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Sentencia de amor

El amor es un aspecto liberador en nuestra vida, sin embargo, para muchos es una opresión,
nos hace sentir vulnerables frente a otras personas, el depender emocionalmente de alguien
más nos hace abandonar todo principio para entregarnos a la confianza sin dudar en ningún
momento de si lo que estamos haciendo en un determinado momento influirá en nuestro
futuro, aquellas decisiones que tomamos siendo cegados por ello son aquello que puede
determinar nuestro triunfo o el fracaso.

Capítulo I “somos como nos plasman”

- ¿Qué estabas haciendo? ¿es que ya no me amas? – comenzó a gritar Christine - ¿Por qué
siempre llegas a esta hora? ¿con quién estabas? -… No hubo respuesta - ¡Vamos háblame! -
Insistió la mujer que miraba directo a los ojos de su marido, a punto de romper en llanto
Christine volvió a alzar su voz – Josh- al tratar de hablar su voz se quebró y ya no pudo
continuar, estaba decidida a salir de ese lugar. Mientras Josh la miraba, solo tomo su brazo y
dijo -¿Por qué me haces esto? Sabes que debo trabajar y necesito tiempo para descansar, yo te
amo y lo sabes, pero no puedo todo el tiempo llegar a casa y tener que escucharte todo el
tiempo, ¿acaso no podemos tener una conversación normal Christine? ¡maldición! – exclamo
Josh mientras miraba profundamente a Christine - ¡Que mujer loca! No puedo hablar contigo
cuando te pones así - esa noche ninguno de los dos volvió a hablar.

En la mañana del día siguiente Christine quiso volver a hablar con Josh pero no lo encontró,
arrepentida y culpable de haber irrumpido a gritos y sollozos estaba decidida a aceptar la
responsabilidad de sus hechos y humillarse hasta que Josh la perdonase, sin embargo no
importaba cuanto lo intentase el no respondía a sus llamados ni se dignaba a contestar sus
mensajes, ya habiendo pasado medio día Christine comenzó a impacientarse, no podía seguir
soportando la sensación de indiferencia, aunque supiese que ella era la responsable de todo lo
que estaba ocurriendo. Comenzaba a anochecer cuando de pronto vio llegar a Josh en su
pequeño vehículo, en ese momento Christine comenzó a tranquilizarse, sabía que esta vez ella
debía mantenerse en calma y disculparse de una vez por todas, mientras Josh bajaba del
vehículo Christine pensaba para si -debo dejar de pensar mucho las cosas, esto realmente se
está haciendo caóticamente insoportable- mientras se preparaba psicológicamente para
hablar con su marido, vio que una mujer bajó del lado derecho del mismo vehículo, la mujer se
acercó a Josh de manera lasciva, ambos caminaron un poco mientras Christine los observaba,
mientras más caminaban más fuerte se hacían aquellos celos que Christine reprimía haciendo
cada vez más difícil que ella confiara en Josh, cegada por su incesante temor de que su marido
no la amara lo suficiente para sentirse conforme con ella, una ira la corrompió por completo
hasta que exploto y ya no pudo contenerse, ella miro fijamente los ojos de la mujer y camino
decidida a acabar con todo mal y engaño que su marido le había causado, tanta fue la ira de
Christine que comenzó a insultar a la mujer y a reprender a su marido – ¡zorra maldita! ¿Cómo
puedes acabar así con un matrimonio? - tanto la mujer como Josh quedaron impactados, la
mujer se acercó al oído de Josh y dijo- te compadezco- mientras Christine la seguía insultando.
Josh quedo sin palabras, no podía creer que alguien fuera capaz de llegar a esos extremos, Josh
se tapó la cara con sus manos y le rogo a la mujer que lo perdonase, la mujer solo tomo un
pequeño bolso que llevaba (pequeño como su paciencia) y se marchó en silencio. Josh que
sentía vergüenza y se llenaba de colera al mismo tiempo tomo sus llaves y rápidamente
camino hacia el vehículo, pero Christine lo detuvo, se aferró a su brazo y aun alterada comenzó
a gritar- ¡no te vayas, yo te amo Josh! ¡no me abandones, no me dejes, si me dejas entonces
moriré! - Josh enfurecido por todo lo que Christine había causado, ya no tenía paciencia para
más problemas y con toda su fuerza empujó a Christine para que esta lo soltara y ella cayó al
suelo, azotándose contra el cemento de la calle, en ese momento no había una sola persona
que pudiese entrometerse en tan descabellado conflicto, completamente solos, Josh miro a
Christine y dijo- maldito fue el día que me case contigo, la mujer que aquí vino conmigo era
una persona muy importante para mí, esa mujer era mi jefa, creí que sería bueno que la
conocieras, pero una vez más arruinaste todo, no puedo continuar viviendo con una mujer que
no puede ni si quiera tener una conversación normal, adiós Christine se acabó.- Josh subió al
auto pero Christine corrió detrás y trató de detenerlo, al hacerlo comenzaron a forcejear la
puerta y Christine logro abrirla, pero Josh la cerro dejando los delgados dedos de cristine entre
la puerta y el interior del vehículo, rápidamente Josh comenzó a acelerar, sin darse cuenta de
Cristine mientras esta gritaba y era arrastrada con el auto. Aquellos gritos desconcertaron a
Josh que rápidamente freno el auto y torpemente abrió la puerta- ¡¿Qué diablos estás
haciendo Christine?!- grito ensordecida mente Josh.

