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La Asociación Americana de Museos define a los Estudios de Público como: “El proceso de
obtención de conocimientos sistemáticos sobre los visitantes actuales y potenciales de museos
con el propósito de incrementar y utilizar dicho conocimiento en la planificación y puesta en
marcha de aquellas actividades relacionadas con el público” (Museos Ahora, 1998: 36 citado en
Castellani, V., Diotaiuti, J., 2002).
¿Quién, en el museo, tiene la mirada atenta al visitante, a sus comentarios sobre los objetos
exhibidos y/o sobre el museo mismo?, ¿quién, en cada museo, conoce los intereses, expectativas y
motivaciones de los visitantes?, en definitiva ¿quién puede, dentro de los museos, detectar los
problemas, contextualizarlos, formular preguntas e hipótesis respecto de la relación museo-
visitante? constituyen interrogantes que echan luz sobre la pertinencia de la temática. De acuerdo
a la opinión de Graciela Schmilchuki (1996), poner la mirada en los visitantes y escucharlos es
relevante para obtener información valiosa que permita ajustar y, en tal caso, mejorar la
planificación y gestión de lo museos.
Centrarse en esta temática reafirma el cambio de paradigma museológico: del museo que exhibe
colecciones, al museo que expone y se expone; de la idea de un público general e indiferenciado a
otra donde los públicos son concebidos como agentes con competencias, intereses y expectativas
diversas que tienen que ser atendidas.
1 Documento elaborado por la Lic. María Torre, profesional del Área de Comunicación e Interpretación del
Patrimonio de la Dirección Nacional de Patrimonio y Museos (DNPM).
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Algunas aplicaciones de los estudios de público
Las primeras investigaciones sobre el público de museos se realizaron en Estados Unidos hacia
fines de los años veinte y estuvieron centradas en el estudio del comportamiento de los visitantes
durante su recorrido por la exhibición. Tiempo después, se iniciaron estudios sobre las
características socio-demográficas de los visitantes a partir de la aplicación de cuestionarios
estandarizados (encuesta) y herramientas estadísticas que garantizaban la representatividad y
comparabilidad de los datos obtenidos. En los años sesenta, se dieron a conocer estudios que
hacían foco en aspectos educativos y de aprendizaje, en sintonía con las nuevas teorías
pedagógicas en boga.
La preeminencia de este campo de estudios en la actualidad revela el interés que tiene para la
museología profundizar en el conocimiento de los visitantes y su relación con los museos. A su vez,
pone de relieve la importancia que presenta, para la gestión de los museos, contar con datos
rigurosos y confiables acerca de sus diferentes públicos.
De acuerdo a Pérez Santos, los estudios de público serán útiles en la medida en que sean
empleados como “un instrumento de gestión general del museo, como herramienta de toma de
decisiones en la elaboración y diseño de exposiciones y marco para el desarrollo de la
investigación de los procesos implicados en la comunicación y el público” (2000: 17).
Dentro del campo de los estudios de público existe una diversidad de tendencias, siguiendo a
Bitgood (1996) es posible identificar cinco áreas o tipologías:
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programas de actividades de extensión debe integrarse dentro del proceso de diseño y
desarrollo, es decir, interesa conocer previamente el público potencial para trabajar en la
etapa de planificación, luego estudiar el desarrollo de la propia actividad y, finalmente,
evaluar sus resultados para conocer su eficacia.
4. Diseño de servicios generales: agrupa los trabajos relacionados con la evaluación,
investigación y elaboración del tipo de información que los visitantes requieren para
organizar su plan de visita. Incluye las investigaciones sobre factores físicos ambientales,
como la temperatura, los niveles de iluminación y sonido, la comodidad de las áreas de
descanso, etc., variables que influyen en la experiencia museística global.
5. Servicios de atención al visitante: es la evaluación del lado humano de los servicios
prestados por el museo y de cómo se facilitan estos servicios, apuntan a mejorar la
interacción entre el visitante y el personal de la institución.
