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LA RENOVACIÓN DE LA NOVELA EN LOS

AÑOS 60:
LUIS MARTÍN-SANTOS, JUAN MARSÉ Y
JUAN GOYTISOLO.

Presentación preparada por Fernando Boj Corral.


IES Medina Albaida (Zaragoza)
La novela empieza a ser gran novela
(Proust, Kafka, Joyce...) cuando deja de
parecerse a una novela; es decir: cuando,
nacida de una novelística, rebasa esa
novelística, engendrando, con su dinámica
propia, una novelística posible, nueva,
disparada hacia nuevos ámbitos, dotada de
medios de indagación y exploración que
pueden plasmarse – no siempre sucede – en
logros perdurables. Todas las grandes
novelas de nuestra época comenzaron por
hacer exclamar al lector: “¡Esto no es una
novela!”.
Alejo Carpentier, Problemática de la novela actual latinoamericana
LA NOVELA EXPERIMENTAL DE LOS
AÑOS SESENTA Y SETENTA
El agotamiento de la estética realista es patente al principio de los
sesenta:
 se considera que esta literatura es ineficaz en lo político,
 presenta la realidad de una forma maniquea y
 se ha empobrecido estilísticamente.

Los novelistas van a centrarse durante los años


sesenta en la renovación formal y en la
experimentación técnica y estilística

La novela es un género «Novela es todo aquello que,


literario muy flexible que editado en forma de libro, admite
debajo del título la palabra
presenta una gran libertad de novela»
composición. Camilo José Cela
LA RENOVACIÓN DE LA NOVELA EN LOS SESENTA:
INFLUENCIAS RECIBIDAS
NOVELISTAS EXTRANJEROS DEL SIGLO XX
• Marcel Proust, Franz Kafka, James Joyce, William
Faulkner,…

NOVELISTAS DEL «BOOM»


HISPANOAMERICANO
• Vargas Llosa, García Márquez, Cortázar, Rulfo,…

ESTUDIOS SOBRE LA NOVELA


• Realizados por los formalistas rusos (Shklovski,
Propp,…) y estructuralistas europeos (Barthes,
Todorov,…).
Las novelas de los años sesenta presentan cambios sustanciales en todos los elementos
compositivos de la novela: en el plano de la historia (acción, personajes y marco escénico)
y en el plano de del relato (narrador, estructura y lengua).

«Lo fundamental es
la forma, la
arquitectura,
NOVELA la composición»
[Henry James]
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
TEMÁTICA Y FORMAL En cuanto a la presentación de la
acción novelesca:
• Se rechaza la importancia del
argumento, como en el «nouveau
roman».
• Se hace un tratamiento no realista de
la acción: se da cabida a la
imaginación, lo onírico, lo alucinante,
lo simbólico, lo mítico,…
• En ocasiones se buscan argumentos de
subgéneros novelísticos marginales:
novela negra, folletín, picaresca…
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
TEMÁTICA Y FORMAL En el tratamiento de los
personajes
• Se supera el protagonista
colectivo.
• Se presenta a un protagonista
individual en conflicto con su
entorno y consigo mismo.
• Se rechaza la primacía de los
personajes en la novela tal y
como hace el “nouveau roman”.
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
TEMÁTICA Y FORMAL En la descripción del marco
escénico
• El espacio es amplio, integrador,
panorámico; comprende todas las clases
sociales y todas las relaciones
individuo/sociedad examinadas
exhaustivamente.
• El tiempo novelesco es amplio. Se
recogen varios momentos de una época,
se reviven acontecimientos muy alejados
en la historia para definir por analogía el
presente problemático de los personajes.
• Se abandona la condensación espacio-
temporal de la novela social.
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
TEMÁTICA Y FORMAL
En el tratamiento del narrador
• Se rechaza la omnisciencia.
• Se emplea el punto de vista múltiple,
esto es, la presentación de un mismo
hecho desde distintas versiones, como
había hecho Faulkner.
• Se utilizan las diferentes personas
gramaticales: primera, segunda o
tercera.
• Se abandona el objetivismo. Se
incluyen digresiones discursivas del
autor (comentarios, disertaciones
ideológicas,…) propias de géneros
como el ensayo.
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
En la disposición de la estructura
TEMÁTICA Y FORMAL