Con las manos llenas de sangre Christine alzaba lamentos. Josh con ternura y cuidado llevo a
Christine a dentro de la casa, inmerso en aquel momento en todo lo que recientemente había
pasado, no lo podía asimilar, todo ello resonaba en su cabeza una y otra vez sin comprender
como es que algo tan pequeño y sin importancia había recaído en algo tan grave y tormentoso.
Mientras el corazón de Christine aún latía con fuerza, tampoco podía olvidar la angustia de
haber padecido un dolor tan absortamente fuerte, tenía un mar de sentimientos que peleaban
por exteriorizarse, sin embargo, esa noche nada dijo.

A la mañana siguiente siendo día lunes Josh sugirió a Christine que vaya al hospital para revisar
cualquier contusión o herida interna, lo cual Christine se negó, Josh salió en su auto como de
costumbre por la mañana y Christine se quedó en casa, sus dedos habían sido vendados pero
eso no evitaba el gran dolor que seguía sintiendo, comenzó a sentirse mareada, así que camino
hacia su habitación para recostarse y descansar, también comenzó a sentirse fatigada a causa
del dolor, entonces comenzó a sentirse muy extraña, en ese momento mientras estaba
recostada en su habitación comenzó a sentir algo frio entre sus piernas, se dio cuenta que
estaba sangrando, se levantó lentamente y camino hacia el baño mientras dejaba un pequeño
camino de su sangre en el piso de cerámica, mientras contenía una toalla entre sus piernas
para que esta absorbiera la sangre, se dio cuenta de que esta no paraba de salir, comenzó a
alarmarse y no tuvo más alternativa que ir al hospital. Ya en el hospital le hicieron varios
exámenes, mientras Christine pensaba - maldito Josh, todo esto no hubiera pasado si no me
hubieras empujado, probablemente me haya quedado con heridas internas- mientras venia el
doctor con los resultados de los exámenes.

A veces fatigados por nuestras grandes culpas, vivimos internamente de una manera vacía sin
tener conciencia realmente de si lo que haremos en el futuro realmente expiara esas
atormentantes culpas, el sentir pesar es una manera de expresar lo que realmente sentimos,
pero ¿Qué es lo que realmente sentimos? ¿Cómo interpretar un sentimiento que ni si quiera
sabemos explicar? Todo aquello es lo que realmente exaltaba a Christine, tener pensamientos
de culpa y temor sabiendo de antemano la naturaleza del hombre es algo completamente
inevitable, esto y el constante sentimiento de que algo malo pudiese ocurrirle era lo que
actualmente angustiaba a Christine.

El medico observando a Christine, tomo una actitud pasiva y amorosa mientras pregunto -
¿Cómo te sientes? Esto suele pasar a menudo, no tengas miedo, mi personal y yo haremos
todo lo que este en nuestras manos para que todo salga bien, tuviste una pequeña
hemorragia, tendremos que hacerte más exámenes para determinar que todo esté bien
contigo y tu bebe- dijo el doctor mientras le entregaba los exámenes.

- ¡¿mi bebe?!- respondió sorprendida y preocupada Christine, el doctor sonrió y asintió con su
cabeza, mientras llegaba una enfermera con los demás exámenes, entonces el doctor dijo -
debes tener dos meses de embarazo, pero para estar seguros te haremos una ecografía, `por
favor recuéstate- luego de terminar con todos los exámenes Christine volvió a casa.

