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ORDEN DE LA ÉTICA

(Síntesis)

Angela Zamora Urbina 23030362

La ética es un campo de estudio complejo y multifacético que aborda cuestiones sobre la


moralidad, los valores y las normas que rigen la conducta humana. A lo largo de la
historia, ha habido diferentes enfoques y perspectivas sobre la ética, y se han
desarrollado diversas teorías y modelos para abordar los problemas éticos.

En este contexto, se pueden distinguir tres dimensiones principales en el estudio de la


ética: la dimensión sapiencial, la dimensión virtuosa y la dimensión contemplativa. Estas
dimensiones se enfocan en aspectos diferentes de la ética y nos proporcionan
herramientas para comprender y abordar los problemas éticos desde diferentes
perspectivas.

La dimensión sapiencial se enfoca en el conocimiento y la sabiduría en el ámbito ético.


Se trata de la capacidad de discernir y evaluar situaciones éticas complejas y tomar
decisiones informadas y justas. Esta dimensión nos proporciona herramientas para
desarrollar nuestra capacidad de razonamiento ético y para mejorar nuestra toma de
decisiones en situaciones difíciles. La dimensión sapiencial nos enseña a buscar la verdad
y la justicia, y a evaluar las situaciones éticas con rigor y objetividad.

La dimensión virtuosa se enfoca en el desarrollo de las virtudes éticas en la persona. Las


virtudes son hábitos o disposiciones que nos permiten actuar de manera ética de manera
consistente y sostenible. Esta dimensión nos proporciona herramientas para desarrollar
nuestra capacidad de actuar éticamente en la vida cotidiana y para cultivar un carácter
moral sólido y coherente. Las virtudes éticas incluyen la prudencia, la fortaleza, la
justicia, la templanza, la humildad y la caridad, entre otras.

La dimensión contemplativa se enfoca en la reflexión y la contemplación en el ámbito


ético. Se trata de la capacidad de reflexionar sobre nuestras propias acciones y
decisiones, así como de comprender el sentido y el propósito de la vida. Esta dimensión
nos proporciona herramientas para cultivar una mayor conciencia de nuestras propias
acciones y para comprender el papel de la ética en la vida humana. La dimensión
contemplativa nos enseña a desarrollar la capacidad de contemplar y reflexionar sobre
nuestra vida y nuestras decisiones, y a buscar la conexión entre nuestros actos y nuestra
visión del mundo.

Estas tres dimensiones de la ética están interrelacionadas y se complementan


mutuamente. Por ejemplo, la dimensión sapiencial nos proporciona las herramientas para
discernir situaciones éticas complejas y tomar decisiones informadas y justas, mientras
que la dimensión virtuosa nos ayuda a actuar de manera ética de manera consistente y
sostenible. La dimensión contemplativa nos permite reflexionar sobre nuestras propias
acciones y decisiones y comprender el sentido y el propósito de la vida, lo que nos ayuda
a tomar decisiones éticas más informadas y conscientes.

En la actualidad, hay una creciente necesidad de renovar el enfoque de la ética y de


abordar los desafíos éticos que enfrenta nuestra sociedad. Una ética con sentido renovado
debe tener en cuenta los cambios sociales, culturales y tecnológicos que se están
produciendo y abordar los desafíos éticos que surgen como resultado. Por ejemplo, la
ética en el ámbito de la tecnología y la inteligencia artificial es un tema cada vez más
importante, y se necesitan nuevas herramientas y enfoques para abordar los desafíos
éticos que surgen en este campo.

Además, una ética con sentido renovado debe tener en cuenta la interconexión de los
problemas éticos y los desafíos globales que enfrenta la humanidad, como el cambio
climático, la pobreza y la desigualdad. Esto significa que debemos abordar los problemas
éticos desde una perspectiva más amplia y global, y desarrollar soluciones éticas que
aborden los problemas más amplios de la sociedad.

En resumen, la ética es un campo de estudio complejo y multifacético que aborda


cuestiones sobre la moralidad, los valores y las normas que rigen la conducta humana.
Las tres dimensiones principales de la ética son la dimensión sapiencial, la dimensión
virtuosa y la dimensión contemplativa, que se enfocan en diferentes aspectos de la ética y
nos proporcionan herramientas para comprender y abordar los problemas éticos desde
diferentes perspectivas. Una ética con sentido renovado debe tener en cuenta los cambios
sociales, culturales y tecnológicos que se están produciendo y abordar los desafíos éticos
que surgen como resultado. También debe tener en cuenta la interconexión de los
problemas éticos y los desafíos globales que enfrenta la humanidad y desarrollar
soluciones éticas que aborden los problemas más amplios de la sociedad.

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