Descripción:

Liraya Antara porta una expresión genuinamente

pícara que contrasta con una forma de ser tranquila
con desconocidos, hasta que lentamente gana
confianza, llegando a ser tan alborotadora como su
terroso pelo leonado. Su indumentaria de tonos
rojizos recuerda a los pueblos nómadas llenos de
abalorios tribales en rastas y ropas de lino finas,
estando más centradas en ser prácticas y cómodas.

Muy joven incluso en los estándares élficos, contrasta

en una tez moscada debido al árido clima de los
desiertos que han endurecido su rostro, rasgos
crudos y pómulos marcados, como un mentón duro,
que le da una apariencia más mayor de lo que es en
realidad.

Acostumbrada a ser tratada como una niña por su

estatura, una ladrona por sus ropas, o una burda
semielfa de las calles la realidad es muy diferente Nombre:​ Liraya Antara [Elfo del Desierto]
cuando se le dedica un tiempo a hablar con ella
creando un fuerte contraste por su madurez al hablar, Origen:​ Desiertos profundos de Anaurokh [Bedin ]
engañando por su apariencia “tribal”.
Deidad:​ Mistrya y Oghma en su faceta de buscador
Siempre está acompañada de su Zariguella que usa
de forma descarada para conseguir dinero en las Concepto:
tabernas [ cuando no está estudiando de forma Nómada, indómita, vida dual, listilla, codicia infantil.
obsesiva su pesado grimorio] y poder seguir su
camino hacia otros lugares, por culpa de tener sangre Alineamiento: ​Buena [Perfilar alineamiento]
nómada en sus venas.

El verdadero talento de Liraya es su don hacia la magia. A

Aptitudes: lo largo de los años ha accedido de alguna manera a
memorias enterradas de ella misma, despertando
aptitudes innatas [Conjuros de la rama de Bardo ] . Estos
Viajar le ha enseñado a conseguir dinero a través de
raros sortilegios son enunciados en una peligrosa lengua
la astucia, que no el robo. Suele usar a su familiar
antigua, el Alto Nezheril
para algunos trucos y acompañar con alguna historia
con cantrips menores si va mal de dinero. Porta una
Como Bedin ha aprendido la magia de las Dunas,
flauta de pan y una ocarina de Piedra Negra que usa
conjuros asociados con el fuego y la brea. Debido a su
de vez en cuando. Sus habilidades suele compartirlas
“afinidad” con el elemento es capaz de moldear los
si viaja con feriantes o como acompañamientos, pues
vientos de la magia y combustionar el éter para cambiar el
le gusta tener un perfil bajo.
tipo de elemento a fuego o crear reacciones arcanas
sobre el mismo.
Ha hecho un poco de todo y no le disgusta, siendo
bastante receptiva al trabajo duro (Aunque es fuerte
Si bien podría ser una piromante nata, Liraya no le gusta
como una rama frágil), compensando sus carencias
abusar de la magia pues considera que hay un principio
con una naturaleza enérgica, pero templada,
de deuda equivalente. La magia es poder pero el
intentando ser optimista.. a su manera.
arcanista debe tener responsabilidad o ser consumido
junto a su entorno por ella, de muchas terribles y horribles
Suele ser imán para los problemas siendo una
formas. El tejido debe mantenerse y respetarse, si se
deficiencia que no es consciente ante su poco trato (Y
quiebra todos los arcanistas pagarán el precio como ha
tacto) hacia los demás, debido a que cuestiona
demostrado la historia.
 mucho lo que le rodea hasta el punto de ser hiriente o
molesta.
Historia:

Los recuerdos de la existencia de ​Liraya​ son ambiguos

y borrosos, faltando fragmentos de su juventud y
existencia hasta el punto de ser incomprensible que
alguien tan joven haya estado tanto tiempo alejada de
las ciudades libres que se salvaguardan en las arenas
ardientes de ​Anaurokh​, consiguiendo sobrevivir por su
cuenta.

