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ANTECEDENTES DE LA

REVOLUCIÓN FRANCESA
ANTECEDENTES DE LA
REVOLUCIÓN FRANCESA

La influencia de las ideas ilustradas

A fines del siglo XVIII este sistema estaba siendo amenazado por nuevas ideas y
por el descontento de algunos sectores de la sociedad. La burguesía, que había
alcanzado gran importancia económica y un alto nivel cultural, pero que no tenía
poder político, era el grupo más interesado en cambiar el sistema. Su programa se
sustentaba en un conjunto de principios formulados por los filósofos ilustrados.
Estos principios eran:
• Los derechos naturales del hombre: los seres humanos poseen derechos
inalienables, como la libertad, la igualdad ante la ley, la seguridad, el derecho a la
felicidad, etc.
• La soberanía nacional: el poder es de los ciudadanos y por eso los gobiernos
deben tener el consentimiento de los gobernados, el cual se expresa a través de
elecciones.
• La separación de los poderes: las funciones ejecutiva, legislativa y judicial
deben estar en distintas manos, en vez de un único poder en manos del rey.
• La necesidad de una Constitución: debe existir una Carta fundamental que
contenga los derechos y deberes de los ciudadanos y la separación de los poderes
del Estado.
El ejemplo de los Estados Unidos de Norteamérica

El 4 de julio de 1776, trece colonias de Norteamérica se unieron para proclamar su


independencia de Inglaterra. Iniciaron entonces la lucha contra la metrópoli, la que
concluyó en 1783 cuando Inglaterra reconoció a los Estados Unidos de América
como Estado soberano. La importancia de este proceso radicó en el hecho de que
esta nueva nación fue la primera en poner en práctica los principios liberales
difundidos por los filósofos ilustrados. Por medio de la Constitución de 1787,
Estados Unidos se organizó como una república, donde la soberanía descansaba en
los ciudadanos y en la que se hizo efectiva la separación de los poderes del Estado.
Francia, enemiga de Inglaterra, prestó ayuda militar a las colonias
norteamericanas. Así, los franceses siguieron este proceso muy de cerca y muchos
de ellos adhirieron a la causa emancipadora, convirtiéndose, luego en Europa, en
activos propagandistas de los principios liberales, como fue el caso del marqués de
La Fayette.
FRANCIA DEL SIGLO XVIII

Hasta 1789, Francia era un reino gobernado por un monarca absoluto, Luis XIX.El
absolutismo suponía la concentración del poder político en manos del rey, que
reunía en su persona la soberanía del estado. El monarca gobernaba y legislaba
por si mismo. Un ejemplo de esto era que, desde 1614, en Francia no se han
vuelto a convocar los estados generales, reunión de representantes de los
estamentos de la sociedad a los que el rey consultaba la sanción de leyes y otras
medidas.

La sociedad francesa estaba dividida en dos grandes grupos: los privilegiados y


los no privilegiados. Quienes tenían privilegios eran la nobleza y el alto clero
(obispos y abades), que estaban exentos de pagar impuestos y tributos. Sus
privilegios incluían, además, el monopolio de los altos cargos de gobierno y el
derecho a ser juzgado por tribunales especiales. La gran mayoría de la población,
en cambio, estaba sujeta a la imposición fiscal y no gozaba de esos derechos
especiales. La formaban burgueses, campesinos, artesanos, trabajadores
urbanos y el bajo clero.

Sin embargo, esta realidad comenzaba a experimentar cambios, como resultado


de las transformaciones económicas y sociales iniciadas en el siglo XVIII. Los
sectores ligados al comercio internacional, por ejemplo, se habían enriquecido a lo
largo del siglo.
CRISIS E INTENTOS DE REFORMA

