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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE LOS ANDES - CUSCO

FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS


ESCUELA PROFESIONAL DE DERECHO

TEMA:
AGUAS AMAZONICAS

CURSO:
LEGISLACIÓN DE AGUAS.

DOCENTE:
YENY MARLENY OLIVARES TAPIA

ALUMNOS:
YOLVI ALEJANDRO IDME AMPUERO
DAVID DAMIAN FLOREZ MANCCO.
ANTONI KEIMER TTITO QUISPE.
DELMIO ISMAEL HUAMAN LONCONI.
ALISON NAVINTA ESTUMBELO

CUSCO- PERÚ
2023
CONTENIDO
INTRODUCCIÓN................................................................................................................... 2
AMAZONÍA UN MUNDO DE AGUA Y COMPLEJAS RELACIONES..................................4
A. El clima de la Amazonía depende de factores muy lejanos; desde el propio sol......4
B. Sobre la geología.....................................................................................................4
C. la hidrología.......................................................................................................... 5
D. Los organismos que habitan los ríos, arroyos y lagos amazónicos......................5
E. la importancia de los peces......................................................................................6
DIMENSIÓN BIÓTICA........................................................................................................ 7
A. Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas..........................................................7
B. Tipos de ambientes acuáticos de la Amazonía peruana..........................................8
1. Ambientes lóticos.....................................................................................................8
2. Ambientes lénticos.................................................................................................10
EL CAPITAL NATURAL....................................................................................................11
SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA......................................................................................12
OTRA FORMA DE PENSAR............................................................................................13
LEY DE RECURSOS HIDRICOS Y REGLAMENTO........................................................14
TÍTULO X AGUAS AMAZÓNICAS....................................................................................14
A. Artículo 114.- Aguas amazónicas...........................................................................14
B. Artículo 115.- La gestión integrada del agua amazónica........................................16
C. Artículo 116.- Objetivo de la planificación de la gestión del agua en la Amazonía
17
D. Artículo 117.- Comités de subcuenca en la Amazonía.......................................17
E. Artículo 118.- Las comunidades nativas amazónicas y pueblos indígenas............18
CONCLUSIONES................................................................................................................. 19
REFERENCIAS.................................................................................................................... 20

1
INTRODUCCIÓN

Las Aguas Amazónicas, también conocidas como las aguas de la cuenca amazónica, se
refieren al vasto sistema hidrográfico que abarca la región de la Amazonía, considerada
como la cuenca fluvial más grande y diversa del mundo. Este impresionante sistema
acuático se extiende a lo largo de nueve países sudamericanos, incluyendo Brasil, Perú,
Colombia, Venezuela, Ecuador, Bolivia, Guyana, Surinam y Guayana Francesa, y está
conformado por una intrincada red de ríos, lagos, arroyos y humedales.
La grandeza y magnitud de las aguas amazónicas es difícil de comprender plenamente. Sus
ríos principales, como el Amazonas, el más caudaloso del mundo, y sus afluentes, como el
Madeira, el Negro, el Purús y el Marañón, entre otros, transportan enormes volúmenes de
agua dulce y nutrientes a lo largo de miles de kilómetros. Esta vasta red hidrográfica no solo
es crucial para el funcionamiento del ecosistema amazónico, sino que también desempeña
un papel fundamental en el equilibrio climático global.
La riqueza biológica de las aguas amazónicas es asombrosa. Estos ríos albergan una
inmensa variedad de especies acuáticas, incluyendo numerosos peces, delfines de río,
tortugas, caimanes y una gran cantidad de aves acuáticas. Además, la vegetación
circundante, los bosques inundados y los humedales asociados proporcionan un hábitat
vital para una diversidad aún mayor de especies, muchas de las cuales aún no han sido
descubiertas o estudiadas en profundidad.
Las aguas amazónicas también desempeñan un papel vital en la vida de las comunidades
locales y en la economía de la región. Pueblos indígenas y comunidades ribereñas han
dependido de los ríos amazónicos durante siglos para su sustento y transporte. Asimismo,
la pesca y el turismo relacionado con la naturaleza son actividades económicas importantes
para muchas poblaciones locales.
Sin embargo, las aguas amazónicas también enfrentan una serie de desafíos y amenazas.
La deforestación, la minería ilegal, la contaminación, la construcción de represas y el
cambio climático son solo algunos de los factores que ponen en riesgo la salud y la
integridad de este valioso ecosistema acuático. La protección y conservación de las aguas
amazónicas se han convertido en una preocupación global, ya que su preservación no solo
es esencial para la biodiversidad y las comunidades locales, sino también para el equilibrio
del planeta en su conjunto.

2
AMAZONÍA UN MUNDO DE AGUA Y COMPLEJAS RELACIONES

la Amazonia es bosques y suelos, es vida, pero también es agua; el agua es parte integral
de todos los ecosistemas y de todos los ambientes que participan de estos siete millones de
km2 que representan la gran cuenca amazónica. Lo interesante es que los humanos hemos
llamado a nuestro planeta tierra, pero realmente es un planeta de agua. Simplemente
recordemos que la gran mayoría de la extensión de nuestro planeta es agua
correspondiente a las masas oceánicas; otro porcentaje también no despreciable está en
los casquetes glaciares tanto de la zona ártica como antártica y otra parte en las cumbres
de nuestras montañas y cordilleras; los menores volúmenes estarían en los llamados
acuíferos, que son reservorios naturales de agua en el subsuelo, y solo un mínimo
porcentaje o cantidad de agua sería la que realmente está en estrecha relación con la vida
humana: 0,003%. Y este pequeñísimo volumen es todo lo que más conocemos y
aprovechamos, mínima cantidad que se ubica en los ríos, quebradas, arroyos, lagos,
lagunas, ciénagas, charcas o como los queramos llamar.
El asunto se agrava porque esta cantidad de agua que usamos tiene una distribución
diferencial por continente; Sudamérica es sin duda el más privilegiado respecto de otros
continentes, mientras que otros como África poseen bajo volumen de agua por superficie.
En nuestro continente se destaca el gran río Amazonas y su cuenca, la más importante
sobre cualquier otra cuenca o sistema fluvial del mundo. Ningún río se acerca al majestuoso
Amazonas. Se divide el documento en cinco partes:

