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LA REVOLUCIÓN FRANCESA (1789 – 1799)

1) “La Rebelión Aristocrática o Nobiliaria”.

a) Los Nobles y la Ilustración.

“La nobleza es múltiple; el denominador común del privilegio aglutina a la aristocracia cortesana
(gobernantes), a la nobleza de toga (burgueses que compraron el título), guardiana de la doctrina
liberales, y a la nobleza campesina, provinciana y pobre, tanto más aferrada a su status social. Pero
la preocupación por los privilegios no basta tampoco para definir la actitud nobiliaria: porque
gracias a su liberalismo, su amor por la cultura, su estilo de vida, sus salones, sus mujeres, hay toda
una nobleza que ha alimentado la filosofía de las luches y ha contribuido al nacimiento de una
sociedad nueva, que ya no será de los nobles, sino de los notables”.

Louis Bergeron et alt.: “La Época de las Revoluciones Europeas, 1780-1848”, p. 28.

b) La “reacción nobiliaria” o “aristocrática”.

“La oposición aristocrática culminó con «la revuelta nobiliaria» o «la revolución aristocrática»
(1787-1788): «Los patricios —escribió Chateaubriand— empezaron la Revolución; los plebeyos la
acabaron». De la reunión de la Asamblea de notables del 22 de febrero de 1787, a la decisión del
Parlamento de París del 23 de septiembre de 1788, los intentos de reformas impositivas
propuestas por los ministros de economía fueron atajados por la resistencia del Consejo de
notables, y después por la revuelta de la Corte de los pares y de los parlamentos provinciales.
Después de acabar imponiendo su voluntad al poder real, la aristocracia había triunfado.
¿«Revolución aristocrática»?... La expresión parece ambigua. Si la nobleza (y sus cuadernos de
quejas pronto lo ilustraron) admitía un régimen constitucional y el voto del impuesto por parte de
los Estados Generales, si exigía el abandono de la administración a unos estados provinciales
electivos (Estados Generales y Estados Provinciales que dominaría gracias al mantenimiento de su
estructura aristocrática), si se mostraba preocupada por la libertad individual, estaba lejos de
admitir la igualdad fiscal, era unánime en cuanto al mantenimiento de los derechos señoriales.
No puede quedar ninguna duda: la aristocracia emprendió la lucha contra el absolutismo para
restablecer su preponderancia política y salvaguardar sus privilegios sociales”.

Albert Soboul: “La Revolución Francesa”, p. 16.

c) Cuaderno de Quejas de la Nobleza.

“3º) Se atribuirá a los Estados generales [Asamblea feudal] la fijación de los límites de la influencia
del Rey en las deliberaciones (…); esta influencia debe ser tal que, manteniendo toda la dignidad de
la majestad real, la asamblea de la nación quede investida de todo el poder que le corresponde”.

“4º) La conservación de los privilegios personales y de las distinciones que la nobleza ha tenido en
todos los tiempos son atribuidos que la distinguen esencialmente de los demás y que no podrán ser
atacados ni destruidos. El abuso que resultaría de tales cambios es demasiado evidente y, por lo
tanto, no es necesaria su discusión. La Nobleza pide, pues, que el orden al que pertenece conserve
todas sus prerrogativas personales”.

“Cuaderno de poderes e instrucciones para los diputados de la nobleza real…” (1789); p. 2


d) Preguntas:

1- ¿En cuántos grupos se divide la Nobleza? ¿Cuáles son?

2- ¿Cómo se aprecia la influencia de la Ilustración o la filosofía de las luces en la Nobleza?

3- ¿Por qué se habrán rebelado los Nobles?

4- ¿Qué solicitan los Nobles en sus Cuadernos de Quejas?

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