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AMPARO INDIRECTO
EXP. NÚM.: .
ESCRITO INICIAL DE DEMANDA.
Que por medio del presente ocurso y con fundamento en los artículos 4, 103,
Fracción I, y 107 de la Constitución Política de los Estado Unidos Mexicanos; 1°, Fracción I, 2°, 5º,
6º, 10, 11, 12, 17, 18, 21, 33, fracción IV, 35, 37,79, Fracción II, 107, fracciones II y V, 108, 110,
217 y demás relativos de la Ley de Amparo, vengo a demandar el AMPARO Y PROTECCIÓN DE
LA JUSTICIA DE LA UNIÓN, en contra de los actos de la Autoridad que más adelante precisare,
y que entrañan graves violaciones a los derechos humanos y las garantías de seguridad jurídica
otorgados por nuestra Constitución y los Tratados Internacionales.
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A efecto de dar debido cumplimiento a lo dispuesto por el artículo 108 de la Ley
de Amparo, manifiesto:
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Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito
Décima Época
Materias(s): Constitucional, Laboral
Tesis: III.3o.T.23 L (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 6, Mayo de 2014, Tomo III, página 2271
Tipo: Aislada
Conforme a los artículos 123, apartado A, fracciones V y XV, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, 132,
fracción XXVII, 164, 165, 166, 170 y 171 de la Ley Federal del Trabajo, vigente hasta el 30 de noviembre de 2012, entre las
medidas de protección a las madres trabajadoras está el derecho a conservar su trabajo. Incluso, el legislador federal dispuso un
año después del parto como margen razonable para conservarlo (artículo 170, fracción VI), lo que armoniza con el artículo 10,
numeral 2, del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales, sobre conceder "especial protección a las
madres durante un periodo de tiempo razonable antes y después del parto" así como el principio de igualdad y no discriminación
contra la mujer (artículo 24 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos) y la proscripción del despido por motivo de
embarazo o licencia de maternidad, bajo pena de sanciones (artículos 4, numeral 2 y 11, numeral 2, inciso a), de la Convención
sobre la Eliminación de todas las Formas de Discriminación contra la Mujer), que obligan a todas las autoridades de los Estados
Partes a tutelar la vida, salud, reposo y sustento adecuados de la madre y el producto. Aunado a que los artículos 4 y 9, fracción
III, de la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la Discriminación, también retoman dicha protección y adoptan medidas para todas
las autoridades del país. Luego, las trabajadoras embarazadas o en situación de maternidad gozan de especial protección
generando una estabilidad laboral de mayor intensidad, también conocida en la jurisprudencia comparada (Corte Constitucional de
Colombia) como "fuero de maternidad" o "estabilidad reforzada", que exige una mayor y particular protección del Estado, en pro de
su mínimo vital, pues durante esos periodos guardan condiciones físicas especiales y necesidades determinadas que las hacen
merecedoras de conservar el empleo con mayor énfasis y, por ende, evitar ser despedidas por razón de tales factores o castigadas
laboralmente en sus condiciones, ya que son proclives a sufrir doble discriminación (en el empleo que tenían al perderlo y para
obtener otro), no obstante las erogaciones propias para dos seres, donde la necesidad es cuantitativa y cualitativamente mayor al
común denominador. Incluso, ante las cuestiones de salud que frecuentemente ocurren con el recién nacido y que inciden en el
seno familiar (monoparental o con ambos progenitores), ante lo que implica tal alumbramiento. Máxime si son cabeza de familia y
de aquellos núcleos que carecen de poder adquisitivo para atender sus necesidades económicas, familiares, sociales y de salud.
Así, se trata de lograr una garantía real y efectiva a su favor de modo que cualquier decisión que se tome desconociéndola
indebidamente, será ineficaz por implicar un trato discriminatorio proscrito internacional y nacionalmente, acorde con el derecho a
la igualdad sustantiva de la mujer embarazada ante su situación de vulnerabilidad y del producto, donde opera también el interés
superior del menor, acorde con la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño; y, el derecho a la protección integral de
la familia (artículo 4o. constitucional). Además, la Declaración Universal de los Derechos Humanos consagra para la maternidad y
la infancia, cuidados y asistencias especiales (artículo 25, numeral 2), congruente con los artículos 46 y 47 del Convenio número
102 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), relativo a la Norma Mínima de la Seguridad Social, vigentes en el Estado
Mexicano y finalmente es orientadora la progresividad de los Convenios números 3 (artículo 4), 103 (artículos 4 y 6) y 183
(artículos 8 y 9, numeral 1) sobre la Protección de la Maternidad, con las correlativas recomendaciones 95 y 191. De ahí que
solamente razones legítimas y excepcionales pueden dar cabida a su despido durante los periodos protegidos, como son las faltas
graves o la cesación de las actividades de la empresa, entre otras.
Amparo directo 489/2013. María Azucena Lomelí Alemán. 7 de febrero de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: Rodolfo Castro
León. Secretario: Karlos Alberto Soto García.
Esta tesis se publicó el viernes 02 de mayo de 2014 a las 12:05 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
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H E C H O S
Pido a su Señoría que para estar en posibilidad de acreditar tal hecho se requiera
al Instituto Mexicano del Seguro Social para que remita copia de todo el expediente clínico de la
suscrita, mismo que obra en el poder de la autoridad que está vulnerando los derechos humanos
fundamentales de la quejosa, igualmente exhibo con constancias médicas que obran a mi favor,
misma que se anexan al presente escrito.
3.- Es el caso que el día dos de diciembre de dos mil veintidós, en el centro de
trabajo se dio a la suscrita Quejosa, la negativa para trabajar como se había recomendado, esto
por instrucciones de la C. Maria del Rocio Ramirez Torres y del C. Luis Jose Antonio Carrera,
jefes directos de la suscrita por el razonamiento de “no parece que estés embarazada”, la primera
de los mencionados, me solicitó mis incapacidades o en su caso que firmara la renuncia de mi
puesto, sin motivo justificado alguno.
Es necesario precisar a esta H. Autoridad que no firmé ninguna renuncia, ni me
encuentro en la calidad de hacerlo de manera futura, pues es para mi y para el desarrollo familiar
que requieró seguir siendo una mujer trabajadora. En ese orden de ideas estos contestaron que
yo era un riesgo para la empresa, trabajando o no en mi casa y si no firmaba la renuncia o
entregaba mis incapacidades les iba a cargar al muertito y mejor revisara mis incapacidades en el
IMSS.
4.- El día veintiocho de noviembre acudí a una cita en el IMSS, unidad UMF No.
28, consultorio 2, a cargo de la médico Maria Tereza Gonzalez Gutierrez, con cédula profesional
3708208 y matrícula 99371079, comentandole sobre mis molestias, dolores que he tenido así
como el agotamiento que me causa el desgaste de trasladarme de un lugar a otro, a esto ella
respondió que no me daría incapacidades por qué esas les cuestan a ellos, respuesta que resulta
poco ética y que además es una falacia, pues del salario de ningún funcionario público adscrito al
IMSS se descuentan las incapacidades.
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5.- Por la tarde del día siete de diciembre de dos mil veintidós, envié un mensaje
interno por TEAMS para comentar que no había podido obtener las incapacidades, mediante
escrito.
6.- El día ocho de diciembre de la misma anualidad, tuve una cita en el médico
particular REINA MADRE, en la cual se puede observar en los comentarios de la constancia
médica, en los cuales se considera que por medio de los antecedentes personales, referidos al
anterior embarazo que tuvo un resultado fatal de un aborto espontaneo, se considera que el
presente embarazo, el cual tiene 14 semanas a la fecha, es UN EMBARAZO DE RIESGO, mismo
que se comprueba con la constancia médica.
8.- El día catorce de diciembre acudí a el Hospital Particular REINA MADRE, con
la doctora Leslie Eunice Omaña Yoval, por una consulta previamente agendada, y como parte del
dictamen médico diagnosticado, se hacen observaciones que la suscrita paciente, tiene RIESGO
DE PARTO PRETÉRMINO POR ANTECEDENTES, POR LO QUE SE TIENE QUE CONTINUAR
PROGESTERONA CON HORARIO ESTRICTO, NO REALIZAR ESFUERZO, NO CARGAR
COSAS PESADAS, NO SUBIR MUCHAS ESCALERAS Y ACUDIR AL BAÑO DE FORMA
REGULAR; constancia médica que se anexara para que haya constancia de la necesidad de la
necesidad de expedir incapacidades para la suscrita, por razón de cuidado tanto de la salud como
de la suscrita y de su no nacido hijo, cuidando el derecho de una vida digna, salud y una familia.
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Por lo que en esta circunstancia la fuente de trabajo de la suscrita, < de la cual la
hoy Responsable arbitraria e ilegalmente está privando, violando derechos humanos
fundamentales de audiencia y legalidad>, es indispensable para atender su embarazo de riesgo,
dado que necesita de un cuidado especial, descanso de actividades laborales para la protección
de su embarazo y cuidado de su salud, el cual le es proporcionado por los servicios médicos que
el Instituto Mexicano del Seguro Social, (IMSS); situación, esta, que su Señoría deberá tomar en
cuenta al momento de resolver sobre la suspensión del acto reclamado solicitado en la presente
demanda de amparo, así como para dictar una sentencia justa, dado que la función judicial no se
debe de ver separado de los hechos particulares y específicos que rodean cada caso particular,
pues la actividad del juez busca per se la realización de la justicia y la protección de las personas
vulnerables en el desarrollo de la vida.
