Panorama Político
Revista del Departamento de Filosofía
LA CONTAMINACIÓN DE LA AMAZONIA
ECUATORIANA, CASO TEXACO-CHEVRON
M
uchas veces hemos podido escuchar acerca de
la Amazonía ecuatoriana, sin embargo que es
lo que realmente sabemos de esta belleza de la
naturaleza, acaso la palabra Chevron nos dice
algo, antes de ahondar en ello, sería mejor describir que es
lo que existe en esta extensión de territorio que conforma
el dos por ciento de la selva amazónica y que se ubica en
Ecuador.
La Selva Amazónica, la mayor extensión remanente de selva
tropical en el mundo. Un lugar donde el silencio es total-
mente inexistente y cualquier zumbidos, crujidos, rugidos y
aullidos está al pisar cada esquina, es increíble darse cuenta
que un árbol amazónico puede albergar más especies de
hormigas que todas las islas británicas juntas, o que en una
sola hectárea de bosque amazónico pueden habitar la mis-
ma cantidad de especies de ranas que en todo el territorio
de América del Norte. Aquí es posible encontrar un mono
tan pequeño que puede sentarse en la punta de un dedo, un
sapo que llega a pesar hasta ocho libras, una araña que se
alimenta de aves, y la serpiente más grande del mundo, la
anaconda, que puede llegar a medir hasta 30 pies.
Aquí podemos encontrar La cuenca del Amazonas, hogar del
cuerpo de agua dulce más grande del mundo; el vigoroso
“Río Amazonas”, este magnífico río representa aproximada-
mente una quinta parte de toda el agua fresca del planeta.
Sus poderosas nubes selváticas que atraviesan sus cielos jun-
to a sus gigantescos y milenarios árboles; son el natural es-
cudo protector que lucha contra los efectos del calentamien-
to global que penosamente se ha expandido en el mundo.
Según datos de los centros de investigación del Ecuador, El
40% de toda el agua dulce de la tierra fluye por la cuenca ama-
zónica. Esto es más agua que toda la que fluye por los cauces
de los otros seis ríos más grandes del planeta juntos. En el río
Amazonas existen islas del tamaño de Suiza, y en sus aguas
habitan nutrias más grandes que un ser humano adulto. Hay
tramos de este río donde una persona ubicada en medio de la
corriente no alcanza a ver ninguna de las dos orillas opuestas.
24 Opinión
Por: Lic. Danny Valeria Benítez
Docente
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El ecosistema amazónico, en especial su bosque lluvioso
tropical, es considerado uno de los hábitats vegetales y ani-
males más ricos y complejos del mundo. Siendo la región
boscosa más grande del planeta, la Amazonía es también
extremadamente importante como el mayor productor de
oxígeno. La variedad de macro y micro hábitats es asombro-
sa, desde pantanosos lagos hasta el bosque de tierra firme
que pareciera interminable.
Esta región tropical también es el hogar de miles de indíge-
nas pertenecientes a unas 200 nacionalidades distintas. En-
tre los más conocidos están los Siona, Secoya, Cofan, Shuar,
Zaparo, Huaorani, y Quichua. Las tribus indígenas que ha-
bitan la selva ecuatoriana son las guardianas ancestrales de
la herencia biológica de esta región del mundo. Habiendo
vivido ahí por más de 10 000 años, conocen sus plantas, sus
animales y sus secretos mejor que nadie.
También es importante destacar que de la Amazonía provie-
nen muchas de nuestras comidas favoritas: el aguacate, la
pimienta negra y la roja, las nueces de Brasil, el marañón,
el cacao, la canela, la berenjena, el higo, el jengibre, la caña
de azúcar, la vainilla y el camote, entre otros. Sin embargo
todo lo descrito anteriormente no fue suficiente para frenar
la ambición y la destrucción por parte del ser humano, más
específicamente hablamos del daño provocado en esta ma-
jestuosidad por parte de una de las petroleras más ricas de
Estados Unidos, la segunda según datos proporcionados en
2005, hablamos de Texaco (hoy parte de Chevron).
La historia de esta petrolera en territorio ecuatoriano tuvo
sus inicios, cuando esta empezó a explorar los campos de
petróleo en el norte del Oriente de Ecuador a partir de 1964.