de la novela y el tiempo del discurso


• Se prefiere el discurso o relato
ininterrumpido, sin estructuración
en capítulos.
• Se emplea el contrapunto o la
estructura caleidoscópica que va
combinando y alternando diversas
historias.
• Se evita el relato lineal. El
tratamiento del tiempo del discurso
es muy complejo: elipsis violentas,
anticipaciones, retrospecciones,…
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
TEMÁTICA Y FORMAL En el modo o forma de presentar
lingüísticamente la historia
• Se da menos importancia a los
diálogos.
• Se utiliza el estilo indirecto libre con
el que se nos presenta cómo brotan
los pensamientos en la mente del
personaje.
• Se usan el monólogo interior y el
flujo de conciencia como lo habían
empleado Joyce o Faulkner.
PROCEDIMIENTOS DE
RENOVACIÓN
TEMÁTICA Y FORMAL En el modo o forma de presentar
lingüísticamente la historia
• Se renueva el lenguaje
completamente. Aparece el
lenguaje poético en la novela, se
producen violentas rupturas
sintácticas, se incluyen
“collages”, caligramas y artificios
tipográficos,…
• Aparecen continuas referencias
intertextuales. Las novelas se
nutren de alusiones y citas de
obras literarias muy variadas.
Tiempo de silencio (1962) de Luis Martín
Santos es la obra que marca la ruptura
con la novela social.
Pedro, el protagonista, un médico que se
dedica a la investigación del cáncer, es
detenido a causa de un aborto
clandestino en el que se ha visto
involucrado. Aunque se demuestra su
inocencia pierde su trabajo y decide
romper con todo lo que le rodea.
La obra va desvelando, a través de la
ironía y el distanciamiento, las miserias
de todos los círculos en los que se
desenvuelve el protagonista: los
intelectuales, la clase alta, la pequeña
burguesía, los marginados,…
Tiempo de silencio es un muestrario de
muchas de las innovaciones de la novela
experimental:
el uso del contrapunto, el perspectivismo y el
desorden temporal;
el empleo sistemático del monólogo interior,
en la línea de James Joyce, en el que los
personajes expresan sus pensamientos y
sentimientos de forma libre, no controlada por
la conciencia;
el uso abundante de elementos discursivos y
digresiones (sobre Cervantes, sobre Goya,
sobre los toros, sobre la revista,…);
el empleo de registros lingüísticos muy
diferentes, desde el barroquismo de un
lenguaje rebuscado y ampuloso, hasta el tono
conversacional y vulgar.
Hay ciudades tan descabaladas, tan faltas de sustancia histórica, tan traídas y llevadas por gobernantes
arbitrarios, tan caprichosamente edificadas en desiertos, tan parcamente pobladas por una continuidad
aprehensible de familias, tan lejanas de un mar o de un río, tan ostentosas en el reparto de su
menguada pobreza, tan favorecidas por un cielo espléndido que hace olvidar casi todos sus defectos,
tan ingenuamente contentas de sí mismas al modo de mozas quinceñas, tan globalmente adquiridas
para el prestigio de una dinastía, tan dotadas de tesoros -por otra parte- que puedan ser olvidados los
no realizados a su tiempo, tan proyectadas sin pasión pero con concupiscencia hacia el futuro, tan
desasidas de una auténtica nobleza, tan pobladas de un pueblo achulapado, tan heroicas en ocasiones
sin que se sepa a ciencia cierta por qué sino de un modo elemental y físico como el del campesino joven
que de un salto cruza el río, tan embriagadas de sí mismas aunque en verdad el licor de que están ahítas
no tenga nada de embriagador, tan insospechadamente en otro tiempo prepotentes sobre capitales
extranjeras dotadas de dos catedrales y de varias colegiatas mayores y de varios palacios encantados -un
palacio encantado al menos para cada siglo-, tan incapaces para hablar su idioma con la recta
entonación llana que le dan los pueblos situados hacia el norte a doscientos kilómetros de ella, tan
sorprendidas por la llegada de un oro que puede convertirse en piedra pero que tal vez se convierta en
carrozas y troncos de caballos con gualdrapas doradas sobre fondo negro, tan carentes de una auténtica
judería, tan llenas de hombres serios cuando son importantes, tan vueltas de espalda a toda naturaleza -
por lo menos hasta que en otro sitio se inventaron el tren eléctrico y la telesilla-, tan agitadas por
tribunales eclesiásticos con relajación al bazo secular, tan poco visitadas por individuos auténticos de la
raza nórdica, tan abundantes de torpes teólogos y faltas de excelentes místicos, tan llenas de
tonadilleras y de autores de comedias de costumbres, de comedias de enredo, de comedias de capa y
espada, de comedias de café, de comedias de punto de honor, de comedias de linda tapada, de
comedias de bajo coturno, de comedias de salón francés, de comedias del café no de comedia dell'arte,
tan abufaradas de autobuses de dos pisos que echan humo cuanto más negro mejor sobre aceras donde
va la gente con gabardina los días de sol frío, que no tienen catedral.

Luis Martín-Santos, Tiempo de silencio


Últimas tardes con Teresa (1966) de Juan
Marsé cuenta la historia amorosa de una niña
bien, rebelde e ingenua, y el Pijoaparte, un
charnego barriobajero, ladrón de motos y
desarraigado. La novela es una sátira de la
burguesía progresista y de los estudiantes
comprometidos de esos años realizada con un
enfoque irónico y paródico que nada tiene que
ver con la novela social

