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Tema 18: La Transición a la democracia.

Texto 12. Algunos artículos de la Constitución de 1978.


I INTRODUCCIÓN
Este tema es fundamental para entender nuestro presente y nuestro
pasado m s inmediato. El sistema democr tico, interrumpido tras el
nal de la Guerra Civil por una dictadura de casi cuarenta a os, retorna
a nuestro pa s, y es el que ordena nuestra vida pol tica actual.

El rey, uno de los motores del cambio pol tico, opt por la v a reformis-
ta. Adolfo Su rez con la UCD impuls , desde la presidencia del go-
bierno, una profunda reforma pol tica: la legalizaci n de los partidos po-
l ticos y de los sindicatos, los decretos de amnist a, la supresi n de los
tribunales especiales y el reconocimiento de hecho de las instituciones
propias del Pa s Vasco y de Catalu a fueron hitos que jalonaron los
primeros a os de la transici n y que condujeron a la Constituci n de
1978. Fue esencial la participación del PCE (Partido Comunista de Es-
paña), principal organización de la oposición democrática al régimen
dictatorial y la labor de su líder, Santiago Carrillo. Sin duda alguna, los
tres personajes públicos mas importantes del proceso de la transición
de la dictadura a la democracia.

En 1976, el rey confía el Gobierno a Adolfo Suárez, que desmanteló el


sistema franquista y pactó con los líderes de la oposición las bases
para la celebración de elecciones para 1977. En 1977, se convocan
elecciones a Cortes Constituyentes. En 1978, aprobación de la Consti-
tución y aceptación del régimen de las Autonomías. El partido que lo
lleva a cabo fue UCD de Adolfo Suárez (Unión de Centro
Democrático).
Juan Carlos de Borbón para ser proclamado rey, debía jurar los Prin-
cipios Fundamentales del Movimiento Nacional. El juramento y la suce-
sión tuvieron lugar el día 22 de Noviembre de 1975 en un acto solem-
ne en las Cortes.

El desmantelamiento del régimen franquista se debió a diversos facto-
res: agotamiento de la fórmula autoritaria, incapaz de resolver los cam-
bios producidos en España, el papel del rey, el papel de las fuerzas po-
líticas reformistas lideradas por Adolfo Suárez, disolvieron el régimen
franquista, la actitud de la oposición democrática que renunció a algu-
nos principios propios, para poder hacer el cambio del sistema (desta-
cando entre todos ellos el PCE y su líder Santiago Carrillo). Así como
la in uencia internacional, favorable a la democratización de España, la
CEE.

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La acción reivindicativa popular desarrolló un gran despliegue para
conseguir la libertad de los presos políticos del franquismo. Coordina-
ción Democrática hizo suya la exigencia de la liberación de los presos
como condición inexcusable para cualquier proceso de reforma demo-
crática.

Tras la redacci n de la Constituci n de 1978 Espa a abandona el


franquismo y empieza a funcionar con un sistema democr tico que lle-
var al poder sucesivamente a tres partidos: la UCD con Adolfo Suárez
y Leopoldo Calvo Sotelo (desde 1977 hasta 1982), el PSOE de Felipe
González (1982 hasta 1996) y Jose Luis Rodríguez Zapatero (2004 has-
ta 2011) y el PP con Jose María Aznar (1996-2004) y Mariano Rajoy
(2011 hasta 2018) y desde Junio de 2018 el PSOE de nuevo, de la
mano del presidente Pedro Sánchez. En la actualidad y por primera vez
en 40 años desde el 78, existe un gobierno de coalición entre dos par-
tidos; PSOE y UP (coalición entre Podemos e IU-PCE). Es la primera
vez desde la Segunda República Española (1931-1939), que hay 2 mi-
nistros a liados al Partido Comunista de España.
Un brillantísimo Cardenal de Madrid D. Enrique Vicente Tarancón,
Presidente de la Conferencia Espiscopal, pronunciará una homilía real-
mente memorable en la que se hablará de paz, concordia y justicia. Un
fragmento de dicha homilía apuntará hacia el establecimiento de una
democracia en España:

“Pido para Vos. Señor, que acertéis a la hora de promover la formación


de todos los españoles para que, sintiéndose responsables del bienes-
tar común, sepan ejercer su iniciativa y utilizar su libertad en orden al
bien de la comunidad.

Pido para Vos acierto y discreción para abrir caminos del futuro de la
patria para que, de acuerdo con la naturaleza humana y la voluntad de
Díos, las estructuras jurídico-políticas ofrezcan a todos los ciudadanos
la posibilidad de participar libre y activamente en la vida del país, en las
medidas concretas de gobierno que nos conduzcan, a través de un
proceso de madurez creciente, hacia la patria plenamente justa en lo
social y equilibrada en lo económico”1

VIDEO RESUMEN TRANSICIÓN ESPAÑOLA.2

• 1LA TRANSICIÓN ESPAÑOLA: LA HISTORIA DE UN ÉXITO COLECTIVO



- THE SPANISH “TRANSICION”: THE STORY OF A COLLECTIVE SUCCESS- Mercedes Rivas

Ajona Universidad Rey Juan Carlos


2https://www.youtube.com/watch?v=GXqDZa_lS2E

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“Acabo de conocer la legalización del PCE. La noticia me produce la
misma satisfacción que van a sentir millones de trabajadores y demó-
cratas en España. Es un acto que da credibilidad y fortaleza al proceso
de marcha hacia la democracia. Ahora lo indispensable es que los de-
más partidos sean también legalizados y que se llegue a una auténtica
libertad sindical. La clase obrera y los trabajadores de la cultura van a
poder hablar, por n, en nuestro país, con su auténtica voz. Yo no creo
que el presidente Suárez sea un amigo de los comunistas. Le considero
más bien un anticomunista, pero un anticomunista inteligente que ha
comprendido que las ideas no se destruyen con represión e ilegaliza-
ciones. Y que está dispuesto a enfrentar a las nuestras, las suyas. Bien,
ése es el terreno en el que deben dirimirse las divergencias. Y que el
pueblo, con su voto, decida. Para ello hace falta que la legalización de
los partidos esté acompañada de auténticas libertades y de un trato no
discriminatorio en los medios de comunicación estatales”.3 A rmó D.
Santiago Carrillo. Secretario general del PCE.

