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Ciudad de Dios
Organización de Juventudes
Departamento de For Doc
ÍNDICE
Prólogo………………………………….……. 3
La Milicia es nueva, siempre……………….. 5
La obediencia es para valientes………….…….. 12
La Milicia, ¡es mi vocación!…………….……… 13
La Jefatura…………………………….………. 19
Pro Patria ad Deum……………………..…..… 27
2
Esto vir……………………………….………. 31
Mujeres milicianas…………………….………. 36
El canto en la Milicia………………….………. 38
El deporte en la Milicia………………..………. 40
Edificar la Ciudad de Dios………….………. 43
La caridad, la fe y el orden natural…….………. 45
El hombre………….…………………………. 46
La verdad…………..…………………………. 48
La libertad……..………………………………. 50
La sociedad……………………………………. 51
El bien común..……………………….………. 53
La justicia……..……………………….………. 54
Las leyes………………………………………. 55
La caridad…….……………………….………. 57
La familia……..……………………….………. 58
Los hijos..……………………………..………. 60
El noviazgo..………………………….………. 61
La amistad…………………………….………. 62
Repasemos……………………………………. 64
La educación………………………….………. 64
El estudio……………………………..………. 66
El trabajo……………………………..………. 67
El arte..………………………………..………. 69
La fiesta……………………………….………. 70
Prólogo
3
La Milicia es nueva
Un paganismo distinto en un nuevo tiempo, es objeto de una misión
distinta y nueva. Por eso, se requiere de una Milicia nueva para este
tiempo. A nueva misión, nueva Milicia.
“Yo hago nuevas todas las cosas”. También la Ciudad Miliciana;
Cristo la hace nueva, pero no en el presente año, sino desde 1962. Lo
nuevo está en el origen. En aquel entonces, a través del P. Fosbery,
Cristo hizo una propuesta; ésta, a su vez, reclamaba una respuesta, la
cual inicialmente estuvo en manos de aquel grupo de jovencitos de la
ciudad de Leones, de Mendoza y de Buenos Aires en la fundación; a
dicha respuesta juvenil continuó un entusiasmo comprometido.
La propuesta original fue la Milicia Juvenil, que suponía y supone
amor a Dios, a la Iglesia y a la Patria, con tono militante.
La respuesta fue un acto de fe; aquellos jóvenes confiaron en lo que
se les proponía; creyeron.
Y el primer efecto de aquel acto de fe fue el entusiasmo juvenil que
se transformó en un compromiso ardiente.
Estas tres cosas – la Milicia, el acto de fe y el entusiasmo
comprometido- son la novedad de Fasta. Y mientras estas tres estén
presentes y vigentes… la Ciudad Miliciana será nueva.
Cuando decimos Milicia nos estamos refiriendo a una realidad
espiritual, un carisma, un Estilo, que según el tiempo y el lugar se
expresa en organizaciones, estructuras y símbolos diversos, según las
circunstancias. Una realidad espiritual que me convierte en un
hombre religioso, por el encuentro personal y comunitario con Cristo
vivo; un Carisma que me descubre a la Iglesia y mi lugar en ella; un
Estilo que revela a la Patria como misión y camino de salvación.
Pero la Milicia, como realidad espiritual, como Carisma, como
Estilo, para poder ser asumida reclama la fe personal de cada
miliciano. Una fe sin disimulos y completa, no recortada. Es un acto
9
1
Alguna vez el P. Fosbery escribió un artículo en el que hablaba de los jóvenes
viejos; son aquellos que, jóvenes en edad, han envejecido por las alternativas
equivocadas que eligieron. Algunos amigos también hablaban de otra categoría a la
que apodaron los pende-viejos, que son viejos en la edad y también en el alma, pero
que exteriormente quieren parecer ridículamente jóvenes.
2
San Pablo describe al hombre viejo y al hombre nuevo en Rm 6, Col 3 y Ef 2 y 4
3
1 Jn 2,14
10
4
Leer “Volver a la originalidad del Carisma”, A. Fosbery; y “Seamos originales”,
G. Varela, en Acampando
14
El Estilo
La Mística
5
Leer “Amar lo difícil y lo heroico”; artículo del P. Fosbery en la revista “La Boina”
Nº 8
15
La Milicia
La Misión
La Jefatura
En Milicia, ¿qué es y para qué es la Jefatura?
