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Financiación empresarial: ¿Qué es y qué tipos existen en el mercado?

Uno de los puntos a considerar de todos los proyectos empresariales es la financiación y sus
fuentes. Y una de las preguntas más comunes a las que nos enfrentamos es: ¿debo usar
exclusivamente fondos provenientes de los socios de la empresa o se debe recurrir a la financiación
externa para crecer? Es decir, obtención de fondos vía préstamos, emisión de obligaciones o de
algún otro instrumento que sea útil para obtenerlos.

En este artículo podrás conocer todo acerca de la financiación empresarial antes de arrancar un
proyecto. Te explicaremos su definición, las diferentes tipologías y haremos un repaso a las mejores
opciones en función de cómo sea tu empresa.

¿Qué es la financiación?

La financiación es uno de los puntos más básicos a la hora de arrancar cualquier proyecto
empresarial, o cuando se desea crecer una vez formado. La definimos como la forma en la que la
empresa obtiene recursos y/o dinero para llevar a cabo diferentes proyectos en mente. Para ello, es
fundamental conocer de antemano de cuántos recursos y dinero disponemos y cuánto necesitamos
para acometer determinados objetivos. Una falta de planificación inicial puede suponer la ruina de
una empresa.

Tipos de financiación empresarial

A continuación clarificaremos los diferentes tipos de financiación a las que se pueden optar. Esto
nos ayudará a saber en qué momento es más conveniente acudir a un tipo u otro. Es importante que
los conozcas bien, así como sus ventajas e inconvenientes para no llevarte ninguna sorpresa
posterior.

F.F.F.

“Friends, Family and Fools” es la primera fuente de financiamiento, pues se usa para la constitución
de la empresa. Se da cuando un emprendedor inicia su negocio gracias a sus ahorros y la ayuda de
su familia y amigos. Es lo que conocemos como capital más próximo y se usa, principalmente, para
dar forma al proyecto y que pase de una simple idea a algo tangible.
Capital semilla o de arranque

El capital semilla es un tipo de oferta de acciones en la que un inversor adquiere una parte de un
negocio o empresa, invirtiendo en fase temprana del mismo. El apoyo al negocio se realiza en su
fase de creación y hasta que consigue generar su propio flujo de caja o está listo para una nueva
inversión.

El capital semilla implica un mayor riesgo para el inversor, que la financiación de capital-riesgo
más tradicional, dado que dicho inversor no puede ver ninguna realidad empresarial ya en
funcionamiento para evaluar su financiación.

Crowdfunding

Esta forma de financiación es una de las preferidas para empresas, startups y proyectos que
contribuyen a un bien común (con o sin ánimo de lucro) o cuya idea es totalmente innovadora como
para conquistar a un público más general y hacerle partícipe del mismo. Y es que se trata de una
cooperación entre diferentes personas de una red que a través de Internet (fundamentalmente)
reúnen recursos y/o dinero para ayudar al emprendedor a desarrollar su proyecto. Cualquiera puede
participar en crowdfunding y hay diferentes páginas para canalizar estas acciones, pero es
importante saber que en ningún caso te conviertes en inversor del proyecto.

Fondos públicos

Se usan para generar modelos de negocio y desarrollo del proyecto; es decir, cuando está más
avanzado que una simple idea.

Dentro de esta clasificación, podemos subdividirla en dos tipos: las ayudas a fondo periodo, que son
aquellas que no deben ser devueltas y que suelen estar destinadas a financiar una partida concreta
dentro del proyecto; y los prestamos públicos que, al igual que cualquier préstamo bancario, debe
ser devuelto, pero con unas condiciones más ventajosas de lo que podría optarse a través de entes
privados.

Business Ángels

Las empresas que ya están funcionando generalmente reciben este tipo de aportaciones pues, por su
alto contenido innovador o desarrollo potencial, atraen el apoyo de estos inversores. Generalmente,
los inversores “ángeles” son independientes o están asociados a un club.
Financiamiento bancario

Las empresas pueden acudir al financiamiento bancario con el fin de tener flujo en la operación
diaria del negocio o financiar adquisición de activos necesarios para el funcionamiento del
proyecto. Existen multitud de instrumentos financieros, pero podríamos clasificarlos en dos grandes
grupos: instrumentos financieros para financiar el circulante propio de la actividad diaria del
proyecto y financiación de activos vinculados a la operaciones habituales.

