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instituto bíblico cita con la vida

PROGRAMA
OBJETIVOS GENERALES:

• Conocer el origen, la historia y el proceso de formación y transmisión de


la Biblia a través de los años.
• Fundamentar acerca de la inspiración y veracidad de las Escrituras.
• Memorizar los libros de la Biblia.
• Refutar con certeza a los que ponen en tela de juicio la Palabra de Dios.
• Aumentar el deseo y la pasión por escudriñar las Escrituras.

CONTENIDOS:

• Unidad 1: Introducción
A. La importancia de la Biblia.
B. La veracidad de la Biblia.
C. Estructura de la Biblia: formación, nombres, enfoque y divisiones.

• Unidad 2: La inspiración de la Biblia


A. Concepto de inspiración.
B. Revelación e iluminación.
C. Características.
2 D. Consecuencias.

• Unidad 3: El Canon bíblico


A. Concepto de Canon.
B. Necesidad de un Canon.
C. Formación.
D. Requisitos.
E. Los Libros Apócrifos.

• Unidad 4: Transmisión de la Biblia


A. Las lenguas.
B. La escritura.
C. Los materiales e instrumentos utilizados.

• Unidad 5: Los manuscritos bíblicos


A. Clasificación.
B. Descripción de los manuscritos.

• Unidad 6: Las versiones de la Biblia


A. Clasificación.
B. Historia de la Biblia en castellano.
introducción bíblica

• Unidad 7: Sectas y otras religiones


A. Características de las sectas
B. Las sectas más conocidas
C. Otras religiones

REQUISITOS PARA APROBAR LA MATERIA:

• Asistencia 80%.
• Aprobar examen con el mínimo de 6 (seis).
• Traer a clase el cuadernillo de la materia.

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UNIDAD 1:
INTRODUCCIÓN
A. La importancia de la Biblia
1. Un libro de carácter extraordinario:
La Biblia es más que un simple libro, es el mensaje de Dios para toda la humani-
dad. Esto explica su gran influencia en la historia universal. No existe otro libro
que haya sido leído durante tantos siglos y con tanta continuidad. Veamos a con-
tinuación las características que hacen de la Biblia la obra más extraordinaria de
todos los tiempos:

a) Su origen:
• La diversidad de escritores:
Lo sorprendente de la Biblia con respecto a otros libros es la gran cantidad de
escritores que participaron en ella. En total fueron cuarenta y cinco (45), de los
más variados extractos sociales y culturales, los involucrados en la formación de
la obra más relevante de todos los tiempos. Se cuenta entre ellos con estadistas,
sacerdotes, reyes, profetas, campesinos, funcionarios, eruditos, pescadores, poe-
tas y filósofos. Algunos de ellos fueron hombres de gran talento, como Moisés,
4 Salomón, Daniel y Pablo; mientras que otros fueron personas sencillas, “sin letras
y del vulgo”, como Amós, Pedro y Juan. Vivieron en diferentes períodos de la his-
toria y todo lo que escribieron nunca fue coordinado ni arreglado por un editor; sin
embargo los textos guardan una unidad sorprendente entre sí.

• Variados estilos y géneros literarios:


Al tener tantos escritores, la Biblia guarda una gran cantidad de estilos literarios
que caracterizan la manera de escritura de cada autor involucrado. Además, son
variados los géneros en que se expresaron. Entre ellos podemos encontrar: leyes,
crónicas, poesías, máximas, profecías, biografías y epístolas.

• Las diferentes lenguas:


La Biblia fue escrita en tres lenguas durante distintos períodos: hebreo, arameo
y griego. Aunque los idiomas predominantes fueron el hebreo, de enorme riqueza
expresiva, y el griego, de destacada elegancia y precisión.

•Tiempo de escritura:
Quizá una de las características que hacen de la Biblia una obra extraordinaria sea
la cantidad de tiempo que demandó su escritura. La producción de un Best seller
puede durar desde unos cuantos meses hasta un par de años, sin embargo Las
Sagradas Escrituras duraron dieciséis siglos. Alrededor de 1600 años fue lo que
introducción bíblica

demandó la formación del libro más importante de la historia universal. Se comen-


zó en el 1500 a.C. con el Pentateuco de Moisés, y se finalizó en los últimos años del
siglo I con el Apocalipsis de Juan.

• Lugares de escritura:
La Biblia fue escrita en sitios tan diferentes entre sí, como son los desiertos de
Sinaí, Arabia y Judea, las escuelas de los profetas de Betel y Jericó, el palacio de
Babilonia, las riveras del Quebar, la cárcel de Jerusalén en Medio Oriente, una es-
cuela de Efeso en Asia Menor, las ciudades de Corinto y Filipos, la cárcel de Roma
y la Isla de Patmos en Europa.

b) Su impresionante difusión:
• La obra más vendida:
La Biblia es el único libro que desde hace muchos años, a pesar de las persecucio-
nes, las censuras y los esfuerzos por hacerla desaparecer, se mantiene en el lugar
más alto en lo que a circulación se refiere. La invención de la imprenta con tipos
móviles por Juan Gutenberg en el siglo XV contribuyó a aumentar considerable-
mente la circulación de la Biblia, que hasta ese momento se copiaba a mano. Cabe
destacar que la primera obra que se imprimió fue la Vulgata, una de las versiones
latinas de las Sagradas Escrituras. Hasta la actualidad se estima que se han vendi-
do más de ¡seis mil millones de copias! El libro que le sigue a la Biblia en cantidad
de circulación ronda sólo entre los ochocientos millones de copias. 5

• La obra más traducida:


Con la versión de los Setenta (traducción del Antiguo Testamento del hebreo al
griego en el 250 a.C.), la Biblia es el primer libro traducido de toda la historia. No
sólo eso, sino que también es la obra más traducida hasta el momento. Se estima
que ha sido traducida a más de dos mil idiomas.

• La obra más leída:


La Biblia es el único libro del mundo que lee gente de toda edad, cultura y posición
social. Millones de hombres y mujeres encuentran en Las Sagradas Escrituras un
tesoro inagotable de la gracia divina y una guía para su diario caminar. Un gran
número de personas ilustres del ámbito hispanoamericano, como Lope de Vega,
Andrés Bello, Domingo Faustino Sarmiento, Miguel de Unamuno, Ricardo Rojas,
Gabriela Mistral, entre otros, han hallado en sus páginas una fuente de inspiración
y sabiduría.
La Biblia también se ha destacado por ser el primer libro que ha sido leído desde el
espacio. En enero de 1971, dos de los tripulantes del Apolo 14, Shepard y Mitchell,
depositaron sobre la superficie lunar un paquete que contenía la Biblia en microfilm
y el primer versículo del Génesis en 16 idiomas. Seis meses más tarde, durante la
misión del Apolo 15, James B. Irwin, tras caminar sobre la luna, declaró haber “sen-
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tido el poder de Dios como jamás lo había sentido antes”. En 1998, John Glenn, que
regresó al espacio después de 36 años, declaró: “Para mí es imposible contemplar
toda la creación y no creer en Dios”. Uno de los versículos elegidos por el famoso
astronauta Buzz Aldrin (fue la segunda persona en pisar la luna en la legendaria
misión del Apolo 11) fue el Salmo 8:3-4:

“Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú formaste,
digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre,
para que lo visites?”.

c) Su conservación a través de los años:


• Resistencia al transcurso del tiempo:
La Biblia ha resistido con gran éxito al paso destructor de los siglos. A pesar de
haber sido escrita en materiales perecederos (papiro y pergamino), hay más copias
de ella que de ningún otro libro en la antigüedad. Comparada con otras obras con-
temporáneas, cuyas copias más antiguas datan generalmente del siglo X, la Biblia
es el único libro cuyo texto está respaldado por los manuscritos más antiguos. El
hallazgo de los rollos del Mar Muerto en 1947 contribuyó en forma especial a dis-
tinguir en este aspecto a Las Sagradas Escrituras.