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Al efecto es aplicable el siguiente criterio de la Suprema Corte de Justicia de la Nación:
Registro Digital: 187817
Localización: [J]; 9a. Época; Pleno; S.J.F. y su Gaceta; Tomo XV, Febrero de 2002; Pág. 588, Constitucional. Clave o Número:
P./J. 14/2002 Rubro (Título/Subtítulo):
Si se toma en consideración, por un lado, que la finalidad de los artículos 4o. y 123, apartado A, fracciones V y XV, y apartado B,
fracción XI, inciso c), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con la exposición de motivos y los
dictámenes de las comisiones del Congreso de la Unión que dieron origen a sus reformas y adiciones, de tres de febrero de mil
novecientos ochenta y tres, y treinta y uno de diciembre de mil novecientos setenta y cuatro, respectivamente, es la procuración de
la salud y el bienestar de los seres humanos, así como la protección de los derechos de la mujer en el trabajo, en relación con la
maternidad y, por ende, la tutela del producto de la concepción, en tanto que éste es una manifestación de aquélla,
independientemente del proceso biológico en el que se encuentre y, por otro, que del examen de lo previsto en la Convenci ón
sobre los Derechos del Niño y el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, publicados en el Diario Oficial de la
Federación el veinticinco de enero de mil novecientos noventa y uno y el veinte de mayo de mil novecientos ochenta y uno,
aprobados por la Cámara de Senadores del Congreso de la Unión el diecinueve de junio de mil novecientos noventa y el dieciocho
de diciembre de mil novecientos ochenta, respectivamente, cuya aplicaci ón es obligatoria conforme a lo dispuesto en el artículo
133 de la propia Norma Fundamental, se desprende que establecen, el primero, la protección de la vida del niño tanto antes como
después del nacimiento y, el segundo, la protección del derecho a la vida como un derecho inherente a la persona humana, así
como que del estudio de los Códigos Penal Federal y Penal para el Distrito Federal, y los Códigos Civil Federal y Civil para el
Distrito Federal, se advierte que prevén la protección del bien jurídico de la vida humana en el plano de su gestación fisiológica, al
considerar al no nacido como alguien con vida y sancionar a quien le cause la muerte, así como que el producto de la concepción
se encuentra protegido desde ese momento y puede ser designado como heredero o donatario, se concluye que la protección del
derecho a la vida del producto de la concepción, deriva tanto de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, como
de los tratados internacionales y las leyes federales y locales.
Precedente: Acción de inconstitucionalidad 10/2000. Diputados integrantes de la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. 29 y 30
de enero de 2002. Mayoría de siete votos de los señores Ministros Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, José de
Jesús Gudiño Pelayo, Humberto Román Palacios, Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Juan N. Silva Meza y presidente
Genaro David Góngora Pimentel respecto de la constitucionalidad de la fracción III del artículo 334 del Código Penal para el
Distrito Federal; y en relación con el artículo 131 bis del Código de Procedimientos Penales para el Distrito Federal, en virtud de
que la resolución de su inconstitucionalidad no obtuvo la mayoría calificada de cuando menos ocho votos exigida por el último
párrafo de la fracción II del artículo 105 constitucional, se desestimó la acción de conformidad con lo dispuesto en el artículo 72 de
la ley reglamentaria de las fracciones I y II de dicho precepto constitucional.
En cuanto al criterio específico contenido en la tesis discreparon los señores Ministros presidente Genaro David Góngora Pimentel
y José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: Olga Sánchez Cordero de García Villegas. Secretario: Pedro Alberto Nava Malagón. El
Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada hoy catorce de febrero en curso, aprobó, con el número 14/2002, la tesis
jurisprudencial que antecede. México, Distrito Federal, a catorce de febrero de dos mil dos.
Es esencial la protección a la vida que aún no es concebida, pues representa una violación al
derecho humano de la salud de ambos individuos así como al desarrollo de la familia, como lo
marca el artículo 4° Constitucional que se transcribe en su parte conducente:
“Artículo 4.- La mujer y el hombre son iguales ante la ley. Ésta protegerá la organización y el desarrollo de la familia. …
Toda Persona tiene derecho a la protección de la salud”
Se constituye también la violación al mismo artículo respecto al interés superior del menor, pues
aún y cuando este no ha nacido, la protección del Estado debe darse de la concepción del mismo,
por lo que se viola la parte conducente del artículo 4° Consititucional que se transcribe a
continuación:
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“Artículo 4.- …
En todas las decisiones y actuaciones del Estado se velará y cumplirá con el principio del interés superior de la niñez, garantizando
de manera plena sus derechos. Los niños y las niñas tienen derecho a la satisfacción de sus necesidades de alimentación, salud,
educación y sano esparcimiento para su desarrollo integral. Este principio deberá guiar el diseño, ejecución, seguimiento y
evaluación de las políticas públicas dirigidas a la niñez.”
Por lo anterior resulta imperioso que este H. Juzgado otorgue el amparo y protección de la justicia
otorgando en su momento de manera definitiva las incapacidades para laborar desde casa a favor
de la Quejosa, por resultar ser una necesidad para la debida protección de la vida y salud para
ella y del producto.
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Derechos Civiles y Políticos, Adoptado en la Ciudad de Nueva York, el día 16 de diciembre de
1966; Artículo 1, 4, 5 y 8 de la Convención Americana Sobre Derechos Humanos “Pacto de San
José de Costa, para proteger a la suscrita quejosa contra violación flagrante y contumaz de dichas
garantías y derechos humanos de audiencia y legalidad, debido proceso y acceso a la justicia
supraindicados.
FORMALIDADES ESENCIALES DEL PROCEDIMIENTO. SON LAS QUE GARANTIZAN UNA ADECUADA Y OPORTUNA
DEFENSA PREVIA AL ACTO PRIVATIVO. La garantía de audiencia establecida por el artículo 14 constitucional consiste en
otorgar al gobernado la oportunidad de defensa previamente al acto privativo de la vida, libertad, propiedad, posesiones o
derechos, y su debido respeto impone a las autoridades, entre otras obligaciones, la de que en el juicio que se siga "se
cumplan las formalidades esenciales del procedimiento". Estas son las que resultan necesarias para garantizar la defensa
adecuada antes del acto de privación y que, de manera genérica, se traducen en los siguientes requisitos: 1) La notificación
del inicio del procedimiento y sus consecuencias; 2) La oportunidad de ofrecer y desahogar las pruebas en que se finque
la defensa; 3) La oportunidad de alegar; y 4) El dictado de una resolución que dirima las cuestiones debatidas. De no
respetarse estos requisitos, se dejaría de cumplir con el fin de la garantía de audiencia, que es evitar la indefensión del
afectado.
Amparo directo en revisión 2961/90. Opticas Devlyn del Norte, S.A. 12 de marzo de 1992. Unanimidad de diecinueve votos.
Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. Amparo directo en revisión 1080/91. Guillermo
Cota López. 4 de marzo de 1993. Unanimidad de dieciséis votos. Ponente: Juan Díaz Romero. Secretaria: Adriana Campuzano de
Ortiz. Amparo directo en revisión 5113/90. Héctor Salgado Aguilera. 8 de septiembre de 1994. Unanimidad de diecisiete votos.
Ponente: Juan Díaz Romero. Secretario: Raúl Alberto Pérez Castillo. Amparo directo en revisión 933/94. Blit, S.A. 20 de marzo de
1995. Mayoría de nueve votos. Ponente: Mariano Azuela Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. Amparo directo
en revisión 1694/94. María Eugenia Espinosa Mora. 10 de abril de 1995. Unanimidad de nueve votos. Ponente: Mariano Azuela
Güitrón. Secretaria: Ma. Estela Ferrer Mac Gregor Poisot. El Tribunal Pleno en su sesión privada celebrada el veintitrés de
noviembre en curso, por unanimidad de once votos de los ministros: presidente José Vicente Aguinaco Alemán, Sergio Salvador
Aguirre Anguiano, Mariano Azuela Güitrón, Juventino V. Castro y Castro, Juan Díaz Romero, Genaro David Góngora Pimentel,
José de Jesús Gudiño Pelayo, Guillermo I. Ortiz Mayagoitia, Humberto Román Palacios, Olga María Sánchez Cordero y Juan N.
Silva Meza; aprobó, con el número 47/1995 (9a.) la tesis de jurisprudencia que antecede; y determinó que las votaciones de los
precedentes son idóneas para integrarla. México, Distrito Federal, a veintitrés de noviembre de mil novecientos noventa y cinco.
AUDIENCIA, GARANTIA DE, REQUISITOS QUE DEBEN CONTENER LAS LEYES PROCESALES EN RESPETO A LA. De
acuerdo con el espíritu que anima el artículo 14 constitucional, a fin de que la ley que establece un procedimiento administrativo,
satisfaga la garantía de audiencia, debe darse oportunidad a los afectados para que sean oídos en defensa, antes de ser
privados de sus propiedades, posesiones o derechos, con la única condición de que se respeten las formalidades
esenciales de todo procedimiento. Este debe contener "etapas procesales", las que pueden reducirse a cuatro: una etapa
primaria, en la cual se entere al afectado sobre la materia que versará el propio procedimiento, que se traduce siempre en
un acto de notificación, que tiene por finalidad que conozca de la existencia del procedimiento mismo y dejarlo en aptitud
de preparar su defensa; una segunda, que es la relativa a la dilación probatoria, en que se pueda aportar los medios convictivos
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que estime pertinentes; la subsecuente es la relativa a los alegatos en que se dé oportunidad de exponer las razones y
consideraciones legales correspondientes y, por último, debe dictarse resolución que decida sobre el asunto.
Amparo en revisión 849/78. Oscar Fernández Garza. 14 de noviembre de 1978. Unanimidad de dieciocho votos. Ponente: Mario G.
Rebolledo. Secretario: Juan Manuel Arredondo Elías.
AUDIENCIA, CÓMO SE INTEGRA ESTA GARANTÍA. De entre las diversas garantías de seguridad jurídica que contiene el
segundo párrafo del artículo 14 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, destaca por su primordial
importancia, la de audiencia previa. Este mandamiento superior, cuya esencia se traduce en una garantía de seguridad jurídica
para los gobernados, impone la ineludible obligación a cargo de las autoridades para que, de manera previa al dictado de
un acto de privación, cumplan con una serie de formalidades esenciales, necesarias para oír en defensa a los afectados.