A. El clima de la Amazonía depende de factores muy lejanos; desde el propio sol.

Los cambios anuales que le ocurren al planeta en su órbita sobre el sol hacen que la
energía que nos llega varíe, por tanto, se generan las estaciones térmicas; destaco
estas estaciones, aunque ellas no ocurren en la franja ecuatorial. Sin embargo, el
clima de nuestras regiones sí se ve afectado por procesos que se generan mucho
más allá, como en los trópicos de Cáncer y Capricornio. Allí “nacen” los vientos
alisios, estos vientos que se mueven hacia el norte o el sur desplazando masas de
nubes que son las causantes de las lluvias ecuatoriales. Los vientos alisios del
noreste, que nacen en la línea imaginaria del trópico de Cáncer, desplazan el
cinturón de nubes hacia el sur; este cinturón es lo que conocemos como la zona de
convergencia intertropical.

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B. Sobre la geología

Aquí vamos a tener una mirada muy rápida porque es muy compleja, y además muy
antigua, y esta historia geológica ha generado y sigue impactando a todos los
ecosistemas acuáticos de nuestra Amazonia. Iniciamos 136 millones de años atrás
en el periodo cretácico donde parte del norte de Suramérica es aún mar. Las
montañas amazónicas de ese entonces estaban ubicadas al oriente conformando el
escudo guayanés. En lo que hoy es los Andes solo vemos una incipiente “cordillera
Central” rodeada de mar que cubría buena parte de lo que hoy es la Colombia
continental. Por ello, los ríos en la antigua Amazonia deberían drenar desde las
partes altas o sea desde el escudo guayanés hacia el Pacífico, y no al Atlántico
como ocurre hoy día. Este río se llamó Paleoamazonas. Más tarde, en el terciario
(hace 38 millones de años), la placa de Suramérica choca con la placa del Pacífico
generando la aparición de los Andes; en ese devenir comenzó a cambiar un poco la
condición de la Amazonia y más o menos en el terciario medio podemos hablar de
una formación que se desarrolla por buena parte de nuestra Amazonia colombiana y
peruana y que se conoce como la formación Pebas o Solimões del terciario, que es
una acumulación de sedimentos nuevos y recientes más los aportados por la
cordillera sedimentaria, los Andes, en especial del tramo oriental; el escudo viene en
un proceso de erosión que llega a solo algunas elevaciones relictuales en el
holoceno llamadas Tepuyes. A la elevación de los Andes y la disminución del
escudo, el Paleo amazonas termina y se inicia el río Amazonas con un drenaje
opuesto de la cordillera hacia el Atlántico.

C. la hidrología

como ya comentamos, la ZCIT a su paso por el Amazonas genera lluvias, por ello
los caudales de los ríos son al final producto de esas lluvias y de los periodos de
mayor o menor precipitación. Cuando los caudales aumentan, los ríos amazónicos y
el exceso de agua son depositados en las extensas llanuras conexas, mientras que,
al disminuir las lluvias, los ríos bajan sus niveles de manera extrema. Esto ocurre
tanto en la Amazonia como en la mayoría de los ríos de gran tamaño en todo el
planeta. Las aguas altas y las aguas bajas, junto a las transiciones hacia aguas altas
y aguas bajas, generan los cuatro momentos hidrológicos del año. Estos ríos por
tanto funcionan gracias a este proceso de inundación anual.

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D. Los organismos que habitan los ríos, arroyos y lagos amazónicos

son el producto de múltiples factores, algunos ya comentados en este escrito: el


clima, la geología, la hidrología y, claro está, los tipos de aguas que se presentan en
la región. Es ahora entendible que las cadenas tróficas que se organizan en estos
ambientes, dependerán de la riqueza de sus aguas y por ello el estudio de esta
dinámica es uno de los nuevos espacios de trabajo que venimos adelantando; nos
preciamos de tener una de las más altas riquezas de peces del planeta, y en parte
se debe a esta muy antigua historia geológica que ya hemos comentado. Hoy día,
con miles de especies de peces, podemos vislumbrar buena parte de este complejo
historial, con especies que nos recuerdan los momentos de la Pangea (ya que
tenemos peces vivos con parientes también vivos en África y Australia, como el pez
pulmonado Lepidosirena paradoxal), así como los momentos de influencia marina en
que muchos grupos se quedaron en la Amazonia y hoy día viven en ríos y en
especial arroyos (como Thalassophryne amazónica, un pez venenoso de la familia
Bratrachoiididae de origen marino).
Los estudios muestran que la riqueza no solo se observa en los peces sino en cada
eslabón de la cadena alimentaria, como las algas, el zooplancton, las plantas
acuáticas y los diferentes artrópodos, en especial los insectos. Un interesante
ejemplo de la magnificencia amazónica lo vemos en una planta carnívora (Articularia
foliosa) que debe aprovechar fuentes de alimento diferente al del proceso
fotosintético, por la escasez de nutrientes, consumiendo otros organismos.