• Resistencia a la persecución:
6 La Biblia ha sobrevivido a los ataques más despiadados de la historia. Sin embar-
go, los perseguidores que quisieron acallar su mensaje han perecido, mientras
que la Palabra de Dios ha permanecido.
Entre los perseguidores más conocidos podemos nombrar a Joacim, rey de Judá,
el cual quemó un escrito de Jeremías que después volvió a escribirse palabra por
palabra (Jeremías 36). Antíoco Epífanes (fue rey de Siria y enemigo acérrimo del
pueblo de Dios) fue otro que intentó destruir Las Escrituras al dictar un decreto
ordenando que los libros sagrados fueran incinerados y que sus poseedores fue-
ran condenados a muerte. Diocleciano fue un emperador romano del siglo III que
persiguió ferozmente a los cristianos. Muchas biblias fueron quemadas en este
tiempo, sin embargo más tarde el emperador Constantino ordenaría hacer múlti-
ples copias de Las Sagradas Escrituras.

“Sécase la hierba, marchítase la flor; mas la palabra del Dios nuestro permanece
para siempre” (Isaías 40:8).

• Resistencia a la crítica:
En años más recientes la Biblia ha estado bajo el ataque de diferentes institucio-
nes y personas. La crítica aguda es otro de los métodos utilizados para destruir la
Biblia. En la segunda parte del siglo XVIII, Voltaire, renombrado pensador francés,
dijo: “Tomó siglos establecer el cristianismo, pero yo demostraré como un francés
lo puede destruir en cincuenta años”. Luego, “tomó su pluma, la untó en la tinta de
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la incredulidad y escribió en contra de Dios”. Voltaire estaba convencido de que el


racionalismo, corriente de pensamiento de la época, podía destruir al cristianismo
y a la Biblia. Él estaba convencido de que la gente llegaría a estar tan iluminada que
no creería más en Dios, en la Biblia y en su necesidad de la salvación por medio de
Jesucristo.
Voltaire murió en 1778. En su lecho de muerte dijo: “Desearía no haber nacido
nunca”. Desde la muerte de Voltaire, millones y millones de Biblias en diferentes
idiomas se han impreso en el mundo. En la actualidad, la mayoría de la gente tiene
una copia de la Biblia, pero pocos tienen los escritos de Voltaire. Él como otros
críticos han muerto, pero la Biblia sigue vigente, porque la Palabra de Dios “(…)
vive y permanece para siempre” (1 Pedro 1:23).

Dato histórico: Veinte años después de la muerte de Voltaire la Sociedad


Bíblica compró su antigua casa y la usó para imprimir biblias. Más tarde
llegó a ser la sede central de la Sociedad Bíblica Británica y Extranjera.

“La Biblia no es un mero libro, sino una creación viviente con un poder que vence
a todo cuanto se le opone” (Napoleón).

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d) Su tremenda influencia:
• Impulsora de movimientos e instituciones benéficas:
Movimientos como la abolición de la esclavitud, la emancipación de la mujer, la
protección de la infancia, la educación popular, el cuidado de los enfermos, invá-
lidos y ancianos, la lucha en contra de la prostitución y los vicios, la acción contra
la pobreza, los derechos humanos, se originaron a través de personas que fueron
motivadas por la Palabra de Dios.
Las instituciones, como los hospitales, asilos y orfanatos, también fueron influen-
ciadas por la Biblia desde sus principios.

“La lectura de la Biblia echó los cimientos de la educación popular que ha cam-
biado la faz de las naciones que la poseen” (Domingo Faustino Sarmiento).

• Su aporte a la civilización:
La contribución de la Biblia ha sido clave para desterrar las tinieblas de la ignoran-
cia y la superstición, para depurar las costumbres de las sociedades y para hacer
del mundo un sitio más llevadero al enseñar a los hombres valores como el de la
compasión, el respeto y la integridad.
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Dato histórico: Como es sabido, el origen de la alfabetización general se


halla en la necesidad de leer la Biblia en lengua vernácula. En su estudio
sobre el siglo XVI y XVII, el historiador británico Henry Kamen afirma: “Sólo
los países protestantes emprendieron con cierta seriedad el fomento de la
alfabetización del pueblo llano”. Ya decía Hegel (filósofo alemán de renom-
bre nacido en Stuttgart), a propósito de la traducción que Lutero hizo de
la Biblia, que en el resto de las naciones era raro que el pueblo sepa leer.
¿Pero cuáles eran los niveles de alfabetización de las naciones que leían
la Biblia? Según ciertas estadísticas, en 1675 el 45% de los habitantes de
Inglaterra sabía leer; en Francia, entre 1688 y 1720, el 29%; cifras impresio-
nantes comparadas con las del 0,5% que tenían los países donde el pueblo
no contaba con Las Sagradas Escrituras.

2. Un Libro de carácter sobrenatural


La Biblia no es sólo una obra extraordinaria y excepcional en todos los aspectos,
sino también sobrenatural. Veamos a continuación aquellas marcas que la definen
como tal:
a) La impresionante unidad de la Biblia:
• La unidad de los libros que la componen:

8 La diversidad y la homogeneidad, conceptos opuestos entre sí, se complementan


de forma maravillosa en la Biblia. Los 66 libros que la componen son 66 tomos de
una sola obra maestra cuyas partes están armoniosamente conectadas. Esto se
hace notorio en las muchas veces que los escritores citan a los que les precedieron
o se refieren a hechos escritos anteriormente para explicarlos y complementar-
los, formando entre todos un conjunto orgánico.
Otra característica relevante que hace a la unidad de los libros es que cada uno
está subordinado a los grandes asuntos que han preocupado al hombre de todas
las épocas: Dios, la humanidad, el pecado y la salvación.

• La unidad en su temática:
El tema principal de Las Escrituras es: Jesucristo. Él es el contenido central de
la Biblia. Cada libro del Antiguo Testamento se refiere a Jesús, según Él mismo
lo indicó (Lucas 24:27). Moisés y los profetas escribieron de Él (Juan 5:39; Lucas
24:44). Todo el Nuevo Testamento hace referencia a su persona y testifica de su
obra redentora. Aun la tercera epístola de Juan, que no lo menciona, tiene que ver
con el Salvador y su misión en la tierra. Jesús dijo, en referencia al Antiguo Testa-
mento, que Las Escrituras dan testimonio de Él (Juan 5:39). Las enseñanzas de los
apóstoles son las mismas que las de Jesús (Juan 14:26). Por último, en Hebreos
10:7 encontramos la siguiente declaración: “(…) en el rollo del libro está escrito
de mí”. El rollo del libro es la Biblia, la cual da testimonio de Jesús. Él es el tema
central que le da unidad a toda La Escritura.
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b) Las sublimes enseñanzas de la Biblia:


Se agrupan en cuatro tópicos principales:
• Dios: La Biblia nos describe a Dios como a un ser único, eterno, todopoderoso,
sabio, santo, justo y misericordioso, creador de todo lo que existe y redentor
del hombre.
• El hombre: Sólo la Biblia puede responder a los grandes interrogantes de la
humanidad. En ella el hombre puede conocer su origen, su condición actual, su
necesidad de redención y destino final.
• Jesús: Sin duda, es la figura cumbre de la historia universal. Jesús se desta-
ca como la persona más extraordinaria de todos los tiempos. Sólo en la Biblia
podemos conocer su carácter, sus atributos y su obra en la tierra.
• La salvación: La Biblia presenta un plan de salvación tan impresionante y
contundente que ninguna religión o mente humana podría haber imaginado.
Las Escrituras señalan que la salvación solamente puede ser alcanzada por la
gracia de Dios y la fe en Jesucristo (Efesios 2:8-9).

c) El milagroso poder de la Biblia:


Siendo la palabra de Dios omnipotente, la Biblia posee un poder sobrenatural
que la distingue de cualquier otro libro. Sin embargo, no debemos considerarla
un amuleto o fetiche (“ídolo u objeto de culto al que se atribuye poderes sobre-
naturales”), como lamentablemente muchos hacen, porque su inagotable poder
solamente emana del mensaje que trasmite y no del libro en sí. Cuando nosotros 9
tomamos contacto con la Palabra de Dios, y creemos y caminamos en ella, su efec-
to es asombroso (Isaías 55:10-11):

• Convence:
Así como un espejo nos revela cómo es verdaderamente nuestro rostro, así
también la Biblia nos revela cómo somos realmente y hace que nos acerque-
mos a Dios para implorar su perdón y obedecerle (Santiago 1:23; Hechos 2:37;
8:6,12; 17:11-12).

