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LICENCIATURA EN DERECHO

TRABAJO: INVESTIGACIÓN
TEMA: LA JURISPRUDENCIA
INTERAMERICANA EN DERECHOS HUMANOS
MATERIA: JURISPRUDENCIA
CATEDRÁTICO: DANIEL VILLAR PINTO
ALUMNA: NAZARET ESCOBEDO LEÓN
CUARTO CUATRIMESTRE
13 DE FEBRERO DEL 2018

INTRODUCCIÓN
En la presente investigación se hablara acerca de la jurisprudencia interamericana
un tema de suma importancia en lo que respecta en general a la materia de
jurisprudencia puesto que la información que a continuación se encuentra dará
otra perspectiva de dicho tema mencionado con anterioridad.
La Corte es un órgano jurisdiccional autónomo del Sistema Interamericano de
Protección de Derechos Humanos, de reconocida autoridad moral; su función
relevante es la interpretación y aplicación de la Convención; en palabras de
Ventura Robles “no hay órgano de protección más indicado en América para
proteger estos derechos que la Corte Interamericana, debido a que las sentencias
que ésta emite son obligatorias para los Estados”.
La Convención Americana de Derechos Humanos da cobertura a la competencia
de la Corte; las funciones más relevantes de ésta son la adopción de opiniones
consultivas y el examen de casos contenciosos. Como resultado del ejercicio de
esas funciones, la Corte emite sentencias que contienen la jurisprudencia.