E. la importancia de los peces

cuando preguntamos a los pobladores que saben de estas especies; los datos que
hemos recopilado son muy interesantes. Por ejemplo, en el sistema de lagos de
Yahuarcaca viven cerca de 150 especies; allí los pescadores conocen
perfectamente más de 90; claro está, las que más les interesan por tamaño y
predilección de consumo. Cuando decimos que las conocen es que tienen una muy
cercana idea de su biología y de las relaciones culturales y mitos con muchas de
ellas; por esta razón, las especies tienen nombre y significado en lengua, por
ejemplo, en los Ticuna, que es la etnia con mayor número de pobladores en nuestra
Amazonia sur. Desde los más pequeños peces que viven en especial en arroyos (de
hasta 3 cm en estado adulto) hasta el gran pirarucú en los lagos de várzea, de más
de 3 m de largo, la Amazonia y sus humedales son la fuente y el sustento de vida
para sus pobladores. El trabajo de un buen manejo y conservación de las
pesquerías debe lograrse con el concurso de muchos actores: los propios

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pescadores y sus comunidades y el Estado colombiano con las entidades
encargadas del ambiente y la academia, es decir las universidades; es una tarea
que ya iniciamos desde la Universidad, esperando logros significativos para
asegurar vida y calidad de vida para las generaciones futuras de nuestra Amazonía.

DIMENSIÓN BIÓTICA

La Amazonia es el fruto de complejas dinámicas naturales tales como la deriva continental,


la tectónica de placas, la zona de convergencia intertropical o las corrientes del Polo Sur.
Además, no es posible obviar el hecho de que la transformación de este territorio depende
también de los procesos antrópicos milenarios generados por las sociedades tradicionales,
así como por la intervención, más moderna, de la sociedad occidental. De esta manera,
todo ello conforma una unidad socio (bio) geográfica diversa y compleja, en la que los
paisajes naturales contrastan con los espacios intervenidos por la acción humana. En su
dimensión biótica, el entorno amazónico se caracteriza por contener una inmensa cantidad
de recursos naturales, muchos de ellos todavía desconocidos para la ciencia occidental.
Existen aproximadamente 320 categorías de ecosistemas terrestres, 299 categorías de
ecosistemas acuáticos y una población de más de 38 millones de personas. Se trata, en
definitiva, de una de las zonas geográficas más significativas para el desarrollo de la vida en
la tierra, no sólo por la extensión de aquel vergel natural, sino por su impacto sobre la
biosfera y la atmósfera planetarias.

A. Biodiversidad y Servicios de los Ecosistemas

La biodiversidad es la variedad de formas de vida sobre la Tierra, además desde el


punto de vista de la Ecología, el concepto incluye la diversidad de interacciones entre
las especies y su ambiente inmediato, formando un ecosistema. Se distinguen
habitualmente tres niveles en la biodiversidad: genética o diversidad intraespecífica,
consistente en la diversidad de genes; diversidad específica, entendida como diversidad
de especies y diversidad ecosistémica, la diversidad de las comunidades biológicas
cuya suma integrada constituye la Biosfera. Hay una relación directa entre biodiversidad
y funcionamiento de los ecosistemas (Keltner & Schmith, 2006).
Los elementos que constituyen la diversidad biológica de un área son los reguladores de
los flujos de energía y de materia y cumplen una importante función en la regulación y

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estabilización de las tierras y zonas litorales. Por ejemplo, en las laderas montañosas y
márgenes de ríos, la estructura y diversidad de especies vegetales protegen el suelo de
la erosión de las aguas de escorrentía.
La biodiversidad de microorganismos del suelo es la responsable del reciclado de los
nutrientes y la biodiversidad juega también un papel determinante en procesos
atmosféricos y climáticos. La Naturaleza inicia y mantiene un sistema de energía y ciclo
de nutrientes en la biosfera, y si se mantiene la integridad del sistema, se mantiene su
capacidad de funcionamiento en el tiempo. Los cambios en la biodiversidad alteran las
propiedades de los ecosistemas y de los servicios que éstos prestan a la humanidad
(Hooper et al, 2005).

B. Tipos de ambientes acuáticos de la Amazonía peruana

En la Amazonía peruana los ambientes acuáticos se pueden dividir en ambientes lóticos


(ríos y quebradas) y ambientes lénticos (lagunas, que regionalmente son denominadas
como «cochas» y tipishcas)

1. Ambientes lóticos

Las características físicas y químicas consideradas para clasificar los diferentes tipos de
ríos están descritas en la Tabla 2.

1.1. Ríos de agua blanca


Los ríos que presentan este tipo de agua tienen origen en la Cordillera de los Andes.
Generalmente, tienen un extenso recorrido a través de un amplio territorio de los Andes
y del llano amazónico. Presentan aguas lodosas, turbias, debido al alto contenido de
arena, arcilla y limo en suspensión, que proporcionan una coloración marrón claro a sus
aguas. Asimismo, el alto contenido de material en suspensión (150 a 1 900 mg/l de
materia fresca) hace que los niveles de transparencia sean bajos (5 a 60 cm) con altos
valores de turbidez, presentándose una pobre penetración lumínica que dificulta el
desarrollo del fitoplancton. La turbidez se incrementa durante el período de creciente
debido a las fuertes precipitaciones y a los procesos de erosión que caracterizan a este
período. Contrariamente, durante el período de vaciante, la carga de material en
suspensión disminuye gracias a la reducción de los niveles de precipitación y a los
procesos de sedimentación, ocasionando que los niveles de transparencia sean
mayores.
Los ríos de agua blanca presentan alto valor de conductividad (106-384 mmhos/cm),
producto del alto grado de mineralización de sus aguas, por lo que estos ambientes
acuáticos reúnen mejores condiciones potenciales para la producción biológica

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(Arrignon, 1979). La alta conductividad de estos cuerpos de agua se debe a los sólidos
en suspensión que acarrean, los cuales generan gran cantidad de iones que se
disuelven en el agua. Los niveles de pH van de ligeramente ácidos a alcalinos (5 a 9.5),
dependiendo del ciclo hidrológico del curso de agua.

