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Tema 5
CAVIDADES DE RESONANCIA. IMPOSTACIÓN.
PROYECCIÓN DEL SONIDO.
Índice:
0. Objetivos y contenidos
1. Introducción: ¿Qué es la resonancia?
2. Cavidades de resonancia
3. Impostación
4. Proyección del sonido
5. La resonancia “según Grotowski”
6. Bibliografía
Objetivos
Conocer y aplicar las técnicas básicas del entrenamiento vocal: relajación, control
postural, respiración y fonación.
Potenciar la capacidad del cuerpo para funcionar como un resonador.
Descubrir el uso de las distintas cavidades de resonancia, así como las diferentes
sensaciones producidas por ellas.
Potenciar la imaginación vocal y el uso de los distintos resonadores corporales.
Mejorar la plasticidad del aparato vocal y respiratorio.
Eliminar los obstáculos que impiden la conexión directa entre la emoción, el
pensamiento y la voz.
Contenidos
Conceptuales:
- Fenómeno de la Resonancia desde la perspectiva de la física acústica.
- Concepto de impostación de la voz.
- Comportamiento de proyección vocal.
Procedimentales:
- Experimentación intuitiva de las sensaciones despertadas por efecto de la resonancia.
- El cuerpo como resonador: Aplicación de los principios planteados por Grotowski a la
sensibilización y desarrollo de los resonadores.
- Matizaciones tímbricas a partir del juego con los resonadores (que nos preparará para el
trabajo posterior de caracterización de la voz).
- La voz como fuerza activa: juegos de liberación de la voz; ejercicios de acción-reacción
(acciones vocales y reacciones orgánicas a los sonidos).
Conceptuales + procedimentales
- Toma de conciencia del potencial de acción de nuestra voz como “cuerpo invisible” o
prolongación invisible de nuestro cuerpo. Ejercicios introductorios de conexión cuerpo-mente-
voz.
- Reconocimiento del propio instrumento corporal-vocal.
Actitudinales:
- Aplicación de los aprendizajes teóricos a la práctica saludable del entrenamiento vocal.
- Valoración del entrenamiento vocal como medio de reconocimiento y mejora de los recursos
vocales del actor.
- Uso de voz impostada y voz proyectada en el aula siempre que resulte adecuado.
2. Cavidades de resonancia
Las cavidades de resonancia humanas son todas aquellas cavidades cuyo contenido aéreo
entra o puede entrar en vibración a partir del primer sonido, o frecuencia fundamental,
originado en las cuerdas vocales.
Anatómicamente las clasificamos en infraglóticas (por debajo de las cuerdas vocales) y
supraglóticas (por encima de las mismas).
Para ser fiel a las fuentes de donde tomo esta información, considero éticamente correcto
transmitiros que numerosos y reconocidos estudiosos de la voz establecen que los resonadores
infraglóticos no pueden ser estrictamente considerados como tales ya que al no existir abertura
al exterior en esa dirección, estas vibraciones se pierden. Consideran que sólo son útiles para la
fonación las vibraciones de las cuerdas vocales que se transmiten a la columna aérea
ascendente y se proyectan hacia arriba por encima de las cuerdas vocales, y cuyo sonido pasa
por las cavidades de resonancia supraglóticas, entre las que también excluyen los senos
craneales. Sin embargo, éstos mismos autores, añaden que, si bien la caja torácica y los senos
craneales no pueden ser considerados resonadores en el sentido estrictamente acústico de la
palabra, si tienen utilidad como guía en el trabajo de técnica vocal, ya que durante la emisión
de sonido percibimos una impresión de resonancia en éstas zonas (ej: resonancia en la región
media del tórax en la emisión de la “O”; resonancia en los senos frontales en la emisión de la
“M” para la impostación de la voz).
La razón por la cual yo difiero de esta definición y delimitación de los resonadores es que mi
experiencia y trabajo personal me han llevado a reconocer la necesidad de asimilar que la voz
sale de “todo el cuerpo” para que este pensamiento nos ayude a sentir la voz arraigada en
nuestro centro de energía, en las vísceras, el hara,... (hay muchas maneras de referirse a ello,
creo que sabréis a qué me refiero), también podría decirse que la voz se apoya en todo nuestro
sistema óseo y muscular, o incluso se me ocurre que una forma sencilla y sensible de definirlo
es decir que la voz “sale de nuestro cuerpo”. Esto nos ayudará a que el sonido salga
“orgánicamente” de nosotros, con fuerza pero sin tensiones que perjudiquen nuestro aparato
fonador. Asimismo, podremos valernos de la concepción del cuerpo como resonador a la hora
de buscar distintos tipos de voz para los diferentes personajes a los que demos vida (ver “Hacia
un teatro pobre”, de Grotowski o “La caracterización de la voz” de Mª Paz Redoli).
Dentro de éste planteamiento, la utilidad de la sensibilización de todo el cuerpo como
aparato resonador resulta evidente. Se trata de un planteamiento intuitivo dentro de una
búsqueda artística del uso de la voz. El actor maneja en su entrenamiento una gran cantidad de
factores, y no todos son estrictamente científicos.
3. Impostación
1
Pag 141 y 142 de Blasco, V. (2003) Manual de Técnica Vocal. Guadalajara. Ñaque Ed.
“La tarea de los resonadores fisiológicos es amplificar el poder de conducción del sonido
que se emite. Su función es comprimir la columna de aire en una parte especial del cuerpo
seleccionada como amplificador para la voz; subjetivamente se tiene la impresión de que se está
hablando con la parte del cuerpo en cuestión. La cabeza, por ejemplo, si se utiliza el resonador
superior*.
