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Sinopsis

En el mágico reino de Avalora, una serie de misteriosos asesinatos ha sumido a sus


habitantes en el temor y la incertidumbre. Briar, destinada a ser la próxima heredera del
trono, se encuentra enredada en una peligrosa búsqueda de la verdad junto a sus valientes
amigas. A medida que se adentran en un laberinto de secretos y traiciones, descubren que
la verdad podría costarles todo lo que aman. Con la magia como su única guía, se
enfrentarán a una encrucijada donde deberán elegir entre la lealtad y la supervivencia.
¿Podrán desvelar el enigma antes de que las sombras consuman la luz que protegen?

🪄
En un mundo donde la magia y el misterio convergen, Briar, una poderosa heredera al
trono, se encuentra en una encrucijada sobrenatural. Desapariciones enigmáticas de brujas
y cadáveres siniestros hacen que su mundo tiemble, pero también despiertan la sombra
inquietante de la desaparición sin resolver de su madre años atrás. Mientras los oscuros
secretos emergen y las traiciones se tejen a su alrededor, Briar se embarca en una
búsqueda desesperada para encontrar respuestas, incluso si eso significa enfrentar las
pesadillas que la acosan en la realidad. Con aliados inciertos y enemigos que acechan en
las sombras, la valiente bruja debe tomar decisiones que podrían cambiar el destino de
todos.
Briar se verá obligada a confrontar su pasado y confrontar a sus peores temores para
desentrañar la verdad detrás de las desapariciones y descubrir el destino de su madre.
¿Será capaz de liberar a su mundo de las garras de la oscuridad o se verá consumida por
las sombras que la rodean? Sumérgete en este donde el pasado y el presente se entrelazan
en una búsqueda de la verdad y la redención.

🪄
En el mágico mundo de Avalora, una serie de inquietantes asesinatos amenaza con
desencadenar el caos y la oscuridad. Briar, una joven bruja destinada a ser la próxima
heredera del trono, se ve envuelta en una peligrosa búsqueda para descubrir la verdad
detrás de los crímenes.
Con la ayuda de sus aquelarre, se sumerge en un intrigante laberinto de misterios y
secretos, enfrentándose a poderes ocultos que cambiarán sus destinos para siempre.
¿Lograrán desvelar la verdad antes de que la oscuridad consuma Avalora?

Magia
En este mundo mágico, existen distintos tipos de brujas, cada una con habilidades y
características únicas:

1. Dríades: Estas brujas tienen una conexión especial con la naturaleza y la vida vegetal.
Pueden comunicarse con plantas y animales, controlar el crecimiento de las plantas, y
manipular la tierra y el clima a su voluntad. Su cabello y ojos suelen tener tonos verdes,
reflejando su profunda conexión con la naturaleza.

2. Pyrras: Son capaces de controlar los cuatro elementos: fuego, agua, tierra y aire. Pueden
generar llamas, invocar tormentas, crear terremotos o manipular corrientes de agua. Cada
bruja elemental se especializa en un elemento específico, pero algunas son excepcionales y
pueden dominar varios.

3. Curaes: Poseen la habilidad de curar heridas y enfermedades, tanto físicas como


mentales, mediante el uso de energía mágica y plantas medicinales. Su toque tiene un
efecto reconfortante y curativo, y sus manos pueden brillar con una suave luz sanadora.

4. Espectrales: Estas brujas son expertas en crear ilusiones y manipular la percepción de la


realidad. Pueden ocultar objetos, cambiar apariencias y crear escenarios falsos para
confundir a sus enemigos o proteger a otros.

5. Umbrae: Dominan la magia oscura y pueden manipular sombras y oscuridad. Pueden


crear ilusiones aterradoras y lanzar hechizos malditos. Su presencia a menudo está
acompañada de una atmósfera tenebrosa y escalofriante.

6. Oráculos: Tienen la capacidad de ver el futuro y tener visiones proféticas. A través de


rituales y meditación, pueden obtener información sobre eventos futuros y tomar decisiones
basadas en esas premoniciones.

7. Mentium: Poseen la habilidad de mover objetos con la mente, sin necesidad de tocarlos
físicamente. Pueden levitar objetos, abrir puertas a distancia y manipular objetos a voluntad.

8. Lunares: Están conectadas con los ciclos de la luna y la energía lunar. Pueden
aprovechar la luz de la luna para aumentar su poder y realizar rituales especiales durante
las fases lunares.

Cada tipo de bruja tiene sus propias fortalezas y debilidades, y su magia única contribuye a
la diversidad y complejidad del mundo mágico en el que viven.

En el mundo de las brujas, la familia Foster tiene una tradición ancestral que determina la
línea de sucesión al trono. Solo una heredera de esta familia posee la capacidad de
manejar varios tipos de magia, o incluso todos. Se cree que esta bruja, conocida como la
"Hija de la Luna"

La hija de la Luna es aquella bruja que puede manifestar dos o más tipos de magia. Cuando
se presenta una heredera con estas habilidades excepcionales, se convierte en la próxima
reina, liderando a su pueblo con sabiduría y poder. La reina es inmortal y puede mantenerse
en el trono por siglos, hasta que aparezca la siguiente heredera capaz de manejar múltiples
tipos de magia.
El proceso de sucesión es una ceremonia sagrada, donde se realizan rituales y pruebas
para demostrar el dominio de cada tipo de magia. La futura reina debe someterse a estas
pruebas y enfrentar desafíos para demostrar su valía y capacidad para gobernar con
justicia.

La magia de la Herencia de la Luna es vista como una bendición y una responsabilidad, ya


que lleva consigo la carga de guiar a su gente y proteger el equilibrio del mundo mágico. Su
sabiduría y habilidades la convierten en una líder respetada y admirada por todas las brujas.

A lo largo de los siglos, la Herencia de la Luna ha sido vista como un faro de esperanza y
una guía en tiempos de adversidad. Su legado se ha mantenido firme, manteniendo unidas
a las brujas y asegurando la prosperidad y la armonía en su reino mágico.

Prefacio
Corro desesperadamente por el bosque tenebroso, mis pies tropezando con raíces y
piedras, pero sin detenerme. La oscuridad me rodea, y aunque no puedo verlo, siento una
presencia aterradora que me acecha. Su respiración pesada resuena en mis oídos,
mientras susurra mi nombre en tonos siniestros, enviando escalofríos por mi espalda.

