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Objetivos
Objetivo general
Identificar el papel de la ética frente a los problemas de la sociedad contemporánea,
mediante una reflexión crítica, que involucre la toma de decisiones en el ámbito personal y
social y en los compromisos morales como gestores de los cambios que la sociedad
necesita.

Objetivos específicos
 Diferenciar el fenómeno de la ética y de la moral de otras situaciones sociales
como elementos fundamentales en la toma de decisiones responsables en la
búsqueda del bien común.
 Realizar reflexiones analíticas y críticas de los problemas sociales, para presentar
modelos alternativos de cambio para un entorno más justo y humano.
 Manifestar actitudes de respeto y tolerancia en las relaciones, trato y diálogo con
las opiniones y formas de ser de las personas con quienes realiza su proceso de
aprendizaje y hace ejercicio de su profesión.

En la cotidianidad de las personas con frecuencia se presentan situaciones que se traducen en conflictos y
dilemas que demandan diversas decisiones, en donde cada acción tiene principalmente dos alternativas:
hacer lo correcto o hacer lo que no lo es.
La toma de las decisiones se hace ante las disyuntivas que, cuando tienen que ver con la conciencia y la
moral, se traducen en asuntos éticos.

¿Qué es la ética?
En los escritos de Platón y Aristóteles (Platón, Leyes, 792e. S. V a. c) la palabra ethos
significó “uso”, “costumbre”, “hábito”. Según esta manera de entender la ética, el
comportamiento moral depende de los hábitos o costumbres.

Estos dos filósofos, plantean la relación entre hábitos y moral: así que para Platón “todo el
carácter se desarrolla a través del hábito” y para Aristóteles, tras diferenciar las virtudes
intelectuales de las éticas, afirmó que mientras las primeras se originan en la enseñanza,
las segundas proceden de las costumbres. En este sentido, Aristóteles relaciona la ética
con el desempeño de las acciones correctas en el lugar y tiempo oportunos.
Por su parte, Adela Cortina afirma que “Ética” se deriva de la palabra griega ethos (ŋθοξ)
que significa fundamentalmente “carácter” o “modo de ser” de las personas (Cortina,
1998: 116). El comportamiento moral, que es producto de los hábitos y costumbres, solo
es posible por los acuerdos sociales.

Ello significa que los aprendemos, y dicho proceso de aprendizaje se realiza mediante la
educación moral para adquirir hábitos de “buen” comportamiento. En consecuencia, los
hábitos y costumbres resultan de los acuerdos sociales y son suceptibles de modificación.

La Ética es la reflexión sobre lo moral; es decir, sobre los fenómenos, hechos y juicios
morales. Su objetivo es esclarecer conceptos que posibiliten la elaboración de una teoría
moral, con conceptos como: carácter, responsabilidad, deber, autonomía, dignidad, etc.
Dicho de otra forma, la “ética es el estudio sistemático de la moral, es la teoría de la
moral” (González, 2009: 23).

En este mismo sentido Fernando Savater, afirma que el objetivo de la ética es el


mejoramiento de la vida humana, de las personas que viven en sociedad. Por lo tanto, la
ética incluye el respeto por los demás y el cuidado del medio ambiente (Savater, 2008).

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¿Qué es la moral?
La palabra moral se deriva del latín mos, moris, que en el sentido etimológico significa
costumbre y norma o precepto.

Moral es el conjunto de reglas, valores, principios y costumbres que se encuentran


implícitos o explícitos en una sociedad determinada para establecer obligaciones y
deberes.

Su objetivo fundamental es identificar el surgimiento, desarrollo y transformación de las


costumbres, los valores y las máximas que orientan la conducta de los sujetos en una
sociedad.

De ahí que se entienda la moral, según Luis José González Álvarez, como "el conjunto
de reglas o normas de comportamiento en que se establece la distinción entre lo bueno y
lo malo como criterio de perfección humana”.

Son elementos que orientan, porque cada persona nace al interior de una cultura que le
ofrece un horizonte de posibilidades para la realización de la vida.

Ésta última se construye con acciones que son valoradas en términos de bondad o
maldad, que además de que deben ser justificadas de manera racional, al mismo tiempo
las acciones son lo que en definitiva determinan la responsabilidad.
Por ello, la pregunta específicamente moral no es ¿qué hago? sino ¿qué debo hacer? con
miras a conquistar la felicidad y responder de manera coherente por lo que se hace.