3Asítermina la declaración que Santiago Carrillo, líder del, hasta ese día histórico, ilegal Partido
Comunista de España, hace pública desde Cannes a las 18 horas del 9 de abril de 1977, Sábado
Santo.
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Dolores Ibárruri “La Pasionaria” y el poeta Rafael Alberti, bajando la


escalera del Congreso de los Diputados, después de haber sido elegi-
dos diputados por el PCE en la elecciones de 1977.

Los siete 'padres' de la Constitución en 1978. De pie, de izquierda a derecha: Mi-


guel Herrero (UCD), Gabriel Cisneros (UCD), Jordi Solé Tura (PCE) y Miquel Roca
(Minoría Nacionalista Vasco-Catalana). Sentados, de izquierda a derecha: Ma-
nuel Fraga (AP), José Pedro Pérez-Llorca (UCD) y Gregorio Peces-Barba (PSOE)

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II DESARROLLO
I. LOS INICIOS DEL REINADO DE JUAN CARLOS I Y LA TRANSI-
CI N DEMOCR TICA (1975-1982).
1. Los primeros pasos: de Arias Navarro a Adolfo Su rez. Despu s de
la muerte de Franco, se planteaban en Espa a tres posibles alternati-
vas pol ticas a seguir:

• El continuismo del sistema pol tico franquista, postura defendida por


los franquistas puros o inmovilistas, el b nker.
• La ruptura democr tica, es decir, la formaci n de un gobierno provi-
sional que pondr a n a las instituciones franquistas y convocar a elec-
ciones a unas Cortes constituyentes. Era la postura defendida por los
grupos pol ticos que se hab an opuesto al franquismo.

• La reforma del sistema pol tico a partir de las instituciones y de las


leyes franquistas hasta alcanzar una democracia plena.

En la v a a seguir, la posici n de partida del rey Juan Carlos I era fun-


damental. El monarca opt por la v a reformista y ser el motor del
cambio pol tico. Juan Carlos I era rey a partir de las leyes franquistas,
pero su deseo era reinar para todos los espa oles. ¿C mo instaurar la
democracia? Desde la propia legalidad franquista el r gimen autorita-
rio ser desmantelado a trav s de un proceso de reforma pol tica capi-
taneado por el presidente del gobierno Adolfo Su rez.
• El gobierno de Arias Navarro. La oposici n pol tica (diciembre 1975-
julio 1976).
A la muerte de Franco, el rey mantuvo al frente del gobierno a Arias
Navarro, un convencido franquista al que no se le pod a pedir, como se
vio desde muy pronto, que liderara la transici n hacia un sistema pol ti-
co democr tico. No obstante, Arias Navarro incorpor a su gobierno
pol ticos de corte aperturista (Manuel Fraga, Jos María de Areilza y An-
tonio Garrigues) e inici algunos cambios: concedi un indulto, permiti
la actuaci n, de hecho, de los partidos pol ticos. Conforme avanzaban
los d as, se ve a que de este gobierno era imposible sacar algo. Mien-
tras, en el primer trimestre de 1976 se producen cerca de 18.000 huel-
gas (seis veces m s que en todo el a o anterior). En la oleada de huel-
gas la m s grave fue la huelga general en Vitoria4 (3 de marzo de
1976: donde fueron asesinados cinco trabajadores y hubo m s de cien
heridos). Los sucesos de Vitoria posibilitaron, a su vez, la unidad de la
oposici n (la Junta Democr tica, dirigida por el PCE y la Plataforma de
Convergencia, liderada por el PSOE) constituy ndose Coordinaci n
Democr tica, conocida tambi n como Platajunta. Algunos de sus di-

4https://www.youtube.com/watch?v=wZIurkLo2P0

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rigentes fueron detenidos por el gobierno. A todo esto, y paralelamen-
te, ten an lugar grandes manifestaciones proamnist a y movilizaciones
en Catalu a y Pa s Vasco a favor de la autonom a. Tambi n, tras una
breve tregua, ETA reanud su actividad terrorista.

En de nitiva, este gobierno estaba desbordado. Arias Navarro era un


hombre pol ticamente agotado, sin ideas. El rey Juan Carlos I com-
prendi que Arias Navarro era un obst culo para la democratizaci n
de Espa a y que su relevo era necesario: el 1 de julio, en efecto, Arias
presentaba la dimisi n. Dos d as despu s el monarca sorprend a a pro-
pios y extra os con un nombramiento inesperado para la presidencia
del gobierno: Adolfo Su rez González.

2. El gobierno de Adolfo Su rez. La Ley para la Reforma Pol tica (julio


1976-junio 1977).
El nombramiento de Adolfo Su rez caus una gran decepci n entre la
oposici n y entre los sectores reformistas del franquismo. Sus antece-
dentes as parec an demostrarlo: cargos en el r gimen de Franco. En su
elecci n fue clave la actuaci n del presidente de las Cortes y del Con-
sejo del Reino, Torcuato Fern ndez Miranda, que vio en Su rez al po-
l tico que el rey necesitaba poner al frente del gobierno para impulsar la
reforma hacia el sistema democr tico. Y la designaci n, en efecto, fue
un acierto. Su rez comprendi que la inmensa mayor a de la sociedad
espa ola deseaba un cambio pausado hacia la democracia, sin riesgos
ni incertidumbres.

Su rez y su gobierno, en efecto, demostraron inmediatamente su vo-


luntad hacia la consecuci n de la democracia. En julio (1976) se legali-
zaban los derechos de reuni n, manifestaci n y asociaci n. Se aprob
una amnist a que posibilit la excarcelaci n de numerosos presos del
franquismo; se iniciaron contactos con las centrales sindicales y hubo
reuniones, en secreto, con los socialistas (Felipe Gonz lez, l der del
PSOE) y comunistas (Santiago Carrillo, l der del PCE).
Conforme avanzaban los d as, en vez de tener problemas con la oposi-
ci n democr tica, para el gobierno los obst culos a la reforma le sur-
g an de los sectores inmovilistas y del propio Ej rcito, la disconfor-
midad del vicepresidente del gobierno para Asuntos de la Defensa, te-
niente general Fernando de Santiago, conllev su sustituci n por el te-
niente general Guti rrez Mellado, que ser otro de los puntales del
proceso de reforma, en este caso, para la reforma militar.

