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ÍNDICE
5.0. INTRODUCCIÓN.
BIBLIOGRAFÍA.
5.0. INTRODUCCIÓN.
Desde principios del siglo XIX, y despertado por la Revolución francesa así como por la reacción de
determinados pueblos contra el dominio napoleónico, el Nacionalismo se convierte en una de las fuerzas
ideológicas y políticas más determinantes. Sus principios básicos son:
a) Soberanía nacional, como reflejo del Estado-nación.
b) Autonomía como expresión de la libertad.
c) Concepción romántica del "pueblo", reflejada en la potenciación de los factores geográficos,
lingüísticos, etnográficos, culturales. Las tradiciones pasan a ser consideradas como "manifestación
permanente de la personalidad nacional".
Al igual que el liberalismo del XIX no presenta una unidad doctrinaria, el nacionalismo también aparece
desgajado en dos grandes corrientes:
a) Nacionalismo democrático, imperante hasta mediados del XIX (Mazzini) y asociado al
liberalismo. Defiende la voluntad popular como causa de la nacionalidad.
b) Nacionalismo conservador, de talante ideológico reaccionario.
Por otro lado, el nacionalismo actúa tanto en un sentido centrífugo (disgregador de estructuras imperiales:
nacionalismo belga, griego, eslavo, hispanoamericano), como centrípeto (concentración de pueblos separados
por la dominación extranjera: Italia y Alemania).
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5.1. EL ORDEN INTERNACIONAL.
Las unificaciones italiana y alemana son el punto final de la crisis del sistema de la Restauración.
El Congreso de Viena había instaurado un orden europeo fundamentado en el legitimismo y en el equilibrio
internacional, cuyo máximo exponente sería la Quíntuple Alianza. Este orden, con motivo de las revoluciones
burguesas, sufre un paulatino proceso de revisión:
La primera gran ruptura se produce en 1830, inaugurándose una nueva forma de equilibrio: monarquías
liberales (Francia, Gran Bretaña, España, Portugal, Bélgica) frente a monarquías absolutistas (Austria, Prusia,
Rusia). El bloque liberal está dominado por la «entente franco-británica».
La ruptura definitiva se produce en los años cincuenta: con motivo del inicio de la Cuestión de Oriente
(desintegración de los territorios europeos del Imperio Otomano), Rusia inicia una guerra contra Turquía,
produciéndose múltiples efectos:
- Se rompe la unión entre las potencias autoritarias (ni Austria ni Prusia apoyan la expansión rusa en los
Balcanes).
- Francia y Gran Bretaña refuerzan su entendimiento.
- Austria se une a Gran Bretaña y Francia contra Rusia (Guerra de Crimea). El Congreso de Paz (París
1856) consagra un nuevo estado de cosas:
- La Francia de Napoleón III se convierte en árbitro de Europa.
- Desde este momento las relaciones internacionales quedan desprovistas de la anterior carga ideológica
(liberalismo versus legitimismo). Un ejemplo de ello será la rivalidad entre Austria y Prusia por el
control de Alemania.
Con el nacimiento de Italia y, sobre todo, con la unificación alemana (1871) culmina esta reorganización de
Europa; una Europa que, entre 1871 y 1890, va a estar marcada por la supremacía alemana que establece en el
continente un nuevo sistema de relaciones: los sistemas bismarquianos.
Durante el siglo XIX, tanto en Italia como en los Estados alemanes, surgen un conjunto de factores que
preparan y posibilitan sus respectivas unificaciones:
a) El impacto de la revolución francesa, cuyas ideas de libertad, igualdad y soberanía nacional
despiertan un sentimiento nacionalista en el cual, por primera vez, se identifican nación (como
conjunto de italianos o alemanes) y estado (gobierno y organización política de la nación. Tal
sentimiento se vería exacerbado por la resistencia al dominio francés y sería fomentado por diversos
intelectuales (Kant, Herder, Fichte, Mazzini).
b) La formación de unos primeros núcleos de unificación territorial durante el Imperio Napoleónico
(Reino de Italia y Confederación Germánica, respectivamente).
c) El rechazo a la reordenación territorial de la Restauración, que eclipsa las aspiraciones
nacionalistas en favor del legitimismo monárquico.
d) Expansión económica e intentos de incrementar el tamaño del mercado: en gran medida ambos
procesos de unificación responden a los intereses de las burguesías piamontesa y prusiana, que ligan el
incremento de sus beneficios al crecimiento político de sus respectivos estados.
e) La existencia de dos reinos, Piamonte y Prusia, que actúan como impulsores y aglutinantes.
f) El abandono del nacionalismo liberal en favor de un nacionalismo conservador, menos romántico y
mucho más realista, que utilizará la diplomacia, los intereses económicos y el ejército como elementos
claves -más incluso que la ideología nacionalista- de dichas unificaciones. Ejemplos de este prag -
matismo son tanto el conde de Cavour como Otto von Bismarck
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5.3. LA UNIDAD ITALIANA (1859-1871).