• Imparte nueva vida:


Entre sus cualidades más importantes la Biblia, como Palabra del Dios viviente,
tiene vida en sí misma (Hebreos 4:12) e imparte nueva vida a los que la reciben
(1 Pedro 1:23; Santiago 1:8). Los grandes avivamientos espirituales que expe-
rimentó el pueblo de Dios fueron, sin excepción, el resultado de un encuentro
personal con Las Escrituras. Así ocurrió en los días de Josías con el libro de la
ley hallado en el templo y al regreso de la cautividad con la lectura pública de
Las Escrituras (2 Crónicas 34:8-33; Nehemías 8:1-9:3).
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• Alimenta el alma:
La Biblia es el alimento que sustenta nuestra vida espiritual. Fue Jesús quien
dijo: “No sólo de pan vivirá el hombre, sino de toda palabra que sale de la
boca de Dios” (Mateo 4:4). En ella podemos encontrar instrucción, fortaleza
y consuelo para crecer espiritualmente. Podemos leer la Biblia una y otra vez
y siempre nos traerá nueva revelación. Es un tesoro del que podemos sacar
“cosas nuevas y cosas viejas” (Mateo 13:52), un pozo insondable que jamás se
secará por mucho que acudamos a él para saciar la sed de nuestra alma.

• Santifica:
Cuando nos apropiamos de la verdad que nos presentan Las Escrituras, somos
santificados (Juan 8:31-32; 15:3; 17:17). David decía: “En mi corazón he guarda-
do tus dichos, para no pecar contra ti” (Salmo 119:11).

• Vence a Satanás:
La Escritura es un arma eficaz y poderosa contra el enemigo y sus huestes
(Efesios 6:17). Con ella Jesús hizo huir al diablo de su presencia (Mateo 4:1-11).
No es de extrañar, entonces, que el enemigo aborrezca tanto la Biblia y procure
por todos los medios invalidar su poder.

10 d) La superioridad de la Biblia con respecto a otros libros:


El predominio de Las Sagradas Escrituras se pone de manifiesto no solamente
en sus enseñanzas, sino también en su veracidad y estilo.
• Superior a otras obras religiosas:
En cuanto a los libros considerados sagrados por los seguidores de otras reli-
giones, podemos considerar los siguientes:
» Los Vedas, Brahmanas y Upanisad (textos sagrados de los hindúes): Enseñan
un exagerado politeísmo, promueven la idolatría, los sacrificios humanos y un
rígido sistema de castas que ha generado injusticia social.
» El Avesta (texto sagrado de los antiguos persas): Actualmente se conserva
sólo una parte de los 21 libros que lo componían originalmente. Sus enseñanzas
son muy inferiores a las de la Biblia. Entre sus pocos seguidores se encuentran
los parsis de la India y algunas sectas de Irán.
» Los Cinco Clásicos (textos de Confucio): Ellos no ofrecen una solución al pro-
blema del pecado. Sólo exponen un plan para mejorar las condiciones terrena-
les del hombre hasta llegar a convertirse en el hombre superior, que es el ideal.
» Los tripitaka (textos de Buda): Presentan un plan de salvación que sólo puede
alcanzarse a través del esfuerzo humano. El hombre tiene que salvarse a sí
mismo. Lo único que estos textos pueden ofrecer es un hipotético nirvana (esta-
do espiritual), en el que los hombres sólo pueden librarse del dolor perdiendo
su individualidad.
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» El Corán (textos de Mahoma): Tiene cierta semejanza con la Biblia, el Talmud


(recopilación de la tradición hebrea) y algunos textos apócrifos. Sin embargo,
el Corán Justifica la guerra santa y ofrece a sus seguidores un paraíso sensual.
Contiene errores históricos y científicos que delatan su origen humano. Por
ejemplo, confunde a María, hermana de Moisés, con la madre de Jesús. También
hay una ausencia absoluta del sublime plan de salvación de Dios.

• Superior a los libros profanos:

» Mientras que la historia antigua de algunos pueblos se pierde en una maraña


de mitos y leyendas, la Biblia relata con sencillez y total veracidad el origen del
pueblo hebreo. Uno de los científicos más exitosos de la historia dijo:

“Hay más señales de autenticidad en la Biblia que en la historia profana


alguna” (Isaac Newton).

» Los tratados científicos tratan de explicar el principio del universo y de la vida,


pero sólo pueden ofrecer inverosímiles teorías basadas en simples conjetu-
ras. Sólo la Biblia trata autorizadamente de estas materias y de la realidad del
mundo espiritual.
» Con respecto a los tratados de los filósofos grecorromanos, modernos y con-
temporáneos, aunque notables en muchos aspectos, contienen abundantes 11
afirmaciones que ponen de manifiesto las deficiencias del razonamiento huma-
no. Platón sostuvo un concepto despreciable de la condición humana. Sócrates
dictó normas para administrar el negocio de la prostitución. Los vaticinios de
Marx nunca se cumplieron, lo mismo sucedió con Mao en China. Mientras estos
filósofos y pensadores excluyen a Dios, rebajan al hombre y no ofrecen ninguna
solución para los grandes problemas de la humanidad, Las Escrituras resplan-
decen en este sentido con un brillo tan grande que nadie puede opacar. Porque
la Biblia es y seguirá siendo la Palabra de Dios.

B. La veracidad de la Biblia
Aunque muchas corrientes de pensamiento cuestionen su veracidad, la Biblia es la
única obra que no exhibe error alguno, sino que dice la verdad y nada más que la
verdad. En cuatro aspectos bien definidos –la historia, la ciencia, las profecías y los
milagros–, ella ha demostrado ser veraz a toda prueba humana.

1. Veraz en materia histórica:


Aunque la Biblia no es un texto de historia, más de un tercio de ella está constitui-
da por relatos históricos. De ahí la importancia que tiene la comprobación de su
historicidad:
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a) Objetada por la crítica destructiva:


En el siglo XIX llegó a su apogeo una teoría crítica que consideraba míticos o legen-
darios muchos de los relatos bíblicos, especialmente los que se referían a hechos
sobrenaturales. Según sus representantes, lo que la Biblia dice con respecto a
la creación, la caída del hombre, el diluvio, los patriarcas, la historia antigua de
Israel, el nacimiento virginal, los milagros y la resurrección de Jesús, no son más
que una colección de leyendas desprovistas de valor histórico.
Creen, además, que una parte considerable de la Biblia fue escrita no por los auto-
res tradicionalmente reconocidos, sino por anónimos que vivieron mucho tiempo,
a veces siglos, después de los hechos que relatan. Eso es lo que afirman con res-
pecto los cinco libros atribuidos a Moisés, Josué, parte de Isaías, Daniel, Jonás, el
Evangelio de Juan, algunas epístolas de Pablo, las de Pedro, el Apocalipsis y otros.
La razón que invocan para no aceptar que Moisés o Josué escribieron los libros
que se les atribuyen es la suposición de que la escritura era desconocida en Israel
antes de la monarquía.

b) Confirmada por la arqueología:


La arqueología ha contribuido en gran medida a confirmar la historicidad de los
relatos bíblicos. Todos los años los arqueólogos en el Medio Oriente sacan a la luz
nuevas evidencias que confirman la veracidad y exactitud del relato bíblico. Así se
12 demuestra que las especulaciones contradictorias de algunos críticos carecen de
fundamento. Los peores ataques de los racionalistas son contra el Antiguo Testa-
mento:

• La existencia histórica de los patriarcas:


Durante el siglo XIX se puso en tela de juicio la existencia histórica de los patriar-
cas. Un crítico entendió a los patriarcas como personificaciones de las tribus; otro
los consideró como figuras de la poesía folclórica; otro los interpretó como refle-
jos de las divinidades astrales. Ninguno de ellos creía que el Génesis describiera
la situación histórica de la época de los patriarcas. Pero todo esto cambió con el
descubrimiento de las ciudades de Mari, Nuzi y Alalakh.
Mari: Se ubica en la parte media del río Eufrates, a unos 320 kilómetros al sudes-
te de Harán. Es posible que Abraham y los suyos pasaron por Mari en su viaje de
Ur a Harán. Mari ha sido excavada en más de 15 oportunidades desde 1933 hasta
1939 por el arqueólogo francés André Parrot. Los trabajos continuaron después
de la guerra, desde 1951 a 1956. Nahur (Nahor), Turahi (Tera) y Sarug (Serug) son
lugares mencionados en los textos de Mari que parecen estar relacionados con los
nombres de los registros patriarcales (Génesis 11:23-24). Entre los nombres per-
sonales semitas occidentales de Mari se encuentra un Ariukku (o Arioc, Génesis
14:1), Nacor aparece como Nakhur y hay palabras que se asemejan a Abraham y
Jacob. Las costumbres reflejadas en los textos de Mari también ilustran la vida du-
rante los tiempos patriarcales. Por ejemplo, un dios tenía su profeta enviado para
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hacer proclamaciones en su nombre; el censo tenía un significado religioso a la vez


que político y económico (2 Samuel 24); el territorio tribal era exclusivo y la here-
dad era sólo a través de los miembros de la familia como en Israel; los tratados y
convenios eran ratificados por medio de matar un asno, como en el pacto entre los
siquemitas y Jacob (Génesis 33:19; 34:1-3).
Nuzi: Se ubica 19 kilómetros al sudoeste de Kirkuk (Irak) y fue excavado desde
1925 a 1931 bajo la dirección de Edward Chiera. Durante el trabajo se desenterra-
ron 20.000 tablillas de greda, escritas en dialecto babilonio con caracteres cunei-
formes. Estos documentos arrojan una interesante luz sobre la vida y los tiempos
de Abraham, Isaac y Jacob, poniéndolos con exactitud en el trasfondo cultural de la
sociedad asiria del segundo milenio a.C. Por ejemplo, uno de los textos contiene un
paralelo con la venta de parte de Esaú de su derecho de primogenitura a Jacob. En
Nuzi, un hermano vendió su derecho de primogenitura por tres ovejas; otro texto
muestra que en Nuzi los ídolos de la casa eran la posesión por derecho del jefe de
la familia, servían como una clase de escritura y evidencia de prioridad, semejante
a lo que hizo Raquel al escapar de casa de Labán.

Alalakh: Se encuentra sobre la llanura Amg, al noroeste de Siria, en la actual pro-


vincia turca de Hatay. Esta zona fue excavada desde 1936 a 1939 y después de la
guerra desde 1946 a 1949, todo bajo la supervisión de C. Leonard Wooley. Los ha-
llazgos en Alalakh han iluminado las costumbres matrimoniales del período pa-
triarcal. Las tablillas allí encontradas, que datan aproximadamente del siglo XVIII
a.C, tienen paralelos con los relatos del Génesis; por ejemplo, una de ellas señala 13
que el hombre puede tomar una tercera esposa, si las dos primeras han sido esté-
riles; otra tablilla contiene la regla de que si la esposa no da a luz en siete años, él
puede tomar una segunda esposa (Génesis 29:18, 27).

• La existencia de los heteos:


La Alta Crítica del siglo XIX puso en duda la existencia de los heteos. La Biblia
menciona a los heteos unas 40 veces (Génesis 15:19-21; Josué 3:10); sin embargo,
no había referencia alguna a los heteos en la literatura pagana posible a los críti-
cos del siglo XIX. A la mitad de ese siglo los registros históricos de los egipcios y
asirios fueron cuidadosamente estudiados y se encontraron referencias al pode-
roso pueblo heteo. En 1870 fueron encontrados en Hamat y Alepo en el norte de
Siria piedras de basalto inscritas con extraños jeroglíficos. El arqueólogo A. H.
Sayce las atribuyó a los heteos. Después se observaron, por todo el Asia Menor,
monumentos inscritos con la misma escritura y cuadros cortados en bajo relieve,
pero especialmente concentrados en la cuna del río Halys cerca de la villa de Bo-
ghazkoy. Las excavaciones iniciadas en 1906 bajo la dirección de Hugo Winckler
sacaron a la luz más de 10.000 tabletas de arcilla; así se demostró que éste era el
sitio de la antigua ciudad de Hattusa, capital de la tierra de los heteos.
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• La piedra negra:
Julius Wellhausen (en la segunda mitad del siglo XIX) y los eruditos de la Alta Crí-
tica decían que el Pentateuco no podía ser obra de Moisés, ya que, en los días del
legislador hebreo, no se conocía la escritura. Además, Wellhausen sostenía que la
ley tenía que ser posterior a la profecía pues se ideó el concepto de la evolución de
la religión de Israel. Estas dos ideas fueron sacudidas por el descubrimiento del
Código de Hamurabi, llamado “piedra negra” (porque fue grabado en ambos lados
de un pilar de piedra diorita negra de 2,5 metros de altura). Este Código, que data
del siglo XVIII a.C., fue encontrado en 1901 por el arqueólogo francés M. J. Margon,
en la antigua ciudad de Susa. Con el Código de Hamurabi se probó que la escritura
antecedía a Moisés en varios siglos; por otra parte, se observa una gran semejan-
za entre el código hebreo y el babilonio, por supuesto que también hay marcadas
diferencias. Esto muestra que es incorrecto, desde el punto de vista arqueológico,
decir que la legislación hebrea es posterior al siglo VIII a.C.
• El uso de camellos en días de Abraham:
Los eruditos de la Alta Crítica decían que un escritor tardío se había contradicho
con respecto a la historia de Abraham porque mencionó la existencia de camellos,
lo cual no podía ser ya que la domesticación de estos animales se habría producido
hasta entre el 1500 y el 1250 a.C. Sin embargo, Parrot en 1916 encontró huesos
de camello en el centro de Mari, los cuales datan de alrededor del 2500 a.C. Otro
arqueólogo también cita, de la primera mitad del segundo milenio, una estatuilla
14 de camello la cual fue encontrada en Biblos, como también menciones de camellos
en los antiguos textos lexicográficos de Babilonia, y en un texto sumerio de Nipur.
Todo esto demuestra que Abraham y sus descendientes perfectamente pudieron
haber empleado camellos.
• Ebla:
Esta ciudad del norte de Siria comenzó a ser explorada en 1964 por un grupo de
arqueólogos italianos. Hasta 1976 se habían desenterrado unas 16.500 tablillas de
arcilla escritas entre los años 2500 y 2300 a.C. Entre los registros encontrados en
Ebla hay cuestiones que son de gran valor para la confiabilidad histórica del Anti-
guo Testamento. Se mencionan sitios cananeos, entre ellos Jerusalén, y también
Sodoma y Gomorra, cuya existencia era puesta en duda anteriormente por algu-
nos eruditos. También se mencionan nombres personales similares a los bíblicos,
como Adán, Eva, Jonás, David, Abraham y Heber. Además, aunque la deidad pree-
minente de Ebla era Dagón, una de sus deidades pudo haberse llamado “Jehová”.
De este modo, las tabletas de Ebla dan una interesante prueba de la antigüedad
a la que se remonta el nombre del verdadero Dios. Un ejemplo más de la contri-
bución de Ebla es en relación con Génesis 14, el cual por muchos años había sido
considerado como una narración legendaria y por tanto no histórica. Sin embargo,
las tablillas de Ebla se refieren a las cinco ciudades (Sodoma, Gomorra, Adma, Ze-
boim, Zoar), descritas en Génesis 14; incluso una tableta presenta la lista de estas
ciudades en la misma secuencia que el texto bíblico.
introducción bíblica

• El altar de Josué:
En 1984, Adam Zertal y un grupo de arqueólogos excavaron en el área del monte
Ebal. El resultado del trabajo fue descubrir lo que parece ser el altar que Josué
edificó en conexión con la ceremonia de bendiciones y maldiciones (Josué 8:30, 35;
Deuteronomio 27:1-10).

• El rey Salomón:
Los eruditos de la Alta Crítica dudaban acerca de la grandeza del rey Salomón.
Los descubrimientos arqueológicos de este siglo ofrecen evidencias irrefutables
de la historicidad del rey Salomón. Entre 1925 y 1934 las excavaciones en Meguido
dirigidas por Henrey Breasted pusieron a la luz una de las ciudades que albergaba
los carros de Salomón. También se encontraron establos con capacidad para 400
caballos; otras construcciones cercanas revelaron la existencia de cuarteles para
alojar los batallones de carros de Salomón. Otro hallazgo que muestra la grandeza
de Salomón es la ciudad de Ezión-Geber a orillas del mar Muerto. Según 1 Reyes
9:26-28, era el puerto donde atracaban las naves que traían oro de Ofir a la corte
de Salomón. Entre los años 1938 y 1940 el arqueólogo Nelson Glueck descubrió una
enorme y altamente desarrollada refinería de hierro y cobre.

