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MARIO AGUILERA PEÑA

Insurgencia urbana
en Bogotá

Motín, conspiración y guerra civil


1893-1895

Instituto Colombiano de Cultura


2 4 JUN 199~

Prólogo

© Mario Aguilera Peña, I 997


© Colcultura, I 997

Todos los derechos reservados.


Prohibida su reproducción total o parcial
por cualquier medio sin permiso del editor.

Primera edición: junio de I 997


ISBN 958-612-278-6

Cubierta:
Hugo Ávila Leal

Ilustración de cubierta: petroglifo chibcha


recopilado por Miguel Triana en I 924

Edición y armada electrónica:


De Narváez & Jursich

Impresión y encuadernación:
Panamericana Formas e Impresos S.A.

Impreso y hecho en Colombia


Printed and made in Colombia
5
Prólogo
por González Sánchez Gómez

19
Introducción

27
Capítulo Uno
Diez años de Regeneración

1. l. La Regeneración y sus fuerz:tts opositoras, 3 2. ·


1.2. Los grandes ejes d~l conflicto político social, 51.
1.2. 1. Banco Nacional y papel moneda de cur:z:p for:z:pso, 52.
1.2.2. Exclusivismo político, derecho y represión, 58.
1 .2-3. Impuestos y monopolios, 64.

Notas, 65.

73
Capí'tulo Dos
La capital y sus habitantes

2.1.Los contrastes de la ciudad, 78.


2.2. Imágenes y factores del costo de vida, 80.

2.]. Los ricos, los artesanos y el resto del pueblo, 97.! ..


2.3. 1. Los artesanos en la Regener~ción, 1 OO. _
2.4- Frailes y policías, 1 1 3.
Notas, 124.
Insurgencia urbana en Bogotá : 473
472: Mario Aguilera Peña

393
135
Capítulo Cinco
Capítulo Tres
El epílogo: la guerra de 189 5
El motín de 189 3

5· 1. El liberalismo y la segunda conspiración, 3 97.


3. 1. El factor precipitante, 13 8.
5. 2. La frustrada marcha hacia la capital, 417.
3 .2. Los artesanos notables y la difusión del ultraje, 149.
5.2. 1. Los episodios militares, 429.
3 J. Las formas de la protesta, 15 6.
Notas, 436.
3 4· El motín en provincia, 164.
3 .;. ¿Quiénes componían la pueblada?, 166 ..
3.6. Facetas de la represión, 169.
3 .6. 1. Los decretos de Estado de Sitio, 172. 443
Anexos
3. 6. 2. Reacomodamiento policial, 19 2.
3. 6.3. La labor política de la policía, 19 5.
Anexo No. 1. La familia Román
3 ·7· Las interpretaciones de la prensa, 200.
en la administración pública ( 1 889), 44 5.
3. 8. Motivaciones e ideologías de la protesta, 22 5.
Anexo No. 2. Algunas subvenciones y privilegios
Notas, 280.
para las comunidades religiosas. 1 886-1 898, 44 7.

297
Capítulo Cuatro
451
Bibliografía
Las luchas clandestinas

4- 1. Tras las huellas de las conspiraciones, 3O 5.


4-2. Pacifismo y guerra de guerrillas, 3 09.
4-3. La conspiración de los héroes del trabajo, 3 15.
4-3. z. La conformación de la guerrilla, 349.
4-3 .2. Los planes de ataque, 3 61.
4-3 ·3. Ramificaciones en provincia, 3 70.
4-3 -4- Desmantelamiento y perdón, 37 5.
Notas, 3 81.
296: Ma-rioAguilem Peña

f[ 88r. y v., 93v. Chantecler, Nos. r-9, septiembre-octubre


. de r 9 rO. En el número cuatro se propone la creación del Capítulo Cuatro
Partido Socialista. Las luchas clandestinas
204
ElRavachol, Nos. r-2, junio 25-julio 2 de r9r0.
205
Justus E Wilttkop, op. cit., pp. 244, r88-I89.
206
Gerald Brenan, "El anarquismo en España", Los anar-
.quistas, op. cit., pp. 29-3 O. Ver asimismo Manuel Tuñón de
Lar a, El movimiento obrero en la historia de España, tomo II, S arpe,
Madrid, r 9 8 5, pp. 344 y 3 6 5.
207
El Ravachol, No. 4, julio r ?de r 9 ro, y No. r2, seB-
tiembre r 6 de r 9 ro.
208
lb id., N o. 2.
209
Ibid., No. r, junio 25 de r 9r0.
210
El Orden, No. 3 ro, septiembre 20 de r892.
211
Santiago Pérez, Manifestación, Biblioteca Luis-Ángel
Arango, Hemer~teca Luis López de l'v;t:esa, Papeles Varios
(P. V.), N o. 2 5. Miguel Antonio Caro, Mensaje del vicepresi-
dente de la república ... , Imprenta Zalamea, Bogotá, r 894, p. 6:
212
El Derecho, No. 63, mayo 6 de r896. .
213
Los Hechos, Bogotá, No. r 7, febrero r 7 de r 894.
214
Ibid., No, r 6, febrero r 6 de r 894.
Los DOS INTENTOS ARMADOS CONTRA EL GOBIERNO de Caro,
el de agosto de 1 8 9 3 y el de abril de 1 8 94, fueron revela-
dores del proceso crítico por el que atravesaba dicho go-
bierno como continuador de la obra política iniciada en
1886. Era natural que ambos movimientos buscaran apo-
yarse en la formidable demostración popular de enero de
1 8 9 3, ya fuera en términos de canalizar la inconformidad
del pueblo para traducirla en un fortalecimienno del libera-
lismo o en la forma como se manifiesta en la conspiración
artesanal de 18 94, en la que no sólo se recogieron las más
sentidas aspiracio_nes sociales del momento, sino que hubo
un uso de la experiencia de lucha de los artesanos y de la
adquirida durante el motín para elaborar un golpe de mano
dirigido por una organización popular que reclamaba· su
independencia de las jefaturas partidistas.
La explicación de ambas ·maquinaciones políticas tam-
bién remiten al proceso reciente de la oposición: del lado
del liberalismo habría que considerar el nuevo esfuerzo de
reorganización promovido con la creación del Centro Libe-
ral Nacional ( 1 8 9 1) y posteriormente con la Convención
Nacional ( 1 8 9 2), que habían renovado la esperanza de
acceder al poder por métodos pacíficos, es decir, utilizando
la agitación periodística y la participación planificada en las
urnas. Estas estrategias alcanzarán muy pobres resultados,
sobre todo la electoral, que no logró elegir sino un solo re-
presentante a la Cámara para el período 1892-1896. En la
actividad periodística se destacaba la gestión que venía ade-
lantando Santiago Pérez a través de El Relator, que pudo con-
vertirse en el principal vocero de oposición luego del motín
de 189 3, gracias a la investidura y a las habilidades discur-
sivas de su director; más frágiles fueron sus hermanos polí-
ticos, valga decir el Diario de Cundínamarca o El Espectador, que
3 o o :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá :3 o 1

apenas lograban subsistir en medio de la permanente perse-


cución de las leyes de prensa que se aplicaban en forma
exclusiva a los contradictores del gobierno.
La oposición pacifista trataba de desarrollarse con la
constitución y la articulación de redes partidistas a nivel re-
gional o local. La atomización liberal, apreciable en la últi-
ma guerra de 1 8 8 5 y en los años anteriores, se hizo má.s z ~
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ostensible con el peso de la derrota militar y la fuerz¡¡_ o 8 8
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reformista de los gobiernos regeneradores. Esa ordenación >--'~~ _o


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de la militancia, en la medida que fue posible desde 18 91, o
tendió a reproducir los viejos esquemas organizativos que
daban amplio predominio en los cuadros dirigentes a capas
intelectuales o de posición económica, así éstas se hallaran
destinadas a operar -como en el caso de la capital- sobre
sectores o barrios populares. Al respecto es ilustrativa la
tabla N o. 1 5, que contiene dos planos directivos de la or~'
ganización liberal ert Bogotá; el segundo debía activar la
militancia del barrio de las Nieves, que descollaba por su
composición artesanal. Un recurso que permitía el enlaza-
miento de las bases sociales con los organismos de dirección
era incluir en éstos a jefes populares prestigiosos, a figuras
del notablato artesanal o a sus hijos profesionales; en el se-
gundo nivel ubicamos, por ejemplo, al jefe de barrio Leoncio
Alba y a Elías Cárdenas, hijo del sástre Antonio Cárdenas ~

Vásquez. Cabe_agregar que para los pacifistas eran impera- ~ tj


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tivos la organización y el reconocimiento· de los cuadros
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al resultado del movimiento armado que debía estallar en ~


el mes de agosto de 189 3, iniciado, como el precedente bé-
lico de 1885, por un "puñado de rebeldes" bajo el mando
3 02 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 o3

de Ricardo Gaitán Obeso, un desconocido jefe local en el gobierno. De ahí su manifestación de fuerza en la Conven-
Tolirna que audazmente llevó al país a la guerra civil, sin que ción de 1892, sin que pudiera constituirse en la opción
hubiera sido un general prominente ni antes ni después de predominante tanto por la habilidad de la otra facción que
la misma 1 • logra elegir corno director de la colectividad a Santiago
El pacifismo li~eral parecía dar pasos seguros hacia su Pérez corno por el peso de los factores adversos al uso de
consolidación, precisamente en los meses anteriores a la an- las armas, es decir, el desacuerdo entre los jefes, el aislamien-
danada represiva del mes de agosto de 1 8 9 3. Tal irnag~h la to regional, la penuria de recursos y la inexistencia de una
imprimía la coincidencia política -subrayada en el primer jefatura militar tan prestigiosa corno la que poseía la ver-
capítulo-·-· entre el programa liberal publicado en mayo y el tiente opuesta 3• Esas realidades hicieron que el éxito paci-
manifiesto de la disidencia conservadora del general Maree- fista en la Convención fuera harto endeble por cuanto se
liana Vélez; dicho acercamiento tenía corno antecedente el construía sobre el desconcierto y la debilidad de los beli-
apoyo de liberalismo a la candidatura del jefe antioqueño cistas enfrascados en procurar las condiciones para recu-
durante el proceso eleccionario de 1891 y 1892. La aproxi- rrir al pronunciamiento rebelde. No pasó mucho tiempo sin
mación entre una y otra franja política ilusionaba a muchos que los guerreristas reiniciamn sus gestiones.
liberales sobre las posibilidades de conformar un nuevo En efecto, una de sus primeras manifestaciones se ori-
partido que adoptaría el nombre de Republicano 2 • La idea gina en el Cauca, en febrero de 1 8 9 3, con la instalación en
de constituir tal agrupación empezó a ventilarse desde los Cali de una "Junta Marcial" que determina hacerle la gue-
primeros años de la Regeneración, al tiempo en que apare- rra al gobierno, la conformación de cinco batallones para
cieron las primeras censuras al excesivo poder presidencial, tornarse la ciudad o para "entrar en campaña" y el envío de
los drásticos decretos contra la prensa, la eliminación prác- un comisionado a las provincias del··Cauca y a los departa-
tica de los derechos de la oposición, etc. Se pretendía inte- mentos de Panamá, Bolívar, Antioquia y Cundinarnarca. Los
grar otra coalición'bipartidista que, a diferencia del partido contactos promovidos por la Junta Marcial prepararían, sin
nacional, fuera respetuosa de las fórmulas democráticas y de pronto proponerselo, las diligencias emprendidas en los
de las prácticas legalistas; de ahí que su misma denomina- meses de junio y julio por el comisionado de Avelino Ro-
ción fuera una manifestación de adhesión al modelo polí- sas, quien gestaba un movimiento t'evolucionario para el 7
tico moderno. Esta posibilidad, todavía muy endeble por el de agosto. A estos dos planes se agregaba la búsqueda de
carácter regional del movimiento, que comenzaba a liderar una efectiva solidaridad del presidente de Venezuela con la
el general Vélez, debió ser un motivo de gran preocupación causa de los liberales de Colombia y el manifiesto de los
para el vicepresidente Caro a juzgar por el exceso represivo militares en retiro al general liberal Santos Acosta, ofrecién-
con que aplastó al sector pacifista del liberalismo. dole sus servicios en cualquier even'o qirigido a "salvar las
Al otro sector político liberal lo habían alentado, prin- instituciones" 4 • En el fondo de todas esas iniciativas, bas-
cipalmente, los descalabros electorales por la parcialidad del tante desarticuladas, personales y regionales, también incidía
3 04 :Mario Aguílera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 o5

que las bases rechazaran la dirigencia pacifista por encar- siglo pasado, y la creación de nuevas organizaciones grem:ia-
nar una antigua élite política tildada de oligárquica y por les y políticas en los años diez de este siglo.
constituir un obstáculo para el avance de la nueva genera-
ción de conductores liberales 5 •
Con el develamiento del movimiento de agosto de 189 3 + z. Tras las huellas de las conspiraciones
y la equivocada represión desatada por el gobierno, quedó
cerrado el camino para la acción de los pacifistas. La gue- El plan de abril de 1 894lo realizaría una fuerza guerrillera
rra resurgió COJ:?O la única opción posible, pero condicio- que propinaría un golpe de mano con el.apresamiento de las
nada a la' solución de las limitaciones arriba anotadas, a la principales autoridades y el asalto de edificiQs públicos. La
capacidad de asimilar el golpe propinado por las autorida- adopción de dicho método militar se explica por la misma
des que afectaba a la generalidad del partido causando más debilidad del sector social que lo promovía, es decir, tanto
desorganización, desconcierto y pesimismo. La situación del por los exiguos recursos bélicos que podía reunir, como por
liberalismo, agravada con el escándalo por corrupción en el el escaso poder de convocatoria de los jefes artesanales en
que se vio envuelto el hijo del desterrado director del par- una sociedad acostumbrada a que su espacio público fu~ra
tido, hizo que sa,lieran a flote los intereses político-sociales ocupado por generales u hombres notables extraídos de la
de los sectores artesanales y populares. Éstas fuerzas tra- élite. Contaba, igualmente, que entre los artesanos de la
taron de presentar su propia alternativa ante la crisis, al ela- capital fuera muy persistente la crítica al reclutamiento y a
borar un proyecto conspirativo que colocaba la "cuestión la participación en las guerras; ésta se daba desde la llama-
social" por encima de los criterios partidistas. da coyuntura de "Medio Siglo", pese a que los remolinos
La conspiración de abril de 1894 es, pues, consecuer{- sociales que desataban las confrontaciones civiles termina-
cia del hundimiento de ese partido, pero al mismo tiempo ban por envolver sectores populares. Para que los artesanos
constituye una proyección popular del ambiente opositor actuaran conspirativamente con la idea de "evitar a la Pa-
que pregonaba la unidad para la restauración de "la Repú- tria días de duelo y de sangre, con un solo acto de pruden-
blica"; sólo que dicha afirmación del orden republicano fue cia y de valor civil" 6 , también intervenía la desprotección de
concebida y pretendida por los sectores sociales subalter- los altos funcionarios públicos; tal cosa la constataba la
nos que al definir el movimiento como de tipo social de- propia policía, alarmada por la extraordinaria facilidad con
mostraban su aspiración de convertirse en conductores u que alguien podía introducirse en el palacio presidenciaF.
operadores de sus propios intereses sociales. En ese senti- De otra parte, era apenas obvio que el centro político-
do y desde la perspectiva de la historia del artesanado bo- administrativo de Bogotá fuera el blanco de pretendidas o
gotano, el proceso que tratamos debe entenderse como un reales arremetidas armadas; por esa raz6n va~ias veces la
hito intermedio entre la vinculación o control de los arte- capital hábía sido atacada, pa~ticulármente por tropas irre-
sanos por los partidos tradicionales desde mediados del gulares, género de guerra que empezó a ser teori;zado al
3 o6 : Mario Aguilem Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 07

concluir el proceso de independencia, teniendo como princi- vadores 10 • De lo expuesto se deduce que el plan conspirativo
pales justificaciones lo quebrado o montañoso de nuestra de abril de I 8 94 -que estudiaremos en detalle adelante-
geografía, su utilidad en las labores militares de reconoci- en manera alguna fue un episodio extraño a la situación
miento y en el encubrimiento o resguardo de "las manio- vulnerable de la ciudad capital por la lógica como se resol-
bras de gruesos cuerpos" 8 • La memoria de la ciudad fue vían los conflictos armados entre los partidos. Además, lla-
impactada por las escaramuzas de la época independentista, ma la atención que dicho complot tuviera extraordinarias
en especial el malogrado intento de las tropas federalistas coincidencias con otros que también quedaron en el terre-
de rendir por hambre a Santafé, operación iniciada a comien- no de la tentativa y que en ellos intervinieran sectores
zos de I 8 I 3 y que contó con la presión de una avanzada artesanales y populares con diverso grado de compromiso.
guerrillera ubicada en los cerros de Guadalupe; el cerco y Recordemos que durante ellevan_tamiento comunero de
la entrada de las tropas "constitucionalistas" que derrota- 17 8 I se fraguó un movimiento clandestino que pretendía
ron al dictador José María M el o en diciembre de I 8 54; la apoyar el ingreso del Ejército del Co~ún mediante el asalto
toma vi~toriosa del general Tomás Cipriano de Mosqueta, al palacio del virrey, el cuartel militar, la casa de la moneda,
en julio de I 86 I, luego de derrotar el último reducto de las las cajas reales y los domicilios de españoles y gente de la
tropas legitimistas en el barrio de Chapinero; la permanente mayor comodidad; eri él resultaron comprometidos tanto
hostilidad de la guerrilla conservadora de Guasca que per- funcionarios criollos de segundo orden como artesanos pla-
petró audace~ acciones como la de febrero de I 8 62, cuan- ~eros y fundidores 11 • Asimismo, tengamos en cuenta que en
do burló al general Mosqueta y se introdujo en la ciudad I 8 I ?la resistencia patriota de la capital, dirigida por la adi-
durante seis horas, o de igual manera, durante la guerra de nerada familia de los Almeyda, promovía la deserción masi-
1876, descolgándose de los cerros orientales de la ciudad va en los cuarteles españoles y un levantamiento en la ciudad
para merodear por las calles extremas de los arrabales bogo- con el apoyo de los artesanos lienceros del Socorro, ubica-
tanos; y en esa misma contienda las incursiones de la guerri- dos en la Calle Real, en unión de los hombres que pudieran
lla de "los Mochuelos" asentada en la hacienda Canoas de movilizar los hacendados de La Mesa y Tocaima; el movi-
Soacha9 • miento estallaría al tiempo que una guerrilla patriota pro-
El recuerdo de tales experiencias, la tradición ora-l so- veniente de los Llanos y del valle de Tenza pudiera asomarse
bre las mismas y lo ineludible de habitar una ciudad sem- en Santafé 12 • Hacia I 8 57 renació de nuevo la tensión de ori-
brada en el centro de los conflictos partidistas, hacía que gen conspirativo a raíz de los rumores que anunciaban·que
sus gentes coexistieran o interiorizaran el fenómeno de la 2 5O o 3 00 artesanos de la capital proyectaban un golpe de
guerra al punto que las contiendas coadyuvaban en la dife- mano durante los actos con que honrarían la memoria de los
renciación de una u otra generación o que el "jugar a la gue- compañeros caídos en combate el 4 de diciembre de I 8 54;
rra" fuera un pasatiempo de los muchachos de la ciudad que la especie produjo debates impresos, movilización de tropas
para el efecto se dividían en grupos de liberales y de conser- y alistamiento de guardias civiles leales al gobierno; sin em-
3 o8 :Mario Aguiln·a Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 09