En este trabajo, pretendo establecer que en ambos casos debemos hablar de


jurisprudencia, he aquí algunas razones de inicio: en atención a la naturaleza del
tribunal del que provienen, esto es, se trata de un organismo jurisdiccional de una
reconocida autoridad moral; en ambos casos estamos en presencia de sentencias
que resuelven un procedimiento; y, las sentencia que emite la Corte interpretan
tratados internacionales de derechos humanos.
 Sentencias de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos
La Corte es un órgano jurisdiccional autónomo del Sistema Interamericano de
Protección de Derechos Humanos, de reconocida autoridad moral; su función
relevante es la interpretación y aplicación de la Convención; en palabras de
Ventura Robles “no hay órgano de protección más indicado en América para
proteger estos derechos (civiles y políticos) que la Corte Interamericana, debido a
que las sentencias que ésta emite son obligatorias para los Estados”.
La función consultiva se despliega cuando responde (da opiniones) a consultas
que le formulen los órganos legitimados para solicitarla. El objeto de la consulta es
la interpretación de la Convención, de otros tratados concernientes a la protección
de los derechos humanos en los Estados americanos; o formula opiniones a
solicitud de un Estado miembro de la OEA acerca de la compatibilidad de sus
leyes internas y los mencionados instrumentos internacionales. Las opiniones
consultivas son determinantes para la interpretación de la Convención; incluso, se
ha llegado a afirmar que no se puede realizar una interpretación correcta de la
Convención sin las opiniones consultivas de la Corte.
Por otra parte, la función contenciosa señala García Ramírez determina la
naturaleza de la Corte como un verdadero tribunal jurisdiccional, ya que actúa
como un órgano jurisdiccional. La función contenciosa de la Corte es facultativa,
pues se requiere del consentimiento expreso del Estado para que el citado tribunal
tenga competencia para conocer de un caso contencioso; dicho de otra manera, la
función contenciosa de la Corte sólo puede ejercerse cuando el Estado ha
aceptado expresamente esa jurisdicción. Los órganos legitimados para acudir ante
la Corte en un caso contencioso son los Estados y la Comisión. Para que la Corte
pueda conocer del caso, es necesario agotar los procedimientos previstos en los
artículos 48 a 50 de la Convención. En las sentencias que emite la Corte en casos
contenciosos que declaran la responsabilidad internacional del Estado, porque
resuelve que hubo violación de un derecho o libertad protegidos en la Convención,
se dispondrá que se garantice al lesionado en el goce de su derecho o libertad
conculcados; y, en caso de que sea procedente, dispondrá la reparación de las
consecuencias del acto u omisión violatorio de derechos humanos, y el pago de
una justa indemnización a la parte lesionada.
 Obligatoriedad de la Jurisprudencia de la Corte Interamericana
de Derechos Humanos
Existen determinaciones de la Corte, como son los acuerdos de trámite, de
medidas provisionales, de reparaciones, aclaratorias, etcétera; pero en el caso me
ocuparé de la obligatoriedad de las sentencias dictadas en las opiniones
consultivas, y casos contenciosos. Ello porque éstas son las que han generado
dos polémicas interesantes: una relacionada con los efectos vinculantes o el
carácter obligatorio de las mismas (con dos matices: vinculantes para las partes
que intervienen en el respectivo proceso, y vinculantes para las partes que no
intervienen en el mismo); y la relacionada con la ejecución de las mismas. En
cuanto a la segunda (ejecución de las sentencias de la Corte), ha encontrado en la
práctica diversos obstáculos, ya que no obstante que las sentencias dictadas por
la Corte son vinculantes para el Estado que fue declarado responsable de
violación de derechos humanos, no siempre existe buena voluntad del Estado que
ha sido declarado responsable. En el presente trabajo no me ocuparé de esta
problemática. Me centraré en el problema relativo a si las sentencias que
pronuncia la Corte en opiniones consultivas y casos contenciosos son vinculantes,
concretamente, para el Estado parte en el proceso o procedimiento en que se
dicta, y después, si son vinculantes para los Estados que no formaron parte del
mismo.
En cuanto a las sentencias que se dictan en las opiniones consultivas, Gómez-
Robledo Verduzco en relación con el tema señala que “…al igual que sucede en la
fase consultiva de la Corte Europea de Derechos Humanos (Protocolo 2 artículo 1
párrafo, o con la Corte Internacional de Justicia (artículo 96 de la Carta de la onu y
capítulo IV del Estatuto de la CIJ), las opiniones consultivas de la Corte
Interamericana carecen de fuerza jurídica obligatoria”. Manuel Rábago sostiene
que hay una repercusión legal importante de las opiniones consultivas, ya que son
un referente interpretativo de la Convención para los propios órganos
interamericanos en los casos contenciosos, como punto de referencia 16 Remito
al lector a mi diverso trabajo en el que me ocupo del tema, ver: Mondragón Reyes,
Salvador. La ejecución de las sentencias de la Corte Interamericana de Derechos
Humanos. México. Porrúa. 2007. 17 Cfr. Gómez-Robledo Verduzco, Alonso.
Derechos humanos en el Sistema Interamericano. México. Porrúa-unam. 2000.
p.45. 140 Revista del instituto de la judicatura federal · núm. 29 para reformas
legislativas internas para garantizar la armonización con los compromisos; no
tienen efecto vinculante, sino sólo crean una especie de control preventivo para
eventuales violaciones por parte de los órganos de los Estados en relación con los
convenios interpretados; y pueden ser utilizadas por los tribunales internos en su
labor interpretativa de la Convención y darles el valor de opiniones autorizadas.
Por su parte Gros Espiell señala que la jurisprudencia consultiva de la Corte es sin
duda muy importante y de necesario conocimiento para comprender la materia.
Encontramos argumentos de autoridad que no le reconocen expresamente
carácter obligatorio a las opiniones consultivas, ya que si bien le otorgan una gran
importancia, esa importancia no se traduce en obligatoriedad.
Por último me referiré a las sentencias que emite la Corte en los casos
contenciosos. La Corte ha establecido que su competencia se limita a la
