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1.1-Definición
La característica fundamental de los aceros inoxidables es su excelente comportamiento
frente a la corrosión, tanto atmosférica, como de otros agentes y medios que puedan ser
más agresivos y que constituyan el ambiente de trabajo de los aceros.
La resistencia a la corrosión que muestran los aceros inoxidables se basa en la presencia
en su composición química de un componente, el cromo (Cr). De esta manera, para que
esta resistencia a la corrosión empiece a ser efectiva su porcentaje deberá ser superior al
10,5% en peso, con un máximo del 1,2% de porcentaje en peso de carbono (C).
Este contenido mínimo en cromo es fundamental para que un acero pueda ser
considerado como inoxidable. De hecho, los fenómenos de corrosión de aquellos aceros
situados en ambientes rurales e industriales desaparecen prácticamente cuando la
proporción de cromo como elemento de aleación supera el 12%, mientras que para
contenidos de cromo superiores al 15% el acero ya es resistente a la corrosión en
contacto incluso con atmósferas marinas.
Esta capacidad protectora que el cromo confiere a los aceros se basa en la gran afinidad
que muestra el cromo por el oxígeno. De esta manera, un acero que posea un alto
contenido en cromo al entrar en contacto con un medio oxidante (por ejemplo, la
atmósfera) produce la formación de una finísima capa superficial de óxido de cromo
(Cr2O3), que es impermeable e invisible y que cubre homogéneamente a toda la pieza
de acero, impidiendo que el proceso corrosivo sobre el acero siga progresando. Este
fenómeno se conoce como pasivación del acero.
La pasivación del acero inoxidable es un fenómeno automático y espontáneo que ocurre
siempre que exista oxígeno suficiente en contacto con la superficie de los aceros que
contienen suficiente cromo como elemento aleante en su composición. De esta manera,
aunque la pieza de acero inoxidable sufra algún rasguño o un proceso de mecanizado, el
cromo presente en el acero volverá a crear esta capa protectora de óxido de cromo que
la protegerá de la corrosión.
No obstante, habrá situaciones donde el acero pueda perder su estado pasivo y pueda
sufrir procesos de corrosión, volviéndose activo a efectos de corrosión. Suelen
producirse en zonas pequeñas donde el porcentaje de oxígeno presente sea pequeño,
tales como en esquinas compactas, en soldaduras incompletas o mal acabadas, o incluso
en el interior de uniones mecánicas donde al no haber suficiente oxígeno no se puede
generar esta capa protectora de óxido de cromo.
1.2- Clasificación de aceros inoxidables
Como se ha visto, los aceros inoxidables son aleaciones de hierro (Fe), cromo (Cr) en
un porcentaje en peso >10,5%, y de carbono (C) cuyo porcentaje debe ser <1,2%. A
parte de estos componentes, a los aceros inoxidables se les complementan con otros
elementos aleantes que les confiere distintas propiedades que serán útiles según el uso a
que se destine el acero.
Entre estos nuevos elementos que se añaden a la composición de los aceros inoxidables
se encuentra fundamentalmente el níquel (Ni), aunque también se suelen emplear el
molibdeno (Mo), nitrógeno (N) o el titanio (Ti), entre otros. Con ellos se podrá
conseguir mejorar las prestaciones de los aceros inoxidables en aspectos tales como su
conformabilidad, mejorar su resistencia mecánica o su resistencia térmica (mejorar su
comportamiento frente a temperaturas elevadas).
De esta manera, los aceros inoxidables se van a clasificar en función de los distintos
elementos y de las cantidades relativas de cada uno de ellos que intervienen en su
composición. De forma general se consideran cuatro familias básicas de aceros
inoxidables: martensíticos, ferríticos, austeníticos y dúplex.
2- Aceros Inoxidables Austeníticos
2.1- Definición
Dentro de los aceros inoxidables, los aceros austeníticos son los que más aplicaciones
han tenido, empleándose ampliamente en sectores como la industria alimentaria y
farmacéutica, la industria química y petroquímica, en calderería y fabricación de tubos,
en la fabricación de electrodomésticos, de componentes de la industria aeronáutica, así
como material para la fabricación de elementos decorativos arquitectónicos o de
componentes del automóvil, etc.