1.2. Ríos de agua negra


Están representados por tributarios que se originan dentro del bosque húmedo. Sus
aguas son de color café oscuro, que al decir de Sioli (1968) la coloración de las aguas
negras es debida a que presentan alto contenido de sustancias húmicas y ácidos
fúlvicos.
Presentan poco material en suspensión, compuesto mayormente por material orgánico y
detritus que permiten que estos cuerpos de agua presenten transparencia que oscila
entre 23 y 118 cm. Los niveles de pH varían entre ácido a ligeramente ácido (3.5 a 6.9),
con moderados valores de conductividad. Estos cuerpos de agua apenas superan los
100 mmhos/cm de conductividad eléctrica, lo cual indica que son pobres con relación al
contenido de electrolitos y nutrientes

1.3. Ríos de agua intermedia o mixta


Son ríos que tienen características tanto de aguas blancas como de aguas negras. Los
ríos de aguas mixtas tienen una coloración marrón clara a verde amarillenta,
proporcionados por el tipo de sólidos en suspensión, de niveles bajos (30 a 250 mg/l de
materia fresca), los cuales proporcionan bajos niveles de transparencia (20 a 60 cm). De
acuerdo a estas características, las aguas intermedias serían semejantes a las de aguas
blancas. Sin embargo, los bajos niveles de conductividad (19 a 180 mmhos/cm) y, pH
ácido a ligeramente ácido (4.1 a 6.9) son semejantes a las características de aguas
negras. Pertenecen a la cuenca del río Tigre y sus principales tributarios, los ríos
Macusari y Corrientes (Hanek, 1982). Estos tienen su origen en el piedemonte
amazónico de los Andes ecuatorianos; otros nacen en sistemas de colinas adyacentes
al piedemonte andino.

1.4. Ríos de agua clara


Son ríos que tienen aguas cristalinas, con muy escaso material en suspensión, lo que
permite una total transparencia y la observación clara del fondo del cauce.
Generalmente, nacen entre cerros que presentan material geológico bastante
consolidado. Muchos de ellos tienen de moderado a alto contenido de electrolitos que se
refleja en los valores de conductividad eléctrica de moderada a excesivamente alta (35-
9,9900 mmhos/cm). Los niveles de pH varían de ligeramente ácido a básico (6.2 a 8.8).
Es característico en estos ríos observar que sus aguas se vuelven turbias después de la

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caída de lluvias, proceso que tiene un espacio temporal bastante corto. Estos ríos, por lo
común se localizan en selva alta peruana y son tributarios de los ríos de agua blanca.
Entre los ríos que representan este tipo de agua están: Chontayacu, Tocache, Mishollo,
Challuayacu, Cañuto, Aspuzana, Uchiza, Pólvora, Cachiyacu de Lupuna y Huaynabe.

2. Ambientes lénticos

2.1. Lagunas de origen tectónico


Estas lagunas fueron formadas en depresiones originadas debido a los procesos de
hundimiento y levantamiento del suelo. En la Amazonía, generalmente se presentan en
la Selva Alta. Algunas se caracterizan por ser pequeñas y de formas más o menos
redondeadas. Como ejemplos de estas lagunas tenemos el complejo de lagunas
ubicadas en la Cadena Oriental de los Andes, en el sector oeste de la provincia de
Tocache, que dan origen a los pequeños afluentes formadores de los ríos Chontayacu,
Tocache y Mishollo (Maco & Misajel, 2005). Otras lagunas de origen tectónico en la
Selva Alta son de gran dimensión y presentan formas irregulares, como el caso del lago
Sauce (Maco, 2004a) en la Región San Martín, y de las lagunas Burlan y Pomacochas
en la Región Amazonas (Maco, 2006 –en preparación–). En el llano amazónico también
existen algunos ejemplos de lagunas y lagos que se han formado por el hundimiento del
terreno, como los casos de la laguna Imiria en la Región Ucayali y el lago Rimachi en la
Región Loreto.

2.2. Lagunas de origen fluvial


Son formadas como consecuencia de la migración lateral de los cursos de agua.
Durante este proceso un meandro del río puede ser aislado del cauce principal a través
del fenómeno llamado regionalmente «rompeo». De esta forma se origina un tipo
diferente de cuerpo de agua, denominado «tipishca», y la porción de tierra rodeada por
este nuevo cuerpo de agua pasa a la categoría de isla. A medida que se desarrollan los
procesos de sedimentación las tipishcas se van cerrando en uno de sus extremos para
convertirse en una laguna típica que tiene la forma semilunar o de herradura,
denominada localmente «cocha» (IIAP & WWF, 1999c). Dependiendo de su localización
y de la influencia del río principal, se pueden clasificar en lagunas de várzea y en
lagunas de agua negra.

2.3. Lagunas de várzea


Son lagunas adyacentes a los cuerpos de agua blanca, de los cuales reciben fuerte
influencia en los períodos de creciente de los ríos. Durante los períodos de creciente los

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niveles de transparencia son bajos en gran parte de estos cuerpos de agua, debido al
alto contenido de material en suspensión que introduce el río de agua blanca al cual
están conectados. En este período se produce un aumento del nivel del agua, que va
acompañado con una alta tasa de renovación de sustancias nutritivas. Conforme van
sedimentando el material en suspensión, las aguas se tornan más transparentes.
Paralelamente a ello, ocurre una alta proliferación de organismos planctónicos que
solamente permiten una moderada penetración lumínica. En ese sentido, los niveles de
transparencia (15 a 160 cm) y de material en suspensión (10 a 800 mg/l de materia
fresca) son muy variables.

