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Emilio Cabrera

El camino del opositor

Lo que no te contaron tus preparadores con una recopilación de mis mejores textos para
sobrevivir a opositar y sacar la plaza con éxito.

¿Pensabas que opositar solo iba de estudiar?

Después de contar con más de 15000 seguidores en las redes sociales, he decidido cerrar el
círculo con este libro, la verdadera razón de la existencia del @blog_opositor_X. Aquí me
comprometo a sumarte en aquellos momentos en los que dudes, porque en las oposiciones
dudamos hasta de nosotros mismos. Para recordarte por qué querías esto y darte el aliento que a
veces necesitamos para seguir adelante, siendo realista con las posibilidades y el camino que has
tomado, con la experiencia de quien tuvo que caminarlo y lo hizo con doble éxito cuando
muchos hubieran tirado la toalla. Aprobando dos oposiciones, y quedando entre los primeros de
técnico de hacienda. La plaza no llega por casualidad ni es cuestión de suerte.
Porque rendirse no es una opción. Porque las oposiciones no se suspenden, solo se
abandonan, y no comenzaste para abandonarlas. Porque hoy decides la vida que quieres vivir
mañana. Por todo eso, “El camino del opositor” debe acompañarte.
No es lo mismo opositar que opositar con éxito, cientos de miles se presentan a la oferta
pública de empleo cada año pero solamente unos pocos consiguen la plaza. Tú puedes ser uno de
ellos y en este libro te doy mis claves para lograrlo. Recuerda, no hay sueños imposibles si se
convierten en metas. Si lo haces solo tardarán un poco más.
Agradecimientos

Quiero dedicar esta publicación a quienes me sumaron durante las oposiciones y en la vida.
A mi familia y amigos. Y mi pareja que llegó en un momento en el que todo era perfecto para
hacerlo aún más increíble.
Índice

-Primera parte-
Somos quien elegimos ser.
¿Opositar es duro?
La memoria, el horario y los descansos.
Relaciones personales (1)
Relaciones personales (2)
Elegir correctamente tu oposición.
Paréntesis (1º parte)
Paréntesis (2º parte)
Paréntesis (3º parte)
Cuando se suspende un examen
El coste de opositar
Líneas rojas y finales sin plaza.
La recompensa

-Segunda parte-
100 textos del @blog_opositor_x
-primera parte-

"EL CAMINO DEL OPOSITOR"


Introducción

Durante la lectura encontrarás en cursiva algunos textos de mi blog de Instagram,


@blog_opositor_X, y el último capítulo está dedicado a una recopilación que son un fragmento
mi próximo libro: “Píldoras para sobrevivir a opositar con éxito”.
El “Camino del opositor” se desglosa en distintos temas generales y entre todos ellos toco
los diferentes puntos que puedes encontrar durante esta etapa relacionándolos con mi experiencia
personal. Hablo de motivación y de lo que nunca te dirán en la academia, de las noches de
insomnio, de la preparación mental que supone y cómo hice para conseguirlo. Relaciones tóxicas
y apegos emocionales, líneas rojas y el coste de opositar. Qué técnicas hay para memorizar y
como implementarlas. Qué hacer cuando se suspende, y qué se siente cuando lo consigues.
Explico lo que conlleva esta etapa de tu vida y mi enfoque va dirigido a un único fin; que tú
también lo consigas. Estas líneas suponen el cierre perfecto al círculo que inicié cuando comencé
con el blog en mi cuenta de instagram, subiendo aquellos textos que me escribía para ayudarme a
continuar, y que posteriormente descubrí que podían ayudar a otros que estuvieran luchando por
las mismas metas. Mi intención es que con estas palabras encuentres compañía durante tu
camino y ¿por qué no decirlo? ser un apoyo cuando las fuerzas flojeen y empiecen a asomar las
dudas.
No te deseo suerte, porque las oposiciones van de otra cosa, te deseo muchísimo ánimo para
seguir luchando por tu plaza. Más que la pena, merecerá el tiempo.
Justo antes de terminar el borrador final de este libro pasé unos días yendo a la biblioteca a
la que solía acudir durante mi etapa de opositor para corregirlo. Allí quedé con la que se
convirtió en mi compañera de camino, Cristina.
La había conocido hacía tres años en aquella biblioteca y desde entonces se convirtió en un
pilar fundamental en mi vida. Cuando las cosas se pusieron feas allí estaba ella siempre con una
sonrisa dispuesta a echarme una mano. Seis días a la semana durante dos años. Me vio crecer y
caer, fue ese empujón que todos necesitamos, mi @blog_opositor_x personal.
Todos necesitamos que nos recuerden que podemos hacerlo, y por eso empecé con mis
textos. Ella me lo recordó cuando lo necesité.
Muchas veces pensábamos que debíamos haber aprobado antes, pero vete tú a saber por qué
tuvimos que esperar y aprobar los dos a la vez.
Cuando quedamos nos fundimos en un fuerte abrazo y noté una lagrima caer por su mejilla,
apenas había pasado un año desde que terminamos los exámenes, era como si estuviéramos
conmemorando el momento.
— ¡Cuánto ha cambiado todo! —me dijo, aún abrazada a mí.
La sensación era radical e indescriptible. Solamente quien ha pasado por aquí sabe a lo que
me refiero. Si hace un año me hubieran dicho todo lo que me regalaría la vida después de haber
aprobado las oposiciones no me lo hubiera creído… Y nada de eso habría sucedido si hubiera
aprobado antes. No existiría este libro.
Aprendí que las oposiciones son un master de la vida, que te va a golpear con todo. Podrás
pensar que es injusto, y tal vez lo sea, pero si resistes, lo aguantas y lo superas… podrás echar la
vista atrás, así como hicimos Cristina y yo aquel día, para darte cuenta que todo mereció la pena.
CAPÍTULO 1
Somos quien elegimos ser.

Escribí este libro porque quiero representar una idea, una posibilidad. La idea de que hoy
puedes decidir donde estarás mañana si estás dispuesto a trabajar por ello, la idea de que puedes
crear aquello que quieres ser. Creo firmemente que el camino para conseguir la plaza en unas
oposiciones se basa en el compromiso, pero este va a ser un camino que vas a tener que luchar en
silencio, a base de codos sobre el escritorio y miles de horas delante del flexo. El compromiso
conmigo mismo me dio la vida que quería vivir, y por el compromiso, en este caso con los
opositores de mi blog, estoy terminando este libro. El compromiso es la clave del éxito pero no
sirve de nada si no camina de la mano con la constancia, porque no se trata de colocar el bloque
más perfecto un día, se trata de colocar cada día pequeños ladrillos para poder detenerte a
contemplar el muro, tu obra, la suma de los pocos a pocos. Sin constancia no conseguiremos
nada, pero sin esfuerzo tampoco. Para mí van ligados, como un nudo ¿qué es la constancia sino
seguir esforzándote día a día para llegar a tu objetivo? hablamos de lo mismo, y estoy
convencido de que ese es el camino del opositor.
Sí, tal vez te extrañe pero no creo que se trate de tu capacidad para memorizar, esa
capacidad para memorizar los días previos a un examen tal vez te sirviera en la universidad pero
opositar es otra cosa. A muchos nos cuesta darnos cuenta y pensamos que con esa capacidad será
suficiente, pero aquí más que nunca el esfuerzo vence al talento cuando el talento no se está
esforzando, es decir, da igual lo capaz que seas si no mantienes una disciplina, esfuerzo y
constancia sostenida en el tiempo para lograrlo, y cualquier opositor que a priori no tuviera
desarrollada esa capacidad de memorizar, si se dirige por el camino (constancia y esfuerzo) de
manera adecuada, lo podrá conseguir antes. Recuerda el muro, de nada sirve un bloque perfecto
un día en concreto, lo importante será ir sumando pequeños ladrillos.
Cuando me refiero a una capacidad de memoria desarrollada es porque la memoria se puede
trabajar, y esto no es nada nuevo. Recuerdo cuando comencé derecho, pensaba que era imposible
memorizar tantas leyes, pero cuando te pones a la faena y ejercitas tu memoria lo que parecía
imposible se vuelve una anécdota. Las oposiciones es lo mismo pero llevado a otro nivel mucho
mayor por el cual si no lo trabajas día a día se vuelve un imposible, pero imposible será lo que no
te propones, es decir, si te lo propones y te planificas el estudio y los repasos teniendo en cuenta
la curva del olvido, aprobar las oposiciones es totalmente posible y al alcance de cualquiera.
Recuerda: el esfuerzo vence al talento cuando el talento no se está esforzando.
Según la teoría de la curva del olvido en unos días o semanas se olvida la mitad de lo que
hemos aprendido, a no ser que lo repasemos. Si lo repasamos lo mantendremos, y en vez de en
una semana, se te olvidará la mitad en tres semanas, si vuelves a repasarlo, lo recordarás un mes.
Hablaré de ello pero mi prioridad será contarte lo que no te contaran en la academia, decirte todo
aquello que me hubiera gustado saber antes y durante las oposiciones, esas cosas para las que
nadie te prepara y que fueron el germen de mi blog.
Si estoy aquí ahora no fue porque las oposiciones fueron fáciles, creo que no lo son para
nadie, pero he de serte sincero, tampoco pensaba que serían tan complicadas. A pesar de todo
quiero que empieces el libro quedándote al menos con esta idea en la cabeza, para bien o para
mal: somos lo que elegimos ser. No lo olvides, ni tampoco olvides porque empezaste a opositar,
porque nunca sabes cuándo necesitarás recordarlo.

«No estás perdiendo el tiempo.


Lo estás ganando. »
@blog_opositor_X

Lo que hagas hoy te llevará al lugar donde estarás mañana y no todo el mundo está
dispuesto a sacrificar su presente por su futuro, he conocido a demasiadas personas que se quejan
de su situación actual, y su situación es solo un reflejo de lo hecho hasta ahora, dicen que quieren
cambiar pero continúan haciendo exactamente lo mismo… ¿Si haces lo mismo como va a
cambiar tu vida? Cuando opositas sacrificas quien eres hoy por todo lo que vas a ser mañana,
haces un paréntesis en tu vida y te introduces por un camino de incertidumbre en donde nadie te
asegura nada, solo sabes (o mejor dicho supones o crees) que valdrá la pena. Yo también lo
creía, por eso luché hasta lograrlo, unos veinte exámenes a cuatro cuerpos diferentes del estado a
lo largo de cuarenta meses, ni más ni menos. Cuarenta meses de incertidumbre en los que me
ocurrió de todo, y cundo pensaba que todo estaba perdido porque me había dado un plazo
máximo de cuatro años y pasaba por un mal momento personal, por no perderlo seguí un poco
más y a mitad del tercer año aprobé las dos oposiciones que más ilusión me hacían. En las
oposiciones solo pierdes si abandonas, y no empiezas para abandonarlas. No solo merece la
pena, merece el tiempo, el sacrificio, los dolores de cabeza y las noches de insomnio, para mí lo
merece todo porque fue un renacer, un dulce despertar, la mejor recompensa, mi mayor
inversión, los frutos de un gigantesco esfuerzo que recogeré toda la vida.
También es cierto que opositar no es para todo el mundo y en este sentido he oído, en
general, dos comentarios: que «no es para tanto» o que «es una pérdida de tiempo porque lo que
hay que hacer es ganar dinero». Quiero detenerme aquí porque la experiencia me ha enseñado
que quien no quiere de verdad este camino lo acaba dejando, así que voy a ser transparente; en
mi caso había terminado la carrera de derecho y no conocía a nadie que hubiera opositado, no
tenía referencias en la función pública y mi familia más cercana era realmente humilde, un padre
que había sido empresario y quebró durante la crisis, una madre afectada por el paro con todas
las dificultades reales que hay cuando tienes más de cuarenta años y has perdido tu empleo y se
desdibuja tu futuro laboral. Circunstancias así te dan claridad sobre lo que quieres para tú vida.
Quien dice que encontrar un empleo estable y suficientemente remunerado para vivir una vida
digna no es para tanto es porque nunca lo ha necesitado, y entiendo que haya personas a las que
no les parezca suficiente pero lo cierto es que ahora tengo más de lo que necesito para vivir. La
estabilidad económica y social que te da una plaza no te lo da nada, ni la lotería. Hay gente que
se mueve por dinero, y el dinero se puede perder. La plaza, a menos que no te la merezcas, no se
pierde. Como comentaba antes, es un esfuerzo muy grande pero la recompensa si lo consigues, y
no todo el mundo lo hace, es igual o más grande. Mi misión aquí es darte las claves para que tú
también lo consigas porque es diferente opositar, que opositar con éxito. Cientos de miles se
presentan cada año a la oferta pública de empleo, y solo unos miles obtienen la plaza. Esa es una
realidad de la que hay que ser consciente, pero igual de real es que si quieres, puedes, porque
imposible es lo que no se intenta y mientras permanezcas en la lucha todo es posible. Pregúntate
si miles de personas lo consiguieron antes que tú… ¿Por qué tú no ibas a lograrlo? las
circunstancias y los problemas son reales, pero no pueden condicionar tu futuro. Durante las
oposiciones aprendes muchas cosas y una de las lecciones más importantes es que a la única
persona a la que tienes que vencer es a ti mismo. Por lo tanto, está en tu mano valorar si a ti
también te valdrá la pena, sobra decir que parto de esa idea cuando te escribo estas líneas; que tú
también lo quieres.
Todos tenemos nuestros motivos, para contestar al segundo comentario general (cuando nos
dicen que «es una pérdida de tiempo porque lo importante es ganar dinero») voy a hablarte de los
míos… Tal vez te sientas identificado.
Entiendo que haya personas a las que les mueve únicamente el dinero, a otros la motivación
y realización personal que le brinda su empleo privado. Totalmente respetable, igual que también
es respetable que nosotros queramos dedicar nuestro trabajo al interés general, a algo que para mí
es superior a nosotros mismos, el Estado, en vez de a una marca o a una cuenta bancaria. Hay
quienes dedican su vida a ganar dinero, antes de aprobar hice prácticas como abogado y me
llegaban casos de Impuesto de Sucesiones donde una persona daba su vida por y para ese fin, a
su fallecimiento, es redundante decir que todos fallecemos pero me gusta recordarlo, sus
sobrinos se peleaban por su patrimonio; unas cuantas casas en Madrid que no había llegado ni a
utilizarlas. Cuánto bien me hizo ver las circunstancias de mi familia para tener claro qué era lo
importante (para mí y tal vez para ti también). Trabajar por una marca, o llenar la cuenta bancaria
no me llenaba, así que deje mis motivos en 2015 por escrito en una carta que decía, literalmente:

¿Por qué estás haciendo esto?


(Noviembre 2014)
«Para tener la seguridad de que jamás te falte lo necesario para vivir. Para tener el
tiempo necesario para disfrutar de tu única vida. La tranquilidad de una vida solucionada
pase lo que pase, en un puesto de trabajo dinámico dentro de la mayor empresa país, el
Estado, donde los límites en tu carrera administrativa los pones tú. ¿Qué son dos o tres
años de esfuerzo por sesenta de tranquilidad? Merece la pena. Cada día es un día menos
que te acerca a la meta, y la meta es la absoluta libertad y tranquilidad, bases
fundamentales para alcanzar el fin de todo ser humano, la felicidad y la autorrealización
personal. Así que hazlo ahora o arrepiéntete el resto de tu vida, porque donde estés
mañana depende de lo que hagas hoy y porque el futuro no es un regalo, es una
conquista.»

Tenía claro una cosa, no quería que me sucediera lo mismo que a mi familia y estaba
dispuesto a trabajar duro para evitarlo, como se suele decir, sacrificar los mejores años de mi
vida por construir mi futuro. No es sacrificarlos, es invertirlos. Vivimos en un país donde lo
único que iguala a todo el mundo es la educación, el trabajo duro, y en la Administración el
mérito y la capacidad, y esto va muy ligado con la siguiente cuestión que quiero abordar porque
cuando mi familia vio que ya nadie me podía quitar la idea de querer opositar empezaron a
repetirse algunos comentarios, eso es algo a lo que desgraciadamente tendrás que acostumbrarte,
y acostumbrarse no es lo mismo que aceptarlos. Yo no los acepto porque me parecen falsos.
Vamos a obviar cuando alguien dicen que haces esto porque es lo más cómodo porque es
evidente que hablan desde la ignorancia de saber que estas luchando por algo que nadie te
asegura, ni te remuneran para conseguirlo, estas apostando tu tiempo con total incertidumbre así
que estas tomando la opción más arriesgada, haciendo algo que no es precisamente un placer.
Pero cuando dicen que es un chollo porque vas a tener una plaza para siempre mientras ellos
tienen que pasar una “oposición” todo los días en su trabajo, yo diría que si creen que es un
chollo la convocatoria es pública, los requisitos son iguales para todo el mundo, así que les
animo a presentarse. La plaza no se pierde mientras seas competente, evidentemente, es la
recompensa a ese brutal esfuerzo. Aquí nadie regala nada y no son pocos los casos de
funcionarios que son suspendidos o separados de la función pública. Hay que seguir
demostrándolo, pero no es un regalo, es una conquista.
Como dije, otro comentario que te podrán decir y por eso tienes que tener tus motivos
grabados a fuego en tu mente, es que estás perdiendo el tiempo porque lo importante es ganar
dinero. Recuerdo aún el día, hace cuatro años, en que uno de mis mejores amigos me lo dijo con
total sinceridad porque es lo que realmente pensaba. Yo iba camino a la biblioteca y seguí en
silencio pensando sobre esas palabras. Recuerdo pensar que él estaba muy equivocado porque
para mí estaba haciendo la mayor inversión de todas; en mí mismo, y el tiempo me dio la razón
absolutamente, con una rotundidad que nunca antes había sentido. Ahora hago y tengo todo
aquello por la que la otra persona decía que opositar es una pérdida de tiempo. A veces la gente
toma el camino fácil pero el camino fácil muy a menudo se vuelve en el camino imposible.
Opositamos porque para nosotros el valor es el tiempo, no el dinero. No se nos puede comprar y
quien se meta en la función pública por la remuneración se ha equivocado de camino. No creo
que moverse por dinero sea lo más sensato y por eso aquel día escribí estas líneas, para
recordármelo en el futuro:

La verdadera magnitud y los esclavos del siglo veintiuno.


(Escrito en algún momento entre 2015 y 2016)
«Cuando comencé con las oposiciones la gente me preguntaba que hacía con mi vida,
porque haciendo lo que estaba haciendo (opositando) no iba a ser rico, pero yo me siento
millonario, estos años sacrificados por un sueño han sido la mayor inversión que podría
haber hecho nunca.
Soy rico. Creo que quien piensa que el fin en esta vida es acumular riqueza es
tremendamente pobre, no se da cuenta que venimos con fecha de caducidad, que no somos
inmortales, nadie se lleva a otro mundo las riquezas que acumula en esta vida, lo que nos
llevamos son las experiencias, los viajes, el amor que das y recibes, lo que compartes con
lo demás.
Entonces para ser rico solo se necesita una cosa, el tiempo, porque el verdadero
millonario no es el que más dinero acumula en su cuenta bancaria, más bien quien más
tiempo tiene y lo dedica a su felicidad.
Todo nos vamos con lo que vinimos por eso el tiempo es la verdadera magnitud de la
riqueza y quien se prostituye por un trabajo que le absorbe la vida, que no le gusta, no se
está haciendo rico, se está convirtiendo en un esclavo, y ese es el esclavo del siglo
veintiuno. »

Creo que cuando opositas hay que tener en mente qué es lo importante, dónde está el
verdadero valor. Escribí esas líneas después de escuchar a mi amigo de toda la vida porque no
quería olvidarme de por qué estudiaba, aunque fuera lo último que me gustaría hacer. Lo hacía
para no sentirme un esclavo. Ese texto lo escribí también para recordar que quería hacer algo
superior a mí, trabajar por el interés general y a la vez realizar mis metas. Esas metas pueden ser
muy diferentes según cada persona, las mías eran vivir una vida que merezca el tiempo, y ahora
mismo para mí lo vale.
Así que permíteme decirte que sí, valdrá la pena todo ese esfuerzo, pero para conseguirlo
vas a necesitar tener las prioridades muy claras. A lo largo de estos textos te iré desglosando mis
consejos para que alcances el éxito en las oposiciones como yo lo hice, y para que no caigas en
los mismos errores que solemos cometer todos los opositores cuando empezamos. Recuerda que
las circunstancias son temporales pero la plaza que vas a ganar en la mayoría de los casos será
para siempre. Eso nadie te lo puede arrebatar así que espero que esta lectura te sume y te ayude a
conseguir tus objetivos.

«Ojalá no seas lo que te sucede sino lo que tú decidas ser. »


@blog_opositor_X
CAPÍTULO 2
¿Opositar es duro?

Lo primero que me pregunta alguien que no sabe de oposiciones es si es duro. Sí, las
oposiciones no son fáciles, parece un túnel que nunca se acaba. Una montaña rusa de emociones.
Más que un camino parece que escalamos el Everest, pero si en algo coincidimos todos los que
hemos aprobado es en que una vez conseguida la plaza lo duro se olvida.
Quería escribir este libro lo antes posible y te voy a explicar por qué: tal vez ahora te
parezca una locura esto que te estoy diciendo, créeme, todo lo bueno hace que te olvides de los
malos momentos. Como a todos a mí también me costó esfuerzo y lágrimas pero lo difícil se está
empezando a olvidar porque el cambio que da tu vida una vez apruebas es radical y esa es la
razón por la que quería acabar este libro cuanto antes, quería escribirlo sintiendo aún esa presión
e incertidumbre que se tiene cuando eres opositor porque después, cuando todo eso pase, nada
será como antes y es muy difícil ponerse en la piel de un opositor, incluso para alguien que una
vez lo fue.
Viendo solo el lado bueno de las cosas es fácil decirte que continúes, que merece la pena
pero me gustaría recordarte que hace unos meses no era nadie y parecía que todo iba cuesta abajo
y sin frenos, me acercaba al límite de tiempo (la línea roja) que me había marcado cuando
comencé a opositar. No fue nada sencillo pero me sobrepuse a las adversidades que fueron
sucediendo, como hicieron otros compañeros de promoción, y fui reflejando esos duros
momentos en los textos que encontrarás en este libro. Los escribía sin saber que luego los usaría
para escribir estas notas, poco a poco, día a día, mientras iba logrando lo que parecía casi
imposible. Así fueron sucediendo las cosas, y cuando estaba a punto de tirar la toalla…
Continúe, cuando ya nadie apostaba por mí, decidí darme otra oportunidad, porque recuerda que
las oposiciones no se suspenden, en todo caso se abandonan, y no estaba dispuesto a abandonar
cuando había dedicado tanto tiempo al camino, así que como todo aquel que sabe hacia dónde
quiere ir, continué… ¿A dónde quieres ir tú? Ahora soy alguien, después de tanto paréntesis en
mi vida he cumplido sueños y viajado literalmente por todo el mundo. Cuando parecía el final no
era más que el principio, un renacer. Recuerdo perfectamente escribir este texto, el primero que
subí al blog. Mi punto de inflexión y espero que también sea el tuyo:
“Cuando pensabas que no podías más, que la suerte estaba echada, y llega esa
persona que te hace perseverar y te da motivos para seguir adelante. Esa persona eres tú.
Los motivos son tu futuro.”
@blog_opositor_X

No creo que fuese casual aprobar las dos oposiciones a la vez justo en el momento más
crítico a nivel personal, cuando se había roto mi burbuja de cristal. Sentía que había estado mejor
preparado en otras ocasiones y sin saberlo aquel era mi momento. Es irónico, pero es que el
camino de las oposiciones a veces es cruel e irónico, por eso tanta gente abandona. Yo lo
describo como un máster de la vida, no importa lo receloso que seas, al final las oposiciones van
a sacar tu mejor versión, y aprobarás cuando estés preparado, ni antes ni después. Puedes pensar
que lo estás, pero si no has pasado algún examen, créeme que las oposiciones aún tenían algo
que enseñarte. Ahora con las dos plazas bajo el brazo echo la vista atrás y me doy cuenta que no
solo son unas pruebas de mérito y capacidad que solo puede superar el que más resiste, además
te preparan para la vida. Es resilencia pura. No confundamos donde estamos hoy con donde
podemos llegar a estar mañana. Puedes haber suspendido, pero ya sabes que esto no se acaba por
suspender, se acaba si abandonas, conozco demasiados compañeros de oposición que
comenzaron conmigo la academia y terminaron dejándolo, personas que estoy seguro que si
hubieran hecho introspección se hubieran dado cuenta que no lo deseaban tanto, gente muy
buena que hubiera acabado sacándolo y si no lo hicieron fue porque abandonaron. Las
oposiciones te exprimen, y si eres capaz de soportarlo, te lo da todo: un trabajo de por vida, un
salario que será tu mínimo, estabilidad y (lo más importante) tiempo para vivir la única vida que
tienes. Pero también aprendí que la plaza llega cuando sea el momento; cuando la preparación se
encuentre con la oportunidad, y esto no es siempre cuando tú pienses que lo mereces, sucede
cuando ya no puedes más, cuando llega ese momento que acabarías dejándolo pero ese orgullo
de haberle dedicado tanto esfuerzo te lleva a continuar un poco más. Te dejo un texto:

“Opositar no es un seguro, es una apuesta. Es creer en ti. Es luchar por tus sueños, es
arriesgarse. Es la mayor experiencia personal que vas a vivir. Es tú contra el mundo. Es
superar obstáculos. Es conocer gente que lucha por sus sueños. Opositar no es fácil. Es
incertidumbre, es sacrificio. Es de valientes.”
@blog_opositor_X

La situación actual es que no ha pasado ni un año desde que aprobé (para ser exactos diez
meses). Así que sí, voy a ser realista; opositar es duro. Desde la meta muchos pueden mirar hacia
atrás habiendo olvidado lo malo y contarte lo bonito que es si lo logras, te pueden decir que esto
va de soñar y que con ganas se consigue, que persigas tu estrella y salgas a cazar mariposas.
Nada más lejos de la realidad, opositar significa arriesgarse, apostar por ti, pero mientras lo haces
solo tienes aire que se escapa entre los dedos, si te rindes por el camino te vas con una mano
delante y otra detrás. Comencé diciéndote que te iba a contar lo que no te contaran tus
preparadores y mi misión con este libro es contarte mi experiencia, la de mis compañeros, pero
sobre todo curarte de las consecuencias de opositar e inyectarte sobredosis de motivación a
través de estas frases, pero sobredosis de realismo también. No solo se trata de soñar bonito,
soñando no se aprueba, hay que luchar con uñas y dientes para conseguir la plaza y eso es algo
que también hay que decirlo. No es suerte, es una conquista:

“La plaza no se improvisa, se construye, poco a poco, durante meses, durante años.
Hay mucha tolerancia a pensar que es cuestión de suerte, y yo digo que la suerte te la
fabricas tú. Esto un sacrificio, lágrimas, alguna risa, pero sobre todo es cuestión de codos.
Sobre la mesa, en el sofá, en la cama. Que nadie llame a miles de horas de esfuerzo suerte,
es la consecución de un trabajo definido para un fin y una voluntad de hierro con la firme
convicción de que somos capaces. Y todo lo anterior, no se improvisa.”
@blog_opositor_X

Por eso más que de soñar se trata de no rendirse y cumplir la planificación, el horario, y la
rutina que te llevaran a la meta, se trata de continuar un poquito más, para ir sumando pocos a
pocos que construyan ese muro del que te hablaba en el primer capítulo, y que esos pocos a
pocos se conviertan en pasos muy grandes. Para ello tienes que tener las cosas muy claras y saber
por qué lo estás haciendo, saber qué es lo que quieres, para que cuando lleguen las adversidades
puedas tomar el camino correcto.
Como en casi todo lo que tiene que ver con conseguir una meta, creo que la clave está en
plantearse objetivos e ir cumpliéndolos. Ir acercándote a la plaza sin prisas, porque en las
oposiciones las prisas nunca son buenas, ni para asimilar el temario, ni para tu estabilidad.
Las prisas confunden, te desvían de tu objetivo, y te llevan a tomar decisiones erróneas.
Esto no es un sprint, es una maratón. Constancia, esfuerzo, y planificación. Para mí el año
pasado empezó como que se iba a acabar el mundo y terminó como un cuento, viví momentos
increíbles con antiguas amistades y otras nuevas. Nunca había salido de Europa y visité cuatro
continente y más de una docena de países, créeme cuando digo que donde estés hoy no significa
nada, no es una frase hecha, es la realidad de que estás trabajando por el mundo que vivirás
mañana, y esa es tu vida así que asegúrate que sea un mundo donde te merezca la pena estar.
A pesar de las diferentes circunstancias con las que tiene que lidiar cada opositor, estoy
convencido de que nadie tiene el camino fácil durante las oposiciones. Para cada persona sus
problemas son un mundo, por diferentes que sean.
Solo quiero que termines este capítulo con una idea, la idea de que vale la pena el esfuerzo a
pesar de lo duro que es el camino del opositor. Conseguirlo fue lo mejor que me pudo pasar.
Espero que tú también lo consigas y quiero que tengas claro que eso va a depender en mayor
medida de ti.
Poder por supuesto que se puede, pero vas a tener que lucharlo, sin medias tintas, y si hoy
puedes darlo todo y no lo haces, el día que no puedas dar el cien por cien, por lo que fuere,
desearas haberlo dado todo en su momento. Está en tus manos, y te preguntarás… ¿Después de
todo qué? Después tú y todo lo que has conseguido. Aunque las oposiciones son duras
también pueden ser lo más bonito que te haya pasado en tu vida, y va a depender de como
tú percibas tu situación. Tu situación puede ser maravillosa, estas a punto de conseguir un
trabajo estable que te de tranquilidad el resto de tu vida, tenlo en cuenta. A veces tenemos días
malos, le puede pasar a cualquiera, pero ver el camino con optimismo va a reducir muchísimo
esas cuestas.
Quiero terminar este capítulo preguntándote por qué comenzaste con las oposiciones y
no seguiste el camino de la empresa privada. Quiero que te lo plantees una y otra vez para que
en los momentos de dificultad recuerdes tu respuesta y yo te voy a decir la mía. Tenía ganas de
vivir la única vida que iba a tener y a mi modo de ver las cosas la empresa privada no da
esa opción, o al menos no plenamente. Para mí era el camino fácil que más adelante se volvería
en el camino difícil, había tenido la experiencia de mis padres y no quería volver a pasar por ahí.
Lo tenía claro.
Es normal que no todo el mundo esté de acuerdo conmigo, al fin de cuentas cada uno va
trazando su camino conforme pasa el tiempo y según sus circunstancias. En mi caso terminé
derecho y encontré dos opciones, o cursar el máster de acceso a la abogacía para ejercer de
abogado, o el camino que llevaba tiempo queriendo recorrer: opositar. Se me dilucidaba esas dos
opciones y dada la precaria situación económica de mis padres debía acudir a mis abuelos si
quería hacer cualquiera de ellas por eso de tener un techo donde dormir durante ese tiempo. Mi
abuelo, un hombre de empresa, lo tenía claro: «Tienes que hacer el máster, imagínate que no lo
consigues, debes de tener un seguro por si acaso». Me decía, y yo no quería hacer el máster de
abogacía porque tenía clara la vida que quería vivir, una que a mi forma de entender las cosas
mereciera el tiempo y a la vez me hiciera sentirme realizado. En mi mente no cabía la posibilidad
de no aprobar, no sabía que suponía abandonar y no estaba dispuesto a hacerlo, el tiempo no me
vale de nada si lo paso en una jaula, y una jaula es una jaula aunque sea de oro. No quería
ejercer pero tuve que tragarme estas palabras porque no tenía nada a cambio.
Lo único que pude hacer es dar mi palabra de cursar el máster si me permitían quedarme
mientras también me preparaba las oposiciones, es decir, hacerlo todo.
Así empezó mi camino.
Pasaron las semanas y los meses entre apuntes, clases, academias, preparadores y exámenes,
muchos exámenes. El primer año se me juntaron los exámenes del máster con los de las
oposiciones, fue el primer año que caí y en mi familia se pensaban que me daría por vencido.
Realmente sentí la presión por eso de estar a dos cosas a la vez y no estar plenamente en
ninguna, me hizo preguntarme si realmente opositar era para mí. Empezaban las
dificultades, asomaban cuestas y las promesas se las lleva el viento. Pasé por una ruptura de
pareja.
Ahora, al echar la vista atrás, me parece un simple revés de la vida pero en ese momento se
me hacia un mundo. Es curioso cuánto tiempo perdemos en cosas que no podemos controlar
simplemente para darnos cuenta que lo único que podemos hacer es seguir nuestro camino.
Debes tener siempre en cuenta que cuando opositas la vida de los demás continúa y tú también
debes continuar en ese paréntesis personal que has decidido tener, ese paréntesis que supone el
camino del opositor. Te dejo una frase de mi blog:

“Tiempo al tiempo, que las penas se pasan y lo que hoy nos importa mucho mañana
no nos importará nada.”
@blog_opositor_X

En otros capítulos hablaré exclusivamente de las relaciones personales porque juegan un


papel fundamental durante este proceso, pueden sumarte o restarte. Amistades, parejas y familia.
Ojalá sepas quien te suma porque son auténticos tesoros, y tengas la voluntad de alejarte de los
ladrones de tiempo. Hay golpes difíciles de encajar pero por tu bien en el camino del opositor en
general, y en la vida en particular, vas a tener que aprender a perdonar, aceptar lo que no se
puede cambiar y separarte de lo que no quieres más.
De darte un consejo te diría que en toda mala experiencia te liberes de lo que sucedió
para poder continuar, y que cuides tu tranquilidad para no complicarte más el proceso,
para ir ligero de equipaje y poder volar. Para opositar hay que estar tranquilos y para estar
tranquilos tenemos que controlar nuestro centro, no puede ser que del estado de nuestras
relaciones dependa nuestro desempeño durante las oposiciones, ese control debe ser nuestro.
Con el tiempo aprendí que solo desde la calma se puede aprobar una oposición. Créeme, de
nada valdrán esos atracones de apuntes si no eres el dueño de tu centro.
Así las cosas, en medio de la vorágine, algunos querían que dejara de opositar para
centrarme en mi carrera profesional. Para mí hacer el máster fue un error, porque me quitaba más
de lo que me daba, pero para continuar tuve que dar mi brazo a torcer y acudí a algunas
entrevistas. Había terminado el máster y tenía que decidir si seguir las prácticas del despacho o
centrarme a tiempo completo en la oposición. Recuerdo perfectamente la entrevista que realicé
con uno de los despachos más grandes de Madrid. Había superado distintos filtros, hablado con
dos socios, y volví para hablar de nuevo con recursos humanos. Al ver mi Curriculum Vitae
donde ponía que actualmente cursaba la preparación de las oposiciones en una conocida
academia me preguntó qué hacia allí aplicando a un puesto en aquella firma. Miró a su alrededor
en la pecera de cristal que estábamos, rodeado de abogados entretenidos en sus tareas, y me dijo
con absoluta rotundidad que tenía la puerta del despacho abierta pero que era “insultantemente
joven” y si no intentaba sacar las oposiciones ahora me iba a arrepentir el resto de mi vida. Tenía
22 años. Yo también miré a mi alrededor y no me gusto lo que veía, eso no era lo que quería
para mi futuro.

“Hazlo ahora porque ahora es todo lo que tienes.”


@blog_opositor_X

No volví a dudar. ¿Plantarme si sería capaz? Sí, muchas veces. Pero nunca más dudé
de que opositar era el camino que quería seguir. No quería una vida en una jaula de oro,
entiendo que para alguien el trabajo de abogado pueda ser apasionante, pero no era el camino
que quería coger y no estaba dispuesto a dedicar los mejores años de mi vida trabajando para una
firma ni una marca. Decidí apostar por mí.

"Si alguien cree que es un sueño, que siga durmiendo, si alguien piensa que es
imposible, que no moleste mientras lo estamos consiguiendo."
@blog_opositor_X
CAPÍTULO 3
La memoria, el horario y los descansos.

Voy a hablarte de tus herramientas como opositor, como todo trabajo aquí necesitas de tus
instrumentos. Fundamental: tu memoria (que se puede trabajar), un buen horario (sobre el que
ahora hablaremos), y la planificación (tanto del estudio como de tu descanso). Es lo básico, a
partir de ahí adórnalo como tú quieras, va a ser cuestión tuya meterle ganas, dosis de esfuerzo,
constancia y perseverancia. Mientras tanto yo te hablaré de mi fórmula para aprobar la oposición.
Durante el tiempo que he tenido el blog muchas personas se acercaban a mi planteándome
la misma cuestión, cómo había aprobado con éxito dos oposiciones distintas, quedando el
número treinta y tres de cuatro mil personas con trescientos sesenta y ocho plazas. Querían saber
mi método de estudio pensando que tal vez haciendo lo mismo tendrían más opciones de
conseguirlo.
Siempre he dicho que cada uno tiene que encontrar su propio método de estudio y
organización, su propia metodología, a base de prueba y error, yo te explicaré lo que hice y será
cuestión tuya encontrarle una utilidad.
Al fin de cuentas todos hemos estudiado con más o menos éxito alguna vez en la vida, ahora
toca ponerlo a prueba, y si no es suficiente, mejorarlo. En este capítulo te doy algunas pautas.

- Técnicas de estudio -

Las técnicas de estudio, o cómo estudiar, puede resumirse en los siguientes puntos:
Primero, y básico, tendrás que subrayar los temas con una lectura general. Irás subrayando
de menos a más según necesites profundizar en posteriores repasos. Cuánto subrayar va a
depender de ti.
Te recomiendo utilizar primero lápiz, luego colores en función de la importancia de las
cosas.
No leas, memoriza las palabras y los párrafos conforme avanzas. Esfuérzate. Imagínatelo.
Lee, aparta la vista y recuérdalo.
Tras esa primera lectura puedes utilizar trucos de mnemotecnia, en mi caso cogía las letras
iniciales de las listas que debía memorizar para crear alguna palabra, cuanto más absurda o
ridícula mejor. A partir de esa palabra (acrónimo) era capaz de desarrollar las listas y los
artículos de las leyes, esto es algo muy útil y acabarás dominándolo a base de estudio. Es algo así
como encontrar la llave que te abre la puerta de rinconcitos en tu memoria. Estudiar puede ser
divertido. Invéntate lo que quieras, al final no solamente harás palabras, imagínate que tienes que
desarrollar un tema… Podrás hacer frases enteras.
Te voy a poner un ejemplo de muchos que se me ocurre.
Vamos a ver una pregunta muy típica. En mis oposiciones cayó más de una vez, tanto para
test como para preguntas cortas: enumera los principios rectores del poder judicial:
Acordarte puede ser un rollo, seamos sinceros, pero si recuerdas la palabra que lo resume te
será fácil desarrollarlo. PURIVA. Así como Puleva pero más jurídico (argumenta razones que
aunque no tengan sentido te ayuden a recordar el acrónimo).

Principios rectores: (PURIVA)


- Publicidad (art. 120 las acciones judiciales serán públicas, con las excepciones que
prevean las leyes).
- Unidad jurisdiccional (art. 117.5 quedan prohibidos los Tribunales de Excepción y los
de Honor).
- Responsabilidad (art. 121 los daños causados por error judicial, así como los que sean
consecuencia del funcionamiento anormal de la Administración de Justicia, darán derecho
a una indemnización a cargo del Estado).
- Independencia del poder judicial (art. 117.1 y 2).
- Vinculación entre la soberanía popular y la administración de justicia (art. 117.1).
- Autogobierno (art. 122 se crea el Consejo General del Poder Judicial).
Ya tienes la pregunta completa. ¿La llave? P.U.R.I.V.A. ¿A que me sonaba? A Puleva. Yo
tenía miles que iba improvisando según avanzaba. Si no te cuadra una palabra puedes utilizar
siglas. Hazlo mientras repasas, apuntándolo en los márgenes y simplificando tu estudio.
¿Otro ejemplo? Circunstancias que deben acreditarse conforme el artículo 206 BIS de la
Ley General Tributaria para sancionar un conflicto en aplicación de la norma tributaria…
F.O.S.A:

1. Falta de ingreso en plazo de la totalidad o parte de la deuda tributaria.


2. Obtención indebida de devolución derivada de la normativa del tributo.
3. Solicitud indebida de devolución, beneficio o incentivo fiscal.
4. Acreditación improcedente de partidas o créditos tributarios a compensar o
deducir en declaraciones futuras, propias o de terceros.

Además de acrónimos podemos formar frases, por ejemplo: ¿Cómo se extingue la deuda
tributaria? Es una pregunta que también se puede formular en el ámbito de lo Civil, ya que son
causas idénticas: Paco prescribe condones y normalmente compensa. ¿Qué significa esto? Pago,
prescripción, condonación, y demás medios previstos en la normativa.
No hace falta que la llave a estos rinconcitos de la memoria sea crear frases ni es
imprescindible un acrónimo para recordarlas, más bien se trata de jugar con la imaginación para
poder inventarse palabras que para ti tengan sentido. Muchas personas utilizan dibujos o formas
geométricas. ¿Cómo se determina la base imponible en la estimación objetiva? Por un
mimdungi. Es decir: mediante la aplicación de magnitudes, índices, módulos, o datos.
¿Y que debe contener el informe que se acompaña al acta incoada por el método de
estimación indirecta? Pues, casijuca. Me refiero a: las causas determinantes de la aplicación del
método, la situación de la contabilidad del deudor, la justificación de los medios elegidos, y el
cálculo efectuado.
Incluso puedes crear una canción, se trata de ayudar a la memoria y para eso vas a tener que
dedicarle tiempo.
Otra forma de memorizar, pero que conlleva más esfuerzo, es resumir los temas, o si quieres
ir más rápido a la hora de cantar (recitar), puedes repetir el tema párrafo a párrafo en tu memoria
hasta que tengas una unión de estos para luego decirlos en voz alta, y hacerlo repetidamente,
sumando cada vez más párrafos hasta poder cantar el tema en alto o mentalmente.
Si así no se te queda, paciencia y a hacer esquemas, repetir y repetir. Pero no
superficialmente, hazlo con interés. Ten en cuenta que si no rompes las barreras de cristal de esos
temas que te cuestan más te estas poniendo las cosas más complicadas para el momento futuro
que tengas que repasarlo. Cuéntate los temas, explícatelos. Trabaja fichas, notas marginales y
vuelta a repasar. Para mí lo infalible para mejorar la literalidad fue grabarme el tema y
escucharlo repetidamente, una y otra vez hasta ser capaz de decirlo o escribirlo. Escríbetelos,
aunque sea con la peor letra del mundo. En resumen, paciencia.
No es casual cuando digo que las oposiciones me enseñaron el significado de la paciencia.

- La memoria -

Y si hablamos de la memoria he de decir que es nuestra mayor aliada, la que nos dará la
plaza. No tenemos ni idea de lo capaz que es y de lo mucho que pueden sumar los pocos a pocos
en el camino. Es una esponja, si la introduces de lleno en un cubo de agua no podrá asimilar más
líquido, pero ve sumergiéndola poco a poco y absorberá todo. Ahora más que nunca, opositar se
trata de sumar ladrillos hasta completar el muro.
Tal vez pienses que te vaya a dar la clave para memorizar todo el temario en tiempo record,
y voy a intentar que lo consigas mejor y más ágil que antes a base de una mejor planificación,
pero he de decirte que la experiencia me ha enseñado que no existe una técnica infalible que sea
la piedra angular, el axioma perdido. Más bien se trata de dosificar, repetir, y darle tiempo. Hay
muchas teorías y no me voy a detener en ellas porque ninguna ha demostrado que sea la panacea,
más bien te diré lo que me iba bien, en general, porque tú vas a tener que encontrar tu forma
particular de memorizar. ¿Cómo? Con las técnicas anteriores más una buena planificación. No
hay más trucos.
La primera vez que fui a la academia pensaba que el temario era imposible, inasumible…
¿Alguna vez has pensado lo mismo? No te preocupes. No te miento si te digo que todos pasamos
por ahí. Al final la diferencia en las oposiciones está entre quien sigue o lo deja, y ¿El
denominador común de los que no lo dejaron? La paciencia. ¿Mi consejo? Que te armes de
paciencia. ¿Alguna vez fuiste a pescar? Pues es lo mismo, si estás unos minutos, tan solo unas
horas, puede que no pesques nada. Hace falta tranquilidad, calma, estar sentados y
preparados.
Una amiga psicóloga me dijo una vez que lo más importante para memorizar con éxito los
temas era respetar los horarios de estudio, no hacer cosas exageradas como intentar engullir
medio temario en unos días porque te llevará al colapso mental total, cuidar tu lugar de estudio y
separarlo de tu hábitat normal para diferenciar claramente cuando estas estudiando de los
momentos de desconexión, y si puedes hacer deporte te ayudará a despejarte en esos momentos
de descanso que son obligatorios.
Muchos me preguntan sobre suplementos parar aumentar la memoria, te puedo hablar desde
la experiencia, y no, no te voy a animar a que te drogues, más bien todo lo contrario. ¿Quieres
saber si tomar algo marca la diferencia? Absolutamente no. Ni existen técnicas milagrosas ni
hay pastillas mágicas. Podrás informarte, y después de mucho leer seguramente llegarás a esta
misma conclusión. No son pocas las veces que se han puesto en contacto conmigo empresas
comercializadoras de suplementos para estudiar, para que te hagas una idea, tantas que no las
cuento con los dedos de las manos. Siempre he negado hacer publicidad de lo que no creo.
¿Puede ser útil? Tal vez, seguro que tienen estudios que demuestran y corroboran su utilidad,
pero desde mi punto de vista tomar suplementos durante las oposiciones no marca la diferencia,
ese punto extra lo tienes con un buen horario de estudio, una mejor organización, pero no
suplementándote. Te doy mi palabra: El año que aprobé las oposiciones no tomaba
absolutamente nada. Puedes prescindir de todo. No quiero decir que niegue las propiedades de
algunos alimentos, para nada, el pescado, los plátanos y los frutos secos favorecen la memoria o
la recuperación del cansancio, está demostrado. Para memorizar es tan importante mantener una
correcta alimentación como descansar.
La número uno de mi promoción no tomaba nada en especial que le hiciese quedar así,
simplemente más disciplina, más constancia, y grandes dosis de perseverancia. Tal vez te
preguntes si tenía una técnica de estudio mágica, y la única magia era levantarse todos los días
a la misma hora para cumplir el mismo horario que le llevaría a conseguir esa meta que
ahora tú estás buscando, ni más ni menos.
La concentración sostenida en el tiempo y el estudio constante va a aumentar tu memoria,
como si fuera un músculo, cada vez podrás avanzar más y más rápido. Esa es una de las razones
por las que no creo que cambie de oposición sea un tiempo perdido, si lo piensas, has estado
entrenándote durante todo el tiempo que empezaste a opositar. Ahora bien, hay dispositivos a tu
alrededor que sí afectan negativamente a tu memoria, a tu concentración, a tu capacidad de
asimilar el temario y lo digo desde la experiencia sin tener ningún estudio delante, pero es que
son realidades como castillos, igual de perceptibles, no lo podemos negar. El móvil, una Tablet
conectada a internet, o un ordenador.
¿Qué hacía? Cero tecnologías a mi alrededor. Iba a mi puesto de trabajo (que era estudiar)
sin conexión. Un sitio cómodo que no me distrajese (por eso te recomiendo siempre ir a la
biblioteca aunque sé que si haces exámenes orales te va a ser complicado (pero merece el
tiempo).
Para mí la biblioteca era mi lugar de trabajo, ir allí me ayudaba a cumplir religiosamente el
horario. Había tantas personas estudiando, en cualquier época del año, que era difícil sentirme
solo y además me animaba a cumplir mi rutina. Opositar en biblioteca te ayuda a diferenciar muy
bien tu horario de estudio de tu vida diaria, y ya sabes que no vives para opositar, más bien estás
opositando para vivir y es importante distinguir ambas facetas.
¿Mis claves? Sencillas. Horario, móvil fuera, adiós tecnologías y más biblioteca.
Cuando me preguntan sobre el móvil siempre digo lo mismo, no entro a valorar las aplicaciones
que te puedes descargar, dejaría el teléfono en casa o en la guantera del coche. Vamos a cortar
las tentaciones de raíz. Ya te pondrás al día del mundo cuando termines tu jornada o en tus
descansos. Estos aparatos sí que anulan tu capacidad para memorizar, mejor abstráete de ellos.
¿Surge algo importante? Apúntalo en un post-it. No te distraigas, sácalo de tu mente y a seguir
adelante.
Créeme, no te preocupes por tu memoria, será capaz, poco a poco. No hay técnicas mágicas
ni piedras filosofales. Si creías que hay un truco mental para aprender a memorizar grandes
cantidades sin tener que esforzarte siento decirte que no es así, puedes ayudarla, y en ese sentido
podrás simplificar el estudio con técnicas como las comentadas anteriormente más una
planificación personalizada. Por aquí tuvimos que pasar todos los que aprobamos la oposición,
así que mentalízate, trabajando día a día irás asimilando el temario, pero nadie te va a librar de
ese esfuerzo, es uno de los precios que hay que pagar para aprobar la oposición.
¿Algún consejo más? Aprovéchate de la memoria visual, además de las otras técnicas, te
ayudará a recordar los conceptos en el examen y podrás ir a esos sitios de tu cerebro que
pensabas olvidados, fijarlos en tu mente, desarrollar temas y contestar preguntas con precisión
quirúrgica. Mejorarás tu literalidad. ¿Qué hay que hacer? Trabajar siempre los mismos
apuntes, con un código de colores, procurando que estén lo más resumido posible para
aprovechar la memoria visual, si se te ensucian, los vuelves a imprimir, si ya no puedes
subrayarlos más, coge otros nuevos pero con la misma distribución. Siempre el mismo formato
(así los fijaras en la mente). Mis apuntes fue una de mis claves para quedar el número treinta y
tres de los cuatro mil aspirantes.
Podrás leer muchas teorías pero al final, créeme, esto va de paciencia, disciplina,
perseverancia y organización.
A pesar de que a día de hoy nadie ha descubierto el método perfecto para memorizar en
términos de oposiciones (y vas a tener que encontrar el tuyo propio con las herramientas que
mencione anteriormente), sí que existe la fórmula para no olvidarse de lo aprendido, y
créenme que eso si es una buena noticia. ¿Cómo hacerlo? Venciendo a la curva del olvido.
Veámoslo en el siguiente apartado.

- Horarios, planificación y descansos -

Con un año entero dedicado al blog estando en contacto con quince mil opositores,
habiendo cursado el curso con casi cuatrocientos compañeros en el Instituto de Estudios Fiscales,
y ahora dedicándome a preparar a otros futuros funcionarios, te podrás imaginar que, además de
mi experiencia personal, tengo bastantes referencias en esto de gestionar el tiempo durante las
oposiciones. Y es que el tiempo ahora es el elemento más importante. Para que lo pongamos en
contexto, cuando busco escritos míos que hablen del tiempo se me colapsan los resultados.
¿Cómo definiría las oposiciones? Incertidumbre y tiempo.