6
Recomendamos leer el artículo “No ser hombre ejemplar”, de J. Ortega y Gasset
21
7
Recomendamos leer de Giovanni Papini, “Volverse Genio”, “Himno a la
Inteligencia” y “Plegaria por el imbécil”
23
El Conductor
8
Recomendamos leer los artículos: “El estudio y la Formación Doctrinal en Fasta”,
de A. Fosbery, 1984; e “Inteligencia y gobierno”, de Leonardo Castellani.
24
9
Es por eso que incorporamos en los planes de formación textos como “Fundada
sobre Roca”, de L. de Wohl; o “Crónica de 5 siglos”, de J. L. Gallardo
25
Dos advertencias
¿Compromiso o talentos?
cuidados, y deben producir sus frutos. Dios no otorga dones para que
queden estériles.
c- Unidad de destino:
“¿La Patria? Un recóndito llamado de la sangre que me impulsa a
amarla como destino y realidad” (Fosbery). Las Patrias las dio Dios
para disgregar respecto al pecado (por lo de la Torre de Babel), y al
mismo tiempo para unir respecto al bien. Dios crea a un hombre para
que éste se realice como tal; y también deben realizarse una familia,
una comunidad, una institución, una asociación, etc. Toda Patria
tiene un fin para el cual fue concebida, una misión, un destino que
realizar. Para que el hombre pueda realizarse necesita de la unidad de
su naturaleza: su alma y su cuerpo, inteligencia y voluntad. Un
hombre dividido no se realiza como hombre. Así también con la
28
Patriotismo
10
Juan Pablo II, en “Memoria e identidad”
11
Recomendamos leer el artículo “Hablamos de la Patria porque es difícil”, de
Sebastián Schuff, en Revista “La Boina”, Nº 7.
29
Aristocracia
“El país necesita una aristocracia: hay que nivelar para arriba”;
“Un miliciano debe aspirar a ser un aristócrata”; “Toda
superioridad intelectual y moral constituye una aristocracia: qué
bien sería para el país que nos gobernaran los mejores” (A.
Fosbery).
Desde niños aprendemos en el Ruca a querer ser “los mejores de
nosotros mismos para Dios”; pues bien, cuando la filosofía define la
aristocracia etimológicamente traduce: “el gobierno de los mejores”,
esto es, de los más aptos, los más preparados, los que más claridad
alcanzan respecto al Bien Común; los que más dispuestos están a
sacrificarlo todo a favor de los demás; simplemente: los mejores. En
Milicia el hombre se forma Doctrinal y moralmente para alcanzar
aquella superioridad intelectual y moral de la que habla nuestro
Fundador. Nos formamos desde pequeños, en Milicia, como
aristócratas, pero por el poder del espíritu, y no de la casta o del
dinero.
Fasta y la Patria
12
Recomendamos leer el artículo “Que te llama la Patria”, de G. Varela, en
Acampando.
30
Esto vir
La identidad del varón en Cristo
31
El falso varón
¿Todo esto es casual? Pensar que todo esto sucede por una serie de
coincidencias lamentables e inoportunas… resulta tan absurdo como
pensar que al lanzar las muchas piezas de un reloj hacia arriba, las
mismas pudrieran caer ordenadamente con tal precisión que el reloj
funcionara. Admitimos que las teorías conspirativas suelen ser poco
creíbles; admitimos que es difícil pensar que exista alguien en el
mundo con la inteligencia y el poder suficientes como para organizar
los distintos factores y fuerzas intervinientes muchas veces
contrapuestas entre sí, de modo que los efectos sean tan lamentables
como los que apreciamos con perplejidad. Pero nos resulta más
difícil aún pensar que las solas distracciones del ser humano y un
cúmulo de simples coincidencias sean capaces de producir una
monstruosidad que pueda contra la fuerza de siglos de tradiciones,
costumbres, identidades culturales, leyes, convicciones religiosas, el
orden de la naturaleza, incontables testimonios ejemplares y
principios morales propios del sentido común. Es cierto, las teorías
conspirativas suelen ser poco creíbles; pero si atendemos a un dato
que nos otorga la Fe, no podemos dudar de que existe una gran
conspiración desde la primera rebelión: la del Demonio. El ángel
caído posee la inteligencia y el poder necesario para producir
monstruosidades. Y esta, la que estamos describiendo, sólo puede ser
concebida con tanta perversión… por el Demonio. No podemos ser
ingenuos. Es decir: el maligno ha montado un aparato bestial de
manipulación del hombre, atacándolo por diferentes frentes, para su
destrucción13.
