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GARMENDIA – TIPOLOGIAS

MODELOS DE NEGOCIACION COLECTIVA

Podrían enunciarse casi tantos modelos de negociación colectiva como ámbitos potencialmente generadores de
procesos negociales existen. La enorme diversidad de cada realidad concreta determina el surgimiento de
elementos particulares, y por este motivo, difícilmente identificables con el tipo que se ha propuesto como
modelo.

Criterios para definir los modelos de negociación colectiva:


1. Por el NIVEL en que se plantea la negociación: centralizado o descentralizado, puede agregarse además
el modelo desconcentrado.
2. Por la INTERVENCION ESTATAL: existencia o ausencia, o intensidad que exhibe la misma: modelos
intervenidos, no intervenidos o abstencionistas. O según la impronta de dicha intervención: limitadora,
coartadora/represora o promotora/tutelar.
3. Por el TIPO DE RESULTADOS JURIDICOS que puede generar la negociación:
mejoramiento/protección o transaccional.
4. Por la PERIODICIDAD DE LA NEGOCIACION: modelo estático o dinámico/de negociación continua.

La conjugación de estos modelos describe la forma en que los mismos se presentan en cada región. Ermida
Uriarte alude por una parte al MODELO INTERNACIONAL (modelo OIT), y por otra a diversos modelos
nacionales, entre los que se distinguen tres grupos: el modelo de Europa Continental, el modelo norteamericano,
y el modelo latinoamericano.

1. Centralizado: la negociación que se plantea a nivel nacional (concertación social), de toda una rama o
sector de la actividad económica, u oficio.
Descentralizado: la negociación que se plantea a nivel de empresas, o niveles inferiores como filiales,
sucursales, establecimientos o sectores específicos de ciertas empresas.
Desconcentrado: casos en que la negociación se desarrolla a nivel empresa pero el actor por parte de los
trabajadores no es un sindicato autónomo de dicha empresa sino el propio sindicato central de la rama o un
enlace del mismo.

2. Modelo no intervenido: este modelo puro, admite ser descripto teóricamente, pero en la práctica resulta
muy difícil detectar alguna situación real que sirva como ejemplo de una intervención estatal absolutamente
inexiste o nula. Sin embargo, hasta en los casos donde haya en apariencia una absoluta presciencia, podría
hablarse de una actitud de intervención por omisión.
Modelo intervenido: la presencia estatal puede ir desde las modalidades más sutiles e imperceptibles
(“abstencionismo atenuado”), hasta las formas de intervención abierta y declarada, que incluso pueden llegar en
algunos casos, hasta la prohibición.
La intervención puede ser: indirecta, reglamentación de los institutos del derecho individual del trabajo, que
supone el establecimiento de niveles mínimos de protección. Sin embargo cuando se alude a los modelos
“intervenidos” en negociación colectiva no se está pensando en la modalidad anterior si no en aquella que se
ejerce de manera directa, donde el Estado emplea múltiples mecanismos, casi tantos como los roles que asumen
en el ámbito de las relaciones laborales, el más frecuente es el dictados de normas mediante las cuales se
impone una regulación de los diversos aspectos relacionados con la dinámica de la negociación. Además el
Ministerio de Trabajo ejerce la función administrativa.
Aunque a los modelos intervenidos suele llamárselos regulados y a los no intervenidos desregulados, debe
admitirse la teoría de que exista un modelo regulado de negociación coexistente con un Estado que no tiene
injerencia en la misma. En este caso la regulación es el resultado de la propia autonomía colectiva desplegada
por los interlocutores sociales.
Si la intervención estatal es buena o mala dependerá del escenario tal en que la misma está incidiendo, para el
desarrollo de una buena perspectiva de negociación colectiva sin injerencia estatal en el sistema es esencial que
ciertas premisas como reconocimiento jurídico, sindicatos independientes, libertad sindical, etc. Estén
asegurados.
La intervención puede ser promotora y tutelar (desplegada, por ejemplo, mediante una legislación de soporte
o apoyo) puede ser apreciada como muy valiosa, en cambio, cuando la presencia del Estado adquiere un tenor
limitacioncita o restrictivo, necesariamente debe ser objeto de críticas.

3. Modelos de mejoramiento o protectores: proceso que solo puede culminar con un mejoramiento de las
condiciones laborales que anteriormente beneficiaban a los trabajadores, se encara el proceso a partir de un
umbral preexistente constituido por las condiciones emergentes de las anteriores instancias de negociación
(progresividad). En general se asocia a Europa y América Latina.
Modelo transaccional: se admite de antemano que los resultados no estarán condicionados por los
antecedentes, y en consecuencia, podrá haber una mejora o una rebaja en relación a los mismos. El resultado no
será otro que el que pueda derivarse del poder que cada actor esté en condiciones de exhibir en esa instancia
concreta de negociación. (Es contractual, hay contraprestaciones reciprocas).

4. Modelo estático: negociaciones en ocasiones determinadas y concretas, que se plantean con cierta
periodicidad o cada vez que las circunstancias lo hacen necesario (por eso también se le ha dado el nombre
de negociación de crisis). El resultado final se resume en una norma colectiva cuyo contenido regirá las
relaciones laborales y la cual los actores deben tomar como referencia. Finalizada la vigencia del convenio
colectivo se debe renegociar. Suele asociarse con el modelo anglosajón.
Modelo de negociación dinámica/continua: la negociación se desarrolla de manera permanente, y sus
resultados habitualmente consisten en la conformación de entidades o instituciones cuyo cometido consiste en
continuar negociando e ir dando solución a los temas que cotidianamente se van suscitando (reactualizan las
clausulas convencionales). Suele identificarse con el sistema europeo y de América Latina.

Modelos de negociación predominantes según regiones:

- Modelo internacional: planteado por la OIT. Negociación colectiva bilateral y libre. El Estado debe
promover la negociación como un derecho fundamental y hacer realidad la buena fe, pero debe tener
escasa intervención y los actores sociales determinaran el nivel de negociación y contenidos a abordar.
-
- Modelo europeo: tradicionalmente sus rasgos eran: estático, centralizado, con escasa intervención
estatal y con una impronta promotora. Respeto a los niveles en los que se pactó anteriormente y
preeminencia de la norma más favorable. Esto hasta hace una década y media atrás, en la actualidad
presenta características diferentes que tienen que ver con las nuevas funciones como la flexibilización y
los nuevos sujetos como por ejemplo los autónomos, en una tendencia hacia por un lado, el descenso de
la negociación a nivel empresa, y por el otro, hacia la recentralización” transaccional.
-
- Modelo norteamericano: dinámico, de negociación permanente que se desarrolla en niveles
descentralizados (por empresa), nula presencia estatal, contenidos muy ricos y variados. Es puramente
transaccional.
-
- Modelo de america latina: sus elementos predominantes son: modelo de tipo estático, cuyo resultado
consiste en la creación de una norma, descentralizado (exceptuando Argentina, Brasil y Uruguay), fuerte
y restrictiva presencia estatal, los contenidos en materia de negociación suelen ser temas vinculados a
aspectos salariales, prevalencia de la norma más favorable, respeto a los mínimos establecidos por la ley,
los convenios anteriores son puntos de partida para la negociación. Modelo protector.

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