Mi magia, mi protección habitual, parece haber desaparecido en este momento crucial. Me


siento indefensa, vulnerando a cualquier cosa que se esconde en la oscuridad. La
desesperación crece en mi interior mientras la presencia se acerca cada vez más.

El bosque a mi alrededor se desdibuja, los árboles danzan y las sombras se mueven como
seres vivos. Mis sentidos se confunden, y cada vez que intento tomar un rumbo, todo
parece cambiar a mi alrededor, dejándome desorientada y a merced de la oscuridad.

Resbalo y caigo al suelo embarrado, pero me levanto rápidamente, sin tiempo para
lamentaciones. Mis músculos están tensos y mi corazón late frenéticamente en mi pecho.
Corro sin rumbo, buscando una salida de este laberinto tenebroso.

La presencia se acerca aún más, su respiración está casi en mi oído, y puedo sentir su
aliento frío en mi piel. El terror me paraliza, pero el instinto de supervivencia me impulsa a
seguir adelante, a huir de lo que no puedo ver pero siento demasiado cerca.

Lágrimas de impotencia se mezclan con la tierra y el sudor en mi rostro. Grito, esperando


que alguien me escuche, pero el bosque parece devorar mi voz. Mi corazón se hunde
cuando me doy cuenta de que estoy sola en esta pesadilla.

El sonido de mis pasos se vuelve ensordecedor, pero no me detengo. Sigo corriendo,


incluso cuando mis piernas están cansadas y mi respiración se vuelve entrecortada. No
puedo dejar que la presencia me alcance.

Finalmente, en medio de mi frenética carrera, caigo hacia adelante y me estrello en un río


helado. Siento cómo el agua me envuelve, y la sensación de ahogo me paraliza. Pienso que
esta es la última vez que veré la luz del día, que esta oscuridad me devorará para siempre.
Con un sobresalto, Briar abrió los ojos y se encontró en su cama, empapada en sudor y con
el corazón palpitante. Respiraba con dificultad, aún sintiendo el terror que la había
atormentado en el sueño. Pero pronto se dio cuenta de que estaba a salvo, que todo había
sido una pesadilla, y un sentimiento de alivio se apoderó de ella.

Sin embargo, el recuerdo de su impotencia y vulnerabilidad persistía. Aunque era una bruja,
comprendía que incluso su magia tenía límites. La sensación de desesperación la
acompañaba, recordándole que en este mundo siempre habría cosas que no podía
controlar.

Pero Briar también sabía que mientras respirara, nunca se rendiría ante la oscuridad.
Siempre lucharía por mantener encendida su luz interior, incluso en los momentos más
tenebrosos. Su determinación la impulsaba a enfrentar sus miedos y a seguir adelante,
dispuesta a superar cualquier obstáculo que se interpusiera en su camino. Sabía que en su
interior había una fuerza poderosa que la guiaba y que, aunque no siempre pudiera evitar
las sombras, intentaría encontraría la forma de incinerar todo a su paso si hacia falta para
mantenerse a salvo.

Las pesadillas acosaban a Briar noche tras noche, sumergiéndola en un torbellino de miedo
y angustia. En sus sueños, se veía a sí misma siendo perseguida por sombras aterradoras y
enfrentando la muerte de diversas formas espantosas. Lo que más la perturbaba eran los
presagios que creía ver, terribles visiones que mostraban la destrucción del mundo que
conocía.

En uno de esos sueños recurrentes, su mamá, desaparecida hace diez años, llamaba su
nombre desde lo más profundo de la oscuridad. Briar sentía el corazón destrozarse al
escucharla, sin poder llegar a ella, atrapada en un laberinto de sombras.

Otra noche, presenció con horror cómo su madre era envuelta en llamas, y su grito
desgarrador resonaba en su mente mientras Briar se retorcía de impotencia en su propia
pesadilla.

Las visiones de la destrucción del mundo que tanto amaba eran cada vez más vívidas en
sus sueños. Veía ciudades enteras siendo devoradas por el fuego y la oscuridad, mientras
todo lo que conocía se desvanecía ante sus ojos.

Al despertar, Briar se encontraba empapada en sudor y aterrada. A veces, aferrándose a las


sábanas en un intento desesperado de escapar de aquellos sueños aterradores, descubría
que había quemado pequeñas partes de las telas con el calor de sus manos. El miedo que
le generaba la posibilidad de incinerar todo lo que tocaba en sus sueños la llenaba de
ansiedad y desasosiego.

Intentaba buscar explicaciones racionales para sus pesadillas, atribuyéndolas al estrés o a


las preocupaciones cotidianas. Sin embargo, en lo más profundo de su ser, Briar sentía que
eran más que simples sueños, que tenían un significado más profundo y aterrador.
Con el tiempo, las pesadillas comenzarian a afectar su vida diurna, minando su confianza y
llenándola de dudas y temores.
Pero a pesar de todo, Briar sabía que no podía dejarse consumir por el miedo. Se aferraba
a su determinación y a su deseo de proteger el mundo que amaba, incluso si eso significaba
perder la cordura y sentirse cada día más alejada de la realidad, ahogandose en el miedo
que la estaba consumiendo.

Capítulo 1
—Como cabras en Halloween...—susurró Lennon.
La cocina del departamento de Briar se encuentra sumida en una atmósfera tensa y
cargada de preocupación durante el desayuno. Los colores que normalmente le dan un aire
alegre y vibrante, parecen haber perdido su brillo en medio de la ansiedad que se respira en
el ambiente, los restos del mal sueño aún causan estragos en su cabeza.
—¿Qué?
—Que nos están cazando como cabras en Halloween —su rostro pálido refleja
miedo—Estoy tratando de comprender por qué estamos en la mira, por qué nos están
cazando nuevamente.

Briar rememoró la noticia, prestando atención meticulosa a los detalles escasos. Tres
brujas desaparecieron en apenas dos meses, dos de ellas sin dejar rastro alguno. La
tercera bruja, perteneciente al mismo clan que Briar, había desaparecido la noche anterior.
La diferencia esta vez era que la bruja había gritado antes de desvanecerse. Su hermana
menor había escuchado los gritos y los pasos pesados antes de que un silencio sepulcral
envolviera su hogar. Al correr hacia el final del pasillo, la bruja ya no estaba, como si se
hubiese desvanecido en el viento frío del otoño.