Las oposiciones es un objetivo muy específico y personal, y te quería recordar que


donde estés hoy no significa nada. Todos tenemos la misma materia prima, nuestro tiempo,
y lo podemos usar en nuestro favor o en nuestra contra, sin importar tu edad y tus
circunstancias. Siempre hace más el que quiere que el que puede, y lo importante no es
como empieza sino como acaba.
@blog_opositor_X

Hay que poner las cosas en contexto. Pretendo tratar cuestiones que tal vez ni te hayas
planteado, y eso es algo que te va a sumar durante las oposiciones, pero no nos engañemos, al
final el camino del opositor, como todos en la vida, es prueba y error. Por mi parte espero que al
leer estos consejos te puedas ahorrar muchos de esos golpes. Hay otros autores, incluso
preparadores, que siguen la teoría de que mucho nunca es suficiente, que no puedes parar cuando
estás cansado, solamente cuando hayas terminado. En la planificación yo no iré por ahí, porque
ante todo creo que se debe ser realista y sé muy bien que cada uno tiene sus circunstancias, sus
momentos, y que el ritmo va a depender del punto en el que te encuentres. También conozco
las consecuencias de pasarte de duro contigo mismo, y créeme, no sirven para absolutamente
nada.
Como preparador trabajo con mis alumnos la preparación personalizada, si preguntas por mi
técnica te diré que será la que se adapte a ti, decidí hacerlo así porque sé que cada opositor tiene
su propio ritmo y no es peor ni mejor, es el que sus circunstancias le permiten, y no siempre es el
mismo, dependerá del momento. No obstante, hay una suerte de factores que si son controlables
y ahí es donde me detendré.
Tu horario va a ser tu salvavidas. Dicen que los sueños son el seguro para continuar
adelante, yo te digo que tu horario va a ser tu seguro durante la oposición.
El mayor error que podemos cometer cuando empezamos una oposición es dedicarnos a
tiempo completo y sin horario, acabar con los temas en la cama, llevarlos a comer, o pasear
pensando en ellos. Si acabas de empezar con las oposiciones te estarás preguntando por qué digo
esto, quizás porque probablemente lo estés haciendo. Ese no es el camino, y es lo que solemos
hacer al principio. Las oposiciones se abandonan por dos motivos, te saturas o no te lo
pueden permitir, y no marcarte un horario es el camino directo a quemarte, es comprarte
todas las papeletas porque no somos máquinas, no podemos estar siempre al cien por cien y estar
exigiéndote constantemente te va a llevar a agobiarte y pinchar. Recuerda que durante las
oposiciones tú eres tu propio jefe, y que seas un jefe bueno o malo va a depender de ti. Cuando
estás en una empresa quieres que se te respete tu horario, pues ahora haz lo mismo. Uno de los
hábitos más importantes para sacarte con éxito la plaza va a ser el orden, y no me refiero a
tener las cosas bonitas para la foto, me refiero al orden en tu vida. Orden al irte a dormir, y
despertarte. Orden al acabar la jornada y poder seguir con tus hobbies. El orden te va a permitir
marcarte una rutina, y la rutina construirá tu nuevo hábito, el de ponerse a estudiar sin que te
cueste la vida. Dicen que veintiún días son suficientes para convertir una rutina en hábito, pero
yo te digo que puedes hacerlo a partir de ya, hoy mismo, deja de pensar en el tiempo perdido y
encuentra la solución. Planifícate. Hazlo ahora. Esto va de tomar decisiones, y tú decides hacerlo
bien o mal. Ya que estás haciendo un esfuerzo brutal, hazlo lo mejor posible.
Muchos me preguntan por mi horario, pero eso va a depender de tus circunstancias, en mi
caso estudiaba de nueve de la mañana a dos de la tarde, y después de comer me ponía a las tres y
media para terminar a las siete y media. Ese era mi horario después de aprender, a base de golpes
de la vida, que tenía que planificarme, como ya irás descubriendo a medida que avances por estas
líneas. ¿Después? Vivir. Esto no es una pausa, es un camino, en todo caso un paréntesis y no
puedes congelar tu vida a la espera de tus oposiciones, como ya habrás leído: opositamos para
tener una vida que merezca la pena, no vivimos para opositar. Grábalo a fuego en tu mente así no
te quemaras durante el camino.
La planificación va a depender básicamente de tu temario, no es lo mismo organizarte para
estudiar los cuatrocientos temas de la abogacía del estado que los cien que tienen los técnicos de
hacienda, pero al final vas a tener que empezar por el principio, ir sumando y racionalizando el
temario. Cuando empecé comencé con dos temas a la semana, luego subí a cuatro, a la vez que
tocaba la contabilidad y las matemáticas financieras.
Habrá temas que no te gusten, que no los soportes, pero no estas opositando por esos temas,
lo haces por un bien mayor. Esos temas que te cuestan tanto son un medio para un fin y
pueden ser los que te den la plaza, así que cuídalos y dedícales el tiempo necesario para sacarlos
adelante.
Creo que la planificación tiene que ir ligada a la curva del olvido para que no se te olvide
lo que estudies. Esa es la auténtica clave y la empleo como preparador. Me importa el ritmo al
que avanzas, pero aún más la planificación para que en el futuro recuerdes lo estudiado. Si
avanzas más rápido y no se te olvida nada mejor, pero recuerda que el esfuerzo vence al talento
cuando el talento no se está esforzando e interiorizar los temas es un proceso lento.
No me importa tanto tu capacidad como tú actitud para mejorar día a día, eso es lo que
marcará la diferencia; que me traigas un párrafo más, un tema más. Pensarás que es imposible,
pero imposible solo es lo que no te propones.
Para planificar el estudio, teniendo en cuenta la curva del olvido, tienes que empezar por
racionalizar el temario. Divide y vencerás. Según esta técnica en unos días o semanas se olvida
la mitad de lo que hemos aprendido, a no ser que lo repasemos por eso yo divido los temas en
bloques. Si lo repasamos lo mantendremos, y en vez de en una semana, se te olvidará la mitad en
tres semanas, si vuelves a repasarlo, lo recordarás un mes y así sucesivamente. Esto quiere decir
que si esta semana la dedicas a estudiar por primera vez los dos primeros temas, imagínate que es
tu primer bloque, a la tercera semana vas a tener que repasar ese bloque junto con los temas que
tengas que llevar también.
Hay dos formas básicas de organizarte durante las oposiciones, a base de vueltas o lastrando
temas, es decir haciendo bola, como una bola de nieve que vas acumulando temas. Ambas tienen
en cuenta la curva del olvido y depende de la amplitud de tu temario. A judicaturas, letrados,
inspección, o notarias irás llevando temas, y cada “X temas” recapitularás (es decir volverás a
llevarlos) para no olvidarlos, hasta dar una vuelta entera que será cuando empezarás a meter más
temas, pero si nos vamos a otra oposición con un temario más compacto, como el de agentes,
guardia civil o policía, la clave será darle suficientes vueltas al temario para mantener esa curva
del olvido a raya. Además un temario reducido te permite tener más flexibilidad con el número
de temas a llevar o a repasar. Como ves, se trata de lo mismo, machacar los temas, pero depende
de la amplitud, al fin de cuentas cuando llevas el sistema de lastre estás organizándote el amplio
temario como si fueran varios bloques más pequeños.
Igual o más importante que la organización son los descansos porque si los saltas acabarás
agotándote. A veces, por apurar el tiempo, empalmas dos semanas seguidas y acabas
planteándote si dejar la oposición por lo duro que te está resultando, y es normal, ese ritmo es
inhumano. Cumple tu horario, respeta tus descansos, y ya verás que se puede sobrevivir a
opositar. Los descansos son sagrados, serán un soplo de aire, tu refugio. Ahí es donde
puedes recuperar fuerzas para seguir avanzando.
No todo el mundo oposita a tiemplo completo, si tienes obligaciones al final significa que
necesitarás más tiempo para asimilar el temario porque no le podrás dedicar las mismas horas
que alguien que está a tiempo completo, no es el fin del mundo. Yo trabajaba los veranos y en
vez de dedicarle ocho horas a opositar, hacía cinco. También aprobé. Mi compañera de biblioteca
sacó sus oposiciones con dos pequeños en casa, a la vez y en el mismo tiempo que yo. Todos
tenemos nuestras circunstancias y depende de nosotros amoldarnos a ellas.

"La diferencia entre una ilusión y un objetivo es que hay una estrategia detrás para
conseguirlo. No se puede golpear un objetivo si no se ve, y para no ir a ciegas es tan
importante tener un plan de ruta como un horario para cumplirlo."
@blog_opositor_X

- La fórmula para aprobar la oposición -

Te he dado mis consejos claves, pero no son suficiente, si quieres aprobar las oposiciones
vas a tener que dejarte los ojos y la piel sobre el escritorio, pasar más horas frente al flexo que en
cualquier otro sitio que te hubieras imaginado jamás, aprender a decir no y creer en ti, vencer el
insomnio y a las ganas de tirar la toalla, quererte mucho para superar todas las adversidades
(porque las habrá), abstraerte de los comentarios de los demás (porque tú construyes tu vida), y
lo más importante: estar a dispuesto a sacrificar quien eres hoy por la persona que te convertirás
mañana, luchar por quien estás dispuesto a ser (porque donde estés hoy no significa nada).
Disciplina y mucha paciencia, paciencia para convertir tus sueños en metas, tus metas en
objetivos, y tus objetivos en realidades.

Y seguir un poco más.


CAPÍTULO 4
Relaciones personales (1)

Seguramente este sea el apartado más delicado porque el camino del opositor pondrá tu
mundo a prueba y cambiará la perspectiva que tienes de este, yo puedo comentarte las distintas
experiencias y sentimientos que fui sintiendo a lo largo de la oposición pero ahora te tocará a ti
experimentarlo. Este proceso va a suponer un antes y un después en tu vida, y al ser tu decisión
tienes que responsabilizarte de esta, porque opositar significa aceptar que donde estés mañana
depende de lo que hagas hoy. No es una cuestión baladí y nadie te obliga a tomarla. Presta
atención al siguiente texto de mi blog:

“Opositar es duro, pero tienes la ventaja que estás construyendo tu vida. No te eligen,
no dependes de vaivenes y de circunstancias, coges el control y eres tú quien eliges a que
quieres dedicarte, tanto es así que tienes el poder de que cada día sume, o que no lo haga,
todo va a depender de ti, aunque pienses que es por otros, créeme, al fin de cuentas es por
ti.”
@blog_opositor_X

Como ves hablo del compromiso que has tomado contigo mismo. Cuando decides opositar
haces un paréntesis de tu vida, es una cárcel de libertad que nosotros hemos elegido. Mientras
permanecemos en esa cárcel ficticia la vida de los demás continúa. Amistades y familiares siguen
avanzando mientras tú permaneces hincando codos frente los apuntes como si la vida te fuese en
ello, y es que has decidido que te vaya en ello. A tu alrededor pocas personas entenderán lo que
estás haciendo, para hacer honor a la verdad, tal vez nadie.
Por eso te diré:

“Cuidado con escuchar consejos de quien no ha opositado, porque es algo así como
aprender a construir de quien no ha construido nada. No te dejes desanimar.”
@blog_opositor_X

Seguramente te digan que lo entienden e intentarán poner lo mejor de su parte para


facilitarte las cosas. Aun así te sentirás incomprendido y es normal. Solía decir que solo los que
opositamos entendemos por lo que estás pasando, pero tampoco es cierto, solo quienes están
opositando lo entienden, y me refiero a que alguien que ya pasó ese momento también se olvida
de lo que significa por el cambio radical que supone aprobar. Es muy difícil ponerse en la piel de
un opositor cuando ya no sientes la presión e incertidumbre acechándote permanentemente y
precisamente por eso quiero que seas consciente de ello para que cuando los demás hagan
comentarios no te hieran, que los problemas en tus relaciones no te afecten al punto de costarte
tus oposiciones, que nada ni nadie te frene, porque no puedes tomarte como personal algo que sin
maldad es pura ignorancia.
Una buena relación te puede dar alas para seguir volando, una mala amistad te puede
hundir. Quiero que tengas en cuenta que aquí lo importante eres tú y tu estabilidad. La plaza se
construye desde la tranquilidad y no puedes permitir que nadie a tu alrededor te la robe.
Hablo de vampiros emocionales, esas personan que se quejan por todo o nada les parece bien,
que siempre se están haciendo la víctima o sufren ataques de envidia o celos que te
desestabilizan. Hablo de ladrones de tiempo, esas personas que te exigen que siempre estés
disponible para todo y no te permiten centrarte en tu objetivo: las oposiciones. Personas tóxicas
que intentan manipularte tergiversando las palabras y haciéndote sentir mal. Todos tenemos días
malos y es algo humano, seguro que te pasará, pero aquí estoy hablando de aquellos que están
generando dramas innecesarios continuamente y se alimentan de sus propios conflictos. Huye de
esas personas, corre tan lejos como puedas y cuando te hayas marchado no eches la vista atrás.
Alejarte de las personas que te hacen daño no es egoísmo, es amor propio, es recuperar tu
centro, tu estabilidad.
Cuando opositamos aprendemos a valorar el tiempo y todas esos vampiros emocionales te
lo roban, directa o indirectamente, bien porque te solicitan tu atención permanentemente sin
aportarte nada positivo, o porque te crean problemas que derivan en quebraderos de cabeza, en
cualquier caso aquellas personas que no suman, restan, y quienes no aportan, que aparten.
Nuestra mente es la herramienta más importante durante las oposiciones, a nivel físico puedes
adelgazar o engordar durante el proceso (que hasta cierto punto no importará), pero el estado de
tu mente es fundamental y determinara tu éxito. No permitas que nadie eche su basura en ti,
libérate de esos que solo vienen a compartir sus problemas, ya tienes suficiente carga emocional
con la maratón que es el camino del opositor. Alguien que te quiere no te hace mal, te ayuda,
no te frena. Quédate con esas personas que te hacen reír, no llorar.

“Durante las oposiciones, y en general, te diría que cuides lo que piensas porque las
creencias determinan lo que eres capaz de conseguir. Es la diferencia que te hará seguir o
tirar la toalla. La certeza, tú convicción. Lo que piensas controla tus resultados, y si estás
convencido de que puedes, aunque no sea ahora, aunque tengas que seguir un poco más,
los resultados llegarán. Así que te propongo un trato, que confíes en ti, incluso cuando los
de tu alrededor te digan que es imposible, porque lo único imposible es lo que no se
intenta.”
@blog_opositor_X

Durante mi camino conocí a todo tipo de gente, decidí opositar en la biblioteca para
controlar mejor las horas efectivas de estudio y crearme una rutina fuera de casa. Eso me facilito
el estudio y me llevo a conocer a personas que a día de hoy siguen en mi vida, personas que me
sumaron y que considero un pilar fundamental durante las oposiciones. Esas son las personas que
te acercarán a tu objetivo. En cambio, si una persona me lastraba intentaba distanciarme de ella,
enfriar la relación, tal vez parezca algo cruel pero hay que distinguir una persona que tiene
problemas de una persona que es tóxica, un vampiro emocional, o un ladrón de tiempo; porque
no es lo mismo. La persona tóxica llega y no te aporta nunca nada así que ignorarla para
que al final salga de tu vida no es cruel; es necesario. En cambio, todos podemos tener
problemas, y no significa que seamos así. Se nota la diferencia, los primeros te chupan la
energía, por eso los llamo vampiros emocionales, y los segundos, como todos, simplemente
necesitan un hombro donde apoyarse, pero no te restan. Durante el camino acércate a aquellos
compañeros, amigos, y familiares que sumen. Elije ver la vida con actitud positiva. Antes de
haber aprobado escribí:
“No nos confundamos, que las personas grandes son grandes siempre, sin importar
sus circunstancias, que los obstáculos los tenemos todos. Frente a ellos tenemos dos
opciones: Encontrar soluciones, o darnos por vencido. He visto compañeros lograr lo
imposible. Ellos son el ejemplo a seguir: Saber que día a día podemos ser mejores y lograr
mucho, hacer que esos poquitos se hagan muy grandes, e ir mejorando. Días malos los
tenemos todos, pero al día siguiente, coger y levantarse para empezar de nuevo... Eso es de
gigantes. Es de opositores.”
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Después de sumar más de un año con el blog te aseguro que la consulta número uno que
recibo es relacionada con las rupturas de pareja. He dado varias entrevistas en distintos canales
de YouTube e Instagram y la pregunta se repite:

— ¿Es posible opositar teniendo pareja?

Creo que la pregunta está mal enfocada, puedes opositar con todo tipo de relaciones a tu
alrededor, la cuestión es la misma que antes: Si esas personas te suman o te restan.
Cuando tu pareja, tu familia, o una amistad te suman, bienvenidos sean. Son un tesoro y de
decirte algo, te diría que los cuides, aprovecha tus descansos para dedicarles tiempo. Las
relaciones hay que cuidarlas y los días tienen veinticuatro horas, si pasas ocho durmiendo (o
intentándolo) aún te quedan dieciséis, si pasas diez estudiando, aún te quedan seis. No hay
excusas para no dar amor a los que te quieren.
Cuando te restan te diría que te abstraigas, mente fría y un paso atrás para ver las cosas con
perspectiva. A veces gracias a las oposiciones ciertas personas se alejan, al principio te niegas e
incluso puede que pongas en juego tu proyecto de vida, este que estás construyendo, es normal
que empieces a dudar al ver que alguien que supuestamente te apoyaba se aleja, ahora bien,
analicémoslo con detalle para que después puedas tomar la decisión correcta, y me refiero
especialmente a tus relaciones de pareja:
Es cierto que las oposiciones son duras y ponen a prueba tus relaciones, pero cuando una
persona que supuestamente te quiere en un momento complicado para ti decide ponerte al límite
y hacerte elegir entre ella o las oposiciones, significa que esa persona, que era un pilar
fundamental para ti, no está dispuesta a apoyarte en tu decisión.
Ten en cuenta que aunque una persona signifique algo para ti y esperes algo, tal vez él o ella
tengan otra vara para medir eso que tú esperas o simplemente no lo comparta. Créeme que por
difíciles que sean las oposiciones seguramente no sean el momento más duro de tu vida,
simplemente al ser tu mundo ahora mismo significan todo para ti. Entonces pregúntate qué
puedes esperar de esa persona cuando lleguen momentos complicados de verdad, si no estaba
dispuesta a apoyarte en este momento, que tampoco será el más difícil de todos. Habrá otros
momentos más complicados así que piénsalo, y piénsalo mucho antes de continuar, antes de
tomar decisiones permanentes sobre circunstancias temporales, porque para seguir a veces
necesitamos parar y respirar.

“Estés empezando o lleves un tiempo, durante las oposiciones te ocurrirán mil cosas
porque es la vida, y el noventa y nueve por ciento de ellas no van a depender de ti. Solo
quería decirte que no dejes que nada ni nadie te robe la tranquilidad, que estás
construyendo tu futuro y tu vida debería ser lo más importante. Que a veces hay personas o
situaciones que cuando se van o las evitas, aunque tú no quisieras, todo va a mejor. Las
cosas no pasan por casualidad, y quién sabe, incluso apruebas las oposiciones. Que nada
te ate las alas, si te lo propusiste fue porque sabías que podías conseguirlo. Sincérate y
pregúntate cuánto lo quieres.”
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No será la primera vez que veo a alguien tomar una decisión pensando en otra persona en
vez de hacerlo pensando en lo que quiere de verdad (y esto no es egoísmo, es amor propio, es
estabilidad, ser dueño de tu centro). Después el resultado se vuelve inevitable. Pasa un tiempo,
más o menos largo dependiendo de cuanto necesites haciendo de tripas corazón para pasar
página, y vuelta a comenzar teniendo que recuperar todo el tiempo perdido. Yo solo espero que
si lees estás líneas puedes evitar el coste de tiempo y estabilidad que supone el duelo. Es cierto
que cuando ocurre algo que nos hace tambalearnos todos necesitamos parar, pero ojalá no
pierdas tu tiempo ni caigas en bucles infinitos de esos que no conducen a ninguna parte y solo te
alejan de tus objetivos. Hablo desde la experiencia y en el siguiente capítulo te explicaré cómo
superaré con éxito situaciones, que a pesar de las diferentes circunstancias de cada persona, estoy
convencido de que seguramente sean parecidas a las que puedas vivir tú.
No digo que esas personas sean malas ni buenas, no me detengo a valorar eso y por tu salud
mental te diría que tú tampoco. Para estar bien y rendir al máximo simplemente necesitas
liberarte de esas cargas inútiles que te impiden seguir avanzando, no olvides que esto lo estás
haciendo por la única persona con la que por seguro estarás toda tu vida; por ti.
No te digo que te sea fácil, te digo que es posible porque muchísimos lo hicieron antes que
tú, y aunque pienses que es el fin del mundo, tal vez solo sea el principio de tu nueva vida. Es en
los momentos de dificultad cuando puedes demostrar lo fuerte que eres. Te dejo otro texto que a
mí me ayudo a seguir adelante en los momentos difíciles:
“Hay cosas que se escapan de nuestro alcance, y solo te queda aceptarlas, te gusten o
no, y seguir adelante. Con las oposiciones aprendes que no puedes controlarlo todo, que
mientras tú estudias, la vida de los demás continúa, y cuando todo esto choca con tu
burbuja de cristal en tu cárcel de libertad, puedes hacer dos cosas, echarlo todo a perder, o
hacerte más fuerte. Creo que tu decisión va a depender en mayor medida de cuánto te
quieras. Y te diría que durante las oposiciones te tienes que querer mucho.”
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CAPÍTULO 5
Relaciones personales (2)

No somos máquinas.
Todos necesitamos parar a descansar para no quemarnos, te animo a que de vez en cuando
te detengas y medites acerca de lo que quieres, que conserves tus motivos iniciales por escrito,
esas razones que te llevaron a opositar para que cuando dudes (en este caso por tus relaciones
personales) acudas a los papeles que escribiste y te preguntes si tu proyecto de vida ha cambiado,
porque tal vez lo que ha cambiado es la mentalidad de otras personas. Tal vez ya no sumen.
Créeme que si tu proyecto de vida hubiera cambiado no estarías leyendo estas líneas, si lo haces
es porque sabes lo que quieres y depende de ti luchar para conseguirlo. Todavía queda amor
propio dentro de ti y te invito a que te abraces fuerte, que te aceptes como eres y entiendas lo que
sucede. Esto al fin y al cabo fue tu decisión.
A veces las oposiciones te quitan algo que se tenía que ir para luego dártelo todo, lo sé por
experiencia propia y también lo he visto muchas veces en compañeros y, aunque no pueda
contestar a todos, también en la gente que me escribe a diario. Confía en ti porque si tú no lo
haces… ¿Quién lo hará?

“A veces necesitamos que nos empujen por un barranco para echarnos a volar.
A veces tenemos que tomar decisiones que no nos gustan.
Confía en ti, ten siempre en mente que esto se trata de tu vida, y que es tu
responsabilidad terminar lo que empezaste.”
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Aprende a valorar a aquellas personas que te siguen apoyando mientras estés opositando,
pero deja marchar a aquellos que te ponen piedras en el camino, a esos que tal vez sin darse
cuenta se dedican a lastrar tu vuelo hacia la meta que te has establecido como objetivo. Me es
indiferente si es una amistad, una pareja o familiares. Ya sé que da pena, rabia, lastima, lo sé.
Quiero recordarte que te metiste aquí porque en tu interior sabías que podías conseguirlo, sino
créeme que jamás se te hubiera pasado por la cabeza opositar. Cuando lo consigas, que lo harás,
no olvides a quien estuvo ahí contigo porque, aunque tú hicieras los exámenes, ellos te apoyaron
en el camino.

“Y la diferencia, entre cuando empiezas y cuando pasa el tiempo, es que las personas
que siguen en tu vida, son las que verdaderamente quieren estar en ella. Los que quieran
estar contigo, seguirán, y los que no, tal vez ahora no lo sientas, pero irse fue lo mejor que
podían ofrecerte. Que se enfríen ciertas relaciones es normal, si eran buenas ya las
retomaras, pero a la vez conoces gente nueva ¿Y para esos sí hay tiempo?
Creo que nos volvemos más selectivos y no perdemos el tiempo con lo que no nos
llena. Y todo es planificarse.”
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Me gustaría hablar de esas personas que sí están en los momentos difíciles, esas personas
que son tesoros. Tal vez tus padres, algún hermano, tu pareja, o una amistad. Te diría que en
este momento de tanto sacrificio no descuides a las personas que te quieren porque ellos
nos hacen afortunados. A veces cuando opositamos vamos con mal humor, de casa a la
biblioteca y de la biblioteca a casa, sin parar a valorar el esfuerzo que hacen esas personas por
nosotros, el valor que tiene simplemente estar ahí. Sonríe, nunca confundas lo urgente con lo
importante, y por muy urgente que sean los temas y tus obligaciones, las personas siempre irán
primero, porque sin personas dime tú para qué quieres esos temas.

“Te propongo que sigas trabajando y si puedes manejes el estudio con dedicar un
poco de tiempo a esa gente que te quiere, porque ellos nos hacen afortunados, pero que lo
importante ahora y siempre eres tú, al fin de cuentas eres la persona con la que más tiempo
vas a pasar y a quién debes dedicar esa plaza.”
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La teoría está clara, pero ¿cómo hacerlo? En mi caso la situación durante las oposiciones no
era idílica, procedo de una familia que no entendía lo que suponía opositar y me metían prisa por
desconocimiento, pero esto no es un sprint, es una maratón. Si tienes a tu alrededor gente que te
apoya permíteme recordarte la inmensa fortuna que tienes. En casa tenía caos por circunstancias
de la vida, hijo de padres divorciados que vivían una situación complicada con unos abuelos
todoterreno, iba a diario a la biblioteca para tener un orden, una estabilidad. Las cartas están
dadas pero nos toca a nosotros jugar con ellas.

“Una de las claves durante las oposiciones es el lugar desde donde construyes tu
plaza, la tranquilidad y la estabilidad. Las oposiciones son una montaña rusa de emociones
y no se puede pretender construir los cimientos del futuro sobre arenas movedizas, y tu
estabilidad es el terreno sobre el que construyes tu plaza.”
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Antes de empezar las oposiciones nunca había oído del concepto “tu centro”, sinceramente
jamás había necesitado detenerme a pensar en ello, pero las oposiciones a veces ponen en juego
tu centro, tu estabilidad, y el amor propio. Ahora te diría que el poder de controlar tu centro debe
ser tuyo, sin importar si estas soltero o con pareja, durante las oposiciones, y en la vida, si le das
el poder de tu tranquilidad a alguien estás perdido. Cuando todo va bien no te das cuenta que has
cedido ese poder, pero cuando las cosas cambian y pierdes el control, es cuando te das cuenta
que tu estabilidad dependía de otro factor externo a ti, y déjame decirte que solo puedes controlar
lo que hagas tú, tu vida.

“Solo puedes controlar lo que hagas tú. Lo demás te podrá gustar más o menos, pero
son variables en esta ecuación.”
@blog_opositor_X

La parte negativa es que hasta que tú no decidas recuperar el control de tu centro, ser tu
propia estabilidad y apego, nadie va a poder ayudarte. Podrás pedir ayuda, pero hablo de
conseguirlo de verdad, y eso depende exclusivamente de ti. Por otra parte lo bueno que tiene es
que cualquiera puede recuperarlo y después de superarlo te darás cuenta de la importancia de ser
el dueño de tú tranquilidad. Desde ese momento verás con perspectiva las cosas que te ocurran,
aunque te pueda doler, serás consiente de que tú no puedes controlar lo que hagan los demás y lo
contemplarás desde cierta distancia.
El apego que sientes a eso que duele es artificial y se puede controlar. Durante mi camino
mantuve a la mayoría de mis amistades, pero perdí algunas, y gané otras. Sufrí cosas que no se
pueden controlar como las rupturas de pareja. Me enamoré y ese amor se acabó en medio de los
exámenes de la última convocatoria, cuando aprobé las oposiciones y conseguí las dos plazas
que poseo actualmente. Puedo identificarme contigo si te sientes completamente perdido o
desorientado. Como puedes ver, mi camino tampoco fue fácil, estaba lleno de cuestas, pero
quiero repetirte que superarlo y pasar página va a depender de ti, la ayuda que necesitas está en
tu interior. Durante las oposiciones he visto que si de verdad lo quieres puedes superar cualquier
cosa, que el ser humano tiene una capacidad increíble para rehacerse, y eso se llama resilencia.
Pero esta en tu mano conseguirlo.