Entre 1972 y 1992 la empresa extrajo 1.5 mil millones de
barriles de petróleo de Ecuador; durante el proceso vertió
19 mil millones galones de residuos en la región y derramó
17 millones de galones de petróleo. Algunas organizaciones
ecologistas han llamado a dicha situación, el peor desastre
petrolero del mundo. La compañía está acusada de no lim-
piar suficientemente la región a su salida en 1992 y de igno-

rar sus responsabilidades a las comunidades afectadas por
sus actividades.
Razón por la cual dicha petrolera fue demandada por parte
de las comunidades indígenas de la provincia amazónica de
Sucumbíos quienes iniciaron en el año 1993 su lucha por la
causa, después de diez años de proceso legal, las cortes es-
tadounidenses decidieron que la empresa debía someterse a
las cortes ecuatorianas. Ya que los tribunales estadouniden-
ses se negaron a juzgar a la compañía. Los demandantes
representen cinco nacionalidades indígenas, ochenta co-
munidades, y más de 30.000 personas quienes quieren que
Chevron repare las zonas afectadas, que costará $US6 mil
millones cuota simbólica y aún insuficiente para resarcir los
daños ocasionados.
Por su parte dicha compañía sostiene que ya ha limpiado
la zona suficientemente, lo cual no se evidencia con las
pruebas irrefutables aun presentes en la zona del desas-
tre. Chevron sostiene que ya ha limpiado las zonas en que
trabajaba. Tiene estudios científicos diciendo que las zonas
están limpias y sanas y que no hay contaminación peligro-
sa para el medio ambiente en la región de Lago Agrio1; la
objetividad de estos estudios no está seguro según grupos
ambientales. En su página web dice que la empresa toma
en cuenta los temas de responsabilidad social, respeto al
medio ambiente, y derechos humanos y que tiene en plazo
políticas relativas a estos cuestionamientos.
Pero cuales son estos estragos causados en la zona, más
allá de la destrucción de hábitats, contaminación de los
suelos, agua, bosques, esto tiene que ver también con la
salud de los habitantes de las zonas y es que a la fecha las
tasas de cáncer en zonas afectadas por contaminación han
incrementado de manera irrisoria. Las tasas de aborto es-
pontáneo en zonas afectadas por contaminación son más
altas que serían anticipadas normalmente y a esto hay que
agregar las tasas de leucemia Infantil en zonas afectadas,
todo por la contaminación.
La contaminación del agua de la zona por toxinas relacionadas
a la industria petrolera ha dado como resultado que la gente
que habita en la región no tenga acceso a agua sana. Esta afec-
tación en los pueblos originarios, ha conllevado a la pérdida
de sus tierras por la contaminación y el desplazamiento al que
han tenido que someterse amenaza su ritmo y estilo de vida así
mismo su capacidad de reproducción cultural y social.
1 Lago Agrio es una entidad territorial subnacional ecuatoriana, de
la Provincia de Sucumbíos. Su cabecera cantonal es la ciudad de Nueva
Loja, lugar donde se agrupa gran parte de su población total. Su población
según el censo del 2010 es de 91.744 habitantes, de los cuales 46.966 son
hombres y 44.778 mujeres.
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Un hecho llamativo en este caso ha sido, la poca o nula
participación y apoyo por parte del gobierno de la época a
las comunidades indígenas que llevaron a cabo esta deman-
da, fue una llamada por la Comisión Inter-Americano de
Derechos Humanos al gobierno ecuatoriano la que exigió la
protección de la integridad del juicio y a los involucrados.
Este hecho además de repudiable es condenable, la compa-
ñía petrolera se retiró en 1992, ya hace 24 años y los daños
irreparables al medio ambiente aún son visibles y palpables,
antes de retirarse definitivamente de Ecuador en 1992, dijo
haber limpiado los dos millones de hectáreas de selva vir-
gen en los que operó. Lo cual no solo es improbable sino
falso. Porque todos esos terrenos, se hallan totalmente de-
gradados, con decenas de vertederos de alquitrán que han
contaminado ríos y acuíferos. El agua, en toda esa región,
es ahora no apta para el consumo. Y se ha multiplicado el
número de cánceres entre la población. En toda esa selva, la
excepcional biodiversidad ha sido sencillamente asesinada.