bargo, no parece haber conducido a una investigación judi- los artesanos de finales de siglo, fue el plan concebido por
cial que esclareciera sus detalles como las realizadas frente el Partido Socialista Revolucionario (P.S.R.) en los primeros
a los demás casos que aquí referimos 13 • meses de 1929. Éste se desenvolvió en una madrugada y con
El motín popular de 1 8 9 3 tuvo el poder de recentralizar el uso de dinamita, teniendo como blancos el palacio pre-
la política en la capital de la República y de potenciar la sidencial, el capitolio y otros edificios públicos y privados.
capacidad de lucha de los artesanos que se sintieron con la El movimiento perseguía desatar una insurrección popular
posibilidad de actuar con independencia de las capas diri- que contaba con ramificaciones en todo el país y, particu-
gentes de los partidos. Resultado de ello fue la conjuración larmente, con una columna vertebral constituida por la be-
del 1 o. de abril de 1894, cuya ejecución volvería a intentarse ligerancia de los trabajadores a lo largo del río Magdalena
el23 de enero del año siguiente, esta vez bajo el control de hasta Barran quilla 15 •
los jefes liberales belicistas que abrigaban la esperanza de
cooptar la inconformidad popular. El plan falló, pero no así
los pronunciamientos en la provincia, que sólo serían de- 4.2. Pacifismo y guerra de guerrillas
rrotados a los dos meses siguientes (ver el capítulo final).
· A comienzos del presente siglo los conflictos entre las fac- El levantamiento descubierto en agosto de 1893 fue idea-
ciones liberales y conservadoras parecieron tomar el cami- do por el general Avelino Rosas, quien había salido del país
no de la conspiración: de un lado, por el acuerdo entre :los en 1887, luego de intervenir en secretas negociaciones que
altos dirigentes de los sectores opositores que pretendie- impulsaban un "golpe de Estado" del general Elíseo Payán,
ron la terminación de la guerra de los Mil Días mediante el por aquel entonces encargado de la presidencia. Rosas es-
golpe de estado del 3 1 de julio de 1900, y de otro, por el tuvo por Venezuela, en donde participó activamente en po-
plan secreto contra el gobierno del general Rafael Reyes. lítica, albergando la esperanza de encontrar respaldo para
Éste debía de ejecutarse el 20 de diciembre de 190 5, con la la causa de los liberales de Colombia; sin embargo, los con-
participación del jefe de la policía nacional y de varios ofi- flictos con sus jefes determinaron su apresamiento y pos-
ciales del ejército que facilitarían ~1 asalto del palacio presi- terior expulsión en 1892.
dencial y la constitución de .un triunvirato exponente del Rosas se establece en Curazao, desde donde empieza a
nacionalismo y del conservatismo histórico; no había termi- desarrollar los planes conspirativos junto a Gustavo Ortega,
nado el proceso contra los principales implicados cuando un excombatiente de la guerra de 18 8 5 que se ausentó de
se produjo el atentado contra el general Reyes, el 1 O de fe- Colombia para viajar por América Central, España, Francia
brero de 1906 14 • y Estados Unidos, donde se desempeñó como taquígrafo y
La conjuración vuelve a permear los sectores populares periodista. Ortega salió el 3 de junio de Curazao con una
en la década del veinte, cu~ndo de nuevo se agita "la cuestión credencial que lo acreditaba como coronel y" delegado con_.:
social". En efecto, como calcado del modelo conspirativo de fidencial" de Avelino Rosas, asimismo titulado como "revo-
3 1 o: Mado Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 11

lucionario contra el despotismo colombiano" 16 • Era porta_: sistía en la toma del cuartel de Barranquilla por seis gue-
dor de una "circular", dirigida a algunos de sus amigos en rrillas numeradas que contarían con la complicidad del per-
todos los departamentos del país, con la nominación anti- sonal sobornado en su interior. El asalto se realizaría. en la
cipada de jefes del movimiento rebelde que debía estallar el madrugada aprovechando que a la tropa la sacaban a bañarse
7 de agosto; en ella les exponía que el partido los reconoce- en el mar; unos robarían la ropa y otros atacarían el cuar-
ría como sus dignos dirigentes por el solo hecho de ser "los tel, posiblemente con el uso de dinamita. Una vez domina-
primeros en levantar la bandera de la revolución" 17• El emi- da la situación y disponiendo de las armas adquiridas en la
sario también conducía cartas con el pLan de acción e ins- escaramuza, se apoderarían de las oficinas de la Aduana y de
trucciones precisas para dividir la república en varias zonas algunos vapores que navegasen por el rí~ Magdalena, para
militares con el objeto de "neutralizar las aspiraciones de lueao subir a encontrar a Avelino Rosas. Este entraría a Co-
b
man do supremo " . lombia por Táchira, Venezuela, con un parque de 400 rifles
Durante su primer viaje a Colombia, Ortega recorrió va- y el respaldo tanto de una sociedad secreta de aquel país
rios lugares de la costa atlántica con resultados poco hala- como del jefe de operaciones en la frontera, el general radi-
gadores. Lo más preocupante fue la poca receptividad del cal Pedro Rodríguez, quien además movilizaría a los exilia-
proyecto en Barranquilla, lugar que figuraba dentro del plan dos colombianos 19 • El objetivo militar propuesto apenas era
como la "llave de operaciones" para irradiar la insurrecdón lograr un pronunciamiento unísono en los lugares anota-
hacia el interior; el problema según Rosas estribaba en "d dos y posiblemente en el Cauca, empleando el método de la
funesto caudillaje que un día incubó el Sapismo 18 en su ál- " guerra d e guern·11 as "20 . E n un segun d o momento se cana-
gido período". No obstante, se pudo obtener el apoyo de lizarían las maniobras hacia el centro de la república, aspi-
los generales radicales Zoilo Urrea y Jesús María Lugo, así rando a lograr el apoyo de los liberales y una solución sobre
como de parte de la juventud de la zona. Otros generales la marcha para la carencia de elementos bélicos. En últimas,
como Ramón Collqnte y Francisco Durán escribieron a el plan reflejaba la debilidad de la facción guerrerista, pero
Rosas manifestando su lealtad para con la política trazada también el ánimo de sentar un precedente que potenciara
por Santiago Pérez. Ortega regresó de nuevo a Colombia, las fuerzas adversas al gobierno.
el 1 O de julio, trayendo noticias alentadoras para los revo- En su segundo recorrido Ortega pasó por Ciénaga, San-
lucionarios, fruto de las negociaciones de los doctores Ino- ta Marta y Barran quilla (departamento de Bolívar), y más
cencia Cucalón y Alirio Díaz con el general Joaquín Crespo, tarde por Puerto Berrío, Rionegro y Medellín (Antioquia),
presidente de Venezuela. Las promesas de colaboración de en busca de la concertación de connotados voceros radica-
Crespo impulsaron a que Rosas, mediante una segunda cir- les que parecían tener C(JmO última experiencia militar la par-
cular, comunicara el aplazamiento de la acción para el 3 1 de ticipación en la guerra civil de 1 8 8 5 21 • La siguiente fracción
agosto, a la espera de los elementos de guerra ofrecidos en del recorrido no fue cumplida, tanto por el descubrimiento
último momento. El plan no sufrió ninguna variación. Con- de los planes insurreccionales como por el apresamiento del
3 z 2 : Ma1·ío Aguílera Pena Insu1;gencía urbana en Bogotá :J 13

emisario el 26 de agosto de 189 3; éste obedecía la orden en la zona fronteriza con Venezuela. Rodríguez fue tildado
de seguir para Santander, desde donde luego penetraría en de "anarquista" y "precusor de Ravachol" por cuanto se re-
territorio venezolano. En Santander habría tenido poco tra- cordó su supuesta participación en los sucesos ocurridos en
bajo político debido a la labor desempeñada por el general Bucaramanga el 7 y el 8 de septiembre de 1879, hipotética
Antonio Gaona, tambi~n comisionado por Rosas para soli- vinculación que había sido sustentada en su calidad de jefe
citar la cooperación de los jefes liberales de la zona22 • El le- de La Culebra Pico de Oro, sociedad que se enfrentó al co-
vantamiento guerrillero había quedado develado desde el 2 mercio de aquella ciudad y que al parecer estaba constitui-
de agosto, con la denuncia de un soborno que eleva un sar- da tanto por artesanos como por funcionarios de la propia
gento del cuartel de Barranquilla y el inmediato allanamien- administración municipaF 5•
to de las casas de los comprometidos; en una de ellas, la del Para el propósito de reprimir al pacifismo liberal sobra-
doctor Francisco Manotas, habían caído documentos impor- ron las pruebas y los argumentos: los fondos del partido,
tantísimos que demostraban el liderazgo de· Rosas y la mi- unos $21.000, provenientes de la recolección parcial de las
sión encomendada al coronel Ortega. El gobierno obró con cuotas departamentales ordenadas por la dirección liberal
rapidez. A partir del día 3 desencadenó una oleada de encar- con el fin de sostener las labores periodísticas, fueron con-
celamientos en qiversos lugares del país, con el ánimo de so- siderados cómo recursos destinados a financiar la rebelión;
focar la irrupción guerrillera y de paso reprimir la reciente la correspondencia fue retenida en la casa del tesorero del
oposición liberal pacifista. Resulta obvio que para alcanzar partido, ingeniero Modesto Garcés, el cual apenas podía
el primer objetivo se recurriera a la detención de varios de demostrar que no ignoraba los planes de Rosas ni las acti-
los comprometidos por las investigaciones preliminares, así , vidades en el extranjero del doctor Cucalón; el nombramien-
como de los que simplemente habían tenido una conversa- to, dentro del proceso de reorganización liberal, de Pedro
ción pasajera con el emisario de Rosas 23 : y al mismo tiem- Rodríguez, como agente de los copartidarios exiliados en
po a la declaració~, el 18 de agosto, del Estado de Sitio en el J áchira (Venezuela); algunos escritos publicados por El
Barranquilla y al uso, por parte del vicepresidente, de cen- Relator y la fundación luego del motín del periódico El No-
suras moralistas pará con el jefe del levantamiento. En efec- venta y Tres, redactado por el dirigente del anterior Centro
to, Caro, en su mensaje al Congreso al iniciar las sesiones Liberal de Bogotá, abogado Javier Vergara Esguerra. Como
ordinarias de 18 94, tildaba a Rosas como un "generalísimo" corolario se dictó el destierro de Santiago Pérez. El afán por
que era "reo de delitos comunes", acusación que sugería la imponer tal medida no sólo indujo al desconocimiento de
manipulación de actos de guerra cometidos en la contien- las pruebas que acreditaban su postura pacifista, sino que se
da civil de 18 8 5, los cuales podrían explicar la ausencia. del llegó a sugerir que el castigo le iba bien por su impotencia
país por parte de aquéF4 • Las censuras o los calificativos más para evitar los efectos de sus "enardecidos escritos" 26 •
llamativos fueron para el general santandereano Pedro Ro- Junto con el extrañamiento del expresidente se dispu-
dríguez, quien, como dijimos, debía dirigir las operaciones so, el 14 de agosto de 18 9 3, el de Modesto Garcés; el con-
3 14: Mario Aguilera Pena Insurgencia urbana en Bogotá : 3 15

finamiento en !bagué del institutor Emilio Santofimio por También se produjeron exclusiones de militares del escala-
una conversación con el súbdito español Luis Ortigoza fón del ejército, probablemente con el designio preventivo
sobre importación de armas del Perú. Del mismo modo, de continuar con la política de homogenización partidista de
fueron remitidos a la isla de San Andrés Javier Vergara, por sus filas; hay que reconocer que de alguna manera acerta-
la razón arriba expuest~, el general Abraham Acevedo y Juan ban en su desconfianza frente a algunos de los separados
de Dios Uribe, por sus reconocidas inclinaciones belicistas de sus cargos, pues de los veinticuatro borrados del escala-
y algunos fundamentos documentales muy imprecisos; so- fón tres participarán en la conspiración del año siguiente:
bre Deudora Aponte, un institutor bogotano, no pareció se trataba del coronel Juan González M., del capitán Vicen-
obrar uria explicación que le diera piso a la sanción, aun te Antonio Nariño y del teniente Zacarías Celemo (véase la
teniendo muy presente la subjetividad con que actuaron las tabla No. 1 7Y9

autoridades. El decreto ejecutivo por el cual se ordenaban


tales penas se apoyaba en el artículo 28 de la Constitución
y particularmente en la ley 61 de 1888, conocida como la 4-3. La conspiración de los héro_es del trabajo
ley de los Caballos; texto legal un tanto discordaqte con el
precepto constitucional (artículo 78) que prohibía al poder Lo singular del proyecto conspirativo de 1894 fue el inten-
legislativo decretar la proscripción27 • Sobre el español Orti- t~ artesanal de liderar una alternativa política que corrigie-
goza cayó también el peso de la represión al dictar el minis- ra o anulara algunas de las medidas de la Regeneración y que
terio de Relaciones Exteriores su expulsión del país, valido aliviara las condiciones de vida de las masas populares.
del argumento de la usurpación de derechos políticos que Consideramos que fue una tentativa autónoma, pese a que
sólo corrrespondían a los ciudadanos de la república. La mis- la sociedad clandestina que se constituyó para consumar la
ma sanción afectó al ciudadano italiano Fernando Mancini, operación militar contra el gobierno se nutrió de dos orga-
quien recientemente había firmado una carta política publi- nizaciones liberales, la más importante, como veremos lue-
cada por El Relator; sin embargo, la legación italiana recor- go, creada con fines eminentemente electorales. Un factor
dó que Mancini no gozaba de la ciudadanía italiana desde que la hizo independiente fue la misma división del parti-
la guerra de 1876, debido a su vinculación sin permiso de do liberal, golpeado hacía poco por el destierro de algunos
su país de origen al servicio del gobierno de los Estados de sus dirigentes. El hecho había fortalecido las tendencias
Unidos de Colombia en el grado de coroneF 8 • guerreristas, pero éstas no encontraban salida debido a los
Completaba el cuadro represivo el cierre indefinido de desacuerdos regionales, la ausencia de consenso respecto de
los periódicos El Relator, El Contemporáneo y El 93, editados un director de la guerra y la carencia de elementos bélicos.
en Bogotá; alegaban las autoridades que dichos periódicos La desorientación que reinaba era un terreno abonado para
venían coadyuvando en "la acción del director del bando que emergieran diversos planes de insurrección, incluido el
anarquista, agitando el país y preparando una guerra civil". golpe de mano de los artesanos.
3 1 6 : Mario Aguilem Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 17

Contribuyó, igualmente, a la emancipación política del gado Pedro Carlos Manrique por la labor sensibilizadora de
golpe el resultado de las consultas de los artesanos con di- la opinión pública con sus colaboraciones aparecidas en El
versos jefes de Bogotá y Cundinamarca. Los contactos re- Heraldo. En la manifestación efectuada en la segunda quin-
sultaron infructuosos, en particular los realizados con los cena de febrero, llevó la palabra precisamente Antonio Cár-
dignatarios Nicolás Esguerra, Libaría Cantillo, Ignacio V. denas a nombre de los gremios artesanales. Sus palabras
Espinosa, Rafael Uribe y Januario Salgar, quienes condena- anticipan algunos de los conceptos expresados por la orga-
ron el movimiento; algunos, como el penúltimo de los nom- nización conspirado.ra que se hallaba en ese momento es-
brados, por considerarlo un "asunto descabellado" 30• La idea cogiendo la fecha para actuar. Decía Cárdenas:
tuvo mejor recepción en el grupo de generales liberales que
vivían en los pueblos aledaños a la capital, los que no sólo Mis compañeros y yo nos presen.tamos ante vos -jo-
convalidaron el proyecto, sino que sugirieron correctivos de ven heroico y gallardo- a expresaros nuestro reconoci-
tipo militar; sin embargo, ninguno aceptó conducir perso- miento por el incontestable triunfo moral que hebéis
nalmente la operación, y tan sólo se comprometieron con obtenido, a fuerza de talento, de ilustración, de imparcia-
un papel secundario. La falta de apoyo de los "prohombres" lidad y de hombría de bien, en el campo del periodismo,
no tuvo mayor trascendencia en el interior de la organiza:-_ sobre los traficantes de la patria.
ción, no obstante que sus posiciones fueron conocidas y No es el ruidoso triunfo político de un partido el que
que algunos de los consultados aprovecharon sus influen-= habéis obtenido, no; es el triunfo social manifiesto de la
cías para frenar la expansión del movimiento. Esa actitud honradez contra los que desconocen que el diario pan debe
de los complotados no puede respaldarse exclusivamente en ganarse, no por medios indignos, sino con el santo sudor
la divergencia que separaba al liberalismo en torno a los me- de la frente. Nosotros nos complacemos, Dr. Manrique, en
dios para acceder al gobierno. Era también resultado del haceros presente que vuestros actuales servicios a la patria
desprestigio de la' clase política recientemente involucrada son, además, un beneficio trascendente para el pueblo tra-
en un nuevo escándalo a raíz de las negociaciones para la bajador que, no obstante su diario trabajo y sus muchas
construcción de los ferrocarriles d~ Antioquia y Santander. ocultas amarguras, apenas alcanza hoy a ganar un escaso
La tempestad tocaba al liber.alismo a través de Santiago pan para el sustento de sus hijos. Es necesario que sepáis
Pérez Triana, hijo del desterrado director del partido, por que en el campo neutral en que estáis luchando habéis ga-
su labor de comisionista y el uso de su ascendencia políti- nado la aprobación de todo ciudadano que trabaja honra-·
ca en provecho personal; igualmente a funcionarios del go- damente 31 •
bierno matriculados en el liberalismo independiente, el cual
había entrado a formar parte del partido nacional unos años La singularidad del movimiento radica en su ideología.
atrás. Los artesanos estuvieron al tanto del debate perio- En que trató de apartarse del espacio político partidista para
dístico suscitado, al punto de rendirle un homenaje al abo- demandar soluciones a los padecimientos de las masas po-
3 1 8 :Mario Aguilera Peña

pulares. Esa idea tenía sentido en un país donde el discur-


so y la confrontación partidista absorbía, desfiguraba o
ignoraba los intereses de otros grupos sociales. Nada fue
más insistente que la autocaracterización del movimiento
como de tipo social para diferenciarlo de las luchas que alza-
ban banderas partidistas. Ese sencillo pensamiento, que se
aprecia por ejemplo en el Reglamento guerrillero, transcrito
más adelante, fue muchas veces expresado con nociones
anexas en el proceso de constitución del grupo rebelde y en
los argumentos justificatorios durante los procedimientos
judiciales 32•.
Plantear la cuestión social fuera de la influencia de los
partidos y a espaldas de los "prohombres" que los represen-
taban no suponía que el movimiento discriminara en cuan-
to a las creencias partidistas de sus adherentes; muy por el
contrario, elll~mado insurgente estaba concebido en térmi-
nos amplios para enfrentar al gobierno con una alianza fac-
cionalista "por abajo", es decir, de gentes pertenecientes al
pueblo en la percepción "clasista" que se analizaba en el ca-
pítulo anterior. Aunque la mayoría de los enganchados en
el proyecto conspirativo (listado parcial de la tabla No. 1 7)
procedía de una organización liberal, hay que recordar que
varios artesanos conservadores sehallaban al tanto del plan,
que leyeron algunos de sus documentos y que uno de sus jó-
venes" voceros" 33 provenía del conservatismo. A ello se suma
que en la plataforma de lucha del movimiento, conocida
como Manifiesto popular, se enunciaba lo siguiente:

l. No es este un movimiento exclusivo de miembros


de un partido político de oposición al gobierno. Los que Documento titulado "Manifiesto Popular", impreso en
nos hemos agrupado, inspirados por los más patriotas sen- papel amarillo, que contiene la plataforma política de la
timientos, pertenecemos unos al partido conservador y conspiración de 1 8 94 (Archivo General de la N ación).
3 20 : Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 21

