, más desarrollado serán sus poderes
metaconstitucionales y en este punto su objetivo dejara de ser
“sobrevivir” y pasara a ser el de mantenerse en el poder llevándolo a un
autoritarismo o a una tiranía.

La constitución favorece al presidente, pero aun así este puede ser


derribado, Sobre todo si se eliminan los dos seguros para el no desarme
del presidencialismo como lo son el contexto del sistema político y la
voluntad política. Sartori nos cuenta que “por contexto quiere decir, por lo
menos i) el sistema electoral, ii) el sistema partidario y, iii) la política
cultural y/o el grado de polarización”. Cuando estos dos conceptos caen
en caos el estado se encuentra en un estado de ingobernabilidad.

POR QUÉ DIFÍCIL SI ES UN TIPO DE GOBIERNO FÁCIL

Como ya lo hemos planteado, a simple vista se ve fácil, el


presidente es elegido mediante votación popular colocándolo como jefe
de estado y de gobierno, independiente del poder legislativo, pero con
poderes que contrarrestan el uno a otro como el poder juzgar y remover
al presidente y este último tiene la facultad de designar a los miembros
de su gabinete y presentar iniciativas de ley además de preparar el
presupuesto.
GOBIERNO FÁCIL, VIDA DIFÍCIL
Esplendores de la vida fácil

El presidencialismo al compararse con el parlamentarismo goza de


libertades a primera vista. En el parlamentarismo, el primer ministro que es
elegido por el propio parlamento se tiene que someter a este, mientras que en
el presidencialismo es elegido por votación popular además de independizarlo
del poder legislativo. El parlamento aprueba todas las políticas públicas, la
política exterior, la política económica y el primer ministro debe estar sujeto al
voto de confianza y censura del parlamento, contrario al presidente que
comúnmente tiene definidas sus políticas las cuales sin importar la opinión del
congreso tiene la aprobación de la constitución y de la sociedad para
aplicarlas. Y es por eso que el presidencialismo tiene una “vida fácil”.

Miseria de la vida difícil

La vida difícil del presidente comienza al momento de realizar su


programa o agenda prevista, ya que talvez por su propia actividad de ser
inconsistente o por proponer acuerdos desiguales no consiga el apoyo
necesario, este que esto no suceda debe de tener una buena relación
realizando promesas que beneficien a los factores reales de poder como lo son
empresarios y etc. Los puntos que hacen la vida fácil al presidente pueden ser
estos mismos los que le generen la vida difícil.

En cuanto a la independencia respecto al congreso, este punto en si ya


tiene una medida para mantener el poder del presidente como lo es el veto a
las iniciativas que esté presente. Si el presidente tiene el control de congreso le
facilitaría las cosas, pero esto se complica cuando el presidente no tiene el
control del congreso, cuando la mayoría son de la oposición haciendo que este
se encuentre limitado o acorralado
El periodo fijo no es como tal un elemento 100% seguro, ya que, si
existe un descontento con los factores reales del poder o este tenga una
minoría en el congreso, estos actuarían para que no le sea posible realizar su
agenda. En el caso de tener la minoría en el congreso se estaría hablando de
un gobierno dividido.

Un gobierno divido se da por que el partido del presidente tiene una


minoría en el congreso, haciendo que el proceso electoral sea otro contrapeso
entre la división de poderes, para que en las votaciones ganarán más
representantes de otros partidos políticos diferentes al del presidente, estos
debieron tener un carisma abrumador o bien realizar una acción menos moral
como lo es la compra de votos.

Un elemento indispensable en el gobierno dividido es la Suprema Corte,


debido a que esta adquiere una actividad de árbitro, donde el poder ejecutivo y
el poder legislativo recurren a este para resolver los asuntos que no se le
encuentren solución debido que la oposición impedirá que se realicen las
reformas constituciones, las leyes de egreso o reformas legales que presente
el poder ejecutivo.

Si el presidente tiene la mayoría del congreso y a su vez tiene a su


partido a favor, se puede decir que, el poder ejecutivo logro controlar al poder
legislativo, siendo esto lo opuesto al objetivo de la división de poderes. Si esto
fuera contrario el presidente se en contraria en un problema muy grave, ya que
empezaría la inconformidad con su gobierno haciendo que los sectores
opositores comiencen a realizar acciones que dificulten a un más su mandato,
haciendo que se vuelve un gobierno débil.

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