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Características de la Tutela.

Protección de derechos fundamentales:

La tutela tiene como finalidad principal salvaguardar los derechos fundamentales de


las personas. Estos derechos son aquellos que reconocen la dignidad humana, la
igualdad, la libertad y la autonomía, y están consagrados en la legislación y en
tratados internacionales.

Aplicación subsidiaria:

La tutela se aplica cuando no existen otros mecanismos legales o judiciales que


puedan garantizar la protección de los derechos de una persona. Es decir, se
recurre a la tutela cuando no hay otra opción para asegurar la defensa de los
derechos fundamentales.

Acceso a la justicia:

La tutela brinda a las personas la posibilidad de acceder a la justicia de manera ágil


y expedita. Se busca que las personas puedan presentar sus demandas y solicitar la
protección de sus derechos de forma rápida y sin obstáculos innecesarios.

Procedimiento especial:

La tutela cuenta con un procedimiento especial, que se caracteriza por ser más ágil
y flexible que el procedimiento ordinario. Se busca que la tutela sea una vía expedita
para la protección de los derechos, evitando trámites engorrosos y dilaciones
innecesarias.

Gratuidad:

El acceso a la tutela es gratuito, lo que significa que no se exige el pago de tasas o


costas judiciales para presentar una demanda de tutela. Esto garantiza que las
personas de escasos recursos económicos puedan acceder a este mecanismo de
protección.

Principio de informalidad:

El procedimiento de tutela se caracteriza por su carácter informal. No se exige el


cumplimiento estricto de formalidades procesales, como ocurre en otros tipos de
procesos judiciales. Se busca que las personas puedan presentar sus demandas de
forma sencilla, sin necesidad de contar con asistencia legal especializada.

Inmediatez:

La tutela se caracteriza por su celeridad. Los jueces encargados de resolver los


casos de tutela deben tomar decisiones de forma rápida y eficaz, con el fin de
garantizar la protección o restitución inmediata de los derechos vulnerados.

Universalidad:

La tutela es un mecanismo de protección que puede ser ejercido por cualquier


persona que se encuentre en una situación de vulnerabilidad o indefensión. No
existen restricciones en cuanto a la edad, género, nacionalidad o cualquier otra
condición para solicitar la tutela.

Medidas cautelares:

En caso de que exista un peligro inminente para los derechos fundamentales de una
persona, el juez puede adoptar medidas cautelares de forma inmediata. Estas
medidas tienen como finalidad prevenir o evitar un daño irreparable mientras se
resuelve el caso de tutela.

Control judicial:

Las decisiones tomadas en el marco de la tutela están sujetas a control judicial. Esto
significa que las partes involucradas en el proceso de tutela pueden interponer
recursos de apelación o revisión ante inst.

Concepto de Curatela.

La curatela es un mecanismo legal que busca salvaguardar los derechos e intereses


de aquellas personas que se encuentran en una situación de incapacidad, ya sea
por razones físicas, mentales o por ser menores de edad. A través de la curatela, se
designa a una persona denominada curador o tutor legal para que actúe en
representación y protección de los derechos de la persona incapaz, asegurando su
bienestar y tomando decisiones en su nombre. La figura de la curatela se encuentra
presente en muchos sistemas jurídicos y su propósito principal es evitar que las
personas en situación de incapacidad sean objeto de abusos o vulneraciones de sus
derechos. La curatela puede ser establecida por ley o por una resolución judicial, y
generalmente se aplica en casos en los que la persona incapaz no ha designado
previamente un representante legal mediante un poder notarial o una declaración
anticipada de voluntad. La curatela puede ser total o parcial, dependiendo del grado
de incapacidad de la persona. En el caso de una curatela total, el curador tiene la
responsabilidad de ejercer todos los actos de la vida civil en nombre del incapaz,
tales como administrar sus bienes, tomar decisiones médicas, realizar contratos,
entre otros. En cambio, en una curatela parcial, el curador solo tiene la facultad de
representar al incapaz en áreas específicas determinadas por la ley o por la decisión
judicial, mientras que la persona incapaz puede ejercer por sí misma otros actos de
la vida civil. Es importante destacar que la curatela debe ser ejercida siempre en
beneficio y salvaguarda de los intereses de la persona incapaz. El curador tiene la
obligación de actuar de manera diligente y responsable, tomando decisiones que
sean congruentes con los deseos y preferencias del incapaz, en la medida en que
sea posible. Además, el curador debe rendir cuentas periódicamente y someterse a
un control judicial para garantizar la transparencia en su actuación y prevenir
cualquier abuso de poder. En el ámbito de la curatela, se busca también fomentar la
participación activa del incapaz en la medida de sus capacidades, respetando su
autonomía y dignidad. Se promueve el ejercicio de derechos y libertades en la
medida de lo posible, asegurando que las decisiones se tomen considerando sus
intereses y bienestar. En conclusión, la curatela es una figura jurídica que busca
proteger los derechos de las personas incapaces, designando a un curador o tutor
legal que actúe en su representación y defensa. Su finalidad es garantizar que las
personas en situación de incapacidad sean debidamente asistidas y que se
respeten sus derechos fundamentales, permitiéndoles una vida digna y protegida
dentro del marco legal establecido.
Bibliografía.

Chang R. “Tutela Jurisdiccional,


https://sisbib.unmsm.edu.pe/bibvirtualdata/tesis/human/martel_c_r/titulo2.pdf

Delgado L. (2022), “¿Qué es la curatela?”, https://www.legalitas.com/actualidad/que-


es-la-curatela

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