2.4. Lagunas de agua negra


Generalmente, son adyacentes a los cursos de aguas negras, de los cuales reciben
influencia durante el período de creciente. Algunas veces están cercanas a los cursos
de agua blanca, pero sin recibir influencia de éstos durante los períodos de creciente
(como la laguna Yarinacocha cercana al río Ucayali). Este hecho permite que estos
cuerpos de agua tengan menor tasa de renovación de sustancias nutritivas con relación
a las lagunas de várzea. El color de las aguas de estas lagunas es el café oscuro; sin
embargo, hay lagunas de agua negra en las que, durante los períodos de media
vaciante a vaciante, ocurre una proliferación del fitoplancton, que confiriere a las aguas
una coloración verdosa (Tabla 3) (IIAP & WWF, 1999c). El escaso material en
suspensión (20 a 100 mg/l de materia fresca) permite que los niveles de transparencia
(35 a 225 cm) sean mayores que en las lagunas de várzea, aunque aquí también, en
estos parámetros, hay una fuerte dependencia del nivel de las aguas de los ríos. Por
otro lado, los valores de pH oscilan entre ácidos a alcalinos (4.2 a 8.6), con niveles de
conductividad eléctrica de 49 a 203 mmhos/cm. En este sentido, las variaciones
espaciales y temporales del pH y la conductividad se presentan por los mismos motivos
manifestados para las lagunas de várzea.

EL CAPITAL NATURAL

El capital natural es básicamente nuestro medio ambiente y se define como el stock de


bienes que provienen del medio ambiente (como el suelo, los microbios y la fauna, la
atmósfera, los bosques, el agua, los humedales), que proveen de un flujo de bienes y
servicios (Pimentel et al, 1992). Los flujos de bienes y servicios son vitales para la
economía, por eso cada vez más los científicos basan la idea de sostenibilidad en la
necesidad de asegurar el suministro (actual y/o potencial) de los servicios de los
ecosistemas, que son indispensables para el mantenimiento de nuestra sociedad. La
degradación de los servicios de los ecosistemas representa la pérdida del “capital natural”,

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aunque esto no está representado en los índices convencionales de medida de la renta. Por
ejemplo, un país puede talar todos sus bosques y acabar con la pesquería y aumentar su
PIB.
En la actualidad, dada la degradación del medio ambiente, en muchas ocasiones el factor
limitante para el desarrollo de muchas actividades económicas es el capital natural tanto o
más que el capital manufacturado. Por ejemplo, en el caso de la pesca, la disponibilidad de
pesca se ha convertido en un factor limitante más que la tecnología de pesca o el número
de barcos. Igualmente, la producción de madera está limitada por la disponibilidad de
bosques más que por las serrerías, el petróleo está limitado más por la disponibilidad de
yacimientos geológicos y por la capacidad atmosférica de absorber CO2 que por la
capacidad de refinado.
Cuando los bosques naturales y las poblaciones de peces empiezan a ser limitantes, se
comienza a invertir en plantaciones de bosques y en cultivos de peces. En este caso,
tenemos una nueva subcategoría de capital natural producido o manufacturado, que es el
“capital natural cultivado” como los productos de la agricultura, silvicultura, acuicultura y
ganadería. Esta categoría es vital para el bienestar humano ya que provee de la mayoría de
los alimentos. El hecho de que tengamos la capacidad para cultivar el capital natural
aumenta considerablemente la capacidad de expansión del capital natural y de los servicios
que éste genera.
Aunque el capital natural cultivado (agricultura), se componga de capital manufacturado
(tractores, gasoil, fertilizantes) y capital natural (suelo orgánico, agua), el factor limitante
final es el capital natural. La metodología de valoración del capital natural es complicada,
porque la evaluación del capital natural requiere el conocimiento del cambio de las
magnitudes biofísicas y ecológicas debidos a las actividades humanas y su aporte al en el
bienestar humano (Farber et al, 2006).
Los intentos de reconciliación entre ecología y economía, es decir, entre el estudio de la
casa y el estudio de la administración de la casa, han generado los grandes enfoques de la
Economía Ambiental y la Economía Ecológica, que abordan la integración de las funciones
de los ecosistemas, generadores de bienes y servicios, en el análisis económico.

SOSTENIBILIDAD ECOLÓGICA

La época en la que el capital natural era considerado relativamente infinito para la escala
humana y como un bien gratuito, debe dar paso a la consideración del capital natural como
un factor limitante al desarrollo, esta es la idea subyacente en el concepto de sostenibilidad
ambiental o ecológica. La sostenibilidad ecológica significa el mantenimiento del capital
natural, es decir, vivir dentro de la capacidad productiva del planeta. La sostenibilidad