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El gobierno de Su rez segu a en su empe o de acabar con el fran-
quismo desde el franquismo. La tarea no era tan f cil y hubo momen-
tos en que el objetivo de instaurar la democracia pod a verse frenado.
Veremos a continuaci n los pasos m s importantes hasta la celebra-
ci n de las elecciones generales el 15 de junio de 1977:
• La Ley de Reforma Pol tica (15 de diciembre de 1976) y las di culta-
des.
Esta ley fue la pieza esencial para el logro de la reforma. En esencia, la
ley acababa con el franquismo a partir de su propia legalidad y esta-
blec a un sistema bicameral (un Congreso y un Senado) elegido por
sufragio universal. Su rez la llev a las Cortes en octubre (1976). El
gobierno y Torcuato Fern ndez Miranda, como presidente de las Cor-
tes, hicieron denodados esfuerzos para asegurarse una votaci n favo-
rable. En noviembre era aprobada por 425 votos a favor, 59 en contra y
13 abstenciones. Sometida a refer ndum, el 15 de diciembre, vot el
77,4% del censo, los votos a rmativos fueron el 94.4% y los negativos
el 2,6%. El 4 de enero de 1977 la ley de Reforma Pol tica entraba en
vigor y, en consecuencia, el gobierno estaba obligado a convocar elec-
ciones para elegir dos c maras (un Congreso y un Senado).
La v a hacia la democracia estaba asegurada. Pero no todo iba por
un camino de rosas. En el Pa s Vasco se viv a bajo una fuerte tensi n
por la lucha por la amnist a de los presos vascos, los enfrentamientos
entre polic as y manifestantes y por las acciones terroristas de ETA. En
Catalu a no se viv a bajo esa violencia, pero el sentimiento nacionalis-
ta estaba muy presente. La fragilidad del proceso segu a presente, el
24 de enero (1977) pistoleros de ultraderecha asesinaban a cinco
abogados laboralistas del PCE en su despacho de la calle Atocha
de Madrid.
Despu s de la aprobaci n de la Ley de Reforma Pol tica, las iniciativas
de la oposici n dejaron de manifestarse a trav s de Coordinaci n De-
mocr tica para recaer en cada uno de los partidos. Legalizados casi
todos en febrero de 1977, en esta nueva din mica, la legalizaci n del
PCE era necesaria y Su rez lo legaliz por decreto-ley el 9 de abril,
s bado de gloria5, a pesar de la resistencia de las fuerzas armadas.
Los dirigentes del PCE, y sobre todo Santiago Carrillo, se manifesta-
ron con moderaci n aceptando la monarqu a como forma de Estado y
la bandera nacional: roja, amarilla y roja. El camino hacia la democracia
era irreversible. Aprobadas las normas electorales, las elecciones se
har an por sufragio universal directo para elegir dos c maras: el Con-

• 5https://www.rtve.es/alacarta/videos/informe-semanal/informe-semanal-recordando-legaliza-
cion-del-pce/2357018/
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greso de los Diputados y el Senado. Convocadas el 15 de abril, las
elecciones se celebraron dos meses despu s, el 15 de junio. Tambi n,
poco antes de las elecciones, don Juan de Borb n, padre del monar-
ca, ced a o cialmente sus derechos al trono espa ol a su hijo, cerr n-
dose as otro motivo m s de incertidumbre.

3. Elecciones de 15 de junio de 1977 y consenso constituyente.


a) Partidos pol ticos y resultados electorales.
Adolfo Su rez acudi a las elecciones al frente de Uni n de Centro
Democr tico (UCD), una coalici n de partidos de ideolog a democris-
tiana, socialdem crata y liberal. A su derecha quedaba Alianza Popu-
lar (AP), encabezada por Manuel Fraga Iribarne, donde se agruparon
diversos sectores, personalidades y ex ministros de Franco.

A la izquierda guraba el PSOE, bajo su l der Felipe Gonz lez, el Parti-


do Socialista Popular (PSP), dirigido por Enrique Tierno Galv n, parti-
do que termin integr ndose en el PSOE y el PCE de Santiago Carrillo.
A la izquierda del PCE, como a la derecha de AP, guraban otras agru-
paciones pol ticas con muy pocas posibilidades electorales. Por ltimo,
en Catalu a y el Pa s Vasco resurgieron las organizaciones nacionalis-
tas, como el Pacte Democr tic per Catalunya (PDC) y el Partido Na-
cionalista Vasco.
En n, en un clima de libertad, en el que todos los partidos pol ticos
pudieron defender su programa, el resultado de las elecciones-la victo-
ria de Adolfo Su rez y UCD- ven a a demostrar que los espa oles es-
taban a favor de la moderaci n, del centro pol tico, de poner n al fran-
quismo de forma gradual.

Vot el 78,7% del electorado. UCD consigui el 34,6% y 165 esca os;
le segu a el PSOE con el 29,3% y 118 esca os; el PCE, el 9,4% y 20
esca os y AP con el 8,3% y 16 esca os. En cuanto al nacionalismo ob-
tuvo una buena representaci n en Catalu a y en el Pa s Vasco.6

vc

• 6https://www.lasexta.com/noticias/nacional/asi-voto-espana-elecciones-generales-1977-cuan-
do-democracia-tardofranquismo-enfrentaron-urnas_201911095dc7156f0cf26ce4558dd258.html
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b) El proceso constituyente y el consenso. Los Pactos de la Moncloa,
el terrorismo y la cuesti n nacionalista.
Inauguradas las Cortes, Su rez, aunque su partido no obtuvo mayor a
absoluta en el Congreso, recibi el apoyo necesario para mantenerse
como presidente del gobierno. La etapa que se abri estuvo dominada
por una pol tica de consenso, es decir, de acuerdos entre las fuerzas
pol ticas para aprobar las reformas necesarias para edi car el sistema
democr tico.