Ética y moral
Muchas personas suelen emplear los términos de ética y moral como sinónimos, pero en
realidad, y a pesar de que tienen mucha relación, son dos conceptos difetentes: la ética
es principalmente una rama de la filosofía dedicada a la reflexión sobre el ethos; es decir
al carácter.

Por su parte, la moral está directamente relacionada con las costumbres, normas,


responsabilidad, valores y obligaciones. La moral responde más al hecho de seguir unas
normas y preceptos colectivos.

La ética surge y es aplicable únicamente en las relaciones humanas, no en la relación


entre dioses y hombres, objetos y hombres o plantas y hombres. Es prácticamente un
resultado, no la base de las relaciones auténticamente humanas, pues no presenta una
descripción normativa de su conducta, sino un ideal cuyo contenido práctico consiste en
mantener siempre abierta la vocación humana de lo posible.

La ética, como reflexión teórica, analítica y crítica, está orientada a buscar soluciones a
los problemas que tiene el hombre en su dimensión personal y social.

Así pues, la ética es la reflexión filosófica sobre la moral; dicho de otro modo, el objeto de
estudio de la ética es la moral.

Tareas de la ética como disciplina


práctica
De manera global y generalizada se vive una crisis económica y financiera que ha
motivado la aparición de nuevas maneras concebir la ética dentro de la sociedad.

Es así como han surgido acciones participativas de miles de ciudadanos que reclaman
nuevas formas de valores, constituyéndose así en la brújula que permite sortear las
incertidumbres, al igual que sirve de factor de estabilidad para afrontar las crisis y los
conflictos.

Son muchas las situaciones del mundo moderno en donde surge entonces, como
afirma Adela Cortina, una necesidad imperiosa de “dar respuestas con altura humana a
problemas como la destrucción de la ecosfera, el hambre en el mundo, el racismo y la
prepotencia, la guerra interminable, la moral de la política y de los políticos, la conducta
de periodistas y empresarios, el sentido de las profesiones y las instituciones, la presunta
neutralidad de la economía o los problemas de decisión médica en casos de conflicto
moral”.

Todo este fenómeno de crisis de la actual sociedad, que ha permeado la cultura misma en
gran proporción, es como lo afirma el investigador y doctor en sociología Héctor Francisco
Castillo: "no es sólo el reflejo de modificaciones estructurales y ambientales, sino también
el resultado de una pérdida de valores: lo que reclama nuestro momento histórico no es
exclusivamente una actitud de disponibilidad y audacia para abrirnos a lo nuevo, sino a la
vez, y precedentemente, una capacidad para ir a lo hondo de nuestro ser y del ser de las
cosas, a fin de redescubrir la verdad profunda del hombre” .

Así, la ética en la actualidad deja de ser una ciencia cualquiera, una teoría más entre
todas las que existen, y se consolida como un gran desafío, en los niveles de reflexión y
lenguaje, que no se pueden confundir con el ámbito de las religiones, las acciones
políticas y los estatutos legales del derecho.

De igual forma, no puede ser la reflexión de una moral entre tantas que existen, o una
serie de parámetros para ser aceptados de manera dogmática, prescindiendo de la razón
teórica y práctica, sin un ámbito de aplicación peculiar.

Ética descriptiva y ética normativa


La ética descriptiva tiene como propósito fundamental verificar que existe el fenómeno
moral y mostrarlo detalladamente; por eso no pretende valorar ni juzgar para determinar la
actitud recta. Su objeto es el ethos y por ello pone de manifesto lo que es correcto o no.

Por su parte, la ética normativa establece principios generales y reflexiona sobre lo que
las personas pueden considerar como bueno o malo. Se trata de principios o normas
morales, que de manera racional, orientan las acciones de los seres humanos, y es allí
donde aparecen los diversos tipos de ética, que dan elementos para llevar una vida
buena.

Sistemas éticos
Debido a que son variadas las teorías éticas, en este estudio se tomará como base al
autor Luis José González Álvarez, en su libro "Ética", que realiza un estudio de la moral
desde diversas perspectivas, ante el argumento de que la moral es un hecho complejo y
variado debido a la pluralidad de culturas que existen; por ello es imposible pretender que
la verdad sea una.

