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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE COLÓN


FACULTAD DE DERECHO Y CIENCIAS POLÍTICAS

ASIGNATURA
PSIQUIATRÍA FORENSE

INVESTIGACIÓN 4
OTRAS PERICIALES EN PSIQUIATRÍA FORENSE

ELABORADO POR
ELISEO COLE
3-738-2405

PROFESOR
JAMIL SOLIS

I SEMESTRE 2023

FECHA DE ENTREGA
4 DE MAYO DE 2023

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Otras Periciales En Psiquiatría Forense

1. Enfermedades Mentales Y Capacidad De Obrar

La capacidad se puede definir como el conjunto de condiciones, recursos,

cualidades o aptitudes que permiten el desarrollo de una actividad, el

cumplimiento de una función o el desempeño de un oficio, entre otros. De dicha

definición podemos deducir que la capacidad exige una base de aptitudes

psicofísicas que posibiliten la acción.

En el campo del derecho civil, cabe conocer dos conceptos cercanos pero

diferentes que pueden generar confusión: la capacidad jurídica y la capacidad de

obrar. Según la Real Academia Española (RAE), la capacidad jurídica es la aptitud

legal para ser sujeto de derechos y obligaciones. Y la capacidad de obrar, la

aptitud para ejercer personalmente un derecho y el cumplimiento de una

obligación. Por tanto, podemos decir que la persona posee capacidad jurídica, por

el mero hecho de serlo, desde el momento del nacimiento. Sin embargo, la

capacidad de obrar se refiere a la aptitud de la persona para ejercer por sí misma

sus derechos y desenvolverse con autonomía. En nuestro ordenamiento jurídico,

la persona adquiere la plena capacidad civil con la mayoría de edad (esto es, a los

18 años), siempre que reúna los elementos o requisitos necesarios.

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2. Supuestos De Peligrosidad Criminal

En principio, aunque parte de la sociología y la psicología criminal postulan que las

conductas antisociales son comportamientos atípicos o anormales, en realidad

cualquiera es susceptible de realizar una de estas conductas consideradas

desviadas o antisociales. Desde el punto de vista de la peligrosidad social bien

puede decirse que todos somos sujetos peligrosos en potencia. Desde el punto de

vista de la Criminología y Sociología modernas, los delincuentes son personas

“normales”. El comportamiento delictivo no deviene de patología alguna, si bien

puede darse en determinados sujetos considerados incapaces de responsabilidad

penal (inimputables o seminimputables) que se encuentran inmersos en un

“estado peligroso” diagnosticable.

Además de ello, hay que tener en cuenta que el concepto de peligrosidad criminal

puede estar desligado de la comisión de hechos delictivos, es decir, “la

peligrosidad es una condición probabilística, no un hecho, y aun si esa persona no

infringe lesiones a nadie, no por ello deja de ser peligrosa hasta cierto punto”

(Maguire et al., 2004).

En tercer lugar, podríamos hablar de “peligrosidad penitenciaria”, como un

concepto diferente al de peligrosidad social y peligrosidad criminal. En este caso,

la peligrosidad penitenciaria puede definirse como inadaptación a la convivencia y

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régimen de vida ordenado ordinario en prisión. En definitiva, se trata de una tenaz

resistencia por parte del recluso a las normas del centro penitenciario o una actitud

abiertamente hostil y agresiva ante el régimen de vida. Este concepto de

“peligrosidad penitenciaria” es clave en la clasificación penitenciaria del interno, de

la que dependerá su régimen de vida en prisión. Los sujetos inadaptados al orden

de vida común en prisión son segregados en el denominado primer grado de

clasificación penitenciara, al que le corresponde el régimen de vida cerrado (el

más restrictivo de todos los regímenes penitenciarios, como lo denomina Ríos

Martín, “la cárcel dentro de la cárcel”).

Esto hace que existan dos tipos de peligrosidad y según Sergio Correa García las

podemos definir de la siguiente manera:

 Peligrosidad social: Individuos que, sin haber cometido un delito, se

encuentran próximos a cometerlos.

 Peligrosidad criminal: Individuo que siendo delincuente puede volver a

violar la Ley penal.

La diferencia que existe entre estos términos es que la peligrosidad social aparece

antes del hecho delictivo o antes de la violación de la ley, y por el contrario, la

peligrosidad criminal se da cuando se produce la violación de la ley.

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3. Valoración Del Daño Psíquico

La valoración del daño psíquico es una de las demandas más habituales

realizadas al psicólogo forense por parte de los distintos operadores jurídicos

dentro del Derecho penal. Partiendo de las características del contexto de

exploración forense y los datos arrojados desde el campo de la psicopatología, en

el presente trabajo se pretenden abordar las principales dificultades a las que se

enfrenta el perito en la evaluación del daño psíquico con el objetivo de ayudar al

diseño del proceso de evaluación de estas periciales. Se propone también un

formato de informe psicológico forense del daño psíquico.

La Valoración del Daño Psíquico aplica ciertas metodologías y técnicas para

ayudar a jueces y tribunales determinar un perjuicio psíquico. El Perito Psicólogo

es el especialista en la realización de valoraciones psico-legales, actividad técnica

que consiste en poner en relación aspectos del funcionamiento psicológico con

cuestiones jurídicas.

Para ello, se realiza la evaluación pericial psicológica contextualizada dentro de la

jurisdicción penal. Siendo importante por 3 cuestiones:

1. Facilita la calificación del hecho al Ministerio Fiscal

2. Facilita al juez el establecimiento de las indemnizaciones

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3. Puede ser tenido en cuenta para fundamentar hechos probados

En la valoración psico-legal, el perito debe transformar cuestiones jurídicas a

términos psicológicos.

El concepto legal de daño psíquico se relaciona con desajustes psicológicos

derivados de la exposición de la persona a una situación de victimización criminal

(psicopatología traumática).

a. Cuando se Valora el Daño Psíquico

Existen muchas causas que pueden necesitar una valoración del daño psíquico de

una persona. Entre las más destacadas encontramos las siguientes:

● Determinar las secuelas de los accidentes de tráfico o durante el trabajo.

● Situaciones de estrés y mobbing.

● Valoraciones del daño mental como consecuencia de la exposición continua

a obras, ruidos e irregularidades.

● Evaluaciones periciales psicológicas de lesiones al honor de una persona

como consecuencia de algún tipo de episodio traumático que haya podido

experimentar por culpa de un tercero.

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Un Perito Psicólogo especialista en Valoración de Daños y Secuelas Psíquicas

analiza el estado mental de un sujeto, derivado de una situación o acontecimiento.

Nuestros expertos llevan a cabo investigaciones con un diseño metodológico

riguroso, para ilustrar al juez, de cara a la compresión de los daños psíquicos

presentes.

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Bibliografía

● https://psiquiatramayores.com/tag/capacidad-de-obrar/

● https://www.elsevier.es/es-revista-anuario-psicologia-
juridica-369-articulo-la-evaluacion-psicologica-forense-del-
S1133074013700102

● https://peritojudicial.com/valoracion-secuelas-psicologicas/

● https://crimipedia.umh.es/files/2015/06/Peligrosidad-
criminal.pdf

● https://www.unir.net/derecho/revista/que-significa-el-
concepto-de-peligrosidad-criminal-y-para-que-se-utiliza/

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