otros al partido liberal que son los dos grandes e históri- desgaste político del liberalismo radical y el triunf~ de la
cos partidos que han venido luchando por el triunfo de Regeneración.
sus ideas; pero estamos todos interesados por el bien del Una muestra reveladora de la influencia externa dentro
país en que se ponga pronto y oportuno remedio a males del movimiento popular que participó en la conspiración de
sociales que a nadie se ocultan y que serán cada día más I 894 fue la apelación a la dinamita corno una nueva arma
graves y acaso incurables, sino se tiene el valor de atacar- de combate; elemento que se asociaba a los recientes aten-
los en su oportunidad 34• tados perpetrados por el anarquismo francés sobre el cual
hemos hecho referencia en el capítulo anterior. No creemos
La reivindicación por parte del movimiento conspirativo que sea hilar demasiado fino porque que estaba prevista en
de la cuestión social compaginaba con el clima generado por los planes de los conjurados -como se verá más adelan-
el motín de I 89 3 y con las preocupaciones de los años ante- te- para ser usada contra los cuarteles de Bogotá. Ese
riores respecto de la carestía y la miseria que padecían las detalle cobra mayor trascendencia dentro de la perspectiva
masas p~pulares 35 • Empero, la relevancia de las inquietudes que arroja el anónimo que recibió el vicepresidente Caro
sociales se debía en buena medida al marco internacional sobre las pretensiones de los miembros del complot: "es-
profundamente sacudido por la acción de la clase obrera, el tán dispuestos a hacer lo [que J están haciendo en las gran-
movimiento so.cialista y el anarquismo. Tanto el espectro des poblaciones de Europa y que se prepare para volar" 36 •
de las luchas sociales europeas como la estrategia religiosa Con todo y lo que pueda tener de superficial, no puede
destinada a refrenarlas creaban una franja de referencias o desconocerse el punto de intersección entre las acciones
representaciones mentales que operaban según las conve- individualistas del anarquismo y el golpe de los artesanos
niencias de los actores de los procesos sociales. Antes que en cuanto a sus métodos -voladura de cuarteles, secues-
un uso crítico del bagaje de imágenes políticas que arroja- tro e intimidación de los jefes del gobierno, etc.-, y a su
ba la experiencia'europea, lo que se observa es una tenden- concepción política de ahorrar sufrimiento y más violencia
cia a la apropiación selectiva más de símbolos que de teoría "con un solo acto de prudencia y de valor civil" 37•
por parte tanto de las fuerzas sociales subordinadas como Corno reacción -retomando las referencias políticas
de los detentadores del poder-político. En cuanto a esa fran- externas-, los sectores dominantes calificaron de socialis-
ja de referencias compartidas, los primeros no parecieron ta el frustrado proyecto artesanaL Ello suponía que no ha-
sobrepasar la arrogación elemental de términos o símbo- bía contado con el liderazgo partidista o al menos, como lo
los que esgrimían en respaldo de sus pretensiones; los se- dijo el ministro de Guerra en su afán por incriminar a los
gundos operaban con las proyecciones del pensamiento radicales, que los rebeldes usaban un disfraz de apariencia
católico sobre la cuestión social recientemente iluminado socialista 38 • De similar parecer fueron los propios liberales
por León XIII, influencia mucho más consistente porque amigos del movimiento, entre ellos el general Campo Elías
recaía sobre un país de gran tradición religiosa, sobre el Gutiérrez, quien así opinaba sobre el reglamento de la gue-
3 22 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 2 3

rrilla artesanal: "versaba sobre cuestión de los artesanos o sea


J;
socialismo [ ... creo eso por su contenido social, político
39
ninguno" •
El Correo Nacional, periódico conservador, fue más lejos. Vl
Vl

Pensaba que el proyecto de la que llamaba "clase obrera"


bogotana pretendía originar una nueva Comuna. Arguía que
esa debía ser la causa de la indiferencia de los liberales ra-
dicales, especialmente aquéllos deposición" política, social
y pecuniaria"; seguidamente agregaba: "ellos comprenden
que en un ensayo de Comuna, aquí serían víctimas escogi-
das y predilectas de aquellos de sus partidarios que alza-
ran la bandera negra". Por consiguiente -en concepto de
la publicación-, un n-tOvin1Íento que no presentara "jefes
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jurados se apoyaban en los signos internacionales pero 1 ::c;l~:-~1' ~¡ ~~
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igualmente aludían a sus problemas concretos. De ello dan i 1 1¡ 1 ·-! !
cuenta las consignas (ver la tabla No. 16), los cantos y el i i , :1 1
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cuerpo de sus d'<::JCumentos fundamentales. ¡! : 1


Cotejando tales materiales s~ encuentra que se-insistió i :

en la necesidad de lograr la mengua de las contribuciones,


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aligerando los gastos del tesoro mediante la "disminución ~¡ _§ 1

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del ejército y el numeroso e inútil tren de empleados que se ~~

ha creado y que apenas sirve para pagar adhesión o servicios


políticos" (numeral 7 delManifiesto popular). Se creía, además, !1~1 ..._¡
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que las contribuciones fiscales que ingresaban a las arcas ~1
públicas eran aprovechadas como botín por los conducto-
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res del gobierno. Tal era, por ejemplo, el sentido más noto- 1

rio de una "Canción popular" anónima que se reproducía


3 24 : Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 325

secretamente con la idea de cantarla el día en que se pudie- Todo esto conviene
ra castigar a los "malvados". Esta canción, calificada como no echar al olvido.
"un himno a la libertad y a la justicia" 41 , decía: Nuestros compañeros
al destierro han ido,
Son muchas las sibras porque los malvados
que se han repartido así lo han querido.
entre los que forman Todo esto conviene
indigno partido. no echar al olvido.
Muchos los ladrones Allí de miseria,
que se han exhibido. sin hogar, sin nido,
Muchos los bribones mueren los que fueron
que aquí se han reunido. sostén del partido.
Todo esto conviene Es tiempo que el pueblo
no echar al olvido. que vive oprimido
Muchas las infamias al fin tome cuenta
que se han cometido, a quien le ha vendido.
grandes las hazañas Todo esto conviene
de cada bandido. no echar al olvido.
Son armas infames El hambre no espera,
las que han esgrimido estamos perdidos
los que en gran miseria si no nos libramos
siempre habían vivido. de tantos bandidos.
Todo esto conviene Que en calles y plazas
no echar al olvido. nos hallen tendidos
A todo hombre honrado antes que ver muertos
siempre han perseguido, los hijos queridos.
no habiendo vejámen Todo esto conviene
que no haya sufrido. no echar al olvido.
A una gran miseria Que. al fin este pueblo
nos han reducido, que tanto ha sufrido
del pobre artesano rompa las cadenas
verdugos han sido. con que está oprimido.
3 2 6 : Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá :3 2 7

tos funcionarios y el oscuro manejo de los fondos públicos.


.
CORO

Todo esto conviene El malestar en esa dirección se apoyaba en recientes escán-


no echar al olvido:
dalos y en el descontento frente a las emisiones moneta-
imueran los ladrones!, rias; de ello tratan ampliamente dos de los once numerales
iabajo el bandido!
del Manifiesto popular:

3. Querem_os moralidad en el gobierno, no solamente


Otro propósito del movimiento del 94 tenía que ver con
en el que o en los que ocupan los más altos puestos, sino
las emisiones clandestinas. Sobre el particular, en el nume-
ral octavo del Manifiesto se solicitaba: "Que se suspenda la en todos los servidores públicos, y por ello pedimos al en-
cargado del Poder Ejecutivo que constituya un nuevo Mi-
emisión de papel y se arbitren recursos para amortizar el
billete, que tanto ha encarecido la vida, y .pa~a volver a la nisterio con hombres muy honrados, de los distintos

emisión metálica". Además, en sus requenmtentos y con- partidos políticos en que está dividida la opinión, separando
a los que .más o menos directa o indirectamente estén o se
signas plantearon el apremio de acabar con el agiotismo y
los monopolios. Con lo primero se recogía el clam~r en va- sospeche que puedan estar comprometidos en los vergon-

rias ocasiones .expuesto por la prensa sobre la cree1ente ~c­ zosos manejos que aparecen de documentos oficiales y que

tividad de los usureros 42 • La supresión de los monopolws han llevado el alarma y la indignación a todas las clases

también respondía a una queja constante asociada particu- sociales. Que, del mismo modo, se separe inmediatamen-
43
larmente a la carestía de los artículos de primera necesidad • te de todo empleo público en los ramos diplomáticos y

La petición de abolir los monopolios se hacía extensiva a los consular y en los demás de la administración a los que se

estatales, como la manufactura y venta de cigarrillos, y a la encuentren en idéntico caso [ ... J.


producción y ve~ta de aguardiente. Par~ ello, se utilizaban 5. Que se ponga límite al derroche de los caudales pú-

argumentos que·recuerdan a los enunCiados durante el le- blicos y que se haga luz sobre el manejo de ellos, a fin de
que los que hoy tienen grandes fortunas sin otra fuente de
vantamiento comunero de 17 81:
recursos que los puestos públicos que han servido, sean

6. Que se alivie la actual-muy penosa condición del pue- obligados a reintegrar al Tesoro Público lo que de él han

blo, aminorando los impuestos, aboliendo los monopolios aprovechado indebidamente, sin prejuicio de la sanción·

buscando una fórmula de gravar el vicio sin arruinar la penal a que haya lugar45 •
0
industria ni exponer .a los pobres productores de ciertos
. . d 44 Al lado de la condena a las prácticas corruptas se enal-
artículos a los vejámenes d e co d 1c1osos remata ores ·
tecía el acto de trqbajar. Pese a que tal encomio apenas apa-
Asimismo, destaca la intención moralista de los conju- rece sintetizado en ciertas consignas (ver la tabla N o. 1 6),
rados al denunciar la corrupción, el enriquecimiento de al- creemos que su sentido era considerarlo como una acción
3 28 :Mario Aguilera Peña InsU1;gencia urbana en Bogotá: 3 29

dignificadora, "que honra y que jamás mancilla", para utili- no habiendo ningún otro medio eficaz de acción, anulada
zar una expresión del jefe de la conspiración, el sastre An- como está la prensa y cerradas como están las urnas en los
tonio Cárdenas 46 • Junto a los valores humanos se pretendía días de elecciones a los que tienen ideas y candidatos dis-
que existieran garantías para el "trabajo del pobre"; en otras 50
tintos de los que predominan en las regiones oficiales •

palabras, una política proteccionista y la seguridad de ob-


tener el pan diario. Al relacionar el trabajo con la subsisten- Las limitadas afirmaciones o críticas políticas expuestas
cia pensaban que este derecho natural47 estaba amenazado, en el Manifiesto popular se explican por su claro propósito de
J,
pues" el pueblo [ ... no obstante su diario trabajo y sus mu- alcanzar el más amplio apoyo entre las bases sociales de las
chas ocultas amarguras, apenas alcanza hoy a ganar un es- distintas facciones partidistas. De ahí también su énfasis en
caso pan para el sustento de sus hijos" 48 • la "cuestión social", ellenguaj e mesurado y la declaración de
Colabora en la caracterización ideológica del movimien- pertenecer al catolicismo como la "mayoría del pueblo co-
to su posición frente a la propiedad y a la vida de los ciu- lombiano". En cuanto a lo que pensaba el movimiento sobre
dadanos, especialmente en el evento en que se desatara un el régimen regenerador son muy indicativas las impugna-
conflicto armado; ésta estuvo contenida con exclusividad en ciones comprendidas en la "canción popular" antes transcri-
el Manifiesto popular, el documento más representativo de los ta ~n lo tocante al partido nacional (primera estrofa) y a la
complotados: persecución y el destierro de la oposición (tercera, cuarta y
quinta estrofas).
9. Pedimos el mayor respeto y la mayor seguridad para De mayor riqueza en este sentido es el llamado "Canto
la propiedad y para las personas, de modo que ni aquéllas republicano", igualmente significativo por su gráfica sínte-
ni éstas estén a merced del capricho de los gobernantes. sis de la mentalidad política popular:
I O. Nosotros en este movimiento seremos fieles a este
principio, y a todo el que nos siga le exigimos respeto a las ¿Qué se hizo, Dios de mis padres,
personas y a las propiedades de los que permanezcan neu- nuestra augusta libertad?
trales en la contienda, si fuere nec~saria la lucha para al- Cayó mortalmente herida,
canzar lo que pedimos 49 • por el acero homicida
del partido nacional;
El mismo documento contemplaba un solo punto que Violaron nuestros derechos,
se relacionaba con el sistema político vigente. Antes que una violaron la propiedad.
propuesta se trataba de una justificación: ¿Dónde están los hombres honrados?
, Yacen estos subyugados,
2. No se nos oculta las graves consecuencias del paso oprimidos sin cesar,
que hoy damos, pero el se impone como una necesidad, ya no existen garantías,
33 o :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 33 1

un tirano las quitó de patriotas eminentes,


y un grupo de mercenarios modelos de abnegación,
y una serie de sicarios ver llegar el fin de siglo
sin conciencia y sin honor en tan triste situación
hizo coro al que erigióse cuando mostró la victoria
de esta patria en dictador, y ostentó palmas de gloria
le rindió sus alabanzas en su bellísimo albor.
y dejó sin esperanzas Oh Dios, más siento en mi pecho
al patriota corazón. que crece con efusión
Humillados los prohombres la llama del patriotismo,
de la causa liberal, espero el liberalismo
nuestros héroes consumidos verá de nuevo su sol 51.
por seres envilecidos
sin virtud y sin moral, La "Canción popular" es una buena demostración de los
por seres que han perseguido recursos de la comunicación oral para fines políticos. Estos
al pueblo sin compasión medios, obviamente complementarios a los pocos periódi-
con tantas evoluciones cos de oposición -que nacían y morían rápidamente-, lo
raterías, contribuciones, mismo que manuscritos como el "Concepto de un liberal
cadalsos, prostitución, sobre la época presente", la "Carta abierta" de Avelino Ro-
por hombres que a costa sólo sas, las reflexiones del abogado Gregario Gaitán, los bole-
del erario nacional tines editados por el Escritorio Liberal y el mismo "Canto
\han hecho inmensas riquezas republicano", buscaban vuigarizar la información y el aná-
con desvergüenzas, vivisas lisis político para incidir dentro de las bases populares; al
y un descaro sin igual, mismo tiempo, prueban la presencia del discurso liberal ra-
por hombres que dirigiendo dical entre los conspiradores específicamente a través de los
la suerte de la Nación miembros que provenían de una organización barrial como
ni un momento han vacilado fue la Junta Liberal de las Nieves.
en llevar por el Estado El "Canto republicano" -que debió circular en forma
su aliento desvastador. exclusiva entre los militantes del ala popular radical para
Que suerte corre mi patria rehuir contradicciones resecto a la definición social del mo-
que destino tan atroz vimiento- desarrollaba una variada y específica crítica a la
la cuna de hombres valientes, política regeneradora. En dicho texto se c.ensuraba la falta
33 2 :Mado Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 333

de garantías públicas e individuales; la conversión del pre- Haro, esposa de ese anciano respetable, que murió en las
sidente en un dictador; la reducción de la política a la acti- calles de Bogotá, víctima de la miseria y del dolor; usted
vidad hegemónica, corrupta y servil del partido nacional; la que ha dejado morir indigente a la respetable matrona doña
reimplantación de la pena de muerte; la persecución a la Dolores Gallego, su legítima esposa, mientras su concu-
oposición y, en general, el oscurantismo en que se había bina hollaba las alfombras del palacio de San Carlos, man-
hundido el país, por lo cual se añoraba el pronto regreso del dando en la opulencia. Usted, en fin, que lo ha prostituido
liberalismo al poder. Es interesante que esta aspiración no todo, es no sólo una amenaza sino una funesta realidad para
sea partidista y que se asocie con la idea de un bien pata la el país a quien, en nombre de la moral y la justicia, reclaman
"patria", por la correspondencia en su transfondo con las el grillete del presidiario en las mazmorras de Bocachica 53 •
representaciones románticas que portaban las masas respec-
to de los postulados y la vigencia del sistema político demo- En todo l9 expuesto se revela el predominio ideológico
liberal. En uno de los apartes se menciona la prostitución del artesanado. En la dirección de la conjuración se halla-
como factor que afectaba al pueblo. Es posible que se haya ban formando un solo frente tanto los pequeños propieta-
quer'ido subrayar los efectos de la pobreza generada por las rios artesanales (dueños de talleres, artesanos-negociantes)
medidas gubernamentales, pero también es probable que se como sus dependientes (ayudantes, aprendices, trabajado-
nombrara con un sentido moralista y en relación con la vida res a domicilio), ligados por concepciones comunes sobre
personal de Rafael Núñez. Sobre la segunda alternativa es la economía y la política. Al ámbito del primer aspecto per-
pertinente tener en cuenta que las censuras de tipo mora~ tenecía la inexistencia de cuestionamientos de fondo sobre
lista no eran ajenas a los sectores populares incluso del radi- la propiedad y la búsqueda de garantías para aquellas for-
calismo. Es más, de ello no se escapaban ni los jefes de esa tunas nacidas del trabajo útil y honrado. Los artesanos
facción política, ya fuera por compartir estos sentimientos oponían la propiedad formada por el monopolio o los pro-
o por la necesidad de compaginar con la mentalidad de sus cedimientos corruptos a la conseguida a fuerza del sudor
bases políticas. A este respecto son ilustrativas las críticas diario, de las privaciones y del ahorro. Con ello reivindica-
a Núñez aparecidas en un periódico librepensador en el cual ban un modelo de vida centrado en la magnificación del tra-
colaboraba José María Vargas Vila 52 , así como un párrafo bajo y del trabajador. Ese ensalzamiento tuvo un estimable
de una carta abierta que suscribe el general Avelino Rosas, desarrollo en la Europa del siglo XVIII, a través de los mis-
fechada en Curazao en septiembre de 1 8 9 3 y confiscada a mos traba:j adores -por ejemplo los sans-culottes 54 - , como
los conspiradores al año siguiente: por la burguesía en razón de su sensibilidad a la técnica y
la invención. En el siglo XIX, fue un tema básico del pensa-
Yo soy una amenaza permanente para la sociedad co- miento social ligado a la revolución de 1 S48 en Francia
lombiana, como lo asevera este magistrado: Usted, señor (socialismo 4tópico, anarquismo, liberalis·mo y catolicismo
doctor, que se ha fugado para Europa llevándose a Gregaria social), pero fue evolucionando con diversos matices: unas
334: MarioAguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 335