Cada teoría encierra una parte de verdad. Los aspectos implicados en la vida moral de los
grupos humanos, hace que determinados pensadores y culturas privilegien uno sobre los
demás, dando lugar así a los diferentes modelos éticos.

Al clasificar los modelos éticos se busca identificar las actitudes morales que se
encuentran en cada uno y por el que una persona o grupo social se relaciona.

Es así como aparecen tres grandes grupos que parten del supuesto de que los seres
humanos son agentes morales libres, que al realizar acciones morales poseen unas
intenciones y propósitos determinados y que dichas acciones pueden ser valoradas y
argumentadas como buenas o malas.
Aristotle Altemps Inv8575» de Copy of Lysippus - Jastrow (2006). Disponible bajo la licencia Dominio público
vía Wikimedia Commons -
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Aristotle_Altemps_Inv8575.jpg#/media/File:Aristotle_Altemps_Inv8575.j
pg
El primero de los modelos se encuentra en Grecia clásica con Aristóteles en su obra ética a Nicómaco, de la
cual se desprende la doctrina clásica de las virtudes. Para este pensador las virtudes más importantes del
hombre son las del alma; especialmente las de su parte racional que está conformada por el intelecto y la
voluntad.
Según Aristóteles existen dos clases de virtudes: las éticas y las dianoéticas. Las dos expresan la excelencia
del hombre y su consecución produce la felicidad.
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Sistemas éticos
Ética de las virtudes
En ética se manejan varias teorías con planteamientos muy específicos que estudian la
moral desde una visión particular. Por ejemplo, la sociedad occidental, posee unas raíces
profundamente cristianas y de ahí se desprende el modelo ético del hombre virtuoso en el
que se afirma que todo ser humano debe aspirar a la felicidad que se encuentra solo en
Dios, quien es su fin último.

Para lograr ese fin, se deben practicar acciones éticamente buenas; y así la felicidad se
alcanza mediante el ejercicio de las virtudes que resultan ser hábitos de la voluntad.

Las virtudes a practicar según el modelo aristotélico son: justicia, fortaleza, templanza,


veracidad y libertad. Con la práctica de éstas, como actitudes de equilibrio en todos los
ámbitos de la vida humana, se puede llegar a la contemplación de la verdad; ideal
supremo de toda de vida virtuosa y lo que proporciona el bienestar en las relaciones entre
los miembros de una sociedad.

El nombre de felicidad en griego: eudaimonía, hace que este sistema ético se denomine
también eudemonismo en el que sus máximos representantes fueron los griegos
Sócrates, Platón y Aristóteles.

Éste último, con su Ética a Nicómaco, fue sin duda el que más influyó en los pensadores
posteriores de la tradición occidental como Tomás de Aquino, a quien se le debe que el
esquema ético de Aristóteles sea el ideario moral del cristianismo.

Sistemas éticos
Epicuerismo
En la actual sociedad de consumo es muy común que el hombre considere en su
cotidianidad que el placer es el bienestar que debe alcanzar para ser feliz;
constituyéndose ésta la forma del criterio último de moralidad.

El máximo representante de este modelo ético fue sin duda Epicuro de Samos, quien en
su tiempo fue admirado y seguido por muchos discípulos. Es este filósofo griego quien
consideró fundamental que se descarten todos aquellos placeres que en exceso producen
malestar.

Sin embargo, el verdadero placer consiste en la ausencia de dolor en el cuerpo y


perturbación en el alma. Los hombres deben buscar un placer equilibrado, tranquilo, que
no conlleve al sufrimiento, ni genere inquietud o ansiedad.

Los placeres que conducen a una vida buena o feliz son los del espíritu, ya que llevan a la
paz y a la tranquilidad.

Epikouros Met 11.90 de Marie-Lan Nguyen (2011). Disponible bajo la licencia CC BY 2.5 vía Wikimedia
Commons - http://goo.gl/xl2kes
(Isla de Samos, actual Grecia, h. 342 a.C.-Atenas, h. 270 a.C.) Filósofo griego. Perteneció a una familia de la
nobleza ateniense, procedente del demo ático de Gargetos e instalada en Samos, en la que muy
probablemente nació el propio Epicuro y donde, con toda seguridad, pasó también sus años de infancia y
adolescencia.
La doctrina epicúrea afirma que el objetivo de la sabiduría es suprimir los obstáculos que se oponen a la
felicidad. La felicidad epicúrea es el placer reposado y sereno, basado en la satisfacción ordenada de las
necesidades elementales, reducidas a lo indispensable. Sin embargo, esto no significa la búsqueda del goce
desenfrenado, sino el de una vida mesurada en la que el espíritu pueda disfrutar de la amistad y del cultivo del
saber.
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Sistemas éticos
Estoicismo
Desde este modelo de ética, el cosmos se entiende como un orden universal regido por
un conjunto de leyes que en una perfecta armonía, orientan la vida humana.