responsabilidad internacional del Estado, y no tiene por objeto imponer penas a
las personas culpables de sus violaciones, sino amparar a las víctimas y disponer
la reparación de los daños que le hayan sido causados por los Estados
responsables de tales acciones. Los artículos 63 y 68 de la Convención
establecen reglas referidas a las sentencias que emite la Corte. De dichas reglas
se deduce la obligatoriedad o vinculación de las sentencias pronunciadas por la
Corte en los casos contenciosos; desde luego, no cabe duda del efecto vinculante
de dichas sentencias, en principio, porque esa es una característica formal de toda
sentencia pronunciada por un tribunal jurisdiccional, y la Corte como tal, no es la
excepción. Tal criterio fue adoptado por la Corte en su Opinión Consultiva OC-
1/82, párrafo 22: 36 Opinión que el autor ya había sostenido en un diverso trabajo.
Cfr. Mondragón Reyes, Salvador. Op. cit. p.34. 37 Ver Caso Velásquez Rodríguez
contra Honduras, párr. 134; Caso Suárez Rosero contra Ecuador, párr. 35-37. 38
“Artículo 63. 1. Cuando decida que hubo violación de un derecho o libertad
protegidos por esta Convención, la Corte dispondrá que se garantice al lesionado
en el goce de su derecho o libertad conculcados. Dispondrá asimismo, si ello fuera
procedente, que se reparen las consecuencias de la medida o situación que ha
configurado la vulneración de esos derechos y el pago de una justa indemnización
a la parte lesionada. 2. En casos de extrema gravedad y urgencia, y cuando se
haga necesario evitar daños irreparables a las personas, la Corte, en los asuntos
que esté conociendo, podrá tomar las medidas provisionales que considere
pertinentes. Si se tratare de asuntos que aún no estén sometidos a su
conocimiento, podrá actuar a solicitud de la Comisión”. “Artículo 68. 1. Los
Estados partes en la Convención se comprometen a cumplir la decisión de la
Corte en todo caso en que sean partes…2. La parte del fallo que disponga
indemnización compensatoria, se podrá ejecutar en el respectivo país por el
procedimiento interno vigente para la ejecución de sentencias contra el Estado”.
39 Cfr. Mondragón Reyes, Salvador. Op. cit. p.43. 146 revista del instituto de la
judicatura federal · núm. 29 …Otras limitaciones se derivan en la función general
que corresponde a la Corte dentro del sistema de la Convención, y muy
particularmente, de los fines de su competencia consultiva. La Corte es, ante todo
y principalmente, una institución judicial autónoma que tiene competencia para
decidir cualquier caso contencioso relativo a la interpretación y aplicación de la
Convención, y para disponer que se garantice a la víctima de la violación de un
derecho o libertad protegidos por ésta, el goce o libertad conculcados (artículos 62
y 63 de la Convención y artículo 1 del Estatuto de la Corte). En virtud del carácter
obligatorio que tienen sus decisiones en materia contenciosa (artículo 68), La
Corte representa, además, el órgano con mayor poder conminatorio para
garantizar la efectiva aplicación de la Convención… En efecto, en los procesos
contenciosos, la Corte como tribunal regional dicta sentencias que son
vinculantes. Ahora, esa vinculación puede analizarse por lo menos en dos niveles:
vinculantes para el Estado que participó en el proceso internacional de derechos
humanos del que derivó la sentencia condenatoria; y vinculantes para los Estados
que han aceptado la competencia contenciosa de la Corte, pero que no fueron
partes contendientes en el respectivo proceso, Pues como lo señala Saavedra
Alessandri, de acuerdo con las obligaciones convencionales asumidas por los
Estados, ninguna disposición o instituto de derecho interno podría oponerse al
cumplimiento de las decisiones de la Corte en cuanto a la investigación y sanción
de los responsables de las violaciones de los derechos humanos. La Convención,
señala Ayala Corrao, consagra el carácter obligatorio de las sentencias de la
Corte, al establecer expresamente el compromiso de los Estados partes de la
Convención de cumplir la decisión de la Corte en todo caso en que sean partes.41
40 Cfr. Saavedra Alessandri, Pablo. La respuesta de la Jurisprudencia de la Corte
Interamericana a las diversas formas de impunidad y sus consecuencias. En
García Ramírez, Sergio (coordinador). “Derecho Penal”. Memoria del Congreso
Internacional de Culturas y Sistemas Jurídicos Comparados, México. Instituto de
Investigaciones Jurídicas 2005. p. 462. 41 Cfr. Ayala Corrao, Carlos M. “Las
modalidades de las sentencias de la Corte Interamericana y su Ejecución”. En
Eduardo Ferrer Mac-Gregor y Arturo Zaldívar Lelo de Larrea (coordinadores). La
Ciencia del Derecho Procesal Constitucional. Tomo IX. México. Universidad
Nacional Autónoma de México. 2008. p.294. salvador mondragón reyes 147 No
ocurre lo mismo con el segundo caso, es decir, determinar –sin más– la
obligatoriedad de la jurisprudencia emanada de las sentencias de la Corte
respecto de los países que no fungieron como parte en un proceso, pero que han
aceptado la competencia contenciosa de la Corte. Algunos países, como
Argentina, han decidido interpretar o reinterpretar sus leyes a la luz de la
jurisprudencia de la Corte. Las sentencias interamericanas, dice Ayala Corao,
tienen un efecto general o erga omnes, para todos los Estados partes de la
Convención, a la Comisión Interamericana y para las víctimas. El citado autor
también trae como ejemplo a Argentina y Perú que decidieron incorporar a sus
sentencias los estándares de la jurisprudencia internacional. La Corte ha estimado
que la jurisprudencia, aun cuando sirve de orientación para establecer principios
en esta materia, no puede invocarse como criterio unívoco a seguir, sino que debe
analizarse cada caso particular. Esa consideración de la Corte contiene una
importante carga de vaguedad, ya que pueden deducirse varias conclusiones.
Pero desde mi punto de vista, bien pudiera sostenerse un principio de
obligatoriedad de las sentencias de la Corte, que desde luego atiende a la
prudente aplicación en cada caso particular, como sucede con la jurisprudencia
que emiten los órganos jurisdiccionales nacionales competentes para emitirla, en
cuanto a que debe analizarse cada caso particular para determinar si es posible la
aplicación de una determinada jurisprudencia.