veces en el sentido de reconocer la importancia social de los : .>udor de tu rostro comerás el pan" 5 7 • Junto a esta n:oción
trabajadores o la dignidad del trabajo manual; otras con una coexistía la de considerar al trabajo como una necesidad
perspectiva moralista y coercitiva, y unas más como elemen- indispensable para el progreso de la sociedad y que por
to clave para entender las fuerzas sociales y sus conflictos 55 • supuesto cobijaba a todos sus miembros, sin distingos de
En el pensamiento de los artesanos colombianos del siglo "condición o rango social" 5 8 • Un beneficio más atribuido al
XIX, la idea del trabajo fue adoptada de manera preponde- trabajo era el de constituirse en medio indispensable para
rante bajo los dos primeros puntos de vista. Muchísimo se conservar la vida porque el esfuerzo físico reactiva y vigori-
insistió en periódicos artesanales de diversas épocas sobre za el organismo 59 • De mucho mayor consistencia fueron los
la glorificación del trabajo manual con el objeto de contra- efectos espirituales imputados al acto de trabajar. Sobre el
rrestar la perdurable herencia colonial de denigrado social- particular se argumentaba que por la búsqueda del éxito de
mente. Con este propósito en el periódicoJ;l Obrero (1 864) las operaciones se adquiría el "hábito de la economía del
se reproducía el siguiente comentario: tiempo"; se combatía el vicio; se afirmaba el sentido de la
responsabilidad; se elevaba el carácter, la dignidad y el gus-
Existen hoy centenares de graduados en medicina y ju- to por la independencia, de la misma manera que se formaba
risprudencia descontentos consigo mismos y con la socie- el apego a la obediencia de "las leyes del orden, de la armo-
dad que no les proporciona trabajo y medios cómodos de nía y el respeto" 60 • Otra opinión esgrimida por los artesa-
subsistir; y por lo mismo, en la mejor disposición para afli- nos, precisamente en sus demandas de protección al Estado,
gir a sus familias y atormentarse a sí mismos y turbar el es la que relacionaba el trabajo con la subsistencia, afirman-
país, mientras que es preciso hacer venir de 300 leguas de do que para los pobres era el único recurso de vida 61 • De tal
distancia y a peso de oro un operario que dirija el fuego vínculo deducían que. tanto los factores que afectaban el
de un horno de reverbero o que construya una rueda hi- trabaj~ (los monopolios, las contribuciones, la libre impor-
dráulica. ¿Esto.por qué? Porque en nuestra mezquina socie- tación, etc.) como los que incidían en el precio de los alimen-
dad llamarse abogado aunque sea un pillo o un ignorante es tos (especulación, emisión de billetes, monopolios, etc.)
un honor; llamarse artista (artesano) aun siendo honrado amenazaban la existencia de los artesanos y eran una res-
es mengua 56 • ponsabilidad para los encargados del gobierno 62 •
Las anteriores direcciones del ideario sobre el trabajo
En los análisis de los artesanos fue muy persistente parecen pronunciarse desde los años ochenta por la prensa
entender el trabajo como un castigo divino. La fuerza de tal artesanal a través de sus quejas, en las descripciones sobre
idea hizo que hasta llegara a expresarse como epígrafe del sus condiciones de vida en sus esbozos biográficos y hasta
periódico El Trabajo, que circulaba en el mismo año de la en la misma poesía 63 • De ese cuadro lo llamativo -en fun-
conjuración que estudiamos en el presente capítulo; el pen- ción de intentar comprender el significado de las consignas
samiento que subtitulaba la publicación decía: "Mediante sobre el trabajo recogidas en la tabla No. 16, es que el tema
33 6 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 33 7

fue puesto de moda con específicas connotaciones. En pri- porque cualquiera que sea la fortuna, cualquiera que sea el
mer lugar, en la prensa artesanal reconocemos los paráme- bienestar de que se goce, resta siempre algo que desear: y
tros moralistas que guiaban la Regeneración, lo cual se este deseo es un tormento, si no puede satisfacerse [ ... J.
percibe en un discurso sobre el trabajo impregnado del afán El bienestar del pobre depende del trabajo, del orden,
de moldear el orden social bajo pautas tradicionales o con- de la economía y de la estimación de aquellos que lo ocu-
servadoras, como de prevenir los levantamientos sociales y pan, la cual debe ·ganar por su probidad y buena conducta
la injerencia del socialismo. De ahí que se defendiera un mo- [... J.
delo social piramidal en el que las clases sociales debían La familia del pobre suele tener ventajas sobre la del
permanecer en armonía y que se presentara el trabajo como rico. La paz doméstica, el amor conyugal, la tranquilidad
una vía de nivelación social: de conciencia se encuentran más frecuentemente en la ca-
baña del pobre que en los palacios de los potentados, don-
La sociedad se constituye de tal manera que ni los ri- de el lujo, los goces mundanos y las pasiones fomentan los
cos serían ricos si no hubiera pobres, ni los pobres podrían d\sordenes del marido, el libertinaje de la mujer, y convier-
vivir si no hubiera ricos; son los polos que sostienen la ar- ten muchas veces en infierno una casa donde debían reinar
monía de do.s fuerzas contrarias. Pero la pobreza no debe la unión, la calma y la virtud 65 •
ser tenida, ni es deshonrosa, cuando está dignificada por
el trabajo; y esta pob\eza es la que suele levantar el genio Para el caso contrario, cuando el artesano lograba des-
de los hombres que saben hacer de ella el escalón para subir pegar económicamente, iba dirigido el pensamiento de atri-
a las alturas del honor 64• buir a su fortuna un valor moral inequiparable:

Según ese evangelio social manipulado esencialmente Quien más trabaja, más prospera y no es más feliz el
por el clero, el ar~esano tenía que sobreponerse al abando- que posee riquezas heredadas, que el que todo lo debe al
no y a la desprotección del Est~dohaciendo uso "de'la ener- esfuerzo propio.
gía, la perseverancia y la paciencia"; cualidades· que debían El obrero que llena sus cofres con el ahorro del fruto
distinguir a "los héroes del trabajo" y que podían encauzar- de su fatiga, tiene que gozar mucho más que el potentado
se diariamente por el "fecundo campo de la laboriosidad". que encuentra una fortuna o halla su bienestar en la he-
En la literatura sobre el trabajo se le planteaba al menes- rencia o en la dádiva 66 •
tral conformidad con su condición de vida por cuanto que
ella encerraba virtud y felicidad: Durante la Regeneración, el segundo aspecto del discur-
so sobre el trabajo anticipaba los posibles conflictos sociales
Si la privación de una necesidad cualquiera constituye derivados del mismo, de la organización de los trabajado-
la pobreza, no habría un solo hombre rico sobre la tierra; res y de la proyección de ideologías revolucionarias. El so-
33 8 :María Ag~úlera Peña Insurgencía urbana en Bogotá : 33 9

porte clave de esa estrategia estuvo en la introducción de la los salarios disminuye la demanda y encarece las subsisten-
experiencia de las comunidades y asociaciones católicas eu- Clas.
ropeas en su lucha contra el surgir del movimiento obrero ¿Ofrece el uso de este derecho algunos inconvenientes?
y el socialismo. Resulta por eso obvio el nuevo vigor con que Suele promover transtornos en el orden público, vio-
se glorificaba el trabajo, el tono moralizante de la prédica, lencias entre los mismos obreros y degenera su abuso en
- las filiaciones religiosas en que se fundamentaban las pu- per¡mc10 suyo.
blicaciones periodísticas y el diseño de una acción católica ¿Existe alguna notable sociedad de resistencia?
destinada a controlar la organización artesanal mediante la La Asociación internacional de los trabajadores
fundación de asociaciones o sociedades de trabajadores ton ¿Que resultados ha dado esta sociedad?
fines mutualistas. Cualquier otro tipo de movilización arte- Detestables para la generalidad y muy nocivos para los
sanal o de objetivos -que acaso podían desarrollarse dado obreros.
el atraso del artesano y el predominio de una mentalidad de ¿Qué perjuicios ha causado a la generalidad?
pequeños productores que ligaba a los dueños de los talle- Soliviantar las comarcas obreras, introducir en ellas la
res cor:- sus dependientes- fue moralmente descalificado o discordia y originar desastres en muchas partes.
juzgado como ineficaz. ¿y respecto a los obreros?
En cuanto a esto resulta ilustrativo lo que sobre el pun- Absorberles sus ahorros, hacerles aborrecible el traba-
to se asevera en el "Manual del trabajo" publicado en el pe- jo y trocar sus ilusiones en desengaños 67 •
riódico El Artesano:
Los dos hechos sociales que tratamos, el motín de 1 8 9 3
¿Cuáles son las sociedades que se forman entre obreros? y la conspiración de 1894, de alguna manera remiten a los
Las más comunes son las de resistencia, las cooperati- pilares del discurso regenerador sobre el trabajo. En el pri-
vas y las de socorros mutuos. ¿Qué objeto tiene la socie- mero, como respuesta a los análisis del periodista Ignacio
dad de resistencia? Gutiérrez, que pretendía desvirtuar las quejas de los arte-
Procurar el alza de los salarios y proveer a la mejora de sanos ( desprotección, escasez de trabajo, etc.) y atribuir su
la situación del obrero. misera a los vicios, la falta de previsión y el ahorro. En el
¿Porqué medios se consigue? segundo, las consignas sobre el trabajo enmarcaron peticio-
Reclamando a los patrones las ventajas que se desean nes concretas para modificar o suprimir los factores que
y declarándose en huelga si aquellos se las niegan. hacían difícil la vida de quienes derivaban el sustento de la
¿Es justo este derecho de los obreros? pequeña producción. Desde este punto de vista, ambos mo-
Si porque cabe dentro de la libertad del trabajo. vimientos rechazaron la retórica moralista que pretendía
¿Cuál es su resultado? sustraer al trabajador de sus condiciones reales· de existen-
Que si los obreros son sobrado exigentes, el alza de cia. Frente al renovado ideario sobre el trabajo, los artesa-
3 40 : Mario Aguilera Peña

nos oponían su experiencia de lucha, caracterizada poruna


permanente pres_ión sobre el gobierno y la clase política;
antes que profundizar en los defectos morales de sus per-
sonas, en colmarse de paciencia y conformidad, prefirieron
buscar las salidas pragmáticas y el uso de la violencia. La
fuerza que los movilizaba radicaba en el convencimiento de
que el bienestar social podía ser una realidad cuando se ase-
gurara el predominio de la equidad en los mandatos del go-
bierno frente a los grupos sociales, como en las relaciones
entre los pobres y los poderosos. Este ideal político era en-
tendido como la única forma de evitar los conflictos deri-
vados de la oposición entre capital y trabajo, planteamiento
que por aquellos años encontraba cabida en la prensa arte-
sanal tanto gobiernista como de oposición y que provenía
de la reproducción de artículos originalmenJ:e publicados en
¡viva el TrabajoJ
el periódico librepensador El Progreso, editado en New York.
En uno de ellos, titulado "El triunfo del trabajo", se argu-
mentaba:

En el mundo físico toda esta desequilibrado y todo


busca el equilibrio, produciéndose así el movimiento y la
iAbajo·· los
vida en el Universo. Los cuerpos que parecen en reposo
no lo están, luchan constantemente con los que les impi-
den el paso. Las fuerzas en direcciones opuestas se parali-
zan, pero no se destruyen ni. tan siquiera se debilitan. En Cintas blancas con leyendas rojas y negras confiscadas a
el momento en que se remueve una, avanza la otra con in- los conspiradores de 1894 por la polícia secreta
variable energía. (Archivo General de la Nación).
En el mundo moral sucede lo mismo que en el físico.
Cada hombre trata de arrebatar a los otros lo más que pue-
de y de estas tendencias encontradas resulta ·la lucha por
la existencia, lucha que principió con la aparición de la
humanidad sobre la tierra y que durará mientras existan los
3 42 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 343

hombres. Esta lucha tiene treguas de descanso, lo mismo Luis Blanc y que se haya editado en Bogotá (I 8 52) el tex-
que los ejércitos, pero jamás se llega a firmar un tratado to "Análisis del Socialismo y exposición clara, metódica e
de paz. imparcial de los principales socialistas antiguos y moder-
La mano del trabajador es la vara mágica que convierte nos"69, que también recogía las ideas de Saint-Simon,
"las piedras en pan", que extrae de la tierra el jugo necesa- Fourier, Owen, Leroux y Proudhon. Aunque varios de ellos
rio para alimentar la vida. La repartición de este producto abordaron el problema del trabajo, fue Blanc quien insistió
es la manzana de la discordia. El capital quiere llevarse la en la posibilidad de organizar el trabajo de modo que to-
parte del león; el trabajar aspira a la suya. De allí la eterna dos lo disfrutaran con una misma retribución y "dentro de
guerra' entre el capital y el trabajo ... un pleno respeto a las personalidades individuales" 70• En su
¿Cómo conjurar la tormenta? ¿Cómo evitar los des- razonamiento, orientado a los pequeños productores gol-
bordes del trabajo? peados por el proceso de industrialización, describía una
La equidad es el único para-rayos, el único dique. sociedad sin ganancia capitalista, que permitiera la propie-
¿Abrirán los ojos los opresores y evitarán el cataclis- dad privada y que implementara un órgano directriz desti-
mo social que los amenaza? 68 • nado a favorecer los intereses de los trabajadores. Paia
1893, la tesis socialista sobre el derecho al trabajo estaba
Un pensami.ento adjunto al de la equidad es el del de- siendo combatida por la prensa artesanal de tendencia na-
recho al trabajo, tradicionalmente .implícito en las quejas cionalista que consideraba un absurdo ocupar y remunerar
artesanales desde varias décadas atrás e insinuando en las sin que hubiera ni necesidad ni utilidad71 • Sin embargo, la
consignas de la conspiración (trabajo y garantía, viva el tra- condena no duró mucho tiempo debido a que no tardaron
bajo del pobre, viva el derecho individual del hombre, etc.). en divulgarse los nuevos principios de la iglesia frente a la
Entre los artesanos ese discernimiento bien pudo haber "cuestión obrera" trazados en buena medida por la encíclica
resultado de la conceptualización de qué había sido su his- Rerun Novarun. De ahí, que unos años más tarde se reivin-
toria como práctica por sobrevivir, amalgamada con dos con- dicara la noción del derecho al trabajo pero adecuada al
cepciones de derecho: la del "bien común", inscrita en la marco de deberes y derechos que según la doctrina católi-
legislación española vigente durante la dominación colonial, ca correponden al Estado, los patronos y los trabajadores 72•
y el principio de la igualdad de derechos reconocido en las Siguiendo con el intento de explicar las características
instituciones republicanas. Otra vertiente intelectual que no ideológicas de la conjuración de I 894, encontramos que los
podría ser descartada es la influencia del socialismo utópi- artesanos cerraban filas con otros sectores populares en
co en la movilización artesanal de medio siglo. Pese al vacío torno de ~arios fenómenos económicos de cuando en cuan-
historiográfico sobre el grado de recepción de tales ideas y do cuestionados. Nos referimos al rechazo a los monopo-
su reutilización en los años posteriores, nos parece signi- lios fueran éstos de carácter privado u oficial. De los
ficativo que la prensa de la época reprodujese artículos de primeros lo más odidado fue por supuesto la monopoliza-
344: MarioAguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 345

ción y la manipulación de lo.s precios de los artículos de pri- lo pagamos nosotros en el aumento de los arrendamien-
mera necesidad. Esta queja empezó a tener notoriedad des- tos de esas fincas. Todos los impuestos directos vienen a
de los últimos años de la década del ochenta y su causa se convertirse para nosotros en impuestos indirectos. Pero
asociaba a la negativa del gobierno a limitar las libertades Excelentísimo señor, aquellos directos que gravitan sobre
de comercio e industria. Al segundo tipo de monopoliza- las clases trabajadoras no llegan a convertirse en indirec-
ción se le dió una particular importancia, seguramente con tos para las demás clases. iQue desigualdad! Esta injusti-
el ánimo de integrar a su movimiento a los pequeños pro- cia nace del exceso de impuesto 73 •
pietarios de las zonas tabacaleras y en algunas regiones a
los productores de caña y miel; además del lógico sentido Las motivaciones económicas fueron mucho más eviden-
de solidaridad que ligaba a esta franja de poseedores del tes en la frustrada conspiración de 18 94 que en el motín
campo y la ciudad, también contaba el recuerdo del movi- de 189 3, sin duda por las circunstancias que rodearon el
miento de los Comuneros que acababa de cumplir el primer estallido de tal protesta urbana y por el aparente dominio
centenario y que era el hecho histórico comúnmente cita- de los móviles políticos. En otras palabras, ambos movi-
do para analizar las medidas monopólicas y fiscales. Fueron mientos sociales comportaron una misma causalidad eco-
también ardowsamente criticadas - y esto se revela en el nómica, sólo que ésta pudo salir a flote en el segundo
Manifiesto y las consignas de la conjuración-las dispo- episodio, cuando se sustituye la espontaneidad por un plan
siciones referidas a las contribuciones. Las objeciones se político-militar con una plataforma de lucha que traducía
fundaban en la crisis y la pobre~a que se vivía, como en las las aspiraciones de amplios sectores populares. Respaldaban
pretendidas desigualdades que resultaban de la operati- el descontento y la protesta de origen económico (mono-
vidad misma de las contribuciones. Según esta apreciación, polios, carestía, etc), nociones legitimadoras pertenecien-
todo el peso fiscal recaía sobre los pobres. Veamos uno de tes al imperio de las relaciones económicas tradicionales 74•
esos razonamientos: Nos referimos, de un lado a concepciones popularmente
aceptadas como aquella muy universal que planteaba que "el
La incidencia de los impuestos depende del estado de pan debía estar siempre al alcance de los pobres" 75 , y de
las capas sociales gravadas por ellos. Cualquiera que sea la otro, el arraigo del derecho natural con los postulados del
intención del legislador cuando el impuesto llega a cierto "bien común" o la obligación de proveer las necesidades de
límite, el que debía· ser directo se convierte en indirecto y los hombres 76 • Esas tesis y antiguas prácticas -como por
recíprocamente. Pues bien, en nuestra calidad de artesanos, ejemplo las reglamentaciones del mercado para evitar el
somos hoy día centro de convergencia de' todos los impues- acapara~iento y la especulación 77- , habían ajustado el
tos: lo que al capitalista comerciante se le cobra en las adua- orden económico natural, ahora cada vez más amenazado
nas, lo pagamos nosotros por la carestesía de los artículos por la introducción de un modelo de libre concurrencia. La
importados; lo que se le cobra al propietario de fincas raíces matriz de las nociones que legitimaban los intereses de los
3 46 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 347

pequeños productores y d~ los demás sectores populares conspirador. Pero, como un hecho memorable y ejemplar.
remite al sistema colonial: a su reglamentista, a sus costum- porque de cierta forma había constituído una victoria de los
bres y a la naturaleza del derecho indiano profundamente artesanos, se recordaba la elección del 7 de marzo de I 849,
moralista y dominado en el plano de la economía por el que le habían dado el triunfo a José Hilario López en una
principio de la prevalencia del bien común sobre el bien reñida v;otación en el Congreso que contó con la agresiva
individual. presión de los sectores populares. El culto a tal pasaje his-
El paulatino desmoronamiento del orden económico tórico se muestra tanto en la propuesta de ejecutar el gol-
tradicional contribuyó a que los conspiradores hablaran de pe el 7 de marzo de I 894, como en el ejercicio de evocación
la necesidad de "reivindicar los fueros populares" y se deci- que realizaba el mismo jefe de la conspiración:
dieran a definir el movimiento como "puramente social[ ... ]
en defensa de los derechos del pueblo" 78 • La sensación de un Preguntado: mi señor Cárdenas no le hablaba a usted
resquebrajamiento tanto económico como político llevaba de los plan;s que pensaba llevar adelante de un pronuncia-
aparejada una idea complementaria que no se usó explíci- miento?
tamente en los años que estudiamos pero que fue discuti- Contestó: Algunas veces me habló el señor Cárdenas
da en otros momentos críticos por la prensa artesanal, se de sus proyectos de guerra y cuando me hablaba de eso, le
trata de la vieja noción escolástica del derecho a la resisten- preguntaba yo, que con qué elementos se podía contar y
cia, reformulada en la revolución francesa como el recurso él decía que aún cuando fuera "escopeticas" y que habien-
a la insurrección que podía ejer~er el pueblo soberano 79 • do revolución, se podía hacer mucho y a este respecto, ha-
Un elemento más en la producción de la movilización blaba una vez delante de muchas personas, lo que él con
liderada por los artesanos fue la conservación del recuerdo otros habían hecho, el siete de marzo de mil ochocientos
de sus anteriores luchas. La recapitulación de la experiencia cuarenta y nueve, cuando se habían impuesto en el Con-
pasada se explica antes que todo por su grado de concien- greso, para una elección, en el cual lo habían acompañado
cia social y el ejercicio de una permanente presión política. un señor León y un señor Heredia 80 , y que por qué no se
A ello cabe agregar los durables liderazgos de algunos diri- podía hacer hoy lo mismo que se hecho entonces 81 •
gentes -por ejemplo las vidas paralelas de José Leocadio
Camacho y Antonio Cárdenas Vásquez-, cuyas existen- Cárdenas citaba al herrero Miguel León, tal vez la figu-
cias sirvieron de puente entre la generación de la indepen- ra que mejor simbolizaba la lucha, el sacrificio y la tragedia
dencia -el caso de Ambrosio López- y los artesanos de de los artesanos. Su vida resumía el proceso de los mismos
comienzos del siglo XX, como quedó dicho respecto a algu- · en la cojuntura de medio siglo: primero, por su beligeran-
nos de los participantes de la conspiración del 94. cia como dirigente de la Sociedad Democrática de Bogotá;
La experiencia pasada estuvo presente de diversas for- posteriormente como simpatizante y luego opositor del
mas en la decisión, caraterísticas y objetivos del movimiento gobierno de López; y enseguida como defensor del golpe
348: MarioAguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 349

