GILLL'\i.

"i BROW'N y GEORGE YULE

·CARRERA .! Fít(A-'S
ANÁLISIS
CÁTEDRA '. Lt~0 ,-=:STI ~r DEL DISCURSO
····3& 1
I
,",~..",,;AIJ¡'IOK~~tG~"'ti~-~7-.--.j u: (.E? .•
l
. Dl'SóiZ@
·2.-~-'51"
t TRADUCCION: ::JiL VL4iGLESfAS RECUERO

· T °b ros
V lSOr.Ll
 2

El papel del contexto

en la interpretación

2.1; Pr~omática y come.no del discurso

En el capímlo 1, hicimos hincapié en que el analista del discur­

so ha de adoprar necesariamente un enfoque pragmácico al esmdiar
el lenguaje en su uso. Tal enfoque nos lleva a considerar un conjun­
tO de cuesrlones que, por lo general, no reciben mucha arención en
la descripción lingüística formal de la simaxis y 1<l_~eI!1ámica oracio­
, .nales~,_Seiialábamos;'porejemplo, que el anatista del discurso ha de
rener en cuema el comextO en el que aparece una muesrra discursi­
va. Unos de los elementos lingüísticos que requieren de manera ob­
J via información comexmal para su imerprecación son las formas de­
i ícücas como here [aquí], now [ahoraL 1 [yo], you (tú/ vosonos I
usted(es)], this [este /-a 1-0] y that [aquel /-!la /-Uo]. Para interprecar
esros elementos en una muestra de discurso, es necesario saber (al
menos) quiénes son el hablante y el oyeme, y el ciempo y el espacio
de laproduccióndd discucso. En este capítulo discutiremos estOs y
arras aspect:Os de la descripción contextual necesarios en el análisis
del discurso.
Abora bien. el acercan1Íemo dd analista dd discurso a los daros
íingüísticos clifiere del del lingüista formal en mros aspecros y con­
duce a un uso especializado cicrws cérmlnos. Como el anaEsca
invesciga el uso del lenguaje por paree de un hablanre / escricor en
un conrexco, esrá más preocupado por la relación enrre el hablanre y
el enunciado en la ocasión panicular de uso, que por la relación po­
tencial de una oración con ocra independiencemence de su uso.
decir, al emplear cérmi.nos como referencia, presuposición, implica­
rura e inferencia, el analista del discurso está describiendo lo que
hacen hablames y oyences, y no la relación que exisce enrre una o~a­
ción o proposición y ocra.
2.1.1. La referencia
En su presemación de la ceoría semánc1ca eradicional sobre la
referencia, Lyons (1968: 404) dice que "la relación que se mantiene
ii
enere palabras y cosas es una relación de referencia: .las palab ras re­
fieren a cosas»t. Esta teoría (radicional concinúa vigeme en aquellos
esrudios lingüísticos (p. ej. de semáncica léxica) que describen la re­
lación emre una lengua y el mundo, en ausencia de los usuarios de
esalengua:-Sin embargo', ·I:.yons,.en un pIameamientómás .recieme
del problema de la referencia, hace la siguieme afirmación: "el ha­
blante es el que se refiere (usando alguna expresión adecuada), ya
que ororgareferencia a la expresión mediante el acro de referir)
(1977: 1772 ). Es exaCtameme a esta mtima concepción deIa narura­
leza de la referencia a la que debe acudir el analistade1 discurso. Se
puede encomrar apoyo para tal conceptO pragmarico de referencia
en~la' propuesr;,:rde Sr...'(1WStYri' fr95D:rde'que««FeteFi1nó~es~argo-q ue
haga una expresión; es algo para cuya realización púede alguien em­
plear una expresión»; y en la afirmación de Searle de que ({las e.'<pre­
siones no refieren, en el sencído en que el háblance refiere, más de lo
que prometen u ordenan» (1979: 155). De este modo, en el análisis
del discurso, se considera la. referencia como una acción del hablan­
te / escritor. En el siguieme fragmemo de conversación, diremos,
por ejemplo, que el hablante A emplea las expresiones my unc!e [mi
tia 1y he [élLpara referirsea-unindividuo-yc·mymothers·sisterBa:her­
, Lyons, 1986: 417. [N. de la T.l
ne la noción de presuposición lógica que Keenan (l971: 45) detme
, Lyons. 1980: l70. [0I. de ia T.]
del modo siguiente:
50
mana de mi madrel 1f she lellal Dara referirse a ocro. No diremos,
" ,( ..... Á
por ejemplo, que he [él] «refiere 'J:» my unde [mi cío].
(l) i\: m)'\.lnde', coming home Erom Canada on Sunda; ,. he's due in ~
B: Ho\.v long has he been arNa!~ for or has he just becn a\va;r?
A: Oh no chcv lived ¡n Canada eh he was married co m}' mochee's sisr;:r .:.;.
well she's bee~ d;::act for a number oE years now +
[A: mi cío viene a casa desde Canadá el domingo.,. él debe
B: ;Cuámo cíemDo ha escado fuera o se acaba de ir'
A:'Oh no viv¡:l,~ en Canadá eh él estaba casado con la hermana de mi madre
H bueno ella [teva mUen:a un buen número de años V:l, ~ ]
compleja nacuraleza de la referencia en el discurso será estudiada
con mayor decalle en los capítulos 5 y G.
2 1,2, La presuposición
E n el fraamenco
- "
de conversación amerior (1), diremos cambién
que la hablante A considera la información de que úene un do co­
mo presupuesta y la hablante B, en su pregunta, indica que ha. ace~­
cado esa presuposición. Adopr:aremos la postura de que la nOCIón de
presuposición requerida en el análisis del discurso es la de presupo­
sición praamárica, estO es, <da que se define en términos de los su­
puescos q~e el hablance hace sobre lo que probablememe aceptará el
oyente sin ponerlo en duda» (Givón, 1979a: 50). Esta caractenza­
ción d~.J@-Eresuposiciónj1ppJic;~ r~bién Ja.l1ociqD~g~u9 ~';!P~u.~sco
«terreno común,), que· puede verse en esca definición de 5talnaker
(1978: 321):
las presuposiciones son lo que el hablance coma como «terreno común» de
los participantes en la conversación.
Nócese que, en ambas cicas, se señala al hablanre como origen de las
presuDoSlClOnes.
. E~ consecuencia, como corda referencia, evir:aremosatribuir las
presuposiciones a las oraciones o proposiciones .. De esta. forma, p.o­
demos ver el poco uso práctico que, para el análISIS del discurs~1- ~le­
 ünaoración o
presupone !ógicamenre una oración O' sólo si O implica ló­
posición de orra hablanre: Sin embargo, ias circunscancias en las
.
gtcamenre O" y la negaclon
l
., d e O . -- O' ,. ramOten
,trnp!!ca , " lloglc~l:nence
' . ("l'
\..J .
que oodda Droferirse (2d) son probablememe muy diferemes de
Si comamos la primera oración del fragmenco (1) como 0, y la ;quetlas en las que fue emicida la primera oración dd ~·r~gmenc.o
(1). Los hablantes, podríamos suponer, rendrían presupOS1ClOnes d1­
semamos mas abajo como (2a), podemos cambién presenLar la ne­
gación de °
como (2b), y la presuposición lógica, 0', como (2c).
terences en las dos slcuaciones. Si admirimos la noción de presupOSl­
ción dd hablame, o pragmácica, podemos considerar (2e) como
a. :V!y unde is coming home from Canada.
unapresuDosición queriene el hablance al emicÍr (2d). Las oraClones
[Mi cio víene,a casa desde Canadá]
(2b)'y (2d) no enrran en absolutO en nuestra consideración. ,
b. My uncle isn'~ coming home from CaJlada~
En apoyo de la (eoría de que los oyemes se comportan CGmo SI
[Mi do no viene a casa desde Canadá]

c. r nave un u:!1cle..
las presuposiciones de los hablames cuvieran que ser acepcadas, en­
[Tengo un ¡io j
con~ramos la ev¡dencia, bien percurbadora, las respuescas a
pregumas oriemadas, escudiadas por Loh:us (1975 \. Después de ver
SigUIendo la definición de Keenan, podemos decir que (2a) presu­ una ftlmación de U.f1 accídence de coche se les pregLLOraron a algu­
pone lógicamence (2e) ya que ésca permanece consnnce a pesar nos sujews las dos pregumas (3).
la negación.
< a. How fase 'N:.1.$ car A going when ie wrned. ríghc?

i\.tL¡ora bien, oarece bastance innecesario inrroducir la oración

negaci va{2b) . . par~ la. consideración de la.rdación·es1:abiecida encre
(2a) y (2c)enla conversación presemada má.$ arriba en (1). Aunque
i
i [¿A cúanco iba el coche A cuando giró a l-a derecha?]

'o. Díd you see a StOp $ígn?

[¿Vio usted una señal de seop!]

pudiera no ser conoCÍmienco común que. el hablame ciene un cío, es

lo que Grice (1981: 190) denomina informacÍón«no sujeta a con­ Señalemos que una de las presuposiciones del habla..."1ce al pregllmar
. croye:rsia»,.Esmás,_puesrüque-la..hablame ha-decidido'decir my un­
(3a) es la. de que carrnrriednght ter coche A giró ala derecha).
ele [mi do] en vez de Ihave un unde. and he... [cengo un CÍo y éL.],
Un 35% respondió • sí a la ..preCTuma
t:> (3b). A ocro grupo de sUJecos se
cenemos que suponer que no ha sentido la necesidad de afirmar eX­
les pregumaron laspregumas de (4).
plicitamente esa información. Lo que ella está afirmando es que esa

persona is coming home from Canada (viene a casa desde Canadá].

(4) a. How fase was Ca! A going when ir can che StOp sigui
[¿A cuámo iba ekoche A cuando se saltÓ la señal de StOp?]
Dada eSta' aserción, la idea de que deberíamos tener en cuenta su

negación para descubrir si existe alguna presuposición en lo que la

f
1
b. Díd you see a Stop sign?

[¿ Víotimd una Señal de .sc.op~L .

hab ta..'1ce.no.ha, dich~pareceespecialmemea:mi;.,intuirivo.

La introducción de la oración negativa (2b) para la considera­
ción de (2a) crea un problema .adicional. Por ejemplo, se ha dicho
t
Una de las presuposiciones del hablame ai pregumar (~) es que c~r
A ran ,he )"/;00 [el coche A se saleó la señal de seop J. En esta 51­
(cE Kempson, 1975) que una oración como (2d) es una oración cuación, un grupo " significativameme mayor (-30;') ) . o respon d"10 SI, a 1la
perfectameme razonable del inglés [y del español] y que mina el ar­ preguma (4b). . .
gumemo dado para la presuposición lógica, cal y como ésta se ha . Merece la oena señalar que un dererminado número de sUjetos
definido más arriba.
no resoondier~n la pre2Uma' b en rérminos de verdadero o falso, si­
(2d) My unde isn'c coming home from Canada beca use [ don' e have an unde. no de ~cuerdo con lo q:e parecía que había presupuesEo el ha~laJ.1ce
[MiúQnoviene-a:casa'desde Canadá porqtie yo no rengó ni.cÍgúnciÓ¡ al hacer la pregunta precedeni:e. (Para una discusión más detallada,
véase Loh:us, 1975 y Loh:us & Zanni, 1975.) ."
Parece que las oraciones del ripo de (2d) son propias de los enuncia­ Volveremos a considerar la noción de presuposición en la sec­
dos emitidos para negar, de un modo bastance agresivo, una presu­
ción 3.3.2, pero por [o general evíraremos los complejos argumen­

52
53
 c~s que g~r~~ en corno a 'pres~pos¡c¡of1es de oraciones y proPOSI­ lo que crea que eS falso. No para lo que Q­

Clones, (Veanse las conmbucIOnes y la bibliografía en Oh & rezca de

Oineen (eds,), 1979,) Reiación: Sea rdevanee.
Nlanera: Sea claro.

Evic.;: la oscurldad en la expresión,

1.3. Las implicaturas Evice la ambigüedad.

Sea brev~.
I. G flC...;;
' - (1° 7I )-}\
e.lt:[ml~O
' '
_'1'
ULlüza
,
(<1mp l'l~aCUra)) para dar cuen ca de Sea ordenado,
.0 que u~ ~ablame puede ¡mpl!car, sugenr, o querer decir cuando
esco :s
dlsnnco de lo que dice liceralmeme, Hay implicaturas con­ Grice no afirma que esra ¡isea sea exhausciva -él mismo señala
venCIOnales, que escá.ll, según Grice, decerminadas por "el sicrnifica­ normalmence eambién se una má.xlma dd cipo Sea
do convencional de las palabras empleadas" (1975: 44), E~ el si­ do- ni que todas las propueseas cengarl el mIsmo
, ejemplo (,5), el ha~lance no afirma direccamence que una máxima de manera, por ejemplo, no sé aplica, obviameme, a la con­
propleda~, (ser valIeme) se Siga de oera inglés}) pero la forma de versación primariamence inceraccional.) Podrlamos obser/ar que la
la expreslOn empleada implica convencionalmence que [a! relación inscrucc¡ón Sea relevante comener codas las demás. Sin em­
bargo, al proporcionar una descripción de las normas a las que se
sujetan los hablantes en una conversación, Grice hace posible la
(5) He is an Englishman, he is, ch,ererore, brave,

descripción de los tipos de significado que puede transmicír un ha­

es inglés. es, por ramo, valience,j

.' Podría ocurrir que e~ ind,ividuo en fuera inglés~yno

1
blante al {<vio!ap, alguna de esas máximas, La violación de una má­
xima da lugar a que el hablame transmita, además del significado li­
ceraJ-desu enunciado', un sígnificadoadicional; que~es una
vall~me_. ese cas?, la lmpllcarura es errónea, pero el enunciado,
implicacura conversacional. Como ejemplo breve, consideremos el
. sugIere no nene por qué ser falso. Para una discusión más
siguieme. imercambio:
amplia sobre ia implicarura convencional, véase Kartrunen & Pecers
(1979).
(6) A: I am out of perroL
" De ~ucb.o mayor imerés para el análisis del discurso es la no­ B:ThereÍS:a gangeround me. comer.