Entonces… la Milicia
13
Al respecto, es interesante considerar la semejanza que ofrece el argumento de
fondo de la película “Matrix”.
35
Mujeres milicianas
No se trata de encontrar tampoco una nueva identidad de la mujer
en Fasta. Sino de reconocer los signos que señalen la Misión y
asumir lo que la Misión demanda. Así pues, en la sociedad civil se
advierte un creciente protagonismo de la mujer, el cual no debe ser
desatendido, pues algo significa.
Pareciera que –generalizando- el varón se halla en crisis; lo cual
se revela en una suerte de abandono de su puesto y de sus
responsabilidades propias. Pareciera que el varón se ha vuelto
incapaz. Viajando en el subte, a la distancia pude leer el título de una
entrevista que le realizaban a alguna mujer de la farándula en una
36
14
Leer su gesto heroico y lleno de fe en el libro de Judit, capítulos 4-13.
37
El Canto en la Milicia
Nuestro Fundador comenzó la obra de la Ciudad Miliciana fundando
la Milicia Juvenil Santo Tomás. Lo decimos a propósito, para resaltar
que el espíritu juvenil es parte esencial de nuestro Estilo. Pues bien,
entre otros modos posibles, la alegría y fervor juvenil se expresan
naturalmente a través del canto. Por eso, desde temprano, en Fasta
hemos cantado siempre.
El canto en Fasta no es una “actividad”, sino una expresión vivencial
del Estilo. Por tanto, es también un símbolo, que expresa y significa
algo.
El peligro radica en que exprese y signifique algo que no somos, o
peor, algo contrario al Estilo.
Existe un canto ya desvirtuado, y que también desvirtúa. Por nombrar
algunos: el heavy, la cumbia villera, el cántico de hinchada estándar,
etc. Muchas veces algunos tonos de ese tipo de cantos amenazan con
entremezclarse con nuestro Estilo. Tenemos que tener cuidado,
39
El Deporte en la Milicia
En la Milicia Juvenil el deporte nos sirve mucho como instrumento
para la buena formación de nuestros milicianos, si acaso sabemos
darle el buen uso, enseñando y promoviendo virtudes, como así
también señalando y corrigiendo actitudes que no son propias de
nuestro Estilo -ni siquiera de un cristiano-, así por ejemplo, cuando el
adversario es objeto de odio o burla.
El deporte mantiene su atractivo para la juventud en la actualidad, y,
como se trata de algo moralmente neutro en sí mismo, podemos
utilizarlo buenamente, a diferencia de otras alternativas modernas de
las que no podemos sacar provecho, como sucede, por ejemplo, con
los “boliches”.
Salvando las distancias, el deporte sirve como figura del “buen
combate” del que habla San Pablo15, y así colabora con la formación
del joven miliciano:
- promoviendo la competitividad –que, en el caso del varón, es
necesaria en su estructura psicológica-.
- exigiendo disciplina, tanto en la preparación como durante el juego
- reclamando sacrificio y entrega personal
- formando en la templanza y el dominio de sí mismo
- requiriendo de audacia, la cual se sigue de la esperanza que se tiene
en la victoria
15
2 Tm 4,7
41
————————————
16
Homilía Jubileo de los Deportistas 29/10 de 2000
17
1 Co 9, 25
18
cf. Mc 1, 7
42
La caridad, la fe
y el orden natural
Civilizar y evangelizar un mundo que no conoce a Cristo, un mundo
desierto de Dios. Nosotros somos milicianos y por carisma y
vocación nos dedicamos a construir la Ciudad de Dios en medio de la
ciudad de los hombres.
¿Cómo proceder?
a- Ante todo, tener presente que la obra apostólica que realiza el
cristiano se lleva adelante por amor a Dios y a los hombres. Por ello
el único modo válido de proceder es el de la caridad, la cual mueve a
procurar el bien del prójimo en orden a su salvación. La caridad es la
única virtud que otorga méritos, y por eso produce frutos.
b- Pero la verdadera caridad no es ciega, por el contrario, cuenta
con luces que le señalan la dirección de la verdad. Por eso a la actitud
del cristiano, además de la caridad, se suman las luces que nos
brindan el orden natural y la fe.
¿Qué es el orden natural?
45
El hombre
Entonces, queremos construir la Ciudad de Dios, atendiendo al orden
y las leyes de la naturaleza y a la voluntad de Dios, valiéndonos para
ello de la fe. Pero se trata de una ciudad compuesta por hombres, por
tanto, es de máxima importancia que precisemos qué es el hombre.