Te diría que no te (pre)ocupes y que te ocupes. El sol sale cada mañana y después de
un tiempo te acabarás dando cuenta que hay muchos cielos para volar. Las adversidades
son oportunidades para crecer. Todos tenemos un pasado y tenemos que seguir caminando.
El pasado nos habla de lo que ya sucedió y opositar va sobre seguir adelante, sobre
aguantar un poco más.
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En medio de la vorágine de esa última ruptura no solamente conseguí la plaza, si no que


aprobé las dos oposiciones, estaba superando un duelo pero no sentía apego emocional, no lo
necesitas para querer a alguien, y precisamente ser el dueño de tu centro significa que puedes
ser feliz junto a alguien, pero que también puedes serlo estando solo. Aquí está la clave para
poder alejarte de aquello que te duele y de todos esos pensamientos que no te dejan seguir
adelante durante las oposiciones, desapégate.
Recientemente estuve recorriendo Tailandia, entre otros países asiáticos, y tuve la
oportunidad de encontrarme frente a la cultura espiritual que había investigado y me había
llamado tanto la atención durante mis años de oposición; el budismo. Para unos es una religión
para mi es una corriente filosófica, en cualquier caso su enseñanza te dice que la verdadera
libertad comienza cuando te desprendes de todo aquello que no te deja ser o sentir libre. El
desapego emocional no significa que la solución sea dejar de poseer cosas, eso sería llevarlo al
extremo y lo que se trata es de encontrar el término medio. Desapego significa que nada te posea
a ti, que a partir de ahora tienes el control de tu centro y que tu estabilidad no depende de nada ni
de nadie. Puedes seguir queriendo, si es querer bien, y cuando se quiere bien se deja ir a
quien las circunstancias hacen que se aleje, se agradece a quien se quiera quedar, y se está
en paz con la persona más importante para ti; tú.
Según el budismo, y sin querer abundar mucho en ello, del apego surge el sufrimiento, el
miedo, y todas las emociones negativas. Sin apego no hay sufrimiento, solo felicidad. El apego
confunde deseo con necesidad. Realmente esta filosofía llega a esa conclusión partiendo de una
serie de verdades (las cuatro verdades del budismo) con el único fin de alcanzar la felicidad, y se
puede ser feliz opositando:

De la felicidad.
"Ayer me dijeron que no se puede ser feliz mientras se está opositando, que es
incompatible. Si piensas así te diría que pasarlo mal no te va a ayudar a conseguir tu plaza.
Hará que abandones, porque esto es un camino a largo plazo, y también te diría que la
felicidad depende de cada uno, que no es feliz quien más tiene sino el que menos necesita, y
es una decisión que tomamos cada día, como la de ponerse a estudiar. Lo que marca la
diferencia entre todos nosotros no son nuestros problemas, es la actitud con la que los
enfrentamos. Vamos a estudiar y ser felices haciéndolo. Ya que estamos construyendo
nuestro futuro, hagamos que valga la pena."
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Se puede ser feliz opositando, y aprovecha para compartir esa alegría con los que te rodean,
disfruta de su compañía si están pero se capaz de vivir sin ellos cuando no estén.
Romper tu apego emocional a las cosas y a las personas no significa caer en la apatía,
simplemente conlleva encontrar tu paz interior, y como siempre digo, solo desde la calma y la
tranquilidad se puede aprobar una oposición. Cuida tus relaciones, pero también debes
encontrar tu propio centro para poder alejarte si fuera necesario.

"De la filosofía oriental aprendí que no es lo mismo desear algo que necesitarlo.
Muchas de nuestras necesidades son autogeneradas, por nosotros o la sociedad. Necesitas
respirar, comer y beber. Necesitas dormir. Eso sí que son prioridades que tiene todo ser
humano. Deseas muchas cosas, y serás feliz si las tienes, pero también puedes ser perfecta
y totalmente feliz si no las puedes tener ahora mismo. Créeme, la gente sobrevive sin ellas.
Tal vez lleguen, tal vez no. No las necesitas. Las deseas, y eso te genera frustración.
Desapégate.
Luchar por lo que queremos está bien, pero esa frustración que sientes por un deseo es
un incendio que solo puedes apagar tú mismo, con perspectiva. Calma. Tranquilidad.
Paz."
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Las cuatro verdades que explicó Buda cuando alcanzó la iluminación, es decir la felicidad
absoluta, se resumen en que la vida a veces causa sufrimiento, por ejemplo si estas opositando y
no puedes hacer ciertas cosas porque estás luchando hoy por el mundo que vas a vivir mañana
puede que sufras, es normal, pero esta filosofía oriental te dice que es evitable.
Su razonamiento es que sufres porque deseas cosas, confundes deseo con necesidad; es
decir sientes apego. Puedes dejar de sufrir si dejas de desear esas cosas. El budismo te da la llave
para dejar de pasarlo mal durante las oposiciones o en cualquier momento de tu vida si rompes
ese apego emocional. La cuarta verdad es cómo hacerlo, y Buda habla de un sendero que debes
de tomar para dejar de sufrir y no volver a pasarlo mal. Hace tiempo llamé al sendero “el camino
del opositor” y para mi consiste en saber dónde estás y qué es lo que quieres, porque si estás aquí
debes responsabilizarte del compromiso que asumiste cuando comenzaste con las oposiciones y
enfocar tus esfuerzos para lograrlo, aunque se puede aplicar a cualquier objetivo que te
propongas en la vida. Pregúntate: ¿Lo que haces hoy te acerca a dónde quieres estar
mañana?
El budismo habla de la concentración correcta, la visión correcta, el pensamiento correcto,
el habla correcta, la acción correcta, el medio de vida correcta, el esfuerzo correcto, y la atención
correcta. El óctuple sendero para alcanzar el nirvana, la plena iluminación y felicidad, pero como
yo no soy Buda creo que se puede simplificar el camino a la felicidad simplemente viviendo
el presente y dejando de (pre)ocuparte por lo que ahora no toca y comenzando a ocuparte
de lo que estás haciendo, dejando ir aquello que te resta y agradeciendo lo que te suma.
Continúa tu camino e intenta sumar a las demás personas siempre que puedas, pero no
sufras si no puedes, no se trata de vivir en el pasotismo, simplemente estar centrado. Vivimos en
un mundo en el que la mayoría de las personas van de un lado a otro deprisa y corriendo. Da por
hecho que se extrañaran cuando te vean concentrado en tus objetivos, pero por eso tú lo vas a
conseguir y ellos no. Recuerdo unas navidades en las que puse en la puerta de mi habitación un
cartel que rezaba: “No abrir por favor, estoy concentrado.” Faltaban unos días para el examen de
contabilidad y tenía que estudiar en casa porque las bibliotecas cerraban. Estábamos todos
reunidos y ese cartel fue la comidilla de la cena esa noche, a algunos familiares les hacía gracia
por la ignorancia del esfuerzo que estaba realizando y se burlaban sin saber la piel fina que puede
tener un opositor cuando está a unas hora de un examen oficial. Como todo buen opositor que se
precie, aguanté el tipo soportando los comentarios de personas que no saben lo que estamos
haciendo. Al final yo seguía a lo mío, concentrado en mi objetivo. No hace falta caer en
batallas inútiles, eso solo hace que le des más importancia a las cosas y te pierdas de tu objetivo,
si detectas algo que te puede restar simplemente aléjate.
Creo que la virtud está en el término medio, y las oposiciones me enseñaron a ser
paciente y observar las cosas con perspectiva.

"Y a mí, que era un prisas, las oposiciones me enseñaron el significado de la


paciencia."
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Puede que ahora no estés donde quieres estar, no te (pre)ocupes, más bien ocúpate de ir
construyendo a base de ladrillos ese muro, de ir sumando pequeños granitos de arena para
alcanzar la montaña, y deja lo que te roba la calma atrás. Si no esperas nada de nadie cómo te
van a dañar. Ilusiónate contigo mismo, agradece a los que te acompañan, y devuelve el amor que
te dan. Si los aplicas, estos consejos te ayudarán a ganar la plaza, y te quedarán para toda la vida.
No se trata de caer en el escepticismo, se trata de liberarte de toda carga que tú consideres inútil
para avanzar. Despejar tu mente y detenerte en lo importante, y lo importante ahora (y siempre)
eres tú.

“Entierra toda la negatividad, ante cada duda una salida: Actitud.”


@blog_opositor_X
CAPÍTULO 6
Elegir correctamente tu oposición.

Para ser sincero no había pensado en escribir un capítulo sobre esto, pero es una de las
consultas que más recibo en mi blog, y no es baladí, una de las decisiones más importantes
cuando quieres ser funcionario es elegir la oposición a la que te presentarás. Es una elección que
determinará tu futuro. Dependerá de esa decisión el trabajo que desempeñarás toda tu vida, así
que hay que pensárselo bien. El problema se plantea porque en ocasiones no estamos lo
suficientemente informados y nos presentamos a una por descarte. Puede que sepas que quieres
trabajar en el sector público, pero no sepas donde. Nadie de mi familia había opositado nunca, yo
apenas había escuchado hablar de los funcionarios de Hacienda, solo por las noticias. Fue ya en
la universidad cuando estaba cursando derecho tributario que me decidí opositar al cuerpo
Técnico de Hacienda. Al entrar en este mundo descubrí otras muchas opciones que también me
hubieran atraído, aunque he de decir que no me cambiaría de cuerpo, ya que de todas las
oposiciones a las que me presentaba mis favoritas eran las de la Agencia Tributaria. Me parecía
el trabajo más dinámico y con más posibilidades dentro de la carrera administrativa; gestión,
inspección recaudación, aduanas y un largo etcétera de posibilidades, entre ellas mi actual puesto
en el Tribunales Económico Administrativo.
No te preocupes si no lo tienes claro, aunque es una decisión importante no es irreversible,
he visto a compañeros equivocarse y rectificar, yo mismo me presente a varias oposiciones. No
son pocos los que he visto cambiarse y luego aprobar. De todo eso quiero hablarte en este
capítulo.
A la hora de elegir oposición distingo a dos tipos de opositores, los que se presentan
persiguiendo un sueño, una pasión (profesores, policías, bomberos, jueces, militares, médicos, o
enfermeros entre muchos otros), y quienes queremos trabajar para el sector público, en ambos
casos tendrás que tener vocación de servicio público porque estás decidiendo trabajar por el
interés general de tu país.
La realidad es que hay oposiciones de todo tipo, merece la pena indagar antes de tomar una
decisión. Indagar por tus preferencias está bien, pero estará mejor aún si también lo haces
también por tus posibilidades, y me explico ya que si quiero ser algo es realista. La finalidad de
estos textos no son decirte lo bonito que es todo y darte ánimos para que te pegues una hostia,
no. Hace poco pasé por donde estás tú ahora y quiero ayudarte a conseguir esa meta que yo
también alcancé.
Para lograrlo hay que ser optimistas, pero realistas también.
@blog_opositor_X.

Cuidado cuando oigas a personas que te hablan desde su posición privilegiada, no te


preocupes, te escribo esto cuando aún no he ocupado mi plaza, mientras me siento más opositor
que funcionario. Esto no lo digo porque crea que haya ciertas oposiciones que son para unos
pocos, no, el esfuerzo vence al talento cuando el talento no se está esforzando, pero también sé
que hay que tener cierta estabilidad económica y emocional para opositar; la emocional se puede
ganar, la económica no siempre se tiene, y opositar puede ser caro. Tienes que saber si te lo
puedes permitir.
Creo que todas las oposiciones son complicadas, no hay ninguna fácil (a priori, luego entro
aquí). La diferencia es que unas conllevan más tiempo que otras simplemente porque tienen un
temario más extenso, y en consecuencia lo normal será estar una proporción de años mayor
preparándolas, ahí radica la dificultad, y a su vez su mayor remuneración, entre otros factores.
Creo que una persona motivada con ganas de conseguir la plaza podría sacarse la oposición
que quisiese siempre que tuviera estabilidad emocional y medios económicos suficientes, el
problema es que no todos tenemos esas ventajas, y las oposiciones hay que pagarlas. Aquí está el
componente discriminatorio de esta historia, las oposiciones se basan en igualdad, méritos y
capacidad pero aquí no tenemos becas públicas para opositar como sí las hay en otros países de
nuestro entorno, y al final va a depender principalmente de tus ahorros o de tu familia. Por lo
tanto, recapitulemos, estará bien barajar tus preferencias pero adecuándolas a tus posibilidades,
yo que venía de una familia humilde, no podía permitirme elegir unas oposiciones con una línea
roja (personal) de cinco o seis años viviendo con mis abuelos. Tenía que ser más humilde, optar
a una escala inferior, otro grupo A (Técnicos), o incluso un nivel C (agentes), marcándome una
línea roja de tres o cuatros años. Eso es realismo. ¿Ahora ya dentro? Podría optar a lo que
quisiera, ahora sí hay igualdad porque cuento con los medios económicos necesarios.
A veces se eligen oposiciones porque se supone que son las que se deberían elegir, parece
que lo normal es que una veterinaria oposite al Cuerpo Nacional de Veterinarios, pero no hay
nada escrito sobre esto. Qué pensarás si te digo que hay médicos opositando a Hacienda, o sí la
numero uno del año pasado en inspección fue una farmacéutica.
Hay que tener muy claro lo que se quiere cuando estás opositando, las circunstancias que
tienes, y la realidad de la situación, que normalmente será opositar para aquello que te
preparaste. Pero no necesariamente. No hay nada escrito, yo solo te hablo las de posibilidades,
que son todas. Presentarte a tu especialidad es lo normal, pero detente a observar viendo el
histórico de plazas convocadas si es la mejor opción, seguramente sí, pero no siempre lo será, así
que cuidado.
Yo hice Derecho, jamás tragué las matemáticas, de hecho no cursé Derecho y
Administración de Empresas en la universidad por no enfrentarme con ellas. Y aquí me tienes,
habiendo sido de los mejores en una oposición financiera que tiene un examen exclusivamente
dedicado a la contabilidad y a las matemáticas. Supuestamente lo normal hubiera sido que
opositara a unas jurídicas, tal vez a la Administración de Justicia, el Cuerpo Jurídico Militar, o a
judicaturas. Pero no. Te voy a contar por qué no lo hice, por qué me fui a las financieras: vi la
posibilidad real de aprobar, y creo que eso es lo que tienes que observar cuando estás
decantándote por unas oposiciones.
Ahora que estamos en un periodo de convocatorias históricas de plazas no hay problema,
pero no siempre ha sido así. Las oposiciones me gustaban y las veía factibles, esos son los dos
componentes clave, por mucho que te guste si no son factibles no son realistas. También te tengo
que decir que si sabes lo que quieres, nadie te impedirá conseguirlo, eso por descontado, solo
quédate con la idea de que tu profesión no tiene por qué condicionar la oposición a la que te
presentas.
Si aún no sabes a cual presentarte puedes acudir a tu colegio profesional, a una academia de
oposiciones, tus profesores de universidad, o simplemente bucea por internet, seguro que
encontraras opciones. Hay algunas que no solían convocarse pero estarán a punto de hacerlo,
para mi esas son las “oposiciones-oportunidad”. Por ejemplo durante mi año fue Técnicos de
Auditoria y Contabilidad. Cuando surge una “oposición-oportunidad” el tiempo de preparación
disminuye considerablemente, por ejemplo: Intervención, Inspección de seguros, u otras muchas
que en su momento nadie preparaba y de repente se convirtieron en una gran opción para
presentarse. Investiga. Si quieres trabajar en el sector público para contribuir al interés general
pero no tienes ningún sueño en particular, siempre encontrarás oportunidades que disminuirán
considerablemente el tiempo de estudio.
Por encontrar, encontrarás muchísimas diferencias entre las oposiciones, en primer lugar la
rama o especialidad, pero también la extensión del temario, y como te contaba, el nivel dentro de
la administración, la forma de examinar, y como consecuencia de todo lo anterior; su dificultad
(aunque ninguna es fácil).

“Nunca es tarde para elegir la opción correcta.”


@blog_opositor_X

Las oposiciones dependen de tantas variables como circunstancias tengas, a veces nos
empeñamos en seguir un camino hasta darnos cuenta que no era el adecuado. En este tiempo he
conocido experiencias de todo tipo. Para resumirlo hablaría de dos clases de personas, las que
estando a disgusto por la oposición que habían elegido inicialmente la acababan abandonando
por esas dos razones por las que se acaba dejando una oposición (que no puedes más
psicológicamente o no te lo puedes permitir económicamente), o aquellas que no estando
cómodas con su primera elección dan el paso de cambiar de oposición. Siempre digo que para
opositar hay que ser valientes, pero para cambiar de oposición más.
Mi experiencia es un poco particular porque yo me presentaba a cuatro ramas distintas, a
Agente de la Hacienda pública, Técnico de hacienda, Técnico de Auditoria y Contabilidad así
como Gestión de la Seguridad Social. Eran distintas pero tenían varios ejercicios en común, así
que para mí significaban una continua preparación. Pasaba el año examinándome, hice más de 20
exámenes en poco más de tres años. Esto es algo que no te recomendaran en la academia ni
ningún preparador, ni siquiera yo, y lo cierto es que el año que me presente solamente a Técnico
y Agente de Hacienda Pública aprobé las dos. Así que es para pensarlo. Realmente es cuestión
tuya ponderar si los tiempos se adaptan para poder presentarte a varias diferentes, así las saqué
yo; los tiempos de Agente y Técnico cuadraban. De darte un consejo en este sentido te diría que
mejor afines tu puntería para darle al blanco, si tiras muchas balas al aire puede que al final no le
des con ninguna.

“No puedes golpear un objetivo si no lo ves, no puedes conseguirlo si no lo crees.”


@blog_opositor_X

Más allá de mi experiencia particular que comparto contigo, conozco de primera mano más
personas que decidieron cambiar de oposición por diferentes circunstancias, es decir del segundo
grupo de opositores que te comentaba al principio ¿Quieres saber que tienen en común todas
ellas? Que han aprobado. Todas.
Una gran amiga estaba luchando por las oposiciones del Cuerpo Jurídico Militar y decidió
cambiarse a las de la Guardia Civil. Otra de judicaturas cambio a subinspección de empleo,
recientemente ha aprobado. Podría darte más ejemplos pero la idea de este capítulo no es
empujarte a cambiarte de rama, es abrirte los ojos ante todas las posibilidades que tienes ante ti.
Muchas veces nos metemos en una oposición porque es la conocida, esa de la que habla todo el
mundo, la oposición estrella, para luego darnos cuenta que esta masificada, que no era la mejor
opción ¿Qué tiene de malo rectificar? Tú me dirás que no quieres perder el tiempo que le has
dedicado a ese temario, pero sabes tan bien como yo que muchas veces los temarios están
relacionados, que la parte administrativa, civil y constitucional se repite, y que hay decisiones
que debes acabar tomándolas. Pero que debes ponderarlas y en todo caso tomarlas tú y no es lo
mismo hacerlo habiéndole dedicado un año que tres, eso también hay que tenerlo en cuenta y
siempre será tu decisión.
A veces tomamos decisiones basados en expectativas y cuando estamos trabajando sobre el
terreno, ya de llenos en la realidad, nos damos cuenta que tomamos la decisión incorrecta, por lo
que sea. Cuántas veces me habrán preguntado sobre esto en el blog. Es un tema complicado para
el que lo sufre pero un opositor de éxito, es decir aquel que acaba aprobando la oposición, tiene
que tener una serie de cualidades bien marcadas, no cabe duda que sin sacrificio y disciplina
nadie obtiene una plaza, pero también se necesita flexibilidad, capacidad para poder ajustar las
velas del velero para poder alcanzar tu objetivo. Confianza en uno mismo si sabes que debes
continuar en la oposición que elegiste porque te ves con opciones reales de aprobarlas. Puede que
no estés seguro, entonces será difícil decidirte, pero si te lo estás planteando créeme que es por
algo. Tal vez toca marcarte diferentes líneas rojas para distintas oposiciones. Espero que este
capítulo te haya hecho reflexionar y afianzar definitivamente tu elección, sabiendo que si no
estás seguro siempre podrás tomar otro rumbo en el camino de las oposiciones.
CAPÍTULO 7
Paréntesis (1º parte)

La oposición es un camino, pero ese camino supone un paréntesis en tu vida. Esa pausa no
puede ser total, opositar tiene que ser algo más que vivir para estudiar, tiene que haber otras
inquietudes.

“A veces olvidamos que se trata de opositar para vivir, no de vivir para opositar, que
el camino es largo y se puede ser feliz mientras tanto.”
@blog_opositor_X

Hay dos tipos de opositores, los que aprueban y los que abandonan. Los que aprueban es
porque han sabido compatibilizar el estudio con su vida, sino lo haces las oposiciones se hacen
inaguantables para cualquiera, y no hay excusas. Sé de personas que a día de hoy son abogados
del estado, jueces e inspectores de hacienda que mientras estudiaban ocho o doce horas al día
seguían viviendo, que siempre guardaban al menos un día para los suyos, incluso en periodo de
exámenes. Te dejo el siguiente texto de mi blog:

“Hoy, que es domingo, solo decirte que a veces hace falta descansar para seguir
adelante. A menos que estés con el examen inminente, opositar no es desaparecer. Es
importante cuidar a quienes nos cuidan, porque ellos nos hacen afortunados.”
@blog_opositor_X

En cambio aquellos compañeros que convertían el paréntesis en una parálisis total, lo


acababan dejando. El camino me dejo una cosa clara, opositar no significa dejar de vivir. No es
incompatible hacer ambas cosas, por eso te voy a contar mi experiencia y la de otras personas
que estuvieron a mí alrededor, para que las puedas hacer tuyas.
Como habrás leído comencé las oposiciones a la vez que el máster, y el tiempo, como
seguramente te pase a ti, no me sobraba. Hacía malabares para poder salir de vez en cuando con
mis amistades, quedar con la que fue mi pareja sentimental (que estaba empezando a conocer en
aquel entonces y como todos sabemos eso lleva su tiempo), y ver a mi familia. La bola creció y
se me fue haciendo cada vez más difícil compaginar estudios y vida social hasta convertirse en
un imposible. Más adelante escribiría la siguiente frase en el blog:

“Imposible es lo que no se intenta.”


@blog_opositor_X

Fue un error, a veces tenemos que cometer errores para aprender. Seguramente te sonará
esta historia. Al final fui quedando cada vez menos y centrándome cada vez más en el estudio,
absorto en los temas. No seré yo quien te diga que pares si resulta que estás en una racha de
plena concentración de esas que absorbes todo como una esponja, enchufado al temario, ojalá
fueran todas las jornadas así. Aprovéchalo, pero no olvides que hasta las esponjas se saturan y no
pueden soportar más agua. Ese punto en las oposiciones, donde ya no puedes más, suele venir a
partir del año de estudio, justo después de esa primera convocatoria en la que has dado todo
como si se tratase de un sprint por intentar llegar a última hora porque aún no te fías de esas
personas que ahora te decimos que este camino, más que un sprint, es una carrera de fondo. Lo
sé, es difícil creerlo cuando estás enchufado y sientes que nada te puede parar. No eres una
máquina perfecta, somos humanos y si aprietas más de la cuenta te quemas. Léelo de nuevo
porque te puede ser crucial; te quemas. No soy la primera persona a la que le pasa. Tanto en el
camino como a través del blog conocí a cientos de personas que acusaban del mismo problema,
es el típico error de novatos en esto de las oposiciones. Se puede exteriorizar de diversas
maneras. Ante ese primer revés podrás tener un bajón en tu ritmo, preguntarte si esto es para ti, o
como es mi caso, caer en una fase de insomnio. Qué habitual y qué puñetero es. Jamás había
experimentado algo así, días y días sin dormir. No hablo de descansar mal, hablo de no pegar ojo
en toda la noche y comer techo hasta la mañana siguiente.