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ecológica es una necesidad desde el punto de vista humano y busca mejorar el bienestar
humano, protegiendo las fuentes de materias primas utilizadas y asegurando los sumideros
de residuos. Planteado de una manera global, la sostenibilidad ecológica y la social son las
dos caras de una moneda, ya que por una parte la sostenibilidad social depende de la
sostenibilidad ecológica: Si continuamos degradando la capacidad de la naturaleza de
producir los servicios de los ecosistemas (filtración de las aguas, estabilización del clima,
etc.) y de los recursos (alimentos, materiales), tanto los individuos como las naciones se
verán afectados por crecientes presiones y aumento de conflictos, amenazas a la salud
pública y a la seguridad personal. Por otra parte, la sostenibilidad ecológica depende de la
social: con una población cada vez mayor que vive en un sistema social que no permite la
satisfacción de sus necesidades, es cada vez más difícil proteger el ambiente natural. Los
bosques son talados para la agricultura, los pastos son sobreexplotados, los acuíferos
degradados, los ríos y mares sobre utilizados, aunque una parte de la naturaleza sea
conservada en pequeñas zonas de reserva o parques naturales. Además, hay que tener en
cuenta que el comportamiento humano y la dinámica social que resulta de ello, es lo que
subyace en el fondo de los problemas sociales y ecológicos. La necesidad de la
sostenibilidad surge debido, en parte, a que el mundo está empezando a reconocer que los
actuales modelos predominantes de desarrollo económico no son generalizables. Los
actuales niveles de consumo per cápita y de producción de residuos de los países
desarrollados (OCDE) no es generalizable a toda la población actual del Planeta y mucho
menos a la población de las futuras generaciones, sin liquidar el capital natural del cual
depende la futura actividad económica. La necesidad de la sostenibilidad surge también del
reconocimiento de que el derroche y la desigualdad de los modelos de desarrollo,
proyectados a un futuro no muy lejano, conducen a una situación imposible desde el punto
de vista ambiental o biofísico. La transición hacia la sostenibilidad es urgente porque el
deterioro de los ecosistemas a nivel global impone un límite temporal. No tenemos tiempo
para soñar en crear nuevos espacios, colonizar la luna o construir ciudades bajo el mar,
debemos salvar lo que tenemos del único medio ambiente que tenemos e invertir en la
regeneración de lo que está degradado (Goodland & Daly, 1996). La utilización de los
recursos naturales ha producido en general un aumento del bienestar humano, pero no
todas las regiones ni todos los grupos de personas se han beneficiado de la misma manera,
de hecho, a muchos les ha perjudicado. Los costos de la degradación se pueden pasar a
otros grupos o a las generaciones futuras. Mientras el 20% de la población mundial goza de
un bienestar material sin precedentes, al menos otro 20% está en condiciones de pobreza
absoluta. De hecho, el 20% de los más ricos ganan 60 veces más que el 20% más pobre y
esta brecha se ha doblado en los últimos 30 años.

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OTRA FORMA DE PENSAR

Las intervenciones que permiten llegar a resultados positivos incluyen: importantes


inversiones en tecnologías ambientalmente adecuadas, una activa gestión adaptativa,
acciones proactivas para abordar los problemas ambientales antes de que se hagan sentir
en su totalidad las consecuencias, grandes inversiones en servicios públicos (como
educación y salud), acciones decididas para reducir las disparidades socioeconómicas y
eliminar la pobreza. Además, la comunicación es esencial para una gestión sostenible de
los recursos, ya que el desarrollo sostenible necesita ciudadanos informados, capaces de
tomar decisiones correctas para resolver las complejas situaciones a las que nos
enfrentamos. Es necesario un cambio de mentalidad, sobre todo en la manera de
relacionarnos entre nosotros y con la naturaleza, para poder encaminar el largo camino
hacia la sostenibilidad.

Según Darwin, los organismos que sobreviven son los mejor adaptados a las condiciones
particulares de un contexto ambiental específico en un determinado momento histórico,
posteriormente, otros biólogos, identifican la cohesión y la solidaridad de grupo como
elementos igualmente cruciales para la supervivencia. En este mismo sentido, la científica
Janine Benyus subraya las formas fascinantes de comportamiento de interdependencia y
simbiosis entre los organismos, demostrando que el mutualismo y la solidaridad son
también la ley de la selva (Benyus, 2002).
A modo de conclusión podemos decir que el medio ambiente no es un bien de lujo. Los
servicios de los ecosistemas contribuyen a la calidad de vida de innumerables maneras,
directa e indirectamente y representan una gran parte del valor económico del planeta. Los
servicios de los ecosistemas y el capital natural que los produce, han sido degradados por
las acciones humanas hasta el punto de poner en amenaza la sostenibilidad de los sistemas
y de la propia sociedad humana. Un futuro sostenible y deseable es posible, pero es
necesario desarrollar una visión y comunicar. Una razón para la esperanza es que como
nosotros los humanos somos los causantes del problema, nosotros podemos solucionarlo
(Diamond, 2006).

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LEY DE RECURSOS HIDRICOS Y REGLAMENTO

TÍTULO X AGUAS AMAZÓNICAS

A. Artículo 114.- Aguas amazónicas

El agua amazónica, en el marco del desarrollo sostenible de la Amazonía peruana,


es un bien de uso público vertebrador de la biodiversidad, fauna, flora y de la vida
humana en la Amazonía.

Cuando se habla de aguas amazónicas rápidamente se piensa en ríos sinuosos,


anchos y turbios que cruzan un bosque denso y permanente. Muy pocas veces se
analiza que las aguas amazónicas tienen su origen en los Andes, que descargan
grandes cantidades de sedimentos en el océano Atlántico y que en conjunto con el
bosque en pie juegan un rol determinante en el ciclo del agua de la región tropical de
Sudamérica. En el Perú, las aguas amazónicas están influenciadas directamente por
la presencia de los Andes y en conjunto forman el mayor sistema de cabeceras de la
parte occidental de la cuenca amazónica. Albergan una gran diversidad de
ecosistemas acuáticos y son sustento de las pesquerías y alimento para sus
pobladores. En los últimos años esta región ha recibido propuestas para la
implementación de grandes proyectos de infraestructura como la construcción de
carreteras, hidroeléctricas e hidrovías, proyectos de inversión que tendrán un efecto
directo en la dinámica natural, biodiversidad y beneficios ambientales que las aguas
amazónicas actualmente brindan al país.
Impulsamos la iniciativa Aguas Amazónicas en el Perú bajo esta visión integral, y lo
hacemos a través de esfuerzos de investigación específicos dirigidos a entender la
ecología de los peces, los cuales consideramos como los indicadores clave del
estado de conservación de los ríos y del paisaje acuático en la Amazonía. Bajo la
perspectiva de cuencas y humedales, nuestros estudios buscan identificar hábitats
clave para las poblaciones de peces (áreas de reproducción, de alimentación),
enfocándonos en que las acciones dirigidas a la conservación de estas áreas
incluyen la protección de la biodiversidad asociada (de los bosques inundables, por
ejemplo).
Buscamos trabajar directamente con pobladores y autoridades locales, apoyando al
desarrollo de capacidades y participando activamente con nuestros resultados
científicos en el desarrollo de políticas de uso de recursos pesqueros, agua y
humedales de la Amazonía occidental.