Liraya​ despertó con un gran vacío dentro de unas

ruinas de tamaño megalítico. A su alrededor había
extraños sarcofagos de ambar semitranslucido y
símbolos con magia imbuida que iluminaban
mortecinamente una cámara abovedada de la que
emanaba un aroma que mezclaba ozono y compuestos
alquímicos. Por insólito que pudiera parecer, observó el
lugar con sus sentidos adormilados, como si hubiera
despertado de un largo sueño. El lugar le era familiar al
mismo tiempo que desconocido y la sensación de miedo
se fue disipando, dejando de lado sentimientos y
preguntas tan obligadas de contener en su situación;
- Que era este lugar, donde estaba su familia y
por qué no la recordaba, su pasado.. - pensaba
de todo ello mientras de forma distraída
acariciaba con la yema de los dedos el lóbulo de
sus alargadas orejas élficas - ¿Por que me
sorprendí al tocarlas? - Se preguntaba mientras
deambulaba por pasajes con extraños zumbidos
intermitentes.
Los primeros años deambulando por el lugar fueron
fugaces, era incapaz de recordarlos completamente,
simples retazos en un lienzo emborronado. ​Liraya​ fue
consciente desde el inicio de su situación, pero desde la
percepción de la niña que era y en parte eso protegió su
cordura ante la devastadora verdad; se encontraba sola
en un lugar antiguo y peligroso. De forma subconsciente
descubrió su capacidad de controlar los entresijos de la
magia al poder iluminar con un tenue glifo las estancias
más lóbregas. Su extraño instinto de saber que se
escondía en los accesos de algunas salas le salvó
muchas veces la vida. A veces se aproximaba a un lugar
y notaba que era peligroso, otras veces un hormigueo
inducía su curiosidad para visitar una de las misteriosas
cámaras, donde se encontraban artilugios para su
supervivencia o inscritos. ​Liraya​ se lo tomó como un
juego mortal del que habitualmente salía airosa, pero
pronto comenzó a darse cuenta que “Los monstruos”
podían cazarla. En ocasiones se escuchaban sonidos
inhumanos que hacían eco de los pisos inferiores y que
eran capaces de helar la sangre a un aventurero
experimentado. Cuando esto ocurría se encerraba en
una sala de piedra sólida donde dos estatuas de jade y
roca maciza observaban eternos el infinito y ahí,
Liraya​ también soportó esta presión por el don del ensueño
de los elfos. Los elfos no duermen como los humanos, ellos
regresan a vivencias del pasado, meditan y descansan de
esta manera. En el caso de ​Liraya​ era igual, pero sus
recuerdos retenían fantasías y experiencias vividas alejadas
de su propia memoria. A veces era una observadora de
tierras muy diferentes a las dunas, de grandes ciudades de
bronce y nacar con jardines exóticos como exuberantes,
donde caminaban poderosos brujos y hechiceros, donde la
magia era tan común como el respirar. Otras veces era
testigo de grandes reuniones en salones cubiertos de jade y
lonas carmesíes e incluso en inmensos
monasterios-bibliotecas donde jóvenes alumnos aprendieron
las bases de una magia olvidada.
Pero no todas esas vivencias eran agradables. Una
pesadilla recurrente la perseguía en ocasiones, de grandes
ciudades flotantes precipitándose hacia su destrucción bajo
llamas cerúleas, de personas gritando, intentando huir hacia
un inevitable final predestinado. Estas experiencias las
sentía desde diferentes visiones, tanto en primera persona
como desde la punta de aguja más elevada de la ciudad,
con gran realismo e intensidad.
Sus sueños la mantuvieron con vida, siendo para ​Liraya​ una
segunda realidad en la que refugiarse en sus horas mas
bajas, hasta el punto de mezclarlas en épocas. No obstante
le ayudaron a mantener su mente despierta en momentos
cruciales y a no perder la esperanza.
temblaba e imploraba a nombres que le eran
desconocidos hasta que derrotada por el miedo y la
fatiga era llevada al onírico.