* El término “resonador” es puramente convencional. Desde un punto de vista científico no se
ha probado que la presión subjetiva del aire inhalado en una parte determinada del cuerpo
ocasione que esta área funcione objetivamente como un resonador (creando así una vibración
externa en el lugar). Sin embargo, es un hecho que esta presión subjetiva, y sus síntomas obvios
(vibración), modifica la voz y su poder de conducción.”
“En realidad hay un número casi infinito de resonadores que dependen del control que
el actor tenga sobre sus propios instrumentos físicos. Mencionaremos sólo algunos:
a) La parte superior o el resonador de cabeza, que es el más empleado en el teatro europeo.
Técnicamente, funciona a través de la presión y el paso del aire a la parte frontal de la cabeza.
Este resonador se advierte fácilmente colocándose una mano en la parte superior de la frente
al emitir la consonante /m/ y se debe sentir una vibración definitiva. Hablando en general, el
resonador superior se puede utilizar cuando se habla en un registro alto (agudo).
Subjetivamente se puede sentir la columna de aire que pasa y se comprime hasta que finalmente
golpea la parte superior de la cabeza. Cuando se usa este resonador hay que tener la sensación
de que la boca está situada en la parte superior de la cabeza.
b) El resonador de pecho es conocido en Europa, aunque rara vez se usa conscientemente.
Funciona cuando se habla en un registro bajo (grave). Para verificar su efecto, colocar una mano
en el pecho; ésta tiene que vibrar. Para usarlo hay que hablar como si la boca estuviera situada
en el pecho.
c) El resonador nasal, que también se conoce en Europa. Funciona automáticamente cuando la
consonante /n/ se pronuncia. Ha sido injustamente abolido por la mayor parte de las escuelas
teatrales. Puede explotarse para la caracterización de algunas partes o hasta la totalidad de un
papel.
d) El resonador laringe se utiliza en el teatro africano y en el oriental. El sonido que produce
recuerda al rugido de los animales salvajes. También es característico de algunos cantantes
negros de Jazz (por ejemplo, de Armstrong).
e) El resonador occipital. Puede obtenerse hablando en un tono muy alto. Se proyecta el caudal
de aire hacia el resonador superior y mientras se habla se va aumentando continuamente el
registro a fin de que el caudal de aire se dirija al cogote. Durante el entrenamiento se puede
buscar este resonador produciendo un maullido en un tono muy alto. Este resonador se utiliza
comúnmente en el teatro chino clásico.
f) Además, existe una serie de resonadores que los actores pueden usar inconscientemente. Por
ejemplo, en la llamada actuación “íntima”, el resonador maxilar (situado en la parte superior de
las quijadas) se utiliza. Otros resonadores pueden utilizarse en el abdomen y en las partes
centrales e inferiores de la espina (columna vertebral).
g) La posibilidad más fructífera se plantea cuando se utiliza todo el cuerpo como resonador. Se
obtiene utilizando simultáneamente los resonadores del pecho y la cabeza. Técnicamente se
debe uno concentrar en el resonador que no se usa automáticamente en el momento en que se
habla. Por ejemplo, cuando uno habla en un tono muy alto (agudo) se usa generalmente el
resonador de la cabeza; por lo tanto hay que concentrarse para explotar simultáneamente el
resonador del pecho. En este caso “concentrar” significa comprimir la columna de aire hacia el
resonador inactivo. Lo opuesto también es necesario cuando se habla en un registro de tono
bajo (grave).
Normalmente se utiliza el resonador del pecho y uno se debe concentrar en el resonador de
cabeza. Este resonador que comprende todo el cuerpo puede definirse como resonador total.”
Ahí va una buena cita que nos da una idea de hasta qué punto profundizó Grotowski en
su trabajo de entrenamiento e investigación actoral sobre los resonadores. Por razones obvias
(de tiempo y de nivel) no profundizaremos hasta ese punto en nuestro trabajo, pero considero
importante que conozcáis un poco las teorías de una de las líneas de trabajo actoral que más
influido en el teatro actual.
Creo que es importante que os vayáis familiarizando con esta nomenclatura que
estableció Grotowski sobre los resonadores, si bien nosotros trabajaremos principalmente con
los registros del canto (registro de pecho, registro de cabeza y registro mixto).
Básicamente, una voz normal, sana y bien colocada, debe estar en un registro mixto,
habitando alternativa o simultáneamente el registro de cabeza y el de pecho. Cada persona
tendrá tendencia a usar en mayor o menor proporción cada uno de estos registros, aunque la
generalidad suele hacer corresponder un mayor uso del registro de cabeza en las voces
femeninas y un mayor uso del registro de pecho en las voces masculinas.
6. Bibliografía
- Le Huche, F. y Allali, A. (2003) La voz. Tomo 1. Anatomía y fisiología de los órganos de la voz
y del habla. Barcelona. Masson.
- Blasco, V. (2003) Manual de Técnica Vocal. Guadalajara. Ñaque Ed.
- Cornut, Guy (1998) La voz. Madrid. Fondo de Cultura Económica.
- Tulón, C. (2005) Cantar y hablar. Barcelona. Ed. Paidotribo.
- Quiñones, C. (2003) Programa para la prevención y el cuidado de la voz. Madrid. Praxis.
- Grotowski, Jerzy (2004) Hacia un teatro pobre. México. Siglo XXI editores.