militar de José María Mela. Corno corolario su existencia que es una constatación de la memoria colectiva sobre el
terminaría en el campo de batalla, el4 de diciembre de I 8 54, suceso, anterior al comienzo de su exaltación por allá por
al caer derrotada la dictadura. los años del primer centenario.
Recordar a León era algo usual entre los artesanos pues
estos lo habían elevado a mártir de su causa. Por ello era
nombrado en los artículos de prensa y se le rendía cierto 4·3. z . La conformación de la guerrilla
culto al fijar su nombre con los de otros artesanos falleci-
dos, en los locales de reuniones gremiales; además, se in- Desde el punto de vista de su composición social el movi-
vocaba'su memoria para plantear una unidad sin distinción miento conspirativo estuvo conformado y liderado. por arte-
de partidos y el abandono que los mismos habían hecho de sanos. En la dirección del mismo estaba Antonio Cárdenas,
su familia condenada a la indigencia 82 • La importancia y el un sastre de 6 5 años de larga trayectoria política en el libe-
sentido del reconocimiento corno mártir a Miguel León y ralismo de Bogotá y cuyos rasgos biográficos hemos esbo-
otros de sus compañeros fallecidos 83 se comprenden al te- zado en el capítulo dos. Lo secundaba Bernardino Rangel,
n:er en cuenta la interpretación artesanal o mestiza de la un ebanista "mayor de 3 O años" cuya lucha política y gre-
historia del país 84• En la perspectiva de los artesanos fue mial se desplazaría hacia comienzos del presente siglo, in-
duramente criticada el pasado reciente·-o la época poste- terviniendo en junio de I 904 en la fundación de la Unión
rior a la emancipación-, debido a los estragos causados por de Industriales y Obreros, en la que también tornaron par-
los partidos políticos y por la demagogia de los caudillos te los antiguos conspiradores Valerio Cortés (carpintero),
post-independentistas que no habían realizado el anhelo de Julio Escobar (pintor) y Belisario Cuervo (tipógrafo), en
construir la República. A esa situación agregaban entre representación de sus respectivos gremios. La mencionada
otros problemas, sus frustraciones gremiales, las periódi- organización capitalina fue integrada por liberales y conser-
cas crisis económicas y los conflictos con la iglesia. Con este vadores que querían trabajar por los intereses de los arte-
punto de vista es casi obvio que del pasado reconocieran lo sanos y elevar la producción sobre la base "de la moralidad
L1ue llamaban la "guerra magna" y a unos cuantos héroes de las costumbres; de respeto a la propiedad; de dignifica-
relacionados con la misma:. Bolívar, Santander, Acevedo y ción del derecho; de la sujeción a las instituciones; de con-
Gómez, Nariñ:o, etc. En ese cuadro de fundadores de la fianza en la equidad de las leyes y de la severa aplicación de
República incluían a José Antonio Galán, a quien tildaban ellas" 86 • Años después, Bernardino Rangel será elegido vi-
de "padre de la patria" 85 , detalle que resulta bien significa- cepresidente de la Confederación de Acción Social, una
tivo tanto porque el levantamiento de los comuneros no entidad promotora del Congreso Obrero que en I 9 I 9 de-
constituyó una referencia histórica aprovechable para los claró fundado el Partido Socialista 87•
fines de las élites que adelantaron la guerra de independen- Complementaban la cúpula del proyecto conspirativo de
cia y la construcción del nuevo Estado-nación, corno por- 1894 Antonio Salazar y Máximo Berrnúdez, dos jóvenes
350: MaríoAguílera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: jJZ

TABLANO. 17
solteros de 22 y 20 años respectivamente, los que coloca-
PRE-CONSPIRADORES y CONJURADOS
rían la dosis de a,udacia que siempre requiere un proyecto
como el planeado. Con el primero se alinearía, un carpinte- NOMBRE OCUPACIÓN CARGO

ro viudo, Valerio Cortés, en la difícil misión de asaltar los l. Antonio Cárdenas V. Sastre Jefe superior
¡.¡

cuarteles del Ejército. Esta tarea la compartían con un ex- z. Bernardino Rangel U. E,banista Director de sección
l

artillero de apellido Londoño, elegido para el efecto por su 2


'Tesorero
pericia militar. En los demás cargos, con excepción del en-
3
Coordinador
comendado a Juan Gonzalez Monroy y a Vicente Nariño,
2
no parece definitiva la experiencia militar. Al parecer, se con- 3. Amonio Salazar L Empleado de papelería Jefe de comisión

fiaba en el factor sorpresa y en los conocimientos ocasio- Inspector de guerrilla


2

nales que poseían los artesanos por su participación en las ¡


Vocero jefe de batallón
guerras civiles o, en forma más general, por lo adquirido a 2
88 4. Máximo Bermúdez Eban isca, empleado Vocero
través de los reclutamientos •
3
.La tabla N o. 1 7 recoge el tipo de ocupaciones de los Miembro de batallón
[
conspiradores según lo declararon en las indagaciones judi- 5. Pedro Daza Negociante y chichero Inspector de legión

ciales. Fue claro el predominio artesanal del movimiento, en Jefe de sección


2

contraste con los participantes del motín de 1893 (ver las 3


Jefe de comisión
tablas Nos. 12 y 13), en el cual se aprecia la presencia de
6. Valerio Cortés Carpintero Inspector de guerrilla'
otros sectores populares de la ciudad, como sirvientes, car-
l
gueros, revendedores, jornaleros, etc. Los artesanos cons- Jefe de batallón

piradores no eran un grupo economicamente homogéneo: 7. Vicente Nariño Empleado en una empresa Inspector de guerrilla'

algunos poseían' talleres más o menos prósperos, como Ber- de carruajes, ex-militar Jefe de comisión
3

nardino Rangel, quien regularmente empleaba de cuatro a 8. Anselmo Daza M


l
Sastre Subdirector de sección
cinco ebanistas que daban a su patrón el apelativo de "don".
Inspector de guerrilla'
Varios de los artesanos conspiradores trabajaban en su
l
propia casa a cuenta de un artesano más solvente que le su- 9. Eugenio Escobar Tapicero, empleado Director de sección

ministraba elementos: era el caso del sastre Anselmo Daza. Primer jefe de guerrilla'

Unos atendían sus pequeños negocios, como el fabricante ro. Elíseo Peñuela Tapicero, empleado Conductor
[

de sellos Jesús Aconcha, quien vivía en arriendo. Otros eran


Primer jefe de guerrill/
inquilinos y trabajaban como empleados en los talleres.
II. Ignacio Cuervo Fabricante de dulces Oficial'
De 3 6 indagados a quienes se les preguntó sus creen-
2
cias religiosas, 3 1 afirmaron que profes~ban el catolicismo; Jefe de guerrilla
35 2 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 353

TABLA No. 17 TABLANo. 17


CoNTINUACióN CONTINUACIÓN

NOMBRE OCUPACIÓN CARGO NOMBRE OCUPACIÓN CARGo·

12. Julio Es.;obar Pintor y ornamenrador Miembro del Centro Liberal 28. LeonidasHinestrosa Negociarire Centro Liberal
1
del barrio Egipto del barrio Las Nieves* 1

Jefe de guerrilla' 29 . Aparicio Reyes Negociante Centro Liberal


1
13. Joaquín Espinoza S. Carpintero Subdirector de sección del barrio Las Nieves* 1
3 30. Juan González Monroy Sastre, ex-coronel
Miembro de batallón Director de sección
1

1
14. Adán V ergara Crayonista Ayudante 31. Gregario Gaitán Abogado Presidente de la Junta Liberal
2
Jefe de guerrilla 1
del barrio Las Nieves

15. Leoncio Alba Comerciante Secretario del Centro Liberal 32. Rafael Lombana Tipógrafo 1
Conductor

del barrio Las Nieves


1
33. Belisario Cuervo Impresor, empleado 1
Segundo ayudante
2
Depositario de armas 34. Enrique Angarita Impresor, empleado Procurador
1

3 35. Adelio Figueroa


16. Elías Rocha Tipógrafo Miembro de batallón Empleado ocasional Primer ayudante1

17. Jesús Aconcha Fabrican te de sellos Miembro de batallón


3 36. Zacarfas Celemo Carpintero, albañil y pintor Conductor 1
3 37. Ricardo Mafia
18. David Granados Tipógrafo Miembro de batallón Carpintero y ebanista Segundo oficial'

19. Victorino Rangel Tapicero Miembro de batallón


3 38. José de J. Gárnica Pintor 'Director de sección
1

3 39. Higinio Castillo


20. Pedro J. Rod,ríguez Zapatero y quiropedista Miembro de batallón Albañil Director de sección
1

21. Manuel Martfnez N. Chichero Jefe de comisión


3 40. Gregario T erren te Zapatero Subdirector
1

22. Felix Pérez Peluquero Jefe de comisión


3 41. Leocadio Barragán Carpintero 1
Director de sección

23. (?) Ramfrez Empleado en las rentas Miembro de batallón


3 42. T elésforo Sánchez Carpintero Oficial'

de aguardiente 43. Eustaquio Gómez Ebanista Subdirector


1 '

24. Juan Luis V ergara Estudiante de medicina en Segundo jefe de guerrilla


2 44. Benjamín Garda Zapatero Miembro de sección
1

la Universidad Externado * Se desconoce el cargo que ocupaban, pero se les encuentra documentación compro-

2
1
e
m.etedora. JUnta Liberal del barrio Las Nieves o Egipto)' perteneciente al Centro
25. Alejo León Zapatero Jefe de guerrilla Lrberal de Bogotá (1 891-189 3). 2 Primer plan. conspiratorio. ' Segundo plan
consptratono. J _
2
26. Sebastíán Zapata Carpintero Primer jefe de guerrilla FUENTES: A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 7, ff. 1I:-269t:, 3 75c-378v.; t.
238, ff. 257r.-312r.; Policía, t. 3, f. 810r., 795r. Hubo más indagados que no fueron
27. Cantalicio Lara Negociante Jefe de guerrilla' tomados en cuenta porque aparecía muy evidente su inocencia.
354: Mai'ioAguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 355

cuatro no contestaron y uno señaló que era Libre Pensador. Egipto con la elección de juntas liberales. Fue en el barrio
Se presume que el jefe de la conjuración pertenecía a lama- de Las Nieve-? donde se logró un relativo éxito. Allí, la jun-
sonería: figura su nombre en un listado de la logia Filan- ta de cinco miembros con sus respectivos suplentes, presi-
89
tropía Bogotana, número de 16, con el grado primero • De dida por el abogado Gregario Gaitán, determinó aglutinar
los mismos 3 6 se tiene que 23 eran casados, 11 solteros y 2 . a los liber.ales por legiones (ver el gráfico No. 2), compues-
viudos. Datos sobre el lugar de nacimiento y la edad de los tas cada una de cinco secciones que debían agrupar a 3 00
conjurados difícilmente podrán ser reconstruidos pues casi · individuos, es decir 60 por sección. Al frente de la legión
nunca se formulaba la primera pregunta y a la segunda se so- se desempeñaban el inspector primero y el inspector segun-
lía responder genéricamente con la frase "mayor de édad". do, elegidos por el acuerdo de los cinco directores que
Un rasgo destacado de la constitución del grupo cons- lideraban las secciones y cuyo nombramiento se sujetaba a
pirativo es que junto a las adhesiones individuales se pre- la aprobación. de la junta. Dos auxiliares colaboraban con
sentó la absorción de dos organizaciones políticas liberales. los inspectores. A estos se les asignó la responsabilidad de
Dicha captación, que no se hizo en bloque, fue definitiva en hacer cumplir las órdenes emanadas del Centro Nacional y
el desarrollo del proyecto debido a que se trataba de orga- comunicadas por conducto de la junta de cada barrio, co~o
nizaciones cobijadas por la propia crisis del partido, a que la prerrogativa de vigilar la composición de las secciones.
contenían algún gérmenes belicista y sobre todo a que sus Las tareas de los jefes de sección, del director y del
miembros eran artesanos ansiosos de obtener un mejora- subdirector se centralizaban en organizar y mantener dicho
miento social y de incidir en los rumbos políticos del país. cuerpo, cuidando de que las órdenes comunicadas por sus
Pasemos a ubicar esas sociedades. inmediatos superiores se cumplieran con disciplina. Auxi-
liaban a los anteriores dos ayudantes, un oficial primero y
A. JuNTA LIBERAL DEL BARRIO DE LAS NIEVES. Esta organiza- cuatro oficiales segundos. Otros cargos estatuidos fueron
ción había sido. creada a mediados de 1891 como resulta- los de cuatro procuradores y cuatro conductores: aquéllos
do a su vez de la fundación e~ abril de ese año del Cenf1'0 estaban encargados de elaborar las listas de electores con
Liberal, organismo destinado a orientar la política del par- los individuos de la sección que reunieran los requisitos exi-
tido a nivel nacionaL El Centro trazó una política de con- gidos por la ley, mientras que los segundos debían condu-
vivencia con el régimen Regenerador; sus miembros creían cir a los lugares de votación a los ciudadanos seleccionados,
que el camino inmediato del liberalismo era ejercer una tratando de evitar los conflictos "que acaso propaguen los
oposición legal y moderada, buscando la reorganización adversarios con el objeto de hacer ilusorio el derecho de su-
disciplinada de sus militantes. Con esa perspectiva se or- fragio"90. La labor de vigilancia sobre los empleos mencio-
denó la conformación de Centros departamentales, provin- nados solamente en lo tocante a las omisiones de órdenes
ciales y locales. Desde junio, el Centro de Bogotá empezó. e instruccion.es fue encomendada en cada sección a dos ce-
labores impulsando la organización barrial en Las Nieves y ladores.
356: Mario Aguílera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 357

GRÁFICO No. 2 que en nada extrañan a la historia electoral del país, o con la
ORGANIZACIÓN LIBERAL EN ALGUNOS BARRIOS BOGOTANOS pretensión táctica de ganar las simpatías de aquellos mili-
tantes que creían que el único medio de recuperar el poder
Centro Liberal de Bogotá era la guerra. Entre las autoridades liberales y particularmen-
Juntas de barrio(s) te en la Junta Liberal del Barrio de las Nieves no se volvió a
tratar el asunto 91 • El inventario se convirtió años después
LEGIÓN (Es) -cuando el gobierno investigaba la conspiración artesanal
* Inspector I o. de I 894- en una prueba más de las inclinaciones belicis-
* Inspector 2o. tas del liberalismo. Esa perspectiva era bien lejana en I 89 I,
* Auxiliares sobre todo en las capas directivas del partido. En sus bases,
la tendencia contraria no tomaba fuerza debido a la preca-
1
5 SECCIONES riedad de motivaciones, de liderazgos y de pertrechos. Este
*Director último factor fue bien evidente en octubre del mismo año
r----
* Subdirector "'<U en la respuesta que dio el inspector de la legión primera de
'"o
-cJ Las Nieves sobre el número de elementos de guerra dispo-
*Ayudantes 1--
OJ" nibles: no se reunía una docena de armas de fuego; existían
* Oficial Primero u
L .*. - - poco más de mil cápsulas y cartuchos, tres bayonetas, una
* Oficiales Segundos
* Procuradores hachuela, una espada y dos "tarritos de fulminantes" 92 •
* Conductores Tras las elecciones de finales de año la legión tendió a
desmovilizarse. Sólo en abril de I 892 volvió a recordarse
1
[Miembros 1
su existencia con motivo del centenario del nacimiento de
Francisco de Paula Santander, a quien la Junta Liberal con-
* Empleos honoríficos de la organización.
sideraba "el hombre de las leyes y padre del liberalismo".
Para rendirle homenaje se invitó a la organización a concu-
Como se infiere de algunos de los cargos relacionados, rrir a una "procesión cívica" desde el atrio de la catedral pri-
la prioridad de la organización liberal fue la participación mada hasta el cementerio, donde se depositó una ofrenda
en los eventos electorales, comenzando por el que se reali- floral 93 • El decaimiento de la organización estaba relaciona-
zaría en diciembre de I 8 9 l. Sin embargo, al mismo tiempo do con las escásas posibilidades de la oposición para ejercer
en que se daban pasos hacia la contienda electoral, se levan- el derecho de sufragio. Esta realidad la manifestaba en mayo
taba un inventario de los elementos de guerra a través de del mismo año el propio presidente de la Junta del barrio
las secciones, posiblemente para medir la capacidad de res- de las Nieves, el abogado Gaitán, al solicitar al Centro Pro-
puesta que podían suscitar las agresiones de los oponentes, vincial de Bogotá que se trazaran alternativas distintas a las
358: MarioAguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 359

electorales con el objeto de evitar nuevas e idénticas burlas posesionar a los directores y subdirectores de sección en
en las urnas, aseguraba que ~1 ambiente general de la orga- un local destinado para reuniones de la legión, que también
94 disponía de papelería membreteada. A su vez, los jefes de
nización era adverso frente a la próxima lucha eleccionaria •
En 1 8 9 3 reaparece el interés por activar la militancia sección posesionaban a los demás directivos y tomaban ju-
liberal debido al reciente nombramiento de Santiago Pérez ramento a todos los miembros que la integraban:
como director del partido y a la efervescencia social mani-
festada en la Pueblada del 1 5 y 16 de enero. En concordan- Señores: ustedes todos prometen por la Patria, bajo
cia con la postura de Pérez de presentar una oposición palabra de honor, defender la causa liberal emprendida de
enérgica y pacífica, se reactiva el proselitismo liberal. En las reivindicación de los fueros populares por medio de la
Nieves vuelve a trabajar Gregario Gaitán, esta vez a nom- opinión 96 •
bre de la "Agencia Principal de la Organización del Partido
Liberal", en dicho barrio y con la idea de mantener el siste- B. SOCIEDAD PoLÍTICA LIBERAL Sobre ella no se conocen ma-
ma organizativo de legiones que juzgaba como un medio de yores detall~s, salvo los confesados por varios de sus miem-
garantizar el ejercicio de los derechos del Partido; además, bros en el transcurso de la investigación policial sobre el
en carta al i:t:J-spector primero Pedro Daza, retomaba las intento conspirativo del 1 o. de abril de 189497• Fundada en
palabras del jefe del liberalismo en Cundinamarca sobre la la primera mitad de 189 3, la componían unos quince miem-
indispensable necesidad de que el gobierno sintiera "por bros que se habían propuesto trabajar por el partido libe-
todas partes y a toda hora esa masa compacta de opinión ral con independencia de sus directivos. Una de sus miras,
en serena y pacífica resistencia a sus abusos" 95 • La restau- por el cual aportaban cada mes un "fuerte", era la impresión
ración de la Legión de las Nieves copó cerca de dos meses de un periódico, que al parecer logró circular con muy esca-
a partir de finales de mayo, debido a que las secciones es- sas ediciones 98 • El otro objetivo mencionado confidencial-
taban desmanteladas por el desgano que causó el último re- mente era la adquisición de armas.
sultado electoral y por la ausencia o el reclutamiento militar Antes de disolverse en diciembre del mismo año, la So-
de algunos miembros. La tarea de conformadas requirió de ciedad estaba presidida por Salvador Velasquez como pre-
la cuidadosa selección y el enganchamiento de los elegidos, sidente y Arcadio Rey como vicepresidente. A través del
por parte de los jefes de sección, los que tenÍaH en cuenta ·¿egundo, el ebanista Bernardino Rangel conoció a otros aos
condiciones personales -valor, lealtad, juventud-, y pre- miembros: Máximo Bermudez, también ebanista, y Anto-
ocupaciones por la suerte de la república y del partido. El nio Salazar, empleado de una papelería. Ambos fueron pre-
proceso organizativo de 189 3 volvió a contar con la coor- sentados al jefe de la conspiración, Antonio Cárdenas, y
dinación de Pedro Daza, investido desde 18 91 con el car- rápidamente ganaron su confianza. No se involucraron so-
go de inspector primero. Daza, quien se dedicaba a pequeños los, sino que comprometieron a otros miembros e incluso al
negocios y era dueño de una chichería, estuvo encargado de presidente de la sociedad, quien aceptó dirigir una sección
3 6o: Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 6 1

