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Investigacion #1

Topicos Geografia y Historia

1IT711

David Gonzalez

8-971-1425
Biografia
Manuel Antonio Zarco era de naturaleza sencilla, hablaba poco pero tenía un liderazgo social probado.
Washington lo reconoció como un instructor de gran valía para miles de hombres cuyo deber implicaba
poner en riesgo sus vidas.

Generalmente, con el paso del tiempo, los seres humanos olvidan episodios históricos y personajes
notables que dieron ejemplo de dignidad, inteligencia, sabiduría y destreza, y que han sido reconocidos
nacional e internacionalmente por sus aportes a la humanidad. Este fue el caso de Manuel Antonio
Zarco, también conocido como Nome y Chapa en el lenguaje emberá, quien entrenó a cientos de
soldados estadounidenses, incluyendo astronautas, por varias décadas desde los años 60 hasta la
reversión de la zona canalera a Panamá, lo que dio lustre a Panamá.

El jefe Zarco, nacido aproximadamente en 1914 y cuyo nacimiento no constaba en el Registro Civil
panameño, habría cumplido recientemente 106 años rodeado de sus hijos y nietos en la comunidad de
Emberá Querá en las islas ubicadas en la desembocadura del río Chagres en la zona del Canal de Panamá
en Gamboa, que es parte del Patrimonio del Parque Soberanía.

Aunque es famoso por ser el principal instructor de supervivencia en la selva para el equipo de
astronautas del Programa Espacial Apollo de la Administración Nacional del Espacio y la Aeronáutica
(NASA), que intentó superar a los soviéticos en 1969, otro de sus méritos fue su filosofía ambiental y
amor por la naturaleza, ya que él creía firmemente que "la selva proporciona todo lo que el hombre
necesita para vivir".

Escuela de supervivencia
Según los datos recopilados, cuando los rusos iniciaron la carrera espacial en 1955, Estados Unidos se
preparó para que sus primeros astronautas pudieran sobrevivir en las selvas tropicales inhóspitas si su
nave espacial no aterrizaba en el mar como se había programado y aterrizaran en la jungla. Debido a que
los estadounidenses administraban el Canal de Panamá y tenían bases militares en Clayton para su
defensa, decidieron traer a un experto en el entorno del Darién para entrenar a los astronautas en caso
de contingencia. El antropólogo Morgan Smith, quien estaba a cargo de la Escuela de Supervivencia de la
antigua zona del Canal, fue el encargado de llevar a cabo esta tarea.

Manuel Antonio Zarco fue seleccionado para instruir a los primeros astronautas estadounidenses en
sobrevivir en las junglas tropicales en caso de que la cápsula no aterrizara en el mar, como estaba
previsto. Armstrong, Aldrin y Collins se internaron en la densa y peligrosa selva de Panamá para
aprender a sobrevivir durante cuatro días intensos en marzo de 1969. Zarco y su equipo les enseñaron a
cazar animales para aliviar el hambre, a encontrar agua, a recolectar plantas medicinales y a construir
refugios para protegerse de las lluvias torrenciales. Durante la experiencia, los astronautas probaron
carne de boa, iguanas, venado y otros animales. Aprendieron que la ciencia y la tecnología no siempre
pueden resolver los problemas y que la habilidad y el conocimiento son esenciales para superar los retos
y sobrevivir.

Despues del éxito de la mision


La exitosa Misión Apollo 11 llevó a Estados Unidos a ganar la carrera espacial contra los rusos, cuando
Armstrong, Aldrin y Collins llegaron a la Luna el 20 de julio de 1969. Aunque regresaron a la Tierra sin
problemas, su confianza y resolución fueron fortalecidas por los consejos y lecciones del experto en
supervivencia de la selva. Después de este triunfo, la Escuela de Supervivencia del Ejército de Estados
Unidos se consolidó y entrenó a miles de soldados que combatieron en frentes como Vietnam,
incluyendo a Boinas Verdes, Fuerzas Delta, Airborne, Rangers y marines, quienes salvaron sus vidas
gracias a lo aprendido. Zarco, el instructor, continuó con su labor durante 25 años, enseñando también a
civiles, como el personal del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales, junto a otros
instructores panameños, como Ernest Sharp, Federico Mancilla, Mario Restrepo y Cristóbal Chen.

Reconocimientos
El líder emberá recibió importantes reconocimientos por sus méritos, como la Medalla por Servicio
Público Distinguido, el más alto honor civil otorgado por el Departamento de Defensa de los Estados
Unidos, así como la medalla de plata Snoppy en 1971 y la condecoración con el grado de general del
Ejército en la Casa Blanca. A pesar de su humilde expresión, Zarco también ofreció conferencias en
universidades y su imagen figura en un cuadro in memoriam en el Museo del Instituto Smithsonian. Sin
embargo, él siempre mantuvo su sencillez y sabiduría en el trato y la enseñanza, lo que le valió el respeto
y aprecio de sus compañeros de trabajo y alumnos. Su hija Natalia Zarco destaca que, a pesar de su
participación como instructor, siempre se mantuvo como un padre servicial, humilde y preocupado por
su familia, además de consejero médico y espiritual. Asimismo, nunca abandonó sus tradiciones emberá,
como su piragua y palanca, su traje guayuco y su bastón ceremonial de mando, así como la preparación
de hierbas para rituales curativos.

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