Dichas formalidades y su observancia, a las que se unen, además, las relativas a la garantía de legalidad contenida en el texto del
primer párrafo del artículo 16 constitucional, se constituyen como elementos fundamentales útiles para demostrar a los afectados
por un acto de autoridad, que la resolución que los agravia no se dicta de un modo arbitrario y anárquico sino, por el
contrario, en estricta observancia del marco jurídico que la rige. Así, con arreglo en tales imperativos, todo procedimiento o
juicio ha de estar supeditado a que en su desarrollo se observen, ineludiblemente, distintas etapas que configuran la garantía
formal de audiencia en favor de los gobernados, a saber, que el afectado tenga conocimiento de la iniciación del procedimiento, así
como de la cuestión que habrá de ser objeto de debate y de las consecuencias que se producirán con el resultado de dicho
trámite, que se le otorgue la posibilidad de presentar sus defensas a través de la organización de un sistema de comprobación tal,
que quien sostenga una cosa tenga oportunidad de demostrarla, y quien estime lo contrario, cuente a su vez con el derecho de
acreditar sus excepciones; que cuando se agote dicha etapa probatoria se le dé oportunidad de formular las alegaciones
correspondientes y, finalmente, que el procedimiento iniciado concluya con una resolución que decida sobre las cuestiones
debatidas, fijando con claridad el tiempo y forma de ser cumplidas.
SÉPTIMO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 3077/2001.
Comité Particular Agrario del núcleo de población ejidal que de constituirse se denominaría "Miguel de la Madrid Hurtado", del
Municipio de Tamiahua, Estado de Veracruz, por conducto de su Presidente, Secretario y Vocal. 10 de octubre de 2001.
Unanimidad de votos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Amelia Vega Carrillo. Amparo directo 131/2005. Huizar Cleaner
de México, S.A. de C.V. 11 de mayo de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Elizabeth Arrañaga
Pichardo. Amparo en revisión 47/2005. Eleazar Loa Loza. 5 de octubre de 2005. Unanimidad de votos. Ponente: Alberto Pérez
Dayán. Secretaria: Amelia Vega Carrillo. Amparo directo 107/2006. Armando Huerta Muñiz. 26 de abril de 2006. Unanimidad de
votos. Ponente: Alberto Pérez Dayán. Secretaria: Amelia Vega Carrillo. Amparo directo 160/2008. Presidente, Secretario y
Tesorero del Comisariado Ejidal del Nuevo Centro de Población Ejidal "Coyamitos y anexos", Municipio de Chihuahua del Estado
de Chihuahua. 25 de junio de 2008. Unanimidad de votos. Ponente: Adela Domínguez Salazar. Secretario: Luis Huerta Martínez.
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efectos que los actos privativos, pues sólo restringen de manera provisional o preventiva un derecho con el objeto de proteger
determinados bienes jurídicos, los autoriza, según lo dispuesto por el artículo 16, siempre y cuando preceda mandamiento escrito
girado por una autoridad con competencia legal para ello, en donde ésta funde y motive la causa legal del procedimiento. Ahora
bien, para dilucidar la constitucionalidad o inconstitucionalidad de un acto de autoridad impugnado como privativo, es necesario
precisar si verdaderamente lo es y, por ende, requiere del cumplimiento de las formalidades establecidas por el primero de
aquellos numerales, o si es un acto de molestia y por ello es suficiente el cumplimiento de los requisitos que el segundo de ellos
exige. Para efectuar esa distinción debe advertirse la finalidad que con el acto se persigue, esto es, si la privación de un bien
material o inmaterial es la finalidad connatural perseguida por el acto de autoridad, o bien, si por su propia índole tiende sólo a una
restricción provisional.
Amparo en revisión 1038/94. Construcciones Pesadas Toro, S.A. de C.V. 24 de octubre de 1995. Mayoría de diez votos. Ponente:
José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Susana Alva Chimal. Amparo en revisión 1074/94. Transportes de Carga Rahe, S.A. de
C.V. 24 de octubre de 1995. Mayoría de diez votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Felisa Díaz Ordaz Vera.
Amparo en revisión 1150/94. Sergio Quintanilla Cobián. 24 de octubre de 1995. Mayoría de diez votos. Ponente: José de Jesús
Gudiño Pelayo. Secretaria: Susana Alva Chimal. Amparo en revisión 1961/94. José Luis Reyes Carbajal. 24 de octubre de 1995.
Mayoría de diez votos. Ponente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Secretaria: Felisa Díaz Ordaz Vera. Amparo en revisión 576/95.
Tomás Iruegas Buentello y otra. 30 de octubre de 1995. Mayoría de nueve votos. Ponente: Juventino V. Castro y Castro.
Secretario: Teódulo Angeles Espino. El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el veinticuatro de junio en curso, aprobó,
con el número 40/1996, la tesis de jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a veinticuatro de junio de mil novecientos
noventa y seis.
Y bajo esta tesitura es deber del juez de garantías verificar que la autoridad
respete de requisitos constitucionales de fundamentación y motivación; a fin de superar un
estado, el estado de riesgo de salud y de la vida, denunciado por la suscrita quejosa en la
presente demanda de garantías; pues así se respeta y se hace realizable el derecho a la tutela
judicial efectiva, reconocido en los artículos 17 constitucionales y 8 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, en detrimento del deber de no repetición como subprincipio
del derecho a la tutela judicial efectiva.
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Humanos, Adoptada en la Resolución 217 A (III), de la Asamblea General de la ONU, de fecha 10
de diciembre de 1948 Al efecto se procede a transcribir dichos artículos, que a letra rezan:
Artículo 1. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en
dignidad y derechos y, dotados como están de razón y conciencia,
deben comportarse fraternalmente los unos con los otros.
Artículo 16.
Artículo 25.
Derechos que han sido reconocidos por nuestra Suprema Corte, mismos que al
ser reconocidos por el Estado Mexicano, es de extrema necesidad se intervenga para su debida
protección y en ese sentido se garantice la salud y la vida así como el pleno desarrollo familiar
para la Quejosa como para su hijo concebido, tomando en cuenta las situaciones especiales de la
trabajadora amparista, como lo es su estado de embarazo, su necesidad de reposo; lo cual atento
al criterio de género que rige en las cuestiones jurisdiccionales y al estado de salud de la suscrita
quejosa; atento a la obligación constitucional y convencional de velar por la interpretación más
extensiva y más protectora a los derechos humanos <principios pro personae y pro homine>,
también en su momento proceder a la seguridad de mantener su puesto de trabajo, dado el
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comportamiento doloso y arbitrario de los responsables; máxime, cuando la violación a la garantía
de audiencia, legalidad, debido proceso y acceso a la justicia, se trastoca en violación directa a
derechos constitucionales y convencionales, en forma grave e irreparable, en perjuicio además
del puesto y trabajo de la quejosa por recaer en la inasistencia continua por la atención de su
salud; lo cual trasciende en sus derechos y libertades de audiencia, legalidad, debido proceso y
de tutela jurisdiccional, protegidos por los artículos 1º, 4°, 14, 16, 17 y 133 de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos; así como el contenido de los artículos 1, 3, 7, 8, 10,
12, 16 numeral 3 y 25 de la Declaración Universal del los Derechos Humanos, Adoptada en la
Resolución 217 A (III), de la Asamblea General de la ONU, de fecha 10 de diciembre de 1948; I,
II, V, VI, VII, XI, y XVIII, de la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre,
Adoptada en la IX Conferencia Interamericana, en Bogotá, Colombia, el día 2 de mayo de 1948; 2,
numeral 3, inciso a), 2, 3, 5, 6, 14, 23 y 26 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos,
Adoptado en la Ciudad de Nueva York, el día 16 de diciembre de 1966; Artículo 1, 4, 5 y 8 de la
Convención Americana Sobre Derechos Humanos “Pacto de San José de Costa.
Por lo cual su Señoria, atento al nuevo paradigma del orden jurídico nacional
surgido a virtud de las reformas que en materia de derechos humanos se realizaron a la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, publicadas en el Diario Oficial de la
Federación el diez de junio de dos mil once, en vigor al día siguiente, se estima que el artículo
17 constitucional establece como género el derecho fundamental de acceso a la justicia
con los principios que se derivan de ese propio precepto (justicia pronta, completa,
imparcial y gratuita), lo cual confirman los artículos 8, numeral 1 y 25 de la Convención
Americana sobre Derechos Humanos, prevén garantías o mecanismos que tienden hacer
efectivo el derecho de la justicia pronta y expedita, bajo los principios pro homine o pro
personae, es decir, la interpretación más favorable que les permita el más amplio acceso a la
impartición de justicia, pues se tiene la obligación de analizar oficiosamente la infracción a
dichas garantías y derechos humanos; ello a efecto de lograr la protección más amplia de la
persona y del producto, sobre todo cuando se trata de derechos tan imperiosos como lo son la
vida y la salud con la finalidad de lograr la protección más amplia de la persona <principio pro
homine>; pues es evidente que su no observancia implicaría per se una violación
manifiesta a la ley que ha dejado sin defensa a la suscrita quejosa, y que inclusive este H.
juez de garantías, puede suplir y analizar oficiosamente dicha infracción; ya que el nuevo
principio constitucional de lograr la protección más amplia de la persona permite justificar la
búsqueda de la solución que más se aproxima a tal objetivo, y por ello, es indiscutible que en
este ámbito es donde necesariamente se inscribe el tema de la violación manifiesta a la ley; y
máxime cuando los órganos encargados de administración justica deben asumir una
actitud de facilitadores del acceso a la jurisdicción, e incluso la obligación de analizar
oficiosamente la infracción a esta garantía y derecho humano fundamental, a fin de lograr
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la protección más amplia de la persona al acceso de la justicia, en su modalidad de justicia legal,
eficiente y eficaz; ya, que inclusive, su no observancia, implica per se una violación manifiesta a
la ley que deja al quejoso sin defensa, y, por ende, también implica una suplencia de la queja,
bajo el contexto de lograr la protección más amplia de la persona, tal y como lo mandata el
artículo 1º Constitucional. Al efecto son aplicables las siguientes tesis y ejecutorias
jurisprudenciales:
Época: Décima Época
Registro: 2010213
Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 23, Octubre de 2015, Tomo II
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CCCIX/2015 (10a.)