Los aceros inoxidables austeníticos se caracterizan por una adición importante de níquel
(Ni) y/o también de manganeso (Mn), que son elementos gammágenos, cuyo efecto es
contrario al del cromo, es decir, que la adición de níquel aumenta el rango térmico de
estabilidad del acero según la forma austenítica.
La austenita, o acero gamma (γ) , es una forma de ordenamiento de la estructura
cristalina del acero por parte de los átomos de hierro (Fe) y carbono (C). La estructura
cristalina austenítica que resulta es del tipo cúbica centrada en las caras (FCC), donde
los átomos de hierro ocupan los vértices del retículo cúbico y el centro de las caras,
mientras que los átomos de carbono, en un porcentaje máximo de carbono (C) del
2,11%, se presentan como elemento intersticial, ocupando los huecos internos que dejan
dentro de la estructura los átomos de hierro. Las formas austeníticas son en general de
naturaleza dúctil, blanda y tenaz.
Los aceros inoxidables austeníticos son amagnéticos y mantienen unas buenas
propiedades mecánicas a temperaturas criogénicas. Asimismo, los aceros inoxidables
austeníticos no sufren ninguna transformación desde su solidificación hasta temperatura
ambiente por lo que no pueden ser endurecidos por tratamiento térmico.
Como se dijo anteriormente, el acero inoxidable austenítico clásico que representa esta
familia de aceros es el AISI 304. Luego aparecieron otros aceros más resistentes a la
corrosión mediante la adición de molibdeno (316 y 317). También están los aceros de
muy bajo contenido en carbono, que se crearon para evitar el fenómeno de corrosión
intergranular (304L, 316L). Por otro lado, están los grados aleados con nitrógeno para
aumentar su resistencia mecánica (304N, 316N), así como los grados estabilizados con
titanio o con niobio (321, 347). Por último, están también los grados resistentes a la
oxidación en base a su mayor contenido en cromo (308, 309, 310), a los que también
habrá que añadir más proporción de níquel para asegurar la microestructura austenítica.
En general, los aceros inoxidables austeníticos son aceros muy dúctiles que se pueden
endurecer por deformación en frío. Este proceso de endurecimiento por deformación en
frío es mucho más acusado en el 301 debido a su menor contenido en níquel. Este bajo
contenido en níquel del 301 provoca que la estructura austenítica sea menos estable a
temperatura ambiente que la de otros aceros con mayor contenido en níquel,
transformándose parcialmente la asutenita en martensita durante el proceso de
deformación en frío.
Uno de los problemas típicos que se pueden presentar en los aceros inoxidables
austeníticos es la corrosión intergranular, fenómeno conocido también como
sensibilización del acero.
El proceso de sensibilización suele estar ligado a los calentamientos a que se ven
sometidas aquellas zonas afectadas térmicamente por un proceso de soldadura en los
aceros, de manera que un acero sensibilizado puede sufrir corrosión intergranular en
ambientes donde normalmente no deberían tener ningún tipo de corrosión.
El proceso de corrosión intergranular en los aceros austeníticos ocurre cuando estos
aceros permanecen durante un cierto tiempo en un rango de temperatura de entre 600 y
800 ºC, o cuando hayan sido enfriados lentamente durante este rango térmico. Cuando
ocurren estas circunstancias se produce una precipitación intergranular (entre las juntas
de granos de austenita) de compuestos de carburos de cromo, de manera que las zonas
adyacentes a donde se producen estos precipitados quedan muy empobrecidas en cromo
(porcentaje en Cr < 12%), por lo que dejan de ser inoxidables al carecer de la protección
del cromo y quedan expuestos a la corrosión.
Fuera del rango de temperatura de entre 600 y 800 ºC no ocurre este fenómeno. En
efecto, por encima de los 900 ºC no puede producirse la precipitación dado que el
carbono y el cromo se disuelven perfectamente en la austenita, y por otro lado, a
temperaturas inferiores a los 600 ºC, la difusión es tan lenta que la precipitación es
imperceptible.
