Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
(Droz)
Primera etapa.
Segunda etapa.
Tercera etapa.
Cuarta etapa.
Las elecciones del Papa Pio IX concretaron las aspiraciones liberales y nacionales.
Aunque el cardenal Mastaí estuviera muy lejos de ser un liberal, el espíritu evangélico con
el que abordó los problemas romanos, así como sus primeras medidas reformadoras, le
dieron inmediatamente una gran popularidad.
De mayo a octubre de 1847, tanto en Turín como en Florencia, se dictan reformas
liberales, y Carlos Alberto sustituye a Solaro della Margherita por un gabinete más
avanzado. A finales de 1847, las negociaciones entre Roma, Turín y Florencia sobre la
cuestión de una posible unión aduanera señalaron una nueva etapa en el camino de la
unificación.
Primera etapa.
Cavour había ido a Paris a extender el poder del Piamonte, pero a pesar de sus esfuerzos
y el aporte que la región tuvo en la Guerra de Crimea no consiguió ningún territorio.
Sin embargo, también tenían un problema a nivel internacional, ya que las políticas de
Gran Bretaña y Francia eran opuestas a la cuestión italiana en 1856.
Por otro lado, nos encontramos con que Austria tenia posesiones en Lombardía y
Véneto, y Napoleón III tenia a sus tropas en Roma tras la derrota en 1849.
Austria y Francia querían mantener a Italia débil y dividida. En cambio, la política de
Gran Bretaña se ajustaba a la diplomacia continental, es decir, creaba barreras
independientes, mientras que los otros Estados proponían una intervención.
Un obstáculo con el que chocaba la unificación italiana es que había una ocupación en
los territorios, y para solucionar esto Gran Bretaña y Francia debían llegar a un acuerdo
pacífico.
La idea de la unidad se identificaba con un programa revolucionario republicano, y éste se
mezclaba con una política dirigida también contra los soberanos y la estructura social de los
diversos Estados italianos. El intelectual de los republicanos fue Giuseppe Mazzini,
ciudadano de Génova y, era enemigo de Víctor Manuel y Cavour. Mazzini fue un fracaso
como principal propagandista de la unidad italiana, sin embargo se destacaba muy bien en
la escritura. También creía que el nacionalismo solucionaría todos los problemas del
continente europeo.
En 1860 se produjo el cambio. Este año estuvo caracterizado por las luchas sociales y
políticas.
El objetivo original de Víctor Manuel y Cavour era más limitado: sólo querían obtener el
predominio de Piamonte en el norte y centro de Italia. La unificación no fue algo planeado,
sino que fue la consecuencia de rivalidades, del descontento local y de casualidad.
Segunda etapa.
Tercera etapa.
Los milaneses le pidieron ayuda a Carlos Alberto para enfrentarse a Austria, pero este al
principio se negaba. Sin embargo, lograron persuadirlo y éste le declaró la guerra a Austria
y su ejército ingresó a Lombardía.
De esta forma parecía que iniciaba la liberación de Italia. Mazzini fue a Milán. Los
ministros liberales del rey Fernando enviaron soldados a Lombardía. El duque de Toscana
se declaró partidario de Italia e incluso tropas de los Estados pontificios se unieron a la
guerra para ayudar a Lombardía. Sin embargo, Carlos Alberto no confiaba en los ejércitos
que se encontraban luchando en Lombardía, además de que no tenía tanto interés en luchar
a favor de Italia, sino que quería anexionarse a Lombardía y a los ducados independientes
de Módena y Parma.
El Papa Pío IX al principio se mostró como una figura liberal para ganarse al pueblo,
pero al ver como las cosas se iban volviendo más complejas decidió dejar de apoyarlos y
hacerse a un lado. A partir de ese momento la Iglesia pasó a ser vista como el enemigo de la
patria. A él le siguió el rey de Nápoles, quien decidió retirar a las tropas de Lombardía
cuando Fernando recuperó el poder.