Página: 2001039
Amparo en revisión 554/2013. 25 de marzo de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón
Cossío Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto concurrente, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo
Gutiérrez Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Karla I. Quintana Osuna. Esta tesis se publicó el viernes
16 de octubre de 2015 a las 10:10 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
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EN MATERIA ADMINISTRATIVA
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Corte de Justicia de la Nación, en el expediente varios 912/2010, publicado en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta,
Décima Época, Libro I, Tomo 1, octubre de 2011, página 313, se ha conformado un nuevo control de constitucionalidad y
convencionalidad en el sistema jurídico mexicano, en el que se reconoce y se obliga a respetar los derechos humanos, favoreciendo en
todo tiempo a las personas con la protección más amplia, es válido admitir, como excepción al principio de definitividad, los
casos en los que se plantee una violación directa a un derecho humano previsto en la Constitución Política de los Estados
Unidos Mexicanos o, en los tratados internacionales en los que el Estado Mexicano sea parte, dado que en el sistema
jurídico actual no existe una jerarquización en materia de derechos humanos, sino su integración y reconocimiento,
independientemente de la fuente que los contenga.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL TRIGÉSIMO CIRCUITO. Amparo en revisión 269/2012. Julia Ana Ruiz Holguín. 4 de octubre
de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Silverio Rodríguez Carrillo. Secretario: Jaime Páez Díaz. Nota: Por ejecutoria del 24 de
febrero de 2016, la Segunda Sala declaró inexistente la contradicción de tesis 112/2015 derivada de la denuncia de la que fue objeto
el criterio contenido en esta tesis, al estimarse que no son discrepantes los criterios materia de la denuncia respectiva.
OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión (improcedencia)
513/2011. Margarita Guerrero Sariñana. 29 de febrero de 2012. Unanimidad de votos. Ponente: Adriana Leticia Campuzano
Gallegos. Secretaria: Jazmín Robles Cortés.
TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo en revisión 1563/94. Silvio
Zavala. 18 de agosto de 1994. Unanimidad de votos. Ponente: Genaro David Góngora Pimentel. Secretario: Jacinto Juárez Rosas.
Octava Época
Materias(s): Común
Fuente: Semanario Judicial de la Federación. Tomo VII, Enero de 1991, página 520
Tipo: Aislada
VIOLACIONES DIRECTAS A LA CONSTITUCION, CUANDO PROCEDE EL JUICIO DE AMPARO EN CONTRA DE LAS, SIN
NECESIDAD DE AGOTAR RECURSOS. Este Tribunal Colegiado estima que puede promoverse en forma inmediata el juicio de
garantías, sin agotar los recursos ordinarios o medios de defensa que la Ley señale, cuando se reclaman violaciones directas a la
Constitución General de la República, pero solamente cuando se plantea exclusivamente ese tipo de violaciones, y no así cuando se
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hacen valer al mismo tiempo en la demanda de garantías, violaciones directas e indirectas a la Carta Magna. Lo anterior, porque sólo
en el primer caso se configura una excepción a la regla contenida en el artículo 73 fracción XV de la Ley de Amparo, que consagra el
principio de definitividad en el juicio de garantías, habida cuenta de que el agraviado sólo puede atacar adecuadamente la resolución
respectiva ante el juez de amparo, pues no le resultaría igualmente eficaz plantear esas conculcaciones directas al pacto federal en
los recursos ordinarios, dado que las autoridades judiciales o administrativas encargadas de resolverlos, no son las idóneas para
ocuparse de ellas, por tratarse de cuestiones cuya solución atañe en forma primordial y generalmente privativa al Poder Judicial de la
Federación. En cambio, si se plantean simultáneamente en la demanda de amparo violaciones directas e indirectas a la Constitución,
no opera excepción alguna al principio de definitividad antes aludido, porque si es factible para el afectado obtener con eficacia la
modificación, anulación o revocación de la resolución que estima violatoria de garantías, a través del recurso ordinario, pues al
interponerlo, el agraviado puede alegar los vicios de legalidad que ostenta la resolución, lo que equivale a plantear las llamadas
violaciones constitucionales indirectas, cuya solución por su naturaleza, ya que se trata sólo de determinar si existe inobservancia de
leyes secundarias, corresponde inicialmente a la autoridad ordinaria que debe resolver el recurso y sólo en forma mediata competerá
al juez del amparo; sin que sea óbice que en múltiples ocasiones la autoridad ordinaria no pueda analizar las violaciones directas a la
Carta Magna que también pudiera causar el proveído recurrido, porque de todas maneras al fallarse el recurso, si dicha autoridad
estima fundadas las violaciones de legalidad aducidas, el acto reclamado quedará sin efecto y resultará por tanto innecesario que se
estudien aquellas violaciones directas a la Constitución. Sostener el criterio contrario, propiciaría el abuso del juicio de Amparo,
haciendo nugatorio el principio de definitividad que consagra el artículo 73, fracción XV, de la Ley de Amparo, pues bastaría aducir
alguna o algunas violaciones directas a la Constitución, para hacer procedente el juicio de garantías obligando a la autoridad judicial
que debe conocer del mismo, al estudio de las violaciones de mera legalidad, sin que antes hayan sido materia de análisis en el
recurso correspondiente; es decir, sin que hayan quedado establecidas esas conculcaciones con el carácter de definitivas.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL NOVENO CIRCUITO. Amparo en revisión 382/90. Leonor H. de Yáñez. 28 de noviembre de
1990. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Arizpe Narro. Secretario: Faustino Azpeitia Arellano. Amparo en revisión 345/76.
Creaciones Loren, S.A. 16 de junio de 1977. Unanimidad de votos. Ponente: Enrique Arizpe Narro. Secretario: Alvaro Eguía Romero.
Suprema Corte de Justicia de la Nación
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géneros que prevén nuestras leyes nacionales y los tratados internacionales; y sobre todo porque es
evidente y patente que las hoy responsables le privaron de forma arbitraria e ilegalmente su fuente de
trabajo, violando con ello sus derechos humanos fundamentales de audiencia y legalidad; amen que para
la suscrita quejosa como mujer y persona vulnerable, es indispensable contar con su trabajo para atender
sus necesidades básicas, dado que necesita de tratamiento médico para el control, cuidado y proteccion, el
cual le es proporcionado por los servicios médicos que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) que
como trabajadora me lo proporciona; situación, esta, que su Señoría deberá tomar en cuenta al momento
de resolver sobre la suspensión de la actora reclamado solicitado en la presente demanda de amparo, así
como para dictar una sentencia más justa, dado que la función judicial no se debe de ver separado de los
hechos particulares y específicos que rodean cada caso particular, pues la actividad del juez busca per se
la realización de la justicia y la protección de las personas vulnerables en el desarrollo de la vida.
Amén de que dicha suspensión del acto reclamado reúne los requisitos a que se refiere el artículo 128
de la Ley de Amparo en comento, pues la misma ha sido solicitada por la parte agraviada, no causa
perjuicio al interés social, ni se contravienen disposiciones del orden público; ya que es evidente por los
hecho supraindicados, que la suscrita nesecita cuidar de su salud y de la vida en concepción, siendo estas
circunstancias de imperiosa relevancia, en caso contrario se estaría en consecuencias de difícil reparación;
así como los daños y perjuicios que se le causarían a la hoy quejosa; dado que el cese atento a los hechos
indicados, provoca graves violaciones a la esfera jurídica de los derechos humanos y garantías individuales
de la suscrita y del menor, así como de las de audiencia, legalidad, del debido proceso y de acceso a la
justicia; y más aún cuando en el presente caso, atento a los principios de la apariencia del buen
derecho, y el peligro en la demora, la suspensión en el presente caso, por motivos de justicia y equidad
debe proceder; por lo que atento a los principios pro homine, pro personae, de apariencia del buen
derecho, y de peligro en la demora, es que se solicita la suspensión del acto reclamado.