Para evitar los fenómenos de corrosión intergranular en los aceros austeníticos se suelen
utilizar enfriamientos bruscos en agua en el recocido de los aceros, o bien, se pueden
emplear aceros con bajo contenido de carbono (grados L, con un porcentaje de C <
0,03%), dado que a medida que se reduce el contenido en carbono en el acero la
precipitación de carburos se hace más lenta.
Otra forma efectiva de evitar los riesgos de corrosión intergranular de los aceros
inoxidables es el uso de pequeñas adiciones de elementos fuertemente carburígenos
(como el titanio, niobio o tántalo) en los grados, denominados estabilizados: 321 y 347.
En estos aceros los carburos que precipitan en las regiones susceptibles son del tipo TiC
o bien NbC, de manera que las regiones adyacentes mantienen suficiente contenido en
cromo sin precipitar como para evitar la corrosión local.
Cuando un acero inoxidable haya sufrido de sensibilización, es decir, de corrosión
intergranular por precipitación de carburos de cromo, éste se puede recuperar aplicando
al acero un calentamiento de solubilización hasta mantenerlo en un rango de
temperatura de 1000 a 1100 ºC, seguido de un enfriamiento rápido en agua.
Por último, recordar que la resistencia a la oxidación a alta temperatura de los aceros
inoxidables es función directa de su contenido en cromo. De este modo los aceros con
menos de 18% de cromo se deben utilizar en aquellas aplicaciones donde las
temperaturas sean inferiores a 800°C, mientras que cuando se requieran aceros que
soporten temperaturas superiores a los l000 °C, aceros denominados refractarios, habrá
que recurrir a tipos con un contenido en cromo en torno al 25%.
La ferrita, o acero alfa (α) , cristaliza en una red cúbica centrada en el cuerpo (BCC),
donde los átomos de hierro ocupan los vértices y también el centro del retículo cúbico,
siendo la máxima solubilidad de carbono en el hierro alfa del 0,02% a 723 °C..
Las ferritas es la fase más blanda y dúctil de los aceros, a la vez que tiene propiedades
magnéticas
El cromo es un elemento alfágeno, de tal manera que cuando el contenido de cromo en
el acero supera el 13%, la ferrita es la única fase estable desde la solidificación de la
aleación hasta la temperatura ambiente.
En general, los aceros inoxidables ferríticos presentan una soldabilidad mayor que los
tipos martensíticos, aunque menor que los grados austeníticos, debido a que los aceros
inoxidables ferríticos son magnéticos y pueden provocar una desviación del arco (soplo
magnético).
En cuanto a su resistencia a la corrosión, en general es buena y está ligada a la alta
presencia de cromo en su composición. Los aceros con un 17% de cromo (430, 434,
436) tienen, en general, una excelente resistencia a la corrosión, de modo que son
ampliamente utilizados en la fabricación de utensilios domésticos y de cocina, mientras
que los grados de mayor contenido en cromo (442, 446) son ya aceros refractarios, que
se utilizan en servicios a alta temperatura en virtud de su gran resistencia a la oxidación.
Aunque una mayor presencia de cromo puede aumentar la resistencia a la corrosión de
estos aceros, ésta también se puede ver un poco contrarrestada debido a la ausencia de
níquel (Ni) en los aceros inoxidables ferríticos. De hecho, en los tipos con menor
contenido de cromo (10,5%) se les llama inoxidables sólo al agua, porque no resisten
otros medios más agresivos. No obstante, cuando el contenido en cromo se sitúa del
orden del 25-30% entonces sí presentan buena resistencia a la corrosión, como ya se ha
dicho, incluso en atmósferas tan agresivas como las sulfurosas en caliente.
Asimismo, los aceros inoxidables ferríticos presentan una buena resistencia a la
corrosión bajo tensión (lo que se conoce como Stress Corrosion Cracking, SCC),
especialmente en medios que contienen cloruros, incluso también a altas temperaturas.