Pues si pensamos que el hombre es igual a un cerdo, entonces
tendremos que pensar una ciudad para cerdos; pero si el hombre es
más que un cerdo… entonces tendremos que pensar la Ciudad de otra
manera.
Desde el orden natural el hombre es…
un animal racional. Es decir, posee los atributos propios del resto
de los animales, pero es distinto a estos y los supera en dignidad
por su alma racional:
1- posee vida como los vegetales y animales
2- se nutre y crece como los vegetales y animales
3- puede trasladarse como los animales
4- posee instintos, conocimiento sensible (por los sentidos
externos e internos) y apetito sensible (concupiscible e
irascible), como los animales
5- pero posee además conocimiento intelectual, voluntad racional
(capaz de actuar conforme a la razón), libertad y conciencia. Es
decir, puede comprender y amar. Y todo esto es distintivo y
propio del hombre.
también podemos definir al hombre como una “unidad substancial
de cuerpo material y alma espiritual”.
1. El cuerpo, por ser material, está sujeto a la corrupción;
mientras que el alma, al ser inmaterial, es inmortal.
2. Lo cual significa que el hombre no es dos realidades unidas
accidentalmente, sino una unidad, un todo: un cuerpo animado
por un alma.
47
La verdad
Desde el orden natural, ¿qué es la verdad?
48
La libertad
Desde el orden natural, ¿qué es la libertad?:
La libertad es el poder, radicado en la razón y en la voluntad, de
hacer o de no hacer, de hacer esto o aquello. 21
Por ella, cada hombre ejerce el dominio de sus obras, dispone de sí
mismo, se auto posee por su voluntad o se autodetermina. Es, por
tanto, un medio de perfección en la verdad y en la bondad, aunque
frecuentemente se la entiende como la pura licencia para hacer
cualquier cosa, sea buena o mala
19
Caritas in veritate, n 3
20
Caritas in veritate, n 4
21
Catecismo 1731
50
La Sociedad
51
El Bien Común
Desde el orden natural:
Hemos visto cómo los hombres, por naturaleza, se congregan en
sociedad; pues bien, el fin propio de la sociedad es el Bien Común.
Consecuentemente el Bien Común deriva de la naturaleza humana.
El bien común no es la suma de los bienes particulares; sino aquel
bien que conviene a todos los miembros de la sociedad para su
mayor perfeccionamiento; incluye los bienes materiales como así
también los bienes espirituales.
El Bien Común no es solamente responsabilidad de quienes ejercen
la autoridad (si no caeríamos en un totalitarismo), sino que es una
obligación moral de todos los miembros de la sociedad.
Pero sí corresponde a la autoridad el discernimiento del Bien
Común; de ahí que resulte de tanta responsabilidad la función de
gobierno. Si quien conduce no tiene conciencia del Bien Común
verdadero, el daño en la sociedad es enorme.
Desde la fe:
En realidad el Bien Común de una sociedad solamente puede
atenderlo y buscarlo seriamente una sociedad cristiana, pues la fe
53
La justicia
Desde el orden natural:
La justicia, según Aristóteles: es dar a cada uno lo suyo, o lo que le
corresponde.
Santo Tomás distingue:
- la justicia general: tiene por objeto el bien común.
- la justicia particular: se aplica a las personas privadas.
Y subdivide, a su vez, la justicia particular en:
- la justicia conmutativa: que regula el intercambio entre
individuos; vela para que una persona de a la otra lo que se le
debe.
- la justicia distributiva: que regula la relación entre la comunidad
y sus integrantes; distribuye el bien común de la sociedad
proporcionalmente entre sus miembros.
54
Las leyes
Desde el orden natural:
22
cfr. Catecismo nº 1807
55
23
cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, I-II, q 90
24
cfr. Santo Tomás, Suma Teológica, 1-2 q 93 a1
25
en Rm 2
56
La caridad
¿Qué es la caridad? “La caridad es la virtud teologal (es decir,
infundida por Dios en el alma) por la cual amamos a Dios sobre
todas las cosas por Él mismo y a nuestro prójimo como a nosotros
mismos por amor de Dios”.28 Es decir, es el amor con que ama
Dios, y que nos lo da para que amemos nosotros de manera
semejante.