Desde el punto de vista de la gestión, contar con información cuantitativa y cualitativa confiable
acerca de la relación del museo con la comunidad es central porque permite (Cousillas, 1997):
Como sabemos, la ciencia es una actividad orientada a obtener conocimiento verificable sobre los
hechos que nos rodean. Se trata de un tipo de conocimiento que se distancia del conocimiento
vulgar u ordinario pues a partir del empleo de razonamientos, pruebas y demostraciones permite
obtener conclusiones acerca de la realidad que no podríamos alcanzar de otro modo.
Se distingue de otras formas de conocimiento por las siguientes características (Sabino, 1996):
1. Objetividad: se intenta obtener un conocimiento que concuerde con la realidad del objeto,
que lo describa tal cual es y no como a nosotros nos gustaría que fuera. Vale señalar que
cuando se trata de temas humanos es muy difícil hablar de una objetividad absoluta es por
eso que decimos que la ciencia intenta o pretende alcanzar la objetividad.
2. Racionalidad: la ciencia emplea la razón como herramienta esencial para llegar a sus
resultados. Trabaja con conceptos, juicios y razonamientos y no con sensaciones, imágenes
o impresiones. Se aleja así de la religión y el arte.
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3. Sistematicidad: la ciencia es sistemática, organizada en sus búsquedas y en sus resultados.
Las ciencias sociales, al igual que todas las ciencias, siguen un método, es decir, poseen un marco
lógico que guía el proceso de obtención de conocimiento (se formulan hipótesis, se observan los
fenómenos, se clasifica y organiza la información y finalmente se formulan generalizaciones). Pero
también es cierto que el material con que se trabaja- el mundo humano- exige un tratamiento
distinto y plantea desafíos propios. Con el surgimiento de las ciencias sociales, hacia fines del s.
XIX, tuvo lugar un férreo debate acerca de la especificidad o no que tenían estas nuevas disciplinas
que finalmente cristalizó en la existencia de dos grandes corrientes metodológicas: la metodología
cuantitativa y la metodología cualitativa. La primera comparte los supuestos teórico-
epistemológicos del paradigma positivista mientras que la segunda se vincula al paradigma
constructivista.
El siguiente cuadro ilustra las principales diferencias existentes entre ambos paradigmas:
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¿qué papel juegan los desprenderse de sus propios forman parte del proceso de
valores? valores conocimiento y reflexiona acerca de ello
Metodológicos Modelos de análisis causal Múltiples factores se influencian
¿cuáles son Operacionalización de mutuamente
procedimientos que conceptos en términos de Se privilegia el análisis en profundidad y
se utilizan para variables, dimensiones e en detalle en relación al contexto
construir la evidencia indicadores susceptibles de ser Diseño flexible e interactivo
empírica? medidos
Utilización de técnicas
estadísticas
Fuente: Sautú, R., 2005: p. 40.
El proceso de investigación está compuesto por tres etapas que se encuentran necesariamente
articuladas entre sí: los objetivos, la teoría y la metodología. De modo que la decisión
metodológica no se toma de manera aislada, sino que se vincula y justifica en base a la definición
de los objetivos o metas de la investigación, que a su vez se sostienen sobre perspectivas teóricas
que sirven para recortar y construir la cuestión que se quiere investigar.
TEORÍA
OBJETIVOS METODOLOGÍA
De manera más detallada, los pasos que componen el proceso de investigación son los siguientes:
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incorporando los conocimientos previos relativos al mismo y ordenándolos de modo tal
que resulten útiles a nuestra tarea. El punto de partida para construir un marco de
referencia lo constituye nuestro conocimiento previo así como las enseñanzas que
extraigamos de la revisión bibliográfica.
7. Elaboración del informe: se trata la última etapa en la cual se redactan los resultados de la
investigación.
2. La entrevista: es una conversación sistematizada que tiene por objeto obtener, recuperar y
registrar las experiencias de vida guardadas en la memoria de la gente. Es una situación en
la que por medio del lenguaje, el entrevistado cuenta sus historias y el entrevistador
pregunta acerca de sucesos; cada investigador realiza una entrevista diferente según su
cultura, sensibilidad y conocimiento acerca del tema. El grado de flexibilidad o
estructuración de la entrevista depende de los objetivos/metas de la investigación.