• La existencia del rey Sargón:


Los críticos de la Biblia se jactaban al decir que Isaías 20:1 está en un error ya que
el rey Sargón nunca existió. Sin embargo, las excavaciones realizadas en Mesopo- 15
tamia, a mediados del siglo XIX (1843) por el inglés Auston Layard y el francés Paul
Botta, pusieron al descubierto el palacio del rey Sargón.

• La existencia del rey Belsasar:


Una de las principales críticas hechas al libro de Daniel era la mención del rey
Belsasar en días de la invasión medopersa a Babilonia (Daniel 5). Sin embargo, los
historiadores seculares decían que el último rey de Babilonia había sido Nabonido,
y decían que la Biblia no tenía base alguna para ubicar a Belsasar como rey de Ba-
bilonia. Todo esto mostraba que la Biblia debía hallarse en un grave error. Pero en
1853, Henry Rawlinson desenterró un cilindro en el valle del Éufrates con una ins-
cripción que informaba que hubo dos reyes de Babilonia durante los días de Daniel,
un padre y su hijo. Nabonido designó cogobernante de Babilonia a su hijo Belsasar.
Además, textos antiguos de Mesopotarnia confirman el relato de Daniel. Nos hacen
saber que mientras Belsasar se enfrentaba a las tropas persas en Babilonia, su
padre Nabonido se encontraba sitiado en Borsipa, cerca de Babilonia.

• Los rollos del mar Muerto:


Se considera que es el descubrimiento arqueológico más significativo del siglo XX.
Estos manuscritos fueron descubiertos entre los años 1947 y 1956 en las cercanías
del mar Muerto. Ellos representan los restos de una biblioteca de una comunidad
instituto bíblico cita con la vida

judía, Qumrán, que vivió entre los años 250 a.C. y 70 d.C. Entre los materiales en-
contrados se han hallado fragmentos representativos de todos los libros del An-
tiguo Testamento, excepto de Ester. En los manuscritos bíblicos se han detectado
tres clases de textos. Una clase está relacionada con el texto masorético; una se-
gunda clase se encuentra vinculada con el texto hebreo usado en la versión griega
del Antiguo Testamento, la Septuaginta, y la tercera clase ha sido comparada con
el texto del Pentateuco Samaritano. Antes de 1947 los manuscritos más antiguos
que se habían preservado se habían copiado hacia el fin del siglo IX o principios del
siglo X d.C. Pero con los rollos del mar Muerto, tratamos con un período anterior al
año 70 d.C. En otras palabras, los manuscritos descubiertos han reducido en 1.000
años o más la brecha que separa el tiempo en que fueron escritos originalmente
los libros del Antiguo Testamento de las copias más antiguas que existen. Con todo
esto ha sido probada la exactitud del texto masorético. También la publicación del
descubrimiento de un fragmento de 1 Timoteo 4:1, encontrado en la séptima gru-
ta, desmiente una conclusión de ciertos críticos escépticos del Nuevo Testamento.
Ellos han aseverado que las cartas pastorales corresponden a una situación pos-
terior al tiempo en que Pablo vivió, y que fueron escritas por un discípulo de Pablo
a fines del siglo I. El mencionado fragmento fue escrito antes del año 70, la fecha
en que Qumrán dejó de existir.

c) Vindicada por la paleografía:


La paleografía es la ciencia que trata sobre el estudio de los textos antiguos. Gra-
16 cias a su contribución sabemos que la escritura era practicada originalmente por
los sumerios. Esta civilización, la más antigua que se conoce, data de unos 2.000
años antes de Moisés y 1.500 antes de Abraham. No es de extrañar, pues, que Moi-
sés supiera escribir para aquel entonces. Hechos 7:22 dice que él había sido ense-
ñado en toda la sabiduría de los egipcios, los cuales ya contaban con un sistema de
escritura basado en el de los sumerios. Esto respalda la creencia de que Moisés
fue el flamante autor del Pentateuco.

2. Veraz en materia científica:


Así como la Biblia no es un manual de historia, tampoco pretende ser de ciencia.
Sin embargo podemos encontrar en ella datos reveladores y asombrosos. Estos
datos y los nuevos descubrimientos han hecho que la ciencia tenga que retractar-
se, modificar sus hipótesis y hasta algunas leyes.
a) Acerca de Génesis 2:7 los científicos descubrieron que el cuerpo humano está
constituido por los mismos elementos que componen el polvo.
b) Hasta el siglo XV se creía que la tierra era plana. Sin embargo el profeta Isaías
ya había escrito: “Él está sentado sobre el círculo de la tierra (…)” (Isaías 40:22).
c) Lo mismo sucedió con la promesa que Dios le hizo a Abraham: “Mira ahora los
cielos, y cuenta las estrellas, si las puedes contar” (Génesis 15:5). En el siglo II de
nuestra era, el astrónomo Tolomeo estimó que las estrellas eran 1.022 y confec-
cionó un catálogo de ellas. Un siglo más tarde Galileo descubrió que en nuestra
introducción bíblica

galaxia existía un grupo de estrellas “tan numeroso que cuesta creerlo”. Actual-
mente los astrónomos creen que hay cerca de 100 mil millones de estrellas en
nuestra galaxia y que en el espacio hay un número similar de galaxias. ¿Quién,
pues, podría contar las estrellas?
Un periodista evangélico investigó las creencias de varios científicos contempo-
ráneos. Los resultados muestran que pocos de ellos son ateos y enemigos de la
religión. El investigador asevera que las creencias de ellos no son diferentes de
las de otras personas. Sin embargo, muchos son agnósticos o indiferentes a la reli-
gión. Con los descubrimientos científicos del universo, los físicos han asumido una
actitud más humilde. Ahora se dan cuenta de que en vez de tener conocimientos a
fondo del universo sólo están recién descubriéndolo. Confrontados con el misterio
del inmenso universo y fenómenos que no tienen explicación aparte de atribuirlo a
milagros, muchos científicos modernos tienen poca dificultad en aceptar las com-
plejidades del mundo espiritual. Para los científicos, el agnosticismo (que se re-
serva el juicio acerca de la existencia del designio en el universo) queda como una
opción, pero el ateísmo (negando dogmáticamente que hay propósito divino en el
cosmos) es poco sostenible. Si uno admite que es incapaz de mirar tras la cortina,
¿cómo puede estar seguro de que no hay nada allí?
Aunque los libros de texto sobre ciencia usados en escuelas y universidades ense-
ñan la evolución como dogma indiscutible, un creciente número de biocientíficos la
consideran como una mera hipótesis útil, dato que es poderoso para explicar he-
chos difíciles. Se dan cuenta de que todavía quedan grandes problemas por solu- 17
cionarse y mantienen una mente abierta. Ciertos científicos admiten que la ciencia
es muy limitada en referencia a los temas más profundos que tratan los teólogos.
En un simposio sobre ciencia auspiciado por la Asociación de Universidades de Oak
Ridge, Tennessee, EE.UU, el científico Ellison Taylor, observó: “Se creía en el pa-
sado que la religión podía explicar los fenómenos que la ciencia no pudo explicar.
Pero como los vacíos fueron quitados, la ciencia desplazó la religión”. El ganador
del premio Nobel de Física 1963, Eugene Wigner, contestó: “Perdóname, pero hay
tantas cosas básicas que nosotros como científicos no podemos tocar, tales como:
¿Por qué existimos?, ¿por qué sentimos?, ¿por qué somos conscientes?, ¿por qué
existe el mundo? No podemos ser demasiado arrogantes (...) Algunos de nosotros
(aunque somos una minoría) opinamos que debemos ser humildes referente a la
ciencia, sentir cierta veneración por lo desconocido, aunque no creamos necesa-
riamente toda la Biblia”.
instituto bíblico cita con la vida