Financiación alternativa

La financiación alternativa es un instrumento muy interesante para aquellas empresas que están en
crisis o que necesitan expandirse pero tienen las líneas de crédito bancarias llenas. De este modo se
brinda al cliente una solución mucho a más medida y personalizada, con plazos flexibles y menos
restricciones en cuanto a las políticas de riesgo. En este tipo de financiación, sin duda Gedesco es
una de las empresas con mayor reputación en España.

Capital-Riesgo

También conocido como “Venture Capital”, se utiliza cuando la empresa tiene cierto nivel de
desarrollo, pues lo gestiona un fondo que invierte mayores cantidades.

Se trata de una aportación temporal de recursos de terceros al patrimonio de una empresa, para
optimizar sus oportunidades de negocios y aumentar su valor. De esta forma se da solución a los
proyectos del negocio y se comparte el riesgo y los rendimientos.

Private equity

El «private equity» es un fondo para empresas grandes y se utiliza para expandir el negocio o para
la internacionalización. Aporta capital a cambio de acciones que la empresa otorga. Además de con
capital, contribuye con otro tipo de recursos, como contactos, mejores prácticas, administración, etc.
Financiación propia vs financiación ajena
La financiación propia es aquella en la que los recursos vendrán dados por los propios socios o en
base a lo que ya dispone la empresa internamente. Es normalmente la que ocupa el mayor peso
dentro de la financiación y una pata fundamental a tener saneada y equilibrada. Sin ella, la
dependencia de terceros es total y difícilmente se pueda sacar el proyecto adelante.

La financiación ajena es toda la demás, que proviene de agentes externos. Son casi todas las que
hemos visto en el apartado de tipos de financiación, y es que es fundamental conocer bien los
diferentes tipos antes de optar por una de ellas.

Financiación a corto, medio y largo plazo

Dentro de los diferentes tipos de financiación, encontramos diferentes periodos en los cuáles
podemos devolver la cantidad financiada.

Financiación a corto plazo: Se considera este tipo de financiación cuando se desea devolver la
cantidad financiada en menos de un año. Dentro de esta categoría entran fórmulas muy conocidas
como los descuentos de pagarés, anticipo de facturas, confirming, avales, etc.

Financiación a medio y largo plazo: Son aquellas fórmulas de financiación que están pensadas para
ser amortizadas a largo plazo. Dentro de estas están el renting, las inversiones a largo plazo, etc.

Financiación a fondo perdido

Mención especial merecen los préstamos a fondo perdido. Se tratan de un tipo de financiación en la
que el cliente no tiene la obligación de devolver lo financiado en el caso de que no le sea posible y
pueda justificarlo. Aún así, no es un dinero que se pueda obtener sin más, si no que requiere de una
justificación y análisis de a qué va destinada la financiación. Este tipos de financiación las
encontramos en dos entes principales: los gobiernos que serían los mayores financiadores mediante
esta fórmula e inversores privados que arriesgan parte de su capital por una causa, proyecto o
empresa sin saber si será o no rentable.

Coste de la financiación

Una vez clasificadas y definidas las fuentes de financiación y los estados en los que son más
adecuadas unas u otras, lo siguiente que deberemos hacer es conocer cuál es el coste de cada
alternativa o del conjunto de varias de ellas y compararlo con el rendimiento que se obtendrá del
nuevo proyecto.

La regla básica será que el rendimiento del proyecto sea mayor a su coste de financiación, lo que se
traducirá en agregar valor a la empresa y, por ende, beneficios para todos quienes la integran.

El coste de la financiación es el precio del dinero que se obtiene, ya sea de los socios, de las
instituciones bancarias, de administraciones públicas, proveedores… En el caso de los socios, el
coste de la financiación son los dividendos que se pagan anualmente a cada socio o los beneficios
futuros obtenidos por la posible venta de participaciones.

En el caso de las instituciones bancarias, son los intereses calculados con base en la tasa de interés y
tiempo pactados al momento de contratar la financiación. En los proveedores es la tasa de interés
pactada por gozar de cierto periodo de crédito o por no aprovechar algún descuento por pronto
pago.
Esta información nos facilitará la toma de decisiones sobre las fuentes de financiación con menor
costo para generar ese plus que toda empresa requiere al iniciar un nuevo proyecto.
Última actualización: 16/09/2021

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