Si en lo pol tico el objetivo fundamental era la redacci n de la Constitu-


ci n, en lo econ mico el n primordial era combatir la grave crisis
econ mica. Desde hac a varios a os los sucesivos gobiernos hab an
aparcado la toma de decisiones en este sentido y ahora la situaci n era
insostenible: una in aci n situada en el 24,7% en 1977, aumento del
paro, d cit exterior galopante... El gobierno de Su rez propuso un
pacto a todas las fuerzas pol ticas y sindicales para combatir la crisis,
basado en la contenci n de los salarios, la devaluaci n de la peseta,
una pol tica monetaria restrictiva para reducir la masa monetaria en cir-
culaci n, proceder a una reforma scal... Estos acuerdos, conocidos
como los Pactos de la Moncloa, fueron aprobados por todas las for-
maciones el d a 27 de octubre de 1977. Como se comprueba, el con-
senso fue la t nica dominante, todas las formaciones se comprometie-
ron a luchar contra la crisis, incluyendo a la patronal y a los sindicatos.
Esta pol tica de consenso culminar a en la elaboraci n de la Constitu-
ci n.

Mientras tanto, el pa s era sacudido por el terrorismo, con dur simos


ataques por organizaciones extremistas de derecha y de izquierda. A
pesar de la amnist a (Ley de 15 de octubre de 1977), que daba libertad
a los presos de ETA sta contin a atentando. Sus objetivos eran los mi-
litares a los que se les quer a provocar para que bloquearan el proceso
hacia la democracia: en 1978 ETA mat a 65 personas y, entre 1975 y
1980, a 236.7
Otro tema de fuerte actualidad era la cuesti n nacionalista. Ello se re-
solvi restableciendo de forma provisional la Generalitat de Catalu a.
En junio de 1977 se entrevistaba Tarradellas, presidente de la Genera-
litat en el exilio, con el rey y con el presidente del gobierno. Fruto de es-
tas entrevistas, el 29 de septiembre se restablec a la Generalitat y el 23
de octubre Tarradellas se presentaba en Barcelona donde era recibido
en un clima de entusiasmo. Tambi n se puso en marcha un gobierno
preauton mico en el Pa s Vasco.

• 7https://www.eitb.eus/es/videos/detalle/836757/video-explica-fundacion-eta--la-transicion-eus-
kadi/
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A lo largo de 1978 se extendi a todo el territorio espa ol el r gimen
preauton mico. Por tanto, el gobierno impuls la generalizaci n de las
autonom as antes de que la Constituci n estableciera la estructura te-
rritorial de Espa a.

4. Gobiernos de la UCD (1979-1982).


a) El gobierno de Adolfo Su rez (1979-1981). Una vez aprobada la
Constituci n, se convocaron nuevas elecciones para el 1 de marzo de
1979. La UCD, con 168 esca os, volvi a ganar y Adolfo Su rez sigui
al frente del gobierno; el PSOE qued en segundo lugar; el PCE se
convirti en la tercera fuerza pol tica. La derecha representada por
Coalici n Democr tica, resultado de la coalici n de AP con diversos
grupos, baj en votos, en cambio, los partidos nacionalistas ampliaron
su representaci n. En abril, se celebraron las primeras elecciones mu-
nicipales democr ticas, y aunque la UCD obtuvo m s votos y conceja-
les, la izquierda consigui hacerse con la mayor a de las grandes ciu-
dades gracias al pacto del PSOE y PCE.
Las Cortes aprobaron los Estatutos de autonom a del Pa s Vasco y
Catalu a (1979). Ahora bien, el consenso de la etapa anterior se rom-
pi y el PSOE con otros partidos acentuaron sus cr ticas al gobierno.

El proceso auton mico preocupaba al gobierno y quiso “racionalizarlo”,


a lo que se opuso Andaluc a, que, con el apoyo del PSOE, defend a
una autonom a similar a la del Pa s Vasco o a la de Catalu a.
En marzo de 1980 se celebraron elecciones auton micas en el Pa s
Vasco y en Catalu a, que dieron el triunfo a los nacionalistas en los
dos casos: Convergencia i Uni (CiU), con Jordi Pujol a la cabeza en
Catalu a y el Partido Nacionalista Vasco (PNV) en el Pa s Vasco, con
Carlos Garaikoetxea mientras, la UCD recib a un fuerte varapalo al
perder la mitad de los votos conseguidos en 1979.

Sin embargo, los problemas principales de Su rez no ven an de la opo-


sici n o de los fracasos electorales, ven an del interior de su propio par-
tido. La UCD era una coalici n no su cientemente cohesionada donde
cada l der de un sector intentaba hacer valer sus ideas, por tanto, los
principales “barones” obstaculizaban continuamente la labor del pre-
sidente que ve a como sus apoyos se reduc an en el interior de la UCD.

El PSOE, mientras tanto, ganaba en aceptaci n. Decidi practicar una


pol tica rme y dura contra el gobierno. Ante una UCD con problemas,
el PSOE se reforzaba. En mayo de 1980, adem s, Felipe Gonz lez pre-
sent una moci n de censura al gobierno, que no triunf pero le dio
m s popularidad. Con la crisis interna en su partido y el cuestionamien-
to de su liderazgo, harto de toda esta situaci n Adolfo Su rez present
su dimisi n el 29 de enero de 1981.

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El rey design a Leopoldo Calvo Sotelo como candidato a la presi-
dencia. La segunda ronda para su investidura como presidente del go-
bierno qued jada para el d a 23 de febrero.

Otra vez el Ej rcito, como en otros momentos de nuestra Historia, es-


taba dispuesto a intervenir en la vida pol tica con la intenci n clara de
paralizar el proceso democr tico y establecer un gobierno donde el
Ej rcito tuviera un papel relevante.