Hechos científicos corroborados en la Biblia


Ciencia significa “conocimiento”, y la verdadera ciencia siempre concuerda con la
evidencia observable. Los avances científicos continúan desenvolviendo maravi-
llas y misterios sobre nuestro universo. Interesantemente, hay un libro que ha an-
ticipado lo que la ciencia moderna actualmente corrobora:
1. Job 26:7 La Tierra flota en el Espacio. Mientras que otras fuentes situaban a la
tierra sobre la espalda de un elefante o una tortuga, o que era sostenida por Atlas,
la Biblia predijo lo que hoy comúnmente se conoce como: “Dios Cuelga a la Tierra
sobre la nada”.
2. Hebreos 11:3 La creación se compone de partículas atómicas, invisibles a
nuestros ojos. No fue sino hasta en el siglo XIX que se descubrió que toda materia
visible se compone de elementos invisibles.
3. Génesis 6:15 Dimensiones exactas para la estabilidad de los buques. Cons-
tructores de barcos saben bien que para que una nave flote se necesita que lo largo
sea seis veces su ancho. Hay que tener presente que Dios dio las medidas ideales
a Noé hace 4.500 años.
4. Levíticos 15:13 Lavarse en corrientes de aguas. Por siglos, las personas in-
genuamente se lavaban en aguas estancadas, pero hoy se reconoce la necesidad
de agua limpia para evitar infecciones.
5. Deuteronomio 23:12-­13 Industria Sanitaria. Dios ordenó a su pueblo de tener
18
siempre una pala para que pudieran cubrir el excremento (letrina). El registro his-
tórico sobre la Primera Guerra Mundial indica que muchos soldados murieron por
infecciones a falta de aislar los desechos humanos.
6. Job 38:16 Océanos contienen fuentes: Casi todo el suelo marino se encuentra
en total oscuridad debido a la enorme profundidad y presión atmosférica. Para
Job hubiera sido imposible explorar las fuentes de los océanos. Recientemente, se
sabía que los océanos eran alimentados sólo por ríos y lluvia. No fue sino hasta en
1970 con la ayuda de submarinos construidos para resistir 6.000 libras de presión
por pulgada cuadrada, los oceanógrafos descubrieron la existencia de fuentes en
los suelos marinos.
7. Jonás 2:5­6 Montes en el fondo del Océano. Sólo en el siglo anterior esto fue
comprobado gracias a la invención del sonar. Hoy se tienen mapas precisos del
suelo marino en los que se muestran montes y volcanes.
8. Hechos 14:17 La causa del gozo y la alegría. La evolución no puede explicar
las emociones. La materia y la energía son inanimadas. Solo la Biblia explica que
fue Dios el que puso la alegría en nuestros corazones (Salmo 4:7), y el gozo inefa-
ble se encuentra sólo en la presencia del Creador. “…en tu presencia hay plenitud
de gozo” (Salmo 16:11).
9. Levíticos 17:11, 14 La vida se encuentra en la sangre. Se necesita de sangre
saludable para llevar nutrientes a cada célula del cuerpo. Años atrás se desco-
introducción bíblica

nocía esta función que la sangre desempeña y debido a ello muchas personas se
desangraron hasta morir en las que se incluye George Washington.
10. Génesis 1:24 La vida se clasifica en especies. Hay barreras genéticas que no
permiten a una especie determinada cambiar a otra totalmente distinta. La inmen-
sa variedad de especies conocidas sólo producen de acuerdo a su propia especie, a
diferencia de lo que supone la teoría evolutiva.
11. Juan 15:13 La Abnegación y el auto Sacrificio. La historia revela que innume-
rables personas han puesto en peligro sus vidas y hasta muerto por amor a otros.
Esta realidad no se puede explicar ni mucho menos entenderse a través de la Se-
lección Natural o la Supervivencia de los más aptos (Romanos 5:7­8).
12. Génesis 1:20­22 El dilema de la gallina o el huevo se resuelve. ¿Qué fue
primero? Esta pregunta ha plagado a filósofos por siglos. La Biblia establece que
Dios creó a las aves con la habilidad de reproducirse conforme a su misma especie.
13. Apocalipsis 4:11 El dilema de las Proteínas o el ADN. Para los evolucionistas
el dilema de la gallina o el huevo sigue, ya que las gallinas y cualquier otro organis-
mo consisten de proteínas. El código de ensamblaje para cada proteína está dentro
del ADN, sin embargo, para la propia fabricación del ADN se requiere de proteínas.
Entonces, ¿qué fue primero las proteínas o el ADN? La respuesta bíblica es que
ambos fueron creados al mismo tiempo.
14. Génesis 2:7 y 3:19 Nuestro cuerpo está hecho del polvo de la tierra. Cien-
tíficos han descubierto que el cuerpo humano se compone de 28 elementos todos 19
encontrados precisamente en la tierra.
15. Génesis 2:1­2 La Primera Ley de la Termodinámica se establece. Ésta indi-
ca que la cantidad total de materia y energía son constantes. Una puede ser con-
vertida a otra, pero el total de la cantidad siempre permanece igual.
16. Génesis 1:1­3 Tiempo, Espacio, Materia y Energía. Los tres primeros versos
del libro de Génesis expresan todos los aspectos conocidos sobre la Creación. “En
el principio “tiempo” creó Dios los cielos “espacio” y la tierra “materia”… Y dijo
Dios: Sea la luz “energía”.
17. Génesis 1:1 El Universo tuvo un Comienzo. Empezando con los estudios de
Albert Einstein a comienzos del 1900 y continuando hasta hoy, la ciencia ha confir-
mado el enfoque Bíblico de que el universo tuvo un principio.
18. Isaías 40:22 La Tierra es Esférica. Antes de cualquier otro registro histórico
la Biblia declaró que la tierra era redonda.
19. Lucas 17:34­36 El movimiento de rotación de la Tierra. Jesucristo dijo que
en su venida algunos estarían durmiendo por la noche mientras que otros estarían
trabajando durante el día. Una clara evidencia sobre el movimiento de rotación de
la Tierra causando el día y la noche de una manera simultánea en diferentes luga-
res del mundo.
instituto bíblico cita con la vida

20. Génesis 9:13­16 El origen del Arco Iris. Antes del Diluvio Universal no se co-
nocía la lluvia (Génesis 2:5­6). Los Arco Iris se forman por las precipitaciones plu-
viales donde las gotitas sirven de prismas separando la luz blanca del sol en su
espectro de siete colores.
21. Job 38:24 La Luz puede Dividirse. Isaac Newton lo comprobó siglos atrás. En
la Biblia estaba registrado milenios antes.
22. Salmo 8:8 Corrientes Oceánicas. Tres mil años atrás la Biblia describió “sen-
deros del mar”. Matthew Maury el padre de la oceanografía leyó este pasaje de la
Biblia y se dedicó a investigar estos supuestos “senderos”. Gracias a su estudio y
dedicación pero sobre todo su fe en la Palabra de Dios, hoy los navegadores mari-
nos cuentan con información específica que siguen estas corrientes marinas, dis-
minuyendo así, por muchos días el tiempo requerido para navegar por los océanos.
23. 1 Corintios 6:18 La Promiscuidad Sexual causa Trastornos en la Salud. En
la Biblia se advierte que: “el que fornica, contra su propio cuerpo peca”. Y sobre
la homosexualidad advierte: “…recibiendo en sí mismos la retribución debida a su
extravío” (Romanos 1:27).
24. Génesis 1:27­28 La reproducción de las Especies. Mientras que la evolución
no tiene un mecanismo para explicar la evolución de los órganos masculinos y fe-
meninos, la Biblia explica que desde el principio (Marcos 10:6­8) Dios los hizo en
orden para propagar la raza humana y animal.
20 25. Jeremías 33:22 Incontable número de Estrellas. A simple vista se aprecian
alrededor de 5.000 estrellas. Dios afirmó que el hombre no iba a poder contar las
estrellas del cielo. En el siglo XVII Galileo apenas vislumbró la inmensidad del uni-
verso con la ayuda del telescopio. Hoy los astrónomos estiman un aproximado de
10 mil billones de trillones de estrellas, esto equivale a un 1 seguido de 25 ceros.
26. Isaías 40:26 El número de las Estrellas es Finito. Aunque la cifra para el
hombre es todavía desconocida, para el Creador de ellas no lo es: “Él cuenta el
número de las estrellas; a todas ellas llama por sus nombres” (Salmo 147:4).
27. Génesis 22:17 Las Estrellas semejantes en número a los granos de la are-
na del mar. Sorprendentemente exagerado es el número de granos en la arena
del mar, con todo, esta similitud se vio reflejada en la Biblia miles de años antes
que los científicos hicieran de esta comparación algo verosímil.
28. Romanos 1:20­32 Rechazar al Creador resulta en depravación moral. El
temor a Dios afecta la conducta y las acciones de cada individuo. La evolución per-
mite el desenfreno y la depravación porque niega el Ser al cual el hombre se debe.
29. Job 38:29­30 Una Era de Hielo. Previo al Diluvio la Biblia no menciona nada
sobre el hielo, sin embargo, después de este suceso, en ella se encuentra esta
magnífica declaración: “Por el soplo de Dios se da el hielo, y las anchas aguas se
congelan” (Job 37:17).
30. Jeremías 1:5 La Vida comienza en la Fertilización. La pena de Dios sobre
introducción bíblica