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Actualmente venimos trabajando con las autoridades pesqueras del gobierno
regional de Loreto (DIREPRO) con la finalidad de mejorar el manejo de datos y
monitoreo pesquero de la región. Se ha diseñado una base de datos que integra las
diferentes oficinas subregionales de DIREPRO y que permite un análisis en tiempo
real y con un enfoque ecológico de las pesquerías. La creación y clasificación
espacial de cuencas y a diferentes niveles ha permitido un análisis regional de los
humedales y las pesquerías de Loreto, el cual es posible integrar con otros análisis a
mayor escala en cuencas y países amazónicos vecinos. El estudio de las pesquerías
bajo una perspectiva ecológica ha permitido ubicar áreas específicas de
alimentación, de desove y de tránsito, cuya protección beneficiará la producción
pesquera tanto a nivel regional como a nivel de toda la cuenca. Con estas acciones
buscamos desarrollar insumos y fortalecer una perspectiva integral sobre el estudio
de las aguas amazónicas, lo cual van a facilitar herramientas a los tomadores de
decisión para evaluar de manera eficiente los posibles efectos y viabilidad de los
proyectos de inversión e infraestructura en la región amazónica.

B. Artículo 115.- La gestión integrada del agua amazónica

El agua amazónica, por su asociación con la biodiversidad y uso para la


alimentación humana, requiere de herramientas que orienten la gestión integrada
hacia metas de sostenibilidad de la biodiversidad, protección de ecosistemas de
agua dulce, inclusión social y desarrollo local.

La cuenca del río Amazonas es la mayor cuenca de drenaje del planeta,


conteniendo 1/5 de toda el agua dulce líquida del mundo, en una superficie de más
de seis millones de kilómetros cuadrados. La cuenca, que se extiende desde los
Andes hasta el océano Atlántico, se caracteriza por su riquísima diversidad cultural y
biológica.

A nivel hidrológico, la cuenca constituye un sistema de conectividad a gran escala,


como describió el Sr. Sebastián Heilpern, miembro del Grupo Científico para la
Amazonia, durante su intervención en el evento paralelo de la Conferencia de las
Naciones Unidas sobre el Agua 2023 dedicado a la "Cooperación transfronteriza y
ciencia para la gestión sostenible de las aguas amazónicas".

Un aspecto clave de esta cooperación transfronteriza implica una visión y


planificación común y consensuada, diferentes modalidades de intercambio de
conocimientos y datos, así como la investigación conjunta en materia hidrológica,

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tanto en el contexto de instituciones nacionales - como el Ministerio de Relaciones
Exteriores de Bolivia y la Agencia Nacional de Agua y Saneamiento de Brasil (ANA
Brasil) - como a través de procesos multilaterales, en el marco de la Organización
del Tratado de Cooperación Amazónica (OTCA) y el Programa Hidrológico
Intergubernamental (PHI) de la UNESCO.

El agua, la selva, la biodiversidad, los pueblos indígenas, la salud, las


infraestructuras, el transporte, la energía y el cambio climático son algunos de los
sistemas de conectividad a gran escala increíblemente complejos que componen la
cuenca del Amazonas. Como destacó el Sr. Miguel Doria, Hidrólogo Regional de la
UNESCO para América Latina y el Caribe, la cuenca del río Amazonas desempeña
un papel fundamental en los ciclos bioquímicos y del agua regionales y mundiales,
constituyendo un regulador climático relevante.

C. Artículo 116.- Objetivo de la planificación de la gestión del agua en la


Amazonía

La planificación de la gestión del agua en la Amazonía tiene como principal objetivo


proteger, preservar y recuperar las fuentes de agua (cochas, manantiales,
humedales y ríos) y de sus bienes asociados (islas, barrizales y restingas), por lo
que el deterioro en la calidad de dichas fuentes producido por actividades públicas o
privadas es considerado falta muy grave por los daños que causa a la población, el
ambiente y el desarrollo de la Amazonía.

D. Artículo 117.- Comités de subcuenca en la Amazonía

Los comités de subcuenca en la Amazonía se organizan en torno a los ríos menores


o grandes quebradas, conforme a la zonificación que realice la Autoridad Nacional.
Los comités de subcuenca tienen facultad para administrar los usos del agua,
otorgando prioridad al consumo humano y garantizando su protección según los
principios y mandatos de la Ley. Resuelven cualquier conflicto en su interior por
consenso.
Ley de Recursos Hídricos: 29338 Reglamento de la Ley 29338 (DS 001-2010-AG,
24 de marzo del 2010)
Artículo 32º.- Las comunidades campesinas y comunidades nativas
• Las comunidades campesinas y comunidades nativas se organizan en torno a
sus
fuentes naturales, microcuencas y subcuencas de acuerdo con sus usos y
costumbres.