Todos los hombres deben vivir en profunda armonía con la naturaleza para alcanzar la
felicidad. Para ello, deben mantenerse en la apatheia, que consiste en ser indiferentes de
modo positivo frente a los acontecimientos.

Lo anterior se logra con la ataraxia o imperturbabilidad; es decir, no dejarse turbar por


nada, para lograr la tranquilidad del espíritu y de esta forma entrar en armonía con la
naturaleza.

El estoicismo, desarrollado por el cristianismo, tiene entre tantas consecuencias la


generación de una mentalidad resignada y fatalista. Aceptar todo con pasividad es
aceptar la vida como venga.
Entonces cabe preguntar aquí ¿Dónde queda la libertad humana? ¿Todo hombre tiene un
destino determinado? ¿Cada quién nace con su estrella?

El estoicismo promueve el bien universal, la igualdad y la comunión de todos los hombres


en un orden divino, donde la patria del ser humano se amplía; ya no se trata únicamente
en la ciudad o la polis de los griegos, sino el mundo. Entonces surge la inquietud ¿ Es
esto posible? ¿Se trata de otra utopía más?

Sistemas éticos
Neoplatonismo
El platonismo marcadamente religioso, recoge la tendencia mística del hombre a
sumergirse en la divinidad.

Para Platón, el fin del hombre es la felicidad y ésta se logra con el cultivo de la sabiduría y
la contemplación. Para lograrlo, es necesario, la represión de todos los deseos sensuales
que provienen del cuerpo y corrompen el alma.

El hombre es un ser imperfecto porque posee un cuerpo que como materia corrompe el
alma. Para salir de esa imperfección, se debe emprender un camino hacia el encuentro
con el Uno, buscando ser reabsorbidos místicamente por él.

Este camino supone un proceso de purificación mediante una ascética rigurosa. Así se
logra el dominio del espíritu por contemplación de las ideas hasta llegar al éxtasis de la
intimidad total con Dios, privilegio de las almas más puras y anticipo de la felicidad que
nos espera después de la muerte

«Plato Pio-Clemetino Inv305» de Desconocido - Marie-Lan Nguyen (2006). Disponible bajo la licencia Dominio
público vía Wikimedia Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Plato_Pio-
Clemetino_Inv305.jpg#/media/File:Plato_Pio-Clemetino_Inv305.jpg
Para Platón, el fundamento de toda realidad es el Uno. El Uno es lo indivisible, origen de todo bien, de él
proviene por emanación el Nous, inteligencia o espíritu, y de éste último el alma. En estas tres realidades
existe unidad y perfección.
En sus escritos, especialmente Gorgias, Protágoras y República, Platón expone las diferencias entre dos
clases de vida: la entregada al placer y la consagrada a la sabiduría y a la práctica de la virtud.
Platón no estuvo de acuerdo con las doctrinas que ubicaban el placer como el bien máximo; por eso siempre
propuso un ideal sustentado en la virtud y en la sabiduría.

Sistemas éticos
Ética kantiana o del deber
El valor de las acciones morales residen en la voluntad de las personas de querer hacer el
bien. El cumplimiento del deber se constituye así en el criterio máximo de la bondad
moral.

En su fórmula: "Obra siempre de tal manera que la máxima de tu voluntad pueda valer
como principio legislación universal", Kant sintetiza el principio práctico del obrar moral.
De esta manera la ética tiene como fundamento el deber y los juicios, que recaen sobre
las acciones, tienen como propósito identificar las intenciones de la persona en su obrar,
de la cual deriva la verdad moral.

La ética kantiana, que fundamenta una moral autónoma y formalista, ejerce un influjo
enorme en la sociedad moderna y actual.

El hombre encuentra la perfección moral en el cumplimiento del deber por el deber


mismo. No importan las consecuencias de las acciones, el beneficio o perjuicio que de
ellas se siga; lo importante es haber cumplido exactamente con el deber y el deber lo
indican las leyes de la sociedad.