En cuanto a Carlos Alberto, éste no tuvo éxitos en sus planes, retiró a sus fuerzas debido
a su desorganización y esta situación terminó en un armisticio con Austria. De igual forma,
la paz no duró mucho tiempo, ya que Carlos Alberto quería vengarse de su derrota, y en
1849 le declaró la guerra a Austria. Radetzky derrotó nuevamente a los piamonteses unos
pocos días más tarde en la batalla de Novara, el 23 de marzo de 1849.
Cuarta etapa.
Quinta etapa.
Garibaldi llegó a Roma en febrero de 1849. Tanto él como Mazzini estaban dispuestos a
defender a la República romana. A mediados de mayo de 1849, los españoles, como
respuesta a la llamada del papa, desembarcaron en la desembocadura del Tíber. Los
austriacos habían ocupado Toscana y la parte septentrional de la República romana,
incluyendo Bolonia. Sin embargo, el combate no lo llevó adelante la república de Roma,
sino que lo hizo el ejército francés. Luis Napoleón buscaba obtener una aprobación de la
Iglesia y del Papa realizando esta acción.
El 24 de abril de 1849, con el general Nicholas Oudinot al frente, 10.000 soldados
franceses desembarcaron cerca de Roma. Cuando estos llegaron a Roma no recibieron una
buena bienvenida, ya que a Garibaldi no le agradaba la idea de que los franceses
intervinieran. Por lo que los atacaron. Después de negociar durante un mes, los franceses y
romanos concertaron una tregua.
De igual forma, el ataque por parte de los romanos a los franceses hizo que Napoleón
tomara rencor, por lo que el 2 de junio los franceses comenzaron a atacar las avanzadas
fortificadas de la ciudad. Para ese momento el general francés poseía a 30.00 hombres.
A finales de junio, la Asamblea nacional romana aceptó que continuar la lucha llevaría a
una gran pérdida de vidas sin sentido. Entonces le entregaron la ciudad a Oudinot el 3de
julio de 1849.
Sexta etapa.
Séptima etapa.
Octava etapa.
Novena etapa.
Decima etapa.
Napoleón III veía el futuro de esta guerra incierto, por lo que no sabía si quería continuar y
arriesgarse a provocar relaciones hostiles en su país por los italianos, y tampoco por la
adquisición de Saboya y Niza. Frente a esto, el emperador resolvió esto por la vía
diplomática. Persuadió a Francisco José de que hiciera la paz y a Víctor Manuel de que
aceptara sus condiciones que le daban a Piamonte la conquista de Lombardía, pero los
austriacos se quedaban con Mantua, Peschiera y el Véneto. Víctor Manuel aceptó este trato
sin consultarle a Cavour. El 8 de julio finalmente se firmó el armisticio. Lombardía fue
cedida a Napoleón III, y éste luego se la entregó a Víctor Manuel.
Cavour dejó su cargo en julio de 1859 hasta enero de 1860, y creía que su trabajo de
convertir a Piamonte en una potencia de la península había fracasado.
Undécima etapa.
El comienzo de la guerra entre Piamonte y Austria en abril de 1859 fue la señal para que se
produjera una revolución en Toscana y como consecuencia de la misma, el gran duque
Leopoldo huyó del ducado. Frente a esto, se formó un gobierno provisional que le ofreció
un cargo honorable a Víctor Manuel. Éste sabía que esto le molestaría a Napoleón III, por
lo que rechazó este cargo, pero aceptó el mando nominal del ejército toscano.
Víctor Manuel envió administradores piamonteses y ocupó el territorio de la Toscana. Estas
ocupaciones también se extendieron hacia Romaña, cuyas ciudades principales le pidieron a
Víctor Manuel que asumiera el control.
Después de Villafranca, el ejército piamontés se retiró de la Romaña y de los tres ducados.
En agosto de 1859, el gobierno provincial de Toscana celebró elecciones y convocó una
asamblea que votó que Toscana debía ser anexionada por Piamonte, a pesar de Villafranca.
Cavour fue quien finalmente terminó con la anexión de los ducados y Romaña.
Cavour nuevamente le ofreció Niza y Saboya al emperador a cambio de recibir su apoyo
para anexionarse los ducados y la Romaña. Se organizaron plebiscitos en marzo de 1860 y
los ducados y Bolonia votaron a favor de la unión con Piamonte. Mientras tanto, los
franceses se aseguraron Saboya y Niza ocupando estos territorios y después, organizaron
plebiscitos tras su ocupación.