El problema de la no participación por parte del Gobierno
ecuatoriano radica en que, el gobernante en esa época le
firmó a Texaco, específicamente en el año 1998, un acto de
finiquito2 en el que reconocía que la empresa estadouniden-
se lo había dejado todo limpio, y la exoneraba de cualquier
responsabilidad sobre consecuencias futuras de sus desma-
nes petroleros. Este acto de finiquito le da un argumento
enorme a Texaco-Chevron en ocasión de la demanda inter-
puesta en su contra, la empresa dice, lavándose las manos
que entregó todo limpio, ya que es el mismo estado ecuato-
riano quien otorga ese reconocimiento.
Sin embargo este no es el primer proceso de este tipo en el
que la compañía Chevron se ve involucrada, es una de las
tres empresas cuyas actividades han sido subrayadas por
Amnistía Internacional por sus violaciones de derechos hu-
manos (Yahoo y Dow Chemicals3 son las otras).
Pero estos argumentos expuestos por parte de la compañía
no son suficientes, esta controversia legal ha sido prolon-
gada por parte de los grandes empresarios que no se han
dispuesto a resarcir un poco en todos los daños que han
2 El año 1998, se suscribe el acta de finiquito, donde se hace constar que
Chevron cesa sus responsabilidades con el Gobierno del Ecuador, y especi-
fica que queda todo limpio de desechos. En 2001 la multinacional Chevron
adquiere las acciones de Texaco.
3 El desastre de Bhopal, ocurrido el 3 de diciembre de 1984 en la región
de Bhopal (India), se originó al producirse una fuga de isocianato de metilo
en una fábrica de pesticidas propiedad de un 51% de la compañía esta-
dounidense Union Carbide (parte de cuyos activos fueron posteriormente
adquiridos por Dow Chemical) y del restante 49%, del gobierno de la India.
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ocasionado, en el año 2012 la Corte Provincial de Sucum-
bíos emitió una sanción en la cual, condenaba a la empre-
sa Chevron a pagar una indemnización de 9.500 millones
de dólares por haber causado uno de los mayores desastres
medioambientales del mundo entre 1964 y 1990. Una suma
que se duplicaría y alcanzaría los 19.000 millones de dó-
lares a la fecha. En caso de que la empresa no presentase
excusas a los damnificados en las semanas siguientes a la
sentencia. (Rafael Correa, 2012)
Ante tal circunstancia la compañía no podía acatar dicha
resolución por lo tanto, Chevron, para desprestigiar esa de-
cisión judicial y evadir su responsabilidad, alegó que, en ese
juicio, los abogados de los demandantes habían falsificado
los datos y presionado a los peritos científicos para encon-
trar contaminación donde no la había, presentando poste-
riormente un recurso de casación ante la Corte Nacional de
Justicia (HAYA).
En dicho recurso lo que se pretende es entablar un amparo,
basándose en el Tratado de protección recíproca de inversio-
nes4 firmado entre Ecuador y Estados Unidos, y que entró en
vigor en 1997. Sin embargo el mismo entro en vigor en el
año 1997, como se explica anteriormente y la empresa cesó
sus operaciones en el año 1992 y fue un año después que
las comunidades afectadas entablaron su demanda, razón
por la cual a discreción personal el amparo es improcedente
por el periodo de vigencia del mismo, esta no es sino una
movida más de la compañía para evadir responsabilidades y
exonerarse del pago de la deuda, que no solo es una deuda
monetaria, sino moral e histórica.
En el año 2012 el presidente Rafael Correa visito París,
Francia, donde tuvo la ocasión de exponer el caso de Che-
vron y la contaminación en la Amazonía ecuatoriana, aquí
además de exponer y detallar todos los daños a los que se
sometió la comunidad y los daños provocados en el ecosiste-
ma y el medio ambiente, el presidente señala que el intento
de la compañía por evadir sus responsabilidades aparte de
ser amoral es incongruente y se refiere al recurso de amparo
que la empresa interpuesto ante la Corte Internacional de
Justicia, donde este explica cómo se dio ese proceso.