ClOn de lDlplicarura conversacional, que se deriva de un principio (A: No rengo gasolina.

g~1'1.~~:::I.-~~~ l~.~o.I'l:versaci§p ..más.un~TIJimer:o.,.de~~.que,.obede_ ..
ce~ n?r:nalmeme los bablantes. Al principio general se le denomina
Pr:nczpzo tfe ~ooperación, que Grice (1975: 45) presema en los si­
gUIenres cermmos:
Haga, S;t cOntrib,ució~ a la conversación cal como a:ige, en ese momento, el
propOSlCO o la duecclOn convemda de! imerca.'!lbio conversacional ~n I 'A
usred está participando. . ~. e. qu~
L~ c.()~venciones conversacionales, o máximas, que desarrollan este
prinCIpIO son las que siguen: . .
Can~. Haga su contribución tan informaciva como sea. necesario
~os obJ~vos normales de la conversación). No haga su comribución
iOrmaava de lo necesano.
B: a la vuelta de la
l
lo que respecta a este intercambIo, Grlce (i9is: 51) propone
B estaría infringiendo la máxima Sea relel.'antes! esruviera afir­
mando giamita..mence un hecho 50b're el mundo mediante:e1 signifi­
cado Literal de su enunciado. La implicaturarde.Fivada·de lasuposi­
ClOn que el hablance B se adhiere al Principio de Cooperación, es
que el garaje no sólo está a la vuelta de la esquina, sinoqueesrará
abierto y venderá gasolina. Habría que señalar que, para poder lle­
gar a fa ímplicatüra~ teriem.os·~que 'conocéY'dertos=hecnos:s-óbreel
mundo: que las gasolineras venden gasolina, y que la vuelta de la es­
quina no es una' distancia muy grande. Tenemos también que inter­
pretar el comemario de A no sólo como una descripción de un esta­

54 55
 ..
En Se han fijado eSDacio-cemooralmeme dif::remes
las acciones ~o ~/e~b:je:i de los particii?anL~$.
[es para! [yo] y Adam. A 'este "Ad;m» se le está comparando (o
B. Los !"':!lcvanccs.
comrascando) no con su padre y favorablemente, con el grupo
C. Et etec¡:o de ta acción VerbaL
de [os ouos eswdiances y de forma desfavorable. eSLe caso qUlck

[rápido] debe incerprerarse como si significara algo as; como "rápido

para encender! reaccionar! coger el chisr:e". Aún más, puesw que se

ha dicho en un comexw en el que Adam no ha sido manifiesca"men­

ce capaz de reaccionar al chisce con canea rapidez como el resco de

, ... Se

?ersonas
gla.;nacica1c.$~
muy cosco de esre cipo de CODCeXCO er1 los

en id :iociedad qUe )t: describe.

(i957: 182; para una aplicación
:\ficchdí, 1957)
de una escación de (r~nes
~n eren. Es un ;;:jempio muy cosco. Pe~o eS
es~i basado en la rutinJ.

'1 " .....! .

¿~ las

(!~- la ceo na c.e t' tren, vc:aje

los estudiantes, habrá que SUDoner e! hablanee (dado el ,iDO

hablanee y el cipo de oyente en esce tipo

4 enromo) no p[e~ende
. de 'u hmSlsn",o
· " " en
l
una Sefle 2rclCU!OS, cymes ",a ¡a 'lmporcanCJ8.
•

decir una falsedad, sino que escá implicando lo comrario de lo

ha dicho.
car una er:oografica hechos cornunicacivos
posible decerml11ar normaclvamenee denrm las comunidadeS. Hymes ve el pape! contexco en la
aspecws
con­
cexco de siruación resuhan ,e1evanees Dara es(3,S
interprecaciones di­ como un al conjunro de posibles
rerentes del mismo «enunciado»? '
la iocerprecación
J. ". nrcl \conslderaao Dor mUClhos como e¡ ClLlndador de la

R r' h ( , . , precéndida:
lingüíscica bricánica moderna) 'señaló:

11
El uso de una fo,m::!
comexm
íde=llifica un :onjunro de significados. Un
apoyar un conjunto de sign¡tlcados. Cuando se emplea una
Los lógicos pueden pensar de las palabras y [as proposIcIones qu;'! poseen I forma en :.lO concexm, dimina los significados posibles en ese contexto qUe

I
"significado» en si mismas de alguna mane,a, independienceme'nce 'de los
no sean aquellos a los cuales puede señalar esa forma lingüística: el concexco
,;;omex¡;os de" srcuación. Los hablames y los oyences no oarecen necesarios.
elimi"a d~ nuestra ;;onsideración los significados posibles de la forma que
Yo afirmo que las voces no pueden disociarse por compl;w dd concexco so­
sean distintos de aqudlos que puede apoyar el concexto. .
cial en d que funcionan y que, por cama, se debería considerar que rodos
. . . . (Hymes, 1962, cieado en Woocton, 1975: 44)
los eextos en lenguas habladas modernas poseen «la implicación de su enun­

ciación" y deberían ser referidos a pareici?ames rípicos 'en algún cOncexto de

sicuación generalizado. Hymes (1964) empezó por especificar, de un modo que recuer­
(1957: 226) da el de Firch, los rasgos de! coneexto que podian ser relevanees para
la idemificación de un. cipo de acwcomunÍcaúvo;- Como FrITO,
Fir;:h, por ·camo, se Dreocuoó de incws(ar el enunciado en el "COQ­ echó mano primero de las "personas» que parúcipan en la imerac-
::exw s'ociah .y g~nerall~ar J. parrÍf
~
sioniftcados
v sur::rid05
v ~n Medianee generalízaóón a panir de imeracciones, extrajo
comexws sociales específicos. Propuso un acercamiemo a la descrio­ papeles emis;r y destinatario.- emisor es el hablante o escriror
ción .normativa de rales comextos que mantiene un estrecho ' Que produce un enunciado_ desLÍnacario es el oyeme o lector re­
do con descripciones más recieme; examinaremos a continua­ c·eoc~r del enunciado. (Más tarde, Hymes díst:Ínguiria también la
ción: addiencia, puesro que la presencia oyemes casuales puede comri­
buir a la especitlcación del acto comunicativo.) Saber quién es el
Mi postura ;::ra, y es ¡odav!a, que d «concexco de situación" se emplea mejor
emisor puede permitir al a..l1alista predecir lo que es probable que di­
como un cOnStrucLO esquemácico apropiado para su aplicación. a íos hechos

¡¡ngüíscicos.. ~ Un come.x:w de situación apropiado al eswdio lingüiscico po­

era esa dererminada oersona. Saber qui.én es el destinatario restringe

ne en relación las siguiences caeegorías:
las expecracivas del ~alÍsta aún - Asi, si uno sabe que el hablan­
A. Las caracrerlSúcas relevanees de [os parricipanees: personas, pc:rsonalida­
re es ;1 primer minisrro, el secretarÍo de un ministerio, su méd.ico de
des.
cabecera o su madre,, y que el. ."
emISor ,na b'lan do a un c.Olega
le esra ' o
(i) La acción verbal de los participances.
3.1. direcror su banco o a u.n niño ?equeno, rendrá diferenres ex­

60

nan al momento su inferencia original y forman oera, por ejemplo
qUe John es maestro.
(ll) Lase ""'eek he had beeo unab!e co concro! che dass.
(La semana pasada había sido incapaz de concretar la clase.]
Para caprar este tipo de inferencia, que eS exrremadameme co­
rrieme en nuesrra imerpreración del discurso, necesicamos una no­
ción relativameme ia.xa de inferencia basada en lq.noóón de conoci­
mienro socio-culrural. Gumperz (1977) ofrece un exrenso análisis
de los Lipos de faccores qUe -imervienen en este ripo de inferencia
pragmática, en cuamo opuesra a la inferencia lógica. Discuriremos
la influencia de las inferencias con mayor detalle en el Capirulo 7.
Por el momento, nos eSIamos limirando a presemar una posru,a
reórica que afirma que los cérminos referencia, presuposición, impli­
catura e inferencia deben~er considerados concepros pragmáricos en
el análisis del discurso. Puesro que el uso pragmático de esros térmi­
nos está esrrechamenre ligado al concexro en el que se emite un dis­
curso, estudiaremos a cominuación qué aspecros del comexro se de­
ben rener en cuenca cuando nos ocupemos del análisis del discurso.
2.2. El contexto de útuación
Desde el inicio de los años setema, los lingüistas se han vuelco
más y más consciemes de la importancia del comexro para la imer­
prefación de las oraciones. Sadock (1978: 281) define muy bien las
ca nsecuencÍas que se derivan de>-cenererrcuem:félcon cexro:
Hay, enconces, un serio problema metodológico al que se enfrenca el defen­
sor de [a pragmácica lingüística. Dados algunos aspecLOs de !o que comunica
una oración en un concexw determinado, ¿es esce aspecto parre de lo que
comunica una oración en virrud de su significado ... o debería "extraerse» en
función de 105 principios de Grice a partir de! resto del significado de la ora­
ción y de los facwres rdevanees del contexto de enunciación?
~¡ queremos responder con serie~~4.!?-~~gtI...nd?_ par¡:e de es-ca pre­
guma, es necesarlo' que' podamos especificar cuáles son ,<los facrores
re1evames del comexro de enunciación». Fillmore (1977: 119) plan­
eea el mismo problema cuando aboga por una metodología a !a que
desearía recurrir a menudo codo analista del discurso:
58
La carea es determinar qu¿ podemos saber sobre el significad
de un enunclado si lo único que sabemos eS que el enunciadc
dO ... En mi caso, siempre que me fijo en una oración en une
diacamence me pregunco cuál habría sido el erecco si ·el COr\«
I do ligeramence diferencc.
lj
Para recurrlr a esra mecodología, que se ucillza normalr
discusiones lingüísticas y ¡:¡losóhcas, necesicamos sabec_(
que el comexco sea «ligeramente difereme».
t
¡ 2.2.1. Rasgos dei contexto
Consideremos dos escenarlOS invemados en ios que.
les disclmos emiten un enunciado idémico.
(a) haó[:.zn:e: !.loa madre joverlt oyente: su suegra, fU.gdl: un paíq~et-_
escanque de pacos, tiempo; una ¡arde solecta de sepeiembce ~e 19
I ,;in mirando al hijo de dos años de la joven y la suegra acaoa d(
su hijo, el padre del niño, escaba bascance retrasado a esa edad._La
í do chink Adam's quid,
[Creo que Adames 'ráéidol
(b) habianre: un escudiance. oyentes: un grupo de escudiances
sencados en la mesa para comar café, tiempo: una carde-d
]ohn, uno dd grupo, acaba de canear un chis(~. Tod~
Adam. Enconces, Aclam se ríe. U no de los esrudlances dlce:
r do ú'link Adam's quick
[Creo que- Adarrres'rápidoJ
(En ambos casos la prominencia fonológica se
Desde luego, podemos llevar a cabo un ~nálisis
dos muestras y, en ambos casos, el hablante elice de
pido. Está claro, sin embargo, que se consideraría­
~omextos de siruaóón en que han sido emüidos, ... ~~
rransmiten mensajes diferemes. En (a) supondremos;::'~
car, que los referemes de jEyo] y ..Adamestánfijad .
das espacio-temporales. A este «Adam» s~ ~e comp
favorabiememe, con su padre. Quzck [rapldo], p
en el contexto de bac.kward [retrasado] como si slgIHEe
como "rápido en su desarrollo".

. . ,:;;....;.,'-'-'-''_''';...'.;;;M.:::;;;¡~i-¡¡¡:.:;.;;.."';;';.:";"'-':;';;"":''-'';;":""'-"'--_-:-_ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ _ __
De n 'lncerpreC3,fSe
1 i "
en rel3.ClOn con e1 1nao"1 ame,
Joven
• . 'c-
ClemlllCO,
el
1
en
el momenco emisión del enunciado. (El comexco hace can im­
probable la alfa posible lecLUra, que el hablanee es particularmeme
nervioso siempre, como para que el des(inatario no la tenga en
cuenca, ni campoco el analista hasta que el proceso de análisis llegue
a realizarse de forma conscieme,)
En 2.1 señalamos que sólo pueden incerprerarse los elemencos
deícLicos de ¡os enunciados en relación con el concextO en que se
emiten. La clasificación de Hymes de los rasgos emogritlcos ofrece
una caracterización del comexto con la cual podemos relaclonar
esos elemencos deícticos. El filósofo L:wis (1972) oroporciona UDa
clasificación más dabor,ada, en panicular or~ece un 'índice de las c~­
ordenadas que debe haber espe~ificado el oyenee para poder derer­
f!1inar la verdad de una oración. Como la mayoría de los lingüistas
formales, Lewis supone que d cana! es oral, el código, el inglés, la
fonna de! mensaje, la conversaCIón, yel acco, que un tndividuo esrá
informando a orra de algo. Sus inrereses se dirigen, no a las caracre­
rísrícas generales del actO comunicarívo, sino en panicular a aque­
Has coordenadas que consciruyen un «conjunco de factores rele~an­
ces, un índice" (l972: 173) y que caracterizan conrexLO con
respectO al cual se ha de juzgar el valorde verdad de una oración.
Especifica las coordenadas del Índice del modo siguienre:
(a) coordc:nada de! mWldo posible: da cuenta de los estados de hechos que might
be [podrían ser], could be mppased ta be [se supone que podrían. ser] y are [son].
(b) coordenada dd tiempo: para dar cuenca de dempos verbales y de sintagmas
adverbiales como :aday [hoy] o next week [la semana que viene;,
(e) coordenada dd espacio: para dar cuenca de oraciones dd cipo her:: ir i; (aquí
(di coordenada cie! hablame: para dar cuenca de oracionc:s que lnduven rerer.en­
cías a la primera p.ersona (f [yo], me we [nosotros], our [nuestro)).
(e) coordenada de la audiencia: para dar cuenca de oraciones que concienen
Jau (tÚ í vosorras ! usred I usredes, ce! os ¡ lOS, les], Jaun [vuescro/ suyo], Jour­
selllte ¡ . [Coloque dos dedos en los dos agujeros inmediarameme a la ¡zquiercta:~de!
(f) coordenada cid objero indica.do:para dar cuenca de las oraciones que comengan
simagmas demostrativos como thu [este] o thar[ese, aquell. ~ ¡Parece que le mOlestaron .en aquella ocasión y no [as lfevar:l h01/.1
(:;g) coordenada del discurso pre--vto: para dar cuenca de oraciones eue incluyen sin­
cagmas del cipo ,he laITer [el LÍlti~oJ, :hr: aforemmrioned [el arriba c¡cad~¡.
64
~. ..
coocdcn:¡dJ. de La asignación: una 5erie lnfinica de :::osas (conjuncos de ce
sec:J.~r:.cias de cosas ...).
Los lnvesrigadores preocupados por la consuucóóo de do!
nios discursivos formales han propuesr:o !iscas bascances simila
( ' ',.J' , ,
,vease la ulSCUSlon en el eaplwlO
" "') TIi dra nUestros propósícos
J,.
cuales, señalaremos que la ¡iSla de Lewis, como la de Hymes, h,
,
referencia al hablante y al oyente para asignar valores a las cacegor
i dciccicas del hablan ce y la audiencia (emisor / destinatario) re::
i
zadas con los pronombres de primera y segunda persona. La
ria de del marco se amplia para dar cuenca explicicd y dísr:j
ca dd ciempo y del espaCto, La caracrerístÍca generalizada de Hyrr.
de! Lema se disuibuye ;tl~ora tncre la coordenada deiccica de obj,
indicado, la de asigM.cióy¡ y la de discurso previo. Esta úlcima coord
nada::n permice al oyence imerprecar lo que se dice a la it
de lo que ya se ha dicho, Inser¡:a una esr:wcruía temporal acumula!
va en el índice, puesto que el oyeme debe poner al dia cominu.
1 menee la información del comDOnenre dd discurso oTevio, Dara d,
I
cuema de lo qu.e se ha añadido 'más recÍenr:emenee. ' ,
Evidememence, en un md.ilual nos resuh::a imoosible ofrecer:
lector ia posibilidad de rener ia experiencia del discurso c01:idian
en lo que Srenning (1975) denomina un «comexw normal»,dooo
el oyeme es parle del comexto y, por ello, «experimenca» el rexrc
Tenemos que recurrir a laque Srenning llama comexws «ano~
les», es decir, el analIsta lee el texto y luego imema establecer las'Cá
racterísLicas del posible comex!O de enunciació.fj._ Vamos a p.res~pra
.al lecrar tres fragmentos escri'COs, exrraídos de los comextos en Jo.
que aparecieron. Los dos primeros son textos impresos, el rerceú
pinrado con spray en una pared, Le pedimos que considere qué difi·
cuh:ades le plantea su comprensión, si es que le píamea alguna, si·
guiendo las coordenadas dd lndice de Lewis.
(14) a~ Place cwo fingers in r-'NO holes direcdy ca che left rhe finger stOp. or
Re:move: finger neares;; .'iCOp.
tope. Quite e! dedo más cercano al cope.] ­
b. He seemed m resenr mem on ::har occasion and will no, wcar chem md:ayc.c
(;. SQUASHED INSECTS DON'T BITE '\(AD ME)¡l.Al fUJl.E·
[LOS [NSECTOS ,-\.PL'\ST:\DOS NO PIe,,",-".! LOS 2...t".D MENT,Al
GO:3 íERJ."t-\N]
 . ----~~ .. __ . ---~ .... ~---------~-_ .....