Al efecto son aplicables las siguientes tesis y ejecutorias jurisprudenciales emitidas por
nuestro máximo tribunal de justicia de la nación, las cuales se solicita, encarecidamente de este órgano
jurisdiccional constitucional, en acatamiento al tesis de jurisprudencia número 130 del 2008, resultante
de la Contradicción de tesis 14/2008-PL, entre las sustentadas por el Décimo Tribunal Colegiado en
Materia de Trabajo del Primer Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer
Circuito, y el Primer Tribunal Colegiado en Materias Civil y de Trabajo del Décimo Séptimo Circuito, de
fecha 2 de julio de 2008, emitida por la H. Segunda Sala de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, de
la Novena Época, con el número de registro 168754, y dada a conocer en el Semanario Judicial de la
Federación y su Gaceta del Tomo XXVIII, Septiembre de 2008, en la página 262, bajo la voz: TESIS
AISLADA O DE JURISPRUDENCIA INVOCADA EN LA DEMANDA DE AMPARO. CORRESPONDE AL
ÓRGANO JURISDICCIONAL PRONUNCIARSE EN TORNO A SU APLICABILIDAD O INAPLICABILIDAD AL
CASO CONCRETO, INDEPENDIENTEMENTE DE QUE LA QUEJOSA ESGRIMA O NO ALGÚN
RAZONAMIENTO AL RESPECTO; así como a lo dispuesto por el artículo 217 de la Ley de Amparo en vigor,
las mismas sean tomadas en cuenta por su Señoría al momento del resolver sobre la suspensión
solicitada:
SUSPENSION. PARA RESOLVER SOBRE ELLA ES FACTIBLE, SIN DEJAR DE OBSERVAR LOS REQUISITOS CONTENIDOS EN
EL ARTÍCULO 124 DE LA LEY DE AMPARO, HACER UNA APRECIACION DE CARACTER PROVISIONAL DE LA
INCONSTITUCIONALIDAD DEL ACTO RECLAMADO. La suspensión de los actos reclamados participa de la naturaleza de una
medida cautelar, cuyos presupuestos son la apariencia del buen derecho y el peligro en la demora. El primero de ellos se basa
en un conocimiento superficial dirigido a lograr una decisión de mera probabilidad respecto de la existencia del derecho discutido en
el proceso. Dicho requisito aplicado a la suspensión de los actos reclamados, implica que, para la concesión de la medida, sin dejar
de observar los requisitos contenidos en el artículo 124 de la Ley de Amparo, basta la comprobación de la apariencia del derecho
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invocado por el quejoso, de modo tal que, según un cálculo de probabilidades, sea posible anticipar que en la sentencia de amparo se
declarará la inconstitucionalidad del acto reclamado. Ese examen encuentra además fundamento en el artículo 107, fracción X,
constitucional, en cuanto establece que para el otorgamiento de la medida suspensional deberá tomarse en cuenta, entre otros
factores, la naturaleza de la violación alegada, lo que implica que debe atenderse al derecho que se dice violado. Esto es, el examen de
la naturaleza de la violación alegada no sólo comprende el concepto de violación aducido por el quejoso sino que implica también el
hecho o acto que entraña la violación, considerando sus características y su trascendencia. En todo caso dicho análisis debe
realizarse, sin prejuzgar sobre la certeza del derecho, es decir, sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos
reclamados, ya que esto sólo puede determinarse en la sentencia de amparo con base en un procedimiento más amplio y con mayor
información, teniendo en cuenta siempre que la determinación tomada en relación con la suspensión no debe influir en la sentencia
de fondo, toda vez que aquélla sólo tiene el carácter de provisional y se funda en meras hipótesis, y no en la certeza de la existencia
de las pretensiones, en el entendido de que deberá sopesarse con los otros elementos requeridos para la suspensión, porque si el
perjuicio al interés social o al orden público es mayor a los daños y perjuicios de difícil reparación que pueda sufrir el quejoso, deberá
negarse la suspensión solicitada, ya que la preservación del orden público o del interés de la sociedad están por encima del interés
particular afectado. Con este proceder, se evita el exceso en el examen que realice el juzgador, el cual siempre quedará sujeto a las
reglas que rigen en materia de suspensión.
Contradicción de tesis 3/95. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Tercero en Materia Administrativa del Primer
Circuito y Segundo del Sexto Circuito. 14 de marzo de 1996. Unanimidad de nueve votos. Ausentes: Juventino V. Castro y Castro y
Humberto Román Palacios por estar desempeñando un encargo extraordinario. Ponente: Olga María del Carmen Sánchez Cordero de
García Villegas. Secretario: Marco Antonio Rodríguez Barajas.
El Tribunal Pleno, en su sesión privada celebrada el ocho de abril en curso, aprobó, con el número 15/1996, la tesis de
jurisprudencia que antecede. México, Distrito Federal, a ocho de abril de mil novecientos noventa y seis.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL CUARTO CIRCUITO. Queja 81/2014. Luis Homero Ayala
Hinojosa y otros. 24 de abril de 2014. Unanimidad de votos. Ponente: José Carlos Rodríguez Navarro. Secretario: Eucario Adame
Pérez. Esta tesis se publicó el viernes 04 de julio de 2014 a las 08:05 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
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Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 73, Diciembre de 2019, Tomo I, página 286
Tipo: Jurisprudencia
SUSPENSIÓN. LA NATURALEZA OMISIVA DEL ACTO RECLAMADO NO IMPIDE SU PROCEDENCIA. Los artículos 107, fracción X,
primer párrafo, de la Constitución y 147 de la Ley de Amparo vigente, dotan a la suspensión de un genuino carácter de medida
cautelar, cuya finalidad consiste en conservar la materia de la controversia y evitar que las personas sufran una
afectación a su esfera jurídica mientras se resuelve el fondo del asunto, ya sea con medidas conservativas o de tutela
anticipada (efectos restitutorios), para lo cual es necesario analizar: (i) la apariencia del buen derecho; (ii) las posibles
afectaciones al interés social; y (iii) la posibilidad jurídica y material de otorgar la medida. En ese sentido, la naturaleza de
los actos, ya sea positiva, declarativa o negativa, no representa un factor que determine en automático la concesión o negativa de
la medida cautelar, pues la locución "atendiendo a la naturaleza del acto reclamado", que refiere el precepto de la Ley de Amparo,
debe analizarse en función de las consecuencias que caso a caso pueden producir los actos reclamados, lo que a su vez es
determinante para decidir si el efecto de la suspensión debe consistir en el mantenimiento de las cosas en el estado que se
encuentran o debe restituirse provisionalmente a la persona en el goce del derecho violado. En estos términos, la naturaleza
omisiva de los actos reclamados es relevante para determinar el contenido que adoptará la suspensión, pero no para determinar si la
medida cautelar procede o no. En efecto, dado que el amparo provisional que se pretende con la suspensión definitiva permite que la
persona alcance transitoriamente un beneficio que, al final del día, puede confirmarse o revocarse a través de la sentencia principal,
sin prejuzgar sobre lo ocurrido antes del juicio de amparo ni lo que ocurrirá después, pues lo importante para que dicha medida
cautelar sea material y jurídicamente posible radica en que los efectos suspensorios puedan actualizarse momento a momento, de
modo que la suspensión no coincida exactamente, agote o deje sin materia una eventual sentencia estimatoria de amparo, y todo esto
va más allá del tipo de medidas que deben dictarse en caso de que proceda conforme a lo anterior.
Contradicción de tesis 85/2018. Entre las sustentadas por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Décimo
Segundo Circuito, el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, el Sexto Tribunal Colegiado en Materia
de Trabajo del Primer Circuito y el Décimo Quinto Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito. 16 de enero de
2019. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Luis María Aguilar Morales, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Alfredo Gutiérrez Ortiz
Mena y Juan Luis González Alcántara Carrancá. Disidente: Norma Lucía Piña Hernández. Ponente: Luis María Aguilar Morales.
Secretaria: Leticia Guzmán Miranda. Tesis y criterio contendientes: El emitido por el Segundo Tribunal Colegiado en Materia
Administrativa del Décimo Segundo Circuito, al resolver el recurso de queja 123/2017, en el que sostuvo que no era procedente
otorgar la suspensión en contra de la omisión de ejecutar una sentencia dictada en el juicio de origen, porque los actos reclamados
medularmente tienen el carácter de omisivos, los que se caracterizan porque la autoridad se abstuvo de actuar, esto es, se rehusó a
hacer algo, o no contestó no obstante existir una solicitud expresa del gobernado, por lo que de concederse la suspensión se darían
efectos restitutorios al obligar a la autoridad a actuar en el sentido que ordena la garantía, lo cual es propio de la sentencia que se
dicte en el juicio principal. El emitido por el Primer Tribunal Colegiado en Materia Administrativa del Primer Circuito, al resolver el
recurso de queja 122/2013, que dio origen a la tesis aislada I.1o.A.3 K (10a.), de título y subtítulo: "SUSPENSIÓN. ES PROCEDENTE
OTORGARLA CON EFECTOS RESTITUTORIOS PROVISIONALES EN RELACIÓN CON CIERTOS ACTOS DE ABSTENCIÓN EN LOS
CASOS EN QUE SEA POSIBLE JURÍDICA Y MATERIALMENTE, CONFORME AL SEGUNDO PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 147 DE LA
LEY DE AMPARO.", publicada en el Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Décima Época, Libro XXV, Tomo 3, octubre de
2013, página 1911, con número de registro digital: 2004808. Tesis de jurisprudencia 70/2019 (10a.). Aprobada por la Primera Sala
de este Alto Tribunal, en sesión privada de dieciocho de septiembre de dos mil diecinueve. Esta tesis se publicó el viernes 06 de
diciembre de 2019 a las 10:18 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de aplicación obligatoria a
partir del lunes 09 de diciembre de 2019, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General Plenario 19/2013.
SUSPENSIÓN DEFINITIVA EN EL AMPARO INDIRECTO. PROCEDE CONCEDERLA CON EFECTOS RESTITUTORIOS CONTRA LA
ORDEN DE EMBARGO DE UNA PENSIÓN JUBILATORIA A UN ADULTO MAYOR EN CONDICIONES DE VULNERABILIDAD, CON
BASE EN LA APARIENCIA DEL BUEN DERECHO Y EL PELIGRO EN LA DEMORA. Conforme a los artículos 107, fracción X, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 138 de la Ley de Amparo, el juzgador, atento a la naturaleza del acto
reclamado, tiene la obligación de ponderar la apariencia del buen derecho que con la concesión de la medida cautelar
puede corresponder al quejoso y la afectación que dicha medida pueda ocasionar al interés social, para que derivado de ese
análisis, determine si es o no factible conceder la suspensión, determinando hipotéticamente, con base en un conocimiento
superficial del caso, la existencia del derecho cuestionado y las probabilidades de que la sentencia de amparo declare la
inconstitucionalidad del acto. Ahora bien, debe tenerse en cuenta que, de conformidad con el artículo 10 de la Ley del Seguro
Social, las prestaciones que corresponden a los asegurados y a sus beneficiarios son inembargables; que en los juicios de amparo
deducidos de asuntos laborales o contencioso-administrativos, en los que se controviertan el otorgamiento y los ajustes de pensiones,
así como de cualquiera otra prestación derivada de éstas, ya sea por los interesados o por sus beneficiarios, el órgano de amparo
queda obligado a suplir la deficiencia de la queja en favor de los demandantes de esas pretensiones y que, asimismo, si se
trata de un adulto mayor que se encuentre en condiciones de vulnerabilidad, esto representa una desventaja frente al resto
de la población, por lo cual, las autoridades judiciales deben procurar su mayor beneficio posible. En consecuencia, si quien
promueve la demanda de amparo indirecto reúne todas estas características, es decir, se trata de un adulto mayor en condiciones
de vulnerabilidad, que no cuenta con otro ingreso más que el de su pensión jubilatoria y reclama el embargo de la cuenta
bancaria donde se realiza el depósito inherente a dicho concepto, supuestos frente a los cuales solicita la suspensión del acto
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reclamado, afirmando que requiere de la cantidad embargada para cubrir las necesidades básicas de su familia; entonces,
el juzgador de amparo debe conceder la suspensión definitiva con efectos restitutorios contra la orden de embargo de la
pensión jubilatoria del adulto mayor vulnerable, para que ésta se deje sin efectos con base en un análisis ponderado de la
apariencia del buen derecho, haciendo un cálculo de posibilidades acerca de la existencia del derecho del quejoso que se encuentra
en esa situación especial, de modo que, sin prejuzgar sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, debe
partir de la base de que existe peligro en la demora pues, de negarse la medida, resentiría un daño económico que afectaría su
subsistencia y la de su núcleo familiar. En la inteligencia de que con esta postura no se contraviene el interés social sino, al contrario,
de no concederse la medida, se infringiría la norma de la legislación de seguridad social que establece que son inembargables las
pensiones de los trabajadores.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL CUARTO CIRCUITO. Incidente de suspensión (revisión) 267/2017. 31 de
enero de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: Israel Trinidad Muriel. Incidente de suspensión
(revisión) 268/2017. 31 de enero de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: Israel Trinidad Muriel.