“Con ese argumento señala el presidente Rafael Correa,
Chevron acudió a la Corte Permanente de Arbitraje de La
Haya, la cual nombró, como es habitual en estos casos,
un Tribunal específico para este asunto. Este Tribunal está
compuesto por tres jueces, designados (y pagados) por las
partes en litigio; uno por la empresa, otro por el país y el ter-
4 Hecho en Washington a los veinte y siete días del mes de agosto de mil
novecientos noventa y tres, en dos textos en los idiomas español e inglés,
ambos igualmente auténticos, y entra en vigor a partir del 1997.
26 Opinión
cero por estos dos jueces anteriores. Aquí también el poder
judicial ecuatoriano cometió un error, porque designó a uno
de los jueces, con lo cual implícitamente dio la impresión
de que Ecuador aceptaba ese Tribunal de arbitraje. Cuando,
en realidad, nuestro Gobierno rechaza ese Tribunal, no lo
considera competente.”
“El caso es que ese Tribunal –agrega el canciller Ricardo Pa-
tiño– concluyó, en 2012, que Ecuador ‘incumple leyes inter-
nacionales al no tratar de impedir’ la ejecución de un fallo
contra Chevron que obliga a esta empresa a pagar miles de
millones de dólares a varias comunidades indígenas por la
contaminación de la Amazonia. El Tribunal insiste en que
ambas partes el Estado de Ecuador y Chevron habían alcan-
zado previamente un acuerdo, mediante un ‘acto de finiqui-
to’, que exoneraba a Texaco-Chevron de responsabilidades
medioambientales futuras. (Ecuador noticias, 2015)
Siendo de esta manera una sentencia favorable para la
transnacional, además de eso el tribunal de arbitraje tam-
bién alega que Ecuador ha violado el tratado bilateral de
inversiones entre Quito y Washington el cual ya había sido
mencionado anteriormente, que no es pertinente puesto que
su entrada en vigencia no coincide con las fechas de los
daños ni con el tiempo en que las comunidades indígenas
entablaron su demanda, según el mismo, Ecuador debe to-
mar todas las medidas a su alcance para suspender o hacer
que se suspenda la ejecución o el reconocimiento dentro o
fuera de Ecuador de cualquier sentencia contra una firma
estadounidense.
A esto también habría que agregar que en resoluciones an-
teriores, ese tribunal ya había advertido, además, de que
cualquier pérdida surgida de la ejecución de la sentencia
de la Corte de Sucumbíos sería una pérdida por la que el
Estado ecuatoriano sería responsable ante Chevron, bajo el
derecho internacional. Dejando nuevamente en desventaja
a Ecuador con este dictamen.
Sin embargo se debe señalar que como el presidente Rafael
Correa explica, “las decisiones del Tribunal de arbitraje de
La Haya han sido rechazadas por el gobierno. Primero, por-
que Ecuador, como Estado, no está implicado, en esa quere-
lla. Defendemos los derechos de las comunidades indígenas
afectadas por la contaminación y víctimas de los desmanes
de una multinacional petrolera. Pero no somos parte en el
pleito. Y por respeto al principio democrático de la separa-
ción de poderes, no queremos inmiscuirnos en asuntos de la
rama judicial. (Rafael Correa, 2015)
Por ende este tribunal como el máximo órgano de represen-
tación y debate de conflictos de tal envergadura se quedaría

sin la potestad de emitir juicio, dado que no es competente,
puesto que como lo explicaba el presidente Correa en sus
declaraciones el litigio es entre una compañía transnacional
y la comunidad ecuatoriana, no es el Estado quien directa-
mente ejecuta la demanda.
Pese a esta posición, se puede observar que, en el marco
actual del despojo de la soberanía de los Estados, los tri-
bunales de arbitraje tienen cada día más poder. Cada vez
más, los tribunales de arbitraje están fallando a favor de las
corporaciones multinacionales. Y si el Gobierno del Ecuador
no llegase a acatar el fallo del tribunal de arbitraje (que aún
no es definitivo), Ecuador podría quedar aislado comercial
y políticamente.