pecracivas sobre el tipo de lengua que se producirá, con resoecco

ce, anorando los rasgos de gran escala del concexw: qtlé canal se escá
camo a ia forma como al concenido. Si sabe, además, sobre q'ué se
empleando (pongamos que orai), qué código (por ejemplo, inglés),
escá hablando -cacegoda de! tema de Hymes- quedarán res­
que forma de mensC',;je (por ejemplo, una conuersación), en qué acro
tringidas codavía las expectativas. Si, además, ciene información so­
e~r:á inserto (por ejemplo, es parte de una entrevista). Puede idenciS­
bre el marco, canco en lo se refiere a dónde y cuándo [iene lugar
car a los parcicipames: el emúor es un joven clencítlco encreviscado
la inceracción, como a las relaciones ' de [os inceractances con
por el destinatario, que escá investigando sobre el lenguaje, , mar~o
,"'sp"'...co 1~ d· ,. I
,,," '--~ a ld. poswra a opcana, tos gesros y ,a expreSlon
¡ . , [aCia.,
r ., ,.
se ll­ escá locaiizado físicamente en el rerreno del desclDatano, en la
micarán en un grado aún mayor esas e:,?7''''~;¡ [[vas.
Universidad Edimburgo y un elemenco físico [devanee es un
Los restances rasgosdd comexro que Hymes (en 1964)
magnecófono encendido. Se localiza temporalmence a finales de los
induyern=lemeneosde gran escala como el canal (cómo se maneiene
años se1:enta (lueero suponer Que hablarán ingJ~s mo­
~ v es razonable
, 1. 1. ......"

el coneaclO encre los participances en el acro comunicativo - oral­

derno con acenco escocés). Han acordado hablar sobre el (rabajo
menee, por escriw, medianee signos, por señales de humo), el códi­
jO\'en cieneífico, el magnecófono 1
en marcna '
i.~ eSCe
go (qué lengua, o dialecro o escilo lengua se escá empleando), la

forma del mensaje (qué forma se prerende -conversación, debace,

[ muse admir l' m -"'ery' ner:ous.
sermón, cuetlro de hadas, soneco, carra de amor, ere.) v d acro
qLle acmlClr que eSCOy muy
nacuraleza del acco comunicaclVO dencro cual puede insen:arse
. un género: por ejemplo, un sermón o una plegaria puedetl ser parte
de un acto más amplio, un servicio religioso). En revisiones poste­
riores Hymes añade oeros rasgos, por ejemplo la clave (que i~plica
una evaluación: fue un buen ser!Dón, una explicación pacét:ica, eec.),
y el propósito (lo que prerendian los pan:icipames debería modifi­
carse/ suceder como resulcado del acw comunicativo).
Para. HymesiesLOs rasgos del comexw deben ser crarados casi
del mismo modo que los rasgos fonél:icos. Al igual que un fonetista
puede seleccionar, del conjumo de rasgos fonéticos oenerales DOSÍ­
bles, los. rasgos sonoro" bilabial, y obstruyente, pero ;0 lateral 'para
caracrerIzar una [b], del mismo modo, según Hymes, el analisí:a
puedeoelegir,'de encielOs'rasgos 'delcofnáro, los necesarios Dara ca­
racterizar un dererminado acw comunicacivo, De la m¡sm~ forma
que el ronedsta puede querer hacer una descripción más detallada,
más específica, de la [b 1 en cuesción, por ejemplo mencionar e, ¡ni­
, ..
Para simplitlcar, diremos que, en esce momenco, el (ema lo consri­
cuve su nervIOSismo,
¡ Dado el conocimiento del contexw que posee el analisca, debe­
ría enconerar bastamepoco sorprendence este enu.nciado. Pocas ve­
ces en fa vida real seda el caso de que podamos predecir con decalle
la forma y el contenido del mensaje con que nos vamos a enconerar,
pero, dada tOda la información emográfica que hemos especificado,
~l enunciado emitido es mucho más probable (y por ello, supone­
mos, mucho más rápidamente procesado por el destinacarío) que
cualquiera de los siguientes enunciados no emicidos:
(13) a. Please, pass (he marmalade.
f favor, oásame la mermelada.;
t b, My cae has jusc been sick agaín.

[Mi gaw acaba de escar malo arra vez,]

c. Ge! inca 'Che box.

ClO retardado de la sonoridad y cierto abocinamienw los labios [Mécete en la caja. J

durante el periodo de oclusión, el etnógrafo puede querer especifi­ d. 1 aro abour ca make che ('irse incisslon.

car algunos rasgos del comexw con mayor de1:alle. Volveremos a es­ [Esroya pumo de hacer la primera incis¡ón.]

ce pUnto. Los rasgos de Hymes consciruyen esencialmente un catá­

logo que permitiría a un etnógrafo llegar en he!icópcero a un lugar Cuamo más sepa el analista de rasgos del· comexCQ, más proba­
do~de se está desarroUando una interacción comunicativa y com­ ble es que sea capaz de predecir lo que va a decirse (véase 2.4).
probar los detalles la naruraleza del acw comunicacivo. Más aún, se da el caso de que 105 rasgos etnográficos .nos pro­
Consideremos a un etnógrafo de ese tipo como cescigo invisible
Dorcionarán un valor para las formasdeíaicas que aparezcan en el
un acro comunicativo determinado. Empezaría, presuITtiblemen­ ~nunciado que sid; emicido, De este modo, 1, mus: y admít de­

62
nos informa de qUe las
I
interaCCiOnes
• I
o.e ,as¡ban das c2..1,e]eras
'l' ,
sobre
los muros consisten en pullas y "contra-pullas». De esce modo, po­
demos llegar a la acribución de ¡mención a la adverrencia SQUAS­
HED INSECTS DONT BITE y a la aserción directa :v'ÍAD
,\1ENTAL RULE -sin la coledUa OK, que podríamos considerar
como una invi¡:ación al asemimiemo del desünacarÍo.)
Los cexws a y b, dirigidos a un lector general, son fragmenws
relaLÍvameme accesibles de lengua que requieren solameme la espe­
ciBcaciónde iosreferemes propueStOS parahacertos rápidamente ¡n­
" '""" . . , a d"
, di ngtao no alI
i::;;rr'~;;;¡:a':Hes, t1 CeXro cesta esnnatanos especmcos,
,f'
público general, yes dificil para ese público general interpretarlo sin
cener acceso a presuposiciones compartidas ya una experiencia pre­
via, elementOs que no pueden ser introducidos sin violencia en la
esrrucrura propuesta por Lewis. Para dar cuema de ello, necesitare­
mos alcrún ti
modo de echar mano de nociones como «Dresuoosicio­
..i.. l Lo que nos inceresa son los dif:rentes tipos d,e ¡nferen~¡as que h~ce
nes compartidas;>, «conocimiemo enciclopédico», «(mención í fina­
lidad de La enunciación» y «experiencia previa de texws similares», a
las que hemos recurrido hasca ahora de un modo ad hoc en nuesua
discusión. Volveremos a esras cuesLÍones en 2.3.
Lo que hemos mosuado en esta sección es que los rasgos con­
textuales propuestos por Hymes,. completados con el índice de co­
ordenadas de Lewis (propuestas, no lo olvidemos, con una finalidad
muy difereme), nos permüen dar una explicación parcial de lo que
puede significar el indiferenciado término de "contextO», De dIo se
sigue que quizá podríamos ofrecer alguna indicación de lo que sig­
nifica "cambiar el comextO» en el sentido en que Fillmore (1977:
119) lo concibe cuando dice "En mi caso ... inmediatameme me
pregumo curu habría sido el efectO si el ;concexw hubiera sido iigera­
meme difereme.J> La respuesta podría ser que si se alteran las condi­
ciones especificadas por cualquiera de las coordenadas, se altera el
conrexco.
Con respecro a este puma, consideraremos sólo la alceración de
una única coordenada. Obviameme si Jane dice Es¡;oy saLtando a la
comba y Mary dice Esroy ó'aftandD a la combi1:' observamos que en un
caso es Jane quien declara que está saleando y en el otro Mary. En
cada caso,.la. oración es verdadera. si la persona que habló estaba sal­
ra.ndo en el momemo de la enunciación. Sin embargo, si nos dije­
ran, además, que la hablante Jane sólo tiene tres años, además de
prestar atención a su aJlrmación, podríamos considerar que es una
68
hazd..i'1a para una niña de eres años, Miencras que si Ma.ry tie
ocho arlOS y sabemos que es una imrépida saltadora, su afirmad!
podría ser una más de una serie desaLemadoramence predecib'
Prestamos direrence grado de acención a las aserciones y reaccion
mas ame ellas m~do difúence, porque un aspecro del concex(
ti hablance, es signiBcacivamence d¡fereme.
Consideremos el siguiente Fragmenco de conversación:
f\: 3.re you o'fú~n~here
B: cu.lee often + abou:c once a monch + accually r+ r come up co see n
~hl!¿ren.
esci usced a menudo
s: oa$[at¡(e 1 menudo mas o menos I.ma vez al mes de hecho ++ vengo
"er <i ",is hijosl
Debemos conjecurar que n o Llene
'
una. eela d como para cener '~lJOS
¡ .
mas en canco que descina'Caríos como resultado de oír lO que B dice
en función de variables como la edad o el sexo del hablanre
SUDoncramos que B es un hombre de setenta <!.J.'1os. Deduciremos en;
co~ces "que los' hijos de B escarán crecidos~ Nada especiá.rse~·:pué¿fé
excraer del hecho de que los visite una vez al mes, excepro que quii~
inferamos que tiene una relación muy esuecha con~eH~
Suoonaamos que el hablante es un joven de creinraaña~
Deducí~emos emonces que eendrá niños pequeños, niños de:ufl~
edad en la que viven con sus padres. Nos pregumaremos, por .
por qué los niños de ~ no viv;~ con su padre: nO:l~~~uI1~ar~~6s:~
las exigencias de su VIda prores«mal~'o'de'strrelaClOn con ra mait~
de sus hijos le obligan a vivir lejos de eUos. $uponga.rnos a?0ra qu~
el nablance es una mujer de (reinca años. De nuevo dedUCImos que,
sus hijos serán pequeños, niños de los que se esperaría normalmen~~.
que viviera.n con ella. Como en el caso de que los padres se hay~~
separado, los niños pequeños viven generalme.me en ?uescra S,OCl~~
dad con la madre, podríd..illOS inferir que los mnos reCIben algunn4
DO de cuidado inscírucional o educacional, (En la conversaciónde~&.:
que hemos extraído la cita el háblarlte.era. u.r:--.h()mb-re~se~aractu:'~
treinta mas y Íos niños estaban viviendo con la madre, wetas Ias.ln-:;
ferencias sac~das por A ante B servía.11 para explicar que éste eraer.~
caso.) .
. Hav que señalar Que los [ipos de inferencias que hemos viSLO
aquí ~~ e;tán sa..'1cion;das por fa forma del lenguaje empleado. Las
 No hemos lmroducido aún ningún medio sacisracmrÍo de ma­
tI