—Lo más extraño es que nadie ha exigido un rescate o... —comentó Lennon.

—O... aún no aparecen los cadáveres —precisó Briar, el aroma de café recién hecho flota
en el aire pero el desayuno lleva tiempo olvidado—Puedes decirlo, también estoy pensando
lo mismo.

—No quiero llamar a la desgracia.

—La desgracia ya nos ha alcanzado desde el momento en que se llevaron a tres de las
nuestras mientras dormíamos.

Un silencio abrumador se apoderó de la cocina. Frente a Briar, una taza de café ahora fría
descansaba mientras Lennon observaba su cuenco de frutas brillantes y coloridas, en
marcado contraste con su ánimo sombrío.

—Briar... —Lennon la llamó, buscando apoyo en su amiga.


A medida que el tiempo avanza, el tic-tac del reloj en la pared parece volverse más fuerte.
Briar levanta la mirada y se encuentra con los profundos ojos verdes de Lennon, ambas
compartiendo un sentimiento de vulnerabilidad.

—¿Crees que estamos seguras? —preguntó Lennon.

—De lo único que estoy segura es que una bruja nunca está realmente segura —respondió
Briar, enfrentando la realidad de su situación.

🪄🧝🏽‍♀️🔮✨
Una brisa fría sopló, haciendo que los mechones de pelo de Briar se agitaran en su rostro.
Los árboles y arbustos se mecían con fuerza, lo que la llevó a mirar nerviosamente a su
alrededor. La ansiedad y el miedo eran palpables en ella y en las otras brujas. Sabían que
las desapariciones no eran simples coincidencias; las brujas nunca desaparecían sin razón.
Juntas, avanzaban, luchaban y enfrentaban adversidades, fortaleciéndose en cada desafío.
Sabían que las brujas eran más fuertes cuando se unían, y en ese momento, necesitaban
toda la fuerza posible para enfrentar lo desconocido.

El móvil de Briar sonó estruendosamente alejandola de sus pensamientos torridos, y sus


manos temblorosas buscaron en su bolso mientras su corazón latía con fuerza. ¿Quién
podría estar llamándola en un momento así?

—Mierda... —murmuró Briar, tratando de mantener la calma.

—Briar —la voz de Aspen resonó en la llamada sin darle tiempo para leer el nombre en la
pantalla—¿Dónde estás? Estamos en tu departamento. ¿Puedes venir ahora o debemos
abrir un portal para buscarte?

—¿Qué hacen en mi departamento? —preguntó Briar, sorprendida.

La respuesta fue un resoplido, lo que no la tranquilizó en lo más mínimo.

—¿Dónde estás? —insistió Aspen.

—Estaba volviendo a casa. ¿Pasa algo? —preguntó Briar, preocupada por la urgencia de la
llamada.

—Briar, ¿puedes venir o abrimos un portal donde estás?

Briar sintió un escalofrío recorriendo su espalda. La incertidumbre y la sensación de peligro


inminente no la abandonaban últimamente.

—Mantén el portal abierto y no toquen mis chocolates —advirtió, tratando de mantener un


toque de humor en medio de la tensión.

—Taaaaaarde —anuncia una voz cantarina.


Con irritación, Briar puso los ojos en blanco mientras Kadir seguía hablando, pareciendo
más un molesto mosquito que un hada. —¿Qué hace Elsa ahí? ¡Espero la invitación para la
próxima reunión en mi departamento! —exclamó Briar.

—¡El portal ya está abierto! —respondió Aspen con urgencia.

Cerrando los ojos, Briar buscó el cristal que colgaba de su cuello. Se concentró en la sala
de su departamento, imaginando el cálido ambiente de la habitación principal y las calles
que lo rodeaban. Presionó un poco más, dejando que llegara el habitual mareo y el sabor
metálico que acompañaba la transportación a través de los portales.

Al abrir los ojos nuevamente, se encontró en la sala de estar de su departamento, rodeada


por dos hadas y dos brujas que la miraban expectantes. Sus paredes color hueso y los
numerosos cuadros y estantes con libros que rodeaban la estancia le dieron la bienvenida.

—¡Qué complicado puede ser establecer contacto contigo últimamente, princesa! —bromeó
Kadir.

Briar respiró un momento antes de sonreír. Su familia se encontraba allí, esa familia que
había escogido tiempo atrás, se hallaba completa, lejos de los peligros que los acechaban,
también estaba Demiar, el hada taciturno, rígido y hermoso, con su rostro anguloso y sus
ojos de un celeste pálido, que la miraba fijamente, imponiendo su presencia con
movimientos fluidos y llenos de poder.

—Quizá no quiero ser contactada, Elsa. Estoy segura de que podría ser una opción
—respondió Briar.

—El chiste de Elsa dejó de ser simpático luego de 100 usos —añadió Kadir, acomodándose
el pelo y dejando al descubierto la irregular franja de piel rosa pálido que cruzaba sobre su
ceja izquierda—. Aparte, estoy segura de que ella no tiene una cicatriz enorme que le
decore el rostro, soy como un pirata, muy hermoso pero un pirata.

Si Demiar era taciturno y rígido, su hermana Kadir era la otra cara de la moneda: alegre,
suelta y locuaz. Probablemente era la hembra más hermosa en el mundo de las hadas,
brujas, vampiros o cualquiera que habitara la tierra.

—¿Pueden dejar los juegos para más tarde, niñas? Nuestro guardián tiene noticias
importantes —intervino Aspen con seriedad.

La boca de Demiar se curvó en la esquina, dando un leve asentimiento hacia Aspen antes
de hablar.

—Probablemente mañana comuniquen que encontraron el cadáver de la última bruja


desaparecida —dijo el guardián, ocultando su preocupación detrás de una máscara de
sombría concentración—. Hay signos de lucha visibles y están haciendo un análisis
toxicológico, ya que el cuerpo se encontraba muy deteriorado para haber desaparecido
hace menos de 24 horas.
Un silencio pesado cayó sobre ellos, borrando las risas y bromas que habían estado
presentes momentos antes. Briar levantó la mirada hacia sus amigas, su clan, su familia ahí
presente. Los rostros pálidos le devolvieron la mirada, reflejando la preocupación
compartida.