Los aceros inoxidables ferríticos muestran una buena ductilidad inicial debido a su
estructura ferrítica, y no son endurecibles baja tratamiento térmico. Sólo pueden ser
endurecidos por deformación plástica en frío, pero con tasas de endurecimiento menor
que los austeníticos y con una pérdida de la ductilidad inicial mucho más significativa.
La estructura ferrítica disminuye la dureza en estos aceros, que también presentan una
menor tenacidad que otros tipos de aceros. De esta manera los aceros inoxidables
ferríticos ofrecen una menor resistencia al impacto a temperaturas criogénicas,
presentando un comportamiento frágil que aumenta con el espesor de la pieza. Entre las
formas más efectivas de aumentar la tenacidad de estos aceros cabe citarse el afino de
grano, la disminución del contenido en intersticiales (carbono y nitrógeno) y la
eliminación de fases secundarias.
Otro de los problemas que presentan los aceros ferríticos es su susceptibilidad al
crecimiento de grano con el aumento de la temperatura. El grano ferrítico no puede ser
afinado más que por deformación en frío y recocido posterior para recuperar la
ductilidad. El aumento del tamaño de grano de estos aceros se traduce en una
disminución de su tenacidad. Por ello, a estos aceros se les prefiere por su aceptable
comportamiento en cuanto a resistencia a la corrosión y bajo costo más que por sus
propiedades mecánicas.
El acero que caracteriza a este grupo es el AISI 430 (EN 1.4016), cuya información
técnica, como pueda ser su composición química, propiedades mecánicas, soldabilidad
o sus aplicaciones y principales usos se pueden consultar en el siguiente apartado.
Los aceros ferríticos, especialmente los grados más aleados, son susceptibles a la
precipitación de diversas fases intermetálicas cuando se exponen a temperaturas
comprendidas entre los 500 y l000 °C o cuando, como consecuencia de su procesado, se
enfrían muy lentamente en este mismo rango térmico. Cuando ocurre esto, se hace
necesario calentar de nuevo al acero para disolver otra vez todos estos compuestos en la
ferrita y proceder posteriormente con una adecuada velocidad de enfriamiento mínima
necesaria para evitar de nuevo su reprecipitación. De todos modos, en todo este proceso
deberá tenerse en cuenta el peligro de crecimiento de grano que siempre está asociado al
calentamiento de los aceros ferríticos.
Otro fenómeno fragilizador bien conocido en los aceros inoxidables ferríticos es el que
tiene lugar a los 475°C. La fragilización a los 475 ºC se manifiesta por un fuerte
aumento de la temperatura de transición dúctil-frágil, una disminución del alargamiento
y un aumento de la dureza y del límite elástico. Esta fragilización es reversible y se
elimina calentando el acero hasta unos 590°C y enfriándolo rápidamente a continuación.
En algunos tipos de aceros inoxidables ferríticos se procede a la adición de titanio (Ti) o
niobio (Nb) con la finalidad de prevenir en lo posible la corrosión intergranular.
Hace algunos años se desarrollaron nuevas técnicas más eficaces de descarburación
(AOD y VOD), que permiten reducir los niveles de carbono y nitrógeno de los aceros
por debajo del 0,02%. De esta manera surgió una nueva generación de aceros
inoxidables ferríticos, denominados aceros superferríticos. Se trata de unos aceros
totalmente ferríticos en todo el rango térmico y con una tenacidad mejorada. Todos ellos
contienen molibdeno (Mo) con el fin de mejorar su resistencia a la corrosión,
especialmente a la corrosión por picaduras, que es en la mayoría de las ocasiones
superior a la de los aceros austeníticos.