A). ANTECEDENTES.
Tras 1815 la Península Italiana queda fragmentada en siete Estados (ver mapa), hasta el punto de que, en
palabras de Metternich, el término «Italia» no designaba sino «una simple expresión geográfica». De todos
modos el Sistema de la Restauración había olvidado la presencia de un importante factor aglutinador: el
nacionalismo.
El fracaso de la opción republicana (Mazzini en Roma, Mazzoni en Toscana, Manin en Venecia) en 1849,
junto con la negativa del Papa Pío IX a apoyar la sublevación de Lombardía contra Austria, harán que la tercera
vía resulte la única viable.
- Prusia pretendía realizar la unidad alemana excluyendo al Imperio Austriaco (Pequeña Alemania o
«Nationalverein»).
- Austria, una federación de estados bajo la dirección del emperador austriaco (Gran Alemania o
«Reformverein»).
En este mosaico territorial existía, no obstante, un cierto sentimiento de pertenencia a un mundo germánico
común (pangermanismo), de existencia de genio nacional («volksgeist») manifestado en una civilización, unas
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En la encíclica «Syllabus errorum» Pío IX condena el liberalismo y la democracia, y pregona la sumisión del trono al altar así
como la oposición de los católicos italianos al nuevo Estado (abstención en las elecciones). Este sería uno de los primeros y principales
problemas de Italia.
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costumbres, una lengua (ARNDT) y una raza (HERDER). Tal idea hallaría su formulación intelectual más
acabada en FICHTE («Discursos a la nación alemana», de 1807). Desde entonces la idea nacional alemana sería
desarrollada por filósofos como Hegel, historiadores como Ranke, economistas como List, poetas como Heine o
músicos como Wagner.
Pese al desarrollo de esta ideología nacionalista (con fuerte componente romántico), todos los intentos de
unidad anteriores a 1850 (en los que el nacionalismo se mezcla con el liberalismo) fracasan, tanto por la reacción
conservadora de los príncipes alemanes, como por la oposición de una Austria más interesada por el
fraccionamiento de Alemania (lo que facilitaba su dominio) que por su unidad.
Por otro lado, este fracaso deja clara dos situaciones:
- El descalabro del nacionalismo liberal en favor del conservador.
- La necesidad de vertebrar la unidad en torno Prusia.
Al igual que en la Unificación italiana, la unidad alemana acabará realizándose en torno a un Estado
(Prusia) que ha desarrollado previamente tanto intereses materiales como políticos en torno a dicha unidad. Pero,
por contra, la unidad alemana es un proceso mucho menos popular (no se hace en gran parte por plebiscitos,
como en Italia) y muchísimo menos dependiente del exterior (Prusia realiza la unidad por su propia fuerza).
En la unidad alemana pueden diferenciarse tres etapas:
Bismarck llega a un acuerdo con los estados del sur de Alemania (Baviera, Wurtemberg, Baden, Hesse del
Sur) por el que entran en el Zollverein y ponen sus ejércitos, en caso de guerra, bajo la autoridad de Prusia.
Bismarck también llega a una reconciliación con los liberales, al mismo tiempo que la burguesía alemana le da
toda su confianza para completar la Unidad alemana que el desarrollo de la economía hacía necesaria.
En estos momentos, y excluida Austria, se elabora ya el embrión de tal unidad al constituirse en julio de
1867 la Confederación de Alemania del Norte, organizada por Prusia, que engloba a 23 Estados alemanes bajo
la hegemonía prusiana; la Constitución daba una estructura federal a esta unión; su presidente era el rey
Guillermo I de Prusia, el canciller federal era Bismarck, y disponía de una Cámara elegida por sufragio universal
con poderes limitados, y de un Consejo federal donde estaban representados los príncipes y las ciudades de la
unión; el gobierno federal residían en Berlín, y el ejército seguía el modelo prusiano; la Constitución aseguraba
así el predominio prusiano en la Confederación. Con estos logros, la unidad económica y militar de la "Pequeña
Alemania" de 1848 estaba ya realizada en torno as Prusia, faltando sólo rematarla con la unidad política, lo que
se haría con motivo de la guerra contra Francia.