Las brujas llevaban toda su vida siendo perseguidas, siendo asesinadas o torturadas. Todas
ellas tenían amigas, primas o, en el caso de Briar, una madre desaparecida. El sabor
amargo de la culpa que la envolvía desde hace tanto tiempo no hizo más que intensificarse.

El miedo a lo desconocido era lo que las brujas representaban para los humanos. Un
pequeño porcentaje de la población era de brujas negras, como las de los libros, películas y
las historias susurradas en las noches frías. Eran consideradas asesinas sedientas de
poder. Aunque los humanos pensaban que todas las brujas eran así, la realidad estaba
alejada de esa imagen. La mayoría de las brujas convivían con los humanos, sin cometer
actos malévolos. Vivían en unidad, y lo más oscuro que podrían hacer era robar ramas de
romero por la noche.

Pero las Umbrae... esa era otra historia.

—¿Podría ser una Umbrae? —preguntó Lennon.

—Un aquelarre completo de esas zorras despiadadas podría ser. No creo que una sola
bruja se tome todas esas molestias —agregó Kadir.

—¿Pero por qué matar brujas? Estamos prácticamente extintas.

—Simplemente por la maldad de su corazón.

—O la falta de él —Kadir mostró una sonrisa lobuna.

—Prácticamente extintas no es demasiado extintas para este ser, al parecer —añadió


Demiar.

Briar se sorprendió al escuchar la voz profunda de Demiar.

—No sabía que los miembros de la guardia podían hacer bromas, hermano.

—De poder, se puede —ambos se miraron fijamente antes de que él se pusiera en


movimiento—. Querer bromear o hablar contigo no es una de mis prioridades, Kad.

—Es la envidia, chicas. La belleza de la familia la heredé yo —bromeó Kadir

Briae suelta un pequeño suspiro al recordar la impotencia que te envolvía tras la


desaparición de una de las tuyas, con el dolor, la desesperanza y la culpa siempre latentes,
recordándote que podrías haber revisado una vez más los pasadores de la puerta, añadido
una bolsa con hechizos de protección, o simplemente haber entrenado con más fuerza para
que nadie pudiera separarte de ella.
Briar intentó retomar el hilo de sus pensamientos, alejándose de la oscuridad que
amenazaba con engullirla al recordar a su madre. Intentó pensar en qué podría haber
diferenciado a esta víctima de las otras o si los demás cadáveres simplemente no habían
sido encontrados aún. Un escalofrío la recorrió la columna.

—¿Qué dice la guardia sobre eso?

Briar paso la mirada por la sala de estar, que era su lugar favorito, con un sofá de terciopelo
amarillo vibrante y cojines en tonos celestes y amarillos más suaves que invitaban a la
comodidad.
Una pequeña mesa auxiliar de madera, adornada con cristales y piedras de diferentes
colores, estaba estratégicamente ubicada junto a la butaca. Sobre la mesa la luz de la vela,
que normalmente era acogedora y cálida, en este momento tenso solo proyectaba sombras
inquietantes que la ponían tensa. En lugar de brindar consuelo, la vela solo intensificaba la
atmósfera cargada de nerviosismo que los envolvía.

—No mucho. Las matronas de los distintos clanes deben reunirse mañana con nuestros
líderes, pero es todo lo que sabemos por el momento —respondió Aspen con seriedad, su
pelo rojo brillante destacaba sobre su piel extremadamente pálida—¿Hay algún patrón?
¿Algún tipo de señal? Estoy segura de que no pueden ser víctimas aleatorias.

—Por el momento, lo único que tienen en común es que todas son brujas de entre 20 y 30
años —informó el guardián, mirando a cada una de las mujeres en la sala.

—Bueno, definitivamente eso no nos dice mucho —añadió Lennon, preocupada.

—Aunque algo que me parece raro es que no se sabe mucho sobre las brujas
desaparecidas, es como si el consejo o la guardia quisieran esconder información
—comentó Kadir, prestando atención principalmente a las hadas en la habitación.

—¿Por qué nuestros gobernantes o la gente encargada de protegernos ocultaría


información? —se preguntó Briar, pensativa, teniendo en cuenta su posición como heredera
al trono.

—Siendo que eres la persona con más contactos en está habitación...

—Veré qué puedo hacer —concluyó intentando no pensar en lo que se avecinaba.

Briar observa minuciosamente cada rostro presente en la habitación, dejando que los
detalles de sus amigos brujos y hadas la envuelvan. Lennon, con sus ojos verdes tan
característicos como su cabello, emanando una ligera fragancia a limón, sus botas
desgastadas que siempre han sido un soporte emocional para ella. Kadir, una princesa de
hielo con una cicatriz rosa que endurece su hermoso rostro, uñas azul metalizado y esa
sonrisa traviesa en la comisura de sus labios. Aspen, de rostro aniñado pero una actitud
arrolladora, siempre ataviada en rojo, reflejando su pelo del mismo color y su amor eterno
por Taylor Swift. Por último, Demiar, con el aroma fresco de la lluvia y los cautivadores ojos
celestes que hacen que Briar tiemble desde hace tiempo.
Intenta convencerse de que no está memorizando sus características por un mal
presentimiento o miedo irracional.
Los pensamientos son interrumpidos por la voz de Lennon.

—Creo que conozco a alguien que podría ayudarnos, no somos grandes amigas pero…
Podría ayudar, teniendo en cuenta la situación.

—Bueno, eso quiere decir que básicamente nos auto asignamos al caso, 2 buscadoras, la
heredera que abdicara, un hada de pocas palabras y campanita…

Aspen pasa la mirada por cada uno de ellos. Las luces que cuelgan del techo iluminan el
espacio con una luz tenue pero cálida, el viento golpea con fuerza la ventana haciendo que
los cristales que se encuentran colgados en la entrada hagan bastante ruido.

—Estoy comenzando a pensar que Elsa es definitivamente un mejor sobrenombre.