En el Ej rcito hab a sectores contrarios al proceso democr tico y los -


nimos estaban muy caldeados ante la escalada terrorista de ETA, la
aprobaci n de los estatutos de autonom a y la reforma de Ej rcito. Ha-
b a, en de nitiva, militares dispuestos a protagonizar un golpe de
Estado. El momento elegido no pudo ser mejor: poco despu s de las
seis de la tarde del 23 de febrero de 1981,8 mientras se estaba reali-
zando en el Congreso de los Diputados la votaci n de investidura de
Leopoldo Calvo Sotelo como sucesor de Su rez en la presidencia del
gobierno, guardias civiles armados al mando del teniente coronel An-
tonio Tejero se apoderaban del Congreso de los Diputados y del go-
bierno. Paralelamente, el capit n general de la regi n militar de Valen-
cia, el general Milans del Bosch, declar el Estado de guerra y sac
los tanques a la calle. Tambi n, la Divisi n Acorazada Brunete (Madrid)
ocupaba las estaciones de radio y televisi n de la capital.

El golpe militar fracas . El rey Juan Carlos, como jefe de las Fuerzas
Armadas, actu con decisi n para aplastar el

golpe. Con la ayuda de los miembros del Estado Mayor de los ej rcitos
se contact con todas las regiones militares para que se mantuviera la
disciplina militar y la defensa de la legalidad. A la 1.15 de la madruga-
da del d a 24, el rey Juan Carlos anunci en televisi n que el golpe ha-
b a fracasado.

Millones de personas salieron a las calles en favor de la libertad en las


gigantescas manifestaciones que, contra el golpe, se celebraron en las
ciudades espa olas en los ltimos d as del mes de febrero.

b) El gobierno de Calvo Sotelo. Dos d as despu s del golpe, Calvo


Sotelo era nombrado presidente de un gobierno que durar a a o y
medio y que estar a presidido por las disensiones internas en el seno
de la UCD; sin embargo, el intento de golpe de Estado contribuy a re-
bajar la tensi n pol tica.

En junio de 1981 se aprobaba la ley del divorcio, con los votos tam-
bi n de la izquierda. En julio de 1982 el gobierno y el PSOE acordaron
unos “pactos auton micos” para racionalizar el proceso auton mico

• 8https://www.lasexta.com/noticias/nacional/23f-hubieran-contado-minuto-minuto-golpe-esta-
do-tejero_202002225e5227e10cf2547d2a2f8b50.html
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aprobando, con ese n, la Ley Org nica de Armonizaci n del Proceso
Auton mico (LOAPA). Al respecto no puede olvidarse que durante esta
etapa de gobierno tuvo lugar la aprobaci n de muchos de los Estatutos
de autonom a (menos Extremadura, Baleares, Castilla y Le n y Madrid
que se aprobar an en 1983).

El gobierno de Calvo Sotelo tom otra medida de gran importancia en


pol tica exterior: la entrada de Espa a en la OTAN, que se hizo efecti-
va en mayo de 1982 y a la que se opuso la izquierda, incluido el PSOE.
Mientras, el grupo parlamentario de la UCD se fragmentaba. Entre
1981 y1982 abandonan la UCD los socialdem cratas, un sector demo-
cristiano y el mismo Adolfo Su rez, que cre su propio partido: Centro
Democr tico y Social (CDS). En la izquierda, en concreto en el PCE,
tambi n hab a problemas. La direcci n del PCE ten a enfrentamientos
con el PSUC, partido comunista catal n, y el PC de Euskadi. En con-
traste, el PSOE ofrec a una imagen de unidad en torno a su l der, Felipe
Gonz lez.

En este contexto, Calvo Sotelo, que estaba viendo c mo se romp a su


partido, no ten a m s remedio que convocar elecciones anticipadas,
celebradas el 28 de octubre de 1982, que supusieron un formidable
triunfo del PSOE con 10 millones de votos y 202 esca os, 80 m s que
en 1979. El Partido Socialista estar a en el poder hasta 1996.

II. LA CONSTITUCI N DE 1978: PRINCIPIOS, INSTITUCIONES Y


AUTONOM AS.
1. La Constituci n de 1978. El encargo de elaborar la Constituci n re-
cay en la Comisi n de Asuntos Constitucionales del Congreso, inte-
grada por 36 diputados de los diferentes partidos, que, a su vez, de-
sign a un grupo de siete miembros para la redacci n del texto consti-
tucional: Gabriel Cisneros, Jos Pedro P rez Llorca, Miguel Herrero y
Rodr guez de Mi n (de UCD), Jordi Sol Tura (del PCE), Gregorio Pe-
ces Barba (del PSOE), Fraga Iribarne (de AP), Miguel Roca (de CiU).

En su redacci n hubo momentos donde las diferencias ideol gicas


eran evidentes, pero prevaleci el esp ritu de consenso, elaborar una
Constituci n que no fuera la imposici n de una sola ideolog a sino la
s ntesis de posiciones ideol gicas divergentes.
Tras ser largamente debatida en las Cortes, ambas c maras, el Con-
greso y el Senado, en sesi n conjunta, el 31 de octubre de 1978, apro-
baron el texto constitucional. A continuaci n fue aprobada en refer n-
dum por el pueblo espa ol el 6 de diciembre: vot un 67% del censo;
los votos a rmativos representaron el 88%, y los negativos el 8% (pero
en el Pa s Vasco, la abstenci n del PNV contribuy a que votara el

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53% del electorado vasco). La Constituci n fue sancionada por el rey
y entr en vigor el d a 29 de diciembre.

a) Valores y principios. La Constituci n de 1978 (con 169 art culos) re-


coge en su T tulo Preliminar un conjunto de principios y valores que
vienen a de nir a Espa a como un “Estado social y democr tico de de-
recho”, en consecuencia, se ja el sometimiento de todos los poderes
del Estado a la legalidad, a lo que marque la Ley, el Derecho. Establece
que la “soberan a nacional reside en el pueblo espa ol, del que emanan
los poderes del Estado”; indica que la forma pol tica del Estado espa ol
“es la monarqu a parlamentaria”; por ltimo, hace saber que el Estado
se fundamenta en la “indisoluble unidad de la naci n espa ola” pero
reconoce y garantiza el derecho a la autonom a de “nacionalidades” y
regiones. La Constituci n de 1978 reconoce y garantiza todas las liber-
tades democr ticas; ha abolido la pena muerte y ja la mayor a de edad
en los 18 a os; no reconoce religi n estatal, es aconfesional, pero de-
clara que el Estado ha de tener en cuenta las “creencias religiosas de la
sociedad espa ola y el signi cado de la Iglesia cat lica en Espa a”.
Garantiza la libertad de ense anza, la libertad de empresa, la eco-
nom a de mercado y, entre otros, el derecho a huelga y a la educa-
ci n.

b) Las instituciones y la con guraci n del Estado de las autonom as. El


rey desempe a la Jefatura del Estado y el mando supremo de las
Fuerzas Armadas, su cargo es vitalicio y la corona hereditaria. Ejerce la
representaci n simb lica y protocolaria del Estado, sanciona las leyes
aprobadas por las Cortes y tiene un poder moderador del sistema pol -
tico.