Garibaldi no estaba de acuerdo con la intención de Víctor Manuel de ceder Saboya y Niza.
De esta manera planeaba hacer una expedición desde Génova hasta Niza y destruir las
urnas el día del plebiscito. Pero en lugar de dirigirse a Niza, lo persuadieron y marchó a
Sicilia, lugar en donde comenzó un levantamiento. Este levantamiento cada vez fue
aumentando mas, entonces le pidió ayuda a Cavour, pero como éste se quería deshacer de
Garibaldi se negó.
El 11 de mayo, los mil hombres de Garibaldi desembarcaron en Sicilia y se enfrentaron
contra 25.000 hombres napolitanos. Sorprendentemente, el ejercito napolitano fue
derrotado, así obtuvo la victoria el ejercito de Garibaldi. Una de las causas de esto es que
los ejércitos napolitanos tenían una pésima organización. Por otro lado, el levantamiento de
los campesinos, que estaban cansados de la opresión que sufrían por parte de los
terratenientes también, tuvo una gran importancia.
Duodécima etapa.
A pesar del triunfo de Garibaldi, éste se negó a entregar la isla a su monarca. Esto se debe a
que necesitaba a Sicilia como base para atacar a la península y sabía que Cavour se lo iba a
impedir si Sicilia era administrada por el Piamonte. Por lo tanto, Garibaldi pasó a
convertirse en el dictador de Sicilia. Como tal, se negó a apoyar la revolución social de los
campesinos que había contribuido con el derrocamiento de los Borbones. Garibaldi sólo
tenía un interés, y este era la unificación italiana.
Los británicos se preocupaban por esta decisión tomada, ya que la situación podría llevar a
que aumentara la influencia francesa en el Mediterráneo debido a que Cavour podría llegar
a un nuevo acuerdo con Napoleón III para impedir que Garibaldi triunfe en el sur.
Garibaldi logró derrotar a las últimas tropas napolitanas que se encontraban en Mesina en
julio de 1860. Esto alarmó a Cavour, Napoleón III, Víctor Manuel y el gabinete británico,
quienes decidieron tomar acciones al respecto. Sin embargo, los británicos no querían
luchar junto a los franceses, y así fue.
Garibaldi se dirigió hacia Melito y desembarcó allí con un pequeño ejército, pero a pesar de
esto derrotó a las tropas napolitanas. Además de esto, los campesinos se pusieron de su
lado. Así, éste se dirigió rápidamente hacia Nápoles. A principios de 1860, el rey se retiró
de Nápoles. Una vez que Garibaldi llego, fue recibido muy bien por todos, le ofrecieron el
gobierno de la ciudad y él por supuesto que aceptó.
Garibaldi gobernó como dictador, hasta que le entregó el reino a Víctor Manuel en 1860.
La única manera que tenían de recuperar el poder del Piamonte era que el ejército
piamontés avanzara hasta Nápoles y que el rey tomará el poder, aunque también se corría el
riesgo de iniciar una guerra civil.
Decimotercera etapa.
A mediados de septiembre, las tropas piamontesas invadieron el territorio que aun estaba
bajo el dominio del papa. Los súbditos del mismo que se opusieron fueron fusilados como
traidores.
El gabinete británico, en la nota de Russell de 1860, defendió las acciones de Víctor
Manuel de derrocamiento de los gobernantes italianos y esto le dio a Piamonte cierto apoyo
frente a las reacciones mayormente hostiles de los monarcas europeos.
Se realizaron plebiscitos en Sicilia, la península napolitana y en los estados pontificios
ocupados por Víctor Manuel. Todos estuvieron de acuerdo en anexionarse a Piamonte.
El 8 de noviembre Garibaldi renunció a su dictadura y le dio oficialmente el poder a Víctor
Manuel.
La constitución piamontesa se hizo aplicó en el resto de Italia. Se eligió un parlamento y el
17 de marzo de 1861 Víctor Manuel fue proclamado rey de Italia.