En la presente opinión consultiva, la Corte realizó una interpretación de los


artículos 25. (Protección judicial) y 7 (Derecho a la libertad personal) de la
Convención Americana con respecto a la posibilidad de suspender el hábeas
corpus en los estados de excepción, frente a lo dispuesto en el artículo 27.
(Suspensión de garantías) de la misma Convención. Para el estudio que nos
ocupa, el tema cobra relevancia puesto que el hábeas corpus es el procedimiento
judicial a través del cual se tutela de manera directa la libertad personal o física
contra detenciones arbitrarias, por medio del mandato judicial dirigido a las
autoridades correspondientes a fin de que se lleve al detenido a la presencia del
juez para que éste pueda examinar la legalidad de la privación, y en su caso,
decretar su libertad. En virtud de lo anterior analizamos la opinión de la Corte en
relación con la suspensión de dos derechos civiles, tales como la protección
judicial y la libertad personal en casos de emergencia en un Estado americano.
Importancia de la jurisprudencia y opiniones consultivas de la Corte para el
desarrollo de los derechos civiles y políticos De acuerdo con la Convención, la
Corte ejerce las funciones contenciosa y consultiva. La primera se refiere a la
resolución de casos en que se ha alegado que uno de los Estados Partes ha
violado la Convención y la segunda a la facultad que tienen los Estados Miembros
de la Organización de consultar a la Corte acerca de la interpretación de la
Convención o “de otros tratados concernientes a la protección de los derechos
humanos en los Estados Americanos”. También podrán consultarla, en lo que les
compete, los órganos de la OEA señalados en su Carta.
CONCLUSIÓN
En consecuencia, la Corte ordena que, sin perjuicio de los programas de
capacitación para funcionarios públicos en materia de derechos humanos que ya
existen en México, el Estado deberá implementar, en un plazo razonable y con la
respectiva disposición presupuestaria; Programas o cursos permanentes relativos
al análisis de la jurisprudencia del Sistema Interamericano de Protección de los
Derechos Humanos en relación con los límites de la jurisdicción, así como los
derechos a las garantías judiciales y la protección judicial, como una forma de
prevenir qué casos de violación a los derechos humanos sean investigados y
juzgados por dicha jurisdicción.
De la exposición precedente cabe deducir algunas conclusiones que son
ilustrativas de la labor de la Corte Interamericana en materia de derechos políticos.
La ampliación de la jurisprudencia de la Corte en materia de derechos políticos y
su desarrollo conceptual por el Tribunal, es una posibilidad que está en manos de
la Comisión Interamericana y de los propios Estados Partes, a los que únicamente
faculta el artículo 61. De la Convención, a someter casos a la Corte.

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