La Constituci n reconoce la separaci n e independencia de los tres


poderes. El poder legislativo reside en las Cortes Generales, que es-
t n formadas por dos c maras: el Congreso de los Diputados y el Se-
nado, elegidas por sufragio universal directo. El poder ejecutivo es
responsabilidad del gobierno, que se compone del presidente, los vi-
cepresidentes y los ministros. El presidente del gobierno es elegido por
el Congreso de los Diputados a propuesta del rey. Por otro lado, la ac-
ci n del gobierno est sometida al control de las Cortes. El poder judi-
cial, por su parte, corresponde a jueces y magistrados, sometidos al
Tribunal Supremo y al Tribunal Constitucional. ste se ocupa de
controlar la constitucionalidad de las leyes, y tambi n resuelve los po-
sibles con ictos entre las normas aprobadas por los parlamentos de las
Comunidades aut nomas y las normativas del Estado.

En cuanto a la organizaci n territorial del Estado espa ol, la Constitu-


ci n ha querido dar respuesta, a trav s de las autonom as, a la reivin-

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dicaci n hist rica que el nacionalismo vasco y catal n ha venido de-
mandando desde nales del siglo XIX. La Constituci n declara, en
efecto, que Espa a est integrada por diversas “nacionalidades” (se
sobreentendi que eran el Pa s Vasco, Catalu a y Galicia) y regiones
que acceden a su autogobierno, asumen determinadas funciones y
competencias, las cuales aparecen descritas en sus respectivos Esta-
tutos de autonom a, que tienen que ser aprobados por las Cortes.
Cumplido el proceso de organizaci n territorial, Espa a cuenta con 17
Comunidades y dos ciudades aut nomas (Ceuta y Melilla).
III. LOS GOBIERNOS DEMOCR TICOS Y LA INTEGRACI N DE ES-
PA A EN LA UNI N EUROPEA
1. Los gobiernos del PSOE (1982-1996). Las elecciones del 28 de oc-
tubre de 1982 dieron el triunfo al PSOE, con el mensaje electoral del
“cambio” y a su l der Felipe Gonz lez M rquez, con m s de diez mi-
llones de votos favorables y la mayor a absoluta en las Cortes. El pri-
mer problema que tuvo que tratar el nuevo gobierno, y que no hab a
sido abordado durante toda la transici n, era el de la grave situaci n
econ mica que necesitaba medidas urgentes y duras. Entre estas: la
devaluaci n de la peseta, subida de los tipos de inter s, aumento de los
impuestos... La medida m s espectacular fue el proceso de reconver-
si n industrial que llev al cierre de muchas empresas siderometal r-
gicas que no eran rentables.

El objetivo era sanear la econom a, tras dos a os de ajustes se inici


nuevamente el crecimiento econ mico que ser a espectacular en la
segunda mitad de los ochenta. Podemos cali car estos a os como los
a os de las reformas en todos los campos de la administraci n. Pero la
reforma m s pol mica de esta etapa fue la ley de despenalizaci n del
aborto que fue duramente contestada por la derecha y por la Iglesia
cat lica.
En cuanto a la pol tica exterior el xito m s notable de esta etapa fue la
incorporaci n de Espa a a la Comunidad Econ mica Europea, que
era como se llamaba entonces la Uni n Europea, el 1 de enero de
1986. Sin embargo, el PSOE dio un viraje pol tico en el asunto de la
permanencia o no en la OTAN, uno de los ejes de su campa a electo-
ral. Felipe Gonz lez pas del NO a la OTAN a apoyar la permanencia en
este organismo. Convoc un refer ndum y sali el s (los medios de
comunicaci n o ciales se volcaron con el s y el presidente amenaz
con dimitir si sal a el no).

El PSOE repiti mayor a absoluta en las elecciones de 1986. Alianza


Popular repiti resultados y Fraga renunci como l der del partido, una

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larga crisis que acab en 1989 con la Felipe Gonz lez M rquez rma el
acta de adhesi n de Espa a a la Comunicad Econ mica Europea.

Pero el hecho m s trascendente del per odo es el espectacular creci-


miento econ mico motivado por las medidas llevadas a cabo en la
anterior legislatura y la etapa de prosperidad a nivel internacional y que
llegar a hasta 1992.

El PSOE volvi a ganar por tercera vez las elecciones con mayor a ab-
soluta pero esta vez con un descenso signi cativo del n mero de vo-
tantes. Lo m s destacado de esta etapa son los acontecimientos de
1992. Espa a organiz dos grandes eventos a nivel internacional: la
Exposici n Universal de Sevilla y los Juegos Ol mpicos de Bar-
celona. Para ambos acontecimientos se realizaron enormes inversio-
nes econ micas: AVE Madrid-Sevilla, reordenaci n de las dos ciuda-
des... Especial importancia tuvo la inversi n educativa dirigida a la nue-
va construcci n de centros escolares debido a la nueva reforma educa-
tiva (LOGSE) aprobada en 1991.
Pero a partir de 1993 se inici una crisis econ mica a nivel interna-
cional que afect profundamente a Espa a, los buenos tiempos hab an
terminado.