Dere a una enlidad masculina animada, sujeco de ambas oracion
nejar la experiencia qUé: pueda (ener ellecm[ de cexms similares (vé­
ase la discusión de 2.4). Por el momenco supondremos que recono­ i
También Doddamos pregumarnos por qué se nos dice que He s
med ro res~ilt them [parece que le molestaron], lo que supone que
cerá probablemence que el cipo de escricar de (a) es un escricar
impersonal! inscicucional que se dirige a un leccar general más que t
incapaz de expresar que algo te molesta, y eseo, a su vez, nos serv
para limitar el conjunco de las posibles imerprecaciones de la exp'
-d un L:-:dividuQ en !Jarricular (préstese aeención a Place [coloque] y sión He. Obsér.¡ese que él resented thern, donde them es plural, p
Remove [quite] ya la elipsis de la :)<:;5".. 2:- ó>cc¡,-ión (che) finger netl­ lo aue oodemos preguncarnos qué entidad olura! puede ser camo:
mt (ca che) stop ). Sí hay alguna dificultad al imerprecar este frag­ )'en;ed 20mo worn. Esre ejemplo posee roda~ ,las . de ;
mento probablemente se deberá a que el lecwr no está seguro de los oraciones que aparecen d~ mas a..rnplios de ¡:ext
references de las expresiones the tUJa hotes [los dos agujeros] y the fin­ e ¡lusera con basrame claridad la necesidad de la coordenada G
ger stop [el cope}. Podernos deducir que los agujeros han de (ener un <,discurso previo», aSl como las más obvias "[lempo» y «espacie
(amaño apropiado para que un individuo U) pueda mecer el dedo, Este cexLO 'apareció en The 5,tJorting Chronicie el 4 de junio de 198
que posiblemence escán lo bascance cerca corno para que se puedan En la pane previa del cexco, el aucor ha descrico un decerminado c
meter los dos dedos de una misma mano, y, después de haber esca­ ballo de carreras (He) al que le hablan puesco anceojeras (them) c{
blecido esta escala, parece probable que el objero designado con the su amerior carrera that occmion).
finger stop escará a unos cendmetros sólo, y no a varios kilómetros. El tercer cexto, c, ofrece problemas más espinosos. Míemras­

Nos ayudaría basrance cener la siguience información: lenguaje de a y de b es basrante directO y tOdo lo que se requiere p,
ra llegar a una imerpretación es asignar valores a las expresionesr,
El emisores la oficina de Correos.
ferenciales, el lenguaje de este 'Cexto puede parecer oscuro e lOdll~
E! desnna.ario es el usuario del celéfono.

sin semido. Es rdevanee ia época en que apareció: f¡nales-de~g:

a.fios 70. La experiencia previa de cextOS similares de los 70 po~

El leaor podrá deducir el resco probablemente, si es que no lo sabe habernos familiarizado con la forma X rule OK, lo que nos.permi~
ya. No obsrante, revelaremos algo más: ría dividir esta secuencia sin ouneuación en dos Dan:es:,~
... 1. .,...

El nempo de la enunciación en el reloj o en el calendario no parece relevan­

,l

SQUASHED I¡;'¡SECTS DONT BITE

ce, pero to que sí es relevanee es saber siestas instrucciones cienen validez.

iYiAD MEl'l'TAL RULE

aún. (La tienen.)

[LOS INSECTOS APL'\ST,'\.DQSNOfrCt\i"í

El fugar de la enunciación originaria no es apenas relevante. ?ero sí [o es

LOS ¡\;wJ MÉÑtA.LGOBIER..'l'ANj

dónde se-enC'.lenrra ehe:<ro:· (En!á'gwa"eefefóí1i6..)

El mundo posible relevante se especifica: en el dúcurJo prevío: ·,).¡[erece la pena

recordar cómo marcar 999 en la oscuridad o en la niebla.)'

I
También resulta relevanee el lugar en que apareció. Fue piOlado ca;
un spray sobre un muro en Glasgo w . La forma del texto, juneo co:
(Debemos señalar que no le hemos pedido aquí al leccor que em­ la información del lugar, puede hacernos sospechar, si se tiene exp<=
plee las coordenadas de Lewis con la finalidad que él les asignaba:
determinar el valor de verdad de una oración. La arribución de va­ J
ciencia orevia de 'Cales rexcos, que procede de la imeraccÍón· enE;
bandas ~ivales. El conocimiento enciclopédico del mundo· nos, B~
dría informar de que su amor es un miembro de los «Mad Men.ta,!
lores de verdad a las oraciones en imperacivo es un rema sujeeo a
discusiones.) ('lna
\ banda·calle)·~ra)
- ,v que los supuesLOs destinatarios son:'ffire.m.··· .
En el texto b fos problemas que surgen a la hora la ímerpre­ bros de los ,dnsecrs» (orra banda callejera). Enronces sería necesétfk'
ración se deben a que no conocemos los referemes de las exoresio­ recurrir a un discurso previo en el que los roseas habían. pfm::lam:~
u / h . I .• ,~
nes ne, tnem, on t at occaswn, y tíJem, y no tenemos nmgtln valor do INSECTS BITE [los insectOS picanj. (También podríamos ape
, . •• T T d . ,- ¡ , •
para fijar la expresión cemporal toda]. Podríamos deducir que he re­ lar al conOClmlemo que nymes ,enomma "rorma ele! mensaJe», q~

66
 *1 .
.. :,;;.~"-~': ...
.;~

cionada ya, por io qUe debe cOn5rruir una incerpreración. en que la lS) ,"'..boue tour momhs betore che cime 1 am wri¡ing or. my Lady had been

mujer escé semada leyendo baseame felizmeme in tke Lll/Zng _room London, 2rtd had gane over a ,.,Toe maCfon, seeing my Lady

len la sala de escar]o De la misma forma la window lvemanaj a la OK an ;nceres¡ in che poinced oue a girl co her, named Rosan

S o <!:.mnan. and cold he! J mose miserJble swry: whicn ¡ haven'c me hean:

que se acerca el hombre debe ser imerpreeada como «che window oE r~De:1r: h;;re: f.Jt [ don' [ like 'Co' be mace \-vretened tN!rhouc any u.se, alld

the living room» [«la ve mana de la sala de estar;,]. hablance comí­ rrl~f::: do you .. Tht: of te \vas¡ Thac Rosanna Spearman had beer

núa su descripción con un cambio de lugar; emonces, debemos su- . [hier.. ...... j J

poner que lo que sigue pasa en ei lugar reCIén imroducido: rCC[cJ. de cÜ.acro mcses anre$ de b. ¿poca a ta que me es(oy rerlnenao, hac
ido mi ama a Londres a visitar un rerormacorio ... La directora. advirtiendo
ií1[~r¿s. tndicóle una muchacha llamada Rosaf1na Spearman, narrándole.
. . goes co a c;1u b+ 'nas a d'
b., goes [O hts fin ..k tatKS
-" ro ene" oarma.n ··h':f1~ l~,-h~ --- r"U
1"" \..l ,)L;;,t
mismo ,iempo, una hiscoria de lo más desdichada, que no me acrevo a repe~
dancin:o- w¡eh a beautiful gir! long black hair .,. has a good cime .,.
porque. no deScQ. como (10 Gese:1ran
" . duc..3.
su! , ~ roha ¡ m·
fva a su~ va a un ciu
. b + Se roma una copa na ,~- ~' ~~
' bl a con e¡'01;.t:"olD -.'
'-4~tonL,-S
~ ¡ ¡ ; - ... ¡ b'..,." C!1'::~(O, si~ Er: [eSU::ne~. Rosanna nabia sido ur
se pon.: a oallar con una chICa preCtOsa pe.o largo negro .,. >_ lO pasa t_L
.j • • " .

Imerprecamos que codo lo que sucede aquí te escá pasando al hom­ lugar '/ el [lempO en el dUCOr, \V'''''.'
N l1Kle
C 01'1'tOS, eSCnOI(
l . " .,
ore que encontramos en 1la sala
1 'de estar y que anora
' ' esea.
; en U.ln el,l.t b .
el manu;crico, o incluso la ¡demidad del amor, no son lnformacio
Así, él haJ a drink (se coma una copa], tatks to the barman [habla nes necesarias para que ei lecror incerprece el [exto. No obseance, e.
con el barman], Jtarts dancing [se pone a bailar] y has a good time [se posible qUe se' emienda mejor ia r:n~ldad ,que cuvo el auco: par:
lo pasa bien], codo ello, en el «club». El hablante anuncia ocro cam­ consuuir el rexto del modo en que lo hiZO SI apuncamos qlle fue:,e~
bio de lugar criLO a tlnales del siglo :'(L'Z (lo qUe explicará algunas diferencias:~~
el código, en la terminología de Hymes) , en la Inglaterra vio:or~'::?l
~. rhen he goes home and he calls her ~ and his wife Qvernears mm .,.

(lo Que dará cuenta de la alusión a un· Reformatory) y que elall.t9..~

[entonces se va a. casa. y la llama y su mujer lo oye]

está ·construyendo la primera novela inglesa de de ceCrlves, y nar~

.¡.

los hechos desde el pumo de vista de cuaero personajes difere~~~

De nuevo suponemos que estamos aún hablando del mismo hom­
cuyos caraceeres queda...'1 revelados en parte por el estilo n.arraciy~
bre, que ha vueltO a casa, al lugar donde estaba el «CUartO de esrar»
aue el amor [es atribuye. Tenemos, entonces, un amor, u...'1.n~~~
con el que nos encomramos al principio. Abora el analista podría
~n lugar reales de redacCión de la novdi(o un conjumo de ci~mp~_
dudar d-e cómo inceroretar andhe.catls her, [y él ia HamaJ, puesro
Que efnombre p~d~{;~azonab!emente entrar en su casa y llamar l v lugares). Luego, a cada narrador se le aSIgna un lugar y un nempo;
de r~dacción de su concribución. Es presumible que eí LÍempo rele-;,
(dar un grico) a su mujer. Sin embargo, esta interpretación queda
descartada Dor .el. co-texro S!gUlenre
.. an d h'zs Wt¡e
'L: h
overIears !.
mm r
LYsu
I 'lame para el comemario whích ¡ haven 't the heart to repeat here [que
no m~ auello a repecir aquí] retlere al narrador de ;sa parte~~
mujer lo oYeJ. Así, nos vemos obligados a ímerpretar catls [llalna]
como "phones" lre!efonea.] y her [laJ como una referencia a «che be­
auüful girl wim long black hair wi;h whom he danced a.r:d ~a~. ~
good rime» [«la chica preciosa de pelO largo y negro con qUien ballo
I~i Inmediatamente anees de estel:ragmento, el narrador ha aescm:o un,
incideme impon:ante para el desarrollo de la hisroria principal. Ae~
se refiere con la expre¿ión che rime 1 am writing ofLla época. a,l~~~l
me estoy refiriendo J. El narrador entonces pasa a proporCIonarnos::
y se lo pasó bien» J. . alaunos' antecedentes, que sitúa en un ciempo anterior About four;:
Dem:rodel' co-texto, como hemos visro en (17), puede cons­

truirse Otro comexto más con su propio índice de coordenadas. De

m~nths before [cerca d~ cuacro meses antes], Presema a Rosann~

hecho, demro de ese Contexto construido, pueden encajarse Otros

.contextos. Considérense los siguienres pasajes: 'Tr::td. i~ f-{O(;lC:O wurara. 3a.rcdor:.a. 3ruguc:a. 1933. ?p. 4142.

72
 discincas inferencias surgen a panír la alceraClón de! concexto,
por la sencilla manipulación de la edad y el sexo del emisor. Es la
incerprecación del enunciado en eí conceXto lo que permit:e al oyen­
ce excraer cales inferencias (véase el Capículo 7 para un análisis más
detallado de las inferencias).
2.2.2. El ca-texto
. Hasta este momenco nos hemos arenido, en nuestro escudio, al
concextO físico en el que están incrustados enunciados aislados y he­
. mas prestado escasa aLendón a la coordenada del discurso previo.
Lewis' incroduce esta coordenada para dar cuema de oraciones que
incluyen rderencias específicas a lo que ha sido mencionado ames,
como ocurre con sincagmas de! cipo e! susodicho. /\...J.,.ora bien, se da
el caso de que cualquier oración que no sea la primera dd fragmen­
to de discurso recibirá una incerpretación fOrzosamence restringida
por el texto precedeme, y no solameme aquellos sincagmas (como el
JUsodicho) que se refieran de una manera obvia y especifica a éL De
la misma forma que la imerpretación de la muesrra a en la represen­
tación infamil de «sin .molestar aUeónl> y la muestra [pi en [greip­
brirnlestán determinadas por el comexco en d que aparecen, las pa­
labras que aparecen en el discurso están constreñidas por lo que,
siguiendo a Halliday, llamaremos .su ca-texto. Consideremos las si­
guientes piezas léxicas en un conjunto de comextOs verbales citados
casi al azar del ¡ouma! during the Voyage oi
HMS Beagle round ,he
World de Darvvín:
{l6} <l. -The chitdren óf mefndian.s are saved;co be so Id or given away as servams.
or ramer s!aves for as a iong ü.:ne as (he owners can make mem believe
memselves slaves. Bur 1 beiieve in c.heir treaml/!7I.tmere is lirue ro complain
of. (114)
c. ~VllCn (He carr'le \vttb.in hail, one oE [he four na(!l~eS \vho. wer~ pí
vanc~d ca rece tVe U5 J.nd began (O shouc L7lost: Veherncnciy, \VlS~;
l' ,­
rece ilS where co ["",d. Wnen we were on shore me parry lookedra
medo (206)
rU,eg3.dos al aleanc.: de la 'lOc, uno de los cuarro salvajes que:
;u.es;~o desembarco Se ade[ancó a !'"ecibirnC'5 y CGrG,;;(iZÓ a
podía Dan lndicarn~s el punco donde debíamos (Omar cierra.
~omo desembarcamos, ia parrida pareció un camo alarmada).]
d. ,-\.¡'1:er crossing many low hiUs, we descended ineo che small ia.e.
¡:¡laín oE Guicron, In che ba>'ins. such as chis one, which are eleva
one chousand ro cwo chousand feer aboye che sea, ,wo s¡:
~caci~ ...grow in number,(257)
(edición
de acravesar var:as colinas poco elevadas. bajamos al peq
no Guitrón, rodeado Dor codas parees de colinas. En depresíin
¿m,s . .simada a 500 v au; a 600 mecros bajo d r¡j\-d del mar, e
g~an número dos esp~ctes de acacias .. ,;:;1
Lo que queremos señalar aquí habrá de resultar obvio y
aDlicarse a cualq uiera de las ocras piezas léxicas que no hemo
(~ en cursiva en los cexcos citados. Sin embargo, si consider~a
(ipo de contenido léxico que esperaríamos enCOnlraLasD~1-
fa rmas rrearment, fandin~ party y basin en una entrada: de",! .
río caeremos en la: cuema de cómo encontrar las formasocté[
un'comexw determina su interpretación. . . ,,,]
De la misma manera que la interpretación de piezasl6d,
dividuales está determinada por el co-cexw, así suced~c
pretación de enunciados dentro de un discurso. ~o:nside.;!:;f
cextO: es el conüen:zo delad<:scripcción.de.uncomlc,.d~{
zada por un alumno escocés de dieciséis años: '~7"
t
t
t
(17) 3.~ a man ana a woman sicring in che living room + (he: woman s~tf
d.ing quite happi!y - me ma."ú boced goes (O che window ¡oo~

[Se perdona a los niños [de los indios], a los cuales se vende o se da para window -;. and "'en himsdf ready and goes out + j
hacerlos criados domésricos, o más bien. esclavos, aunque sólo por el ciem­ run hombre y ~na mujer sentados en el cuarto de estar -;. la muj~
po que sus poseedores puedan persuadirles de que son esclavos. Pero, creo, leyendo bascame feliz - el hombre está aburrido va a la vemana mi¡;:
en último caso, que les tratan basrante bien>.1 v~nc:lila + se arregla y sale] . -c-;
b. The same evening I wem on shore. The flrsr fanding in any new couner"! ¡s
very imeresting. (169) El lecrar debe interpretar tlÚ woman sitting reading quíÚh~A
(Lamisnia (arde fui a cierra. Desembarcar por primera 'fex en un país ciene mujer sentada leyendo' basrante felizmeme} como la «mui~
siempre interés'.] .. -'.