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• Las organizaciones tradicionales de estas comunidades tienen los mismos
derechos que las organizaciones de usuarios.
Artículo 64º.- Derechos de comunidades campesinas y de comunidades nativas
• El Estado reconoce y respeta el derecho de las comunidades campesinas y
comunidades nativas de utilizar las aguas existentes o que discurren por sus
tierras, así como sobre las cuencas de donde nacen dichas aguas, tanto para
fines
económicos, de transporte, de supervivencia y culturales, en el marco de lo
establecido en la Constitución Política del Perú, la normativa sobre comunidades
y la Ley.
• Derecho imprescriptible, prevalente y se ejerce de acuerdo con los usos y
costumbres ancestrales de cada comunidad.
• Ningún artículo de la Ley debe interpretarse de modo que menoscabe los
derechos reconocidos a los pueblos indígenas en el Convenio 169 de la
Organización Internacional de Trabajo.

E. Artículo 118.- Las comunidades nativas amazónicas y pueblos indígenas

Las comunidades nativas amazónicas organizan sus comités de subcuenca de


acuerdo a sus usos y costumbres para toda actividad cultural, social o económica y
se encargan de la protección de las cochas, humedales y restingas de selva. La
Autoridad Nacional, en concordancia con los consejos de cuenca de la Amazonía,
vela por que, en las aguas existentes o que discurren por las áreas habitadas por
pueblos indígenas en aislamiento voluntario o contacto inicial no se otorgue ningún
derecho que implique uso, disposición o vertimientos en las mismas.

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CONCLUSIONES

● Las aguas amazónicas representan un tesoro ecológico de valor incalculable. Su


sistema hidrográfico excepcional y su biodiversidad única desempeñan un papel
fundamental en el equilibrio del ecosistema amazónico y tienen un impacto
significativo en el clima global. La cuenca amazónica alberga una inmensa variedad
de especies acuáticas y terrestres, muchas de las cuales son endémicas y aún
desconocidas. Los ríos, lagos y humedales proporcionan hábitats vitales para la flora
y fauna amazónica, contribuyendo a su extraordinaria biodiversidad.
● Las aguas amazónicas también tienen un valor cultural y social importante. Las
comunidades indígenas y ribereñas dependen de ellas para su sustento, transporte y
conexión espiritual. Estos pueblos han mantenido una estrecha relación con los ríos
amazónicos a lo largo de la historia, y su conocimiento tradicional es valioso para la
conservación. Sin embargo, las aguas amazónicas enfrentan numerosas amenazas,
incluida la deforestación masiva, la contaminación por actividades humanas, el
cambio climático y la construcción de represas. Estas actividades amenazan la salud
de los ecosistemas acuáticos y ponen en peligro la supervivencia de muchas
especies.
● Es necesario introducir en los actuales planes de cuenca amazónica, y en sus
futuras revisiones, así como en los reglamentos y planificaciones, el establecimiento
de planes de gestión específicos destinados al mantenimiento y mejora del buen
estado ecológico. Por lo tanto, el concepto de Caudal Ambiental no deber ser tenido
en cuenta como un elemento final de análisis en la recuperación de espacios
degradados, sino que debe integrarse en una actuación preventiva mediante un
análisis global.
● Es necesario considerar que los diferentes cuerpos de agua amazónicos están
complejamente interconectados e interrelacionados, - en mayor o menor medida- ,
presentan variabilidad a lo largo del año y son distintos según las condiciones
climáticas, morfológicas y litológicas de la cuenca, además de estar fuertemente
influenciados por las actividades humanas desarrolladas en la misma.
● Los caudales ambiéntales no son caudales caprichosos propuestos por ecologistas,
nacen como una obligación moral del hombre para con la naturaleza y para con él
mismo. De ahí que deba considerarse su designación como elemento fundamental
en los planes de ordenación de cuencas. De ahí que el mantenimiento de los
caudales ambientales garantiza un respeto por la funcionalidad de los ecosistemas

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acuáticos y no puede ser considerado un problema al uso del agua, sino una
solución frente al abuso de unos pocos.
● Se requiere la actualización de las técnicas para la adecuada determinación del
régimen de caudal ambiental, un marco legal acorde con esta nueva concepción, y
una percepción social de la necesidad impostergable de establecer unos niveles que
garanticen la sostenibilidad ambiental de los ecosistemas. Las acciones humanas
sobre las cuencas hidrográficas y las fuentes hídricas condicionan los procesos
naturales en los ríos afectando el régimen de caudal de la corriente, la calidad del
agua y los ecosistemas. Se requiere un modelo alternativo de gestión del recurso
hídrico, donde se considere la importancia social, ambiental, cultural y económica
que representan los ecosistemas de agua dulce y, por lo tanto, la importancia de su
conservación.
● Es importante que la definición del régimen de caudal ambiental se encuentre
enmarcado dentro de un conjunto de prácticas de gestión en la cuenca relacionadas
con el uso del suelo, los derechos de agua, control de la contaminación y control de
las actividades humanas. Limitarse a establecer un caudal ambiental en un río en
grave proceso de degradación puede resultar inútil o incluso perjudicial

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Bibliografía

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https://aguasamazonicas.org/aguas
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García, J. M. (2006). TIPOS DE AMBIENTES ACUÁTICOS DE LA AMAZONÍA PERUANA.
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Hernando Bernal Zamudio, C. H. (2009). AMAZONIA Y AGUA. Brasil: Unesco Etxea.
Wust, W. H. (04 de 07 de 2021). WCS PERU. Obtenido de WCS PERU:
https://peru.wcs.org/es-es/iniciativas/aguas-amaz%C3%B3nicas.aspx

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