“Te diría que el camino fácil se convierte más adelante en el camino imposible, que
opositar es hipotecar unos años de tu vida luchando por la vida que quieres vivir, es elegir
el camino sacrificado, el de las noches de insomnio, el de aprender a decir que no, el de
ponderar tu mayor coste de oportunidad; tu tiempo, el de la fuerza mental, el construir tu
propia vida, el camino de enterrar la negatividad, buscar tu fuerza (porque eres más fuerte
de lo que crees ser), es el camino de no dejarse llevar por los demás, es el camino de
aceptar la responsabilidad de que donde estés mañana depende de ti, el camino de la
aceptación, de la mejora, de saber que no hay nadie más importante en tu vida que tú
mismo.
Y que no estás perdiendo el tiempo, lo estás ganando. “
@blog_opositor_X

Esa crisis de insomnio me hizo ver las cosas desde otro punto de vista, con perspectiva,
tardé unas semanas en recuperar mi ritmo normal y tuve que parar a descansar. Fue justo después
del primer examen al que me presentaba, uno de derecho y economía en el que había quedado
entre los treinta primeros de las cuatro mil personas que se presentaban. No pude ir al siguiente
examen a pesar de haber aprobado, apenas había un mes de plazo entre exámenes y el insomnio
me costó dos semanas. Tuve que aceptar que no me había planificado bien, que lo di todo antes
de tiempo. Iba como si fueran cien metros libres cuando se trataba de un maratón. ¿Cómo te
sientes ante algo así? Impotente. Es una sensación habitual durante las oposiciones, junto a la
incertidumbre constante, seguir luchando sin saber qué pasará, esas son las dos grandes bestias
negras de este camino a las que quiero que venzas leyendo estas líneas. El médico lo llamaba
ansiedad y falta de descanso, van de la mano, y desde entonces aprendí que las oposiciones no
son un camino de rosas, más que camino son cuestas, pero te ayuda a reclasificar prioridades, a
distinguir lo importante de lo urgente. Lo importante es tu salud y eso es algo que te quedará
para toda la vida.
Las bestias negras siempre acechan para saltar sobre ti si les das oportunidad. A cada
opositor se le presentarán disfrazadas de distintas maneras, pero no, tú no lo vas a permitir,
porque vas a darlo todo cuando puedas hacerlo, pero también te vas a planificar los descansos tan
bien como tu estudio para que esas bestias no tengan ni una oportunidad. Quiero que te
prometas que cuando estés mal, por lo que sea, porque eres humano, no te castigarás ni te
darás latigazos en la espalda.
“Las oposiciones son una batalla mental que tienes que librar cada día, y tú eres a la
única persona que tienes que vencer”.
@blog_opositor_X

Entonces, reordenamos prioridades y continuamos. Te hablo de aprender a parar para poder


respirar, no te estoy diciendo que tengas que ir a todas las fiestas, ni mucho menos, opositar tiene
un coste, pero puedes y debes seguir viviendo para que este camino tenga sentido. Durante las
oposiciones muchos se desilusionan porque ven como la vida de los demás continúa, hacen
planes, ganan dinero, mientras a ti te toca calentar silla y echar codos frente a un flexo. Es el
precio de opositar. Opositar va sobre tomar decisiones día a día, y para tomarlas hay que ser
realista. No puedes ir a todos los planes si estás estudiando, tendrás que aprovechar tu día de
descanso, aprovecharlo bien. Tampoco necesitas mucho más que lo imprescindible para vivir.
No podrás salir todas las noches, ni ir a todos los conciertos. Que no te duela lo que hacen los
demás, lo que importa es lo que haces tú.
Entonces te podrás preguntar… ¿Cómo se compatibiliza opositar y seguir viviendo?
Como muchas veces cuando nos hacemos preguntas, la pregunta está mal formulada e
inevitablemente nos sugestionamos, la cuestión debería ser… ¿Cómo vives y a la vez decides
opositar? Esto no es una multiplicación y el orden sí altera el producto. Cuando decides
opositar te estas estableciendo una meta, y la única forma de lograrla sin perder la salud en el
intento es fijando un horario, una rutina que a base de constancia se convertirá en un hábito, si no
lo haces corres el riesgo de estar viviendo para opositar.
Antes del episodio de insomnio no tenía un calendario, simplemente avanzaba lo máximo
que podía cada día y siempre me parecía que me quedaba corto, recuerdo ir más de una vez con
los temas a la cama, en definitiva, me exigía más de lo que podía abarcar y esas son todas las
papeletas para estresarte y ganarte una crisis de ansiedad. Establecerte un horario te simplifica
las oposiciones porque te permitirá planificarte el estudio y fijarte metas más realistas,
además te permite poner punto y final a tus jornadas, seguir viviendo. No te irás con los libros a
la cama cometiendo el error que hice yo, los guardarás tras cumplir tus horas y podrás ir a
despejarte, cada día, no uno a la semana, no solo vas a vivir tu día de descanso, si quieres
puedes vivirlos todos.
Es fácil desilusionarte cuando ves que no avanzas. Te invitó a delimitarte un horario
clarísimo como si se tratase de tu jornada laboral con la ventaja de que nunca tendrás que trabajar
más de la cuenta, no hay horas extras, cuando terminas cuelgas la mochila, sigues viviendo, y lo
haces cada día. Así opositar se ve con otros ojos. Claro que no es remunerado, por supuesto que
sigue existiendo incertidumbre, pero es falso que no avanzas, si tienes un horario no hace falta
desaparecer por estar opositando, puedes seguir quedando con quien quieras tras cumplirlo, ir al
gimnasio o ver tu serie favorita, y eso es algo que no todo el mundo se puede permitir. Ahora tú
sí.
Si no querías volverte un esclavo de la empresa privada fíjate una rutina para no hacerte un
esclavo de la oposición.
La realidad es que este horario va a depender de tus circunstancias, no todos estudiamos a
tiempo completo. Todos tenemos responsabilidades y se trata de amoldarte a ellas, ser flexibles y
avanzar hacia la meta. Estoy convencido que debes empezar por planificarte una rutina si quieres
hacerlo con éxito, no vale ponerse a estudiar e ir improvisando el tiempo que le dedicas cada día.
Ahora no hay excusas para desilusionarte, sigues viviendo y aunque a veces no lo notes
también sigues avanzando, a veces más rápido, otras veces más lento, pero avanzas. El único
momento en el que dejas de avanzar es cuando te rindes, y no empezaste para rendirte.
CAPÍTULO 8
Paréntesis (2º parte)

Como verás no es una parálisis, el paciente sigue caminando, pero camina lento. Suma y
sigue, avanza, y cuando eches la vista atrás verás que solo fue un paréntesis, una parada entre no
tener nada a conseguirlo todo.
Ese es el gran problema de las oposiciones, que pasamos demasiado tiempo pensando que
no conseguimos absolutamente nada cuando realmente podemos (y debemos) seguir viviendo,
persiguiendo sueños. Claro que cada día tendrás que sentarte de nuevo e hincar los codos en la
mesa frente al flexo, como cualquier otro trabajador, pero la diferencia es que tú no estás
perdiendo el tiempo, lo estás ganando, las horas de esfuerzo que ahora siembras son para
recogerlas el resto de tu vida y eso sí que es un gran cambio, por eso pasas de nada a todo. Tenlo
en cuenta, será tu revulsivo para seguir caminando.
No he visto persona que lo haya pasado peor en este paréntesis que mi madre. Hace unos
años le propuse que opositara. Puede que a su edad nadie estuviera dispuesto a contratarla y darle
una oportunidad, pero podía demostrar que no lo necesitaba, que a base de mérito y capacidad
ella misma lo podía conseguir. Siempre había trabajado en la empresa privada y tuve largas
conversaciones con ella hasta convencerla. Qué mal lo pasó, creedme, ella más que nadie sintió
el paréntesis de su vida (ese que tal vez sientas tu ahora) como un no avanzar, como el fin de
todo. Hablaba con ella, semana a semana, mes a mes, para que no tirase la toalla. Le dediqué
posts de mi blog, textos auténticos de realismo que iban dirigidos a ella, para que sumara fuerzas,
para que no se rindiera. Siguió añadiendo pequeños ladrillos, muy lentamente, he de reconocer, y
ella también lo hará, que le costó más de lo que pudo haber pensado nunca. Yo le decía que era
el precio, pero que continuará. Quiso dejarlo y no le dejé. Si yo lo conseguí ella también lo iba a
hacer. Siguió. Se quejaba, y dolía. Tendríais que haberlo visto, una doctorada que luchaba por
una plaza nivel C1. Las oposiciones son más duras de lo que podrá imaginarse jamás alguien que
no pasó por aquí. Siguió luchando.
Esta semana, la misma que escribo estas líneas, recibí una llamada. Al otro lado lágrimas.
Esas lágrimas…
— Lo he conseguido.
— ¿Qué has conseguido mamá?
— Tengo una plaza hijo. Lo he conseguido.
Una pregunta que me hacéis siempre los que estáis opositando es qué sientes cuando
apruebas, pero imagínate qué puedes sentir cuando después de tanta lucha lo hace tu madre.
Silencio.
Piel erizada.
Más lágrimas.
— Ha merecido la pena hijo, cada esfuerzo se ha recompensado. No puedo ser más feliz.
Se llama satisfacción personal, autorrealización, y difícilmente te dará algo igual la empresa
privada.
— Sabía que lo conseguirías mamá, ahora a descansar que te lo mereces. Te quiero.
Nadie estaba dispuesto a apostar por ella, así que lo hizo. Quiso abandonar muchas veces
pero continuó, y lo consiguió.
Opositar es una historia de superación personal de cada uno de los que se presentan a las
convocatorias oficiales, hay tantas historias como instancias, tantas instancias como sueños,
tantos sueños como personas dispuestas a sacrificarse hoy por todo lo que serán mañana. Esta es
tu historia. Sé que te va a parecer monótona, que tal vez no soportes el camino y eso te lleve a
replantearte el futuro, pero también sé que es posible, y si crees que no, ten por seguro que lo
imposible, en esto de las oposiciones, solo tarda un poco más. Solo hay que tener paciencia.

“Hoy que estamos en la época de los caprichos, del usar y tirar, de lo rápido; en
relaciones, estudios y trabajos. Del aquí y ahora. De la poca paciencia. Dicen que solo se
vive una vez, pero creo que se vive todos los días, pero solo se muere una vez, y nunca es
tarde para hacer las cosas bien. No importa la edad, ni tus circunstancia, merece la pena
luchar por este proyecto de vida, el de las oposiciones, que no es fácil porque se aleja de lo
común; hay que tener paciencia. Y paciencia es lo que falta, y lo que merece la pena se
construye despacio y sin prisas. Si eres capaz de mirar al futuro, aquí y ahora, y trabajar
hoy para llegar a dónde quieres estar mañana. La plaza va a ser tuya.”
@blog_opositor_X

Pueden pasarte muchas cosas y tal vez no te cuente nada nuevo; he visto como fallecen
familiares, se rompen promesas y se marchan personas. Pero también he visto hacer lo
imposible, superar obstáculos y romper esas barreras de cristal de nuestra mente. Opositar es un
master de la vida. No dejes de crecer, que los estudios no te esclavicen, no permitas que nadie te
ponga de rodillas, ni tú mismo. Porque eres tu propio jefe.

“Aquí nadie te va a imponer un horario. Aquí eres tu propio jefe, así que ten tacto.
Respétate. Confía en ti. No puedes pretender aprobar teniendo un horario de jubilado pero
tampoco puedes exigirte hasta el punto de autosabotearte por los nervios y el estrés. Hay
que saber hasta dónde podemos llegar, cada día, y que tú vas a ser la persona con la que
más tiempo estés durante las oposiciones (y toda la vida).”
@blog_opositor_X

Estas justo donde querías estar, no lo olvides. No, no estás en pausa, avanzas, no es una
parálisis, es un paréntesis. Depende de ti llegar a donde querías llegar. Y si no quieres ahogarte
en el intento, sal a respirar, haz cosas que te llenen, rodéate de personas que te merezcan el
tiempo y aprende a decir no a quienes antes ponías excusas.
Cuidado con el miedo. El miedo sí que paraliza e impide seguir avanzando. El miedo nos
sugestiona y como comenté cuando te hablé de relaciones personales, no es más que apego, y el
apego se puede y debe controlar.

— ¿A qué tienes miedo cuando opositas?

Tienes miedo a perder años de tu vida, eso no lo puedes ocultar si eres sincero contigo
mismo, pero qué dirías si te digo que no los estás perdiendo, los estas ganando, invirtiendo. Este
es uno de los mayores esfuerzos que harás nunca, y por eso es tan difícil, pero lo sabías cuando
comenzaste este camino. Valoraste opciones, meditaste alternativas, y aquí estás; luchándolo.
Todos los que hemos aprobado las oposiciones pasamos por ese temor, pero ahí es donde
demuestras si puedes soportarlo, si insistes, persistes y resistes. Te diría que no pierdes mientras
no abandones, pero tampoco es cierto del todo ya que si eliges dejar otro camino te estarán
esperando con los brazos abiertos otras oportunidades, si el esfuerzo es sincero nunca será en
balde.
Retira ese miedo a no sacarte las oposiciones, si ese el temor que te quita el sueño cuida tus
pensamientos porque ellos determinan tu futuro. Si tantos de nosotros lo hemos logrado,
explícate por qué tú no lo ibas a conseguir. Pase lo que pase no será el fin del mundo.

"No es el fin de los finales. Los días aún tienen 24 horas y mañana volverá a salir el
sol. Aunque pienses que todo se derrumba, es solo una etapa, sigues caminando, es el
camino del opositor. Créeme, aunque ahora te parezca una locura llegará un momento en
que echarás la vista atrás y verás este paréntesis de tu vida con nostalgia. Tiempo al
tiempo. Contemplando desde la meta ese momento en el que te convertiste en el arquitecto
de tu futuro. Yo solo te deseo que poco a poco vayas derribando los muros de cristal de
esos temas que te cuestan tanto y sigas luchando para poder vernos al final. ¿Al final de
todo qué? Tu nuevo mundo."
@Blog_opositor_X

Si algo debes aprender durante las oposiciones es que pienses lo que pienses, tendrás razón.
Así que por tú bien empieza a pensar en positivo. Lo mismo te diría cuando avanzas temiendo
el examen, hay opositores que vienen para decirme que tienen miedo a suspender, a defraudar la
confianza que sus familiares han depositado en ellos. No sé en qué punto de la oposición estás
pero quiero que sepas que es extremadamente difícil conseguir la plaza a la primera. Puede pasar,
claro, y depende de ti que suceda, pero suspender unas oposiciones en una convocatoria no es un
fracaso, el fracaso sería no intentarlo.
Tengo amigos muy íntimos que empezaron las oposiciones en el mismo momento que yo y
las dejaron por miedo a perder el tren de la empresa privada, miedo a cumplir años y no estar
trabajando. Ninguno de ellos tardo mucho tiempo en conseguir trabajo. Un opositor es un
diamante en bruto. Temer que cumplir años sea negativo solo te va a poner piedras en el camino.
Si piensas eso ojalá hubieras visto mi curso en el Instituto de Estudios Fiscales, la edad más que
ser un factor en tu contra a veces juega en tu baza. Las cartas son iguales para todos y tú tienes
que jugar la partida, no lo hagas con miedo.

“Tus motivos deben ser más grandes que tus miedos, estar dispuesto a sacrificar tú ti
de ahora por todo lo que serás mañana, porque estás apostando por ti, la única persona
con la que por seguro siempre estarás. Para que te valga el tiempo, y vivas el futuro que
quieres vivir. Pero para eso primero vas a tener que ser valiente, vas a tener que sacrificar
algo por el camino, pero te aseguro que una vez lo consigas, todo esfuerzo habrá merecido
la pena. Porque si no jamás te hubieras planteado esta opción. Adelante.”
@blog_opositor_X
CAPÍTULO 9
Paréntesis (3º parte)

Durante el camino del opositor solamente hay una dirección, seguir adelante. Pero somos
personas y no máquinas, ten en cuenta que es difícil estar siempre al cien por cien. No te puedes
culpar por ello, porque sentirse así también forma parte de la oposición. Tenemos que ver las
cosas con perspectiva. Esto no va de grandes saltos, va de poquitos a pocos. Ir cumpliendo
objetivos. Gestionar los tiempos pero aún más los descansos. De intentar seguir viviendo
mientras se está opositando. Se trata de darte una oportunidad y no rendirse, porque solo pierde
la plaza quien abandona y ahora no es momento de abandonar. Es un proyecto a largo plazo y
pueden cambiar muchas cosas, por eso te diría que disfrutes de todos los momentos bonitos que
te regale el camino, y que nunca dejes de quererte más que a nadie. Si sientes que no puedes más,
respira, coge fuerzas para el siguiente tramo, no te quemes, no agotes tu energía, dosifícate. Esto
es una carrera de fondo, no un sprint. Pero no te rindas.
Durante las oposiciones pueden cambiar muchas cosas, tal vez rompas con tu pareja o
sufras una lesión, pero también puede que conozcas a personas que seguirán contigo toda tu vida,
en la academia o en la biblioteca, en el gimnasio o en el parque. Opositar va a ser una etapa más
o menos larga y como toda etapa, pueden ser los mejores años de tu vida. Vence a las
(pre)ocupaciones y comienza a ocuparte. Deja el móvil en casa o desconéctalo, céntrate en tu
estudio, cumple tu horario y disfruta tus descansos. Si te sientes deprimido date una oportunidad,
sal a pasear y piensa en lo que quieres. Si te levantas cada día pensando en que tu futuro será
mejor, puedes hacer de hoy un gran momento. No seas solamente un opositor más, de esos
que luchan para una plaza, conviértete en uno de los que la consiguen. Convéncete que vas a ser
el mejor y lucha por ello.
Creo firmemente que la gente ordinaria puede ser extraordinaria, y la diferencia son los
hábitos. Crea una rutina, sigue trabajando para convertirlo en un hábito. Los que aprobamos
teníamos la rutina de hacer aquello que al principio cuesta a las personas que aún no han
aprobado. También nos costó. Persevera. Estudiar es el medio para un fin. Sigue viviendo,
disfruta de tus momentos antes de ir a dormir, tal vez pruebes a enfundarte las zapatillas de
correr y descubras que además puedes ganar salud mientras opositas. Y ten en cuenta que:

“Durante el camino del opositor tienes que pensar en lo que vas a conseguir, no en lo
que vas a perder. Porque lo que consigues siempre será más de lo que pierdes, porque lo
que pierdes no era para ti.”
@blog_opositor_X

Oirás a gente decir cosas que no te gustan, eso es algo con lo que tienes que vivir y no voy a
abundar mucho más en ello porque no suma, resta. Personas que te preguntan cómo es que no
has aprobado ya, amistades que inciden en apuntarte a planes que no puedes cumplir, te
preguntas cómo no entienden que cinco meses para un examen no es mucho tiempo, y un largo
etcétera de situaciones de tu vida diaria que vas a tener que normalizar:
"Opositar es una batalla interior que tienes que luchar cada día y no pretendas que
quienes no hayan pasado por esto te entiendan por “muy buenas intenciones que tengan.
No te frustres, abstráete del ruido, busca tu espacio, encuentra tu tranquilidad, ahora no es
el momento de las grandes aventuras, tu gran aventura es conseguir la plaza, la estabilidad
y tu futuro. Ya habrá tiempo, porque por eso estás luchando, por tu tiempo. Y cuando
termines, porque esto se trata se seguir un poquito más, créeme que te vas a cobrar cada
día de estudio, porque al final de cuentas lo único que tiene valor es el tiempo, y tiempo es
lo que te va a sobrar cuando llegues a la meta. Y sobran los motivos.”
@blog_opositor_X
Todos tenemos nuestros problemas, y en la burbuja de cristal de las oposiciones cada
obstáculo se convierte en un mundo. La diferencia la marca precisamente la manera en que
superamos esos obstáculos: la actitud. Ante cualquier adversidad siempre habrá personas
positivas, rodéate de ellas. Y mientras avanzas por este camino que supone opositar caerás en las
inquietudes típicas de todo opositor, te preguntarás por ratios o notas de corte, yo te diría que si
otros pudieron hacerlo... ¿Por qué tú no ibas a conseguirlo? Tal vez buscabas palabras amables
pero tengo que ser realista, ten presente que nadie va a librar esta batalla por ti, que en este
camino nadie te va a regalar nada.
Entonces… ¿Cómo superar los momentos de dificultad mientras estas opositando?
Hoy fui a visitar a mi bisabuela al hospital. Noventa años. Hace poco sufrió una caída y
aunque estaba bien se resiste a caminar. Tenía miedo, el puto miedo. Me acerque a ella, me
reconoció y hablamos. Le dije que los médicos le habían mandado a andar, aunque fuera unos
pasos por la habitación. No lo hacía. Entonces recordé lo que había utilizado yo para superar esos
momentos complicados, para darme fuerzas esos días en los que un texto no era suficiente.
Cada uno tiene sus circunstancias y sus propios problemas son su mundo, no puedes pensar
que alguien tiene que hacer o reaccionar antes a algo porque sus problemas son menores a los
tuyos, porque para esa persona serán iguales o más difíciles que los que tú tienes. Es la vida.
Entonces me acerque a ella y poco a poco le fui recordando sus logros, todo lo que había
superado. Como siendo una mujer divorciada había sacado adelante a sus diez hijos en una etapa
difícil de post guerra, como había resistido y encaminado la vida, las veces que cayó para volver
a levantarse. Le dije que con todo aquello no entendía como ahora tenía miedo a dar unos pasos
por la habitación, ella que parecía que nunca había dudado por nada.
Lo recordó.
La cogí fuerte del brazo y se levantó.
Caminó.
Para alguien como nosotros aquello no era nada, para ella era un mundo, pero es en los
momentos de dificultad cuando tienes que recordar quien eres, es fácil estar bien cuando
todo va perfecto, es en los momentos duros cuando puedes demuestras tu fortaleza interior; tu
resilencia, es decir, la capacidad de sobreponerte a la adversidad con éxito para demostrar que
eres más fuerte que tus circunstancias. No es una habilidad, es una actitud.
Mi bisabuela tenía miedo a caminar, más bien pánico, porque recientemente se había caído,
hasta que se dio cuenta que había superado cosas muchísimo más difíciles en el pasado y que
aquello no era nada. Cuando estés ante un obstáculo que te paralice recuerda lo que
superaste con anterioridad, seguro que te ayudará. El miedo es una ilusión que no existe en
otro lugar más allá de nuestra mente. Dime cuántos miedos ves por la calle, yo te diré que
ninguno porque no es real, lo creamos nosotros. El miedo se define como la perturbación en
nuestra mente por un riesgo imaginario, el miedo es una barrera que construimos a nuestras
posibilidades. A veces solamente hace falta armarse de confianza y volverse a ilusionar.

"Te diría que es un camino difícil, pero tenemos dos opciones, hacerlo bien o mal. Que
las historias de pasado son las excusas que nos ponemos en el presente, porque tú
construyes tu futuro. Por muy difícil que sean las circunstancias, ya que estamos en ello,
hagámoslo lo mejor que podamos, porque peor que no conseguirlo, hubiera sido no
haberlo intentado nunca. Y lo vamos a conseguir."
@blog_opositor_X

Ten por seguro que durante las oposiciones pasaran cosas difíciles porque será una etapa
más o menos larga de tu vida que siempre conlleva un tiempo. Nadie dijo que fuese fácil superar,
por ejemplo, una ruptura o la muerte de un familiar querido cuando estas dentro de este camino,
en un paréntesis… Pero no es imposible. Sé que te puede cambiar mucho la vida y que tal vez
pienses que todo eso es demasiado para ti, pero permíteme recordarte que no estás hecho de una
pasta distinta a los demás, no eres peor que ellos. Superar esa situación va a depender de ti.
Aunque no suceda nada grave en los términos que tú consideres, al final cualquier piedra
lanzada a nuestra burbuja de cristal puede hacer que esta se quiebre, por lo menos al principio.
Por acumulación.
A base de experiencia ese cristal se irá haciendo más grueso y sólido, pocas cosas te
afectarán, y apruebes o no esta será una de las cosas que las oposiciones te darán para toda tu
vida; perspectiva. Perspectiva ante circunstancias como las que comentaba en los capítulos de las
relaciones, por ejemplo.
Voy a exponer los dos pasos que daría ante cualquier circunstancia que te surja para poder
dirimirlas desde una cierta distancia:
En primer lugar acude a ese escrito que hiciste para plasmar tus motivos, y plantearte si
sigues queriendo lo que estás haciendo. Si fuera fácil todo el mundo lo haría y son pocos los que
están dispuestos a sacrificar quienes son hoy por todo lo que serán mañana. Opositando estás
apostando por ti. Si sigues queriendo ese proyecto de vida tal vez solo necesites parar para
después continuar, respirar. Como dije en el primer capítulo, ojalá no seas lo que te sucede sino
lo que tú decidas ser.
El segundo paso será verificar si las circunstancias son temporales o permanentes, en la
mayoría de los casos serán situaciones que con el paso del tiempo olvidarás o serán tan solo un
recuerdo en tu memoria. No merece la pena echar todo a perder por problemas temporales,
porque si vas a parar el mundo cada vez que te suceda algo nunca avanzarás con el temario, y la
única forma de aprobar las oposiciones es sumar pocos a pocos con constancia pero de manera
sostenida en el tiempo.
El paréntesis en tu vida no tiene por qué ser total, como casi todo lo que tiene que ver con
las oposiciones va a depender de ti.

“Quería decirte que dónde estés ahora no significa nada si le das un nuevo sentido y
luchas por conseguirlo. Que aquí lo único que importa es la perseverancia y la convicción
de que podemos lograrlo. Que podemos darle la vuelta a las circunstancias. Que las cosas
son como son, y depende de ti que sean como tú quieres que sean. Que al fin de cuentas, la
diferencia la marca tu actitud.”
@blog_opositor_X
Estar opositando no significa dar de lado a las amistades ni dejar totalmente al margen tus
hobbies, simplemente supone que a partir de ahora tu tiempo es limitado. Esto te llevará a
ponderar lo que haces para hacer lo que de verdad te llena. Opositar nos vuelve más selectivos,
nos induce a no perder el tiempo.
Aún recuerdo ir a la biblioteca, hace no tanto tiempo, y observaba en mis descansos el
mundo pasar. Estudiaba en una biblioteca que daba a un parque empresarial. Aún puedo sentir
ese paréntesis en mi vida que supone opositar y es por eso que quiero que sepas que como todos
los paréntesis, simplemente es algo temporal, que aunque creas que no avanzas sí lo estás
haciendo, lo haces siempre y cuando sigas sumando pequeños ladrillos cada día dándole vueltas
a ese temario, vueltas y vueltas hasta construir el muro que te propusiste.
Si estás sumando ladrillos sigues avanzando. Son ladrillos que cimientan tu futuro tanto si
apruebas como si no lo haces, como veremos en el capítulo doce. Hay que tener paciencia. Y
durante el camino del opositor la paciencia y la incertidumbre te pondrán contra las cuerdas. Son
aquellos opositores que aguantan esa presión los que al final consiguen su objetivo. No puedo
contar con los dedos de las manos la cantidad de compañeros que abandonaron antes que yo,
amigos que simplemente no aprobaron porque se rindieron. Estoy convencido que de seguir lo
hubieran conseguido. No estoy invitándote a que te conviertas en un opositor perpetuo, creo que
todos tenemos que ponernos líneas rojas porque ponernos límites nos obliga a planificarnos, a
dictar y seguir una hoja de ruta. Pero ese es otro capítulo.
CAPÍTULO 10
Cuando se suspende un examen

- Antes de un examen -

Unas oposiciones no las aprueba antes el más inteligente, lo hace el que más está dispuesto
a trabajar para conseguirlo.
Se trata de sacrificio a largo plazo.
Trabajo diario.
No importa lo brillante que seas el día del examen, lo importante es cómo te has ido
dosificando el temario para asimilarlo adecuadamente y plasmarlo en el momento que tengas que
hacerlo.
¿La fórmula?
Conseguir que la oportunidad se encuentre con la preparación.
El día del examen ve con la tranquilidad de aquel que ha dado todo lo que estaba en sus
manos para lograr el objetivo, porque incluso si no fue así, no es momento de lamentarse. Es
momento de enfrentarse a la situación. Cuando acabes el examen, si tienes otros inminentes
sigue preparándote los siguientes, y si miras atrás que sea exclusivamente para coger impulso.
Muchas personas entran en bucle tras hacer un examen y eso no te hará ningún bien. Evítalo. No
te (pre)ocupes, tú no puedes suspenderte a ti mismo, más bien ocúpate en hacer que eso no
suceda. Sigue caminando. Si finalmente no has pasado, descansa y replantéate la planificación.
Hasta entonces la única fórmula para aprobar los sucesivos ejercicios de la oposición es
continuar como si estuvieras aprobado.
Hay oposiciones que solo se componen de un ejercicio, entonces lo que debes cuidar es el
momento del examen.
He visto personas preparadas que por circunstancias ajenas a ellas han ido sugestionadas,
como si predijeran el desastre. No existe peor manera de enfrentarse a un examen. Es el
momento de demostrar todo tu trabajo y rascar puntos de todas las preguntas. Sumar para pasar
el corte. Superar la criba. No te desvíes de tu cometido, ve lo más cómodamente posible, lo más
confiado. Si, confiado. Ahora solo puedes confiar en ti y en que sabrás salir de cada pregunta con
éxito. Para eso te has estado preparando. Debes mentalizarte de que lo vas a hacer bien, al
menos, lo mejor que puedas, porque lo que no puedes es empeorarte un examen que podrías
sacar con éxito. Y eso ocurre. A veces nos autosaboteamos. No dejes que pase, controla tus
nervios, no te vas a quedar en blanco, vas a demostrar lo que sabes y te vas a inventar lo que no
sabes, porque has dedicado mucho tiempo para este momento y tienes en tu cabeza más
conocimientos y recursos de los que piensas. Ve contestando, desarrolla las que te sepas y deja
algún apunte en las que no te sepas para luego seguir desarrollándolas, cuando termines de hacer
las demás, vuelve a ellas, si no te sabes absolutamente nada pon algo relacionado que pueda
sumar.
Intenta rascar puntuación, cada milésima lo merece. Te puede dar la plaza.
- Cuando se suspende un examen -

Si hay algo que tenemos en común casi todos los que aprobamos, y digo casi todos porque
siempre hay alguien que se escapa de la norma, es que para conseguirlo tuvimos que suspender
primeros algunos exámenes.