La ocasión para el conflicto se presentó con motivo de la candidatura Hohenzollern al trono vacante de
España, cuya negociación fue hábilmente manipulada por Bismarck para que Napoleón III aparezca como
agresor. Al plantearse tal candidatura, el emperador presiona para que el rey de Prusia renuncie a apoyarla;
Guillermo I renuncia, en efecto, pero el gobierno francés, por cuestiones de prestigio sobre Prusia y para
consolidar su régimen imperial en Europa, no se contenta con la renuncia y exige garantías de futuro, viajando el
embajador francés a Ems para forzar la situación ante Guillermo I. Éste envía un despacho informando a
Bismarck, en Berlín, cuyo contenido es transformado en un resumen hecho público por el canciller alemán, que
resulta injurioso para Francia: es la provocación a Francia, con el llamado telegrama de Ems. El 17 de junio de
1870, Francia declara la guerra a Prusia y a los Estados aliados del sur, que es lo que deseaba Bismarck.
La Guerra Franco-prusiana se desarrolla entre agosto de 1870 y enero de 1871, y constituye una total
victoria alemana: Francia está aislada diplomáticamente, con un régimen con problemas internos y un ejército
mal preparado, mientras Prusia dispone de un magnífico ejército bien organizado bajo la dirección de Moltke, y
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cuenta con el apoyo de los Estados alemanes del Sur, y con la actitud favorable internacional, como la de Italia,
que aprovecha para incorporar Roma como capital del reino italiano (septiembre de 1870). El desarrollo de la
guerra es totalmente favorable a Prusia: en agosto, ocupa Alsacia e invade Lorena; en septiembre, derrota a
Francia en Sedán, donde capitula el emperador, y cuya consecuencia inmediata es la revolución republicana en
París, que liquida el IIº Imperio y forma un gobierno de Defensa nacional que se repliega hacia Tours,
reuniéndose la Asamblea nacional en Burdeos; desde septiembre está cercado París, que capitula ante los
prusianos en enero de 1871, llegándose así al armisticio entre Francia y Prusia, que pone fin a la guerra.
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TEXTO Nº 1. LA JOVEN ITALIA. Giuseppe MAZZINI (1831).
«La joven Italia es la confraternidad de los italianos que creen en una ley del progreso y del Deber; los
cuales, convencidos de que Italia está llamada a ser una nación -que se puede conseguir con sus propias fuerzas-,
que el fracaso de las pasadas tentativas provienen no de la debilidad, sino del insignificante mando de los
elementos revolucionarios -que el secreto de la fuerza está en la constancia y en la unidad de los esfuerzos-,
consagrar su pensamiento y su acción, íntimamente asociadas, al gran designio de volver a hacer de Italia una
nación. Una, independiente y Soberana, de ciudadanos libres e iguales. La Joven Italia es republicana y unitaria.
Republicana: porque, teóricamente, todos los hombres de una nación están llamados, por la ley de dios y de la
humanidad, a ser libres, iguales y hermanos; y porque la forma republicana es la única que asegura ese destino;
porque la soberanía reside esencialmente en la nación..., porque la serie progresiva de cambios europeos conduce
inevitablemente al establecimiento del principio republicano.
Republicana: porque prácticamente Italia no posee elementos de una monarquía, ni de una aristocracia
venerada, potente, que pueda interponerse entre el trono y la nación... y porque la tradición italiana es
completamente republicana...
La Joven Italia es unitaria: porque sin unidad no hay realmente nación, porque sin unidad no hay fuerza y
porque Italia, rodeada de naciones unitarias, potentes y celosas, tiene necesidad ante todo de ser fuerte; porque el
federalismo, daría rienda suelta a las rivalidades hasta ahora apagadas... Los medios de los que la Joven Italia
pretende servirse para conseguir su objetivo son la educación y la insurrección...»
TEXTO Nº 3.