—Y yo estoy comenzando a pensar que me asusta un montón meter las narices en este
caso, pero llevo tanto tiempo teniendo miedo y escondiendome de los monstruos que están
bajo mi cama que es momento de involucrarme y no quiero a nadie más que a ustedes a mi
lado, así que esta en ustedes la decisión—El miedo se refleja en las palabras de Briar, pero
también la necesidad de dejar atrás el escondite y finalmente involucrarse—¿Vendrán?
—Con nosotros o sin nosotros lo haras, asi que hagamos que ardan en el infierno…
—Aspen sonríe de lado y sin esperar a que nadie responda agrega—Juntas.

Con un gesto firme, Briar asiente, sintiendo la fuerza y el apoyo inquebrantable de su


aquelarre. Observa a cada uno de ellos con gratitud y admira la valentía de aquellos que
nunca se apartaron de ella, a pesar de ser conscientes del peligro que implicaba forjar una
amistad con la única heredera al trono, la mujer más poderosa que ha existido en los
últimos 1000 años. En ese momento, la camaradería y el vínculo que comparten se vuelven
más fuertes que nunca, infundiendo en Briar la confianza que lleva meses sepultada.

Capítulo 2
Briar se miró en el espejo, y el reflejo que le devolvió era desolador. Su rostro estaba
demacrado, mostrando los estragos de la pesadilla que la había atormentado durante la
noche. Tenía arañazos en los brazos y el pelo negro, que solía lucir brillante y sedoso,
ahora parecía opaco y desaliñado. Sus ojos grises, que siempre irradiaban vitalidad, ahora
solo reflejaban una profunda inquietud.

La piel que solía estar besada por el sol ahora se veía pálida, como si la vida se hubiera
desvanecido de ella. Briar se preguntaba una y otra vez si esos sueños eran simplemente
producto de su imaginación o si se trataba de premoniciones. El misterio y la incertidumbre
la consumían, dejándola con una sensación de vulnerabilidad que no podía sacudirse.

El conjunto que llevaba se le hacía extraño, más formal y elegante de lo que llevaba
normalmente hasta hace un año cuando su puesto como Protectora se vio afectado por un
puesto más importante, el de heredera, sus poderes se manifestaron de manera abrupta un
día cualquiera llevándose así la posibilidad de poder tener una vida tranquila sin elecciones
trascendentes.
Hoy vestía una blusa de seda en tono azul oscuro, que resaltaba el color gris de sus ojos, y
una falda negra hasta la rodilla que le daba un aire de seriedad y autoridad y un tapado
beige largo para protegerla del viento frío que venía con el otoño
Complementó ese atuendo con un collar de plata que su madre le había regalado años
atrás, un objeto que siempre le brindaba un sentido de conexión con su pasado y su linaje.

A pesar de su aspecto deslumbrante, Briar aún podía sentir la tensión y la inquietud que la
embargaban. Enfrentar a la reina y adentrarse en los secretos oscuros era un paso
necesario para descubrir la verdad detrás de lo que amenazaba con acabar con ellas, esos
asesinatos que se apropiaban de la tranquilidad de su pueblo.

Tomó una profunda inspiración y se dirigió hacia la puerta, con la esperanza de encontrar
respuestas y la fuerza para enfrentar lo que viniera.

Briar da un paso cauteloso dentro de los pasillos húmedos de la morgue, sintiendo cómo la
presencia imponente de la reina la sigue de cerca. La monarca era idéntica a ella, los
pómulos marcados, ojos grises, piel dorada y pelo negro espeso del mismo color que su
atuendo deldía, su figura majestuosa destaca incluso en este lúgubre lugar. Cada paso de
sus tacones resonando en el silencio, como si marcaran el compás de un destino inevitable.

El penetrante olor a desinfectante y muerte inunda sus sentidos, amenazando con ahogarla.
Un suspiro se escapa de sus labios, mientras se obliga a mantener la calma, aunque siente
cómo la inquietud se apodera de su ser. La morgue es un recordatorio sombrío de la
oscuridad que rodea su búsqueda de respuestas, y la presencia de su abuela solo agrega
tensión al momento.

A medida que avanza entre las mesas de aluminio las sombras se alargan y la sensación de
opresión crece. Cada rincón parece ocultar secretos oscuros y temores profundos. Sin
embargo, Briar se obliga a seguir adelante ya que en está inhóspita morada de los muertos,
se podrían encontrar pistas cruciales para resolver el misterio de las desapariciones.

La reina permanece en silencio, pero su presencia es como una sombra amenazante,


recordándole la responsabilidad que recae sobre sus hombros. Briar sabe que no puede
permitirse flaquear, que debe enfrentar los horrores y tomar decisiones difíciles si desea
desentrañar la oscuridad que se cierne sobre su mundo.

En medio de la frialdad de la morgue y los susurros de secretos sepultados, Briar se aferra


a su último ápice de valentía y esperanza.
—Todavía no entiendo a qué se debe tu insistencia en el caso—Los ojos oscuros de la
Reina se fijan en ella, haciéndola sentir como una niña nuevamente—No te deberías estar
involucrando en esto, deberías estar más interesada en los problemas del reino, en forjar
alianzas, no en añadir más estrés a mi día a día Briar.
—Disculpe si difiero mi Señora, pero necesito involucrarme en esto, ya que aquí residen los
verdaderos problemas del reino.
—Deja que las buscadora o los guardianes lo hagan Briar, está no es tu lucha—Sus
palabras suenan frías y hacen que la mujer suele como una arpía, pero el cansancio y la
frustración que muestra su rostro sorprende a la bruja—No puedo perder a otra heredera.

—Perdón por interrumpir, pero... —el trabajador toma un respiro antes de continuar—. El
laboratorio demoró un poco más de lo previsto en tener una respuesta. Los análisis están
listos ahora.

Briar y la reina desvían su atención hacia el trabajador que viste una bata blanca y unos
lentes enormes que esconden gran parte de su rostro, la preocupación es clara mientras
interrumpe su charla tensa. La información que esperan puede ser crucial para la
investigación que están llevando a cabo, y el tiempo se vuelve aún más preciado en ese
ambiente sombrío.

—¿Y bien? —inquirió la reina con voz firme, pero también impaciente.

El hombre de rostro amable asiente, intentando mantener la calma bajo la mirada


imponente de la reina.

—Han detectado cantidades abundantes de estramonio en el cuerpo —informa con


cautela—Pero necesitan más tiempo para determinar el origen. Es preocupante, ya que el
estramonio se utilizaba antiguamente para neutralizar y luego asesinar a las brujas de
manera lenta y dolorosa. Para alguien sin magia, este es simplemente un alucinógeno, pero
el efecto es similar al ácido al estar en contacto con la magia.