“Sí, para aprobar tres exámenes seguidos primero tuve que suspender veinte.”
@blog_opositor_X

Si aún no te ha pasado, te voy a curar de espanto, y si estás en esa situación, no te


preocupes, vas por buen camino, es una ironía de las oposiciones pero suspender un examen es el
paso previo a aprobarlo. Quiero recordarte que los exámenes se suspenden o se pasan, pero las
oposiciones no se suspenden, solo se abandonan, mientras continúes luchando tienes
posibilidades. Suspender no es el fracaso del opositor, es una etapa. El fracaso sería rendirse.

“No sé en qué punto de la oposición estás pero quiero que sepas que es
extremadamente raro conseguir la plaza a la primera. Puede pasar, claro, y depende de ti
que suceda, pero suspender unas oposiciones en una convocatoria no es un fracaso, el
fracaso sería no intentarlo.”
@blog_opositor_X

A veces pensamos que los exámenes son injustos, y tal vez el que te haya tocado lo sea,
pero tenemos que tener en cuenta que la función principal de los exámenes durante las
oposiciones, más que demostrar conocimientos, es hacer criba. Los exámenes son filtros y sé que
es duro cuando te toca caer a ti. Una íntima amiga mía se quedó el año pasado en el último oral
de judicatura. Su preparador no lo podía creer. No pasó la criba, y no fue por falta de
conocimientos, fueron otros detalles, tal vez literalidad, o lo que quisiera sacar el tribunal en ese
momento, simplemente no le tocaba pasar a ella.
Sí, es injusto, lo sé. Por experiencia propia te puedo decir que no apruebas cuando piensas
que te lo mereces, no, apruebas cuando la oportunidad se encuentra con la preparación y esa
tarde no le tocaba a ella. Puede ser frustrante pero quiero que lo veas con otros ojos, para seguir
avanzando en el camino, que solo tiene un sentido y es hacia delante. Es un proyecto a largo
plazo, eso conlleva saber que habrá reveses. Aunque a todos gustaría aprobar a la primera, no es
la norma, los que lo hacen son la excepción. Te lo digo después de haber estado seis meses en un
curso con más de trescientos aprobados al Cuerpo de Técnico de Hacienda. Si lo ves desde esta
perspectiva podrás tomarlo con calma y seguir caminando.
Cuando nos conocimos por primera vez en el curso del Instituto de Estudios Fiscales, los
aprobados contaban sus experiencias con orgullo, cada uno tenía su propia historia de superación
personal, sus guerras y sus victorias. Todos habían vencido. Si tuviera que establecer a ojo una
medía de tiempo, la cual no tiene que significar nada para ti porque tú tienes que tener tus
propias líneas rojas, los que allí estábamos habíamos tardado por lo general tres intentos en
aprobar, algunos de mis compañeros menos, otros más, y era rarísimo encontrar personas que
aprobasen a la primera.
¿Crees que la número uno de mi promoción aprobó a la primera? No.
Tuvo que vencer muchas batallas primero.
Todos queremos aprobar a la primera, pero te aseguro que quien lo hace se pierde cosas por
el camino, alcanza la meta muy rápido, casi como en un sprint, y no termina de vivir realmente lo
que significa opositar. No quiero decir que sea algo malo, todo lo contrario, simplemente me
refiero a que opositar te da una experiencia personal que requiere tiempo, y ese aprendizaje
difícilmente lo tiene alguien que lo saca de primeras. ¿Qué tipo de aprendizaje? Humildad y
resilencia, por ejemplo. Opositar conlleva sacrificio pero cuando lo consigues te llevas una
satisfacción personal difícil de igualar con otros proyectos; absoluta plenitud y autorrealización.
Las oposiciones están siendo tu gran apuesta y es la apuesta de tu vida, tu mayor inversión.
Todo tiene sus ventajas y sus inconvenientes, no seré yo quien te diga que no lo luches para
aprobar a la primera, todo lo contrario, pero sé que si tardas más inevitablemente vas a ganar
experiencias por el camino.
¿Qué consigues? Ganarte a ti mismo, entendido como encontrarte y conocerte. He de
reconocer que ahora sé muchísimo más de mí de lo que sabía cuándo empecé a opositar y eso es
algo que me llevaré toda la vida. Pensaba que me conocía y no tenía ni idea. Como siempre, si
has suspendido, va a depender de ti como asimiles esa piedra en el camino, y ten cuidado porque
a veces nos gusta hacer montañas de pequeñas piedras, crear dunas cuando solo son granos de
arena. Tienes derecho a quejarte, faltaría más, pero de nada sirve lamentarse por lo hecho y lo
que hubiera podido ser, cuando tenemos una realidad depende de nosotros cambiar el resultado,
y el resultado no se puede cambiar haciendo lo mismo, habrá que revisar las horas, la dedicación
y la planificación. Tal vez incluso tu academia o tu preparador.

“Si quieres realidades lucha por ellas.


Merecerá la pena.
Hazlo por ti.”
@blog_opositor_X

Soy preparador y entiendo que nadie está casado conmigo, mi deber es sumar a mis
alumnos pero si en algún momento alguno decide otro camino lo entenderé, tú no debes
preguntarte si le parecerá bien o mal a tu preparador, son decisiones que deben tomarse. Nunca te
arrepientas de tomar la decisión correcta.
Pero continúa, sigue sumando.
Tal vez simplemente aún no estuvieras listo, en cualquier caso cuando antes te enfrentes a
los exámenes mejor, porque te repito, suspendiendo exámenes se acaban aprobando, si no los
haces no puedes medirte, y durante las oposiciones te vas a tener que medir constantemente, a
base de controles, semana tras semana.
Ahora sé cosas de mí que antes ni me hubiera imaginado y estoy encantado de conocerme.
Suspender exámenes de oposición te enseña a enfrentar las vicisitudes de la vida con otra
actitud, invertir años de tu vida en tu proyecto sin nada a cambio te da altura de miras,
claridad, seguridad, y sobre todo, pone en orden tus prioridades.
Antes de entrar al curso corría el rumor de que la gente hacía piña según la nota y el tiempo
que habían tardado en aprobar la oposición, eso es falso. Cuando alguien había tenido que
luchar por sus circunstancias, sinceramente, nos quitábamos el sombrero y se le aplaudía,
no por aprobar, se le aplaudía por guerrero. Por vencerse y conquistar su futuro.
Como ya sabrás, para aprobar tuve que suspender más de 20 exámenes durante algo más de
tres años, presentándome a cuatro cuerpos distintos. Créeme, si continuas todo el esfuerzo habrá
valido la pena, tan solo se necesita una oportunidad más, si esta no ha sido, que sea la siguiente.
La clave no es ganar siempre, más bien no rendirse nunca.

- Y si te preguntas ¿Qué hacer cuando se suspende? -


Descansar, actualizarte y seguir adelante. Lo que hoy parece un sacrificio terminará
siendo el mayor logro de tu vida. No pidas que el resto del mundo crea en ti porque la
experiencia me ha ensañado que solamente lo harán de verdad cuando lo consigas. Es duro ver
como otros aprueban y tú sigues luchando. Cuando opositas tienes que estar dispuesto a caminar
solo, de eso hablo en el capítulo sobre la soledad del opositor. Recuerda que es en los momentos
de dificultad cuando puedes demostrar tu entereza. Si aún no has dado todo, he de decirte que
todavía no has dado nada, porque aquí lo máximo es lo mínimo que vas a tener que dar.
Recuerda que lo que tiene precio se compra, pero lo que tiene valor se conquista.
Para terminar:

“Te diría que ahora más que nunca distingas lo que puedes cambiar de lo que no. Hay
cosas que no importan cuanto lo desees, son inamovibles, y el tiempo que les dediques es
tiempo perdido. No pretendas que te entiendan quienes no han pasado por esto. En cambio
si puedes construir tu mañana y controlar las elecciones que tomes ahora, hoy, ni mañana
ni ayer. Ojalá distingas lo que puedes controlar y lo que no para que lo que esté fuera de tu
control no te afecte.
Me gustaría aclarar un detalle, solo porque las oposiciones te estén tomando más
tiempo del que habías pensado no significa que no vayas a lograrlo. Las oposiciones no se
suspenden, se abandonan, y cada uno tiene su propio ritmo. Aquí entran variables
personales, pero en esta ecuación tu ritmo no es peor ni mejor. Opositar también va de
conocerse a uno mismo.”
Adelante.
@blog_opositor_X
CAPÍTULO 11
El coste de opositar

En este capítulo voy a hablarte de temas difíciles para cualquier opositor, y lo enfocaré
desde otro punto de vista para que conviertas de nuevo las adversidades en trampolines para
crecer. Tengo la firme convicción de que detrás de cada dificultad se esconde una oportunidad, y
va a depender de nosotros darle el sentido optimista.
Te preguntarás qué oportunidad se esconde en pasarse los festivos encerrados, y lo harás
porque no es cómodo quedarse en casa estudiando mientras la gente disfruta de su día libre, o ver
desde el cristal de la biblioteca a la gente pasear. No, no es lo fácil, pero es que tú no elegiste el
camino sencillo, elegiste el camino del opositor, el de las noches de insomnio y las piedras en los
zapatos. Lo hiciste porque querías una vida que valiera el tiempo tener, no querías ser un esclavo
de la empresa privada, querías vivir por un proyecto más grande, querías ser feliz, esa fue la
decisión más grande y por eso estas aquí.

“Para ser feliz primero vas a tener que ser valiente.”


@blog_opositor_X

El problema es que a veces se nos olvida que estás precisamente donde quieres estar para
cumplir los sueños que te marcaste como metas, para cumplir objetivos. No te voy a hablar de
unicornios voladores, ni caza mariposas o estrellas fugaces, te hablo del compromiso firme que
tomaste contigo mismo el día que decidiste que desde ese momento las riendas de tu futuro las
controlabas tú, a eso me refiero. Ni, más un menos. Creo que son motivos suficientemente
fundados para seguir luchando.
Ahora bien, desapégate.
Todo por lo cual puede darte rabia el seguir encerrado estudiando es por apegos
emocionales, por deseos que no suman y te restan, si sabes exactamente en donde quieres estar
mañana, concéntrate, focaliza tu atención, devora los apuntes y no pares hasta que no veas tu
nombre publicado en el boletín oficial de tu respetivo ámbito. Porque esa es la visión. ¿La ves?
Créeme, conozco esa sensación.
Pasé años sin vacaciones de verano, ni de navidad, tampoco de semana santa para conseguir
lo que tengo ahora, y eso hay que subrayarlo. ¿El resultado? Que lo mereció todo y más. ¿Si lo
volvería a hacer? Sin dudarlo.
Es parte del precio a pagar. El coste personal y económico de opositar es alto.
¿Merece la pena? Depende de cuánto valores tú tiempo. Para mí fue mayor inversión de mi
vida. Veo constantemente como las personas de mi entorno hacen masters o se apuntan a cursos
esperando un empleo de calidad. No te voy a recordar la historia de mi master porque ya lo
habrás leído, simplemente te diré lo que todo el que ha aprobado conoce: No hay esfuerzo que
merezca la pena tanto como el de opositar, no hay mejor inversión que puedas hacer con tu
tiempo, si piensas que lo estás perdiendo, permíteme decirte lo equivocado que estas, lo estás
ganando.
“Creo que no estamos aquí para ser esclavos de nadie y hay trabajos que esclavizan.
Sé que están de vacaciones, sé que es duro, pero estás haciendo la mejor inversión de tu
vida.”
@blog_opositor_X

Te doy la razón. He de reconocer que es duro ver como otros aprueban y tú sigues
luchando, y es que cuando opositas tienes que estar dispuesto a caminar solo.
Pero ¿Qué hay de malo en caminar solo?
Esa es una lección que aprendemos con las oposiciones. Te voy a hablar de la soledad del
opositor, y no es fácil, son sentimientos encontrados y habría que hablar de muchas cosas
primero porque a veces, aunque estemos acompañados, podemos sentirnos solos.
¿Nunca has tenido esa sensación?
Soledad es sentirse solo por muy acompañado que estés, y es que hay veces que la soledad
duele más cuando estás acompañado. Pero opositando te haces consciente, a golpe de rutina,
codos y más codos, que tú eres la única persona que realmente puedes ayudarte, convertir tus
sueños en metas, tus logros en objetivo, teniendo por descontado que eres la persona con la que
más tiempo vas a pasar en toda tu vida, y en la batalla diaria de la oposición, a la única persona
que tienes que vencer. Creo que cuando eres consciente de todo lo anterior, y en el master de la
vida que son las oposiciones lo acabas siendo, estar solos no es una sensación negativa. El
camino del opositor es un camino de resilencia, de superarse, ser fuertes, y perseverar. Así que
disfrútalo, por muy loco que pueda sonar esto que te estoy diciendo, te lo cuento desde la
experiencia; saboréalo. Aprende de esos momentos contigo. Siéntete orgulloso de luchar por
tus sueños, enorgullécete de ti mismo. Cuídate, quiérete mucho. Estar solos no es nada
malo, al revés, es el comienzo de un romance que durara toda la vida.

“Si sientes un poco de soledad te diría que te acercarás a cualquier biblioteca de esas
que abren en verano, casi todos los que están allí son opositores.”
@blog_opositor_X

Habrás leído que el segundo viaje que hice después de aprobar la oposición fue por Estados
Unidos, me recorrí toda la costa este yo solo. Difícilmente hubiera hecho algo así si no me
hubiera enfrentado a una experiencia tan drástica como las oposiciones. Seguramente no me
hubiera atrevido a viajar solo y no me hubiera conocido como ahora. Créeme, las oposiciones te
van a cambiar la vida y tú decides que sea para bien. Opositar puede ser uno de los momentos
más dulces, difícilmente igualarás el sabor de la satisfacción que se obtiene cuando consigues un
sueño convertido en meta. Qué me dices de esa sensación de plenitud que se tiene cuando estas
totalmente enchufado al temario, cuando eres capaz de llevar los temas perfectos, o te salen bien
los simulacros de exámenes. Al final acabarás encontrando el gusto a estudiar, y cuando
estés en el otro lado, como yo, lo recordarás con nostalgia.

“No conozco a ninguna persona que habiendo aprobado la oposición no miré con
nostalgia sus años de opositor. El esfuerzo es titánico, pero la recompensa que te da esa
etapa también lo es, por eso a veces la echamos de menos, disfrútalo. Se feliz mientras
opositas.”
@blog_opositor_X
Pero no es todo un camino de rosas. Recuerdo que hace no tanto tiempo estaba revisando
fotos de un viaje que hice justo después de saber que había aprobado, había pasado unos días en
el Mar Rojo después de recorrer todo Egipto. Estaba revisando las fotografías en las que salía
buceando con un amigo (que también había aprobado sus oposiciones a la Abogacía del Estado)
junto a todo tipo de bichos espectaculares, sencillamente una de las mejores experiencias de mi
vida.
Lo mejor de todo es que lo sabía.
A veces la gente da por supuesto cosas, pensando que es lo normal, y cuando opositas
aprendes a valorar esos pequeños detalles. Imagínate estar en un gran momento y además
saberlo. Las sensaciones eran espectaculares. Me sentía totalmente autorealizado.
Sin darme cuenta cambié de carpeta y me aparecieron en la pantalla del móvil fotos que
había mandado por whatsapp, típicas fotos que mandas a diario. Fotos estudiando, fotos de los
apuntes, fotos de los cafés, y tonterías varias.
Las fui pasando… observándolas en silencio en la cómoda cama de aquel hotel de Hurgada,
en la costa del Mar Rojo. Nunca me olvidaré de ese momento. Era plenamente consciente de lo
que suponía.
El precio que había pagado había valido la pena.
Pero no seamos ilusos, el precio fue alto, muy alto. Tal vez desde donde estas ahora no lo
ves con perspectiva. El precio no suponía solamente renunciar puentes o festivos, eso era lo de
menos, hablo de soledad en mayúsculas, comer a solas la inmensa mayoría de los días, semanas
sin ver a nadie porque me había encerrado en casa, rupturas de pareja que se vuelven bucles
infinitos en tu cabeza. Sentirse incomprendido, incluso apartado. Navidades encerrado. Tensión
en casa. Cualquiera que viese donde estoy ahora pensaría que estoy hablando de otro mundo,
pero ese era mi mundo cuando aún no había alcanzado mis objetivos, cuando aún estaba
luchando desde el barro construyendo a base de sacrificio la vida que quería vivir.
Créeme, lo importante es confiar en ti durante las oposiciones.
Sobre todo cuando las cosas se ponen feas y nadie apuesta por ti.
Pero aquí los demás no importan, hablamos de tu vida. Es difícil tener la mente fría cuando
estás en este paréntesis, en tu burbuja de cristal dentro de esta cárcel de libertad donde todo se
nos hace un mundo. Presas fáciles de bucles infinitos que no llevan a ninguna parte. No te voy a
mentir, a veces incluso perdemos el sentido de nuestra lucha.
Así es el camino.
Hoy en día hago planes que muchas personas no podrían ni hacer, no por dinero, sino por
tiempo. ¿Qué valor tiene en dinero la libertad de pasar unos días de vacaciones exactamente en el
momento en que quería pasarlos con unos de mis mejores amigos, superviviente también de las
oposiciones?
Monetariamente poco, en términos absolutos, una fortuna. Pero me lo podía permitir porque
era millonario. De hecho lo soy.
Millonario en vida.
Imagínatelo después de venir de donde tú vienes, después de lucharlo todo cuando aún no
tenía nada. Éramos, somos, jodidamente felices, y eso es la clave de este libro, el camino bien
podía llamarse la búsqueda de la felicidad. Por eso lo estás haciendo. Esa es la clave, la incógnita
de esta ecuación. Una vida que merezca la pena vivir.
Y te recuerdo que solo se vive una vez.
Esa es la búsqueda diaria, hacer que la vida merezca la pena, vivir en mayúscula. Cuando
aún no hemos aprobado envidiamos a los que no están encerrados estudiando como nosotros
simplemente porque tenemos la sensación de que están viviendo, pero créeme, no es real, no es
nada comparable a vivir habiendo luchado y conseguido tu plaza, esa satisfacción no se puede
comprar con dinero, no se puede falsificar. Es pura. Es absoluta.
Tal vez te ocurra. Había personas que me preguntaban si no sentía que perdía el tiempo, que
ellos no podrían pasar tanto tiempo sin hacer “nada” (opositar).
“Nada”.
Si lo haces de verdad, sin trampas, con una absoluta determinación, constancia, disciplina,
horario, y seriedad, estarás haciendo la mayor inversión de tu vida, la mayor inversión que harás
nunca y es en ti mismo. Si no quieres invertir en ti, dime en quién lo harás. Eso la gente no lo ve.
Claro, no lo ven aquellos que ahora mismo me dicen que suerte tengo por haber aprobado las
oposiciones.
¿Suerte?
Suerte mis cojones.
Es lucha, sacrificio, esfuerzo, perseverancia y disciplina.
¿La tienes?
Pues ahora da más...
Lucha y sigue luchando.
La plaza no es un regalo, es una conquista.
¡LUCHA!
Conviértete en tu propio héroe, tu ejemplo a seguir.
Para mí el tiempo, seguramente igual que para ti también, es lo más valioso que tenemos.
La oposición es una etapa de inversión en la persona más importante de tu vida (tú).Yo
hipotequé cuarenta meses, trabajando sin sueldo ni festivos, he reconocer que quema. ¿Lo notas?
Quema mucho. Pero lo hice sabiendo que la apuesta era el proyecto de vida que quería para mí y
los míos. No estaba dispuesto a volver a pasar por lo mismo que había tenido en mi casa. Quería
estabilidad, calma, independencia económica, y conciliación laboral.
Una vez conseguido se han superado todas mis expectativas. Pero viendo las pruebas
gráficas del camino, esas fotos antiguas, soy absolutamente consciente que aquí nadie te regala
nada, y que si lo quieres el máximo va a ser lo mínimo que vas a tener que dar.
Lo peor que puedes hacer durante el camino es autosabotearte o ir lamentándote por las
decisiones que has tomado. No puedes avanzar tirándote piedras a los pies. Comparo esas
primeras fotos con las de mi nueva vida y parecen irreales. Muchos vendrán de familias estables
y con medios económicos, yo venía del barro, aun así opositar nunca es fácil, siempre hay
adversidades y depende de ti convertirlas en oportunidades. Opositar te hace más fuerte. Si
tienes medios, agradécelo. Agradece a tus familiares esta oportunidad, que lo sepan. Y si no los
tienes, no te preocupes, tú eres lo único que se hace falta para conseguirlo. Lo sé por experiencia
propia.
Como a ti también te puede pasar, tuve que renunciar a cosas, y lo más importante: a
personas. En ese tiempo me dolió en el alma. Cada uno tiene su precio que pagar, pero cuando
echo la vista atrás soy consciente de que era la única forma de conseguirlo. Y que no me
equivoque.
—¿Qué cambió al conseguir la plaza?
Todo.
Pagar el precio consiste en saber lo que tienes que sacrificar por todo aquello que vas a
obtener. No me refiero a que tengas que ser infeliz mientras tanto, todo lo contrario, si no eres
feliz mientras opositas difícilmente soportarás el camino.
Yo no te lo recomendaría.
Opositar te abre muchas puertas, te enseña nuevos valores. Vas a reordenar prioridades, vas
a ilusionarte por los pequeños detalles, por ese nuevo mes que comienza para organizarte el
estudio, una nueva oportunidad para hacerlo mejor que en el anterior. Hasta por tus nuevos
subrayadores. Tus nuevos temas. Por otra vuelta más. Ese periodo en el que devoras el temario
con hambre, esos momentos en los que te sientes enchufado y pletórico. Cuando ves el trabajo
que has hecho. Cuando vas sumando semanas y avanzando el temario. Cuando ya sientes que
puedes, cuando las dudas se disipan y ves que eres capaz de cumplir los objetivos. Cuando ves la
meta más cerca. Cuando sigues luchándolo y al final lo consigues.
Recuerdo caminar por los mercados de comida en Tailandia, otro de los grandes viajes
después de aprobar la oposición fue el sudeste asiático. Saborear los aromas en el aire, observar
tranquilo la vida de aquellas gentes, en los mercados, en las calles, caminar sin cargas con la
calma de saber que me había asegurado mi futuro y ahora estaba viviendo en mayúsculas.
Detenerme y contemplar los detalles, las pequeñas cosas, que al final son lo importante. Ser feliz.
Opositar te va a dar otra perspectiva del mundo y eso no se paga con dinero. Disfrútalo.
CAPÍTULO 12
Líneas rojas y finales sin plaza.

En la vida, y en las oposiciones, hay que aprender a cerrar etapas. Cuando ocurre no es el
final, más bien es el principio de algo nuevo, y sé que puede dar miedo, vértigo, pero ya vimos
que el miedo es solo apego, y el apego puedes y debes controlarlo. El miedo es irreal, está en tu
mente, una fantasía incomoda que te impida avanzar, salir de tu zona de confort y luchar
tu realidad.
Hay que ser muy valientes para opositar, pero aún más para darse cuenta que se ha acabado.
Por mi parte te lo voy a decir muy claro, las líneas rojas que te marques dependen de ti, yo tenía
claro a lo que me quería dedicar y estaba dispuesto a luchar hasta las últimas consecuencias (con
un límite personal de cuatro años opositando). Mi familia me apretaba y yo resistía:
— Dos años son suficientes ya… ¿Esta vez aprobarás?
O también:
— Oye este es el tercer año, te lo tienes que sacar.
Que te voy a decir de quienes no entienden que supone esto:
— Joder tío. Ya es hora de que apruebes ¿no?
La hora fue cuando tuvo que ser. Yo siempre te animaría a seguir, si quisieras dejarlo te
preguntaría por qué, y cuando lo tuvieses claro tal vez te ofrecería otra opción… por ejemplo, tal
vez no sabías que ciertas oposiciones fueran a salir y podrías probar. Pero también es cierto
que hay momentos que no puedes, ni tampoco quieres más.
Hay momentos en que la opción menos mala es abandonar, dejarlo pasar y continuar otro
camino.
No pasa nada.
Creo que para opositar hay que ser valientes, pero para decidir dejarlo, aún más.

“Opositar también conlleva aceptar cuando se debe abandonar. Y en ningún momento


abandonar es perder. Es tomar otro camino.”
@Blog_opositor_X

Hay que normalizarlo.