Esta tesis se publicó el viernes 10 de agosto de 2018 a las 10:18 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
SUSPENSIÓN. ES PROCEDENTE OTORGARLA CON EFECTOS RESTITUTORIOS PROVISIONALES EN RELACIÓN CON CIERTOS
ACTOS DE ABSTENCIÓN EN LOS CASOS EN QUE SEA POSIBLE JURÍDICA Y MATERIALMENTE, CONFORME AL SEGUNDO
PÁRRAFO DEL ARTÍCULO 147 DE LA LEY DE AMPARO. De conformidad con el artículo 147, párrafo segundo, de la Ley de
Amparo, de ser procedente la suspensión, y atendiendo a la naturaleza del acto, el juzgador ordenará que las cosas se mantengan en
el estado que guarden y, de ser posible material y jurídicamente, restablecerá provisionalmente al quejoso en el goce del derecho
violado en tanto se falla el juicio en lo principal; de ahí que el Juez, atendiendo a cada caso concreto y sin importar si el acto
reclamado tiene carácter positivo o negativo, dado que la norma no hace distinción al respecto, sino con miras únicamente a las
implicaciones que pueda tener en la esfera de derechos del agraviado, podrá conceder la medida cautelar y, en su caso, de resultar
jurídica y materialmente factible, restablecer de manera provisional al quejoso en el disfrute de la prerrogativa que le fue afectada, lo
que atiende a un fin garantista que es acorde con la reforma al artículo 1o. constitucional, de diez de junio de dos mil once, que tuvo
como propósito otorgar una protección amplia e integral a los derechos de las personas. En consecuencia, se concluye que en la
actualidad la suspensión no solamente tiene una función de esa naturaleza, como gramaticalmente podría considerarse, sino que,
merced a lo dispuesto por el segundo párrafo del referido precepto, puede fungir como una medida restitutoria provisional de los
derechos que se han visto afectados con motivo de un acto que, sin importar si implica un hacer o un no hacer, como acontece
tratándose de las omisiones, dada su propia naturaleza y características, involucra un menoscabo en la esfera jurídica del gobernado
al tener efectos que perduran en el tiempo y que no se agotan en un solo momento, como en el evento de que el demandante esté
privado del suministro de energía eléctrica de manera continuada, sin que pueda afirmarse categóricamente que todo acto de
carácter omisivo o de abstención es susceptible de suspenderse, como sucede con la falta de contestación a una petición, en que
existe un impedimento jurídico, consistente en que se dejaría sin materia el juicio; por ende, el juzgador deberá realizar un examen
particular, caso por caso, en que atienda a la naturaleza del acto y determine si existe algún impedimento jurídico o material que
amerite la negativa de la suspensión.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Queja 122/2013. Jorge Santiago Chong
Gutiérrez. 2 de agosto de 2013. Mayoría de votos. Disidente y Ponente: Joel Carranco Zúñiga. Secretario: Diego Alejandro Ramírez
Velázquez. Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 85/2018 de la Primera Sala de la que derivó
la tesis jurisprudencial 1a./J. 70/2019 (10a.) de título y subtítulo: "SUSPENSIÓN. LA NATURALEZA OMISIVA DEL ACTO
RECLAMADO NO IMPIDE SU PROCEDENCIA."
Hechos: La quejosa promovió juicio de amparo indirecto contra la omisión de Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua de dar
respuesta a la solicitud de afiliación al servicio médico de su cónyuge y de su madre. El Juez de Distrito negó la suspensión definitiva
al considerar que el acto reclamado reviste el carácter de negativo y concederla equivaldría darle efectos restitutorios que son propios
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de la sentencia definitiva; inconforme, interpuso recurso de revisión.
Criterio jurídico: Este Tribunal Colegiado de Circuito determina que procede conceder la suspensión definitiva contra la omisión
señalada, para el efecto de que Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua otorgue al cónyuge y a la madre de la derechohabiente la
atención médica y los medicamentos necesarios hasta que se dicte sentencia definitiva firme en el juicio principal.
Justificación: Lo anterior, porque la naturaleza omisiva de los actos reclamados es relevante para determinar el contenido que
adoptará la suspensión, pero no para determinar su procedencia, pues el concederse no implica que se constituyan derechos de los
que previamente no gozaban las personas cuya afiliación se pretende, ya que conforme al artículo 123, apartado B, fracción XI, inciso
d), de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, los familiares de los trabajadores tendrán derecho a asistencia
médica y medicinas en los casos y en la proporción que determine la ley; por tanto, ponderando la apariencia del buen derecho y el
peligro en la demora, para prevenir una eventual condición de gravedad en el estado de salud de los peticionarios del amparo, ante la
omisión de atención médica por parte de las autoridades responsables, lo que implicaría una imposibilidad material para que dicha
afectación pudiera repararse retroactivamente en su persona, una vez que, en su caso, se dicte la sentencia de amparo respectiva, se
estima que con el otorgamiento de la suspensión no existe afectación al orden público o al interés social, porque a la colectividad
precisamente le interesa que el Estado cumpla con las obligaciones que constitucionalmente le corresponden, concretamente, la de
satisfacer el derecho a la salud previsto en el artículo 4o. de la Constitución General. Luego, al ser Pensiones Civiles del Estado de
Chihuahua, en su carácter de organismo público descentralizado, el encargado de prestar el servicio médico asistencial, al cual
tienen derecho los trabajadores al servicio del Estado, los pensionados y jubilados, así como sus respectivos beneficiarios, conforme
al Reglamento de Servicios Médicos para los Trabajadores al Servicio del Estado, procede conceder la medida cautelar solicitada, para
el exclusivo efecto de que las autoridades responsables, en el ámbito de sus competencias, tomen las medidas necesarias para que
sea respetado el derecho fundamental de acceso a la salud y otorguen al cónyuge y a la madre de la derechohabiente la atención
médica, hospitalaria y medicamentos que les resulten necesarios, con motivo del estado de salud en que se encuentren, incluyendo la
práctica de estudios especializados, atendiendo a los lineamientos de Pensiones Civiles del Estado de Chihuahua, así como a los
propios de la profesión médica. Lo anterior, en tanto se dicta sentencia definitiva firme en el juicio de amparo indirecto en lo
principal. En consecuencia, este Tribunal Colegiado de Circuito interrumpe la jurisprudencia XVII.2o.P.A. J/7 A (10a.).
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIAS PENAL Y ADMINISTRATIVA DEL DÉCIMO SÉPTIMO CIRCUITO. Incidente de
suspensión (revisión) 293/2021. 9 de septiembre de 2021. Unanimidad de votos. Ponente: Nancy Elizabeth Sánchez Corona.
Secretaria: Ana Elsa Villalobos González. Nota: Esta tesis interrumpe el criterio sostenido por el propio tribunal en la jurisprudencia
XVII.2o.P.A. J/7 A (10a.), de título y subtítulo: "SUSPENSIÓN DEFINITIVA EN EL AMPARO INDIRECTO. ES IMPROCEDENTE
CONCEDERLA CONTRA LA OMISIÓN DE RESPONDER UNA SOLICITUD DE AFILIACIÓN AL SERVICIO MÉDICO DE PENSIONES
CIVILES DEL ESTADO DE CHIHUAHUA, PARA EL EFECTO DE QUE ÉSTE SE PRESTE, SI LA PERSONA RESPECTO DE QUIEN SE
SOLICITÓ NO HABÍA SIDO RECONOCIDA COMO BENEFICIARIA ANTES DE LA PRESENTACIÓN DE LA DEMANDA.", publicada en el
Semanario Judicial de la Federación del viernes 30 de abril de 2021 a las 10:34 horas y en la Gaceta del Semanario Judicial de la
Federación, Décima Época, Libro 85, Tomo III, abril de 2021, página 2084, con número de registro digital: 2023057, por lo que esta
última dejó de considerarse de aplicación obligatoria a partir del lunes 17 de enero de 2022. Esta tesis se publicó el viernes 14 de
enero de 2022 a las 10:15 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
SUSPENSIÓN EN EL AMPARO INDIRECTO. DEBE DECRETARSE DE OFICIO Y DE PLANO CUANDO EL QUEJOSO RECLAMA
AFECTACIÓN AL DERECHO A LA SALUD Y PRECISARSE CON EXACTITUD SUS EFECTOS, LOS CUALES DEBEN INCLUIR LA
ATENCIÓN MÉDICA DEBIDA Y URGENTE REQUERIDA. El derecho mencionado, tutelado por el artículo 4o. de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos conlleva, entre otras, la obligación del Estado de brindar los servicios y prestaciones para
garantizar el más alto nivel de protección a la salud de las personas (mediante atención médica, tratamiento, medicamentos,
rehabilitación, otorgamiento de licencias médicas, etcétera). Por tanto, cuando en el amparo indirecto se reclame la omisión de
otorgar los servicios médicos para el tratamiento de una enfermedad que pone en peligro la vida del quejoso, debe decretarse la
suspensión de plano, en términos del artículo 126 de la Ley de Amparo, y los efectos de esa medida deben precisarse con claridad, a
fin de vincular a la autoridad a proporcionar la atención médica debida y urgente requerida, así como al seguimiento y comunicación
exacta de los procedimientos que se deben aplicar, junto con los medicamentos y tratamiento necesarios e, incluso, las licencias
médicas que legalmente procedan, para garantizar plenamente el derecho a la salud.