Immanuel Kant (painted portrait)» de unspecified - /History/Carnegie/kant/portrait.html. Disponible bajo la


licencia Dominio público vía Wikimedia Commons -
http://commons.wikimedia.org/wiki/File:Immanuel_Kant_(painted_portrait).jpg
Para Kant la autonomía se da por la razón práctica y no por la experiencia; por eso las normas morales, ni sus
principios, proceden de Dios, ni de la sociedad, como tampoco de la naturaleza humana. El deber, es la ley de
la razón práctica y se presenta como un imperativo de obrar conforme a la ley moral. Estar de acuerdo es una
forma de respetar y el obrar por el simple deber no es bueno.
Finalmente, manifestaba que el formalismo es el que define la moral y la moralidad de una acción y éste es el
principio de la voluntad pura.

Sistemas éticos
Utilitarismo
En términos generales, se puede afirmar que la moral de la sociedad moderna está
caracterizada por la ética utilitarista. El marco conceptual del utilitarismo es el
resurgimiento del epicureísmo hedonista, que tiene como fundamento de la felicidad la
búsqueda del placer; de tal manera, que bueno es todo aquello que reporta placer y malo
es lo que genera dolor.

El máximo representante de este modelo ético, fue el inglés Jeremy Bentham, un


filántropo preocupado por la felicidad de la humanidad, quien afirma que las acciones
morales deben regirse por el interés.

Las virtudes, el sacrificio, el ascetismo, el desinterés son ideales falsos. Lo importante es


buscar el bien, que es entendido como lo que genera placer. La vida hay que gozarla al
máximo, evitando el sacrificio y el sufrimiento.

Lo bueno es lo útil; es decir, lo que aumenta el placer y disminuye el dolor, lo más útil y
placentero es la simpatía y concordia entre los hombres.

La felicidad, entendida como placer, se debe buscar para el mayor número de hombres;
en esto consiste la moral. La consecuencia de ello, es la maximización de la felicidad,
donde el interés público debe estar por encima del interés particular.

Sistemas éticos
Ética del superhombre
Las sociedades modernas se caracterizan por la voluntad firme de obtener poder. En este
sentido, este modelo de ética presenta a la moral como una fuerza terrible y engañadora
que ha corrompido a la humanidad entera.

La moral es la gran mentira de la vida, de la historia y de la sociedad y penetrado por


estas mismas fuerzas el hombre se debate entre dos actitudes: la lucha por el poder y la
defensa de la debilidad, de donde resultan dos tipos de hombres:

1. Los poderosos o señores que con sus actitudes de lucha por el poder, la dominación y
la fuerza, forman una clase social que se impone a la clase de los débiles, de los
inferiores, de los vulgares y sometidos.

2. La otra clase social es la de los esclavos que viven una moral que busca la igualdad, la
compasión, la dulzura y la paciencia.

Es propia de los oprimidos y los débiles que a menudo desprecian esta vida y se refugian
en el más allá, porque son hombres mediocres, de rebaño, incapaces de vivir por sí
mismos y por eso necesitan vivir en sociedad, con un orden jurídico, una religión y una
moral comunes, teniendo como valores la igualdad, la humanidad, la caridad, el sacrificio.

Estos hombres, que conforman la inmensa mayoría de la humanidad, son despreciables,


aunque resultan necesarios para cumplir muchas funciones inferiores en beneficio de los
poderosos.

Sistemas éticos
Ética marxista
En la construcción de su teoría, Marx trató de ver la realidad humana en su esencia y por
eso concibió a la persona dentro de unas condiciones económicas propias del modo de
producción capitalista que le motivaron desconocer la esencia verdadera del ser humano.

Desde este marco antropológico se define un tipo de ética, diferente a las existentes.
La praxis marxista se constituye en el criterio de verdad y de la bondad moral, que
permite que el ser humano transforme su naturaleza y, por lo tanto, se transforme a sí
mismo.

Dicho proceso de transformación es llevado a cabo por el hombre mediante sus acciones,
formas de producción, trabajo y eficacia histórica, que se convierten en los indicadores de
la verdad.

El mundo del trabajo de los hombres, que tiene como fin la producción, genera lo que
Marx denomina alienación y se constituye a la vez en la fuente y máxima expresión de la
deshumanización.