En esa sociedad estamental, regida por una monarquía absoluta, las ideas
ilustradas se habían difundido en amplios círculos. En los salones de nobles y
burgueses, donde se reunían las personas cultas, era habitual que se debatiesen
los principios racionalistas y liberales que defendían los liberales de la ilustración.
Luis XV (que reino en Francia 1715 y 1774) y su sucesor Luis XVI también
estaban influidos por las ideas ilustradas de los fisiócratas. Ambos monarcas
intentaron introducir en Francia reformas administrativas y fiscales para hacer
frente a las crecientes dificultades financieras de la corona, resultado de sus
guerras contra Gran Bretaña y el mantenimiento de la corte de Versalles. Los
intentos de reforma fiscal incluían un aumento de impuestos, y que también
pagaran los nobles. Estos proyectos encontraron una fuerte oposición, en un
momento en que Francia atravesaba una crisis económica. En la década de
1780, los precios de los cereales y de la producción vitivinícola se estancaron, lo
que dañaba directamente a los campesinos. La desastrosa cosecha de 1788
implico, en sentido contrario, una brutal subida de precios, que golpeo duramente
a los trabajadores urbanos. Mientras tanto, los burgueses textiles se perjudicaron
por el tratado comercial anglo-francés de 1786 que permitía el ingreso de
productos ingleses, que representaban una dura competencia. De este modo, por
diferentes razones, todos los sectores de la sociedad tenían motivos de
descontento. El rechazo de la reforma fiscal de la corona pronto se convirtió en
una oposición al absolutismo y a la monarquía.
UN CLIMA REVOLUCIONARIO
La fuerte oposición de la nobleza a las reformas impositivas llevo a que Luis XVI
convocara a los estados generales de 1788.De este modo, el rey esperaba hallar
apoyo para sus medidas fiscales y canalizar el descontento de los nobles.
Los estados generales eran una institución de consulta de origen feudal. En
ellos, los representantes de los tres estamentos o estados de la sociedad (la
nobleza, el clero y el tercer estado, formado por los comunes) se reunían para
expresar sus opiniones ante el rey.
La convocatoria sirvió para que en Francia se generalizaran las reuniones políticas
para discutir sobre la situación general del país. Es debates se realizaban en
salones aristocráticos, cafés, almacenes e iglesias. Así, en diferente grado, la
sociedad en su conjunto discutía sobre la actualidad francesa.
Durante el año 1788 se realizaron las elecciones por distrito para elegir
representantes a los estado general. Cada distrito presentó las propuestas que
debían llevar sus diputados reunidas en los llamados cahiers de
doleamces( "cuadernos de quejas")No eran, por si mismos , un ataque al rey; al
contrario, estaban dirigidos respetuosamente al monarca, para que corrigiera lo
que se consideraban injusticias. Pero la influencia de las ideas ilustradas, en
especial el concepto de igualdad jurídica llevo a esos cuadernos se pusieran en
discusión los privilegios. De esta forma, ayudar a difundir ideas que iban en contra
de la sociedad aristocrática y privilegiada del absolutismo. Algo similar ocurría con
la idea de libertad para los burguesía, la experiencia de los industriales ingleses
que tenían libertad para realizar sus negocios y para contratar trabajadores,
chocaba con la organización gremial y monopólica de la industria y el comercio
francés.

LA REUNION DE LOS ESTADOS GENERALES

los estados generales comenzaron a sesionar al 5 de mayo de 1789, en


Versalles de acuerdo con su funcionamiento tradicional , representantes de cada
estamentos social debían reunirse por separado los nobles, el clero y los
miembros del común, cada cual por su parte. Al terminar cada estado, los tres se
debían reunir ante el rey para votar. El voto se realizaba por estado, esto
significaba que solo había tres votos : el de los nobles, el de los sacerdotes y el
tercer estado. Era de esperar que los dos primeros, como representación de los
privilegiados, sus votos contra el tercero.
Esta situación motivó dos propuestas de los representantes del tercer estado y
algunos miembros de los otros estamentos. La primera se refería a la
representación: ya que la mayor parte de la población constituía el tercer estado,
su cantidad de diputados debía ser proporcionalmente mayor que el número de
representantes de los otros dos. Esta propuesta fue aceptada. La segunda
propuesta fue que se votara "por cabeza" (es decir, cada diputado tendría un voto)
y no por estamento. Esto significaba dar la mayoría de los diputados del tercer
estado, que así ganarían la votación esta propuesta fue rechazada por el rey.
LA REVOLUCÍON DE LOS DIPUTADOS
Ante la negativa del rey, comenzó la llamada "Revolución de los diputados". Los
representantes del tercer estado, junto con algunos miembros del clero y la
nobleza, el 17 de junio de 1789 se constituyeron en asamblea nacional, afirmando
que representaban la soberanía de Francia. Luís XVI impidió que sesionaran, por
lo que el 20 de junio los diputados se reunieron y juraron solemnemente no
disolverse hasta no sancionar una constitución.
Se trataba de una acción revolucionaria :los diputados tomaban en sus manos la
soberanía, arrojaban ,arrogándose la capacidad de legislar en nombre del pueblo
francés. Esto significaba desconocer la autoridad absoluta del monarca. Luis XVI
estaba dispuesto a negociar algunos puntos en discusión, como la reforma
impositiva y la libertad de prensa y de reunión, pero de ninguna manera cedería su
poder ni aceptaría el fin de la sociedad estamentaria.

LA REVOLUCÍON URBANA

El rey ordenó reunió tropas para disolver la asamblea nacional. Entonces comenzó
la revolución en Paris cuya población estaba descontenta por el aumento del
precio del pan. Ante los rumores de que las tropas reales avanzaban, el pueblo
parisino salió a las calles el 14 de julio de 1789.La multitud asalto la bastilla,
prisión real y símbolo del absolutismo, libero a los presos y se adueño de las
armas depositadas allí. Con el apoyo del levantamiento parisino, la asamblea
siguió funcionando revueltas ocurrieron en distintas ciudades y pueblos de
Francia.

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