Ahora quiero contarte otra realidad, la del día a día de las personas que decidieron tomar
otro rumbo, ojalá no seas tú. Tengo íntimos amigos que empezaron conmigo las oposiciones y
las dejaron antes porque pensaron que dos años o tres había sido un periodo suficiente para
intentarlo, ellos habían marcado allí su línea roja. Creo que un año o dos puede estar bien para un
nivel C, tres o cuatro para un nivel A2, y no son descabellados cinco o seis para un nivel A1. Es
la media y esas son mis líneas rojas mentales, pero ojo, eso no significa absolutamente nada, solo
son números plasmados en papel, lo que tu hagas, o no, va a depender exclusivamente de tus
circustancias. Quiero que lo tengas clarísimo; cristalino. Ni te animo a continuar ni tampoco a
dejarlo, no me atrevería hacerlo en tanto y en cuando estamos hablando de decisiones que
marcaran tu vida y solo tú puedes tomarlas.
Estos íntimos amigos, que comentaba anteriormente, encontraron trabajo enseguida. Los
opositores somos diamantes en bruto para la empresa privada y las oposiciones pueden ser un
master pero con la posibilidad de conseguir una plaza al final.
He de decir que antes me reconocieron que siempre pensarían que la mejor opción para
desemplear su carrera hubiera sido el sector público, eran de aquellas personas que tampoco
aspiraban a grandes sueldos, más bien a una vida que pudieran disfrutar, conciliación y
estabilidad. Para hacer honor a la verdad, a ninguno de ellos les costó encontrar empleo, ahora
están trabajando para grandes empresas.
Tal vez no lo creas pero opositar te abre muchas puertas en el mercado laboral, son muchas
las empresas que se interesan por personas que han estado opositando porque son candidatos que
han demostrado una constancia, perseverancia, y dedicación fuera de lo común, por no hablar de
los conocimientos que adquieres cuando opositas.
En definitiva, dejar las oposiciones no es el fin del mundo y más de una vez me han escrito
por mi blog personal dándome la razón en este sentido, personas que me exponían su situación
diciéndome que sabían que tenían las puertas abiertas en la empresa privada pero que habían
priorizado su felicidad.
¿Quién me comenta algo así? Normalmente gente con experiencia en el sector privado,
personas que habían decidido darse un tiempo a ellos mismos. Si sale mal, después de unos años
volverían, pero como me dijo ese señor de recursos humanos al ver la preparación de la
academia en mi curriculum, hace ahora tantos años; hazlo ahora o arrepiéntete el resto de tu vida.
Yo solo puedo decirte que continuar a mí me valió, no solamente la pena, también el
tiempo. Cumplí mis sueños, sueños de toda clase. Opositar es un desafío muy duro pero si
puedes, y estás dispuesto a sacrificarte, una vez lo consigas te dará muchísima plenitud.
Hace menos de un año que estoy cobrando mi sueldo de empleado público y ya he visitado
literalmente medio mundo y publicado este libro, eso no se paga con dinero. Es cumplir sueños.
Tanto si estás en un momento complicado del camino, como si estás en pleno apogeo,
aprovecha tus días de opositor. Ya que lo estás haciendo, el máximo es lo mínimo que puedes
dar.
— ¿Y si no?
Todas las puertas están abiertas. Y están abiertas de verdad, otra cosa es que no las quieras.
Por eso estamos aquí.
Para seguir un poquito más.
— ¿Entonces?
Entonces esto solo ocurre si no lo consigues.
Tengo la convicción de que es tan importante marcarte un horario para estudiar y
convertirlo en rutina, respetar los descansos, escribir tus motivos por escritos, como la
importancia de que tú también te marques estas líneas rojas de las que te he hablado en
este capítulo.
Tal vez nunca lo hayas pensado, pero fijarlo en un papel te va a impulsar tu organización. No
seré yo quien te diga cuanto tiempo puedes permitirte, cada uno tiene sus circunstancias
personales y económicas, y es ahí donde estarán tus líneas rojas.
Es importante saberlas para planificarte, marcarte tus oportunidades. Las oposiciones no se
suspenden solo se abandonan, y es precisamente este grito de motivación su mayor trampa,
si no te marcas líneas rojas puedes acabar siendo un opositor perpetuo. Por eso, motivos por
escrito y líneas rojas claras.
— ¿Da miedo?
Claro, todos los que lo conseguimos lo sentimos porque aquí nadie te asegura la plaza, lo
que sí te aseguro yo es que ese esfuerzo no cae en vano porque un opositor ha demostrado
muchas cosas, no solo esfuerzo, disciplina y constancia, también conocimientos y
responsabilidad. Te puse el ejemplo de mis amigos, pero la realidad es que no conozco a ni un
solo compañero que habiéndolo dejado haya tenido dificultad para conseguir empleo en su
área, eres un experto.
A veces caemos en bucles infinitos y yo te diría: tranquilidad. Porque vales mucho. Claro
que la privada no es lo que quieres, por eso si me preguntas siempre te diré lo mismo: no basta
soñarlo, si de verdad lo quieres, vas a tener que pelearlo. Aunque no lo quieras, las líneas
rojas te ayudaran a ver un horizonte, aunque no sea tu plan inicial.
También debes tener en cuenta que hay puntos que no son finales, tan solo puntos y
seguido. A veces recibo consultas de personas que por las circunstancias que fueren tienen que
dejar de estudiar temporalmente. Se sienten mal, saben lo que quieren pero ahora mismo no
pueden dedicarse a ello. Es normal, pero cada adversidad puede utilizarse como trampolín
para seguir creciendo.
Si no puedes seguir, para. No te machaques emocionalmente. Actualízate. Recupera fuerza,
vive otras experiencias. Yo lo tuve que hacer cuando trabajaba los veranos. Sé que a veces
pensamos que se nos escapa la vida de entre los dedos, pero no es real, es más de lo mismo,
miedo a perder oportunidades; pero es que eso es la vida y no podemos ir con miedo a vivir. No
hay un tren que se marcha, los trenes siempre vuelven a la estación, y si no son los mismos,
serán otros. Pero siempre hay un camino. Desapégate de tus miedos, las realidades son las que
son y en cualquier caso va a estar en tus manos que sean como tú quieres que sean, así que no te
(pre)ocupes y dale tiempo al tiempo.

“Tiempo al tiempo, que las penas se pasan, así que mejor despacito que parados, que
lo que hoy nos importa mucho, mañana no nos importará nada.”
@blog_opositor_X”
CAPÍTULO 13
La recompensa

Muchas personas me preguntan que sentí cuando aprobé.


Cuando entré al Instituto de Estudios Fiscales nos presentábamos y nos preguntábamos
cómo nos habíamos enterado del aprobado. Todos sabíamos lo que habíamos sentido. Todos
habíamos sacrificado algo anterior de nosotros por estar ahí, en ese preciso momento, juntos.
Vencedores.
Para explicártelo tendría que remontarme al verano anterior. Recuerdo perfectamente aquel
trece de julio. Como olvidar ese día y ese calor que hacía en el parque temático donde estaba
trabajando en las Islas Canarias. Hacía un mes había terminado los exámenes y tenía muchas
cosas que pensar; aquel fue un año uno de grandes cambios a nivel personal y creía que
necesitaba hacer algo diferente. Así que allí me encontraba, con mi título de abogado, mi máster,
mi grado en derecho y las miles de horas de oposiciones a mis espaldas, trabajando de lo que se
terciase. Ese día me tocaba trabajar en el puesto de perritos calientes del parque, como me podría
haber tocado estar en la taquilla o en el restaurante. Eran ocho horas de trabajo que me permitían
desconectar. Lo agradecía. Me planteaba muchas cosas porque ya se acercaban esas famosas
líneas rojas que todos tenemos, límites autoimpuestos por mis circunstancias personales y
económicas.
Pero así son las oposiciones, primero te exprimen, puede que pienses que te lo quitan todo,
pero si algo se va era porque no era para ti, y si el camino es duro, es porque aún no has llegado.
Por suerte estaba en mi tierra, tierra de lava y volcanes, tierra de fuego y cenizas, aquí el paisaje
es negro, negro como la noche y se llama “malpaís”. El malpaís se extiende hasta donde alcanza
la vista, es lava solidificada, es hermoso, como los sueños que convertimos en meta cuando
decidimos opositar, pero si caminas por ahí sin tener claro a dónde vas te puedes perder. No es
un terreno fácil, el camino está lleno de obstáculos, así como en las oposiciones. De ahí la
portada elegida.
Desde mi puesto de trabajo advertí que desde lo lejos se acercaba mi jefe. Iba directo a mí.
Siempre se formaba mucho barullo en mi zona y era normal, todos los clientes pasaban por allí al
terminar el espectáculo del parque temático. Estaba sirviendo a uno de ellos. No daba abasto.
Aun así el encargado me pidió que saliese del puesto. Miré a mi compañero, un chico joven que
a menudo me contaba que su sueño era ser policía. El jefe estaba alegre y eso no era habitual,
siempre iba de un puesto a otro del parque escudriñando cada detalle, lo quería todo perfecto. Me
dio la mano y dijo:
- ¡Enhorabuena Emilio! Me alegro mucho por ti y por tu familia. No te entretengo, a
seguir trabajando. Bien hecho.
Me quedé helado, un escalofrió me recorrió el cuerpo desde los pies a la cabeza. Como
podrás imaginar, sabía perfectamente en que fechas estábamos. Mi jefe también. No tenía el
teléfono. Le pedí el móvil a mi compañero, pero él tampoco lo tenía. Estaba prohibido trabajar
con los móviles encima.
Me acerqué a un cliente y le pedí permiso para consultar rápidamente un documento en su
teléfono. Todos los rumores apuntaban a que aquel día salía la lista de aprobados y mi jefe no
había dicho nada más. Mi compañero me miraba de reojo mientras seguía atendiendo a los
clientes. Yo no podía seguir trabajando, tenía que comprobar que era real, que no estaba
soñando. Me moría de nervios. El señor me miró extrañado pero me tendió su móvil con
amabilidad.
Página web de la agencia tributaria.
- Empleo público.
- Oferta del 2017.
- Décimo octava promoción.
Nervios.
- Lista de aprobados.
Mi nombre en la primera página, el treinta y tres de trescientas sesenta y ocho plazas.
Paz.
Nadie sabía lo que pasaba. Y rompí a llorar.
Y después empecé a reír de felicidad.
— Sí, joder ¡sí!
Después de miles y miles de horas de estudio lo había logrado, aún se me eriza la piel al
recordarlo. Todo el esfuerzo había valido el tiempo. El sacrificio había sido recompensado.
— ¿Qué se siente? — Me preguntan.
Paz. Autorrealización. Satisfacción. Plenitud.
Alegría.
Lo más parecido a tocar el cielo.
Tranquilidad.
Por fin tenía lo que pensaba que merecía. Después de tanto creer que se podía, se
pudo.
Fue un renacer, estaba en mi tierra de fuego y yo me sentía como un ave fénix. Renacido.
Volando lejos. Y hay que ver si volé… Me despedí de mi empleo esa misma semana. Llamé a
todas mis amistades y a mi familia, lo publiqué en mis redes y os lo conté. Cogí mi primer viaje
fuera de Europa, a Egipto. El primero de muchos que hice después.
Yo vengo de una tierra de lava y volcanes, y créeme, el fuego purifica, elimina impurezas,
te derrite, pero si resistes al fuego inevitablemente te hace más fuerte. Tuve que pasar por las
llamas para conseguirlo.
Y lo volvería a hacer diez mil veces más si con ello consigo todo lo que conseguí.
— ¿La recompensa?
Mi nueva vida.
No sabía cómo acabaría este camino, pero sí sabía que no terminaría con un “me rendí”.
No te rindas.

“No hay sueños imposibles si los conviertes en metas, porque lo imposible solo tarda
un poco más.”
@blog_opositor_X
-Segunda parte-

“PÍLDORAS PARA SOBREVIVIR A OPOSITAR”


(100 textos para 100 días)
CAPÍTULO 14
100 textos del @blog_opositor_x
“PÍLDORAS PARA SOBREVIVIR A OPOSITAR”

Aquí están plasmadas en negro sobre blanco ideas, reflexiones, o simplemente


pensamientos que fui recopilando a medida que estudiaba. Alguna de estas líneas también me las
grabaría a fuego en la mente una vez aprobado. Son el resumen de mi experiencia. Las llamo
píldoras para sobrevivir a opositar, para no olvidarse de ser eso que siempre quisiste para ti.
Seguramente te sientas identificado con muchas de estas palabras, algunas veces más y otras
veces menos. Aquí te las dejo, para que puedas acudir a ellas cuando necesites una píldora de
motivación o no encuentres razones para seguir. Quiero recordarte que nosotros elegimos el
camino complicado para tener un futuro que mereciera la pena, no lo olvides mientras leas las
siguientes líneas.
Considero que esta recopilación de textos dan respuesta a todo o a la gran mayoría de las
preguntas que te puedes hacer mientras opositas, mi propósito es que te sumen, que sirvan de
empujón en esos momentos más complicados sabiendo que a pesar de estar en cualquiera de las
situaciones que te puedas plantear, otros también lo estuvieron antes y salieron de ahí con éxito,
consiguiendo tu mismo propósito. Ojalá tú también lo consigas porque a fin de cuentas va a
depender de ti, yo solo espero que esto te inspire a lograrlo.
Leerás que solo te entenderán los que están opositando, y es real. Desde que aprobé la vida
me cambió tanto que es difícil empatizar con un opositor en el sentido de que todo va bien, ya no
hay bucles por nada, todo es felicidad. La mayoría de estos textos los escribí en un momento en
el que todo era sombra y realmente necesitaba leerlos para seguir caminando entre las tinieblas
de incertidumbre de las oposiciones.
Espero que te sirvan a ti tanto como a mí, te arrojen luz y te inspiren a lograr tus metas.
Porque todos necesitamos algo que nos inspire para volver a levantarnos. Estas palabras fueron
mi motor durante mucho tiempo, yo era de los que pensaba que era invencible, que podía con la
oposición y con todo aquello que me pusieran por delante hasta que la vida me golpeo con sus
circunstancias y tuve que tocar fondo. Solo de la oscuridad puede nacer la luz. Todo el mundo
puede ser optimista cuando las cosas van bien, pero es en los momentos de dificultad cuando
toca recomponerse y demostrar tu coraje. Decidí luchar y por seguir aprobé las dos oposiciones.
Probablemente esta sea la guerra más grande que libres contra ti mismo porque a fin de
cuentas todo va a depender de ti, es una apuesta por tu futuro. En esta lucha tus motivos deben
ser más grandes que tus miedos, estar dispuesto a sacrificar tu yo de ahora por todo lo que serás
mañana, porque lo estás haciendo por ti, la única persona con la que siempre estarás. Para que te
valga el tiempo, y vivas el futuro que quieres vivir. Pero para eso primero vas a tener que ser
valiente, vas a tener que sacrificar algo por el camino, pero te aseguro que una vez lo consigas,
todo esfuerzo habrá merecido la pena. Porque sino jamás te hubieras planteado esta opción.
Adelante.
Día 1

Yo también pasé noches sin dormir, Navidades encerradas y primaveras de biblioteca.


Esa sensación de no avanzar, perder la concentración y no encontrarte ni a ti mismo. Si ya
es difícil estudiar cuando todo va bien, que te voy a contar cuando te asaltan mil
circunstancias que vienen a ponértelo más difícil. ¿Pensar que era un imposible? Mil veces.
Años sin saber que iba a ser de mí, pero te voy a decir algo que aprendí, las oposiciones no
se suspenden, se abandonan, y sin saberlo estás haciendo la mayor inversión de tu vida. Que
solo es imposible si lo dejas, que se puede, que si miles de personas lo consiguieron antes,
¿por qué no ibas a poder tú?

Y también quiero decirte que todo esfuerzo y sacrificio me valió la pena.

Te deseo lo mismo.
Día 2

Ese vértigo.

Quién no oposita no conoce ese vértigo que se siente cuando después de decidir
opositar somos conscientes de que opositar va sobre arriesgarse por un sueño. Pero qué
sueño tan bonito nuestra plaza. Y quién no arriesga tampoco gana. Y la vida es muy corta
para preguntarse “qué hubiera pasado si…”
Atrévete. Dalo todo ahora, porque ahora es todo lo que tienes.
Día 3

Nunca te olvides de ser eso que siempre quisiste para ti.


Día 4

Te deseo:

Que te levantes cada mañana con ganas de comerte el mundo. Que las oposiciones te
pasen rápido, y seas muy feliz mientras tanto. Que tus poquitos a pocos se hagan muy
grandes. Te deseo que te valga la pena.
Día 5

El cronómetro.

Algunos me piden consejos de estudio, pero no todos estudiamos igual. Eso sí, todos
deberíamos cumplir un horario, el horario te facilitará llegar a tu objetivo, te hará más fácil
la tarea de la constancia, recuerda que eres tu propio jefe y ahora tienes tu futuro en tus
manos. Para mí el cronómetro fue una de las herramientas claves durante la oposición,
calculaba las horas efectivas y el tiempo de descanso. Para mejorar tu estudio te reto a que,
además de los objetivos diarios y semanales, apuntes las horas reales que haces cada día.
Día 6

Y todo es planificarse.

Y la diferencia, entre cuando empiezas, y cuando pasa el tiempo, es que las personas
que siguen en tu vida, son las que verdaderamente quieren estar en ella. Los que quieran
estar contigo, seguirán, y los que no, tal vez ahora no lo sientas, pero irse fue lo mejor que
podían ofrecerte. Que se enfríen ciertas relaciones es normal, si eran buenas ya las
retomarás, pero a la vez conoces gente nueva… ¿Y para esos sí hay tiempo? Creo que nos
volvemos más selectivos. No perdemos el tiempo con lo que no nos llena. Y todo es
planificarse.
Día 7

Todo es posible en la medida que tú creas que es posible. Créetelo. Porque si no fueras
capaz, sabes que no te habrías metido en esto.
Día 8

No sabes de lo que eres capaz de hacer hasta que lo haces. Y como ahora es todo lo
que tienes; hazlo.
Día 9

Y ahora que se acercan los exámenes quiero recordarte que las circunstancias son
temporales pero la plaza es para siempre, y que ojalá no seas lo que te sucede sino lo que tú
decidas ser.
Día 10

Del pasado y las oposiciones:

Creo que para seguir adelante, y opositar va sobre seguir adelante, no hay que olvidar
el pasado. Tan importante es saber lo que se quiere, como lo que no se quiere nunca más.
Tan importante es saber a dónde se quiere ir, como a donde no se debe volver.
Día 11

Respira.

No es el fin de los finales.

Los días aún tienen 24 horas y continúa saliendo el sol por las mañanas.
Día 12

Ir al preparador con más temas que de costumbre. Proponerte cumplir un horario y


hacerlo. Cronometrarte las horas. Descansar cuando no puedes más, parar para respirar y
volver a continuar. Siempre volver a continuar. Haz todo eso y luego llámalo suerte...

No.

La suerte te la creas tú.


Día 13

Y es que los contratiempos, es decir tus circunstancias, son los verdaderos retos.
Si tú paras los demás continúan, y el reto es seguir sumando, día a día, aprender de tus
errores. Si un día no estudiaste porque no fuiste a la biblioteca, el próximo día no te quedes
en casa, no acumules malas rachas, supera los obstáculos.
Día 14

Da igual si acabas de empezar, ilusionado, como si estas en un momento de crisis,


desencantado. En ambas situaciones estás luchando por el mismo sueño, y debes tatuarte a
fuego en tu mente que terminar lo que empezaste es una cuestión de elección tuya. Es una
elección de cada día, porque la plaza llega a quien está dispuesto a seguir trabajando para
conseguirla, y solo tú puedes elegir qué hacer con tu tiempo. Cómo administrarlo es tu
decisión, y ese tiempo es el mismo que el que tenía aquel que ya aprobó tu oposición, por lo
que si realmente lo quieres, debes ser sincero contigo mismo. Para terminar, recuerda por
qué empezaste. Y recuérdalo mucho.
Día 15

Durante las oposiciones nos comemos los temas día tras día, algunas veces con más
ganas, otras veces, por cualquier circunstancia, con menos, pero siempre intentando ser
constantes. Hay muchísimos condicionantes, distintos y personales de cada uno, que hacen
que nuestra rutina sea una tarea titánica. Desde fuera te dirán, qué sencillo, total, solo tienes
que estudiar, ¿De qué te quejas? Sí, sentarse y estudiar es la parte fácil, lo complicado es lo
que está detrás de ello. Si eres capaz de no pensar y sentarte a estudiar, aunque el mundo se
esté desmoronando a tu alrededor, enhorabuena, no necesitas los consejos de este opositor.
Pero por suerte para el mundo, piensas. Y porque piensas has decidido sacrificar una parte
de ti durante un tiempo, haciendo lo que muy pocos harían, para vivir el resto de tu vida
como todos querrían vivir.

Por eso eres opositor.

Continuemos.
Día 16

Y lo vamos a conseguir.

Te diría que es un camino difícil, pero tenemos dos opciones, hacerlo bien o mal. Que
las historias del pasado son las excusas que nos ponemos en el presente, porque tú
construyes tu futuro. Por muy difícil que sean las circunstancias, ya que estamos en ello,
hagámoslo lo mejor que podamos, porque peor que no conseguirlo, hubiera sido no haberlo
intentado nunca.

Y lo vamos a conseguir.
Día 17

El objetivo debes verlo claro, y además debes saber que lo puedes alcanzar. El
problema es que durante las oposiciones pensamos y caemos en bucles infinitos que afectan
a nuestro objetivo. Sí, para sorpresa de muchos, aunque nos pasemos días enteros
estudiando, no somos máquinas, somos humanos con sentimientos.

Pero no te frustres.
Día 18

El poder de tu tranquilidad.

Quería decirte, que no importa cuanto cambien tus circunstancias, que deberías hacer
lo mismo en la medida en que puedas seguir haciéndolo. Porque si vas a darlo todo por
perdido en cada ocasión en que tu burbuja de cristal se quiebre, para después de un tiempo
recomponerte y volver a empezar, te estás haciendo más daño que bien. Esto se trata de
seguir avanzando. No importa cuanto, pero seguir avanzando con la mente en tu objetivo.
Tu plaza. De decirte algo importante hoy, te diría que no le des el poder de tu tranquilidad a
nadie.
Día 19

La soledad del opositor.

Me pidieron que escribiera unas líneas sobre la soledad del opositor, y no es fácil. Creo
que habría que hablar de muchas cosas primero, y es que soledad es sentirse solo por muy
acompañado que estés, pero opositando te haces consciente a golpe de rutina, codos y más
codos, que tú eres la única persona que realmente puedes ayudarte, convertir tus sueños en
metas, tus metas en logros. Que por descontado eres la persona con la que más tiempo vas a
pasar en tu vida, y en la batalla diaria de la oposición, la única persona a la que tienes que
vencer. Creo que cuando eres consciente de esto, y en el máster de la vida que son las
oposiciones acabas siéndolo, estar solos no es una sensación negativa. Porque de esto va de
tu vida y de ser fuertes, y es en los momentos de dificultad cuando puedes mostrar lo fuerte
que eres. Así que te diría que disfrutaras, por muy loco que te suene, de estos momentos
contigo. Que te sientas orgulloso de luchar por tus sueños.

Y que estar solos no es nada malo, al revés, es el comienzo de un romance que durará
toda la vida.
Día 20

No sé si tu día de descanso es el sábado o el domingo, sea el que sea desconecta,


disfruta de tu momento. Llevas toda la semana trabajando por y para ti, ya llegarán esas
cosas que ahora no te puedes permitir, eso que ahora echas tanto de menos.
Día 21

Relativizando.

Y te diría que ni tan bueno ni tan malo. Que en las oposiciones es importante
relativizar. Que en esta cárcel de libertad que son las oposiciones todo se nos hace un
mundo, pero si miramos con perspectiva, veremos que esa montaña tenía más de “granito
de arena” que de montaña. Que es importante abstraerse del ruido. Que si lo estás haciendo
fue porque tenías claro donde quieres estar mañana, y si lo quieres conseguir también debes
cuidar tu tranquilidad.
Día 22

Tu tranquilidad.

Y si me preguntases cuál de todos los factores es el más importante, te diría que la


tranquilidad. En la vida en general, y en las oposiciones en particular. Porque una casa se
empieza por los cimientos, y las oposiciones se empiezan sacando de tu vida todo aquello
que duele. La tranquilidad es un punto que debemos encontrar cada uno, y cuando la
encuentras, es un punto del cual no te querrás mover.
Día 23

¿Presión? Realidad.

Si crees que reitero que esto depende de ti, te voy a explicar que esto depende solo de
ti. Todos necesitamos a alguien que nos apoye pero también cubos de realidad porque al fin
de cuentas tú decides si dormir más o madrugar, cumplir tu horario o ir estudiando según el
día, crear rutina o hacer de ponerte con los libros un imposible. Pensarlo mucho y quejarte
de los detalles o ver el mapa completo. Atragantarte estudiando sin planificar los descansos,
o hacer de tu estudio un horario de trabajo. No es fácil hacerlo porque la gran mayoría de
las veces nosotros mismos somos nuestros propios enemigos, pero si podemos hacerlo
sencillo por qué lo vamos a hacer difícil, que a veces tendemos a autosabotearnos y darnos
latigazos en la espalda, eso también depende de ti, porque tú eres la única persona a la que
vas a tener que vencer y si no te ayudas tú, por políticamente incorrecto que sea, nadie lo va
a hacer.
Día 24

Quien no está opositando no puede entender lo que significa, por mucho que te digan
que te comprenden.

Lo siento, hay realidades que son irrefutables y esta es una; solo los que opositamos lo
entendemos, y cuanto antes lo asumas menos importancia le darás a lo que te diga el resto.

Eso te enseñara a ser flexible con lo demás. A no frustrarte.


Día 25

¿Cómo sabes que por lo que luchas es más grande que lo que pierdes?

Porque no puedes permitir que ninguna persona ni ninguna situación, por difícil que
acontezca, quiebre tus sueños, porque si lo permites, estarás dejando que personas que no
estaban a la altura del contexto, o de circunstancias que siempre son temporales, eviten que
alcances el objetivo permanente que te habías marcado.

Todas aquellas personas que te restan son prescindibles, es más, aléjate de ellas. En
cuanto a las circunstancias, al ser siempre temporales, si dejamos de luchar nuestros sueños
por ellas, cuando estas pasen y echemos la vista atrás ¿no te arrepentirías de haber tirado la
toalla?

Si realmente lo quieres, nadie puede pararte. Solo pierdes cuando abandonas, mientras
te mantengas en la brecha tienes opciones, y la plaza llegará sola, como una fruta madura,
que cae cuando debe caer. Si siembras cada día, aunque sea un poquito, llegará un momento
en el que estarás preparado para recoger la cosecha. Ni antes, ni después. Unos lo podrán
conseguir en un año, otros en seis, por eso mismo; no te obsesiones y disfruta el camino.
Las oposiciones son un esfuerzo que recogerás toda la vida.
Día 26

No te preocupes por cosas que ahora no puedes resolver, disfruta tu día porque
recuerda: estás opositando para vivir, no vives para opositar.
Día 27

Ten en cuenta que esto no es un punto y final.

Es un paréntesis.

Un punto y aparte.
Día 28

¿Miedo?

Sí que a veces da miedo. Vértigo.

Pero más miedo me daría no haberlo intentado nunca. Y si lo hacemos es porque


nuestras ganas son más grandes que nuestros miedos. Si lo hacemos es porque sabemos que
somos capaces de conseguirlo.
Día 29

Esto va sobre todas aquellas circunstancias para las que no estábamos preparados y que
puede afectarnos de manera distinta; tú o un ser querido pueden haber sido diagnosticados
con una enfermedad; puedes haber perdido recientemente a alguien cercano; tal vez sea el
distanciamiento con las amistades; el distanciamiento con la pareja; o una ruptura; los
pocos medios para seguir con tu objetivo y que hacen que estés con la soga al cuello; sentir
que estás perdiéndote parte de tu vida…

La lista de circunstancias puede ser interminable y para cada uno es su propio drama,
pero la solución es común para todos los opositores… Cuando estamos superados por las
circunstancias y no vemos el camino, la única solución eres tú.

