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¿Recuerdas que en 2016 hubo muchos casos de teléfonos inteligentes que explotaban? Esto
le sucedió a la empresa coreana Samsung con su modelo Galaxy Note 7. Los
acontecimientos no solo se volvieron virales, sino que también se convirtieron en una
completa pesadilla para la compañía, la cual, tras algunos meses, tuvo que detener la
producción y las ventas de dicho dispositivo.
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El problema se detectó en las celdas de las baterías, las cuales contenían iones de litio que
funcionan como pilas recargables que almacenan energía. Pero, si se colocan de forma
incorrecta, pueden generar sobrecalentamiento o pequeñas explosiones.
Si el control de calidad no es riguroso, pueden dejarse pasar todo tipo de fallas, las
cuales llegarán a las manos del consumidor final. Las consecuencias que esto ocasiona
dependerán del nivel de riesgo; pero, sin duda, nadie desea que su teléfono explote mientras
hace una llamada personal o de trabajo.
En este contenido hablaremos precisamente de la importancia que tiene para las empresas
realizar un control de calidad adecuado para garantizar el buen funcionamiento de un
producto y la satisfacción de los clientes.
El control de calidad es un modo de verificar que un producto sea útil, seguro y cumpla
todas sus funciones de forma correcta. Además sirve para avalar que cumple con las
normas de seguridad y calidad de los países donde se vende, que el empaque sea adecuado
(para que el producto no se dañe o se contamine) y que proporcione la información
necesaria para el consumidor (etiquetado e instructivos o guías de operación).
El control de calidad se lleva a cabo desde la fabricación de productos, su almacenamiento
y traslado; hasta para la evaluación de los procesos internos de una empresa. A través de
este sistema se pueden detectar errores o carencias a fin de optimizarlos oportunamente.
Veamos:
¿Cuál es la importancia del control de calidad?
El control de calidad tiene como principal función dar seguimiento a cada etapa del proceso
productivo para detectar oportunamente posibles fallas en el producto. Y, en caso de
presentarse alguna, aplicar las soluciones o mejoras necesarias que permitan el
cumplimiento de requisitos y normas de cada prototipo.
Aunque una empresa ya tenga bastante establecida la forma en que ejecuta sus procesos
(estos han funcionado bien durante un lapso de tiempo), es imperativo realizar una
verificación o actualización constante de sus sistemas, fórmulas y modos de
producción para comprobar que sigan cumpliendo con la calidad esperada.
Sin un control de calidad regular, los procesos de una empresa podrían caer en omisiones o
descuidos. Esto perjudica directamente la funcionalidad y calidad de los productos y, por
ende, la satisfacción del cliente.
El control de calidad debe basarse en lo que el cliente necesita o desea. Después de todo, es
el consumidor final y él decide si el producto cumple con sus expectativas o no. Con base
en sus comentarios, solicitudes o críticas se pueden realizar las mejoras necesarias para
acercarse más a lo que el consumidor está esperando.
4. Determinar los estándares de calidad del mercado
La calidad tiene que ver con lo que el cliente necesita, pero no debe dejar de lado los
parámetros que el mercado o industria establecen.
Por ejemplo, existen licencias, permisos y certificados de calidad que los productos de
cierta categoría deben cumplir. Estas normas o regulaciones no son opcionales y el control
de calidad debe asegurarse que se cumplan y se mantengan vigentes.
Los procesos de control de calidad se establecen según los intereses y objetivos que la
empresa determine. Cada uno se encarga de la vigilancia y cumplimiento de diferentes
normas o procedimientos para que el producto final tenga éxito. A continuación te
compartimos los tipos de control de calidad más relevantes para las empresas.
Este tipo de control de calidad es tan importante como el del mismo producto, pues el
capital humano es el encargado de que todas las operaciones dentro de la empresa se
realicen adecuadamente. Tener trabajadores con preocupaciones o molestias podría
desencadenar descuidos o errores en la producción.
Para dejar más claro el concepto de control de calidad en una empresa, te compartimos
algunos ejemplos que te ayudarán a comprender su importancia y función.
En la elaboración de alimentos no solo importa que el producto tenga buen sabor y textura;
cualquier alimento debe estar regulado y certificado bajo los reglamentos sanitarios
vigentes de cada país.
Seguramente has visto en algún momento esos videos en los que se realizan pruebas a
automóviles para conocer la funcionalidad de los frenos, cinturones de seguridad o bolsas
de aire. Esos son ejemplos de control de calidad.
Para un control de calidad adecuado, desde los ingredientes activos hasta los laboratorios y
dispositivos de medición deben estar calibrados y preparados bajo un ambiente adecuado.
Ahora que conoces un poco más acerca del control de calidad y has visto algunos ejemplos
de este proceso, es tiempo de decirte cómo realizarlo para tu empresa.
Te compartimos los pasos básicos para establecer un control de calidad de los productos de
tu empresa.
Si bien puedes realizar una inspección general de todos los procesos de tu empresa, te
recomendamos empezar por un producto específico. De esta manera podrás hacer las
modificaciones o mejoras de manera más organizada.
Para realizar esta inspección puedes determinar prioridades, con base en algunos productos
que hayan presentado fallas o de los cuales hayas recibido quejas recientes por parte de los
consumidores.
Después, debes seleccionar un número de unidades representativas con las que trabajarás
para llevar a cabo el control de calidad. Luego, determinarás el funcionamiento y la calidad
de productos similares (puedes basarte en otros de tus productos que ya han sido
optimizados).
Según sea tu industria o sector, debes establecer los estándares y requerimientos que tu
producto debe cumplir para poder venderse. En este paso debes definir los
atributos, variables y procesos a seguir para garantizar que tu producto funcione
eficazmente y cumpla con las expectativas de los clientes.
3. Realiza el control de calidad
Una vez que tengas tus muestras y hayas establecido los estándares que deben cumplir,
debes comenzar con la inspección. El objetivo es revisar cada una de las unidades y
verificar si cumplen con lo requerido. En caso de que no sea así, es indispensable analizar
en dónde radica el error o desperfecto y detectar qué parte del proceso operativo falló o
provocó las deficiencias.
Separa todas las unidades no funcionales y transfiérelas a un reprocesamiento para subsanar
defectos, de modo que puedan convertirse en productos funcionales. Si el deterioro no
permite una reconstrucción, lo más prudente es desechar dicha unidad, pues no cumple con
los requisitos exigidos.
Cuando te asegures de que todas las unidades cumplen con lo necesario, podrán pasar a una
etapa final de revisión y después a la venta.
Como puedes comprobar, cualquier producto debe pasar por un riguroso control de calidad
para garantizar su funcionamiento. Puede parecer un proceso complicado y exhaustivo,
pero, a la larga, esto te traerá beneficios, pues tendrás la certeza de que tu producto cumple
con las normas de tu sector, las expectativas del mercado y cubre las necesidades y deseos
de tus clientes.
Topics:
Gestión de operaciones