El trabajador se ajusta sus lentes y se adentra bajo las luces extremadamente brillantes,
señalando hacia una mesa donde yace un cuerpo cubierto por una sábana. La mujer que
Briar y la reina se acercan para ver está prácticamente consumida por el estramonio, como
si esta planta hubiese absorbido toda su vitalidad, dejando solo un cascarón sin vida, su
cabello alguna vez debió ser rubio, ahora solo luce blanco y quebradizo, la piel traslúcida
luce como un mapa, cargado de moretones y lo peor definitivamente son los brazos, llenos
de piquetes donde probablemente debieron inyectar el Estramonio.

Briar siente una punzada en el pecho al ver la terrible escena frente a ella. Es difícil
imaginar el sufrimiento que esa pobre alma debió experimentar antes de morir a manos de
esos seres.

—Es devastador —musita Briar con voz entrecortada.

La reina Astra frunce el ceño, con una mezcla de tristeza y enojo en sus ojos.

—Este no es un asesinato común. Alguien está usando una de nuestras debilidades en


contra nuestra, nos roban a las nuestras de sus hogares—afirma la reina con
determinación—Nos roban algo que nadie podrá devolver, nadie más que nosotras Briar.

—¿Qué?—el susurro es apenas audible.


—La paz, nos roban la paz—Sus ojos se fijan en los de Briar, y cuando vuelve a hablar, su
voz se encuentra cargada de determinación—Necesitamos averiguar quién está detrás de
esto y detenerlo antes de que más brujas se conviertan en víctimas.

Briar asiente con determinación y mira a la reina Astra con firmeza.

—Mi señora, entiendo sus preocupaciones, pero creo que es importante que siga
trabajando como Protectora junto a mi aquelarre. Nuestra unión y colaboración son
fundamentales para enfrentar esta amenaza —expresa Briar, intentando persuadir a la
reina.

La reina Astra frunce el ceño y niega con la cabeza.

—No puedo permitir que te expongas de esa manera, Briar. Eres mi heredera, y tu
seguridad es mi máxima prioridad —responde la reina, con voz firme—. Los guardianes
pueden encargarse de esta investigación, no necesitamos poner en riesgo tu vida.

Briar suspira, comprendiendo la preocupación de su abuela, pero no puede evitar sentirse


frustrada. Sabe que es capaz de enfrentar esta amenaza y que su experiencia como
Protectora podría ser valiosa en la investigación.

—Mi señora, entiendo su preocupación, pero también tengo la responsabilidad de proteger


a mi aquelarre y a mi pueblo. Creo que puedo aportar mucho a esta investigación y ayudar
a resolver estos crímenes —insiste Briar.

La reina Astra la mira con una mezcla de orgullo y preocupación en sus ojos.

—Eres valiente y decidida, al igual que tu madre. Pero también eres la única heredera que
tengo, y no puedo arriesgar perderte —dice la reina, con voz suave pero firme.

Briar baja la mirada, comprendiendo la importancia de su rol como heredera, pero también
sintiendo la necesidad de proteger a su pueblo. En ese momento, la reina Astra suaviza su
expresión y coloca una mano cariñosa en el hombro de Briar.

—Muy bien, aceptaré tu decisión, pero bajo una condición —anuncia la reina—. Te ofreceré
protección y te proporcionaré brujas adicionales para que te acompañen y te ayuden en la
investigación. No quiero que enfrentes esta amenaza sola sin importar que tan poderosa
seas, o cuantos tipos de magia hayas manifestado hasta el momento.

Briar levanta la mirada, sorprendida por la oferta de la reina. Aunque no es exactamente lo


que esperaba, sabe que es lo mejor que puede conseguir en ese momento.

—Gracias, mi señora. Acepto su condición y agradezco la protección —responde Briar,


inclinando la cabeza en señal de respeto.

La reina mujer asiente, satisfecha con la decisión de Briar.


—Muy bien, entonces así será. Espero que trabajes en estrecha colaboración con los
guardianes y que tomes todas las precauciones necesarias —indica mirandola a los ojos—.
La seguridad de mi heredera es lo más importante.

Briar asiente en silencio, sintiéndose aliviada por haber logrado un acuerdo. Aunque no está
completamente satisfecha con la decisión, sabe que es lo mejor para todos.

Junto a la reina Astra, Briar camina por los pasillos húmedos y sombríos de la morgue. Las
luces tenues y los susurros de secretos sepultados le hacen sentir una inquietante
sensación de opresión. Sin embargo, la presencia imponente de la reina a su lado la
reconforta y le brinda cierta tranquilidad.

A medida que avanzan, Briar nota cómo la reina Astra mantiene una expresión enigmática,
como si estuviera sumida en profundos pensamientos. Sus ojos oscuros escudriñan cada
rincón, como si estuviera buscando pistas ocultas en la penumbra.

El aroma a desinfectante y muerte se mezcla con la energía mágica que flota en el aire,
creando una atmósfera tensa y sobrecogedora. Briar siente cómo los escalofríos recorren
su espalda, pero se obliga a mantener la compostura y concentrarse en el objetivo de la
visita.

La reina Astra se detiene y se gira hacia Briar, sosteniendo su mirada con firmeza.

—Recuerda, Briar, tu seguridad es lo más importante. No tomes riesgos innecesarios y


trabaja en equipo con los guardianes —le advierte la reina—. Confío en ti, pero también
confío en que tomarás decisiones sensatas.

La bruja se detiene en seco antes de salir completamente de la morgue y se gira hacia la


reina. Su mirada está cargada de preocupación y confusión, y la inquietud la consume.

—Mi señora, antes de irme, necesito saber por qué el Consejo no está publicando nada
sobre lo que está sucediendo. ¿Por qué mantienen oculto este problema? —pregunta Briar
con franqueza.

La Monarca suspira, su expresión revela una mezcla de pesar y determinación.

—El Consejo tiene sus razones, Briar. A veces, la política y los intereses en juego pueden
complicar las decisiones que se toman —responde, eligiendo cuidadosamente sus
palabras—. No quieren causar pánico entre las brujas, y prefieren investigar en silencio para
evitar que el enemigo se dé cuenta de que estamos sobre su rastro.