, El viaje <kl B~agte. Barcelona. Loor. i984, pp. [22-23. ~,de la T.) ; {hid.. ;J. 243 ¡N. de;a Ti

• [bid.., p. i 95, [N. de la T.] ~ ¡bid., pp. 310· t L tN. de!a T

70
 _~.-I~ij""C"">"F' , ',;"-', ",. ,,;.~.,.' .'".'." .:.,:~,," '".C>',-'. 'ti

:T ~ -~ ..

Todo e:nu~cia¿o :eal :::s espacio(empor31mence unico, al ser pronunciado o el ciempo cengan relevancia en la ide:neülcación de los aCLQS

escrico en un deeerminado lugar y en un decerminado momenw. En el su·

pueslO de dispone~ de algún siscema para localizar pumos en el <:!spacio y en
el ¡lempo, eabe la posibilídad. en principio, de especificar la situación espa­
:- "
It enunciación.
Quizá los procedimientos escándar nos permican fijar las dime:nsí
nes espaciales [elevanees para la íneerprecación de expresiones deíe
ciocemporal conerera de cada enunciación}
_., I
cas como !Jere. SUpOrlg3.l-:r:0s
'1 '!'
que..J ~sca~nao.a~aoXcon Y, de pte
. s
Por supuestO que existen sis¡:emas estándar para iocalizar puneos en I bre el borde azul de la alfombra ue ,a obclna de, , que está en tic
el tiempo y en el espacio. posible especificar que el ciempo de .. calle decerminada de Manchescer, en Gran Bretaña, en Europa OC(
,
una enunciación se eXrlende desde, digamos, las 9.33 a.m. a las deneal ... Y podrá emi1:Ír cualquiera de los siguienees enunciados:
9.34 a.m. del 5 de junio de 1961 . delimitando la enunciación con
el reloj y el calendario, buenos sistemas estándar. Presumíblememe J
~
(2l) tl.. There's anoche, ",.rom sectíon which needs ,epair hece.
que neceslta reparación aquí.l
. ,
podemos, ,;; [Citemos (os instrumenco.s perrinences, especificar ellu­ b. go:: a very i1l.ce room n.ere.

gar de la enunciación en términos de una precisa inreraccíón de la [Tienes una nabiracion muy bonita

taümd y la longimd. Pero no está del codo claro, sin embargo, que v. I;:' s :1 leaily nas~ day he re.

un día verdaderamence ciesagradabie

estos sistemas estándar en particular ofrezcan información relevance d. You have a ~omparJ.tivdy md¿ climac~ hcre.

en cualquier ocasión. Probablemente una parrullera en alea mar re­ un ciempo compar3.c~~,/amenrc suave aquí.]

gistre mensajes de esa forma, pero es evidente que, como humanos,

nuestra experiencia de los enunciados no consiste en registrar en la
memoria una lista de enunciados a los cuales se adjuneaJ1 etiquetas
esrándar con la especítlcación del lugar y el c.iempo en esos cérilli­
nos. Un arnigo puede imentar hacernos recordar algún enunciado
del que arnbos fuimos testigos mediame una variedad de fórmulas
temporales y espaciales:
(20) a. Bur you juse said he wasn'"
[Pero acabas de decir que él no estaba]. (Lugar: se mamiene; cíempo: hace
solameme unos minutos)
b. y ou said in che start meecing yesterday chat he wasn' c.
que
[Dijiste ayer en la reunión de! personar no
él eseaba.]
c. You said lase week ae che seaff meeting thar he wasn'"
[Dijiste la semana pasada en la reunión de! personal que él no estaba.!
d. You said lase year waen we mee ln T oromo rhar he wasn'~.
[Dijiste d a1''.o pasado cuando :tos vimos en Toreare que él no eseaba.]
La localización espacial que idenúfica here [aquí] en cada una de es
~as expresiones puede ser interpretada como una serie de. círculo,
concémricos quese,ensanchana· parür del hablante T engíbban~
ferentes porciones de espacio fíSlco, pero la inrerpretación del alc
ce espacial de la expresión here en cada ocasión concreta.de~us~
an·
de buscarse en el conrextO de lo que está diciendo el hablame:~.E~
que parece estable en las ímerpreraciones de here (aparre de lOS"'E~
culiares empleos que derivan de ia comunicación telefónicaa~rii
I
t
distancia, que se estudian en Lrons, 1977) es el hecho de que':eI
centro .dekricoestá.sil:Uado..ail~ dondeesré"ei' hablaii'te~" .~ "=-~:'f
P~oblemas muy similares surgen de la interpretación de la d~ .
Dresión deíctica (emooral now f ahoraJ'. Consideremos los siguientes
.l J. '" v
t enunciados posibles:
a. ClaD alrogecner NOW, (La maestra de gimnasia a la clase)

[D;d pal;;as ¡O dos juncos ,.lJ:iORAj.

CuantO más lejos en el ciempo se sitúe el mensaje, menos posibili­ b. 1 chink vou should beginmen= chapeer now.

dades 1:.iene el hablante de recordar con precisión la fecha y la hora [Creo q~e deberías e~pe"'..ar ahora el siguiente capírulo.j

c. Now I' m gea:ing9kier 1 reaily dQfind policemenloQk'younger.

en la que se emiúó, y mayor será el período de ciempo en el que.
[p.nora que me hago mayor me da la impresión de que los policías pare-'­
pensará que es posible que se haya emitido. Paieceimprobable, en­ cen más jóvenes~} , .__
tonces, que los «procedimiemos estándar» para registrar el espacio y d. Prom eIle ¡ron age cill üOW, man has oeen rnaking increasingly cómplex:ai:;:
¡;eractS.
[Desde la Edad de Hierro hasta ahora, d hombre ha esrado rabricando ar­
, Lyons, 1980: 5 i L (N. de la Tj ;efacros cada vez más compte.ios~l

76
Spamnan, que cuacro meses ames residía en el Re/ormatory (retor­
macorio], pero en una época amerior Rosanna Spearman had beena
thíef[Rosana Spearman habla sido una ladrona]. Dcmro del domi­
nio temporal de los {{cuacro meses ames» se introducen un hablame
y un oyeme nuevos:
{ 19) 0Av í '" s~iri rr'l rh~ ~:.r;:-v;t
uüon (hac ({Rosanna Soearma.n shall nave he:r
ch~nce, in my ser"ice,>. In a wed:: a.Ei:ervvards Rosai1na'Sparman entered chis
escablishmenc as our second housemaid.
[Mi ama... rep!icóle a la directora: «Rosana Spearman comará con esa oportu­
n¡dad bajo mí servicio». U na semana después ingresó en calidad de segunda
doncella]".
ti LÍempo de la enunciación, Abou¡; flur months belore the time!
am writing o/ la benefacwra señora habla del fururo. ¡halL have her
chance [comará con esa oponunidad]. En la siguience oración el na­
rrador comenra qué sucedió una semana después del ciempo del dis­
curso de su señora, desde el pumo de visra de su comexw en el mo­
memo de escribir su comribución a la novela: In a week afterwards
[una semana después] ...
Esca breve imroaucción no hace jusrícia al imerés de la esrruc­
LUra temporal de esre pasaje. Apuma, no Obstar1Ce, la complejidad
de los conrexws que puede crear el co-cexto, encajados unos en
orros, y que, como oyemes í leerores, somos capaces de interpretar.
En el Capíru10 6 estudiaremos el concepro de referencia anafó­
rica, cuya imerpre(ación -así se suele afirmar- depende crucialmen­
ce del Ca-textO,
Por elm-o~ento lo que nos imeresa desracar es el poder dd co­
texto para forzar una imerpretación. Incluso en ausencia de infor­
mación sobre el hablante / escriLOf y sobre ei recepcor degido, suele
ser posible reconscruir al menos alguna parte del contexro físico y
llegar a una interpreración del texto. Cuanto más amplio sea el co­
rexco más segura será, por lo general, la interpretación. El texto crea
su propio contexto. Como señala Isard (1975: 377): «lo que se co­
munica no sólo depende del contexro para su interpretación, sino
que transrorma ese comeXLQ».
¡ íbid.. ? 42.
74
2.3. La expansión del concexto
Hasta este momento nos hemos ocupado de imponer
00 de escruccura analícica sobre la masa amorfa del comex!
~lr de COnteXlOS paniculares, hemos hecho abstracción de (
comunicacivos generales, hasra llegar a un conjunco de cal
l \
¡ , t
os, algunas de las CUales parece que SOn reievances para le
un acro comunicativo como perrenecieme a una clase dete
para comprender la capacidad que tiene e!oye'.:~.f~ de predec
: . ;díO'a
oosible que : ¡ el hablancc eri ún ripo dado de comexco, v
L ¡
plicar las resulcciones que impone el comextO a la imerp
El :ecror areOlo se habrá dado cuenca de que nos hemos sel
concenido de las características propuescas por Hymes y de
denadas propuestas por Lewis de una manera bascame ir
Por eiemplo, hemos dado camidades variables de informaci<
el habta;;te o el oyem:e o el ríempo o el lugar en nuestros áñ
diferemes fragmentos de discurso. Esta aceÍlud es consisre
las propias expeccacivas de Hymes sobre cómo podría utí!i­
clasificación. Recordemos que él pensaba que los. rasgqS;c:Ját
les podria.'1 considerarse de' form~ similar a los rasgos:fo~a
nerales: relevanees en algunas ocasiones, pero no siempr ~
cables en varios grados de sutileza según los diferemes·­
(2.2.1).
Surge, emonces, un problema para el analista dddi
decidir cuándo es relevante una caracrerísrica concrera
cificación_de unconrex1:O derermiaado,.,.rqué'grado-=d
T
ción se requiere. ¿Hay principios generales que- determ'
I vancia o la namraleza de la especificación, o debe el an .
i
".0:
juicios ad hoc sobre estas cuesnones cada vez que se dispone.{~
jar en un fragmemo de discurso? Por el momemo, limi(~~
discusión de este problema a los rasgos que atañen direcra:Q¡i.
contexto deíctico, rasgos que permitan la interpreraciÓ
siones dekticas como la expresión temporal ahora, la eXP~
pacial aquí, y la expresión4~EEimerapersona yo..¿Ba}§RI
miemos estándar para dererminar qué información es rel~
la imerpretación de esras expresiones? .~~
Lyans (1977: 570) sugiere que debe haber, en prinCIpIe
procedimiemos estándar:
 L""'!.. ,." -"
í .r;! ra!";rat1fr;íta
o "~"
dl'l Da¿(.v
~/
Te!e()'f~ZDh
~
:\Ticho!,as '':;arland mcsnando cómo V~ a
podemos inferir sobre intenciones del hab/ame a parrir de! he­ la. Primer ¡'vfinistro.]
cho de que haya elegido una descripción en panicular antes que (SeO[) P~¿ss. 27 de tebrero de 1982)
cualquiera de las oeras que pueden evocar el mismo reference?" Para o. FranÍ? Si/bey, chief inlles:íga;or /or che S~7!a;e Labor and Human Reso¡{rr:es
cada individuo exiscirá una inmensa can,cidad de descripciones posi­ COn/mitre¿. plckcd up his celcphone,
Sitbey. . j4~ dél Comité del Smado sobre T~ab"jO J
bles que serán' más o menos apropiadas en diferemes conrexws.
Recursof H:.(manof COflCeSl,:Ó al cd¿torlo.j
Podemos idencificar a una Dersona Dor medio de rasO'os
Á 1 b
físicos: the (T¡<me, 31 de mayo d~ 1982)
woman in "he comer [la mujer del rincón], the man wich a beard \..-, Sop};ia Lorcn rf)¿ j2lm aCCíej')¡ avvokc in a Ce! l in Caserca, rl<:!ar
.. !
hamore 'L.
la L. 1
uaruaí; . I
!-¡Je '
srnaent /!
WtJo nas í?adi' I J. d d"
ms í?azr .
:re l el esLU­ Naples. codav.

diame que se ha ceñido el peloJ, the child in the pink dren [ia niña (5ofia Loren~ la ac;:riz de cine, dcspcn.ó hoy en urta cetda: en Casert3. cerca

I
f

del vescido rosa], o, más o menos- .a4ttladoramence, the ta!! distin­de Nápoks.] 982)
guíshed-looking man / the man with a big nose and stringy haír [el
hombre aleo y de porre distinguido i el hombre de nariz grande y J.5Sllre invescors in his counrrv.
pelo estropajoso], Podemos ídencificar a la con una descriD­ . J'rúnr::r :VrinúrJY; r.Ú Z~·mba;l.¿ buscó ;:tyer J.scgU(J.c 2.