En la lucha contra el terrorismo Espa a se vio bene ciada por la cola-


boraci n francesa y por la uni n de casi todas las fuerzas pol ticas. Sin
embarg , estall el esc ndalo de los GAL, un grupo armado antieta-
rra integrado por polic as y guardias civiles mercenarios. Tambi n a
nales de esta legislatura empezaron a aparecer los primeros casos de
corrupci n que afectar an al partido en el gobierno.

En 1993 se inicia la cuarta y ltima legislatura socialista, las elecciones


le volvieron a dar la mayor a al PSOE, pero no ten an la mayor a absolu-
ta y tuvieron que pactar con Convergencia y Uni . Si algo designa
esta ltima etapa son los abundantes casos de corrupci n que a la lar-
ga acabaron con el gobierno. Ante este clima irrespirable se adelanta-
ron las alecciones a mayo de 1996 y en ellas gan el PP de Jos Mar a
Aznar.
2. Los gobiernos del Partido Popular (1996-2004). Las elecciones del 3
de mayo de 1996 dieron una ajustada victoria al PP. Jos Mar a Aznar
fue nombrado presidente del gobierno, pero para gobernar necesit el
apoyo parlamentario de los catalanistas de CiU y de los regionalistas
canarios.

Por otra parte, el gobierno del PP aplic un amplio programa de priva-


tizaci n de las grandes empresas de titularidad p blica, entre las cua-
les estaba la petrolera Repsol y la compa a de telecomunicaciones

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Telef nica, muy en consonancia con la pol tica de otros pa ses occi-
dentales y una exigencia para caminar hacia la moneda nica.

Por otro lado, la aproximaci n del PNV a Herri Batasuna, brazo pol ti-
co de ETA, tras el asesinato de Miguel Blanco, concejal popular de la
localidad vizca na de Ermua secuestrado por la banda terrorista (13 de
julio de 1997), ocasion la ruptura entre el gobierno de Jos Mar a Az-
nar y el PNV.
Tambi n el gobierno llev a cabo un proceso de profesionalizaci n de
las Fuerzas Armadas, con una importante reducci n de efectivos, esto
conllev la supresi n por primera vez del servicio militar obligato-
rio. Uno de los problemas m s graves de estos a os fue la llegada de
un n mero de inmigrantes, en gran parte procedentes del norte de -
frica.
El 12 de marzo de 2000 se celebraron nuevas elecciones generales,
que dieron la mayor a absoluta al PP. El nuevo gobierno Aznar apro-
b , con un amplio apoyo, la nueva nanciaci n auton mica. Sin em-
bargo, fueron muy discutidos la Ley de Extranjer a, el Plan Hidrol gico
Nacional, la Ley de Universidades, la Ley de Calidad de la Ense anza y
el apoyo a EE.UU. en la guerra de Irak, apoyo este ltimo contestado en
la calle por masivas manifestaciones y un 90% de oposici n seg n
los sondeos.

Por su parte, el PSOE inici un proceso de reestructuraci n. Jos Luis


Rodr guez Zapatero fue elegido nuevo l der del partido. El d a 1 de
enero de 2002 se puso en circulaci n la nueva moneda com n a casi
todos los pa ses comunitarios: el euro.
Las elecciones del d a 14 de marzo de 2004, y tras un brutal atentado
terrorista de Al Qaeda en Madrid el d a 11, dieron la mayor a a Jos
Luis Rodr guez Zapatero con 164 diputados frente a los 148 del PP. El
d a 17 de abril fue proclamado como presidente del gobierno, el quinto
de la democracia.

3. Los gobiernos del PSOE (2004-2011). Las primeras medidas del


nuevo gobierno marcaban distancias con la etapa anterior: retirada de
las tropas espa olas de Irak, derogaci n del trasvase del Ebro...
Desde el punto de vista econ mico es una etapa de crecimiento es-
pectacular, un modelo econ mico basado en la construcci n y en el
turismo, Espa a crece a un ritmo m s r pido que los pa ses de nuestro
entorno. En lo social se ponen en marcha algunas medidas: la aproba-
ci n del matrimonio homosexual, la aprobaci n de la Ley antitabaco y la
Ley de dependencia.
Las elecciones de 2008 revalidan el triunfo de Zapatero. Si la legislatura
anterior hab a sido de crecimiento y un deterioro de la econom a al -
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nal, en esta, la crisis –negada machaconamente por el Gobierno al
principio de su andadura- estar omnipresente. El ejecutivo de Zapa-
tero pone en marcha un amplio abanico de medidas para enderezar la
econom a que genera un profundo malestar: reforma laboral, recortes
sociales de todo tipo (12 de mayo de 2010)... pero nada puede evitar el
colapso econ mico del sector nanciero y el de la construcci n, pilares
en los que se asentaba el crecimiento de la etapa anterior. El paro al-
canza la cifra r cord de casi 5 millones de personas. En este clima el
PP gana las elecciones auton micas, de manera aplastante, en gran
parte de las comunidades en mayo de 2011, es s lo un anticipo de lo
que pasar el d a 20 de noviembre, en esa fecha se desarrollan elec-
ciones generales anticipadas que dan la mayor a absoluta al Partido
Popular liderado por Mariano Rajoy.
4. Los gobiernos del Partido Popular (2011-2018).
a) La primera legislatura (2011-2015). En esta legislatura la crisis cobra
un protagonismo especial. Los datos son alarmantes: 6,2 millones de
parados, es decir, el 27% de la poblaci n activa, retroceso de la renta
per c pita a los niveles de 2002; aumento de las desigualdades socia-
les... Las medidas del Gobierno, siguiendo directrices europeas, no ha-
cen sino profundizar el mal. Entre estas destacan la reforma laboral,
aumento del IVA y otros impuestos, austeridad en las cuentas p blicas
y recortes en los servicios sociales (educaci n, sanidad...). Paralelamen-
te aparecen sonoros casos de corrupci n: caso B rcenas, G rtel, P -
nica, los ERE en Andaluc a, inicio del caso Pujol en Catalu a... El ma-
lestar se re eja en la calle con el aumento de protestas y manifestacio-
nes multitudinarias contra la pol tica gubernamental. A partir de 2014
aparecen t midamente datos positivos: mejora del PIB, menor salida
de capitales, aumento del consumo el ctrico, reducci n del d cit p -
blico, lento descenso del n mero de desempleados (20%)...