Ante cualquiera de estas adversidades, depende exclusivamente de ti seguir adelante o


quedarte por el camino.

¿La solución? Creo que hay que pensar a largo plazo, dime que pensarás cuando eches
la vista atrás y sabrás perfectamente cuál era la decisión correcta.
Día 30

Me voy a arriesgar.

Te voy a decir lo que es imposible: lo que no se intenta.

Por eso, si de verdad lo quieres, hay que arriesgarse.

Porque sólo es imposible cuando nos rendimos. Y si lo vas a hacer hazlo con todas tus
fuerzas.

Que merezca la pena.


Día 31

Nunca olvides porque empezaste, porque nunca sabes cuándo vas a necesitar aferrarte
a ello, y el objetivo de las oposiciones es una meta que nos puede, y nos debe dar mucha
fuerza. Un aliciente para superar adversidades. Recuerda todo lo que conseguiste
anteriormente, lo que superaste, y ten claro que por lo que luchas es más grande que lo que
pierdes por el camino.
Día 32

Llega un momento que es incluso más importante cumplir el horario de descanso, y


organizar algo que te despeje, que el propio estudio.
Nos pasamos los días estudiando, y dejamos de lado otros aspectos que son
fundamentales.

La lección que más cuesta es que durante la oposición hay cosas más importantes que
estudiar. Esta lección la solemos descubrir al año de empezar, en un momento de bajón
empezamos a introducir otras actividades. Cuanto antes la interiorices y la pongas en
práctica sin esperar a ese momento de iluminación, menos sufrirás después.
Día 33

Que pasarlo mal, dada una situación que no puedes controlar, es inevitable, pero llegar
a sufrir por ello de tal manera que condicione tu futuro es tú decisión, entiéndelo, solo tuya.
Deja ir lo que no puedes controlar.
Día 34

No lo hagas por nadie, hazlo por ti. No es egoísmo, es amor propio, estás
construyendo las bases de toda tu vida, estás creando tu futuro, y solo tú puedes hacerlo.
Opositar también es aceptar la responsabilidad que donde estés mañana depende de lo que
hagas hoy.
Día 35

Para opositar hay que estar tranquilos y para estar tranquilos tenemos que controlar
nuestro centro, no puede ser que del estado de nuestras relaciones dependa nuestro
desempeño durante las oposiciones, ese control debe ser nuestro. Que perdonar no significa
olvidar, lo que no aporta estorba, y lo que no suma resta. Hablo de liberarte de cargas
inútiles, de buscar la tranquilidad, y de quererte mucho, porque solo desde la calma se
puede aprobar una oposición.
Día 36

Un día de estos me preguntaban si la clave era echar muchas horas, y yo creo que no es
lo mismo echar horas que estudiar. Lo importante no es la cantidad de tiempo en la silla (o
de pie, paseando…) sino la calidad de ese tiempo. Y para eso es importante descansar, no sé
si lo haces un sábado o el domingo, pero permítete parar a respirar para poder continuar,
que esto más que un sprint es una maratón.

Y hazlo por ti.


Día 37

Quiero que quede una cosa clara, solo porque te esté tomando más tiempo no significa
que no vayas a lograrlo. Las oposiciones no se suspenden, se abandonan, y cada uno tiene
su propio ritmo. El tuyo no es ni mejor ni peor, opositar también va de conocerse a uno
mismo. Adelante.
Día 38

Ahora hablemos de ti.

Ahora hablemos de ti, porque sabes que eres perfectamente capaz. Aprendiste a
levantarte y a superarte (inevitable si estás opositando). Eso te ha hecho más fuerte de lo
que aparentas ser, más de lo que se podrán imaginar jamás. ¿Lograrlo? Sabes que puedes
hacerlo. Por supuesto. Por eso empezaste las oposiciones, y por eso vas a terminarlas.
Déjame decirte un secreto a voces, las dudas son inevitables, y al final... Las razones que te
llevaron a opositar serán las que te harán conseguir tu plaza. Recuérdalas, recuérdalas
mucho.
Día 39

Y que me dicen de aquellos que se levantan cada día sin más obligación que su propia
disciplina, sin más herramientas que su propio esfuerzo, sin más remuneración que la
convicción de estar acercándose a una meta. Aquellos son capaces de construir su futuro e
inventar un proyecto de vida a golpe de constancia. Digan lo que quieran pero aquellos son
unos valientes.
Día 40

Vas a tener que aprender a relativizar y a dejar de autosabotearte.

Vas a tener que darlo todo.

Aquí el máximo es lo mínimo.


Día 41

Estás en un momento difícil, subiendo la montaña más alta.


Parece que no vas a llegar, parece que es imposible.
Es porque aún no has llegado a la cima de la recompensa a tanto esfuerzo. Ves como la
vida de los demás continúa y tu ahí, escalando y subiendo la montaña.
No lo ves, pero la recompensa es la vida.
Día 42

Sé en donde estás hoy, lo que implica, pero también aprendí que nada es para siempre,
que después de la tormenta llega la calma, y que merece la pena luchar hoy para llegar a
donde queremos estar mañana.
Día 43

Hoy será un recuerdo, pero el mundo que te construyes será tu nueva vida.
Día 44

Los objetivos están para cumplirlos, los miedos para superarlos.


Día 45

Si me preguntas que me dio las oposiciones te diré una cosa, las oposiciones me lo
dieron todo. No será fácil, no será cómodo, ni será rápido, pero te merecerá la pena,
probablemente sea el esfuerzo más grande que hayas realizado nunca, pero la recompensa
es la vida, y no cualquier vida, no… una vida que merezca la pena vivir.
Día 46

La cuestión también es si vas a pasar 50 semanas al año haciendo algo que no te gusta
para tener 2 semanas de vacaciones o estás dispuesto a dejarte los ojos, la piel, invirtiendo
estos años de tu vida en ti, luchar con uñas y dientes y hacer que te valga el tiempo.
Día 47
Hace más quien quiere que quien puede, y para opositar hay que ponerle ganas.
Día 48

Te diría que ahora más que nunca distingas lo que puedes cambiar de lo que no. Hay
cosas que no importa cuanto lo desees, son inamovibles, y el tiempo que les dediques será
tiempo perdido. En cambio sí puedes construir tu mañana y controlar las elecciones que
tomes ahora, ni mañana ni ayer; hoy.
Día 49

De la filosofía oriental aprendí que no es lo mismo desear algo que necesitarlo.


Muchas de nuestras necesidades son autogeneradas, por nosotros o la sociedad. Necesitas
respirar, comer y beber. Necesitas dormir. Eso sí que son prioridades que tiene todo ser
humano. Deseas muchas cosas, y serás feliz si las tienes, pero también puedes ser perfecta y
totalmente feliz si no las puedes tener ahora mismo. Créeme, la gente sobrevive sin ellas.
Tal vez lleguen, tal vez no. No las necesitas. Las deseas, y eso te genera frustración.

Desapégate.

Luchar por lo que queremos está bien, pero esa frustración que sientes por un deseo es
un incendio que solo puedes apagar tú mismo, con perspectiva. Calma. Tranquilidad.

Paz.
Día 50

Hay que saber lo que se quiere, pero más importante es saber lo que no se quiere
porque al final donde estés mañana depende de lo que hagas hoy.
Día 51

Motivación es tener motivos. Y tu futuro siempre es un motivo por el que merece la


pena luchar.
Día 52

Porque creías en ti.

En ocasiones necesitamos que nos recuerden porque empezamos. Empezamos porque


creíamos en nosotros.

No dejes de creer en ti.


Día 53

Y puede que si sigues... más adelante cobre sentido las cosas que no salieron como
querías.

Tal vez que esas cosas no salieran como querías fue lo mejor que te pudo pasar, y te lo
dice uno que no entendía nada de muchas cosas que pasaron, pero al final de la partida todas
las piezas cuadran. Para eso tienes que llegar al final.
Día 54

Si no estás donde quieres estar, sigue trabajando, que aún no has llegado.
Día 55

Haciéndolo bien.

Que si sabes lo que puedas dar, y lo haces, que no te importe lo que diga el resto. Que
esto también va de conocerse a uno mismo. De cumplir tus metas. Tus objetivos. De no
agobiarse, y seguir haciéndolo bien, a tu ritmo, porque así es la única forma en la que se
puede hacer; a tu ritmo.
Día 56

¿La fórmula para aprobar la oposición?

Dejarte los ojos y la piel sobre el escritorio, pasar más horas frente al flexo que en
cualquier otro sitio que te hubieras imaginado jamás, aprender a decir no y creer en ti,
vencer el insomnio y a las ganas de tirar la toalla, quererte mucho para superar todas las
adversidades (porque las habrá), abstraerte de los comentarios de los demás (porque tú
construyes tu vida), y lo más importante; estar a dispuesto a sacrificar quien eres hoy por la
persona en quien te convertirás mañana, luchar por quien estás dispuesto a ser (porque
donde estés hoy no significa nada). Disciplina y mucha paciencia, paciencia para convertir
tus sueños en metas, tus metas en objetivos, y tus objetivos en realidades.

Y seguir un poco más.


Día 57

Permíteme proponerte que escribas tus motivos en papel para convertir tus sueños en
objetivos, armar el plan de tu vida que es esta gran aventura, tu nueva meta. Un máster de la
vida en esta cárcel de libertad que has escogido (para que te valga el tiempo).
Día 58

El esfuerzo es titánico, lo sé.

Pero para recoger primero hay que sembrar y al superar las oposiciones obtienes una
recompensa que cosecharás toda la vida.

No te rindas.
Día 59

Que distingas lo que puedes controlar y lo que no para que lo que esté fuera de tu
control no te afecte.
Día 60

.
Que las prisas no son buenas.

También te quería decir que forzar las cosas hace que se rompan. Que si corres más de
la cuenta, no llegas antes, sino que te lesionas. Que las cosas surgen cuando tengan que
suceder, cuando sea el momento, cuando la preparación se encuentre con la oportunidad.
Que más que un sprint esto es una maratón. Que lo que te va a dar la plaza es la constancia,
los poquitos a pocos, el horario. La planificación. La convicción de que puedes conseguirlo.
Que todo lo que merece la pena se construye despacito. Sin prisas.
Día 61

Tienes que tenerlo muy claro. Cuando lo consigas todos vendrán a decirte lo bueno que
eres, pero la única persona que te va a ayudar a lograrlo eres tú mismo. Que donde estés
mañana es una decisión que tomas hoy, cada día. No se trata solamente de la plaza, se trata
del proyecto de vida que quieres para ti y para los tuyos.
Día 62

No podemos confundir lo urgente con lo importante. No podemos dejar que por


circunstancias temporales tomemos decisiones permanentes. En las oposiciones vivimos en
nuestra pequeña burbuja, y en general, cualquier situación nos afecta más que a otra persona
con un estilo de vida “normal” pero creo que la clave para afrontar esas situaciones es darle
importancia justa. Ni más ni menos. Y para ello hay que diferenciar lo urgente de lo
importante hacer abstracción, y poner las cosas en perspectiva. Que cuando salgas, pase lo
que pase, te puedas enorgullecer del trabajo realizado.
Día 63

Lo bonito de cuando apruebas las oposiciones es que te das cuenta que nunca estuviste
solo (en realidad), aunque no lo veáis hay miles de personas luchando por los mismos
sueños. Y nada une más que los sueños.
Día 64

No te preocupes por lo que dice la gente a tu alrededor. Aquí tu compromiso es contigo


mismo, puedes inventarte todas las excusas que quieras poner, pero te diría que si quieres
realidades no te pongas excusas, ponte metas. No se trata de ser duro con uno mismo, se
trata de responsabilizarte de que has tomado un camino, el de las oposiciones, en el que tú
decides donde estar mañana, pero esa decisión, donde estarás mañana, la tomas hoy, cada
día, cada mañana.
Día 65

Si te has puesto este reto es porque sabías que podías con ello, si no, créeme que no te
lo hubieras planteado.
Día 66

.
Valiente.

Te diría, que si puedes, te dieras una oportunidad. Que no tomes decisiones


permanentes sobre circunstancias temporales. Te diría que si sabes lo que quieres, ve a por
ello, pero ve con todas tus fuerzas. Que hace más quien quiere que el que puede. Porque
debes aceptar la responsabilidad de que tu futuro, tus metas, y tus sueños, dependen de ti.
Te diría, que si lo vas a hacer, no te dejes nada. Que sólo tienes que desearlo de verdad, y te
diría que eres la persona más valiente que he conocido nunca.
Día 67
Todo es planificarse pero opositar conlleva inevitablemente a elegir.

Ya no hay tiempo para quedar por conveniencia, por compromisos vacíos. Ya no hay
tiempo para falsas amistades.

Opositar lo vuelve todo un poquito más auténtico.

Opositar también es elegir lo que es mejor para ti; tu futuro.


Día 68

Ojalá que no pero puede que te toquen momentos duros porque es una meta a largo
plazo, y mientras nosotros estudiamos en esta cárcel de libertad que hemos elegido la vida
de los demás sigue. Si es así, estas palabras son para ti. Decirte que no permitas que
circunstancias temporales decidan tu proyecto de vida.

Tengo la firme convicción de que si lo vemos con perspectiva podemos superar


cualquier obstáculo, incluso apostaría que cuando tengas tu examen esos problemas ya no
existirán o sean otros, o incluso, les hayas dado la vuelta usándolos de trampolín para
crecer, con el tiempo tú decides. Solo quiero recordarte el pacto que hicimos cuando
empezamos las oposiciones; aceptar la responsabilidad que desde ese momento nosotros
construimos nuestro futuro. En la recta final dalo todo porque nadie te va a regalar nada, y
no, no se puede echar la culpa a los demás de tu vida porque opositar es de valientes.
Día 69

Opositar es una batalla interior que tienes que luchar cada día y no pretendas que
quienes no hayan pasado por esto te entiendan por muy buenas intenciones que tengan. No
te frustres, abstráete del ruido, busca tu espacio, encuentra tu tranquilidad, ahora no es el
momento de las grandes aventuras, tu gran aventura es conseguir la plaza, la estabilidad y tu
futuro. Ya habrá tiempo, porque por eso estás luchando, por tu tiempo. Y cuando termines,
porque esto se trata se seguir un poquito más, créeme que te vas a cobrar cada día de
estudio, porque al final de cuentas lo único que tiene valor es el tiempo, y tiempo es lo que
te va a sobrar cuando llegues a la meta.

Y sobran los motivos.


Día 70

No puedes golpear un objetivo si no lo ves, no puedes conseguirlo si no lo crees.


Día 71

Ligero de equipaje.

Solo quería decirte, por tu bien, que en las oposiciones hay que aprender a perdonar,
aceptar lo que no se puede cambiar, alejarse de lo que no quieres más. Libérate de lo que
sucedió para poder continuar, cuida tu tranquilidad para no complicarte más el proceso.
Tampoco hacen falta muchas más explicaciones, simplemente libérate de cargas para ir
ligero de equipaje.
Día 72

.
Si quieres realidades lucha por ellas.

Merecerá la pena.

Hazlo por ti.


Día 73

Te diría que ahora más que nunca distingas lo que puedes cambiar de lo que no. Hay
cosas que no importa cuanto lo desees, son inamovibles, y el tiempo que les dediques es
tiempo perdido.
Día 74

Todos queremos nuestra plaza, pero te diría que hay cosas que no puedes controlar, y
entre muchas de ellas, el examen que te pongan el día de la verdad. Por eso ve con
tranquilidad. Tengo experiencias de todo tipo; llevarlo genial y hacer un mal examen por lo
que fuere, o no llevarlo tan bien y sorprenderme. Al fin de cuentas, te diría que lo que
importa una vez llegados a este punto es ir con la conciencia tranquila sabiendo que has
dado todo lo que estaba en tu mano, que no podías haberlo hecho mejor.

Y si es así enhorabuena, porque después del examen el corte será cosa del tribunal.
Día 75

No pretendas que te entiendan quienes no han pasado por esto. En cambio sí puedes
construir tu mañana y controlar las elecciones que tomes ahora, hoy, ni mañana ni ayer.
Día 76

Claro que yo también dudé si sería capaz de conseguirlo, es normal, es imposible estar
siempre al cien por cien, no somos maquinas. Es parte del camino. A todos los que conozco
les sucedió. Todos tenemos nuestras circunstancias, y aun así decidimos opositar. ¿Por qué
lo hiciste? Esos serán tus motivos para continuar, recuérdalos. No lo consiguen los mejores,
lo hacen quienes están dispuestos a seguir luchando.

Se trata de seguir sumando.

No lo olvides.
Día 77

.
Te diría que trabajes en las cosas que sí puedes cambiar, y que no te entretengas con las
elecciones de ayer.
Día 78

Se trata de seguir un poco más, y ten cuidado con dejarte influir. Esto va de tu vida, los
demás no deciden si estudias o no, no pueden tener ese poder sobre ti, aquí eliges tú por
duro que pueda ser. Tú puedes darte por vencido o vencerte, puedes abstraerte de lo que
diga el resto, ir con todo a por el temario, tú decides si lo machacas o te machaca. ¿Quién no
te entienda? No tienes que discutir ni excusarte. Para qué si no lo van a entender. Creo,
sinceramente, que si te has determinado por este camino eres puro potencial, un sin fin de
posibilidades, pero tú escribes cada mañana, cuando eliges si seguir, esforzarte, o darlo por
perdido, y estoy convencido que no empezaste para darlo por perdido. Las oposiciones no
se suspenden, se abandonan, y por eso no basta soñarlo, si lo quieres hay que pelearlo.

Es bonito soñar, pero si quieres realidades hay que luchar por ellas.
Día 79

La experiencia de trabajar a algo que no te quieres dedicar te permite darte cuenta que
es lo que realmente quieres.
Día 80
Que las cosas surgen cuando tengan que suceder.

Que todo lo que merece la pena se construye despacito.

Que las prisas no son buenas.

Y también te diría que si piensas que opositar es pasarlo mal; pasarlo mal solo va a
forzarte a que abandones.
Día 81

Confía en ti.

Aunque no lo notes sigues avanzando, a veces más rápido, otras veces más lento, pero
avanzas. El único momento en el que dejas de avanzar es cuando te rindes, y te rindes por
dos motivos, porque no puedes más mentalmente, o no te lo puedes permitir. Si estás en
jaque te diría que a veces hace falta parar para continuar, que es importante aprender a
respirar. Si puedes permitírtelo, opositar va sobre seguir aun cuando las fuerzas flaquean,
aun cuando lo dieses por perdido, porque nunca sabes lo que te van a preguntar porque
puede que este año sea el tuyo. Imposible es lo que no se intenta, y mientras continúas en la
lucha todo es posible.

Aunque sientas que no, confía en ti.


Día 82

De líneas rojas y los finales sin plaza.

Tengo la convicción de que tan importante es marcarte un horario para estudiar y


convertirlo en rutina, como respetar los descansos, la importancia de escribir tus motivos
por escritos, y ahora te diré la importancia de marcarte líneas rojas. Y no seré yo quien te
diga cuanto tiempo puedes permitirte, cada uno tiene sus circunstancias personales y
económicas, y es ahí donde estarán tus líneas rojas. Es importante saberlas para planificarte,
marcarte tus oportunidades. Las oposiciones no se suspenden solo se abandonan, y es
precisamente este grito de motivación su mayor trampa, si no te marcas líneas rojas puedes
acabar siendo un opositor perpetuo.

Por eso, motivos por escrito y líneas rojas claras. ¿Da miedo? Todos los que lo
conseguimos lo sentimos antes porque aquí nadie te asegura la plaza, lo que sí te aseguro yo
es que ese esfuerzo no cae en vano porque un opositor ha demostrado muchas cosas, no solo
esfuerzo, disciplina y constancia, también conocimientos y responsabilidad. No conozco
compañeros que lo hayan dejado y hayan tenido dificultad para conseguir empleo en su
área, eres un experto. Caemos en bucles infinitos y yo te diría tranquilidad, porque vales
mucho, seguramente económicamente más que estando dentro de la administración. Claro
que no es lo que quieres, por eso si me preguntas siempre te diré lo mismo: no basta
soñarlo, si de verdad lo quieres, vas a tener que pelearlo, porque aquí el máximo es lo
mínimo que puedes hacer. Adelante.
Día 83

Que distingas lo que puedes controlar y lo que no para que lo que esté fuera de tu
control no te afecte.
Día 84

No tengas miedo a tener miedo, esa tensión previa a la convocatoria, a los exámenes,
esta es tu guerra y llevas años preparándote para vencer.

Para ganar.
Día 85

No creo que la fórmula sea encerrarse pero sí debes saber que hay que pagar un precio,
y el mensaje que te quiero transmitir es que vale la pena ese precio.

No vas a poder decir a todo que sí, ya lo dirás después. Te propongo que sigas
trabajando y si puedes manejes el estudio con dedicar un poco de tiempo a esa gente que te
quiere, porque ellos nos hacen afortunados, pero que lo importante ahora y siempre eres tú,
al fin de cuentas eres la persona con la que más tiempo vas a pasar y a quién debes dedicar
esa plaza.
Día 86

Sé el esfuerzo que conlleva, nadie te va a regalar la plaza, la plaza se lucha, se conquista, y


para a ello tienes que vencer los temas y a ti mismo, a nadie más, porque esto va de tu vida.

Ojalá que te valga el tiempo.


Día 87

Conozco a muchos que lo hubieran conseguido si hubieran seguido un poco más. Yo


no era mejor, simplemente continué. No te des por vencido, no tires la toalla.
Día 88

Es en los momentos de dificultad cuando puedes demostrar lo fuerte que eres.


Día 89

Aquí entran variables personales, pero en esta ecuación tu ritmo no es peor ni mejor.
Opositar también va de conocerse a uno mismo.

Adelante.
Día 90

¿Qué opositar es difícil?

Por supuesto, no te voy a decir lo contrario porque te estaría mintiendo, pero estoy
convencido que luchar por un objetivo sabiendo exactamente a donde te va a llevar, de
lograrlo, es sin lugar a dudas inmensamente mejor que ir dando tumbos de un trabajo a otro
buscando tu sitio, que podrías encontrarlo, no digo lo contrario.
Creo que los caminos fáciles llevan a encrucijadas difíciles, y opositar es un camino
muy difícil que te asegura en principio una vida fácil en el sentido de la tranquilidad y
estabilidad, pero conseguirlo no es gratis. Claro que cuesta, aquí nadie nos va a regalar
nada, aquí no entra quien no se sacrifica, quien no rinde al máximo, quien no dedica miles
de horas, porque son miles, por eso tenemos que ser realistas, opositar es sacrificar quien
eres hoy por todo lo que serás mañana. Dar el máximo es lo mínimo que podemos hacer.
Y joder si vale la pena, más que la pena, vale el tiempo.
Día 91

Cuando menos lo esperabas.

Y también te quería decir que a veces las cosas buenas vienen cuando menos lo
esperabas. Cuando habías dejado de agobiarte pero seguías trabajando en el día a día para
que sucediesen.
Día 92

Sin pretender ser frívolo y simplificar problemas, a veces los problemas nos los
creamos nosotros mismos, y es que para cada uno sus cosas son lo más importante, pero
paremos un momento, veámoslo con perspectiva.

Al hacerlo... ¿Cómo puede cambiar tanto el punto de vista?

Por eso te pregunto para qué estar mal pudiendo estar bien, que a fin de cuentas esa
decisión debe ser nuestra, el estar bien, y que las circunstancias son las que son, si las
quieres cambiar eso va a depender de ti, de lo que hagas a partir de ahora, y ojalá siempre
quieras cambiarlas a mejor.

Es lo que te deseo.

Siempre a mejor.
Día 93

La diferencia entre una ilusión y un objetivo es que hay una estrategia detrás para
conseguirlo. No se puede golpear un objetivo si no se ve, y para no ir a ciegas es tan
importante tener un plan de ruta como un horario para cumplirlo.

Es la suma de los poquitos a pocos lo que te va a permitir lograrlo, seguir aunque no


puedas más, aunque sea lo que menos te apetezca. Es en esos momentos cuando se decide
todo, y ahora estás decidiendo el mundo que vivirás mañana.

Te diría que no pierdas de vista ese plan de ruta, ese horario, esos motivos por escrito.
Día 94

Hay guerras que si se ganan pierdes. Mejor dejar marchar. Que lo que no suma estorba.
A ti, que estás luchando por tus sueños, te diría que no tienes que cargar con lo que te pesa,
que no tienes que sujetar lastre, que para llegar a donde quieres estar mañana vas a tener que
aprender a quererte mucho y ser fuerte.

Y que te deseo lo mejor.


Día 95

Tienes la vida en blanco y tu futuro, ahora mismo, lo estás escribiendo tú.


Día 96

Y es que dar el máximo es lo mínimo que podemos hacer, días malos tenemos todos,
pero solamente es en los momentos de dificultad cuando puedes demostrar lo fuerte que
eres. Y si empezaste esto es porque lo eres.
Día 97

Sí, el camino va a ser duro, más que cuestas vas a tener que superar montañas, pero
permíteme adelantarte que tras la última montaña las vistas son preciosas.

(Tu nueva vida).


Día 98

Cuando las cosas se pongan feas te diría que te abstrajeses de ellas, las observes a
distancia en silencio. Es en los momentos de dificultad cuando puedes demostrar lo fuerte
que eres, y tal vez mañana, incluso sin saberlo, puede que estés en una posición privilegiada
para inspirar a aquellos que están pasando por lo mismo.

Y superar esas circunstancias va a depender de ti.


Día 99

Opositar es una batalla interior que tienes que luchar cada día y no pretendas que
quienes no hayan pasado por esto te entiendan por muy buenas intenciones que tengan. No
te frustres, abstráete del ruido, busca tu espacio, encuentra tu tranquilidad, ahora no es el
momento de las grandes aventuras, tu aventura es conseguir la plaza, la estabilidad y tu
futuro. Ya habrá tiempo, porque por eso estás luchando, por tu tiempo. Y cuando termines,
porque esto se trata de seguir un poquito más, créeme que te vas a cobrar cada día de
estudio, porque a final de cuentas lo único que tiene valor es el tiempo, y tiempo es lo que te
va a sobrar cuando llegues a la meta. Y sobran los motivos.
Día 100

Para llegar más lejos… La clave no es ganar siempre, más bien no desanimarse nunca.
Table of Contents
Somos quien elegimos ser.
¿Opositar es duro?
La memoria, el horario y los descansos.
Relaciones personales (1)
Relaciones personales (2)
Elegir correctamente tu oposición.
Paréntesis (1º parte)
Paréntesis (2º parte)
Paréntesis (3º parte)
Cuando se suspende un examen
El coste de opositar
Líneas rojas y finales sin plaza.
La recompensa
100 textos del @blog_opositor_x

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