el aborto es la muerte (Éxodo 21­22­23). Hoy es un hecho biológico irrefutable que


cuando el ovulo se fertiliza se concibe un ser humano. Ya nada se le añade a esa cé-
lula sino solo oxígeno y alimento, lo mismo que un adulto requiere para sobrevivir.
31. Job 10:8­12 El Desarrollo del Embrión. Hasta la segunda mitad del siglo XVI-
II, la embriología era más una materia de especulación que de conocimiento. Fue
Caspar Friedrich Wolff quien introdujo la teoría de que las células en un principio
no diferenciadas, se diferenciaban para producir tejidos y órganos, tal como se na-
rra en Job: “Me vestiste de piel y carne, y me tejiste con huesos y nervios”.
32. Salmo 139:13­16 El ADN. Durante 1950, Watson & Crick descubrieron el plano
genético para la vida. Tres mil años atrás la Biblia hace referencia a este código
escrito en cada organismo vivo. “Mi embrión vieron tus ojos, y en tu libro estaban
escritas todas aquellas cosas que fueron luego formadas, sin faltar una de ellas”.
33. Hechos 17:26 La Humanidad Creada de una sola Línea Sanguínea. Estudios
hechos en 1995 sobre los Cromosomas Y, de 38 grupos étnicos diferentes alrede-
dor del mundo arrojaron datos estadísticos de que descendemos de un solo hom-
bre. “Este es el libro de las generaciones de Adán…” (Génesis 5:1).
34. Génesis 11:1­9 Diferentes Grupos Étnicos. Fue en la rebelión de Babel donde
Dios cambió el lenguaje y los rasgos característicos de las personas esparciéndo-
los así sobre la faz de toda la tierra.
35. Ezequiel 47:12 Medicina Dentro de las Plantas. Culturas ancestrales utili-
zaron muchos remedios herbales. Hoy la ciencia moderna ha redescubierto lo que 21
en la Biblia se dijo.
36. Levíticos 11:9­12 Leyes Dietéticas Saludables. Las Escrituras establecen que
debemos evitar comer creaturas acuáticas que no tengan aletas ni escamas. Hoy
se sabe que estos mismos tienden a consumir desperdicios y son muy probables
de acarrear infecciones.
37. Deuteronomio 14:8 Comer Cerdo. No hace mucho la ciencia aprendió que co-
mer carne infectada de puerco causa una enfermedad llamada triquinosis. Consi-
dera que la Biblia prohibió comer cerdo hace más de 3.000 años antes de que se
supiera como cocinar a los “marranos” de una manera adecuada.
38. Romanos 1:25 Ambientalistas Radicales. La Palabra de Dios predijo que mu-
chos adorarían a la creación antes que al Creador. Y hoy a la naturaleza se le deno-
mina “Madre”, y el naturalismo es una religión más.
39. Isaías 50:3 Materia Oscura y Agujeros Negros. Cosmólogos especulan que
el 98% del universo conocido consiste de esta materia oscura, en donde se encuen-
tran los agujeros negros capaces de evitar que la propia luz escape de su tremendo
campo gravitacional. En la Biblia se alude a estos agujeros hasta hace poco des-
cubiertos de la siguiente manera: “…estrellas «luz» errantes, para las cuales está
reservada eternamente «sin escape» la oscuridad de las tinieblas” (Judas 1:13).
instituto bíblico cita con la vida

40. Salmo 102:25­26 La Segunda Ley de la Termodinámica (La Entropía). Esta ley
establece que todo en el universo esta en decaimiento y deteriorándose, gradual-
mente desorganizándose y descomponiéndose. La evolución directamente contra-
dice esta ley, por establecer que los cambios que se producen en los organismos
son sólo para su mejoramiento y avance, no para su deterioro y extinción. En la
Biblia se establece: “…y lo que se da por viejo y se envejece, está próximo a desa-
parecer” (Hebreos 8:13).
41. Génesis 5:4 La Mujer de Caín. Escépticos señalan que Caín no tenía mujer con
quien casarse, por ello, la Biblia, está llena de mentiras. La Biblia invita a sus lec-
tores a “…poner el sentido para entender la lectura” (Nehemías 8:8), y no solo a
leer sino a “… escudriñar las Escrituras…” (Juan 5:39), y por último “el que lee,
entienda” (Marcos 13:14). Caín se casó con una de sus hermanas porque Adán y Eva
engendraron muchos hijos e hijas.
42. Levíticos 18:6 Leyes sobre el Incesto. Casarse con parientes próximos era se-
guro en la antigüedad porque la ADN de las personas era relativamente puro en
ese entonces. Dios acortó los días de los hombres en Génesis 6:3, trayendo como
resultado defectos y errores en los genes, errores que se acumulan entre parien-
tes cercanos y producen anomalías y deformaciones en los hijos de esas respecti-
vas parejas.
43. Deuteronomio 22:9 Mezclar genéticamente semillas es dañino. La Biblia ad-
vierte que revolver semillas de diferentes tipos trae como consecuencia cosechas
22 que ponen en peligro la salud de las personas que injieren estos alimentos. Hoy
hay un alza en las enfermedades producidas por frutas y verduras alteradas ge-
néticamente.
44. Eclesiastés 1:7 El Ciclo Hidrológico. Cuatro mil años atrás la Biblia habló so-
bre el ciclo hidrológico que consiste en: evaporización, transportación atmosféri-
ca, destilación y precipitación. La Biblia describe: “El trae las gotas de las aguas
«transportación atmosférica», al transformarse el vapor en lluvia «evaporiza-
ción», la cual destilan las nubes «destilación», goteando en abundancia sobre los
hombres «precipitación»” (Job 36:27­28). ¡Esto es exactamente lo que la meteoro-
logía enseña hoy en día!

3. Veraz en sus profecías:


Gran parte de Las Escrituras está compuesta por profecías. En ellas tenemos una
de las pruebas más convincentes no sólo de la veracidad de la Biblia, sino también
de su origen divino.

a) La superioridad de las profecías bíblicas sobre otras predicciones:


En todos los tiempos ha existido toda clase de formas de predecir el futuro. Sin em-
bargo muchas de ellas fueron ambiguas, como las de la pitonisa de Delfos (nombre
que se le fue dado a las mujeres que interpretaban las “respuestas de los dioses”,
es decir, los oráculos de Delfos, en Atenas), o vagas y enigmáticas, como las del
introducción bíblica

astrólogo Nostradamus (Michel de Nôtre-Dame, usualmente latinizado como Nos-


tradamus, vivió entre 1503 y 1566, fue un médico y consultor astrológico provenzal
de origen judío, considerado uno de los más polémicos profetas de la historia). En
toda la literatura producida por la humanidad, sin embargo no hay nada compara-
ble al conjunto de profecías bíblicas por su minuciosa precisión en la predicción de
sucesos históricos de un futuro muy lejano.

b) Podemos clasificar las profecías de acuerdo al tiempo de su cumplimiento:


• Las que ya se cumplieron:
Por ejemplo, las profecías que se refieren al Mesías. Se dice que en Jesús se cum-
plieron 333 profecías, todas ellas anunciadas con varios siglos y milenios de anti-
cipación (Isaías 7:14; Miqueas 5:2; Salmo 41:9; Isaías 50:6).
Habiendo tantas profecías referentes a Cristo, nos limitaremos a mencionar seis
que se cumplen en Jesús, según está indicado en el Nuevo Testamento:

23
instituto bíblico cita con la vida

• Las que se están cumpliendo:


Por ejemplo, la supervivencia de Israel, a pesar de haber sido objeto de las más
encarnizadas persecuciones que se registran en la historia y del actual conflicto
con los estados musulmanes, como Egipto, Arabia Saudita, Irak, Irán, Palestina,
Libia, Siria, etc. (Jeremías 31:35-37; Joel 3:20).
El retorno de Israel en los postreros días es otra profecía que se está cumpliendo
(Isaías 66:20; Ezequeil 39:28; Amón 9:14-15), el aumento de la ciencia (Daniel 12:4)
y el gran resurgimiento del espiritismo y el ocultismo (1 Timoteo 4:1), que lo vemos
tan marcado en el avance de la astrología, el esoterismo, la Nueva Era y celebra-
ciones paganas como Halloween y el Día de los Muertos.