En lo pol tico el partido en el Gobierno, haciendo uso de su mayor a


absoluta, aprueba una serie de leyes en algunos casos sin casi apoyos
de otras fuerzas pol ticas, el ejemplo paradigm tico es la nueva ley de
Educaci n (LOMCE). En Catalu a se produce, una radicalizaci n de la
vida pol tica y un aumento importante de los partidarios de la indepen-
dencia, opci n elegida ahora por Convergencia i Uni , el partido en el
poder.

A nivel institucional se produce por sorpresa la abdicaci n de Juan


Carlos I el d a 2 de junio de 2014, seguida de la coronaci n de Felipe
VI.
El hartazgo ante la crisis, la descon anza en la clase pol tica por los
casos de corrupci n, y la falta de expectativas laborales genera el
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cuestionamiento del bipartidismo y la aparici n o el ascenso de otros
partidos (Ciudadanos, que ya exist a en Catalu a, y Podemos) que
hacen t cnicamente imposible que se repitan las mayor as absolutas.
b) El n del bipartidismo: segunda legislatura de Mariano Rajoy.
El 20 de diciembre de 2015 se desarrollan unas elecciones generales
ganadas por el Partido Popular pero sin mayor a su ciente para go-
bernar. Las negociaciones con otras fuerzas durar n meses, y al nal
acabar en fracaso y ser n necesarias nuevas elecciones para el 26 de
junio de 2016, los resultados de estas con rman los anteriores datos;
el entendimiento sigue siendo dif cil. Por n el 31 de octubre de 2016,
con el apoyo de varios grupos, Mariano Rajoy jur su cargo como pre-
sidente del Gobierno. La legislatura se caracteriz por la aparici n de
numerosos casos de corrupci n.
Pero sin duda el problema m s fuerte al que se tuvo que enfrentar el
ejecutivo fue la deriva independentista en Catalu a. Con la mayor a
del Parlament se aprob una Ley de Refer ndum que fue declarada in-
constitucional por el Tribunal Constitucional y bas ndose en esa ley se
convoc un plebiscito ilegal el d a 1 de octubre a pesar de las adver-
tencias del gobierno central. La jornada transcurri llena de incidentes
y la actuaci n de las fuerzas de seguridad del Estado. Para los organi-
zadores vot el 43% del censo y el 90 % de los votos apoyaba la in-
dependencia. La reiteraci n en su actitud del president Carles Puig-
demont motiv la suspensi n provisional de la autonom a de Catalu a
mediante el art culo 155 de la Constituci n. Al d a siguiente se produ-
cen los primeros casos de detenci n de pol ticos catalanes responsa-
bles y la huida de Puigdemont a Bruselas. Convocadas elecciones a
la Generalitat el 21 de diciembre de 2017, fueron vencidas por Ciuda-
danos, pero las fuerzas proindependentistas unidas tendr an la ma-
yor a. Entraba as el problema en una situaci n de dif cil salida: pol ti-
cos presos, reiteraci n en la inconstitucionalidad de algunas leyes an-
teriores. En este contexto el 14 de mayo de 2018 fue nombrado presi-
dent el soberanista Quim Torra.
El gobierno del PP y de Mariano Rajoy acab de manera abrupta cuan-
do Pedro S nchez, l der del PSOE, gan una moci n de censura el 1
de junio de 2018. El d a siguiente era nombrado presidente, se iniciaba
una nueva legislatura pero con un gobierno con insu cientes apoyos
parlamentarios. Rajoy abandon la pol tica y fue sustituido como l der
del PP por Pablo Casado.

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5. El retorno del PSOE al gobierno con Pedro Sánchez. (2019-2020)
El 28 de abril de 2019, se convocaron elecciones generales en España,
ganando el PSOE de Pedro Sánchez con 123 diputados, segundo fue
el PP de Pablo Casado con sólo 66 escaños, por 57 de Ciudadanos
(centro político) y 33 de Unidas Podemos, la extrema derecha de VOX
consiguió 24 asientos en la carrera de San Jerónimo.

Las discrepancias entre Pedro Sánchez y Pablo Iglesias, hizo que el


PSOE no obtuviese más votos positivos que negativos y por lo tanto, el
PSOE no ganó la investidura de junio y tuvo que disolver el Congreso
de Diputados y convocar elecciones para el 10 de Noviembre de 2019.

En estas segundas elecciones de noviembre, la izquierda volvió a repe-


tir la victoria: PSOE con 120 escaños, PP con 88, VOX creció hasta los
52 asientos, UP 35 y Ciudadanos tuvo una bajada histórica a sólo 10
diputados, lo que ocasionó la dimisión de su líder, Albert Rivera.
En esta ocasión, la izquierda si se puso de acuerdo, y la investidura del
nuevo Presidente tuvo más votos positivos que negativos.

En el actual gobierno Pedro Sánchez es el presidente y Yolanda Díaz de


UP (coalición variada donde se encuentra el PCE) siendo ella militan-
tescomunista, y una de los cuatro vicepresidentas.

El 13 de Marzo de 2020, el presidente de España Pedro Sánchez,


promulgo el estado de alarma, con nando obligatoriamente a la pobla-
ción del país (al igual que en la inmensa mayoría de la población mun-
dial).

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(para el examen de EBAU sólo entran el apartado 1 y 2. Para el examen


interno de nuestra evaluación también el punto 3, para ello tendremos
un folio extra en el ejercicio).

"Seguid hambrientos. Seguid alocados”. Discurso de Steve Jobs en la


ceremonia de graduación de la Universidad de Stanford el 12 de junio
2005

“La ignorancia es el peor enemigo de un pueblo que quiere ser libre”


(Jonathan Hennessey)
“La inteligencia consiste no sólo en el conocimiento, sino también en la
destreza de aplicar los conocimientos en la práctica”. Aristóteles.
“Considero más valiente al que conquista sus deseos que al que con-
quista a sus enemigos, ya que la victoria más dura es la victoria sobre
uno mismo”. Aristóteles. ————————————————————

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