ción de lo' qúe hacen: "he woman who úthdttlng -;¿p ¡;h~ Admira! (la lOS rucuros ~n'/crsores en su
i Tfr¿ T;";-:r,1¿5. 2l de ma'.~o de 1981~:
mujer que eseá charlando con el /\lmirance], the ma'l who '5 fixing che ruling R¿'!/o'urio~ary Parry ',v:1S o2-1ci.~ly deciared
~. Senor Jorge Blanco
the car [el hombre que eseá arreglando el coche], eec.
W!(lf1c~.
La variable de mayor imerés es ia que concierne a los diversos [EL señor Jorge Bíanco. de! g'..I.bernamema! Parrido RevoLucionario, rue OflCial­
papeles que puede cener un individuo. Lyons (1977:574 y ss. ¡:) dis­ menee declarado vencedor.1
(The Times, 21 C.e ~ayo de t 982)
eingue encre el oficio deíctica de un individuo (que asigna, por
• [ d
ejemplo, ,os pronomDres e primera, segunda o tercera persona) y
. I

su oficio soóalo«estado». Lyons señala que, por ejemplo, los tér­
minos de tracamíenco empleados por un inferior ,para diriC'irse
t>
superior en la escala social pueden ser diferentes de los ucilizados
enere iguales, como ocurre con los cérminos vocativos de! lipa "Sir»
(Señor] o «Doctor>' [Doc1:Or} o (My Lord" [milord] (en un eribu­
nal). Enconcraremos términos de eraramienco diferences en contex­
(Os sociales diferentes. (Piénsese en la distribución de los Dronom­
bres':u/vouren francés [o de tú/usted en castellano}). E~ generaÍ
podemos afirmar que, en un conrexco social concre(O, cada indivi­
duo adopca un único papel en un momento determinado. Si echa­
mos un vis cazo a cualquier periódico, podremos encontrar una rica
colecCión de idenrificaciones de individuos en función de! papel so­[No éStoy en conera de :.¡(I P/'.DRE. solamence en conera del MINISTRO
cial rdevanee para las nocicias. He aquí unas CU<L.'1cas:
En cada casO se idenrif!ca al individuo o por el papel que es relevan­
a un Le para el concenido de! artículo o por d papel por el que lecon?c¡:
el público. Cada uno de escos ind.ividuoS'pued~ [en~r o~ros muc~os
papeles: padre, hijo, sobrino, hermano, a¡edreClsn, Jardmero, ~e[Jo­
dista, oero como no son relevanees en el conrexro, no se mencronarl
<
en esea ocasión.
Cabe ~a posibilidad de que en alguna ocasión sea reievance más
de un papel ~ocial. Rommerveir 0974: 45) analiza una oración qu¡:
aparece en Chomsky (1972: 67):
1 aro <lOC againsc MY f ATHER. oo\y againsc THE L'lliOR
MINISTER
DE TRi\BAjOl

(23) a. Daily Te!egraph carroonist Nicholas Garlandshowi.ng how he sees .-he Prime RommeeveÍr sostiene que la oración no es necesariamenee co~[ra­
}¡[inister. díctoria aun cuando el individuo al que refieren las dos expreslOnes
, I • . !

nomÍnaies sea el mismo. La oración sÍmplememe expresa la <L.'11DlVa­

.j~nc'a
, el'e - ,humarla.~ nOLm"!·
' .;~ °XDe~je'1Cla <u.
alo"nos
~u
asoer-os
,-v
r1~ "na
.....'" ~ <
1"-... 1 <1. '-
.\, . ... ...1.,.0,. - Y L

;l Lyons, 1980: 515 y ss. [N. de la T.J

¡:ncidad nos ag;adan, pero oeros no. Rommeeveic se muescra comra­

81
80
 Parece que en e y en d los enunciados están. localizados demro de .
d¡feremes periodos cemporales, uno en relación con el aumemo de
edad del hablame (englobando un período de 20-30 años) en opo­
sición al progreso dd hombre (que engloba un período de, como
poco, décadas y posib!emence siglos). Los enunciados a y b difieren
en que la acción especificada ha de seguir a la emisión del enuncia­
do, inmediacarneme en el caso de a, pero después de algún lapso
. ciempo en b. De nuevo proponemos qüe el cenero deíccico lo sicúa
el hablanee denero del coneexro de em!.nciación, pero [a interpreta­
ción de la relación, de simulraneidad o de proyección fumra, que
establece la expresión now con la enunciación, y el período de (iem­
po que implica. deben dererminarse comando en cuenca el comeni­
do del enunciado.
Habría que señalar que esre escableómiemo del cenero deíccico
qLte le motcsraron .:!n J.quella ocaslón ~: no las nevará puestas ha;.:.J
corresponde a lo que Lyons (1977: 637) denomina
ia sicuación canóniCl de enunciación, esto es aquella que comprende una se­
ñalización de uno a uno o de uno a muchos en el medio fónico a lo largo
dd canal vocal-audiüvo, con todos los pa.rcicipames o incerlocuwres presen­
tes en la misma siruación real capaces de verse unos a orros y de percibir los
. rasgos paralíngüísticos no vocales asociados ajas respecrivas-enunciaciones y ­
con la rransterencia alternativa de la función de emisor y recepcor'o
Cabe, por supuesro, la posibilidad de usar las expresiones aquí y
ahora en lo que puede describirse cOmo «contexr:os desplazados».
Pensemos en cómo se interpretaría el enunciado Aterrizaremos aquí
que un astronauta le dice al ocro, en la Tierra, mientras esmdian un
mapad,: la luna. O cÓrpo in.terpt.et.aríamos.eLme,nsaje que-aparece
en cada hoja de una marca de rollos de papel higiénico que se usa
en los organismos oficiales, que dice NOW WASH YOUR
HAL"fDS, PLEASE [ A.hora lávese las manos, por favor]. Los ha­
blames, y los escrir:ores, cien en :a posibilidad de' transferir el cenero
deíctico a la sicuación espacio-temporal del oyente, o del lecr:or,
donde será recibido elcexr:o.
Como resulcado de la discusión sobre las coordenadas espacio­
temporales que parecen, en principio, panicularmente suscepribles
de especificación sistematica;-sacaremos como conclusiones, en pri­
mer lugar, que las expresiones deíccicas pueden conservar un centro
:. LyOflS, 1980: 574, :)l. ·:le la Ti
78
deíctica escándar, pero que deben ser interpretadas en relación con
el contenido del enunciado en el que aparecen, y, en segundo lugar,
que la descripción cemporal estándar pertinente de un enunciado,
por ejemplo, las 9.22 a.rn. del marte)' 28 de junio de ¡ 813, freme a a
finaLes deL siglo diecinueve, variará dependiendo del conocimiento e
intención del analista (o del hablame) al referirse a la localización
temporal del enunciado. Es decir. aun cuando exisrd un sistema es­
dndaf, convencional para adjudicar a los enunciados marcas espa­
cio-temporales, no hay ninguna garanda de que este sistema pro­
Dorcione la información rdevame. Por ejemplo, en 1 veíamos
~ste fragmemo de discurso:
He seemed ca resem them on duc occ:1sion and wiU nm wear chem coday.
donde especificamos qued [iempo de la enunciación era el 4 de ju­
nio de 1980. anículo periódico del que se exuajo apareció, de
hecho, en esa fecha. Sin embargo, para cualquiera que sepa lo que
significa la expresión eL Derby, habría sido casi seguramente más in­
formativo definir el momenco de [a enunciación como eL dia de!
Derby de 1980.
No se pueden considerar las coordenadas espacio-temporales
como simples claves sin esrrucmrar de la imerprecación en el con­
rexto. De la misma manera, las resta mes coordenadas relevantes pa­
ra el coneexto deíctica, hablante, oyente y objeto señalado, Iampoco
pueden ser visIas como simples claves sin estructurar que exigen
una especificación sisremácica, ¿Qué significa especificar,. por.ejem­
plo, la coordenada del objeto señalado? Podemos ideneificar a una
persona por su nombre. Así, podemos informar de que BLen Blair
said she'd fike to come [Ellen Blair dijo que le gustaría venir], y ello
podría basIar para idemificar al hablame; de hecho la expresión
ELLen sería suficiente. Pero si no se sabe quién es esta persona, o
quién podría ser, sería mayor ayuda dar alguna indicación de por
qué la hemos introducido en la conversación. Por ta11to, podríamos
decir my friend ELLen BLaír [mi amiga EUen Blair}, o the former
chairman E/Len Blair [la anterior presidenta Ellen Blair] o a nurse in
the ward calfed Bien Blair [una enfermera de esta planea llamada
El1en Blair}, presentando, de alguna manera, «credenciales» de. su
existencia y de su relación con el habiance responsable de su intro­
.
ducclón ., ¡y'torga.tl
en la conversaClOn. " (19 71):
- L ) se pregunca "Q'
/./.j'
.q.... ¿ ue
 esre dibujo el osito está sobre la silla pero no hav ningún osiw en
aquél.) , -end"'n~;a
Lbs dibujos so~ ídémícos, excepto en eres cosas: la presencia o au­
senCIa rde un aSIlO sencado en una silla, las colchas cienen esramDa­
'd· ¡ ,
ClOsuerenres y e espejo no eseá colocado en el mismo sido. Es eVt­
denee que para la niña el objero que resaha es el osito. En su
primera respuesra confía en la posibilidad que ciene la maesua de
acceder ~. :=oncexto visual comparcido como medio de imerpretar lo
que ha dlC~o. Así, se~ala al osito (thar one [éseJ) del primer dibujo y
luego ~ la sIlla vacía del segundo (there [allí]), y supone que la maes­
era esca prestando atenCión a lo que ella señala en el concexlO de si­
ru~ción que aI?bas comparten. Cuando la maestra le impide señalar
y tinge. no .poder ver el dibujo, la niña comprende que la situación
comuntcanva ha cambiado, que no puede confiar va en el comexro
visual ~omparcido y hace explicita su referencia (th; teddy [el asilO]),
la .¡~callZa verbalmence, sin señalar (on the chair [sobre la silla]) y ex­
pl!Clta_ en qué difiere el segundo dibujo del primero (chere ain 't no
teddy l??, hay osiro]). La emisión de b y los actos que acomp<L"ían
esa emlSlOn han transformado una caracteríSTica funda.rnemal de la
~escinararia,
na.
su capacidad para verlo mismo que está viendo ia oi­
.
Los hablantes, los oyemes y los objeLOs señalados no carecen de
características, no son esferas incoloras. Támpoco se limitan a llevar
adosadas una serie de «etiquetas» con sus nombres v con una des­
cripción idemificativa. adecuada a rodas las ocasione;. Lo normal es
qu~ ~tén dotados de un enorme número de propiedades nsicas y
SocIales, cada una de las <:lla!es puedes¡;:.r.la..relev:ancecenun acroeo":
;n~nica~vo~~teiin!~ad~~ El seco esquema del filósofo, que permiee
fa IdentificaclOn del hablante y del oyente como X e y, es sólo perti­
nente en un modelo del mundo muy restringido. El analista del dis­
cu.rso, que rr~baja en el mundo real, ha de extraer, o, lo que es 10
mIsmo, conSIderar relevantes, justamente aquellas propiedades de
los r::sgo.s del context? que sean pertinentes en el particular acro co­
n:un.!caavo que descnbe, y que conrribuyan á la interpretación (o al
slgmficado pretendido) del enunciado. Como.apuma.Enkvisr
(l980:79!r«la-primera-difrcultáddela.nalistadeI conrexro es su ri­
queza". ¿Cómo determinar qué propiedades de qué rasgos del con­
r~xro son relevantes en una determinada ocasión? ¿Existen princi­
plOS generales a los que recumr? ¿Es razonable suponer, como es la
84
L .... .....t \.....
~.. Cl"'lneral ) que los rasgos del conrextó que son imporrar
o\.. ...
para el habbme lo son .también. fara el.oyeme? ¿No deb~rfar
pensar mis bien en una tmerseCClon parCial de dos perspeCt:1Vas
bre el concex[o) Bar-Hil1el (1970: 79) afirma que ,da profundi,
de! concexro pragmático que se necesica para la comprensión c{
c_ d'e ¡ , I
distintas muestras de oraciones es üereme, e aro .es~a, en lO.~,,(
,; nCos casos». Hasta el momenco sólo tenemos una vlSlOn muy III
~~'d~ del modo en que podríamos estabtecer una deeerminaci~n
{(la profundidad del concex!O pragmá~ico necesano" para la mr
pretación. Esbozaremos un posible enfoque de esce problema er,
, róxÍma sección y en el Captwlo 3,
D
) / Los principios de (interpretación local» y de '<analogía»
_.'±.
En comemábamos los problemas a los que se enfrema
análista del discurso al intentar especificar qué aspecLQs de los af
remememe ¡limitables rasgos del contexro deben. cener~e en, CU~
en la imerpreración del discurso. ¿Cómo dererm;nar el.-penf;)~
LÍempo relevame para la tmerprecación de una Cle(ermmada,a;~i
ción 'de "abara» o las caraccerísticas relevantes de una pe~so!l~.
que nos referimos median re la expresión .«]ohn»? t:'1ay que'sut:~
que, en este caso, las dificultades del analls.ta. del dl~curso son,;
ticas a las del oyeme. Debe de haber prinCipIOS de interpreta
alcance del oyente que le permitan determinar, ?,or ele~plo7 u .
t:erpretación percinente y razona.ble deJa-.-exp¡;:SI~~«"JOnn~efi"~
tO comunicativo oarticular. Llamaremos pnnclplO de mterp~;
cÍón local a uno de esws principios. Esre principio insra al oyen~
no consrruir un comexLO más amplio del necesario para llega~a=::~
mrerpretación. De este modo, si alguie? oye a orro decl~ . ' «C1e~~ . ¡¡,
puerta» mirará en busca de la puerta mas cercana suscepnbled~~
cerrada. (Si esa puerca ya está cerrada, segurameme re?p()~,$~
«Está cerrada», a.mes que considerar qué otras puertas puede~w
cerradas.) De igual m<L'lera si el anfirri¿n le di~e al. invitad~.J~,
temprano», después de haberle invitado para las ocho de la ra1},;
~ . «cemprano» en relaclOn
. , a 1a 1hor~ ~enC!ona. day no.~
interprerará .. '7
relación a alguna hora mencionada con anrenondad. r~i
Veamos Vd:: nuevo el fragmento (17), que presemamosaqw.c9
mo (27).
 .::;::;.:- . . .---"""'=.
-
:::..;:~~..;;;-~-:.;-.-:;:-,

"