Si te dicen que caí (1973) de Marsé es una


sátira de la España franquista. Está ambientada
en el barrio del Guinardó en el que unos críos de
la calle van inventando sus «aventis» creando
una realidad alucinante y fantástica en el
sórdido entorno en el que viven.
Señas de identidad (1966), Reivindicación del Conde
don Julián (1970) y Juan sin Tierra (1975) de Juan
Goytisolo son tres novelas en las que el autor se
sumerge en la conciencia del protagonista quien, al
buscar su identidad, sondea desde ella el ser de
España. El resultado de esta trilogía es la ruptura del
personaje con su país y con la civilización occidental
en general.
Por espacio de tres años un vendaval de locura había soplado sobre la piel de toro - así
llaman algunos al solar yermo y baldío, ámbito de nuestro conglomerado actual de Reinos
Taifa - completando la obra destructora siglo a siglo, con tesón y paciencia, por tus
antepasados ilustres. Poseídos de oscuros e inconfesables instintos, íncubos y súcubos a la
vez de sus aborrecidos apetitos y sueños, habían procedidos con orden y minuciosidad a la
poda cruel e inexorable de sí mismos, a la expulsión y exterminio de los demonios
interiores, sin detenerse ante motivo o consideración de índole alguna, arruinando, por
turno, en aras del imposible exorcismo, el comercio, la industria, la ciencia, las artes.
Aplastado, barrido, conjurado mil veces, el fantasma renacía siempre con etiquetas
aleatorias y, con él, el empeño tenaz de suprimirlo, de bajar un peldaño más en la escala
de la barbarie, felices, los tuyos, de afirmar frente al mundo su torva concepción de la
patria como duro y resistente cantil contra el que infructuosamente se estrella y muere el
agitado mar de todas las historias.
Cinco horas con Mario (1966) de
Miguel Delibes reproduce el
monólogo de Carmen mientras vela el
cuerpo de su esposo, Mario.
En la novela se enfrentan dos
ideologías: la visión conservadora y
convencional de la esposa, que se
manifiesta frívola e inconsistente, y la
visión liberal e idealista de Mario, que
aporta nuevos aires a la España de su
tiempo.
Volverás a Región (1967) de Juan
Benet crea, al igual que Faulkner o
García Márquez, un espacio mítico,
Región, lleno de significado simbólico
y marcado por un trágico pasado, la
Guerra Civil.

Para llegar a Región hay que atravesar un elevado desierto y el viajero en un momento
u otro conocerá el desaliento al sentir que cada paso hacia adelante no hace sino
alejarlo un poco más de aquellas desconocidas montañas. Y un día tendrá que
abandonar el propósito y demorar aquella remota decisión de escalar su cima más
alta... o bien -tranquilo, sin desesperación, invadido de una suerte de indiferencia que
no deja lugar a los reproches- dejará transcurrir su último atardecer, tumbado en la
arena de cara al crepúsculo, contemplando cómo en el cielo desnudo esos hermosos,
extraños y negros pájaros que han de acabar con él, evolucionan en altos círculos.
San Camilo 1936 (1969) y Oficio de tinieblas 5
(1972) son dos novelas experimentales de Camilo
José Cela con gran variedad de recursos técnicos y
estilísticos. Algunas constantes temáticas de Cela
vuelven a aparecer en estas complejas novelas: el
tema del sexo, la violencia, el pesimismo,…

1 ...es cómodo ser derrotado a los veinticinco años


aún sin una sola cana en la cabeza sin una sola caries
en la dentadura sin una sola nube en la conciencia
con sólo dos o tres lagunas en la memoria y mirar el
mundo desde el cielo desde el purgatorio desde el
infierno desde más acá de los montes pirineos y la
cordillera de los andes con frialdad con indiferencia
con estupor

2 no merece la pena que te desnudes a nadie le


importa nada ni el precio oficial de la remolacha
para la campaña azucarera ni nada la arroba de sexos
de varón hembra la arroba de nalgas de varón y
hembra y menos que a nadie a tu padre no
pronuncies su nombre que acaba de quedar en el
cementerio civil detrás de las tumbas de los masones
a su cobijo en el camino de las arañas y de los
naturalmente, esto no es una lagartos
novela sino la purga de mi
corazón
La saga/fuga de J.B. (1972) de Gonzalo
Torrente-Ballester es al mismo tiempo muestra
de todos los nuevos procedimientos
novelísticos y parodia de todas las
innovaciones narrativas de la novela
experimental.
Esta obra anuncia ya el final de esta forma
experimentalista de escribir novelas.
Coincidiendo con la muerte de Franco y el fin de la
Dictadura, los autores buscan nuevos caminos
expresivos. Se agota el experimentalismo, se renuncia
igualmente a una literatura con intenciones políticas o
ideológicas y se retoman patrones narrativos más
clásicos: el interés por el argumento, el desarrollo lineal
de la historia y la voz única del narrador. Se recupera el
gusto por narrar, por contar historias.

La verdad sobre el caso Savolta (1975) de Eduardo Mendoza


inicia un nuevo tipo de novela en la que predomina el gusto
por narrar una historia.
LA RENOVACIÓN DE LA NOVELA EN LOS AÑOS 60:
LUIS MARTÍN-SANTOS, JUAN MARSÉ Y
JUAN GOYTISOLO.

Presentación preparada por Fernando Boj Corral


IES Medina Albaida (Zaragoza)
Blog: complemento agente

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