Por último, entre las aplicaciones típicas donde se usan aceros inoxidables ferríticos
están la fabricación de tubos para intercambiadores de calor, especialmente en aquellos
usos donde la corrosión bajo cargas tensionales (SCC) pueda ser un problema como
ocurre en las plantas de procesamiento de petróleo o gas natural. O en aquellas
aplicaciones que requieren de gran resistencia al agrietamiento por corrosión de
tensiones de cloruro, corrosión en medios acuosos, oxidación a altas temperaturas y
corrosión por picadura por medios de cloruros. También se suelen emplear en la
fabricación de tubos de escape de automóviles o en componentes que requieran
protección contra la subida de temperatura como componentes de hornos y cámaras de
combustión. Es muy frecuente emplear aleaciones de aceros inoxidables ferríticos para
la fabricación de tanques de agua caliente o también para contener ácido nítrico.
3.2- Propiedades y aplicaciones.
El ACX 500 es la aleación base del grupo férrico. Posee buena resistencia a la corrosión
en ambientes corrosivos o exposiciones atmosféricas, así como a los gases sulfurosos.
En estado de recocido es dúctil y puede ser conformado usando tanto medios de
laminación, como operaciones de doblado y embutición. Además, no endurece
excesivamente durante el trabajo en frio.
Sus aplicaciones son: Electrodomésticos, cubertería, menaje, decoración interior
Por otro lado, dado el bajo contenido en carbono típico de muchos de estos aceros,
también suelen mostrar un buen comportamiento frente a la corrosión intergranular.
Un problema siempre presente en los aceros dúplex, motivado fundamentalmente por la
presencia habitual de elementos aleantes en proporciones importantes (cromo, níquel,
molibdeno) es la posibilidad de precipitación de fases complejas que podrían fragilizar
seriamente el acero y/o reducir su resistencia a la corrosión.
La forma de evitar estas precipitaciones consiste en recocer el acero entre 1000 y
1150°C con el fín de obtener la mezcla bifásica deseada y enfriar rápidamente a
continuación.
Aplicaciones típicas de los aceros inoxidables dúplex es la fabricación de tuberías para
intercambiadores térmicos, tuberías para la conducción de petróleo, plataformas de
ultramar, pozos de gas, tuberías en línea, cuerpos de válvulas para manejar agua de mar
o bombas de fundición. También se suele emplear como material para la industria de
procesamiento químico, para usos marinos (particularmente a temperaturas levemente
elevadas), en plantas de desalación, plantas petroquímicas y en la industria de la
celulosa.
Finalmente, en la década de los 80 se desarrollaron aceros de muy bajo contenido en
carbono, alto en nitrógeno y más aleados que los grados normales, con objeto de prestar
servicios en ambientes aún más agresivos. Es la familia conocida como aceros
superdúplex.
5.2- Propiedades y aplicaciones
Definición.
Son los productos en los que el elemento hierro, aunque pueda aparecer no es el
elemento predominante.
En la actualidad el consumo de productos siderúrgicos es unas 20 veces mayor que el
del resto de los metales, lo cual es debido fundamentalmente a la gran variedad de
características que con los mismos es posible conseguir y a su facilidad de fabricación.
No obstante, estas ventajas tienen el grave inconveniente de corroerse con suma
facilidad, razón por la cual no son aptos donde predomina este efecto.
Por otra parte, sus propiedades no satisfacen a todas las exigencias de la técnica
moderna, tales como:
Buena conductividad eléctrica.
Elevada relación resistencia/peso.
Refractabilidad
Aptitud para determinadas formas de moldeo (fundición inyectada) y de
forja(extrusión)
Facilidad de mecanizado.
Aspecto ornamental (color, brillo y otras)
Por algunas de las razones anteriormente expuestas, desde la más remota antigüedad
(Edad de bronce) se vienen utilizado metales y aleaciones distinto del hierro. No
obstante, el progreso de estas aleaciones ha permanecido estacionario durante milenios
y sólo desde hace unos años, con el empleo de métodos científicos, se han conseguido
aleaciones que han hecho posibles las conquistas de la técnica actual.
El avance espectacular de la exploración espacial es debido, en gran parte, a las
investigaciones de vanguardia en el campo de las aleaciones de titanio, carburos de boro
y materiales de tipo cerámico, capaces de resistir las temperaturas de 3000ºC que se
desarrollan en los cohetes.
Los metales no férreos más usuales son: Cu, Sn, Pb, Zn, Ni, Al, Mg.