DÉCIMO OCTAVO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO.Queja 80/2019. Olga Pérez
Soto. 25 de febrero de 2019. Unanimidad de votos. Ponente: Armando Cruz Espinosa. Secretaria: Artemisa Aydeé Contreras
Ballesteros.Nota: Por ejecutoria del 8 de septiembre de 2021, la Primera Sala declaró inexistente la contradicción de tesis 144/2021,
derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis. Esta tesis se publicó el viernes 05 de julio de 2019 a
las 10:12 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
DERECHO A LA PROTECCIÓN DE LA SALUD. DIMENSIONES INDIVIDUAL Y SOCIAL. La protección de la salud es un objetivo que
el Estado puede perseguir legítimamente, toda vez que se trata de un derecho fundamental reconocido en el artículo 4o.
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constitucional, en el cual se establece expresamente que toda persona tiene derecho a la protección de la salud. Al respecto, no hay
que perder de vista que este derecho tiene una proyección tanto individual o personal, como una pública o social. Respecto a la
protección a la salud de las personas en lo individual, el derecho a la salud se traduce en la obtención de un determinado bienestar
general integrado por el estado físico, mental, emocional y social de la persona, del que deriva otro derecho fundamental, consistente
en el derecho a la integridad físico-psicológica. De ahí que resulta evidente que el Estado tiene un interés constitucional en
procurarles a las personas en lo individual un adecuado estado de salud y bienestar. Por otro lado, la faceta social o pública del
derecho a la salud consiste en el deber del Estado de atender los problemas de salud que afectan a la sociedad en general, así como
en establecer los mecanismos necesarios para que todas las personas tengan acceso a los servicios de salud. Lo anterior comprende
el deber de emprender las acciones necesarias para alcanzar ese fin, tales como el desarrollo de políticas públicas, controles de
calidad de los servicios de salud, identificación de los principales problemas que afecten la salud pública del conglomerado social,
entre otras.
Amparo en revisión 237/2014. Josefina Ricaño Bandala y otros. 4 de noviembre de 2015. Mayoría de cuatro votos de los Ministros
Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto concurrente, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y
Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien formuló voto concurrente. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular.
Ponente: Arturo Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Arturo Bárcena Zubieta y Ana María Ibarra Olguín.Amparo en revisión
1115/2017. Ulrich Richter Morales. 11 de abril de 2018. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea,
José Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, quien formuló voto concurrente y Norma
Lucía Piña Hernández, quien reservó su derecho para formular voto concurrente. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular. Ponente: Jorge Mario Pardo Rebolledo. Secretario: Guillermo Pablo López Andrade.Amparo en revisión
623/2017. Armando Ríos Piter. 13 de junio de 2018. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, quien formuló voto concurrente, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández, quien reservó su
derecho para formular voto concurrente. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular. Ponente: José Ramón
Cossío Díaz. Secretaria: Luz Helena Orozco y Villa. Amparo en revisión 548/2018. María Josefina Santacruz González y otro. 31 de
octubre de 2018. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto particular. Ponente: Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea. Secretarios: Arturo Bárcena Zubieta y José Ignacio Morales Simón. Amparo en revisión 547/2018. Zara
Ashely Snapp Hartman y otros. 31 de octubre de 2018. Mayoría de cuatro votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José
Ramón Cossío Díaz, Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Norma Lucía Piña Hernández. Disidente: Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien
formuló voto particular. Ponente: Norma Lucía Piña Hernández. Secretario: Alejandro González Piña. Tesis de jurisprudencia 8/2019
(10a.). Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión privada de trece de febrero de dos mil diecinueve. Esta tesis se
publicó el viernes 22 de febrero de 2019 a las 10:24 horas en el Semanario Judicial de la Federación y, por ende, se considera de
aplicación obligatoria a partir del lunes 25 de febrero de 2019, para los efectos previstos en el punto séptimo del Acuerdo General
Plenario 19/2013.
DERECHO A LA SALUD. AL SER DE NATURALEZA PRESTACIONAL, EL ESTADO DEBE REALIZAR UNA ADECUADA
SUPERVISIÓN DE LA ASISTENCIA MÉDICA OTORGADA, POR LO QUE EL TRATAMIENTO QUE SE INICIE CON MOTIVO DE LA
SUSPENSIÓN CONCEDIDA EN EL AMPARO, NO ES SUFICIENTE PARA SOBRESEER O NEGAR LA PROTECCIÓN
CONSTITUCIONAL AL QUEJOSO. Cuando el quejoso reclama una violación al derecho a la salud, previsto en el artículo 4o., cuarto
párrafo, de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos por la omisión de que se le brinde un tratamiento médico, y en
el juicio de amparo respectivo se concede la suspensión de plano y luego la definitiva, para que la autoridad responsable cumpla con
su obligación de otorgar el servicio médico requerido, no puede considerarse en la sentencia que no existe violación que reparar, por
la sola circunstancia de que ya se esté otorgando dicho tratamiento. Esto es así, pues debe analizarse el material probatorio que obra
en autos para determinar si el cumplimiento de esa prestación como obligación por parte del Estado de garantizar a la población las
condiciones adecuadas para proteger la salud física, mental, emocional y social, fue realizada en respeto a ese derecho humano en sí
mismo, o únicamente en acatamiento a la suspensión decretada por el Juez Federal, ya que no debe perderse de vista que los efectos
de esta medida sólo permanecen hasta que se dicte resolución en el juicio principal, por lo que no tiene un efecto definitivo. De no
atenderse esta circunstancia, el sobreseimiento o la negativa de la protección constitucional solicitada dejaría sin efectos la
suspensión concedida en el juicio de amparo, con el riesgo de que al no haber un pronunciamiento firme y definitivo sobre el derecho
humano en cuestión, se deja a la discrecionalidad de la autoridad el continuar o no brindando el servicio médico solicitado. Lo
anterior, si se considera que los Estados no sólo tienen la obligación de respetar, absteniéndose de negar el acceso o de dar el
tratamiento médico solicitado, pues al tratarse de un derecho de naturaleza prestacional está sujeto a la obligación de hacer del
Estado -realizar una adecuada prestación y supervisión de la asistencia médica-, ello bajo los principios de universalidad y
progresividad.
SEGUNDO TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA OCTAVA REGIÓN. Amparo en revisión 204/2016
(cuaderno auxiliar 1034/2016) del índice del Tribunal Colegiado en Materias de Trabajo y Administrativa del Décimo Cuarto Circuito,
con apoyo del Segundo Tribunal Colegiado de Circuito del Centro Auxiliar de la Octava Región, con residencia en Mérida, Yucatán. 14
de diciembre de 2016. Unanimidad de votos. Ponente: Mayra González Solís. Secretaria: Cruz Belén Martínez de los Santos. Nota:
Esta tesis es objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 122/2021 del índice de la Suprema Corte de Justicia de la
Nación, la que mediante acuerdo del 1 de junio de 2021, declaró su incompetencia para conocer del asunto y ordenó la remisión de
los autos al Pleno del Décimo Cuarto Circuito. Por ejecutoria del 8 de septiembre de 2021, la Primera Sala declaró inexistente la
contradicción de tesis 144/2021, derivada de la denuncia de la que fue objeto el criterio contenido en esta tesis. Esta tesis se publicó
el viernes 24 de marzo de 2017 a las 10:27 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
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Décima Época
Materias(s): Común, Civil
Tesis: IV.1o.C.7 C (10a.)