No obstante este no es todo el meollo del asunto, esta re-
solución va más allá, porque si la decisión del tribunal de
arbitraje se aplicase, Ecuador estaría violando su propia
Constitución pues significaría que nuestro Gobierno estaría
interfiriendo con el Poder Judicial. Y donde está plasmado
el derecho de los pueblos indígenas de gozar de las mejores
y óptimas condiciones para el desarrollo y salvaguardo de
sus vidas, se debe recalcar que Chevron no solo quedaría
exonerada de pagar por la limpieza de la selva y la repara-
ción a las comunidades afectadas, sino que podría deman-
dar pagos al pueblo ecuatoriano por el costo legal del litigio
al que se le sometió.
Más allá de la índole jurídica que ha tomado el caso esto
se ha tornado un caso de tipo político contra el gobierno
ecuatoriano. No puede seguirse permitiendo que en Amé-
rica Latina se destruya el medio ambiente y las empresas
multinacionales que lo destrozan quieran luego lavarse las
manos, por tener a su favor una concesión fraudulenta por
parte de gobiernos inescrupulosos que hacen de su tierra un
basureo de occidente.
Existe un sin número de informes sobre el daño ambiental
de Chevron en Ecuador, pero es válido y preciso hacernos
el cuestionamiento de que si es posible que el dinero pue-
de remediar el daño ambiental ocasionado en este antiguo
paraíso, lleno de esplendor y belleza, aparte de todos los
destrozos se cambió totalmente la vida de los habitantes de
estas zonas, lo que los obligó a buscar otra forma de subsis-
tir porque ya no había cacería ni pesca. Grupos étnicos que
históricamente vivieron en la zona debieron abandonar sus
territorios.
La actividad petrolera afecta las bases de la subsistencia
campesina e indígena. El 94% de la población de la zona,
según una encuesta realizada en años posteriores a la sali-
da de Chevron de Ecuador, desde el año 1993 a la fecha se
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contabiliza que todas las familias han sufrido pérdidas de
animales. Cada familia reportó un promedio de 8 vacas, 5
cerdos, 2 caballos, 43 gallinas de la Amazonía ecuatoria-
na que están afectadas y 6 áreas protegidas que no están
exentas de estas actividades. También afectó a los cultivos.
La media según dicha encuesta es de 2.6 hectáreas dañadas
por cada familia, de 4 que poseían.
Según varios informes realizados, muchos de los pobladores
de la Amazonía afirman que Texaco ahora Chevron abrió
unas fosas y las llenó con petroleó. Eran excavaciones sin
ningún tipo de recubrimiento o material que impidiera que
filtrara el crudo. Esta práctica no era aprobada ni realizada
en ninguna parte del mundo pero ellos lo hicieron en la
Amazonía y no por desconocimiento sino para ahorrarse di-
nero, porque pensaron que allí nadie protestaría. A la gente
de la zona se les dijo que no pasaba nada, que el petróleo
no migraba, pero en la práctica y la realidad absoluta es que
no fue así, hasta la fecha el combustible llega a los esteros
y ríos, eso porque las fosas se abrieron metros arriba de los
afluentes para que, justamente por ahí evacuaran.
A estas malas prácticas que se llevaron a cabo en la zona
señalada, hay que agregarle el sin número de perforaciones
realizadas, hicieron tantas fosas que no se sabe el número
exacto. La Corte de Sucumbíos señaló en su resolución ha-
ber encontrado 356 pozos, con sus respectivas piscinas, lo
que alcanza unas 820 fosas, aunque los pobladores a dia-
rio siguen hallando más; unas que fueron escondidas y de
las cuales ahora vierten petróleo. Además, la transnacional
arrojó el agua tóxica que sale de la extracción del petróleo,
una de las principales sustancia causante del cáncer. Hay
más de 80.000 análisis que reflejan la existencia de pro-
ductos tóxicos en el suelo y en el agua por esta razón. (Eco
portal.net 07/06/3013)
Rodrigo Pérez Pallares, representante legal de Texaco, ad-
mitió públicamente que vertieron 15.834 millones de galo-
nes (c/g 4 litros) de este líquido entre 1972 y 1990. Asimis-
mo, arrojaban el crudo en la carretera para evitar el polvo
cuando circulaban sus camiones, esto afectó a los morado-
res. Como es de suponerse por la pobreza y las costumbres
indígenas los habitantes no utilizaban zapatos y la única
manera de sacarse el petróleo, era a través del uso de otros
químicos los cuales afectaban y deterioraban aún más la
salud de los mismos, ya que estos productos provocaban
irritaciones en la piel, cortes, llagas y sangrado, esto según
lo señalado por un testigo que lo vivió en viva voz, Nelson
Maldonado, habitante de Orellana.