Otros como Ti, Be, Nb, Ta, Ge, U, Th, son insustituibles en determinadas aplicaciones
muy recientes.
Análisis de materiales metálicos ligeros y pesados.
Los metales ligeros son aquellos que tienen una densidad inferior a 4,5 gr/c.c.
Los metales industriales más caracteristicos de este grupo son Al, Mg,Be y Ti.
Los metales pesados son los que tienen una densidad superior a 4,5gr/c.c.
Los más representativos son Fe, Cu, Ni, Zn.
Vamos a estudiar los metales ligeros y pesados en este apartado.
Analizaremos como ligero el titanio y como pesado el plomo.
Titanio
Definición.
Su gran resistencia también hace que el titanio sea utilizado en el sector químico debido
a su capacidad de resistir la acción diferentes clases de ácidos. La industria
armamentística, la industria automovilística y la joyería también suelen emplear este
metal.
Este elemento químico se encuentra en distintos minerales, en las rocas ígneas y en los
organismos animales y vegetales. Por lo general se extrae del rutilo que está presente en
las zonas costeras, refinándolo a través de diferentes procesos.
Se han detectado cinco isótopos naturales de buena estabilidad. Por otra parte, los
científicos han reconocido más de una decena de radioisótopos, la mayoría de poca
estabilidad
Cabe destacar que el titanio puede fundirse, forjarse y soldarse, además de ser sometido
a otros procesos. Esto, sumado a su nivel reducido de toxicidad, lo vuelve apto para una
amplia gama de aplicaciones. Australia, Sudáfrica y Canadá están entre los productores
de óxido de titanio más importantes del mundo.
Titanio, Algunas clínicas dentales escogen el titanio para sus implantes, debido a que
posee un alto grado de biocompatibilidad, y esto se relaciona con las características de
su óxido de superficie.
Ya sea que se lo sumerga en agua o que se lo exponga al aire libre, siempre que se
encuentre a temperatura ambiente, el titanio forma en poco tiempo óxido de un espesor
que va desde los 3 a los 5 nm. Entre los muchos óxidos de diversa estequiometría (el
cálculo de las relaciones de cantidad entre los productos y los reactivos a lo largo de una
reacción química) que puede formar, el más usual es el TiO2.
Es importante señalar que en las interfases de un implante dental pueden tener lugar
muchos procesos químicos, tales como la corrosión (o disolución) del óxido, el
transporte iónico, la fragmentación y absorción de biomoléculas, la oxidación dirigida
metabólicamente, la incorporación de iones minerales en óxido, los procesos catalíticos
y la desnaturalización de proteínas. Justamente, sabiendo esto de antemano muchos
optan por el titanio, porque saben que resulta menos invasivo para el organismo que
otros materiales.
El titanio puede presentar tres estructuras de cristal, y además resiste el ataque químico
como pocos materiales, algo que lo vuelve uno de los que mejor soportan la corrosión,
especialmente en el ámbito de la ortodoncia y los implantes dentales. Otro factor que lo
vuelve especialmente biocompatible es su alta constante dieléctrica; esta propiedad es
única del titanio, y el valor puede encontrarse entre 50 y 170, según la estructura de
cristal, y repercute positivamente en la unión de implantes osteointegrados (aquéllos que
se fijan a la boca y carecen de movilidad).
Además de su gran resistencia, el titanio es un material especialmente ligero, más que la
mayoría de los de construcción, y esto se debe a su baja densidad. Para aplicaciones
biomédicas, se ha descubierto que el titanio puede alearse muy favorablemente con el
tantalio, el circonio y el niobio, siempre que hablemos de materiales no tóxicos. Cabe
mencionar que, por otro lado, dichas aleaciones no son bioactivas, o sea que no se unen
fuertemente con los huesos, y por eso no son adecuadas para la fabricación de implantes
osteointegrados.