guerrillera en el primer plan de ataque dé los conspiradores. Cabe aclarar que esta tabla no pretende dar cuenta de
. En principio Salazar y Bermudez también lo hicieron, pero un ámbito social de tan difícil reconocimiento, sino apenas
lo destacable es que a partir de su vinculación desarrolla- señalar la variedad de vínculos entre los rebeldes.
ron una entusiasta tarea de coordinación del movimiento
que les valió la nominación como voceros del mismo.
Las sociedades que tratamos y otra nueva de carácter 43 .2. Los planes de ataque
clandestino no se desarrollaron exclusivamente a través de
creencias o identidades de naturaleza política. Intervinieron El primer plan conspirativo consistía en atacar los cuarte-
factores de otro tipo que bien pudieron predominar sobre les del ejército, la policía, el palacio presidencial y todos los
los políticos o coincidir con ellos a modo de complemento. sitios donde existiera guardia. Además, se tomarían los ban-
Nos referimos a la existencia de nexos de amistad, familia- cos y las comisarías de policía, las últimas con el pretexto
res, de vecindad, de dependencia económica y ocupaciona- de colocar denuncias. La ciudad quedaría incomunicada por
les, que mediaron en la transformación y consolidación de el control de la oficina telegráfica y la destrucción simultá-
la conjuración. Veamos los datos siguientes: nea en varios lugares de los cables telefónicos. A la vez, Ías
co'misiones especiales capturarían en sus propias residen-
TABLANo. 18 cias al vicepresidente Caro y a sus ministros. El plan se apo-
ÜTROS NEXOS ENTRE LOS CONJURADOS yaba en los moldes organizativos de la Junta del Barrio de
las Nieves (ver el gráfico N o. 3), si bien fueron adecuados
NoMBRE RELACIONADO RELACIÓN para operar con secciones. guerrilleras y se transformaron o
Pedro Daza 1 Anselmo Daza Familiares bien se elirp.inaron algunos de los cargos 99 •
Bernardino RangeF Victorino Rangel Hermanos
'.Eliseo Peñuela Empleado GRÁFICO No. 3
Máximo Bermúdez Empleado ocasional ESTRUCTURA MILITAR DEL PRIMER PLAN CONSPIRATIVO
Eugenio Escobar 3 Higinio Castillo Compañeros en el ejército
Belisario Cuervo4 Enrique Angarita Compañeros de taller jEFE SUPERIOR (Es)
Ignacio Cuervo 5 Jesús Aconcha Inquilino Inspector (es)
Antonio Salazar6 Máximo Bermúdez Amigos desde la infancia 1
Cantalicio Lara7 Pedro J; Rodríguez Socios SECCIÓN (Es) COMISIONES
*Primer jefe (s)
1 2
FUENTES: A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 7, f. 34. Ibid., *Segundo jefe (s)
3 4
ff. 76v., 77r., 78 r. y v., I07r. lbid., f. 34v. Ibid., f. 3 6 r. y v., f. I 02r. 1
5 Ibid., ff. 95r.-96v., I04v.-I05r. 6
Ibid., f. I07v. 7
Ibid., t. 238, f. 285r. f Guerrilleros 1
3 62 :Mario Aguilera Peña

El mando militar estaba centralizado en Antonio Cár-


denas. Lo secundaba un inspector por cada sección guerri-
llera y éstas eran comandadas por dos jefes. El grueso de la
guerrilla debía operar en la parte alta de la ciudad cubrien-
do el área comprendida entre San Diego y Las Cruces, donde
se hallaban los cuarteles del ejército. Se trataba de sostener
un ataque sobre el palacio y los cuarteles con una guerrilla
escalonada en secciones que debían protegerse redproca-
mente.'Cada facción guerrillera fue encargada de un número
determinado de cuadras conforme a su importancia estraté-
gica. En papeles rosados la guerrilla elaboró un documento
titulado Reglamento, con espacios en blanco para colocar el
barrio, las calles asignadas y los nombres de los jefes, que
mezclaba instrucciones y autodefiniciones del movimien-
to subrayand<? su carácter social. Veamos su texto:

Su vigilancia será toda para el _ _ _ 100 y en caso que


haya ocurrencia de partidarios, pueden crear otra guerri-
lla, cuidando también de que cada uno lleve su divisa, nom-
brando, al que tengan a bien, como primero y segundo Jefe.
Todo Jefe de guerrilla no puede dar, ni dejar dar otras vo-
ces, sino iaba)o el agiotismo!. iAbajo las contribuciones!
iViva el derecho individual del hombre! iViva el trabajo!.
No puede dejar atacar a ninguna persona, ni a los in-
tereses de nadie; es de forzosa obligación respetar estas ór- -
denes. Si alguna otra guerrilla necesitare de su auxilio,
concurrirá con prontitud y orden al puesto se ha [sic J lla-
mado, sea en el mismo barrio o en cualquier otro que ·sea
llamada. Respetar y obedecer las ordenes que se den por
persona conocida de los jefes.
Documento titulado "Reglamento", impreso en papel
Este movimiento no es más sino puramente social, es
rosado, que contiene instrucciones para la acción guerri-
en defensa de los derechos del pueblo, sin tener ingeren- llera de abril de 1894. Se dejaron espacios para ser llena-
dos a mano (Archivo General de la Nación).
3 64 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 65

cia en nada de política. No olvidando de ninguna manera raba a movilizar a 3.000 hombres sobre los cuarteles, 3 00
que hay que respetar las personas y sus intereses, no olvi- sobre la oficina telegráfica, 5 00 para el banco, 200 para el
dando que el soldado y el policía son del pueblo, son palacio, y a tener un cubrimiento de las calles de la ciudad 103 •
nuestros compañeros y hay que tratarlos con todas las con- A tales cuentas los conjurados agregaban una remota posi-
sideraciones que merece todo. defensor del trabajo7 del bilidad: la colaboración de miembros del ejército. Se habló
derecho del hombre. de la complicidad de un general de la República, del apoyo
Es obligación de todo jefe de guerrilla organizar vein- que brindaría el batallón quinto y de la alternativa de que los
ticinc?'hombres para su mando, que tengan las cualida- cuarteles fueran abiertos por los propios soldados 104 • Algo
des s·iguientes: viveza, valor, honradez y subordinación, había de cierto: uno de los más allegados a Cárdenas, el eba-
pu~s con estas condiciones será todo lo anterior cumpli- nista Bernardino Rangel, confesó que un oficial del cuartel
do y obedecido, como también hacer todo esfuerzo de pro- de artillería hacía parte del complot y que pondría su com-
veerse, hasta donde le sea posible, de las armas necesarias pañía en favor de la rebelión; afirmaba Rangel que la hora y
para su guerrilla; y en defensa de. nuestros derechos se su- el día del ataque estaban supeditados a las informaciones
. · plica encarecidamente para que esta organización tenga lu- que suministraría el uniformado 105 •
gar lo más ptonto posible, pues del interés que se tome . Por aparte, en manuscrito, se consignaron otras dispo-
vendrá el sol que alumbra nuestra felicidad, y podremos siciones operativas de la guerrilla. Estas versaban sobre la
gritar todos; iViva el derecho individual, viva el trabajo del obediencia de los jefes para con los inspectores; la necesi-
pobre, abajo las contribuciones!, dando cuenta de su orga- dad de pasar revista a las armas; la obligación de evitar des-
nización lo más pronto posible. Puede el primer jefe encar- ordenes que deshonraran la causa que defendía~ y la orden
gar a su segundo, en caso necesario, de sus obligaciones 101 • a las secciones guerrilleras-de proteger, si se llegaba el caso,
la retirada de la vanguardia que tenía la misión de atacar los
Las divisas a 'que se refieré el Reglamento tenían color cuarteles 106 •
morado y letras en negro con las c;onsignas: iViva el traba- Los conjurados variaron el plan. Cabe suponer que reexa-
jo!, iabajo las contribuciones!. Fueron elaboradas como con- minaron sus fuerzas en armas y hombres, llegando a la con-
traseñas en nÚUJero de 5.500 por Elías Rocha, tipógrafo que clusión que era muy difícil tener éxito con tantos objetivos
hacía parte de la conjuración y que al parecer provenía de la militares. Secundariamente es factible que el cambio fuera
Sociedad Política LiberaL Rocha también imprimió 10.000 motivado por razones de seguridad ante los crecientes ru-
ejemplares del Manifiestopopularl02. El citado papel instruc- mores que anunciaban una conspiración. El segundo plan
tivo, coherente con su definición de movimiento arriplio y fue debatido el sábado 24 y acordado definitivamente en
de objetivos sociales, dejaba abierta la posibilidad para que la noche del viernes 3 O de marzo, para ser puesto en prác-
se fuera ampliando con más secciones de 2 5 guerrilleros en tica el domingo de "pascua", lo. de abriL Consistía en un
cuanto creciera el respa_ldo popular al movimiento. Se aspi- ataque centralizado sobre la zona de cuarteles donde esta-
3 66: Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 67

ban instalados el Batallón de Artillería, el Batallón Quinto el pueblo de Colombia, ofrecemos y a todos le pedimos el
Vargas y el Batallón Tercero Boyacá. Para crear confusión, mayor respeto a la religión y a sus ministros.
previamente incendiarían dos casas hacia los lados del hos- Que Dios guíe nuestros pasos, que bendiga nuestras
pital San Juan de Dios y se tomarían un convento cercano santas intenciones y que ilumine a los que hoy -como go-
de donde dispararían para proteger el ingreso por la entra- bierno [el gobierno provisional que instalaría la conspi-
da principaL Simultáneamente por otro costado, penetra- ración ]-pueden evitar a la Patria días de duelo y de sangre
rían con escaleras y tratarían de volar el polvorín. Todavía con sólo un acto de prudencia y de valorcivil' 08 •
se tenía la esperanza de recibir apoyo desde el interior de
los cuarteles 107 • Un motivo no menos importante para dar el golpe en
Realizar el golpe el día de "Pascua" no era de ninguna la fiesta religiosa de resurrección fue el de aprovechar que
manera una casualidad. Los conspiradores. pretendían que los batallones salían a escoltar los pasos de la procesión,
el ambiente religioso que envolvía la ciudad posibilitaba la quedando los cuarteles con reducidas guarniciones 109 •
asociación entre su acto político y la conmemoración sim- El eventual triunfo de la operación habría implicado que
bólica de ese día, es decir "la resurrección del Señor" des- el vicepresidente Caro -quien también debía caer en po-
pués "de su paúón y muerte en la cruz" y el anuncio de otra der de los insurrectos- nombrara un nuevo gabinete mi-
vida para los creyentes. Los conjurados deseaban que su nisterial, integrado por miembros de las diversas fracciones
rebelión fuera considerada como legítima o justa, porque partidistas y dispuesto a adoptar las medidas consignadas
intentaban rescatar la moralidad perdida en manos de unos en el Manifiesto popular. La negativa de Caro se había contem-
gobernantes corruptos que habí;n convertido los caudales plado en el numeral cuarto del citado documento:
públicos en botín personal y porque pretendían reestablecer
los derechos mínimos del pueblo y los sagrados principios Que si el jefe del gobierno no se siente con el valor
republicanos. En. esta perspectiva el lenguaje moralista y necesario para dar este paso, en sostenimiento del cual le
religioso que respira el llamado Manifiesto Popular, no es ofrecemos nuestro apoyo. Se separe del puesto y nos alla-
endosable exclusivamente a la mentalidad tradicional atri- ne el camino para elegir un gobierno provisorio que satis-·
buida a los artesanos, hubo t.ambién un uso deliberado del faga las necesidades de la actualidad.
mismo para compaginar con el último día de la Semana
Santa. Al respecto es reveladora la parte final del Manifiesto Una victoria parcial sobre los cuarteles -la toma de uno
popular, que sería divulgado en el momento de dar el golpe de ellos- estaba dentro de los presupuestos de los cons-
de mano: piradores: la resolverían con la convocación de jefes libera-
les para que aprovecharan el botín de las armas y dirigieran
11. Siendo católicos los que hemos promovido y los militarmente el levantamiento; si se negaban los obligarían
que secundamos el movimiento, y católico en su mayoría por la fuerza. De todas maneras ambos resultados desem-
3 68 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 69

bocarían en un conflicto de mayores proporciones debido 400 jinetes al mando del hacendado Ramón Soto, quizá el
a las desarticuladas tendencias guerreristas que se incuba- único general que auxiliaría en forma directa a los complo-
ban en el liberalismo de diversos lugares de la república 110 tados. Soto esperaría en una hacienda cerca de Usaquén el
y a la reacción de los sectores leales al gobierno. aviso de ingresar en la capitaP 12 • El puntal previo de la ope-
La consumación del segundo plan llevó a efectuar lige- ración sobre los cuarteles lo constituía la captura de los más
ras variaciones en la organización de los conjurados. El grá- representativos jefes del gobierno, por parte de pequeñas
fico No. 4 muestra que se conservó la jefatura superior, en comisiones que tenían la orden de ajusticiados en caso de
cabeza de Anto:r:io Cárdenas. En vez de inspectores se nom- resistencia. La designación del personaje que le correspon-
braron dos voceros: Antonio Salazar y Miguel Bermúdez. día a cada comisión fue secreta. Sin embargo, en el curso
Ambós jóvenes alcanzaron esa posición por su labor agita- de la investigación se conoció que la aprehensión del vice-
cional entre los sectores artesanales y porque se convirtie- presidente la iba a dirigir el peluquero Felix Pérez, en com-
ron en enlaces cuando Cárdenas entró en la clandestinidad pañía de Vicente Antonio Nariño, empleado de una agencia
por razones de seguridad. de carruajes; que la del ministro de Guerra, José Domingo
Ospina Camacho, le fue encargada al dueño de la chichería
Patio Bonito, Manuel Martínez Navarrete; y que la del agen-
GRÁFICo No. 4 te Leopoldo Rodríguez, miembro del aparato de seguridad,
ESTRUCTURA MILITAR DEL SEGUNDO PLAN CONSPIRATIVO se la encomendaron a un individuo de apellido Gutiérrez,
comúnmente conocido como "El Tuerto". Tanto esta última
detención como la del jefe de la división de seguridad de la
policía, Wenceslao Jiménez, fue ordenada a último momen-
CABALLER,ÍA COMISIONES to, el domingo 3 1 de marzo, a raíz de los primeros encar-
celamientos de artesanos, sobre todo por el de Bernardino
Rangel, efectuado en la noche anterior 113 •
Primer batallón Tercer batallón La penuria del armamento fue uno de los inconvenien-
Seis compañías Seis compañías Seis compañías tes del complot. Solo algunos portarían armas de fuego; la
mayoría presentaría combate provisto de armas blancas, en
cierta proporción adquiridas gracias a una colecta promo-
La alteración en el método y los objetivos del asalto vida por el propio Antonio Cárdenas, la cual debió efectuarse
condujo a la organización del movimiento en tres batallo- complementariamente con la tarea de cada uno de los con-
nes, con 200 hombres cada uno, distribuidos internamente jurados de procurar sus propios artefactos. Se reunieron
en seis compañías con distinto número de combatientesm. alrededor de cuatrocientos pesos que fueron administrados
Reforzaría el ataque un cuerpo de caballería compuesto por por Bernardino Rangel, quien contabilizaba los gastos según
3 70 :Mario Aguílera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 71

una clave: lo anotado como partidas significaba cuchillos, yo de los radicales de Facatativá, al mando del general
los rejos eran revólveres, las casuelas querían de,cir cápsulas, Eugenio Carrillo, quien debía remitir tropa y organizar gen-
las corbatas equivalían a las Remigton. El armamento fue te en los pueblos vecinos. Se confiaba que en Sopó y sus
concentrado paulatinamente a partir de enero en la casa de alrededores esa misma labor la desarrollarían los jefes Ra-
Leoncio Alba, quien desde septiembre del año anterior se món Soto y Luis Acosta, que además deberían alistar jine-
· mostró interesado por conocer qué elementos de guerra tes en Usaquén. Contaban, igualmente, con el general Siervo
poseían los miembros de la legión de Las Nieves, a cuya or- Sarmiento, en La Vega, y presumían que el general Cenón
ganización había pertenecido como miembro suplente de la Figueredo continuaba siendo de los suyos a pesar de haber
Junta Liberal. Las armas fueron llevadas de una en una de- desistido del encargo inicial de dirigir la operación. sobre los
bajo de los sobretodos y en ocasiones en un canapé Luis XV cuarteles. Otros pueblos de Cundinamarca en donde la re-
de la ebanistería de Rangel. Para el día del golpe, el lo. de belión podía contar con seguidores eran Subachoque, Tenjo,
abril, ya una parte de los elementos de guerra había sido dis- Chocontá, Machetá, Manta y Tibirita; en Zipaquirá el apo-
tribuida en casas cercanas a los cuarteles. A ellas, al atrio yo se manifestaría con la toma de edificios públicos, incluida
de 1a catedral y a sitios vecinos -pues todos los blancos se la oficina telegráfica, que serviría para transmitir mensajes
concentraban en tres o cuatro cuadras-llegarían los con- a lbs radicales del país 115 •
jurados luego del mediodía y en pequeños grupos, para no Por lo visto, en el éxito de complot capitalino era clave
llamar la atención. Todos portarían divisas y los jefes ves- la respuesta de las poblaciones vecinas a Bogotá. En caso
tirían de negrorr 4 • que el plan hubiera funcionado lo previsible hubiera sido la
"departamentalización" del movimiento en términos de una
insurrección liberal radical contra el gobierno. Como pen-
4-3 .J. Ramificaciones en provincia saban los artesanos es posible que con la captura de las
autoridades centrales se hubiera evitado un mayor derrama-
Pese al mar de prevenciones, rumores y suspicacias que se miento de sangre, pero un desenlace en tales términos no
acrecentaron en los días que bordeaban al lo. de abr'a, per- podía ser sino transitorio dado que tarde o temprano so-
cibimos que los artesanos habían obtenido el apoyo de libe- brevendría la reacción de los derrotados e incluso d~ aque-
rales radicales en algunas poblaciones aledañas a la capital. llas facciones de ambos partidos que hubieran quedado
Resulta comprensible que su planteamiento militar se ex- inconformes o por fuera del gobierno provisional formado
tendiera a los pueblos de Cundinamarca, pues la victoria de- bajo el tutelaje de los artesanos.
pendía tanto de la movilización de tropas hacia Bogotá el El inventario de las ramificaciones de la conjuración fue-
mismo día del golpe como de los pronunciamientos simul- ra de Cundinamarca no arroja datos concretos, salvo algunos
táneos o posteriores que debían neutralizar la reacción de los indicios como los referidos por un delator sobre la llegada
amigos del gobierno. Los conspiradores esperaban el apo- el 20 de marzo de postas del Cauca, Antioquia y Tolima; la
3 7 2 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 73