Este reconocimiento no hace sino afirmar la poca concien-
cia ecológica y humana por parte de los empresarios, no im-
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portando los efectos de sus acciones y poniendo su atención
únicamente en el lucro. La contaminación y el destrozo no
pararon ahí sino también llegó por el aire. Chevron instaló
mecheros que sirven para eliminar el gas que sale del petró-
leo, para eliminarlo debía quemarse pero los mecheros no
funcionaban al 100% y el gas se esparcía por la zona.
En las noches cuando uno ya cerraba las puertas (señaló un
testigo) se quedaban en los cuartos, daban ganas de vomi-
tar, dolía la cabeza, la garganta, relata Hugo Ureña, de Ore-
llana. Lo más complicado era cuando llovía el hollín caí en
el agua lluvia que las personas recogían como esperanza de
tener un líquido limpio. “Guardábamos agua lluvia porque
la de los ríos estaba dañada pero cuando caí el hollín esta se
ensuciaba y no servía de nada”.
En conclusión Texaco (Chevron) contaminó una amplia
zona del territorio ecuatoriano, botando desechos tóxicos
y aguas de formación (desechos de aguas del proceso de
explotación petrolero) sumamente tóxicas en esteros y ríos.
La transnacional construyó varias piscinas obsoletas y per-
meables que siguen contaminando las aguas subterráneas
y la atmósfera. Estos ríos y esteros son utilizados por más
de 30.000 personas como fuentes de agua de consumo, co-
cina, aseo personal, riego, y pesca. Durante sus operacio-
nes, Texaco, no utilizó técnicas ambientales estándares para
maximizar sus ganancias. De esta manera Texaco desechó
miles de millones de galones de agua de formación que con-
tienen químicos tóxicos y carcinogénicos a la superficie.
La primera demanda contra la compañía se presentó en el
año 1993. Sin embargo el juicio contra la transnacional en
el Ecuador se inició en Mayo del 2003 en la ciudad de Lago
Agrio. Se exige la reparación de la zona la cual según ex-
pertos internacionales costaría alrededor de 6.000 millones
de dólares. Chevron-Texaco fue condenado, finalmente des-
pués de más de diez años de afectaciones y de existir la con-
troversia, el juez de la Corte de Nueva Loja, Nicolás Zam-
brano, reconoció la culpa de la compañía norteamericana
Texaco. El dañó que dejó la compañía durante sus 26 años
de operación es el más grande de la historia relacionado a la
contaminación petrolera.
El Juez dictaminó que la Chevron debe pagar 8 mil millones de
dólares por los daños causados y adicionalmente debe pagar el
10% que impone la Ley de Gestión Ambiental. En la sentencia
además el juez Zambrano dictamina que la transnacional nor-
teamericana debe disculparse públicamente con las víctimas de
la Amazonía ecuatoriana por el crimen cometido. Pero como es
de suponer la compañía elaboro una serie de estrategias para
defenderse de las acusaciones, las cuales han ido evolucionan-
do y enrumbándose sobre nuevas orientaciones.
28 Opinión
En primer lugar intentaron demostrar su inocencia ante
las acusaciones, sacaron a relucir argumentos, como que el
petróleo es un producto inocuo que no causa efectos ne-
gativos en la salud de las personas. La empresa utilizó la
mejor tecnología existente en esos años. En el período de
operación de Texaco, no existían normas o leyes que pro-
tejan el ambiente en el país; la empresa actuó de acuerdo
al marco jurídico existente en el Ecuador, el Estado liberó
a Texaco de toda responsabilidad, Texaco remedió la parte
que le correspondía; existía un consorcio, por lo tanto según
Chevron, los dos socios son responsables del daño causado.
Todos esos argumentos de defensa, fueron desvirtuados por
los demandantes dentro del proceso.