—Entiendo, pero ¿no sería más prudente advertir a las brujas y prepararlas para que tomen
precauciones? —insiste.

Ella le sonríe con cariño, dejando entre ver a Astra, la abuela que se hizo cargo de la
pequeña huérfana, esa mujer severa pero llena de amor, la bruja que tuvo que lidiar con la
pérdida de su heredera, con el trono, la presión del pueblo cuando su propia hija
desapareció del castillo y encima crió a la niña.
—Tienes un corazón noble y una mente perspicaz, Briar. Pero a veces, la política y la
estrategia nos obligan a tomar decisiones difíciles —explica—. Confía en mí, estamos
haciendo todo lo posible para proteger a nuestro pueblo y resolver esta amenaza.

Aunque no esté completamente satisfecha con la respuesta, asiente nuevamente antes de


alejarse.

—Gracias por su honestidad, mi señora —dice Briar con sinceridad.

La reina Astra le da una suave palmada en el hombro, transmitiéndole su apoyo y aliento.

Briar se despide de la reina con una reverencia y se encamina hacia la salida de la morgue.
La bruja respira y trata de despejarse, mentalizandose para enfrentar las sombras que
acechan su mundo mágico.

La bruja teclea con rapidez en su teléfono, un mensaje para su grupo de amigas, pero no
puede evitar pensar con ironía en lo ordinario que resulta comunicarse de esta manera.

Briar: Reunión en mi departamento (¡ahora sí están invitadas!) Tengo algo que podría ser
útil. Podríamos encontrarnos sobre las 8.
Kadir: Mi hermanito también consiguió algo (no me pregunten qué, no me lo dijo). Podría
estar por ahí al salir.
Lennon: perfectooo.

Después de despedirse de su abuela, se encamina a su departamento con paso decidido.


El aire fresco del otoño la envuelve mientras camina por las animadas calles de la ciudad
mágica. Las hojas secas crujen bajo sus pies, creando una alfombra de colores cálidos a
medida que avanza. Las farolas en las calles se encienden, bañando el camino con una luz
suave y reconfortante.

A medida que se sume en sus pensamientos, Briar pasa frente a encantadoras casas y
edificios, cada uno con su propio encanto mágico. Algunas casas tienen fachadas
adornadas con enredaderas y flores mágicas que brillan en la oscuridad. En los balcones,
pequeños dragones de cerámica soplan suavemente fuego mágico, llenando el aire con un
aroma dulce y cálido.

Los edificios más grandes exhiben hermosos murales que representan escenas de la
historia mágica de la ciudad de Avalora. Las brujas y los seres mágicos retratados en los
murales parecen cobrar vida, como si estuvieran vigilando la ciudad desde tiempos
inmemoriales, La ciudad mágica de Avalora se encuentra en una región oculta y protegida
por poderosos encantamientos, alejada del mundo humano. Su ubicación exacta es un
secreto bien guardado, por las brujas y criaturas mágicas que la habitan. Solo aquellos con
el conocimiento adecuado y la magia necesaria pueden llegar a Avalora.

Los comercios mágicos adornan el camino con sus escaparates y su vibra mágica, tiendas
de pociones con frascos de colores brillantes, una librería mágica con libros flotantes que
parecen danzar en el aire, y una tienda de artículos místicos donde se venden cristales,
amuletos y herramientas para la magia.

De pequeña la ciudad siempre fue como un refugio, la esencia del mercado Estelar de
Avalora, siempre fue un lugar mágico y encantador que refleja la esencia misma del mundo
de las brujas y seres mágicos que lo habitan. Ubicado en el corazón de la ciudad mágica de
Avalora, es un punto de encuentro para brujas, hadas, hechiceros y criaturas mágicas de
todas las razas. Su diseño arquitectónico y colorido inspirado en la magia de las brujas y
sus distintos tipos, con calles empedradas adornadas con enredaderas luminosas que
parecen moverse con vida propia.

Desde muy pequeña, Briar se sentía fascinada por el Mercado Estelar. Cada vez que
visitaba este lugar, era como si entrara en un cuento de hadas hecho realidad. Las risas y
charlas amistosas llenaban el aire, y los aromas de las comidas mágicas y pociones se
mezclaban en una sinfonía embriagadora.

Mientras Briar caminaba por las bulliciosas calles del Mercado Estelar, no pudo evitar sentir
una sensación de asombro y maravilla. El mercado estaba lleno de magia y encantamiento,
y cada tienda y puesto ofrecía una visión del mundo místico al que ella llamaba hogar.

Para ella, el Mercado Estelar era más que un simple mercado. Era un santuario, un lugar
donde podía encontrar consuelo y esperanza en medio del caos del mundo exterior. Aquí,
las preocupaciones y cargas de sus deberes como protectora y futura heredera parecían
desvanecerse, reemplazadas por un sentido de propósito y pertenencia.

El encantador aroma de pociones mágicas y hierbas aromáticas llenaba el aire, abrazándola


con una sensación de comodidad y familiaridad. Las tiendas y puestos mostraban una
fascinante variedad de artefactos, cada uno con un pedazo de historia y misterio.

A pesar de la magia y la alegría que impregnaban el mercado, Briar no podía evitar cargar
con el peso de la oscuridad que albergaba en su corazón. Las misteriosas desapariciones y
la amenaza que representaban para su gente pesaban mucho en su mente. Sin embargo,
dentro de las paredes del Mercado Estelar, encontraba respiro.

Por un breve momento, se permitió estar completamente presente en la magia que la


rodeaba. Las risas de los niños, el murmullo de las conversaciones y el aroma de las
delicias encantadas crearon una atmósfera de armonía y unidad. El amor y la conexión que
sentía con su gente reafirmaban su compromiso de protegerlos y servirles.

Conforme el sol comenzaba a ponerse, bañando el mercado con un cálido resplandor


dorado, Briar sintió una renovada determinación. El Mercado Estelar tenía una manera de
enraizarla, recordándole su propósito y fuerza. Mientras se preparaba para reunirse con sus
amigas para la reunión, no pudo evitar sentir gratitud por aquel refugio mágico que la había
mostrado a lo largo de su vida la fuerza de su pueblo, la valentía de estar mujeres para
levantarse luego de cada una de las cazas de brujas que las habían llevado hasta
prácticamente la extinción.
Ella sabía que la oscuridad podía acechar, pero en su interior, la luz del amor de su gente y
la magia del mercado seguirían brillando intensamente, guiándola en su camino como
protectora y futura heredera.