Esa misma tarde un viento soplaba y el ambiente era completamente húmedo, se notaba
claramente la llegada del invierno, no había absolutamente nadie en la calle, pero aun así
podía escucharse a lo lejos mientras pasaban rápidamente los autos, al llegar Christine a casa
se sentó en el pequeño sillón rojo que se encontraba en la sala de estar, mientras se tapaba
con una manta sus pies, miraba por la ventana esperando el regreso de Josh, su semblante de
preocupación la delataba, ella jamás había aprendido a disimular sus sentimientos, sus padres
que algún día vivieron con ella nunca le mostraron un sentimiento amoroso, aquel sentimiento
que todos esperamos recibir de manera reciproca con la persona que nos ha criado. Christine
que, a pesar de vivir con sus padres, en especial con su madre, creció creyendo que si hacia
exactamente todo lo que ellos le instruyeran algún día podría recibir su aprobación y
conseguir, aunque sea un poco de su tan exigente amor, pero esto no fue así. Al paso de los
años Christine se dio cuenta que no importaba cuanto se esforzase nada cambiaria, ya que ni si
quiera entre sus padres existía esa pisca de amor que tanto anhelaba, así fue como presenciar
tantas discusiones y pleitos de sus propios padres a lo largo de su vida fue algo que
significativamente afecto a su razonamiento y forma de pensar, hizo que no aprendiera a
expresar sus emociones debidamente y a sentirse insegura de sí misma.

Ya siendo media noche se asomaron unas luces por la ventana y se sintió el brusco sonido del
motor, Christine alzo su cabeza y pudo ver a Josh que bajaba del vehículo y tomaba las llaves
para entrar a la casa, cuando entró, vio a Christine recostada sobre el sillón, dejo sus cosas
sobre la mesa y pregunto- ¿ya has comido? Traje un poco de leche- no hubo respuesta de
parte de Christine, entonces continúo hablando Josh como de costumbre- hoy fue un día
agotador, mi jefe hablo conmigo y entonces… - ¡estoy embarazada Josh! - interrumpió
Christine con una voz grave y fuerte, mientras sostenía con sus manos su cabeza, Josh que no
se movía de su sitio, no se atrevió a decir una palabra y comenzó a sentirse angustiado hasta
que miro a Christine y le pregunto- ¿voy a ser padre? - Christine con sus ojos llorosos
solamente asintió y Josh entonces volvió a tomar sus llaves y salió rápidamente de la casa,
azotando fuertemente la puerta, todo se estaba volviendo muy confuso y Josh en ese
momento no podía pensar bien, un mar de sentimientos se apodero de él haciendo más difícil
la comunicación entre Christine y Josh, cuando parecía que aquella iba a ser la razón que los
uniera, los estaba separando aún más.