«Me ha alegrado saber que V.M. había reconocido que el resumen de los puntos acordados en Plombiéres
eras exacto (...) V.M. cree conveniente retrasar la época ya fijada para el inicio de las hostilidades, aplazándolo,
si es posible, a la primavera de 1860 (...) Este punto ha llamado sobre todo la atención del rey, que me ha
encargado transmitirle las siguientes onsideraciones. El aplazamiento de la guerra tendría a los ojos del rey
grandes inconvenientes. en efecto, es incontestable que gracias a la habilidad de V.M. Europa está en estos
momentos favorablemente dispuesta para facilitar la ejecución de los proyectos..., mientras que en Italia los
ánimos están admirablemente dispuestos para la preparación que hemos tenido desde hace veinte años... El
retraso de un año podría modificar, y probablemente en perjuicio nuestro, tal situación.
El acercamiento de Austria a Rusia o a Prusia no es imposible.
(...) Por lo que se refiere a Italia... Hoy todo está dispuesto en un sentido que le es favorable. La influencia
del partido está..., sino destruída, al menos reducida a proporciones insignificantes. Si Mazzini conserva todavía
algunos adeptos en las capas bajas de la sociedad, con ayuda de las ideas socialistas que él ha acabado
adoptando, ha perdido todo prestigio entre las clases medias y altas, que han sido casi enteramente captadas por
los princios de orden y moderación, los únicos que pueden conseguir la emancipación de la patria...
¿No es de temer que la naturaleza meridional de mis compatriotas se agote? (...) Si en el intervalo tuviera
lugar en Italia una tentativa revolucionaria cualquiera, el plan tan bien combinado por V.M. peligraría por estar
minado en su base.
Carta de CAVOUR a NAPOLEÓN III. Turín, 1858.
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TEXTO Nº 4.
«En primer lugar, no tiene duda que los límites primeros, originarios y verdaderamente naturales del Estado
son sus límites internos. Todos los que hablan un mismo idioma... hállanse unidos entre sí desde el principio por
un cúmulo de lazos invisibles, porque pueden comprenderse unos a otros y se comprenderán cada vez con mayor
claridad formando, naturalmente, un todo homogéneo. Siendo así, le es imposible al Estado aceptar de ningún
otro pueblo noción alguna de abolengo y de idioma diferente, sin perjudicarse a sí mismo y a su propia
formación. De esos límites internos, constituidos por las propias fuerzas de la naturaleza espiritual humana, se
originan luego los límites o fronteras materiales, de modo que los hombres no forman una nación porque vivan
en éste o al otro aldo de una cadena de montañas, o de un río, sino que viven juntos... porque primitiva mente, y
en virtud de la leyes naturales de orden superior, formaban ya un pueblo.
Así la nación alemana, gracias a poseer un idioma y una manera de pensar comunes, hallábase
suficientemente unida y se distinguía con claridad de los demás pueblos en la vieja Europa, constituyendo el
muro de separación entre razas heterogéneas, bastante numerosa y esforzada para poder defender sus fronteras
contra los ataques del extranjero y, bastándose a sí misma, inclinada naturalmente a no preocuparse de las
naciones vecinas ni a mezclarse en los asuntos de éstas, y todavía menos a turbarlas o convertirlas en enemigas
suyas.»
J.G. FICHTE: Discurso a la nación alemana (1807).
TEXTO Nº5.
«2. La Confederación ejerce el derecho de legislación en los límites del contenido de la presente
constitución, y de tal manera que las leyes federales pasen por delante de las leyes particulares de cada estado..
3. Existe, para todo el territorio federal, un derecho de ciudadanía común..
5. La legislación federal es ejercida por el Consejo Federal y el Reichstag. El acuerdo de las dos mayorías
de amabas Asambleas es necesario y suficiente para un ley federal...
11. El Praesidium de la Confederación corresponde a la corona de Prusia, quien tiene derecho, en calidad de
tal, de representar a la Confederación en las relaciones internacionales, declarar la guerra y la paz..., acreditar y
recibir embajadores...
17. Al Praesidium corresponde la expedición, la promulgación de las leyes y la vigilancia de su ejecución...
20. El Reichstag emana de elecciones por sufragio universal y directo...
23. ... tiene el derecho de proponer las leyes...
33. La Confederación forma un territorio aduanero y comercial rodeado de una frontera aduanera común...
53. La Marina de guerra federal es unitaria... La organización y composición corresponde a S.M. el rey de
Prusia...»
Constitución Confederación de Alemania del Norte (1867).
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