Briar se quedó paralizada por un instante mientras la visión la envolvía por completo. El
bullicio del Mercado Estelar se desvaneció y su mente quedó inmersa en la visión como si
se encontrara en otro plano de existencia. El lago se extendía ante ella, tranquilo y
misterioso, reflejando la luz de la luna que se alzaba en el cielo estrellado.

En el centro del lago flotaba el cuerpo de una mujer, con el cabello oscuro esparcido a su
alrededor como un halo sombrío. El corazón de Briar se aceleró al reconocer a su madre,
una figura que había permanecido ausente durante gran parte de su vida. La visión de su
madre la llamaba con una voz llena de dolor y súplica, pidiendo que la rescatara.

El nudo en la garganta de Briar se apretó mientras observaba la escena en la visión. No


sabía qué significaba esta visión o si era una premonición de algo que estaba por venir.
Pero lo que estaba claro era que algo le sucedía a su madre en esa visión, y necesitaba
respuestas.

—Mamá… —susurró Briar, sintiendo las lágrimas amenazando con escaparse de sus ojos.

En ese momento, una corriente de magia la envolvió, como si el propio mercado


reaccionara a su angustia. La visión se desvaneció lentamente, dejándola de vuelta en el
bullicioso Mercado Estelar. El contraste entre la tranquilidad del lago en la visión y el ajetreo
de la realidad la hizo sentir desorientada.

Briar trató de procesar lo que acababa de experimentar mientras se esforzaba por retomar
la compostura. Su corazón latía con fuerza, y la necesidad de encontrar respuestas la
impulsaba a actuar. Si su madre estaba en peligro, debía hacer todo lo posible para
ayudarla.

Con el corazón aún inquieto, Briar apretó el paso, decidida a reunirse con sus amigas en su
departamento.

Capítulo 3
Briar estaba sentada en su acogedor departamento, esperando la llegada de Demiar. Kadir,
se encontraba en una esquina del salón, disfrutando de la frescura del ambiente gracias a
su afinidad con el hielo. Vestía una blusa con detalles helados que le daban un toque
encantador y unos pantalones negros.. Lennon, se encontraba mirándola de soslayo
sentada en un cojín cerca de la ventana, disfrutando la vista al jardín, Llevaba una blusa y
una falda que le daba un aire bohemio y relajado.
Aspen, estaba explorando la colección de libros mágicos que Briar tenía en una estantería
cercana. Vestía una chaqueta de cuero que reflejaba su personalidad rebelde y unos
pantalones cómodos para moverse con libertad.
Mientras esperaban, Briar comenzó a resumir lo que había charlado con la reina, en la
morgue.
—Ella está preocupada por los asesinatos y no quiere que nos encarguemos de la
investigación—dijo Briar—Mejor dicho no quiere que yo me encargue de la investigación,
pero también le deje en claro que no podía oponerse a eso, así que la investigación es
nuestra.

—¿Solo por la bondad de su corazón?—Kadir encarnó una ceja.

—Probablemente fui muy insistente.

—Molesta como de costumbre—Briar reprimió una carcajada—si funciona no tengo quejas.

—Pero…

—LO SABÍA ESA BRUJA NO HACE NADA POR LA BONDAD DE SU CORAZÓN


BRIAR—Kadir levanta la voz exasperandose—Perdón decirle bruja a tu abuela Briar y
también por usar la palabra como insulto.

Briar se rió ante la reacción de Kadir.

—Lo único que solicitó la Reina es que aceptemos a miembros de la guardia y a brujas que
nos apoyen, tiene miedo de que algo suceda.

—¿Más brujas y gente de la guardia? Eso podría complicar las cosas—comentó el hada
con preocupación.

Aspen asintió.

—Tiene razón, Kadir. Cuantas más personas estén involucradas, más difícil será mantener
la discreción.

Lennon, por otro lado, parecía emocionada con la idea.


—Pero también significa que tendremos más recursos y habilidades para resolver este
misterio—señaló.—Podemos trabajar juntas, combinar nuestros talentos y encontrar una
solución más rápido.

—¿En algún momento te cansas de ser tan….

En ese momento, Demiar entró en el departamento, su expresión seria y rígida como


siempre, su belleza siempre dejaba a Briar sin aliento.

—Lo siento por la demora—dijo Demiar mientras se despojaba de su abrigo—La guardia en


estos días es una locura.

Briar asintió comprensivamente.


Demiar se sentó junto a Briar y la bruja procedió a contarle sobre las condiciones que la
reina Astra había establecido para la investigación.

—Eso podría ponerlos en peligro. —Demiar frunció el ceño.—Cuantas más personas sepan
lo que estamos investigando, mayores son las posibilidades de que alguien nos descubra o
traicione.

—Estoy de acuerdo con Demiar. Necesitamos ser discretos y cuidadosos en nuestras


acciones.

Briar continuó relatando a sus amigos el descubrimiento en la morgue, describiendo el


estado desolador del cadáver y la presencia abundante de Estramonio en el cuerpo.

—Fue terrible ver el estado en el que encontraron el cuerpo —dijo con voz apagada—Es
inquietante pensar que alguien esté usando esta sustancia para hacer daño a nuestra
gente.

Kadir frunció el ceño, claramente preocupada.

—Es una forma cruel y dolorosa de atacar a las brujas —comentó—. Y el hecho de que
estén aumentando las desapariciones solo empeora las cosas.

Aspen se mordió el labio, pensativa.

—El Estramonio es una planta muy peligrosa —dijo—. Pero para nosotras nada más. ¿Así
que la persona a parte de encontrarse dentro de nuestro territorio, conoce de plantas letales
y formas creativas de asesinarnos?

Briar asintió, compartiendo sus inquietudes.

—Exacto, eso es lo que me preocupa. Parece que el culpable tiene conocimiento de magia
o al menos sabe cómo usar el Estramonio para afectar a las brujas de manera letal y para
empeorar la situación nos ataca desde adentro.

Lennon, que hasta ese momento había estado en silencio, levantó la mano con una
expresión intrigada.

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