26
por ejemplo: 1 Pe 2,13.17; Rm 13,1.5
27
Catecismo, 2242
28
Catecismo, 1822
57
La Familia
Desde el orden natural…
La familia es una comunidad de vida de padres e hijos.
La familia se funda en el matrimonio, el cual es una sociedad
natural permanente entre un varón y una mujer, establecida de
común acuerdo, que tiene como fin primario la generación de los
29
Romano Guardini, “Cartas de autoformación”
58
Los hijos
En el hombre pagano:
Si bien las inclinaciones de la naturaleza lo mueven a engendrar y
criar a los hijos, las costumbres corrompidas a las que se encuentra
sometido lo llevan a cometer atrocidades: sacrificios humanos,
mutilaciones, abortos, contracepción, experimentos, etc.
Desde el orden natural:
el varón y la mujer naturalmente se ven atraídos e inclinados a la
generación de los hijos y a la educación de los mismos, para
perpetuar la especie.
Desde la fe:
la procreación es además un mandato divino: “Crezcan y
multiplíquense; llenen la tierra” (Gn. 1,28).
para el cristiano los hijos son fruto del amor de los padres, y son
concebidos por voluntad de Dios, y los padres los engendran, crían
y educan para Dios.
Los hijos son un don de Dios, más que un derecho de los hombres.
30
Juan Pablo II, Mensaje Jornada de la paz de 1994
31
Juan Pablo II, Familiaris consortio, 1981
61
El noviazgo
¿Qué es? En rigor, el noviazgo es un concepto y una realidad
cristiana; porque, considerando la dignidad del sacramento del
matrimonio y la importancia del compromiso que se adquiere, se
hace necesario un tiempo de preparación para el mismo.
Este tiempo de preparación incluye:
un proceso de conocimiento mutuo de los novios (no se ama lo que
no se conoce) que conduce al amor entre ellos, pero no inspirado
tanto en la posesión del otro, sino en la entrega de uno mismo.
y al mismo tiempo un proceso de crecimiento en el respeto y la
confianza en el otro, para lo cual deben existir espacios de
“misterio”, sin evidencias, pues solo se tiene fe y se confía en
aquello de lo cual no tengo pruebas. Es decir, no se puede
pretender que los novios se conozcan absolutamente.
el pagano, al no tener en tan alta estima la dignidad del
matrimonio, distorsiona el sentido del noviazgo
transformándolo en un período de “pruebas”, por eso los
novios se van a vivir en concubinato.
un camino, desde el amor de concupiscencia (te amo por el bien
que me causas) para llegar al amor de benevolencia (te amo
queriendo tu bien, sin esperar nada a cambio). Estos dos amores
pueden darse juntos. Pero el amor de benevolencia es
imprescindible para poder formalizar un matrimonio; si acaso
faltara, desaparecido algún día el “bien que me causas”,
desaparecería todo amor, y el matrimonio se derrumbaría.
62
La amistad 32
32
Recomendamos leer: “La amistad miliciana”, A. Fosbery; y también “La amistad
y la Misión”, en Acampando, G. Varela
63
Repasemos…
Se trata de edificar una nueva civilización cristiana. Hemos visto qué
es el hombre, y la sociedad que conforma, y el Bien Común que ésta
persigue, y el valor de la familia en una sociedad, etc.
Es decir, estamos viendo cómo se edifica una nueva ciudad de Dios
entre los hombres, y qué elementos construyen una cultura cristiana.
Ahora consideraremos otros de estos elementos:
64
La Educación
Desde el orden natural…
El hombre en su naturaleza posee potencias. Ser en potencia
significa la capacidad que se tiene de llegar a ser algo distinto de lo
que se es; por ej: un niño es un hombre en potencia, es decir, tiene
capacidad de llegar a ser un hombre maduro, aunque todavía no lo
es.
En el hombre hay potencias del cuerpo y potencias del alma (la
inteligencia y la voluntad son potencias del alma). Pues bien, para
alcanzar sus fines como hombre, este debe lograr que sus potencias
se hagan acto, es decir, se actualicen y desarrollen.
Educar al hombre significa ayudarle a desarrollar esas potencias, de
acuerdo a su fin propio. Así por ejemplo, la educación física trata
de que el cuerpo se desarrolle bien; la inteligencia debe alcanzar la
verdad; la voluntad debe alcanzar el bien. Es así como el hombre se
hace hombre.