3. El grupo focal: es una técnica que ha crecido mucho en los últimos años, se trata de
reuniones de grupos pequeños o medianos (4 a 12 personas) en los cuales los participantes
conversan acerca de uno o varios temas en un ambiente relajado e informal bajo la
conducción de un especialista en dinámicas grupales.
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se recoge de forma estructurada y el estímulo es el mismo para todas las personas.
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mismos comparaciones tanto entre
museos como a lo largo del
tiempo
Una vez que están definidos los objetivos internos y externos del estudio, conviene enmarcar la
investigación dentro de las tendencias existentes dentro del campo de los estudios de público y
consultar bibliografía específica. Luego, siempre en función de los objetivos planteados, resta la
decisión metodológica (cuantitativa, cualitativa o mixta) y la elección y posterior elaboración de la
técnica de recolección de datos más adecuada (encuesta, entrevista, observación, grupo focal).
Ahora bien, ¿conviene usar preguntas abiertas o cerradas? La pregunta no tiene una respuesta
única puesto que cada cuestionario obedece a necesidades diferentes que serán las que guíen la
2 Al final del cuadernillo se anexa un cuadro con las variables frecuentemente empleadas en los Estudios de Público
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decisión. Veamos las ventajas y desventajas que presenta cada clase de preguntas.
Las preguntas cerradas son fáciles de codificar y preparar para su análisis. Asimismo, requieren de
un menor esfuerzo por parte de los visitantes a la hora de responder ya que éstos no debe escribir
o verbalizar su pensamiento, sino únicamente seleccionar la alternativa que describa mejor su
respuesta, esto redunda en un mayor ahorro de tiempo. La principal desventaja reside en que,
muchas veces, se limitan las respuestas y ninguna categoría describe con exactitud lo que las
personas tienen en mente. Para formular preguntas cerradas es necesario anticipar las
alternativas de respuesta, por tanto se requiere de un buen conocimiento sobre la temática a
investigar.
Las preguntas abiertas son particularmente útiles cuando no tenemos información sobre las
posibles respuestas de las personas, o cuando esta información es insuficiente. Asimismo resultan
útiles cuando se desea profundizar en algún aspecto específico donde interesa conocer en detalle
la opinión del visitante. Su mayor desventaja reside en que son más difíciles de codificar, clasificar
y preparar para el análisis, asimismo requiere de un mayor esfuerzo por parte de quien responde y
por lo tanto, de más tiempo.
Las preguntas deben ser cortas, específicas y claras, limitándose a una sola idea.
Las preguntas no deben inducir respuestas. Se tiene que evitar la formulación de preguntas
tendenciosas o que den pie a elegir un tipo de respuesta.
Es importante redactar una introducción donde se expliciten los motivos del estudio y el
organismo que lo realiza. En cuanto a la organización del cuestionario se recomienda comenzar
con preguntas sencillas, neutrales o fáciles de contestar para que el entrevistado no se incomode y
continúe respondiendo. Generalmente se emplean preguntas demográficas que permiten
caracterizar al encuestado, aunque otras veces éstas se sitúan al final, dependiendo de los
objetivos del estudio. El cuestionario debe seguir un orden lógico que no altere o desconcierte al
entrevistado y no debe ser muy extenso. Por último, es importante atender al diseño del mismo
para garantizar una correcta legibilidad.
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consiste en transformar las respuestas de los encuestados en información numérica para facilitar
el conteo, la carga y el análisis de los datos. Las preguntas cerradas se codifican asignado un valor
numérico a cada posible categoría de respuesta, al tratarse de opciones fijas la codificación puede
realizarse a priori, a diferencia de las preguntas abiertas donde la codificación necesariamente es
posterior a la recolección de los datos. En este caso, el procedimiento consiste en encontrar
patrones generales en las respuestas dadas, nominar y listar esos patrones y luego asignarles un
código numérico.
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ANEXO Nº1
Variables comúnmente empleadas en los cuestionarios diseñados para los Estudios de Público
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BIBLIOGRAFÍA DE CONSULTA
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