Christine lloró toda la noche mientras una pena desagradable la invadía por completo, el
sentimiento de pesar era inevitable, al día siguiente Christine se levantó y mientras se secaba
las lágrimas, se miró al espejo que estaba junto a su cama, tomo su bolso y salió de esa casa de
sufrimiento. al medio día, llego Josh un poco alterado aún por lo que había pasado, llego
buscando a Christine que para su sorpresa no se encontraba en ningún lado de la casa,
comenzó a llamar a Christine pero esta no le contestaba, y en su arrebato lanzo su celular
sobre el espejo que estaba junto a la cama de Christine, haciéndolo pedazos, al ver todos esos
pedazos sobre el piso se sintió miserable por no haber podido entender a Christine y haber
huido de su responsabilidad, mientras recogía lentamente estos pedazos se cortó la mano y
volvió a molestarse y lanzar el pedazo de espejo que había recogido, y nuevamente se echó
sobre el piso y se sintió miserable, al estar en el piso vio un papel que se encontraba debajo de
la cama de Christine y rápidamente lo tomó, el papel resulto ser un folleto de una clínica, al
verlo Josh no le tomo mucha importancia, así que fue por una venda para envolver su mano
que aún votaba pequeñas gotas de sangre, al hacer esto volvió nuevamente a la habitación
para limpiar lo que había destruido, y nuevamente vio el folleto y lo tomo para tirarlo a la
basura, pero antes lo leyó para revisar que no fuese nada importante para Christine y cuando
lo hizo su cuerpo quedo rígido, sus ojos quedaron insertados en aquel folleto, su cara palideció
de tan solo pensar que Christine pudiese estar en ese lugar, Josh tomo sus llaves y llego lo más
rápido posible a la clínica, aquel edificio solo tenía dos puertas en el primer piso que daban
hacia la calle, la primera y más grande que era de entrada, tenía por título el nombre de la
clínica y el cual era “ su decisión es nuestro servicio” aquella clínica era reconocida por sus
altas tazas de aborto, el lugar era conocido por muchas personas y altamente frecuentado por
niñas menores de catorce años, Josh comenzó a sentirse abrumado y angustiado, se acercó a
una mujer que parecía trabajar allí y le pregunto si es que anteriormente había escuchado a
alguna mujer llamada Christine, y ella respondió que muchas mujeres vienen a atenderse a su
clínica por lo que es bastante difícil saberlo, la mujer le dio el nombre de una recepcionista que
se encontraba en el segundo piso aquella tenia los nombres de todas las mujeres que habían
atendido o consultado allí, Josh llego con la mujer y esta le dijo que no podía otorgar
información de nadie, puesto que eso estaba en contra de la política de privacidad que la
clínica daba a sus clientes, Josh tomo la mano fría de la mujer y le suplico entre llanto que por
favor le ayudara antes de que fuera demasiado tarde, la mujer suspiro, movió de lado a lado su
cabeza y pregunto-¿Cuál es el apellido de Christine?- Josh respondió rápidamente- es
Crabtree- luego de unos minutos la mujer buscó en su vieja computadora y dijo -¡Crabtree! Si
está aquí, está en el pasillo izquierdo- - ¡muchas gracias! - grito Josh mientras corría a buscar a
Christine, al llegar al pasillo que dijo la mujer, pudo verla sentada en un pequeño banco
esperando a ser atendida, Josh corrió hacia Christine y se echó a sus pies mientras gritaba
frenéticamente- ¡perdóname por ser un idiota! Te prometo que jamás te abandonare, lo que
hice fue un acto de cobardía porque tenía miedo e impotencia frente a lo que estaba
ocurriendo, estoy dispuesto a tomar toda la responsabilidad, a ayudarte a cargar con este gran
peso, por favor no hagas esto, piensa en nosotros mi amor- en el rostro de Christine caían
lágrimas y entonces dijo- yo no quería hacer esto, pero tampoco quería seguir viviendo así de
esta manera sabiendo que estaría completamente sola y cargando con una responsabilidad
que probablemente no hubiera podido tomar- ambos se abrazaron y volvieron a casa,
mientras Josh tomó la mano de Christine le dijo- estamos juntos en esto ahora, si tu sufres yo
sufro y sobre todo nos mantendremos unidos por nuestro hijo- Christine estaba
completamente feliz, eso era aquello que había estado esperando toda su vida, que alguien
más correspondiera a sus sentimientos y aquello que dijo Josh era todo lo que quería escuchar.

Desde ese momento comenzaron a unirse mucho más de lo que nunca habían estado, la
preocupación de Josh hacia Christine era constante amorosa. Y así fueron pasando los días,
ambos ansiosos por el nacimiento de su futuro hijo - hoy tengo hora con el médico- dijo feliz
Christine – eso es maravilloso, yo te llevare entonces- sonrió Josh -oh no te preocupes, sé que
tienes que volver a tu trabajo, yo me encargo- dijo Christine - ¿estas segura amor? - Dijo con
voz preocupada Josh y Christine asintió. Ambos se despidieron, Christine se dirigió hacia el
hospital, mientras Josh volvió al trabajo.

Christine llego al hospital y fue atendida por el doctor Smith, mientras estaba en la sala el
doctor dijo- señorita, que bueno es verla de nuevo, y como dije antes todo saldrá bien-
Christine sonrió y dijo- se lo agradezco mucho, todo lo que ha hecho por mi- el doctor
comenzó con la ecografía y le dio los respectivos detalles a Christine, al terminar, ella volvió a
agradecer al doctor y luego se despidió, al llegar a casa muy contenta esperó a Josh para
contarle las respectivas noticias, estaba muy ansiosa y emocionada por hablar con su marido.
Luego de dos largas horas de espera, llego Josh y también muy emocionado por escuchar a
Christine, entró, dejo sus cosas sobre la mesa y dijo nervioso- ¿Cómo esta nuestro hijo? -
Christine sonrió nuevamente y dijo- hija Josh, es una niña y sí, el doctor dijo que estaba
completamente sana- Josh emocionado abrazo a Christine y dijo- te amo tanto ¿lo sabes
verdad? - y respondió Christine- yo te amo más ¿lo sabes verdad? - ambos se abrazaron y se
quedaron juntos esa noche.