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación. Libro 57, Agosto de 2018, Tomo III, página 3079
Tipo: Aislada
SUSPENSIÓN DEFINITIVA EN EL AMPARO INDIRECTO. PROCEDE CONCEDERLA CON EFECTOS RESTITUTORIOS CONTRA LA
ORDEN DE EMBARGO DE UNA PENSIÓN JUBILATORIA A UN ADULTO MAYOR EN CONDICIONES DE VULNERABILIDAD, CON
BASE EN LA APARIENCIA DEL BUEN DERECHO Y EL PELIGRO EN LA DEMORA. Conforme a los artículos 107, fracción X, de la
Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y 138 de la Ley de Amparo, el juzgador, atento a la naturaleza del acto
reclamado, tiene la obligación de ponderar la apariencia del buen derecho que con la concesión de la medida cautelar
puede corresponder al quejoso y la afectación que dicha medida pueda ocasionar al interés social, para que derivado de ese
análisis, determine si es o no factible conceder la suspensión, determinando hipotéticamente, con base en un conocimiento
superficial del caso, la existencia del derecho cuestionado y las probabilidades de que la sentencia de amparo declare la
inconstitucionalidad del acto. Ahora bien, debe tenerse en cuenta que, de conformidad con el artículo 10 de la Ley del Seguro
Social, las prestaciones que corresponden a los asegurados y a sus beneficiarios son inembargables; que en los juicios de amparo
deducidos de asuntos laborales o contencioso-administrativos, en los que se controviertan el otorgamiento y los ajustes de pensiones,
así como de cualquiera otra prestación derivada de éstas, ya sea por los interesados o por sus beneficiarios, el órgano de amparo
queda obligado a suplir la deficiencia de la queja en favor de los demandantes de esas pretensiones y que, asimismo, si se
trata de un adulto mayor que se encuentre en condiciones de vulnerabilidad, esto representa una desventaja frente al resto
de la población, por lo cual, las autoridades judiciales deben procurar su mayor beneficio posible. En consecuencia, si quien
promueve la demanda de amparo indirecto reúne todas estas características, es decir, se trata de un adulto mayor en condiciones
de vulnerabilidad, que no cuenta con otro ingreso más que el de su pensión jubilatoria y reclama el embargo de la cuenta
bancaria donde se realiza el depósito inherente a dicho concepto, supuestos frente a los cuales solicita la suspensión del acto
reclamado, afirmando que requiere de la cantidad embargada para cubrir las necesidades básicas de su familia; entonces,
el juzgador de amparo debe conceder la suspensión definitiva con efectos restitutorios contra la orden de embargo de la
pensión jubilatoria del adulto mayor vulnerable, para que ésta se deje sin efectos con base en un análisis ponderado de la
apariencia del buen derecho, haciendo un cálculo de posibilidades acerca de la existencia del derecho del quejoso que se encuentra
en esa situación especial, de modo que, sin prejuzgar sobre la constitucionalidad o inconstitucionalidad de los actos reclamados, debe
partir de la base de que existe peligro en la demora pues, de negarse la medida, resentiría un daño económico que afectaría su
subsistencia y la de su núcleo familiar. En la inteligencia de que con esta postura no se contraviene el interés social sino, al contrario,
de no concederse la medida, se infringiría la norma de la legislación de seguridad social que establece que son inembargables las
pensiones de los trabajadores.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL CUARTO CIRCUITO. Incidente de suspensión (revisión) 267/2017. 31 de
enero de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: Israel Trinidad Muriel. Incidente de suspensión
(revisión) 268/2017. 31 de enero de 2018. Unanimidad de votos. Ponente: Antonio Ceja Ochoa. Secretario: Israel Trinidad Muriel.
Esta tesis se publicó el viernes 10 de agosto de 2018 a las 10:18 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
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pronunciarse sobre la aplicación de todas y cada una de las tesis y ejecutorias señaladas en el presente
escrito de demanda.
IMPARTICIÓN DE JUSTICIA CON PERSPECTIVA DE GÉNERO. OBLIGACIONES QUE DEBE CUMPLIR EL ESTADO MEXICANO
EN LA MATERIA. El reconocimiento de los derechos de la mujer a una vida libre de violencia y discriminación y de acceso a la
justicia en condiciones de igualdad, exige que todos los órganos jurisdiccionales del país impartan justicia con perspectiva de
género, que constituye un método que pretende detectar y eliminar todas las barreras y obstáculos que discriminan a las
personas por condición de sexo o género, es decir, implica juzgar considerando las situaciones de desventaja que, por
cuestiones de género, discriminan e impiden la igualdad. De ahí que los juzgadores deben cuestionar los estereotipos
preconcebidos en la legislación respecto de las funciones de uno u otro género, así como actuar con neutralidad en la aplicación de la
norma jurídica en cada situación, toda vez que el Estado debe velar por que en toda controversia jurisdiccional, donde se
advierta una situación de violencia, discriminación o vulnerabilidad por razones de género, ésta se tome en cuenta, a fin
de visualizar claramente la problemática y garantizar el acceso a la justicia de forma efectiva e igualitaria. Así, la
obligación de impartir justicia con perspectiva de género debe operar como regla general, y enfatizarse en aquellos casos
donde se esté ante grupos de especial vulnerabilidad, como mujeres y niñas indígenas, por lo que el juzgador debe
determinar la operabilidad del derecho conforme a los preceptos fundamentales consagrados tanto en la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, como en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte,
procurando en todo momento que los paradigmas imperantes de discriminación por razón de género no tengan una
injerencia negativa en la impartición de justicia; por el contrario, atendiendo precisamente a tales prejuicios o
estereotipos, el juzgador debe considerar las situaciones de desventaja que tienen las mujeres, sobre todo cuando es
factible que existan factores que potencialicen su discriminación, como lo pueden ser las condiciones de pobreza y
barreras culturales y lingüísticas.
Varios 1396/2011. 11 de mayo de 2015. Mayoría de ocho votos de los Ministros José Fernando Franco González Salas, Arturo
Zaldívar Lelo de Larrea, quien reservó su derecho a formular voto concurrente, Jorge Mario Pardo Rebolledo, Juan N. Silva Meza,
Eduardo Medina Mora I., Olga Sánchez Cordero de García Villegas, Alberto Pérez Dayán y Luis María Aguilar Morales; votó en contra
José Ramón Cossío Díaz. Ausentes: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena y Margarita Beatriz Luna Ramos. Ponente: Alberto Pérez Dayán.
Secretario: Isidro E. Muñoz Acevedo.
El Tribunal Pleno, el siete de septiembre en curso, aprobó, con el número XX/2015 (10a.), la tesis aislada que antecede. México,
Distrito Federal, a siete de septiembre de dos mil quince.
Esta tesis se publicó el viernes 25 de septiembre de 2015 a las 10:30 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
Época: Décima Época
Registro: 2009084
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Instancia: Primera Sala
Tipo de Tesis: Aislada
Fuente: Gaceta del Semanario Judicial de la Federación
Libro 18, Mayo de 2015, Tomo I
Materia(s): Constitucional
Tesis: 1a. CLX/2015 (10a.)
Página: 431
DERECHO DE LA MUJER A UNA VIDA LIBRE DE DISCRIMINACIÓN Y VIOLENCIA. LAS AUTORIDADES SE ENCUENTRAN
OBLIGADAS A ADOPTAR MEDIDAS INTEGRALES CON PERSPECTIVA DE GÉNERO PARA CUMPLIR CON LA DEBIDA
DILIGENCIA EN SU ACTUACIÓN. El derecho de la mujer a una vida libre de discriminación y de violencia se traduce en la
obligación de toda autoridad de actuar con perspectiva de género, lo cual pretende combatir argumentos estereotipados e
indiferentes para el pleno y efectivo ejercicio del derecho a la igualdad. De conformidad con el artículo 1o. constitucional y el
parámetro de regularidad constitucional, la obligación de todas las autoridades de actuar con la debida diligencia adquiere una
connotación especial en casos de violencia contra las mujeres. En dichos casos, el deber de investigar efectivamente tiene alcances
adicionales. En los casos de violencia contra las mujeres, las autoridades estatales deben adoptar medidas integrales con perspectiva
de género para cumplir con la debida diligencia. Estas medidas incluyen un adecuado marco jurídico de protección, una aplicación
efectiva del mismo, así como políticas de prevención y prácticas para actuar eficazmente ante las denuncias. Incumplir con esa
obligación desde los órganos investigadores y los impartidores de justicia puede condicionar el acceso a la justicia de las mujeres por
invisibilizar su situación particular.
Amparo en revisión 554/2013. 25 de marzo de 2015. Cinco votos de los Ministros Arturo Zaldívar Lelo de Larrea, José Ramón Cossío
Díaz, Jorge Mario Pardo Rebolledo, quien formuló voto concurrente, Olga Sánchez Cordero de García Villegas y Alfredo Gutiérrez
Ortiz Mena. Ponente: Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena. Secretaria: Karla I. Quintana Osuna.
Esta tesis se publicó el viernes 15 de mayo de 2015 a las 9:30 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
ACTOS DE VIOLENCIA CONTRA LA MUJER. ES OBLIGATORIO PARA LOS JUZGADORES DAR VISTA DE OFICIO A LA
AUTORIDAD MINISTERIAL CUANDO DE AUTOS ADVIERTAN DICHA CIRCUNSTANCIA. En términos de los artículos 1o., 4o., 14,
16 y 20 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, en relación con la Ley General de Acceso de las Mujeres a una
Vida Libre de Violencia, la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, por sus
siglas en inglés), y la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém Do Pará),
se advierte que la violencia contra la mujer es una ofensa a la dignidad humana y constituye una violación de los derechos humanos
y las libertades fundamentales, que limita total o parcialmente su goce o ejercicio, esto es, la violencia contra la mujer incluye actos
que infligen daños o sufrimientos de índole física, mental o sexual, amenazas de cometer esos actos, coacción y otras formas de
privación de la libertad; por lo que el Estado también es responsable de los actos de violencia contra las mujeres perpetrados por
particulares en tanto no adopte medidas con la diligencia debida para impedir la violación de derechos o para investigar y castigar
actos de violencia e indemnizar a las víctimas. En ese sentido, cuando el juzgador advierta de autos que una mujer sufre, sufrió o
puede sufrir algún tipo de violencia, oficiosamente deberá dar vista con tales hechos a la autoridad ministerial, a fin de que ésta
determine lo que a su representación social corresponda.
NOVENO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA PENAL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 542/2014. 26 de marzo de 2015.
Unanimidad de votos. Ponente: Emma Meza Fonseca. Secretario: Miguel Ángel Sánchez Acuña. Esta tesis se publicó el viernes 29 de
mayo de 2015 a las 9:40 horas en el Semanario Judicial de la Federación.
Primero. - Tenerme por presentada con el escrito de cuenta y copias que acompaño,
demandando, el AMPARO y PROTECCIÓN DE LA JUSTICIA DE LA UNIÓN en contra de los actos
reclamados de las autoridades responsables, previo los trámites de ley, conceder a la suscrita el amparo
solicitado.
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Segundo.- Conceder la suspensión provisional solicitada; y, en su oportunidad, la
definitiva, de los actos reclamados; atento a los principios de la apariencia del buen derecho, y el
peligro en la demora.
Sexto. - Dictar las medidas de oficio que considere necesarias este H. Juzgado, a
efecto de garantizar una recta y eficiente administración de justicia.
PROTESTO LO NECESARIO
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