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LA MILICIA ¡ES MI VOCACIÓN!

La Vocación Miliciana:

1- Es un llamado de Dios a la salvación personal, lo cual supone la santificación; con la particularidad de que este
llamado lo escucha el miliciano en FASTA.

2- Esto supone un encuentro con Dios o, en algunos, un redescubrimiento de la fe adormecida. Por ello FASTA se
convierte en el camino de mi salvación, es el signo que Dios me ha enviado para recuperarme.

3- Algunas reflexiones del Fundador respecto a la Vocación Miliciana nos orientan en el redescubrimiento de la
misma:

“Si perdemos nuestra vocación miliciana por no haber hecho nada para mantenerla, tendremos que dar cuenta de
nuestra actitud delante de Dios”.

“Si los que estamos acá no servimos para cumplir con los ideales de la Ciudad Miliciana, no importa; el Espíritu del
Señor suscitará las vocaciones milicianas capaces de empezar de nuevo”.

“En la Ciudad Miliciana no puede haber aburridos. El miliciano se aburre cuando pierde el sentido de la lucha”.

4- Para no confundirnos en nuestro caminar, ¿qué hacer?: hay que volver siempre a la originalidad del carisma, es
decir, del Estilo.1

5- Esta vocación miliciana contiene un Estilo y una Mística (es decir, un Carisma y una Espiritualidad), sin estos dos
no puede sostenerse dicha vocación. “La vida miliciana debe estar fundamentada en el estilo y la mística que nos
exige y nos enseña nuestra Institución” (Fosbery)

6- El Estilo (Carisma) y la Mística (Espiritualidad) de FASTA se aprenden y viven en las comunidades milicianas
(Rucas, Jurisdicciones, Convivios) donde, desde la amistad miliciana, se intenta realizar la Ciudad Miliciana como
espacio de salvación, de formación y de misión.

El Estilo

El Estilo es el modo de ser y obrar propio del miliciano, que nos viene del Carisma del Fundador. Está descripto en el
texto “Las configuraciones del Estilo”, de Fr. Aníbal Fosbery.

a- El Estilo confiere identidad, y consecuentemente distingue.

b- Nuestro Estilo nunca se presentó amigo de lo fácil. Amamos lo difícil y lo heroico. No es que nos guste lo difícil
por lo que tiene de difícil, eso sería ser masoquista. Nos gusta porque sabemos que el camino que nos conduce al
Reino de los Cielos es semejante al camino de Jesús hacia el Calvario. El Bien se hace buscar y desear. Los caminos
fáciles son suelen ser para desconfiar.2

La Mística

La Mística es la espiritualidad que requiere y con la cual se vive el Estilo.

1
Leer “Volver a la originalidad del Carisma”, A. Fosbery; y “Seamos originales”, G. Varela, en Acampando
2
Leer “Amar lo difícil y lo heroico”; artículo del P. Fosbery en la revista “La Boina” Nº 8
a- Sin la Mística, el Estilo se desfigura en formas exteriores vacías, y no hay santificación.

b- Mística y Estilo no pueden separarse. Cuando describimos a este último decimos que su primera característica
o configuración consiste precisamente en construir esta vida interior, mística, espiritual: la presencia del Reino de
Dios en el corazón.

c- Recordando la frase de San Bernardo, en FASTA solemos decir metafóricamente que el miliciano es “mitad
monje y mitad guerrero”; pues bien, cuando decimos que es “mitad monje” nos estamos refiriendo a esta parte
espiritual de su vida.

d- Nuestra espiritualidad, nuestra mística la heredamos de la Orden de Predicadores fundada por Santo Domingo
de Guzmán; y es una espiritualidad que da principal importancia a la Gracia Santificante que nos viene por los
sacramentos, y es sostenida por la Oración y el Estudio de la Verdad.

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