La alienación de carácter, inicialmente económico y en el trabajo, afecta en seguida los


ámbitos de la cultura, el derecho, la religión y la moral, formando un conjunto de
relaciones sociales que actualmente están presentes en una sociedad.
Esta última, se entiende como un sistema de relaciones de producción compuestas por
diferentes niveles que al interactuar generan tensiones internas, de las que es necesario
independizarse.

Dominio público, https://commons.wikimedia.org/w/index.php?curid=478722


Si bien es cierto que Marx no propone en concreto un modelo de ética, es fundamental comprender algunos
de los aportes a la humanidad para entender este fenómeno moral que ha influido de manera significativa en
muchas de las sociedades modernas.
El análisis estructural que Marx hace a la sociedad se centra en lo humano; en la realidad de la sociedad
burguesa del momento, segunda mitad del siglo XIX, en ciudades como París y Colonia, donde encontró sus
contradicciones para construir su teoría y una praxis revolucionaria.

Sistemas éticos
Ética axiológica
Esta corriente de pensamiento desarrollada por Max Scheler y Nicolai Hartman, a
mediados del siglo XX, pretende poner como elemento central de la ética el tema de los
valores.

Los valores son entendidos como creaciones de los hombres en su transcurrir histórico y
por ello no son entidades que trasciendan el ámbito social. Esto es lo que permite
entenderlos como realidades objetivas, ya que se desarrollan en contextos sociales
determinados.

Desde esta idea de valor, lo bueno en una acción moral es aquello que realiza un valor, lo
malo por el contrario es aquello que lo impide.

Los valores, como producciones de un mundo social, poseen una serie


de propiedades que son necesarias de conocer para comprender su dinámica.

Sistemas éticos
Ética de la liberación
La ética de la liberación busca para las personas que habitan los llamados países
tercermundistas, el restablecimiento de la justicia como elemento imprescindible bajo
unas nuevas condiciones sociales, políticas y económicas, que posibiliten su
emancipación.

Con ello, se busca que puedan además recuperar el ser que les ha sido negado; alcancen
condiciones de dignidad humana, como una forma de respeto que se concreta en una
nueva historia.

La praxis de la liberación, afirma el filólogo Luis José González, penetra todos los
ámbitos de la vida humana: la erótica en la que el rostro sexuado de la mujer se libera de
la dominación del macho; la pedagógica, que devuelve su palabra a "el otro" en cuanto
sujeto de la educación: el hijo frente al padre, el alumno frente al maestro, el pueblo frente
al Estado; la política, donde se sustituyen las relaciones de dependencia y opresión por
relaciones de fraternidad y equidad entre naciones ricas y pobres, a nivel internacional, y
entre grupos poderosos y sectores desposeídos, a nivel nacional; la arqueológica que,
desde una comprensión de la religión como aceptación del totalmente Otro, rechaza toda
forma de fetichismo o divinización de la mismidad; y, finalmente, la económica, que
replantea las relaciones del hombre con la naturaleza, las relaciones de producción y
todas las formas de relación económica, a partir de la actitud de justicia con "el otro", el
pobre y explotado.

«EnriqueDussel» de Ralg23 - Trabajo propio. Disponible bajo la licencia Dominio público vía Wikimedia
Commons - http://commons.wikimedia.org/wiki/File:EnriqueDussel.jpg#/media/File:EnriqueDussel.jpg
Uno de los principales teóricos de este tipo de ética, propuesta para América Latina, es el filósofo mexicano
Enrique Dussel quien ha sido reconocido en el mundo por su trabajo en la ética y el seguimiento a los campos
filosóficos de la política y la liberación.
Esta última, es una corriente creada por él y que se determina por las situaciones de pobreza, opresión y
alienación, que atentan contra la dignidad humana e impide a las personas ser sujetos de su propia historia;
característica de la realidad Latinoamérica y los países del tercer mundo.

Sistemas éticos
Ética comunicativa
Este modelo de ética, es la propuesta de los filósofos alemanes K.O. Apel y Jürgen
Habermas, en la que se expone como núcleo fundamental el diálogo y la comunicación.
El interés de estos autores, consiste en buscar nuevos procedimientos que permitan
justificar y fundamentar la ética en la actual sociedad pluralista.

Para ello, parten del diálogo como el elemento imprescindible que permite construir


comunidades dialógicas que descubren en los intereses de todos los miembros,
elementos de respeto y convivencia, para el establecimiento de normas universales.