espera de los mensajeros que enviarían de Santander y comunicación diría: "Compre el café que pueda, enviársele
Boyacá; los telegramas que despacharía varias poblaciones mulas, letras a tal precio". En caso contrario era lógico que
entre ellas Tunja y Chiquinquirá; las conversaciones en dijera: "No compre café, letras bajaron a tal precio, no le
Bogotá con el general Campo Elías Gutiérrez, vecino del enviaré mulas". También aparecía como normal que un eba-
Cocuy (B); los letreros que amanecieron en las paredes de nista de Bogotá le enviara a un carpintero de Villavicencio
Tuluá el 3 O de marzo, que decían: "ya se llega el día de qui- un télex que expresaba: "madera preparada, plata lista". Con
tarnos el yugo"; las reuniones de liberales en la provincia el otro medio de comunicación en la provincia, las tradicio-
de Vélez 116 • Quizás el anhelo de los artesanos de precaver nales postas, se tomaron igualmente precauciones a fin de
la guerá explique la aparente debilidad de los nexos entre impedir infidencias en los viajes o la vigilancia de las auto-
los conspiradores con los radicales de otros departamen- ridades. Así tenemos que el recado afirmativo que le debía
tos, por la ambivalencia entre asestar un golpe certero, poco llegar al general Carrillo en Facatativá diría: "Mañana debe
cruento y sin mayores recursos, o articular un respaldo más firmarse el documento, deje la mitad o la tercera parte del
nacional y unos preparativos para sostener una guerra. De dinero y mande lo demás". Se deduce que el dinero aludía
no ser así, la explicación a esa aparente debilidad podría al número de hombres que debía enviar sobre la capitalu 7 •
resultar de unalimitante de la documentación o habría que 'El ataque del lo. de abril fue suspendido a último mo-
inferirla de la actitud de los jefes liberales de Bogotá y ~ento. Diversos telegramas urgentes de autoridades loca-
Cundinamarca. Éstos adoptaron dos posiciones frente al les informaban al gobierno central que había movimientos
proyecto artesanal: De un lado, los que argumentaban que en los pueblos y sus alrededores, sobre todo en el departa-
era muy aventurado y que todavía no había condiciones para mento de Cundinamarca. Los comprometidos con el plan
sostener un levantamiento, y de otro, los que estaban de salieron expectantes, listos a efectuar el pronunciamiento.
acuerdo con la conjuración sin apoyarla directamente como La mayoría se quedó esperando en los alrededores de los
fue el caso de los'.generales de Cundinamarca que prefirie- pueblos, como el general-Carrillo en Villeta, los jinetes de
ron quedar pendientes del resultado de la operación cons- Ramón Soto en proximidades de Bogotá o el general Gu-
pirativa capitalina. . tiérrez en un recorrido por los lugares próximos a la fron-
El 3 O y el 3 1 de marzo fueron colocados varios telegra- tera con Venezuela. Otros más desinformados entraron en
mas en clave que confirmaban la ejecución del plan. Los los poblaciones y promovieron tumultos contra las autori-
mensajes trataron de no despertar sospechas entre los dades, como en Valparaíso, Antioquia; en Tuluá, Valle, donde
telegrafistas, por lo general adictos al gobierno. ¿Quién iba hubo un muerto, o en Mantá, Cundinamarca, cuya ocupa-
a recelar-·por ejemplo-. de un telegrama dirigido a una ción duró varias horas hasta que se confirmaron las noveda-
zona cafetera como La Mesa y atinente al comercio de dicho des de Bogotá. Esas actitudes de los sublevados contra las
producto? En esa localidad se había acordado con los adhe- autoridades locales y los gritos de abajo el gobierno, abajo
rentes del movimiento que, en el evento de confirmarse, la la Constitución, traducían cabalmente el sentido de los le-
3 74: Mario Aguilem Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 75

vantamientosn 8 • Fuera de Bogotá la rebelión fue compren- Doctor Domingo Ospina Camacho. Pasó por esta hoy,
dida en forma partidista o mejor como un nuevo inicio de dirección Ubaté, General Avelino Rosas, presidente Vene-
la lucha liberal para acceder al poder. Pero ¿acaso había otra zuela. Verídico: Sigo Chiquinquirá, comunique órdenes.
posibilidad? ¿Podían esos amotinados de los pequeños ca- Compatriota, amigo. Isaac Bolívar 119 •
seríos y zonas rurales imaginar el transfondo, la dirección
y el acento social del movimiento bogotano, cuando la mis- Pensando que hay un error de puntuación en el telegra-
ma forma de convocatoria insurrecciona! estaba apelando a ma y que no existió confusión en la nacionalidad de Rosas,
los métodos tradicionales de "actividad" o de participación conviene aclarar que el combativo general se hallaba por esa
política? fecha viviendo en Curazao, de donde no había podido salir
Amén de los sucesos referidos, los demás fueron rumo- a dirigir el golpe sobre los cuarteles bogotanos debido a que
res. Algunos de ellos oxigenados por los propios alcaldes la pobreza no le permitió sufragar los costos del viaje. Por
municipales, que para demostrar su lealtad daban por cier- su parte, el general Joaquín Crespo, presidente de Venezuela,
to cualquier murmullo y prontamente lo transmitían al mi- se hallaba en Caracas; además, mantenía una ambigua posi-
nisterio de Gobierno. En ese ambiente de guerra que cubría ción frente a los intereses de los liberales colombianos 120 •
la república era, casi normal que esa oficina fuera antiborrada
con noticas sobre las andanzas de los·incontables genera-
les radicalés; de cifras sobre las armas enterradas o que se 4-3 4- Desmantelamiento y perdón
estaban importando; de fechas sobre el día del pronuncia-
miento y de las gestiones belicistas de los colombianos en Un poco antes de las cuatro, cuando los conjurados se ha-
Venezuela. No era extraño, por ejemplo, que según los ca- llaban en su posición de ataque se dió .la contraorden de
bles una misma persona entrara al país en forma simultá- detener el golpe. La medida fue precipitada por varios fac-
nea por los dos extremos: el Valle del Cauca y la frontera tores. El principal tiene que ver con las detenciones practi-
venezolana con los Llanos Orientales. Ése fue el caso del ge- cadas el sábado 3 O, en particular la de Bernardino Rangel,
neral Avelino Rosas: mientras que un telegrama urgente del por los documentos que le encontró la policía y porque era
2 de abril, suscrito por el gobernador, daba cuenta de que una cabeza visible del movimiento, al igual que los voceros
se hallaba en el centro del Valle luego de desembarcar en el del mismo. Sí bien es cierto que desde el 1 3 de marzo se ha-
Bason y subir por el río Dagua, otro más urgente informa- bían efectuado algunas capturas de artesanos, éstas no inti-
ba que el 2 7 de abril a las 2 p.m. había pasado por Ráquira midaron a los conjurados ni variaron sus planes, porque se
con destino a la capital. Los dos se referían a idéntico "revo- produjeron sobre prestantes miembros de la Junta y de las
lucionario", pero conforme al segundo lo que ocurría no era secciones liberales de las Nieves en averiguación de los fi-
un conflicto partidista sino una invasión venezolana o, me- nes y las actividades de una organización que de hecho es-
jor, una guerra internacional: taba disuelta; además, debió darles cierta tranquilidad a los
3 76 :Mario Aguilera Pena Insurgencia urbana en Bogotá : 3 77

complotados la aprehensión de conocidos artesanos conser- errores. Algunos artesanos hicieron infidencias en las con-
vadores, entre ellos Felix Valois Madero, lo cual les indica- versaciones por las chicherías. La policía entablaba relación
ba que la investigación de las autoridades no se apoyaba en con sus dueños y ejercía vigilancia especialmente en aque-
bases muy sólidas 121 ; debieron pensar además que el encarce- llas donde los liberales acostumbraban a reunirse. De lo cual
lamiento de ex-legion~rios en el cuartel de Artillería podía resultaba que las noticias políticas estaban al otro día en el
en últimas favorecerlos, por cuanto era uno de sus objetivos escritorio del ministerio de Guerra. Por ese medio se corro-
militares y allí contaban con militares amigos. boró la fecha de la conjuración, pues la chichera de un esta-
Situación muy distinta fue la que planteó la detención blecimiento vecino al panóptico reportó que a la noche del
de Rangel y por ello se entiende el mandato desesperado de 3 O de marzo oyó decir a uno de sus clientes, quien "pare-
prender a dos miembros claves de la policía de seguridad, J,
cía ser el jefe [ ... que todo estaba listo para dar el golpe el
como la orden y la contraorden conspirativa en menos de domingo I o. de abril y que harían uso de la dinamita" 124•
24 horas. Los temores eran bien fundados, la policía dis- Sospechamos que otra vía por la cual la policía pudo obte-
ponía de mayores elementos de juicio desde el 2 I de mar- ner datos sobre el plan político de los artesanos fue la de los
zo cuando lograron obtener información de un miembro de liberales pacifistas o de quienes simplemente se oponían al
la conjuración~ que tenía una visión de conjunto del movi- m6vimiento. De las declaraciones judiciales se desprende que
miento por sus lazos de amistad con otros artesanos, pero algunos conjurados consultaron con jefes reconocidos del
sobre todo porque se le había encomendado una de lasco- partido para conocer su opinión sobre el proyecto. Los doc-
misiones que debían operar sobre las personalidades del go- tores Nicolás Esguerra y Liborio Cantillo, por ejemplo, se
bierno. El delator, señalado en los documentos policiales mostraron enfáticos en censurar el movimiento; pedían que
·como el jovenN.N., se entendió con Wenceslao Jiménez, co- trataran de disuadir a quienes estaban comprometidos e in-
misario de seguridad, quien llegó a la con~lusión de que "no cluso llegaron a plantear como una orden hacer "cuanto se
veía sino el dinero". Esto lo decía cuando comunicaba al di- pudiera" para que el mismo no se llevara a cabo 125 •
rector general de policía que el individuo estaba insatisfe- Las otras razones que hicieron desistir a los artesanos
cho con los $200 que le habían e~viado pue.s "creía que su fueron de tipo militar. A última hora, antes del golpe, se per-
información valía mucho más", tenía que "gastar mucho con cataron de la renuncia del "antiguo artillero" encargado de
los conspiradores" y exponía su vida "porque ellos estaban manipular la dinamita que estallaría en los cuarteles y de la
resueltos a despedazar a quien los delatara" 122• En el curso . imposibilidad de improvisar un reemplazo. Supieron igual-
de la misma investigación otro comprometido resultó en- mente de sospechos.os traslados de centinelas y del interca-
ganchado como informante "a cambio de conseguir un des- lamiento interno de los cuerpos militares con hombres de
tino y poder continuar sus estudios": prometía "trabajar" confianza del ministro de Guerra. Como si eso fuera poco,
para encontrar a Antonio Cárdenas, las armas y la dinamita no había más que observar la tensión reinante en la ciudad.
que poseía la organización 123 • Fuera de la infiltración hubo Los conjurados debieron encontrar, aquel domingo I o. de
378: MarioAguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 379

abril, que los bancos había:!) dispuesto de escoltas, que es- garon sus responsabilidades, pero fueron bastante super-
taban suspendidos la procesión y el concierto en el teatro ficiales en sus respuestas. La investigación de las aut0rida-
municipal, que la corrida de toros no tendría lugar por fal- des apuntó a establecer la identidad de los jefes "superiores"
ta de público y que el cambio de guardia en los alrededores del movimiento. Supieron de los contactos de los artesa-
de la plaza de Bolívar no se hacía con el acostumbrado ves- nos con los jerarcas del partido y de su censura del proyec-
tido de parada 126 • to; de la estéril búsqueda de un jefe militar para el golpe;
En Bogotá hubo más de 60 detenciones y se realizaron del acuerdo que lograron con ciertos generales de segundo
numerosos allanamientos en casas y talleres de artesanos orden como de su apoyo indirecto al levantamiento; y de
de una y otra agrupación partidista; la pesquisa también los posibles contactos con liberales de otros departamen-
afectó a dirigentes oficiales de la liberal. Cayó correspon- tos. Al final, los sabuesos concluyeron muy a su pesar que
dencia y panfletos pertenecientes a las dos tendencias po- todas las evidencias conducían al sastre Antonio Cárdenas;
líticas del liberalismo, pero del mismo modo el archivo de éste eludió la "persecución de las autoridades. La falta de
la legión del barrio de Las Nieves y los documentos de los pruebas para incriminar al liberalismo como partido o me-
conspiradores (listados, divisas, etc.). Encontraron nume- jor a sus directivas oficiales, fue una razón poderosa para
rosas armas blancas y de fuego, incluso a liberales que no no ~astigar a todos los conspiradores. En junio, con excep-
estuvieron in~olucrados y a inocentes conservadores. Las ción de cinco, estaban gozándo de libertad bajo fianza y con
rondas desenterraron artefactos de las dos últimas guerras la promesa de no tomar parte en ning~n acto, proyecto u or-
civiles (I 8 76 y I 8 8 5), muchas_ por supuesto inservibles, ganización que tuviera por objeto turbar el orden público.
y que colocaron a sus dueños en el aprieto de explicar si las Los últimos conjurados debieron abandonar las cárceles en
guardaban "para prestar un auxilio imprevisto al gobierno los días siguientes al20 de julio, cuando se dictó un decre-
o para atacarlo en caso de revue 1ta "127. L os encarce1amlen-
· · to de gracia general p.ara los detenidos por motivos políti-
tos y las requisas domiciliarias se extendieron a los depar- cos129. Tal benevolencia bien puede interpretarse como una
tamentos del país 128 • política del gobierno para evitar el incremento de su impo-
La mayoría de los artesanos detenidos en Bogotá con-' pularidad, sobre todo en sectores sociales ya bastante in-
testaron con evasivas los interrogatorios judiciales. Trata- conformes por el efecto de las medidas económicas.
ron de desconocer la organización conspirativa hablando de Los hechos conspirativos casi no dejaron huella en la
la formada con fines ·electorales en el barrio de Las Nievés; prensa de la época, probablemente a causa de la censura y
argumentaron que había existido un uso indebido de sus para no entorpecer la pesquisa. Apenas ~parecieron peque-
nombres al parecer en las listas guerrilleras; señalaron que ñas notas de la tentativa a manera de rumores sin confir-
los responsables eran sus homónimos y que las armas y mar y el registro de algunas de las rondas y detenciones que
demás documentos ·que poseían pertenecían a personas se presentaban en la capital y en la Provincia. Las primeras
desconocidas. A cambio, los jefes dda conjuración no ne- noticias oficiales de la conspiración aparecieron publicadas
3 8o :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 8 1

a raíz de la instalación del Congreso, el20 de julio de 18 94. [... J basta decir que aquello era una amenaza social sin
La más representativa, auque muy breve, es por supuesto antecedentes 133 •
la de Miguel Antonio Caro, por distinguir las peculiarida-
des y los actores del movimiento: El movimiento cae en el olvido por nuevas noticias de
preparativos de conspiración y de revuelta. Pero lo que in-
A fines del año anterior recibió el gobierno denuncios dudablemente lo sepultaba a los ojos de sus contemporá-
ciertos de que se provocaba en la capital un desorden con neos, es que la guerra de 1 8 9 5 haya irrumpido con un plan
intentos feroces; pero esperando en que por si mismo se similar en Bogotá en el mes de enero. La conspiración del
dis-ípara tan temerario proyecto, se limitó por entonces a 94 sería considerada como un suceso más de los que ante-
ejercer vigilancia. El I de abril reinaba el pánico en la ca- cedieron a dicha guerra, quizás men<;>s significativo porque
pital. El movimiento proyectado parecía no tener carácter tan sólo fue una tentativa 134•
político, por carecer de jefes conn¿tados; pero al mismo
lo tenía por las conexiones extrañas que existen entre las
clases heterogéneas de la reacción 130• Aparece de datos y Notas
declaraciones fidelidnas, que la base de la conspiración
nueva ema~aba de la organización anterior 131 ; que el pro- 1
Malcom Deas, PobreJ::!l, guerra civil y política: Ricardo Gai-
yecto fue consultado con los jefes políticos autorizados, tán Obeso y su campaña en el río Magdalena en Colombia, z 885,
quienes lo reprobaron como una locura, aunque alguno de Fedesarrollo, s.f., S.P.I.
2
ellos más tarde, en vista de promesas de los que agitan A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 8, f. 105r.
desde el extranjero 132, manifestó asentir el proyecto; que 3
lbid., f. 1 8 1 r.
4
a pesar de esto los conspiradores resolvieron prescindir de La República, No. 32, septiembre 30 de 1893; Diario
los "grandes",'.y obrar por su cuenta, con los jefes de se- Oficial, No. 9.234, agosto 12 de 1893. A.G.N., República,
gundo orden, de la clase obrera, ya bastantemente presti- sección 4ta., Justicia, t. 238, ff. 65r.-66r., 130r.
giosos a su juicio. Aunque el c~bo que atraía prosélitos 5
A.G.N., ibid., ff. 1 77r.-1 82r.; contiene el punto de vista
en gran número era ciertamente local, es igualmente cier- del general Foción Soto. Sobre el tema ver el capítulo uno.
6
to que de lo que se tramaba estaban inteligenciados varios A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 7.
7
copartidarios políticos en muchos pueblos de Cundina- Ibid., Policía, t. 2, f. 705 r. y v.
8
marca y acaso en parte más lejana, se disponían a secun- Remigio Márquez (teniente coronel), Tratado de gue-
dar el movimiento, y con efecto, el lo. de abril, con la rrilla para el uso de las tropas ligeras de la República de Colombia,
esperanza del desorden que debía haber principiado en Imprenta de Seminario, Santa Marta, 1 821. Ver también
Bogotá, se dejó sentir en varias poblaciones sim.ultánea Felipe de San Juan y José María de Alemán,Instrucción de gue-
agitación que ahogó inmediatamente el cksengaño [ ... ]. rrilla, Imprenta de J. S. Cualla, Bogotá, 1841.
3 82 :Mario Aguílera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 83