Tras un tiempo accedió al exterior, una tierra cubierta de

dunas y arenas hasta donde se perdía la vista, un
paisaje que se le hizo desconocido y familiar al mismo
tiempo. A su alrededor se encontraban las ruinas de una
inmensa torre de piedra y obsidiana. La joven
permaneció durante un tiempo en el lugar, sobreviviendo
a través de cazar alimañas de los desiertos o intentando
convertirlas en mascotas con las que hablar y contar sus
historias de lo que soñaba. Por suerte algunos objetos
magicos menores encontrados en una camara de
alimentacion preservatica arcana la ayudaron a que no
le faltaran viveres, objetos que conserva como si fueran
su peso en oro.

Aunque al principio evito a los nómadas que visitaban un

oasis lejano, por precaución y temor al final la curiosidad
y el sentimiento de soledad la venció para establecer
contacto con una de las tribus Bedin.

Historia: La rescatada de los Bedin:

Para la visión de los Bedin la historia es muy distinta. En

ella cuentan que ​Liraya​ no es más que una
superviviente de un grupo expedicionario buscando
antiguos misterios en Ruinas del ​Imperio Nezheril​, que
sobrevivió al desconectar de la realidad, olvidando el
traumático suceso al tener amnesia. Aun así se
sorprendieron de su temple y lo centrada que estaba en
su nueva situación actual hacia los nómadas y lo rápida
que se adaptó a su nueva vida, sin hundirse en el
proceso.

Liraya​ pasó un tiempo con los Bedin, viajando a través

de las dunas, madurando rápidamente debido a las
duras condiciones de los desiertos de ​Anaurokh​ y sus
peligros. En esos años comenzó a desarrollar sus
habilidades innatas hacia la hechicería, destacando un
don de aprendizaje natural para las mismas. Su
conocimiento del antiguo idioma de los desiertos y su
talento para aprender idiomas la ayudó como intérprete
de lenguas muertas de las ruinas y poder ser útil para
los nómadas.
Con el paso de las décadas ​Liraya​ comenzó a sentir
una sensación de desasosiego cuanto más viajaba a
través de las dunas. Si bien era nativa de ​Anaurokh​, los
desiertos le provocaba una angustia difícil de expresar y
rechazo. Su sangre élfica parecía maldita, pues no
Los Bedin le mencionaron que estaba sufriendo “La
melancolía de los elfos”; necesitaba viajar a otros lugares o
perdería el sentimiento de vivir y moriría. Tras una corta
despedida, Liraya comenzo a viajar mas hacia tierras
prosperas, encontrando la Ruta del Camino Negro hasta su
llegada a Bosque Alto y mas alla., siempre con la intención
de expandir su conocimiento y vivir de nuevo un mundo
nuevo, alejado de ​Anaurokh​, devorando experiencias
nuevas y una nueva vida, buscando su propio Krappa, la
búsqueda del motivo y papel que tiene en el mundo.
dejaba de ver compañeros de viaje envejecer al
contrario que ella, sintiéndolo como algo doloroso que la
hacía demasiado diferente entre los que la acogieron.

Krappa, la busqueda de los Bedin:

Según el pueblo nómada Bedin. Desde que nacemos estamos vinculados a un destino que puede ser seguido a
nuestra existencia, una búsqueda personal, el Krappa. Si bien los Ancianos le revelaron a Liraya que su Krappa era
entender su pasado para poder estar libre y comenzar de nuevo, esta negó con rotundidad. Para Liraya su búsqueda
tenía que estar vinculada hacia la magia, de la misma forma que un Herrero Bedin alcanza su Krappa al forjar un arma
excepcional. Pero para alcanzar eso tenía que viajar y redescubrir la magia y el conocimiento de la misma, necesitaba
realizarse a sí misma lejos de las tierras deserticas​.