Son aspectos fundamentales de esta ética el redescubrimiento de la autonomía de las


personas y su capacidad de autolegislarse; son dos elementos imprescindibles para la
construcción de la igualdad en la búsqueda de una normativa con pretensión de
universalidad que solo es posible por el reconocimiento del otro como interlocutor válido
en una relación de diálogo.

Este modelo ético también ha contado con la representación de Adela Cortina, quien
considera que la finalidad de la ética comunicativa es la “responsabilidad solidaria”, que
se consigue en el diálogo con todos los implicados, llegando a decisiones acordadas. De
este modo, es posible alcanzar el establecimiento de unas normas mínimas por consenso,
las cuales regularán el comportamiento moral en la actual sociedad pluralista y
democrática.

Sistemas éticos
La bioética
Bioética significa ética de la vida o ética de la Biología. Su término proviene del griego
Bios, vida y ethos, ética. En este momento se entiende como un cuerpo teórico que en
una relación estrecha con las ciencias de la salud, las ciencias humanas y en particular
con la ética, propone la comprensión de la vida de manera holística.

No obstante, el problema central con el que se encuentra la bioética consiste en


determinar si la investigación científica, la aplicación de tecnologías y el conocimiento
producto de dichas prácticas, favorecen el desarrollo de la vida o, por el contrario, atentan
contra ella debido a que no se siguen los planteamientos que ofrece la ética como ciencia
que estudia los fenómenos morales.

En el ámbito en el que se desarrolla la bioética se determinan los alcances y límites de


las investigaciones, los discursos y las prácticas de otras disciplinas y la comprensión de
las actuaciones humanas, desde la visión que plantean las ciencias de la vida y de la
salud.

Dicha tarea solo es posible mediante un proceso metódico, sistemático y racional, de los
problemas de tipo moral, que generan la biomedicina y su vinculación con el ámbito del
derecho y de las ciencias humanas. Es decir, Intenta determinar si los valores y principios
morales posibilitan la respuesta a las preguntas y los problemas que suscitan las
investigaciones biomédicas, biotecnológicas, al interior de sociedades caracterizadas por
el individualismo, la pluralidad cultural, el desarrollo y el permanente cambio.

Actualmente existe un amplio consenso entre los especialistas, en el sentido de


reconocer que la bioética debe posibilitar un análisis crítico frente a los principios de
autonomía, beneficencia y justicia como elementos dinamizadores de las investigaciones
que tienen que ver con la vida.

El término "bioética" comenzó a utilizarse a comienzos de los años setenta para referirse a los trabajos
científicos que se venían desarrollando en el campo de la vida. Dicho campo es muy amplio, ya que debe
abordar fenómenos ecológicos, clínicos, de investigación con seres humanos y hasta aquellos que tienen que
ver con los derechos de los animales. Por eso, la reflexión se ha centrado en la vida como objeto de estudio
científico, específicamente en el ámbito de la salud, en la que se emplean diversas tecnologías en las que a
veces surgen amenazas para el desarrollo de la integridad de la vida misma.

Resumen
Las tareas fundamentales de la ética, como saber práctico, consisten en dilucidar en qué
consiste lo moral, en fundamentar el fenómeno moral y en aplicar los principios éticos a
los distintos ámbitos de la vida cotidiana.

Posee unos desafíos, en los niveles de reflexión y lenguaje, que no se pueden confundir
con el ámbito de las religiones, las acciones políticas y los estatutos legales del derecho.

Existen muchas teorías éticas y cada una de ellas, posee planteamientos diferentes que
estudian el fenómeno moral desde una visión determinada. Como la moral es un hecho
complejo y variado, debido a la pluralidad de culturas que existen, no puede ser abordado
desde una sola visión pretendiendo que la verdad sea única; por eso ésta puede
resumirse en tres grandes grupos.

De otra parte, es importante destacar el papel de la ética en el mundo actual, de donde ha


surgido una corriente de pensamiento denominada Bioética que significa ética de la vida o
ética de la Biología, del griego Bios, vida y ethos, ética.
Por eso la reflexión se ha centrado en la vida como objeto de estudio científico,
específicamente en el tema de la salud, en el que se hace uso de diversas tecnologías y
se trata de prevenir las amenazas que las investigaciones puedan generar para preservar
el desarrollo de la integridad de la vida misma.

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