¿Qué es la educación? Dice Santo Tomás: “Conducción y
promoción de la prole al estado perfecto del hombre en cuanto
hombre, que es el estado de la virtud”. Expliquemos:
1- Conducir: es guiar, dar una dirección
2- Promoción: orientar hacia lo mejor, lo más perfecto. Desde lo
inferior, mover hacia lo superior.
3- La prole: son los hijos
4- El estado de la virtud: veamos…
La virtud es un hábito operativo bueno. Es decir, repitiendo
intensivamente un mismo acto adquiero un hábito. El hábito
me ayuda a obrar mejor (es decir, más rápido, más fácilmente y
con mayor deleite). Si el hábito se ordena al bien… es una
virtud; si el hábito se ordena al mal… es un vicio. Hay hábitos
buenos del cuerpo, hábitos buenos de la inteligencia, hábitos
buenos de la voluntad. Todos estos hábitos (virtudes) puede
adquirirlos un hombre, y se les llama virtudes naturales o
65
El estudio
La educación, aunque no es solamente estudio, reclama el estudio.
Los pueblos –aún los pueblos paganos- empiezan a madurar
culturalmente y salir de la vida más rudimentaria cuando comienzan
a estudiar. Eso los lleva a ser pueblos fuertes y organizados
culturalmente hablando. Así ha sucedido desde la antigüedad con
pueblos diversos: egipcios, chinos, griegos, etc…
Desde el orden natural:
Aristóteles enseña que el deseo de saber es natural al hombre. Hay
un apetito por conocer la verdad, y para ese apetito existe una
virtud que lo modera: la “estudiosidad” (o estudio), que regula el
deseo de conocer la verdad, según la recta razón.
66
El trabajo
Desde el orden natural…
En primer lugar el trabajo tiene sentido por la realización del
hombre. La misma naturaleza del hombre lo inclina al trabajo;
porque las potencias de su naturaleza (las del cuerpo y las del alma)
justamente están en potencia, es decir, necesitan pasar al acto. Por
eso una persona no puede estar inactiva mucho tiempo sin sentir
cierta angustia, tedio o aburrimiento. La conciencia de ser un “in-
útil” es insoportable. Por el contrario se experimenta cierta
satisfacción al lograr realizar algo que demandaba cierta dedicación
y esfuerzo.
En 2º lugar: el trabajo tiene sentido como un medio para el
sostenimiento del hombre, para la supervivencia, para el
mantenimiento de los suyos (como la familia).
Para el cristiano…
El hombre, en cuanto que es imagen de Dios en este mundo, a
diferencia de las otras criaturas, colabora con Dios por medio del
trabajo. Solamente el hombre es capaz de trabajar.
El trabajo es una bendición de Dios, un mandato y misión que Dios
le encomendó al hombre: someter y dominar la tierra (Gn 1, 28)
68
El arte
Desde el orden natural:
69
La fiesta
Desde el orden natural…
Por la experiencia sabemos que la naturaleza humana no nos
permite concebir la vida del hombre sin descansos, ya sea del
cuerpo o del alma.
Inclusive hay una virtud que atiende a estas necesidades: la
eutrapelia, que tiene por objeto regular, según la recta razón, los
juegos y las diversiones.
Santo Tomás se refiere a la necesidad del recreo explicando que así
como la fatiga del cuerpo se repone por el descanso, también la
fatiga espiritual se restaura por medio de algún descanso espiritual,
lo cual es un deleite para el alma. A aquello que provoca este
placer del alma le llamamos juegos o pasatiempos.33
La fiesta es algo extraordinario, que no se da todos los días. Dice
Pieper: “el trabajo es lo cotidiano, mientras que la fiesta, algo no
diario.” 34
La fiesta se realiza como expresión de la alegría, y la alegría es la
manifestación del amor. Tiene que existir un motivo de alegría para
festejar. El motivo es lo que determina la intensidad de la fiesta.
La verdadera fiesta más que un olvidarse de la realidad, es un
contemplarla. Es un frenar un instante de mi vida cotidiana y
observar este acontecimiento, que forma parte de mi realidad
personal y merece ser celebrado. Como si extendiera la duración
del precioso suceso para gozarlo, y es en ese deleite donde
descansa mi alma. Es un gozo en la contemplación de aquello que
merece ser festejado.
Desde la fe…
Quien más conciencia tiene de la necesidad de la fiesta y de su
verdadero sentido es el cristiano:
33
S.Th. II-II, q168 a2 c.
34
Josef Pieper; Una teoría de la fiesta
71