Una vez que la petrolera se dio cuenta, que sus argumentos
se habían caído y que la prueba en su contra era poderosa,
optó por fortalecer su presión política en contra del Estado
ecuatoriano con el fin de obligar al Gobierno de la República
del Ecuador a entrometerse en un litigio que es entre parti-
culares. Para procurar lograr su objetivo ha realizado algu-
nas cosas, entre ellas, lo que ya se señalaba anteriormente,
los procesos arbitrales.
Chevron hasta la actualidad ha planteado tres arbitrajes in-
ternacionales. Hasta la actualidad ha tenido éxito en uno
de ellos, donde obtuvo un laudo favorable por 96 millones
de dólares. El tercer laudo aún está en proceso; de hecho,
las actuaciones de los árbitros están deslegitimando la figu-
ra del arbitraje, tanto así que están poniendo en riesgo los
negocios de otras empresas y los estados al sentar un pre-
cedente unilateral e injusto. Se incurrió a involucrar hasta
a los senadores y al Gobierno Norteamericano para que no
se celebren más acuerdos comerciales con el Ecuador, por la
existencia de éste juicio.
Ejerciendo de esta manera una presión política. Hay docu-
mentos en los cuales se evidencia la forma como Chevron
mantuvo siempre fuerte influencia con distintas autoridades
del Gobierno ecuatoriano, no fue sino hasta la llegada al po-
der del presidente actual, Rafael Correa, cuando se volvie-
ron a escuchar de manera firma los reclamos del gobierno
ecuatoriano para que esta multinacional pueda resarcir en
cierta manera todos los destrozos causados.
La última fase de la estrategia de Chevron ha estado orienta-
da a tratar de descalificar y de ser posible sacar de la defensa
de los demandantes al equipo legal, dirigentes principales y
expertos que conocen el tema. Sea por defectos en la defensa
de Chevron o porque la realidad es tan obvia, la petrolera ha
sido condenada a pagar más de 18.000 millones de dólares
en el sistema judicial escogido por la misma empresa. Aunque
la misma, hace todo lo posible para evitar pagar la sanción.

28 años duró la concesión de Chevron (1964 y 1992) en la
Amazonía ecuatoriana. Ese período estuvo marcado por las
malas prácticas extractivitas que afectaron al entorno, a las
personas, a las especies; alteraron tanto el ambiente que
hasta desplazaron a poblaciones indígenas de sus territorios
ancestrales. La empresa al momento de su retiro afirmo que
limpiaría las piscinas construidas, que sacaría el petróleo y
dejaría el ambiente sano, lo cual es un hecho comprobada-
mente falso. Esta únicamente intervino en 157, de los 380
señalados y encontrados por el tribunal de Sucumbíos.
El daño causado por la petrolera es inmenso pero se vuelve
monstruoso cuando se sabe que actuó, no por desconoci-
miento ni falta de tecnología, sino que lo hizo premeditada
e insistentemente. Lo hizo apropósito porque quería aho-
rrarse dinero y su daño es el más grande del mundo relacio-
nado a petróleo.
En el marco del año de la Madre Tierra en la UNAN Ma-
nagua, considero pertinente ahondar en este tema y hacer
una síntesis y una retrospectiva de todo lo acontecido en el
mismo, es pertinente que según nuestra visión y principios
nos apeguemos y salvaguardemos el derecho del cuido la
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defensa y protección del medio ambiente, como Latinoame-
ricanos la causa de la Amazonía es una causa común, es un
problema que nos hace vulnerables y nos afecta a todos, si
analizamos como el calentamiento global, la contaminación
por múltiples de factores nos están dañando nuestro plane-
ta, de aquí a unos años, de continuar así no tendremos nada
que heredar a nuestros hijos.
Bibliografía:
· Entrevista, Ricardo Restrepo, 15 de septiembre de
2012, la Mano Sucia de Chevron.
· Documental, 15 septiembre, 2014 Legisladores
franceses visitarán daño causado por Chevron.
· http://lamanosucia.com/
· Texaco en Ecuador: el peor desastre petrolero del
mundo, Amnistía Internacional.
· www.ecoportal.net/Temas-Especiales/Contami-
nacion/Informe_sobre_el_dano_ambiental_de_
Chevron_en_Ecuador
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