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Conflictos, los hay de todos los tamañ os y forman parte de nuestro día a día; ya sea

en el trabajo, en el vecindario e incluso en las instituciones educativas, los conflictos


siempre está n presentes y son inherentes a todas las relaciones humanas. Pero ¿qué
entendemos por conflicto?

Un conflicto es “aquel proceso de incompatibilidad entre personas, grupos o


estructuras sociales, mediante el cual se afirman o perciben intereses, valores y/o
aspiraciones contrarias”. Asimismo, todo conflicto consta de tres elementos
fundamentales: personas, proceso y el problema o diferencia.

A lo largo de la historia se le ha atribuido a la esencia de la palabra “conflicto” una


connotació n negativa. Cuando pensamos en un conflicto se nos viene a la mente una
confrontació n o diferencia entre dos partes que termina en una respuesta violenta; sin
embargo, el conflicto también cuenta con aspectos muy positivos cuando se gestió n de
forma efectiva:

• Evita los estancamientos, estimula el interés y la curiosidad, es la raíz del cambio personal
y social, y ayuda a establecer las identidades tanto personales como grupales.

• Ayuda a aprender nuevos y mejores modos de responder a los problemas, a construir


relaciones mejores y más duraderas, a conocernos mejor a nosotros mismos y a los demás.

Siempre y cuando un conflicto se aborde de forma correcta y se pongan en marcha


las diferentes técnicas de resolució n pacífica de conflictos que existen, es posible
transformar situaciones violentas y poco agradables en un espacio donde todos los
involucrados podamos participar, aprender y crecer.

Depende de nosotros, los ciudadanos en bú squeda de un mundo má s justo y en


donde haya una mayor convivencia, dejar en el pasado la vía violenta para solventar las
diferencias y dotarnos de conocimientos y herramientas que nos sirvan no solo para
prevenir, sino también para afrontar de forma constructiva todo tipo de conflictos.

“técnicas de resolución pacífica de conflictos”

“la negociación es un proceso mediante el cual las partes involucradas en un


conflicto buscan soluciones alternativas y satisfactorias de acuerdo a sus intereses y sin
menoscabar los intereses del otro”; en otras palabras, es tratar un asunto para llegar a un
acuerdo o solució n que satisfaga a ambas partes. No obstante, al momento de negociar es
necesario que tengamos claro ciertos aspectos clave que nos servirá n para encauzar el
proceso hacia un resultado exitoso, como el establecimiento de los objetivos y las metas a
alcanzar, al igual que los límites a los que se pretende llegar y los valores que guiará n la
acció n; lo que se va a pedir; la manera en que se va a hacer; tener diferentes opciones para
evitar el cierre en una sola acció n y dar otra propuesta en caso de que la que se presente
no sea aceptada o la má s correcta.
Por otra parte, la mediación también supone una técnica de resolució n pacífica
de conflictos en la que una persona o grupo externo al conflicto interviene y ayuda a las
partes involucradas a llegar a una resolució n del problema. Usualmente se recurre a la
mediació n cuando las partes en conflicto no logran ponerse de acuerdo y buscan a un
mediador que desde el umbral de la imparcialidad les guíe en la bú squeda de una solució n.
El mediador no tiene autoridad para imponer una solució n, simplemente es alguien
entrenado para asistir a otras personas en conflicto y guiarlas hasta que sean ellos mismos
quienes lleguen a una solució n consensuada.

Finalmente llegamos al arbitraje, que a diferencia de la mediació n es un modo


de resolució n de conflictos en el que un tercero, a quien se le ha atribuido con poder,
decide la resolució n que le parezca justa en relació n al conflicto presentado; la Cá tedra de
la Paz lo define como “un mecanismo mediante el cual los conflictos pueden ser resueltos
por particulares que no revisten la calidad de jueces estatales conforme a reglas de
equidad”.

Afrontar los conflictos de manera constructiva y no de una forma violenta nos


permite crear espacios de aprendizaje que nos acerquen cada día má s hacia una cultura de
respeto y convivencia ciudadana. Ser capaces de escuchar y ser escuchados es la llave
hacia un futuro donde reinen las relaciones interpersonales má s sanas y diversas, uno en
donde la diversidad se celebre en lugar de ser motivo de disputas.

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