Al día siguiente Christine se levantó y dijo- hoy quiero salir a comprar muchas cosas para él
bebe, estoy muy ansiosa- Josh la miro feliz y dijo- ve y disfruta, me gustaría ir contigo, me
encanta cuando te veo feliz pero hoy tengo que trabajar, lo siento- Christine un poco triste
asintió, entonces Josh dijo- por favor ten mucho cuidado, y a propósito ¿a qué hora llegaras
hoy? No te fuerces demasiado, Christine respondió con una sonrisa- estaré bien, y llegare
después de las cinco, no llegare tarde, lo prometo- Josh le dio un beso, y dijo- te estaré
esperando, no tardes mucho- y luego se fue.

Christine se puso su mejor ropa y salió rápidamente, quería comprar muchas cosas- todo es
muy hermoso que no sé qué debería comprar- dijo Christine en voz alta y una señora que por
allí estaba la oyó, y le dijo -puedo recomendarle algunas cosas si así lo desea- y Christine
asintió, luego de dos horas Christine se sentó, ya había comprado suficientes cosas y comenzó
a fatigarse, la señora que estaba con ella se preocupó y Christine dijo que estaba bien y que
estaba agradecida por sus servicios y que ya era hora de regresar a casa. Al volver, Christine
dejó las cosas sobre el sillón y no vio a Josh y entonces pensó- creo que llegué más temprano
de lo que habíamos acordado, tal vez Josh llegue más tarde- hasta que escuchó unos pequeños
ruidos que venían de la habitación, subió lentamente las escaleras, y abrió la puerta, sus ojos
no podían dejar de mirar aquella horrorosa escena, después de todo lo que había pasado, su
cuerpo dejo de tener fuerzas y callo al piso mientras lanzaba sollozos desesperados y grito-
¡¿Por qué Josh!? Creí que me amabas- Josh que se volteó a verla, se levantó y tomo sus
pantalones y mientras se los colocaba dijo- ¿Qué mierda estás haciendo aquí? Dijiste que
volverías después de las cinco- - ¿Por qué Josh, por qué? - repetía Christine una y otra vez,
mientras la mujer que estaba con Josh buscaba su ropa de forma incomoda por lo que estaba
pasando, entonces Josh le dijo a la mujer-no te preocupes Marie, ella es así siempre- y
Christine más molesta todavía con la conversación que estaban teniendo ahí mismo, grito más
fuerte todavía- ¡¿Por qué!?- y Josh comenzando a fastidiarse la miro y le dijo-¡cállate de una
maldita vez perra!- y dejó completamente dócil a Christine, y sin decir una palabra o soltar
algún sollozo, continuaba mirando a Josh que estaba completamente fuera de sí, Josh miro
intensamente a Christine y dijo-¿Por qué?¿porque?, ¿enserio crees que yo te amo? La
respuesta es NO, eres una mujer locamente enferma, lo que paso durante todo este tiempo,
fue que me dio escalofríos, abrazarte, tocarte y ¿besarnos? Creo que fue lo más patético que
he hecho en toda mi vida, ¿enserio crees que seguiría contigo de no ser porque estas
embarazada? ¿crees de verdad que alguien sería capaz de amar a una enferma como tú? Lo
único importante de ti, es mi hija que llevas en tu vientre, eres solo un maldito jarro vacío, no
sirves para nada y una vez que des a luz a mi hija, me asegurare de que nunca vuelvas a verla
¡jamás! ¿escuchaste? Una persona que ha vivido en la miseria toda su vida le es inevitable
cambiar, pero no te preocupes nuestra hija no seguirá el mismo camino de una enferma como
tú. ¡Una mujer, no! Muchas mujeres fueron necesarias para soportarte, todo iba perfecto, mi
jefa me había dado un ascenso, iba a comenzar una nueva vida, pero tuvo que pasar esto, tuve
que soportar todos tus desequilibrios mentales, tus gritos, tus insultos, y ahora que lo sabes
me importa una mierda, incluso espero que después de que tengas a mi hija te mueras y ya no
me fastidies-.

Mientras Christine seguía en el piso escuchando cada palabra, Josh tomó a la mujer de su
brazo y pasó por encima de Christine, burlándose despiadadamente de ella, abrió la puerta y
miró una última vez a la mujer que alguna vez amó, se dio la vuelta y entonces Christine dijo-
podre haberlo perdido todo, pero no te llevaras a mi hija y si debo comenzar un juicio para
luchar por ella, entonces lo haré- se levantó y limpió sus frías lágrimas y volvió a decir- Esta es
tu casa, la que se irá, seré yo. Puedes quedarte con la perra, que como ya dijiste, jamás te
quedarías con una enferma como yo- Christine tomó sus cosas y se fue.