9 José Miguel Res trepo, Historia de la Revolución en Colom- 15


El Espectador, febrero 12 de 1929; Diario Nacional, fe-
bia. t. 1, Editori~l Bedout, Medellín, 1974, pp. 263-264. brero 9 y 23 de 1929.
16
Venancio Ortiz, Historia de la revolución del 17 de abril de 1854, Avelino Rosas, Notas políticas o sea diez años de la Regene-
Imprenta Banco Popular, Bogotá, 1972, p. 4 53. José María ración, S.P.I., Trinidad, 1895, p. 19.A.G.N., República, sección
Quijano Otero, Diario de la guerra civil de 186o y otros sucesos 4ta., Justicia, t. 23 8, f 86r.-87r.
17
políticos, Editorial Incunables, Bogotá, 1982, p. 209. José A. Rosas, Notas ... , op. cit., p. 17.
18
María Cordovez Maure, Reminiscencias de Santajé y Bogotá, Ins- Ibid., p. 2 l. El término sapismo era aplicado a quienes
tituto Colombiano de Cultura y Carlos Valencia Editores, controlaban la maquinaria electoral en los años setenta.
19
Bogad, I978.Diario de Cundinamarca, No. 2.019, septiem- A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 8, ff 94r.-
bre 9 de 1876, p. 3 53 ss. Enrique de Narváez, Los Mochuelos. 100r., 1 34r., 2Ilv., 168 r. y v. Diario Oficial, No. 9.239, agos-
Recuerdos de 1877-1878, Bogotá, Caja de Crédito Agrario, to 18 de 1893. El Heraldo, No. 3 I 3, agosto ro de 1893.
20
Industrial y Minero, 197 3, p. 260. A. Rosas, Notas ... , op. cit., p. 26.
1
° Francisco de Paula Borda, Conversaciones con mis hijos, 21
A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 2 3 8, ff 9 1 r.,
Imprenta del Banco Popular, t. I, Bogotá, 1974, p. 57-62. 10Ir., 141r.
22
Diario de Cundinamarca, No. 2.091, febrero 24 4e 1877. ' Ibid., ff 85r., 89r., 92r. y 98r.
11 23
Mario Aguilera Peña, Los comuneros: guerra social y lucha Nos referimos, por ejemplo, a Fidel Cano. Ver A.G.N.,
anticolonial, Universidad Nacional, Bogotá, 1985, pp. 77-79. sección 4ta., Justicia, t. 2 3 8. ff 109 ss.
12 24
Oswaldo Díaz Díaz, La reconquista española, t. 1, Edi- Contra Rosas cursaba un juicio por el "homicidio vo-
torial Lerner, Bogotá, 1 9 64, pp. 3 3 0-3 3 2. luntario" de Raimundo Moreno, del cual se había dictado
13
Anónimo, La revolución. Origen, progresos y estado actual auto de proceder el22 de julio de 1885, y otro por "asesi-
de la revolución democrática que se prepara en esta ciudad, Imprenta nato" de Juan Barrandica yAscencio López Miranda, cuyo
de E T. Amaya, 'Bogotá, 18 58, p. 3 2, y Anónimo, Constela- auto de proceder provenía del 14 de octubre de 1886. Ver
ción preliminar al cuaderno titulado La revolución, Imprenta del A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 8, f 228r.
25
Núcleo Liberal, Bogotá, 18 58, p. 44 (B.N.C., Fondo Pineda, Diario Oficial, No. 9.234, agosto 12 de 1893.El Correo
N os. 72 3 y 22 3 respectivamente). Tomás Lombana, Mani- Nacional, No. 853, agosto 19 de 1893. Vér el anexo docu-
festación, Imprenta de la Nación, Bogotá, 1857 (B.N.C., Fon- mental en Mario Acevedo Díaz, La Culebra Pico de Oro, Ins-
do Pineda, No. 948). tituto Colombiano de Cultura e Imprenta Nacional, 1978,
14
Jaime Villa te Santander, "Las conspiraciones del segu- p. 234.
26
do quinquenio de Reyes vistas a través de la prensa de la Diario Oficial, No. 9.234, agosto 12 de 1893. San-
época", en Apuntes del Cenes, U.P.T:c., Facultad de Ciencias tiago Pérez, Manifestación, octubre de 189 3 (B.L.A.A., Pape-
Económicas y Administrativas, No. 9: Tunja, 1986, pp .. les varios, No. 25).
27
44-72. Decreto No. 1.227 de 1893,Diario Oficial, No. 9.23 6,
3 84 :Mario Aguílera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 85

agosto 15 de 1893. A.G.N., República, sección 4ta., Justi- tarlos constantemente, hacerlos aprender a sus hijos, para
cia, t. 238, f. 223r.-225v., 39r. y v.; 33r.-5Ir., 93v. que los reciten y los canten, sacar copias para repartir en
28 Diario Oficial, Nos. 9.249 y 9.259, agosto 30 y sep- los lugares en donde no sea fácil imprimirlos, estamparlos
tiembre 11 de 1893. en las calles y plazas, cantarlos en tono bullicioso, para que
29 Ibid., Nos. 9.228 y 9.23 3, agosto 5 y II de 1893. el día en que podamos castigar a los malvados, lo hagamos
30 A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 8, f. 2 77v. cantando esta canción como himno a la libertad y a la jus-
Ibid., t. 23 7, ff. 99r., 11 6r., I22r. y v., 12 7. ticia [ ... J".
42
3I El Heraldo, N o. 3 6 5, febrero 2 5 de 1 8 94. Ver, por ejemplo,ElAguijón, No. 17, abril 14 de 1890.
43
32 ¿G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 7, ff. 98v., El Orden, No. 246, junio 13 de 1891.
44
II8v.; t. 238, f. 293v. Manifiesto popular, numeral 6.
45
33 N os referimos a Máximo Bermúdez y a lo expresado Ibid.
46
por Francisco Fabre. Ver Ibid., ff. 1 5r., 13 Ir. Ver el discurso de Antonio Cárdenas en homenaje a
34
Ibid., f. 246r. Pedro Carlos Manrique.ElHeraldo, No. 365, febrero 25 de
35 Para un uso de la cuestión social véase el capítulo an- 1894.
47
tenor. ' La idea de la subsistencia como derecho natural fue
36 Carta d~ Fray Ezequiel More al sacerdote Iñigo Na- muy utilizada por el movimiento artesanal del siglo XIX. Un
rro, citada en Carlos Valderrama Andrade, Un capítulo de las ejemplo cercano a la conjuración de 1894 es la "Manifes-
relaciones entre el Estado y la Iglesia en Colombia, Instituto Caro tación" artesanal aparecida en un periódico bogotano el 2 3
y Cuervo, Bogotá, 1986, p. 104. de diciembre de 1890. En uno de sus apartes dice: "No re-
37 Concepto del Manifiesto popular. clamamos un derecho. político: reclamamos, sí, el derecho
38 Edmundo Cervantes, Iriforme del ministerio de Guerra, natur~l de que el gobierno deje a nuestros hijos el pedazo
1894, S.P.I., P· 5'1. siquiera de pan que amasamos con el su-dor de nuestras
39 A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 7, ff. frentes". Ver Zig.zy.g, No. 3, diciembre 23 de 1890.
48
447v.-448r. · Ver el citado discurso de Antonio Cárdenas en El He-
4o El Correo Nacional, No. 1.014, abril 3 de 1 894;·Éste .raldo, No. 365, febrero 25 de 1894.
49
fue uno de los escasos comentarios de la prensa, que no de- Manifiesto popular, A.G.N., sección 4ta., Justicia, t. 237,
talla el suceso por la reserva con que actuó el gobierno. f. 246r.
50
4I La canción aparece impresa en A.G.N., República, sec- Ibid.
51
ción 4ta., Justicia, t. 2 3 7, f. 2 5 Or. Al final de la misma hay Fechada en Bogotá el 28 de febrero de 1894. Véase
una nota que dice: "Todo republicano debe de hacerse el de- A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 237, f. 208r. y v.
ber de generalizar por cuantos medios le sean posibles los 52
Sobre el expresidente se decía: "iQué cumbre aquella
precedentes versos, aprendiendolos de memoria, para reci- a que ha llegado la Regeneración pasando por las eminen-
-,
3 86 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá : 3 87

64
cías del adúltero Núñez". VéaseElProgreso, No. 23, diciem- ElArtesano, No. 3, abril22 de 1893.
65
bre lo. de 1893. Sobre el mismo se decía en otro artículo: El Taller,.No. 76, enero 28 de 1988.
66
"iAy del poeta! Sus piraterías con las hijas de familia y con El Artesano, No. 1, abril 8 de 1893.
67
las mujeres ajenas le dieron pábulo a nuestra juventud ro- Ibid., No. 10, junio 26 de 1893.
68
mántica". Ver El Progreso, No. 7, abril 4 de 189 3. El Taller, No. 161, diciembre 31 de 1890. Al parecer,
53 A.G.N., Fondo República, sección 4ta., Justicia, t. 2 3 7, los seis últimos renglones -no citados- fueron agrega-
f. 206r. y v. dos por el editor de la publicación con el objeto de no con-
54 Albert Soboul, Los sans-culottes. Movimiento popular y go- tradecir la orientación de la misma. En cuanto a la equidad
bierno rev~luciondrio, Alianza Editorial, Madrid, 1987, p. 42. véase también el artículo "Los caballeros del trabajo", en El
55 Pierre Ansart, El nacimiento del anarquismo, Amorrortu Amigo del Pueblo, Bogotá, No. 2, 1889.
69
Editores, Buenos Aires, 1973, pp. 210-214. Ver también N os referimos a la serie "El nuevo mundo", en El 7 de
Gian Mario Bravo, Historia del socialismo 1789-1848, Edito- marzy, Nos. 6-8, enero 6 a 20 de 18 5O. Anónimo, Análisis
rial Ariel, Barcelona, 1976 pp. 42-192. del socialismo y exposición clara, metódica e imparcial de los princi-
56
El Obrero, N o. 3, agosto 1 8 de 18 64. Ver también El pales socialistas antiguos y modernos, Librería de S. Simonot, Bo-
Artesano (1893-1894, 1897). gota, r 852.
57 70
El Trabajo, N o. 3, febrero 2 3 de 1 8 94. Gian Mario Bravo, Historia del socialismo 1789-1 848,
58 La Alianzy_, N o. 2, octubre 1 O de 18 6 6. Editorial Ariel, Barcelona 1976, p. 1 3 7.
59 71
El Artesano, No. 7, mayo 20 de 1893. · ElArtesano, No. 10, junio 26 de 1893.
60 72
El Taller, No. 146, abril23 de 1890. Agustín Rosas, "Derechos y deberes sociales" ( confe-
61
Las huellas en ese sentido se remiten a los cartelones rencia dictada en el Instituto Nacional de Artesanos de Fa-
de medio siglo con la consigna "Pan, trabajo o muerte" y al catativ/á), Imprenta del Departamento, 1907 (Biblioteca
artículo titulado ':Pan y trabajo" (1868). Ver Venancio Or- Luis-Angel Arango, Miscelánea, No. 19 3).
73
tiz, Historia de la Revolución del 1 7 de abril de 1 854, Biblioteca Norberto Paniagua y otros, "Manifestación", Zigzy_g,
Banco Popular, Bogotá, 1972, p. 70. La Alianzy_, No. 3 O, N o. 3, diciembre 2 3 de 1 8 90.
74
enero 18 de 1868. Aquí se cita a Eugenio Sue: "iN o tener Eduard P. Thompson, Tradición, revuelta y conciencia de
trabajo! Esto, Dios mío, es no tener pan, es la miseria, es la clase, Editorial Crítica, Barcelona, 1984, pp. 62-134.
75
enfermedad, es acaso la muerte". El Aguijón, No. 14, marzo 25 de 1890.
62 76
Norberto Paniagua y otros, "Manifestación", Zigzag, Zigzy_g, No. 3, diciembre 23 de 1890.
77
No. 3, diciembre 23 de 1890. A.G.N., Municipalidades y prefectura de policía, t. 3, f.
63
Véase, por ejemplo, las obras poéticas ganadoras del 17 l. Se prohibía a los abastecedores vender en el camino
concurso literario del20 de julio de 1881, en El Artesano, al mercado "ni en la ciudad hasta después de las 12 del día
Nos. 7-10, mayo 20 a junio 26 de 1893. de mercado" (1815).
3 88 :Mario Aguilera Peña Insm-gencia urbana en Bogotá: 3 89

78 86
Ver más adelante el juramento-de la Junta Liberal del Juan Ignacio Gálvez,Dos conferencias de organiz:g.ción obre-
barrio de las Nieves y el reglamento guerrillero. ra en Colombia, Casa Editorial de J. I. Gálvez, Quito, I 912,
79 La concepción del derecho a la insurrección aparece pp. 71-75.
87
algo velada en la Manifestación artesanal de 18 90: "cuando Gaceta Republicana, diciembre 26 de 191 8.
88
las contribuciones son muy fuertes, surge lá más terrible de Cárdenas había participado en varias guerras civiles.
las guerras: la lucha social. Nosotros queremos ... ", Zigzag, Eugenio Escobar e Higinio Castillo fueron compañeros en
No. 3, diciembre 23 de 1890. Para una definición artesa- el ejército; Juan González Monroy era coronel, etcétera.
89
nal de ese derecho verLaAlianz:g., No. 10, enero lo. de 1867: Anónimo, La masonería en Colombia, S.P.I. (volante).
90
"En los pueblos existe el pleno derecho para resistir y cons- Sumario Delitos de orden público, legajo No. 1, Do-
pirar cuando se pervierte el orden moral [... J se trate de for- cumentos encontrados a Pedro Daza, ibid., f. 1 55 r.
mar un rebaño de siervos [... J las leyes deben ser de utilidad 91
Al menos oficialmente. En el mismo sumario aparece
de los gobernados y no de los gobernantes '[ ... J cuando los una carta deLeoncio H. Alba, suplente de la Junta Liberal
gobiernos olvidan el bien general, el pueblo está en legíti- de Las Nieves, pidiendo también un informe de los elemen-
mo derecho de desobedecer". Otra reflexión sobre el mis- tos de guerra en septiembre de 18 9 3; posteriormente ale-
mo punto aparece en el artículo "Mis ideas respecto al 7 de . gó 'que lo hizo a título personal. Ibid., ff. I2v., I66r:
92
marzo", en El ,7 de marzg, No. 6, enero 6 de 18 50. Ibid., f. 1 6 3 r. y v.
80 93
Se refiere a Emeterio Heredia, quien falleció en Bogo- Ibid., f. 1 6 5 r.
94
tá en 1904. Ver El Nuevo Tiempo, No. 691, julio 15 de 1904. Sumario Delitos de orden público, legajo No. 5, Do-
81
A.G.N., Fondo República, secci6n 4ta., Justicia, t. 23 8, cumentos encontrados a Gregario Gaitán, ibid., f. 229 ss.
95
f. 305r. Ibid., f. 1 67r. y v.
82 96
La Alianz:g., N os. 12, 16 y 32, enero 20 y marzo 4 de Ibid., f. 1 3 3 r.
97
1867, febrero lb. de 1868. Nos referimos a las declaraciones de Antonio Salazar
83 Nos referimos a Simón Cárdenas, Diego Castro, Pa- y Máximo Bermúdez. Una referencia se encuentra en la ex-
cífico Bonilla, Tiburcio Cárdenas, Rudecindo Tovar, Máxi- posición de Bernardino Rangel, ibid., t. 2 3 8, ff. 2 7 3 r., 2 7 5,
mo Bernal y Pedro Rojas, sacrificados en las guerra civiles. 29Iv., 309v.; t. 237, f. II5v.
84 98
La definición de historia mestiza en relación con los No fue posible identificar el nombre.
99
artesanos es usada por Germán Colmenares, Partidos políti- Sumario Delitos de orden público, cuaderno segun-
cos y clases sociales en Colombia, Ediciones Los Comuneros, Bo- do, ibid., t. 23 8, ff. 280r., 281, 3 OOr. Comprobantes sobre
gotá, 1984, p. 210. tentativas del subversión del orden público, legajó No. 12,
85 Para un ejemplo de las características de la interpreta- ibid., t. 23 7, f. 212.
100
ción artesanal ver LaAlíanz:g., Nos. 9, 16, 18 y 31, diciembre Espacio para colocar la fecha del ataque.
101
20 de I 866, marzo 4 y abril 3 de 1867, enero 25 de 1868. Sumario Delitos de orden público, legajo No. 8, Do-
3 90 :Mario Aguilera Peña Insurgencia urbana en Bogotá: 3 91

121
cumentos encontrados en poder de la señora Emelina Var- La comisaría especial de policía inicia la investigación
gas y del señor Antonio Cárdenas, ibíd., t. 237, f. 255v. ss. en "averiguación de responsables de los delitos de sedición
102
Ibid., II 7r.-II8v. y subversión del orden público" a petición del ministerio
103
Ibid., Policía. t. 3, f. 770 v. de Guerra. Ver las indagatorias enA.G.N., República, sección
104 Ibid., f. 79 5v., Justicia, t. 23 8, ff. 294r.-29 5r.; t. 23 7, 4ta., Justicia, t. 237.
122
f. II4v., 92r. Ibid., ff. 375r.-378v., 396r.-397r., 400r.-402v.; Po-
105
Ibid., t. 237, ff. 129v.-130r. licía, t. 3, ff. 795r.-796v.
123
106
Ibid., t. 237, f. 255 ss. Ibid., t. 2 3 7, f. 3 78v. La práctica de gratificar a los
107 Sumario Delitos de orden público, legajo No. 13, delatores, que también fue empleada en la guerra de 1 8 9 5,
ibid., t. 2 3 8, f. 294v.; t. 2 3 7, f. 3 76v. atrajo las críticas de la prensa opositora que en ella veía una
108 Sumario Delitos de orden público, ibid. A.G.N., Repú- nueva manifestación de corrupción. Para ese sector de la opi-
blica, sección 4ta., Justicia, t. 23 7, f. 246r. nión, el medio era inmoral en la medida en que estimulaba
109
El Heraldo, No. 3 73, marzo 25 de 1894. la abyección y el servilismo del pueblo; al mismo tiempo era
110 Sumario Delitos de orden público, legajo No. 13, demostración de la debilidad del gobierno. Ver El Derecho,
ibid., t. 238, ff. 276r., 295r. mayo 29 de I 896.
124
111
Ibid., f. 275r. y v. A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 2 3 7, f. 348r.
125
m Ibid., t. 2 3 7, f. 401 r. Ibid., t. 238, f. 277v.; t. 237, ff. 375r. y v., 98v.
126
113
Ibid., f. 40lr. Sumario de orden público, legajo No. Ibid., t. 23 7, f. 400v.-40Ir.; t. 23 8, f. 296. El Heral-
13, ibid., t. 238, f. 295v. do, Nos. 3 76 y 3 77, abril 13 y 25 de I 894.
127
II 4 Ibid., t. 238, f. 308r., 275r.; t. 237, ff. II6r. y 219v. Los Hechos, No. 74, abril 16 de 1894.
128
II 5 Ibid., Policía, t. 3, f. 77Ir.; Justicia, t. 23 8, ff. 275r. y Sobre los arrestos en Cartagena, ver El Heraldo, No.
v., 278v., 282r., 295v., 3 IOv. y 273v. 3 77, abril 3 de 1 8 94; en Popayán, ver ibid., N o. 3 71, mar-
II 6 Ibid., Policía¡ t. 3, f. 77Ir., ibid., Justicia, t. 23 7,402r., zo 15 de 1 894; en Tunja, ver A.G.N., República, sección 4ta.,
445r.-448v., 347r. Ibid., SecretarÍa de Guerra y Marina. t. t. 2 3 7, ff. 44 5 r.-44 7r.; en Ibagué, ver ibid., ff. 41 5 r.-4 1 6v.;
1.423, f. 375r, en Villavicencio, ver lb id., ff. 42 3 r.-4 3 5 r.; en Facatativá, ver
117
Ibid., t. 237, ff. 402r. y v.; 426r.-43 3r. ibid_., t. 23 8, ff. 257r.-26 Iv., etcétera.
129
118
Ibid., Secretaría de Guerra y Marina, t. 1.423, ff. A.G.N., República, sección 4ta., Justicia, t. 23 7, f. 22lr.
404r., 459r., 45 Ir., 473r.-474r., 480r. Ibid., Justicia, t. 23 7, Edmundo Cervantes, Informe del ministerio de Guerra, 1 894,
ff. 3 5 rr., 3 5 Sr., 3 59r.-3 66r., 40Iv. S.P.I., P· 52.
130
u 9 Ibid., t. 237, ff. 443r., 357r. El significado del término reacción no es muy claro:
120 A. Rosas, Notas políticas o sea diez años de Regeneración, parece referirse a las relaciones entre los liberales de diver-
s.P.I., Trinidad, I 89 5, pp. 3 7 ss. so grupo sociaL
3 92 :Mario Aguílera Peña

131
La anterior organización es la del partido liberal, con
sus centros liberales regionales, locales y demás, que se con- Capítulo Cinco
sideraba vinculada a la conspiración de agosto de 189 3. El epílogo: la guerra de 1 8 9 5
132
Se refiere a Avelino Rosas, Modesto Garcés, el grupo
de colombianos en Venezuela, etc.
133
Miguel Antonio Caro, Mensaje del vicepresidente de la re-
pública al congreso nacional, 1 894, Imprenta Zalamea Herma-
nos, Bogotá, 1894, pp. 7-8.
i 34 Máximo Nieto, Iriforme de la comisión investigadora de las

responsabilidades políticas, Ministerio de Guerra, Bogotá, 189 5,


P· 5.

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