Elementos de aleación de titanio
Las aleaciones de titanio son aleaciones basadas en titanio y agregadas con otros
elementos. El titanio tiene dos tipos de cristales heterogéneos homogéneos: titanio alfa
con estructura hexagonal densa por debajo de 882 C y titanio beta con estructura cúbica
centrada en el cuerpo por encima de 882 C. Los elementos de aleación se pueden dividir
en tres categorías según su influencia en la temperatura de transformación de fase: 1.
Los elementos que estabilizan la fase alfa y aumentan la temperatura de transformación
de fase son elementos estables alfa, que incluyen aluminio, carbono, oxígeno y
nitrógeno. Entre ellos, el aluminio es el principal elemento de aleación de la aleación de
titanio. Tiene un efecto obvio en mejorar la resistencia a temperatura ambiente y alta
temperatura, reduciendo la gravedad específica y aumentando el módulo elástico de la
aleación. La fase beta estable y la temperatura de transición de fase decreciente son
elementos beta estables, que se pueden dividir en dos tipos: isomórficos y eutectoides.
El primero incluye molibdeno, niobio y vanadio, mientras que el segundo incluye
cromo, manganeso, cobre, hierro y silicio. Los elementos neutros, como el circonio y el
estaño, tienen poco efecto sobre la temperatura de transición de fase.
El oxígeno, el nitrógeno, el carbono y el hidrógeno son las principales impurezas en las
aleaciones de titanio. El oxígeno y el nitrógeno tienen una mayor solubilidad en la fase
alfa, lo que tiene un efecto de fortalecimiento significativo en la aleación de titanio, pero
reduce su plasticidad. Los contenidos de oxígeno y nitrógeno en titanio generalmente se
estipulan por debajo de 0.15-0.2% y 0.04-0.05% respectivamente. La solubilidad del
hidrógeno en la fase alfa es muy pequeña. El hidrógeno excesivo disuelto en la aleación
de titanio producirá hidruro, lo que hace que la aleación sea frágil. Por lo general, el
contenido de hidrógeno en las aleaciones de titanio se controla por debajo de 0.015%.
La disolución de hidrógeno en titanio es reversible.
Estructura y clasificación de las aleaciones de titanio
El titanio es un isómero con un punto de fusión de 1720 (?) C y una estructura reticular
hexagonal densa a temperaturas inferiores a 882 (?), Que se llama alfa titanio, y una
estructura reticular cúbica centrada en el cuerpo a temperaturas superiores a 882 , que se
llama beta titanio. Se pueden obtener aleaciones de titanio con diferentes
microestructuras agregando elementos de aleación apropiados para cambiar
gradualmente la temperatura de transformación de fase y el contenido de fase. Las
aleaciones de titanio tienen tres tipos de estructuras matriciales a temperatura ambiente.
Las aleaciones de titanio también se pueden dividir en tres categorías: aleaciones alfa,
aleaciones (alfa + beta) y aleaciones beta. China está representada por TA, TC y TB
respectivamente.
Aleación de titanio alfa
Es una aleación monofásica que consiste en una solución sólida de fase alfa. Es de fase
alfa tanto a temperatura general como a una temperatura de aplicación práctica más alta.
Tiene una estructura estable, mayor resistencia al desgaste y una fuerte resistencia a la
oxidación que el titanio puro. Su resistencia y resistencia a la fluencia se mantienen a
temperaturas de 500 600 C, pero no puede fortalecerse mediante tratamiento térmico, y
su resistencia a temperatura ambiente no es alta.
Aleación de titanio beta
Es una aleación monofásica compuesta de una solución sólida de fase beta. Tiene alta
resistencia sin tratamiento térmico. Después del enfriamiento rápido y el
envejecimiento, la aleación se fortalece aún más, y su resistencia a la temperatura
ambiente puede alcanzar 1372-1666 MPa. Sin embargo, su estabilidad térmica es pobre
y no es adecuada para su uso a altas temperaturas.