Según la e>olida, Fernandez dijo ho\; a los magímados encargado

~io a "la noción de referencia idemificadora como Duma definido que hab¡~ éscado encrenándose par; el ataque \05 seis últimos mes
¿!
mequívocame~re en un espacio monista y episcemológico cranspa­ Se~ que ¿[había afirmado que el Papa "pareCÍa furioso" al olr ,as críri
reme, consuutdo sobre tos prerrequisiws axiomáticos de las ope'ra­ cerdocc sobre su forma de llevar los asumos eclesiásticos.
Clones específicas de ta lógica formaL ,", donde «las severas [ev~s de Si eS considerad.o culpable, ¿L ¿¡pafiol se enfrema con una semenci;;
los v~ores ~everdad prescriben que el hablame debe conoce'da (la dcL5a20
enrlu.ad senalada) (Oralmente o no conocerla e:,¡ absoluto"
Hemos resallado en cursiva las eXDresiones se refieren:
(1974:48).
bre idemificado en el cicular com¿ Pries; [Sacerdocej. La iro
~ Es posib[~. c,9ps~derar a los hablanres, los oyemes y las emidades
cía de su papel como saCerdote (a la que remiten las expl
.senaladas desde la perspectiva de más de un papel. Veamos:
Príest [sacerdote], a disJident... priest [un sacerdote disiden
,. príest~' [del sacerdote]) LÍene que ver presumiblemente cone
(24) a. r..s hís neighbour r see quiee a !oe of h;,.,., as
r..!S I hard!y even see
him. . de que sea sacerdoce de la Iglesia Católica Romana, cuya Ce
[Como vecino suyo, te veo mucho, como colega aper:as si le ·.·eo.1 el Papa. Como el suceso üene lugar en POíCLlgal (Lisboa) y ee
b. a colleague you' re ddlciem buc as a neighbour 'you' re rnar\'e¡¡~us.
;S do tendrá que cumplir cualquier condena subsiguieme en p,
LComo colega (Lenes fatlos, pero co~o v,ecino er~s 1'"[l 1 rav;!lo5o ¡
c. í quic.:>o 'iL• h::.~ "15 El. [1 • !,. . '"" resulca relevante que el sacerdote no sea porcugués (et... Spani:
t r...... ~.:..,.; u co ,.eague ane 5h~ 5 very píeasanc as a C15ual friend bur
.:I> ,_<.O, d. -/
A , ......

she s ¡mpOSSlOie lO [ive 'Nich,

[un sacerdoce español}, the Spaniard [el español]). La expresi{
[Me gusra ~as,am~ ;=omo colega y es muy agradable como amiga ocasio­
rencial indefinida, confilsa en porencia, remice, aparemem(
nal, pero es ImpostO/e ViVir con ella.]
período amerior a [a idemificación del individuo como «sa'
español disidente», También se le ¡denrifica, como individuo"
Está claro q~e podemos cener opiniones parcial o wtalmeme dife­ nombre en el conjunto constituido por la.i.ncersección~de:;r~
remes del mlsmo individuo en sus distimos oapeles. cos papeles relevantes (Juan Fernández Krohn, Fernández):t!J;
Ene! siguiente extracto de un repon:aj; de The Times (del 15 nala Lev'j 0979: 173), ,'puede que el habtance, al hacn;1:,.ij
de mayo ~e 1982), para designar a un mismo individuo el reDonerO no se limiee a identificar, sino que construya el objero m~~'
emplea ~feremes expresiones que arañen a los múl[ipies papeles selección, a partir de un campo de relaciones, de aquellasR~­
que conslderarelevames para el suceso: des que
• son rdevanees en el momento de fa enunciación». ' •.-~
- ••"1;>

Consideremos la respuesta que dio una niña de cin~§i

(25) Pnm, is charged wi.h Pope aaack (Lisbon, May 14) . . ... :
A dusident Spanish priestwas charged bere (Ociay witÍ1 anemocin o ;:0 murcie­
medio en una. guardería. de.,yorkshire. cuando lecpregtHl~
me Pope. ,'" ' se diferenciaban dos dibujos. La niña contes!ó:-~
Juan Fem.dndez /(rohn, age~ 32, was arrested atter a m.In amz~d with a bayo­
n~tapproached che Pope wh¡[ he was saylng prayers ae facíma on Wdnesdav (26) "'. Thac one' s over ehere in rhar: bue ir in' ( :here.

nrght. . esd. ;¡JH wcima en ése pero no esc:í. alfIl

AccordinO"
I . •"
co ,.che
-
no¡;c",
t"' .~. c~.~ J._
,,",,1".=.<;
l .0' eo.!'d' me
¡.
;nvesugaClng
..
ma.g¡suaces
.
coday

l"Jt ~ad tra!L1.ed ror che pase SiX monms roc ch.e assault. He was aile'J'ed ro hav'~
La maescra entonces suje!a las manos de la nina para quem:í.
~tam~~d eh; Pope "looked furious» on hearing rhe prim'; c::ie¡~ism oE hi;
señalar, cierra los ojos y ie dice a la niña:
nandllng oc me church alfalrs.

_~f found guilcy, ,he Spaniard faces a prison sencence oE 15-20 yC""4S.
b. Now 1 c3o.11';: see :he pícrure. Tell me e.he difference a.:,o-ain,
l.)a'..erdor:e acusado deL ar:aque al Papa (Lisboa, 14 de mavo)
[_Ahora no puedo ver el dibujo. Dime la diferencia om
Ún j'acerdote disitÍen.e español fue acusado hoy de i..~remo de' 3Sesinaco del
P apa. ES!a vez la niña responde:
~'~esrado "esoues'
Juan Femández Krohn, de 32 años,~fue <.l.J...... rl~ ~u~'
'- "i .... U.n nomore
I I
c. In rJús picnue G~e ceddy's on ~he chair out ü~ere
f :..J. _ .....

arm~ ron ,una tJayoneta se acercara al Papa mientras éste ofrecía sus pbr;:¡.rias
airt't' :lO ced4
él1 fanma el miércoles por la noche. " one.

82
 [un hombre y una mujer sencados eO d CUlCl:O de escaL .. el nombre Se abur:.-e Drevia, conjumo que podría resumirse, slg~llen , . do a 0"1 I),K (19-~ji: 99) ,
'fa hacia la yencana .. , sale", va a un dubj
~omo "la SUPUESTA NORL\¡U\UDiLD del mundo»!-, Suponemos
Proponíamos enronces que goes to the window [va hacia la venranaJ que nuesrros músculos seguirán moviéndose normalmente, que l~
-
puercas que normalmente se aren bsegUlran
" ¡'~ d ose,:
~orh.n ~l Del0
que '-"_,
se
-
imerpretaba como {(he goes ro che window in che lívinO'o room»
lva a la vencana de! cuarto de estar], mienrras que goes to a club [va a crece en ¡a cabeza, que los perros ladran, que las Ciudades )e n:anLle­
un club] se incerpreraba como "va a un club de la misma ciudad») nen en su localización geográfica, que el sol brillará, eee. Es lmere­
esw es, no un d~b que estuviera en e! cuano de escar, ni siquiera en same obserrar las poderosas resrricciones ejercen, a eS,ce [espe~­
la Dl;sma casa, El conot:imienro del mundo nos dice que las casas eo, esras expectativas sobre los creadores obras surreallSLas o ele
que eienen cuartos de estar no suelen cener bares. Coes ~ut [sale] no clencia ficción. i\lícla puede pasar a través de un espejO a un mund,o
se interprera simplememe con el significado de "sale de la habira­ donde suceden cosas inesperadas, peiO ella sigue cemendo la CO~Sll­
ción», sino con el de "sale de su casa»',-<.gn el capimlo 7 volveremos LUción ~ ~"er h.ulmano:
"n . el caminar .puede llevarla en una dlrec- d
a escudiar el «conocimienco del mundo») ~'[O' n ; nesDecada, Dero la nacuraleza del acro físico del caminar
' se da
Dor supu~sta, Si se violan demasiadas expecrac;vas, e esc,mor ~ue e
\,.,. tJ. 1.41. l, '1.

Hay que suponer que la experiencia que riene un individuo de

hechos similares en el pasado le provee de expectativas e hipótesis ~esulcar sospechoso desequilibrio memaL de IncapaCidad ae ver
sobre los posibles aspecros relevan ces del comexw, Barderr, uno de el mundo de un modo normal. . ,
los fundadores de la psicología moderna, comenca la imDon:ancia de' }\S1, por una pane, las expec¡;acivas h~cen posible \~ lme~r:reea­
relacionar una dererminada experiencia con oeras simila;es: cíón v, Dar orra, conseicuyen una eX(enSlOn o nueva, anrmaClOn de
su propia'~ val'dez
I '- , 1DOPDer
•
lo ~xplica de modo convmcenre: \<nace­~
L '- " " , . • Q

es legírimo afirmar qUe codos los procesos cognicivos que han sido conside­ mos con exoecraLÍvas: con un 'conoclmlento que, aunqu,:-n~ ~s
rados, desde la percepción al pensamienro, son l11edio,$ po.cdonde ¡menea váLidoaprio'n, es psiclJLógica o genéticarnenteapri~ri, esw es, prev!O a
, e.'<presarse,un rundamencal«esfclerzo en busca de significado», Hablando en coda exp~riencia de observación. Una de las más ~mportan:es expec­
rénninos muy generales, cal esfuerzo es simplemente el meemo de coneCtar
algo t:i&kJ con alguna otTa cosa distinta. eaúvas es la expectaLÍva de encomrar una'~re~landad~ Esta con~cta­
(1932: 227, el subrayado es nuescro)
da a una propensión innaca a buscar regularIdades, o a la necesld~d
de enconerar regularidades}) (1963: 47, subrayado del autor). Mas
En su opinión, los individuos generalizan a partir de experiencias
aún, como señala Lewis (1969: 38), «afortunadamente ~em?s
parri~ares y extraen de ellas un número de tipos de experiencias,
ap rendido que todos. nosotros~o~i~~~~_!E.o_s~<:~~",QJJ.!:,.,..JtJ<1:y;qgp~.!~~.=-- ..".--~
Esta Idea esrá, desd~ luego, implícir.a,en laconstrncdónde~los <::on­
menee, de las mismas an:alogias» ..:\51 que no ~olo eStamosro~o~ dis .;;.
jum:os'd'e'fasgOS--ael comexco que hemos visco en este capítulo. Para
pues ros a buscar regularidades, si?o que ~endemos a pe~clblr las .
construir la noción de "hablame en un comexco» es necesario oene­ mismas. Es evideme que cuanw mas pequena s~ia comumdad, ~us ._
o miembros compartirán más nociones ,de,regulandad, puesto que los
ralizar a partir de varios concexros y dererminar qué caracteríscicas
comparten los hablames de comexcos diferemes. De igual modo, concexws que comparran serán muy sImilares:' .
~ara construir la noción de «género)}, es necesario generalizar a par­ Una vez que el individuo comienza a establecer regularIdades, a
tlr de la experiencia ydecerminar que elenen en común los cuencos oeneralizar a parlir de la experiencia, Íe resulta-posible no, sólo reco­
de hadas, las conversaciones, los r~lediarios, los poemas épicos, los ~ocer que una exoeriencia pertenece a un tipo det~r~~~~~~:J)or .~,'~~,

debates, o las peroratas de los vendedores, que .nos permita recono­ ejemplo una iníuri'aQ unaencrevisra;sínopreaéclr'quéva a suceder,

cer que:.UOtextfresumr'muestra de
uno de escos clpos generales. cuáles varl a se~ los .pro,bables rasgos r~levantes del conte:xto, ~?~:

Sobre la base de la experiencia, por taneo, reconocemos tipos de tipo de acto comunlcanvo. De ello se SIgue que, en una SItUaaon

actos comunicativos que cierlen lugar comraeI fondo de un conjun­

co de expecrativas subconscientes basadas eambién en la experiencia "Vm Dtjk. 1980: ¡ 56, [N, de la T,j

88
 (27) aman and a woman sicring in ;:he [ívina room che m-n's bo-ed '
window ¡ ks ' . d d "" , .. , . "",,, ,
goes ro me
cogido un periódico m.tencras la limpieza una habica­
, . ~o oue ú:e w¡n oW.. ,an goes oue .;. goes ca
his <roes ca a club +
nas a dnnk calks éO che barman dón), El orincioio de imerorecación local, sin embargo, nos condu­
'"

[un
•
hombre
f
y una •
mu):er sen(ados "!1 ...1 cuar:o d~ ~"ar ~I!.
..... "" '- ..... ,_)t. cirá a la c~nstr~cción de u~ comexm limitado en donde da madre»
b '
....... l tlom re se aOurre
va a la vencana mlra por la vemana.. oy sale.;. va a su va a un riub '- "e "O-­
sea la dd niño mencionado v la exoresión it [loJ se emplea
una copa habla co~ el barman]' '-. tH~
hacer referencia a ese niño me~c¡onado oreviameme. Ade~ás
,JL