¿Por qué estamos obligados a vencer nuestro pasado? ¿Cómo se supone que nuestro
sufrimiento será nuestro mayor triunfo? A veces nos apegamos a sentimientos que nos
lastiman gradualmente, ya que el ser humano es un ser masoquista y orgulloso que para
superar aquello, necesita una fuerza interna que dirija todas sus emociones y logre tomar una
decisión que acabe con todo el sufrimiento y pesar que lo atormentan.

Desistir o resistir, es algo difícil de saber si es que no sabemos lo que nos espera, es
ensordecedor la incertidumbre que sentimos acerca de nuestro futuro, esperando que de
alguna forma aquello que nos disgusta cambie con el tiempo. Aunque a decir verdad las cosas
nunca cambian, somos nosotros los que cambiamos. Nuestra ineptitud puede llegar a ser un
gran problema, cuando de tomar decisiones se trate. Nuestro futuro a merced de nuestras
decisiones suele ser un agravante problema que inevitablemente debemos superar y ello nos
dará la respuesta de lo que tanto anhelamos.

Capitulo II “¿Qué es la razón?”

Como todos sabemos, después de una tormenta se asoma un arcoíris, y así como el arcoíris
aparece gradualmente dependiendo de que tan fuerte haya sido la tormenta, así se disipa
lentamente la intensidad de nuestro agravio, hasta extinguirse completamente.

- ¡sabía que ese hombre no era bueno para ti! ¿Qué dirán ahora en la iglesia? - Exclamo
desagradablemente Caroline (madre de Christine)

-No me interesa que digan en la iglesia madre- Mientras guardaba sus cosas. Christine había
vuelto a su antigua casa con sus padres, la casa estaba ubicada al sur del país, en un pequeño
pueblo bastante religioso, donde la moral y el matrimonio eran considerados la base de una
familia prudente y una vida prospera.

La casa en donde había crecido Christine era grande, con muchos tallados de madera en donde
en una de las puertas de la entrada decía “al altísimo”. Desde pequeña había ido con sus
padres a la iglesia, sin embargo, al pasar los años dejo su interés en sus padres al igual que
todo lo que la ligara a ellos. Mientras iba guardando sus cosas caminaba por los amplios
pasillos viendo las antiguas fotos que se mantenían y que aun colgaban en oxidados clavos.
- ¿Dónde está Papá? - pregunto Christine- tu padre se encuentra de viaje por unos asuntos de
negocio, volverá dentro de dos semanas, y así es mejor, me dará tiempo de preparar una
escusa de porque estas en casa y más encima embarazada, tu padre se volverá loco respondió
Caroline entre dientes

- ¿Qué negocios, de que negocios hablas mujer? si él no trabaja pues ya ha jubilado.

- ¡eso no es asunto tuyo, ni mío! Mas te vale comportarte cuando él llegue.

Luego de haber discutido un par de minutos, Cristine le dio la razón y salió de ese lugar,
caminó hasta llegar a un espeso bosque que se encontraba a orillas de un rio y comenzó a
recordar todo lo que había vivido hasta entonces.

Christine caminó lentamente mirando su reflejo en el rio, aún con niebla esa mañana y con
bastante frio se preguntó - ¿Qué estoy haciendo aquí? ¿Por qué decidí volver a casa? ¿Qué es
lo que quiero? - cuando de pronto se escuchó un ruido, Christine se volteó, pero no vio nada,
ella siguió caminando y escucho una voz que le pareció familiar, volvió a voltearse y entonces
vio a lo lejos a un viejo amigo que ella creyó nunca mas volver a ver.

- ¡¿Christine, eres tú?¡- hubo un silencio que dejó escuchar la corriente del rio, mientras él se
acercaba lentamente, Christine solo se quedó ahí observándolo hasta que llegó con ella

A medida que transcurre el tiempo nuestra actitud cambia frente a los problemas de nuestra
vida, porque ganamos conocimiento y como podría llamarse una cierta “sabiduría” ¿que es
exactamente la sabiduría? Una persona sabia actúa con relación a lo que ha aprendido a lo
largo de su vida, muchos dirán que es saberlo todo, mas eso no responde con exactitud al
concepto antes dicho. El tener sabiduría en realidad es aguardar con tranquilidad y
pensamientos positivos, teniendo una actitud pasiva frente a toda ofensa o ataque emocional
de aquellos que pregonan tan ilusamente algo erróneo.

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