Aleación de titanio alfa + beta
Es una aleación de doble fase con buenas propiedades integrales, buena estabilidad
estructural, buena tenacidad, plasticidad y propiedades de deformación a alta
temperatura. Puede procesarse bajo presión caliente y fortalecerse mediante
enfriamiento y envejecimiento. Después del tratamiento térmico, la resistencia aumenta
en 50%-100% en comparación con el estado de recocido, y la resistencia a altas
temperaturas puede funcionar durante mucho tiempo a la temperatura de 400 500 y su
estabilidad térmica es inferior a la de la aleación de alfa titanio.
Entre los tres tipos de aleaciones de titanio, la aleación de alfa-titanio y la aleación de
alfa + beta-titanio son las más utilizadas; La aleación de alfa-titanio tiene la mejor
maquinabilidad, seguida por la aleación de alfa + beta-titanio y la aleación de beta-
titanio. Código de aleación de titanio alfa TA, código de aleación de titanio beta TB,
código de aleación de titanio alfa + beta TC.
Definición.
La madera es un material ortótropo encontrado como principal contenido del tronco de un
árbol. Los árboles se caracterizan por tener troncos que crecen cada año y que están
compuestos por fibras de celulosa unidas con lignina. Las plantas que no producen madera
son conocidas como herbáceas. Una vez cortada y secada, la madera se utiliza para muchas
aplicaciones.
Estructura de la madera
Corteza externa: es la capa más externa del árbol. Está formada por células muertas del
mismo árbol. Esta capa sirve de protección contra los agentes atmosféricos.
Cámbium: es la capa que sigue a la corteza y da origen a otras dos capas: la capa interior o
capa de xilema, que forma la madera, y una capa exterior o capa de floema, que forma parte
de la corteza.
Albura: es la madera de más reciente formación y por ella viajan la mayoría de los
compuestos de la savia. Las células transportan la savia, que es una sustancia azucarada con la
que algunos insectos se pueden alimentar. Es una capa más blanca porque por ahí viaja más
savia que por el resto de la madera.
Duramen (o corazón): es la madera dura y consistente. Está formada por células
fisiológicamente inactivas y se encuentra en el centro del árbol. Es más oscura que la albura y
la savia ya no fluye por ella.
Médula vegetal: es la zona central del tronco, que posee escasa resistencia, por lo que,
generalmente no se utiliza.
Composición de la madera
En composición media se compone de un 50% de carbono (C), un 42% de oxígeno (O), un
6% de hidrógeno (H) y el 2% restante de nitrógeno (N) y otros elementos.
Los componentes principales de la madera son la celulosa, un polisacárido que constituye
alrededor de la mitad del material total, la lignina (aproximadamente un 25%), que es un
polímero resultante de la unión de varios ácidos y alcoholes fenilpropílicos y que proporciona
dureza y protección, y la hemicelulosa (alrededor de un 25%) cuya función es actuar como
unión de las fibras. Existen otros componentes minoritarios como resinas, ceras, grasas y otras
sustancias.
Tipos de maderas.
Maderas Blandas: Son las de los árboles de rápido crecimiento, normalmente de las coníferas,
árboles con hoja de forma de aguja.
Son fáciles de trabajar y de colores generalmente muy claros.
Constituye la materia prima para hacer el papel.
Ejemplo: Álamo, sauce, acacia, pino, etc.
Maderas Duras: Son las de los árboles de lento crecimiento y de hoja caduca.
Suelen ser aceitosas y se usan en muebles, en construcciones resistentes, en suelos de parqué,
para algunas herramientas, etc.
Las antiguas embarcaciones se hacían con este tipo de maderas. Ejemplo: Roble, Nogal, etc.
Maderas Resinosas: Son especialmente resistentes a la humedad.
Se usa en muebles, en la elaboración de algunos tipos de papel, etc. Ejemplos: Cedro, ciprés,
etc.
Maderas Finas: Se utilizan en aplicaciones artísticas, (escultura y arquitectura), para muebles,
instrumentos musicales y objetos de adorno.
Ejemplo: Ébano, abeto, arce, etc.
Maderas Prefabricadas: La mayoría de ellas se elaboran con restos de maderas, como virutas
de resto del corte. De este tipo son el aglomerado, el contrachapado, los tableros de fibras y el
táblex.
Propiedades.