, En 202.2 señalamos que el «co-cexw» cenía el efecto de resrrino-ir
I~ !~-é:'/}re '' .1' _ l ' ,
d 1• 1:' caco n
UISCU¡SO SUDSiV-Ulence =stablec;m:
'al-"" b • '- "enco lnl-
Cl
dIal h
e (CO-cexLO» decermina qué excensión el ca -"" d
nL'-ACO encro ría pen~a[ que el niño ha llorado un alÍ.o en Singapur y que su ma­
·e cu a entender el oyenee lo que se dice a concÍnuacÍón. De
esce modo, el ~y,enre supone que tos referemes, el marco [emporal y
n:
~l arco espaClal permane~erán constantes, a menos que el hablante
mdlq.ue, que se ha producldo algún cambio en ellos, en cuvo caso
tmpbara, en el mílllmo grad~ posible, el comextO. El oyem; no só­
o doa ~or supuesLO. se ~s[~ hablando de! mismo {(hombre" en LO­
~o, ,-1 Iragmemo, sjn~ camOlen que este hombre estará en el mismo
,:,lClO a no ser el nablante le informe de que se ha desplazado a
orr~. Cuando oyeme .escucha goes to the window [va a la ventana],
ennende que es «che wmdow» que esd en el mismo ,divina- room»
[«cuano de escar"] ya ha sido mencionado, v aue el ho~bre ({v~
~ ~a. ve~tat"1a), en ese' mom~n.ro, . ~nos minuLQs después de l~ escen:
1ll,lClal, "n la qU,e esraba «slrtmg III che living room» ["semádo en el
CUarto de estar»J. Cuando el hombregoes to a club [va a un club], el
oyente da por sentado que el «club» está en la misma ciudad que el
hombr~, no h;- ~ogido un avión para volar a Las yegas, De n~evo la
expanslOn mlntma del marco espacio-temporal inducirá a suponer
[h~~1 h?~~reb ktlSa1~'!.~ .~?ma,~I!a(;qpal yta!~sto the barman
a a con. e arm~J en mismo c!ub y en ese m~menLO, denero
de un penado tlempo restringido, por ejemplo una hora, y no
un año,
rendemos a pensar que los hechos se suceden inmediacameme en el
;o
'. tiemDO v cienen iugar en un espacio único. i\ll::cror no se le
dre lo ha cogido un año después en Aden. Cabría, desde luego, la
posibilidad de establecer un marco concexrual en el que resulcara
plausible lal secuencia hechos, si no se esrablece ese marco,
el lector dará por semada una incerprecación local con respecco al
Liempo, e/lugar y los pan:icipames.
Evidencememe, la noción "incerpreraclón local» es suscepci­
ble can sólo de una concepcualización muy vaga. Parece bascame
improbable que al incerprerar (28) elleccor poscule una distancia fí­
sica exacta encre la madre y el niño en el insranre previo a la
madre lo cogiera, o que se molesce en preguncarse si la madre coge
al niño después que ésre haya dejado de llorar ( y si es así, cuánco
ciempo después en minutos o segundos) o.si el niño seguía llorando
cuando la madre lo cogió. Parece igualmence improbable que el lec­
ro r se esfuerce en construir~ unarepresemación. fOtOgráfica.tridimen­
sional del niño que está llorando en la primera oración y al que co­
gen en la segunda. La «incerpre{aciónlocal>} esLá, con toda
probabilidad, ligada a arra estrategia. que ordena al oyemellecror re­
alizar el menor procesamiemo posible para. construir una represen­
ració nro slifiCienremeñfeéSpeCíflci:fcomiypari>posíbilírát'üitatrrter::;· ..
precación que se adecúe al propósico que; en opinión del receptor,
o

la oración.
Este princioio exi(7~ que el o o
yenc" no consrruya un Coocex­ lo que hemos dicho hasca a...ÍoJ.ora en esta sección conduce
ro rr: a
,.

: an;pllO
•

!e!
•• , • ;0'­

necesario para ~canzar una interpretación, puede

expltcar como "nLendemos la can CItada secuencia de Sacks (l :

irremediablemente a la capacidad dd oyente í lector para ucilizar su

conocímienco del mundo y su experiencia anterior de hechos simi­
(28) The baby cried.
lares en la imerprecación del lenguaje. Es la experiencÍa de hé!chos
TheffiO~mY lC up.
similares lo que le permite juzgar cuál puede ser el propóSÍtOde un
[El niño !lo;ó ..

enunciado: Y es su conocimiento del mundo lo querestríngesu:in­

La mamá lo cogió.]

cerpreración local. Consideremos una vez más (27), que aparece

posible, claro escá., imaginar que la primera oración describe un aquí como (29):
hecho l que .ta segunda describe ocro hecho sin relación con el pri­
mero \.por ejemplo, la persona idendficada como «madre» puede (29) a man and a woman sittÍng ln che living mOffi". ch~ man's bored goes ro me
window." goes oue ... ¡~oes ro a dub
86·
 cuenta que cuando el hablante I escrimr incumple ddiberadarnente
una convención, o [rusera una eXDectaüva en busca de un efecm eS­
cilíscico, sólo puede lograr ese ete~ro porque exisee esa convención o
expeccaclva. La í(ami-límeríck» que se ofrece a cominuación produ­
ce efec(Q sólo a la luz de la esr:ructura convencional de la u¡imericb
[especie de quimilla jocosa], que [iene un riemo caracterÍstÍco y un
esquema méerlco aabba:
(JI) There '-'laS a yo ung gid ~f Sc. Bees,
Who was sCLlng on ú.i.¡e nose by a wasp,
When asked "Does ir nurr:»
5he replied ~ Yes, le does,
Bur I'm glad ¡e wasrú a hornee."
[Eras~ una joven de San Bees ("abejas),)IA. la que te picó una avispa en la na"
nz.!Y cuando le pregumaron ,,<Duele?»! Respondió "Sr, sí que dude.lPero me
alegro de que no haya sido un avispón,,,]
r El prinCipio de la analogía es una de las prácrlcas heurísticas
rundamemales que adopran los oyemes y los analíscas para derermi­
nar 1~ imerprecaciones en un comex(Q. Suponen que todo perma­
necera como antes, a no ser que se les informe esoecífica.rneme de
q:..ie .aJgo .hacambiado_Dahl(1976: 46) formulad'siguience princi­
, ?~0'para los. hablances: '<Indique so~arneme las cosas que han caro­
blaao y omna.las q~epermanecen 19Ual que ames». Reperir 10 que
~e sabe que es conOClmlemo comparcido, ¡das cosas que permanecen
IgUal que anres», viola la máxima de la camidad de Grice. (los ha­
blanres, por supueslO,.,se recuerdan' unos a orros el conocimiemo
que comparren para converrir ese conocimienco en paree del con­
. cexrO,"qt~¡;""activ:~eLdiscurso'io(¡omo' señru::roMcCawh!Yl1979).) - '
. Imerp~ec~os el discurso a la: luz- de laexperienéia 'pasada de
discursos slmIlares, por analogía contexlOs similares amertores (re­
cuérdese la imporrancia que renia la expereiencia de cextos similares
previos en la ¡nterpreración de (14c) en el Capírulo 2, SQUASHED
INS~CTS DON! BITE J\;fAD MENTAL RlJLE). La experiencia
prevIa relevan re, Jumo con el principio de imerprecación local, lle­
vará a los oyemes/lectores a rrarar de inrerprerar enunciados sucesi­
vos como si tllvierarlE~laqº-.g~cgº=el.mism~cema. Cua..'1do- un escri­
lOl' ebloéá segu.íaa.;;-una rras orra dos oraciones, pero no quiere que
pensemos que existe en.r:re ellas una continuidad textual, nos indica­
rá positiva.rneme su carácter aislado o su falra de conexión. Un ma­
92
nua1 de lingüística preserHaba las dos oraciones S!gulences como
ejemplos aislados de ambigüedad escrucmral:
(32) l The ofide and groom [efe las;: nignL
[La novia ;.-~ ~l novio S\! marcnaron pronco b. noche pasada.]
. ¡ 't
1 He greeced ¡he I.vu:n a srTtue.
saludó a la con una sonrisa Q él saludó a la chica que sonreía!
(Bmwn & ~[¡ile,. 1980:84)
En el contexto de un manual de lingüíscica, especialmence si es
de sintaxis, no esperamos cener que imerprerar dos oraciones que se
clran una a conLÍnuación de la oera como si describieran una suce­
sión de hechos. Sin embargo, en la mayor parte de los concexcos. "el
esruerzo naeural en busca de significado» obligará al oyente ¡tecmr a
(tacar co-incerprecar las cadenas ' que aparezcan jumas
~,., U'l"" pa'o-¡'na
'-l. ~......V -~ l I
.•
'b'
) f'f1 una piedra o en un muro, v, cuandO sea pOSl l e, a
imerprecar el Lenguaje como [devance en el contexco físico. ,
Esce úlcimo pu.r.co nos lleva a un concepco imporcance en el
análisis dd discurso, aunque frecuememence mal encendido. El im­
Deracivo "es necesario enconrrar regularidades», del que habla
Popper, unido al «esfuerzo en busca de significado) de Bardece,
co;;riruyen para los seres humanos una expecraeiva muy poderosa
de que lo que se dice o se escribe cendrá ~encido en el con.rexw en
que aparece. Incluso en las clrcunseanClas ~enos .apropIadas, .la
reacción narural del hombre parece ser doear d.e senndo a cualqUIer
signo que tenga apariencia de lenguaje, que simule un incemo de
comunicación. La reacción de un hombre que encuemra lo que
aparemememeson, unos signos. grabados eILuna,piedra.en--meruo
del desierm es rracar de descifrar su significado. La reacción de los
padres coo respecto a sus hijos pequeños, y la de los amigo~ con r~s­
peClO al habla de los que están gravememe enfermos, es ambUlr Slg­
~ificado a cualquier murmullo que se pueda irirerprerar como rele­
vanre en el conrex(Q de sicuación, y, si es posible, imerprerar que lo
que se eLice consciruye un mensaje cohereme que permice al oyeme
consrruir una imerpreraciór. coherence. Oyentes y lectores se esfuer­
zan por igual para arribuir relevancia y,c,?herencia al¡:e..xtO con el
que se encuemrarl a menos que se vean oou?~dos ~ no hacer1?:
La expeccatlva normal en la consrrucclOn e mrerpreracl.on del
discurso es, como sugiere Grice, que se ma."lrenga la releV'"<illCla, que
el hablame siga hablando del mismo momemo, lugar, participan ces
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 habla, el oyeme no Se vea obligado a imemar prescar atención a [0­
dos y cada uno de íos rasgos del comexro (lo que es, en princiDlO,
una carea imposible). Pres(ará su acención tan sólo a aquellos ra;o-os
del comexw que han sido necesarios y relevantes en siruaciones °sí_
mi/ares en el pasado. Barrlet[ sostiene que el individuo tiene '<una
tendencia dominanre a formar simplememe una impresión aeneral
del conjumo; y sobre esta base construir el deralle probable» (1932;
206). Prestamos arención a aquellos rasgos sobresaliemes que son
consricmivos del tipo de género, y damos por hecho que loscasoos
periféricos serán como han sido siempre en:·dp;i'sado.
EVldemememe, hay cipos sucesos con los que no nos hemos en­
comrado en nuesera experiencia pasada. Poseemos estereoripos cul­
mraIes que nos aVIsan d.e que tales circunscancias nos resultan diBci­
les, pocencialmeme embarazosas, porque no sabemos las reSDUeStas
apropiadas. Por ejemplo, si es la primera vez alguien nos 'cuema
un género especial de chiste, segurameme ignoraremos el riDO de
respues:a apropiada, Pero la segunda vez, sin embargo, nos se'mire­
mas mas confiados ame lo que nos espera. (To!sroy, en Guerra y
paz, nos proporciona un brillameejemplo de la inseouridad que en'­
gendra el pr~mer enfremamiemo a un nuevo cipo b de experiencia
cuando descnbe!a emrada de Pierre en una hermandad masónica.)
La experiencia que poseemos de determinadas sicuaciones co­
I aULOra un día de enero
municativas nos enseña lo que debemos esperar de cal sl1::uación,
t~mo en un semido predictivo generaf(por ejemplo, qué ripo de ac­
nt:ude~ se expresarán con roda probabil.i.dad, qué clase de cemas Va.ti
a surgir, ere.) que da origen a nociones de ({propiedad», como en un
se~l(i~o predietivo limitado que nos permire imerprecar formas lin­
. g~ísw¡;as"(por·ejemptb,fótmis··aeíct:i¿as· como aquí y ahora) de la
misma manera en que las hemos incerprerado anteriormente en
con~extos sim~lares. Debemos suponer que la adquisición del len­
guaJe. en ~os niños se produce en el comexro de la expa..rlsión de la
expenenCla, de la expansión de las posibies imerpretaciones de For­
mas como aquíy ahora en diferentes comextOs de situación, Contex­
tos que llegan a ser reconocidos y almacenados como tipos.
Contra el. fon~o de este conjunto de e.xpectativas que nacen de
n~estra expenenCla y la consciruyen, es posibleidenrificar las pro­
ptedades relevantes de los rasgos del COmexro de situación como
nor~as. ~e ex~ectatÍvas demro de un género concreto. Cuanro más
restnnglC10 y mualizado sea d género, más fácil nos será
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esas normas. Por ejemplo, parece probable que las pregun:
examen de licenciarura en mgenierfa quimica cendrán cien
cudes forma y comenido y companírán ciertos pre.s
en codas las ínstícuciones mundo. Cuamo menos res(r¡¡
O'~~ero Dar eJ'emDlo
el' ;:;,'-J.l.. una charla .primariameme ínter.
J L J.' .
menos Drobabílidades cendremos establecer con seguri
mas de 'expeccacivas generalizables a la experiencia inclus~
comunidad lingüísLica. Para una persona que parr1Clpe j
menee en conversaciones con conocidos, esCQ no conscicu}
na difrruicad :Jorque posee una buena camidad experie
. ,~local'a' [a que 'poder recurrir. Por lo que respecta a.
discurso, cuanco personal y particular sea la ocasiór
parcicipames, LimHa~o y circunspectO habrá de :er en
oreración. Cuando se entreme a daLOs del CipO que otrecem¡
~inuación, un rragmenco de un diario privado escriw con k
renclón de recordar, transcurrido cieno tiempo, cómo
'
1982, es poco probable que el an
discurso lleoue muy leJ'os en el análisis:
.:::>
(30) Did more ro ívy's lec;er. AA. rang me ae 4 o/e sne rerurned in-~!}.
had a-rand (¡me w¡eh Gwenda and families. As was mee p.mi
Even~ong CarEl) arra wa.lked baek witb. Mrs. NichoUs (85!!~
cee Cos'Doris rarrg 8.15 and will come comorrow! Bed. 1 L 15. .~
[Hice más de la carta de Ivy. A.A. me llamó a las 4 volvió eldía:;~
había pasado en grande con Gwenda y familia. Como hadabuen~
de fui a las vísperas (reverendo Carlil) y volví andandocon:::la;,fd
(¡¡85!!) e hija. La prima DOrls me llamó a las 8.15 y ¡vendrá ~
cama a las 11.15.1 ... ~"~
Claro está que si el analis¡:a del discurso trabaja con un co.q
numeroso de este mismo [ipo, se sencirá más seguro enStl:'
ción e imerpretación. También él se ve constreñido en SU_t
ración por experiencias similares previas, y formulará sUS€¡f
la luz d~ lo que podríamos denominar el principio de a.r;~~i
El principio de analogia proporciona al. oyeme y a.t-~;
mayor parte de las veces, un marco razonablememes~
imerpreración. Casi siempre, las cosas se correspo~den,.i;
con nuestras eXDeccaLÍvas. No obsrance, las convenCiOnes.
violadas y las e~pecLativas burladas, biendeliberad~·~ .. k
grar un efecto esr:ilis¡;ico, bien por accideme o descUldo. Ter