• Las que han de cumplirse:


Si bien las profecías que han de cumplirse no pueden confirmar aún la veracidad
de la Biblia, a la luz de los acontecimientos actuales podemos comprobar que no
estamos muy lejos de su cumplimiento. Los desastres predichos en Apocalipsis
8:7-11; 9:18 y 2 Pedro 3:10, cobran mucho sentido al compararlos con el contexto
histórico que atravesamos: conflictos bélicos de gran magnitud, construcción de
armas de destrucción masiva, cambios climáticos sorprendentes, aumento de la
inmoralidad y la violencia, crisis económica mundial, etc.
La Sagrada Escritura ha dicho con mucha antelación la verdad sobre el futuro.
Podemos confiar, pues, en que todo lo que ella nos dice sobre los tiempos finales
24
se cumplirá al pie de la letra.

c) Las profecías y las probabilidades:


¿Es posible que las profecías simplemente ocurran? ¿Qué probabilidad hay de que
las profecías se cumplan sin mediar inspiración sobrenatural? Las leyes matemá-
ticas de la probabilidad establecen que la probabilidad de que varios hechos ca-
suales, independientes unos de otro, se realicen simultáneamente, es el producto
de las probabilidades de todos los sucesos individuales. El principio de la probabi-
lidad es explicado por Peter Stoner de la siguiente manera: “Si la probabilidad de
que una cosa suceda es de uno en M, y la probabilidad de que otra, e independien-
temente, suceda es de uno en N, entonces la probabilidad de que las dos sucedan
es de uno en M veces N”.
El profesor Stoner señala que el principio de las probabilidades es tan seguro y
exacto que ha llegado a ser la base para fijar el sistema tarifario de seguros. El
principio de las probabilidades fue aplicado a algunas profecías bíblicas por el pro-
fesor Stoner junto con 600 de sus estudiantes. Los resultados fueron los siguien-
tes:
La profecía sobre Tiro (Ezequiel 26:3-5, 7, 12, 14, 16): Si el profeta Ezequiel hu-
biese considerado a Tiro en sus días y lanzado siete predicciones dentro del mar-
co de la sabiduría humana, entonces, habría habido solamente una posibilidad en
400.000.000 de que se cumplieran.
introducción bíblica

La profecía sobre Samaria (Miqueas 1:6): Si Miqueas hubiese considerado a la ciu-


dad de Samaria y hecho cinco predicciones sobre ella, basado únicamente en su
sabiduría humana, las probabilidades de que hubiesen ocurrido así, serían más o
menos 1 en 20.000.
La profecía sobre Gaza y Ascalón (Sofonías 2:4-6; Amós 1:8; Jeremías 47:5): La
probabilidad de que las profecías sobre Gaza y Ascalón resultaran ciertas sería de
1 en 100.000.
La profecía sobre Petra y Edom (Isaías 34:6-7, 10, 13-15; Jeremías 49:17-18;
Ezequiel 25:13-14; 35:5-7). La posibilidad de que ocurrieran las profecías sobre
Petra y Edom es de 1 en 10.000.
La profecía sobre Babilonia (Isaías 13:19-21; Jeremías 51:26, 43). La probabilidad
de que las profecías sobre Babilonia fueran simple clarividencia humana es de l en
10.000.000.000.
Profecías mesiánicas (Miqueas 5:2; Malaquías 3:1; Zacarías 9:9; 11:12, 13; 13:6;
Isaías 53:7; Salmo 22:16): la probabilidad de que estas profecías se cumplieran en
un hombre fue de 1 en 100.000.000.000.000.000.000.000.000.000.000.
Después de examinar las probabilidades de que las profecías simplemente ocu-
rran, tal vez aún el escéptico pueda argumentar que todo es cuestión del azar y la
coincidencia. Quizá alguien diga que los cálculos presentados son muy elevados,
pero aun con las estimaciones más rígidas, las probabilidades continúan siendo un
testimonio claro del carácter de las profecías.

4. Veraz en relación a los milagros: 25


Hasta ahora los hombres de ciencia han logrado descubrir muchas leyes natura-
les; pero también en muchas de ellas ignoran las causas que las producen o las
condiciones en las que operan. Por ejemplo: ¿Por qué gira la tierra alrededor de su
eje? ¿Por qué lo hace de oeste a este y no a la inversa? ¿Por qué giran los planetas
en órbitas elípticas y no circulares? ¿Cuál es la causa del magnetismo? En el siglo
XVII el filósofo judío Benito Spinoza planteó un argumento para negar la posibilidad
de los milagros. David Hume, escéptico escocés, lo desarrolló. Razonó así: “Un
milagro es una violación de las leyes de la naturaleza pues contradice lo que la ex-
periencia nos demuestra: que las leyes de la naturaleza están establecidas, firmes
e inalterables”. Sin embargo, decir que los milagros son imposibles porque violan
las leyes naturales o se desconocen sus causas es una declaración desafortunada.
Los milagros no pueden ser comprendidos con la razón humana, porque son de
carácter sobrenatural. Es cierto que el diluvio universal, la división del mar Rojo y
probablemente la destrucción de Sodoma y Gomorra fueron producidos por agen-
tes naturales (Génesis 7:11-12; Éxodo 14:21), sin embargo, detrás de éstos estuvo
la poderosa mano de Dios. Así sucedió con otros prodigios, como el nacimiento
virginal y la resurrección de Jesús, con la diferencia de que la intervención divina
en estos casos fue más contundente.
instituto bíblico cita con la vida

Otra forma de comprobar la veracidad de la Biblia es a través de la experiencia


de aquellos que recibieron un milagro de Dios. El pensamiento del hombre nunca
podrá vencer el testimonio fiel de alguien que ha comprobado la sobrenaturalidad
del Señor. Fue el caso de un ciego de nacimiento que Jesús sanó: “Entonces él res-
pondió y dijo: Si es pecador, no lo sé; una cosa sé, que habiendo yo sido ciego, ahora
veo” (Juan 9:25).

C. Estructura de la Biblia
1. La formación de la Biblia:
La Biblia no fue un libro que cayó repentinamente del cielo o que apareció de la
nada. Su formación comprende un proceso de selección, redacción, adición, inter-
polación, resumen, compilación y divisón que tardó aproximadamente 1600 años.
Podemos dividir el tiempo de formación de la Biblia en tres períodos bien definidos:
Paleotestamentario, Intertestamentario y Neotestamentario
a) Período Paleotestamentario:
Esta etapa abarca 11 siglos (desde el 1500 a.C hasta el 430 a.C). En este lapso se
escribieron los libros que comprenden la Biblia hebrea o el Antiguo Testamento
de los cristianos. Comienza con la época de Moisés y prosigue con la de Josué, los
Jueces, los reyes y la cautividad, para terminar con la época de la restauración y el
último libro escrito que es Malaquías.
26
b) Período Intertestamentario:
Generalmente se fija el comienzo de este período por el año 430 a.C. y su término
en el año 26 o 28 de nuestra era, cuando Juan el Bautista comienza a predicar en el
desierto de Judea. Aunque en este tiempo no hubo profecía, sucedieron episodios
importantes en cuanto a la formación de la Biblia.
»En el 400 a.C. un consejo de eruditos llamado la “Gran Sinagoga” excluyó de-
finitivamente de Las Escrituras los textos histórico–proféticos como “Las Cró-
nicas de Samuel” y otros. En su reemplazo incluyó los libros de Samuel, Reyes
y las Crónicas.
»Entre los años 280 y 150 a.C. una comisión de 70 eruditos judíos tradujo el
Antiguo Testamento del hebreo al griego. Esta nueva versión se llamó la de los
Setenta o la Septuaginta.

Dato importante: La Biblia Septuaginta fue el texto utilizado por las co-
munidades judías de todo el mundo antiguo más allá de Judea, y luego por
la iglesia cristiana primitiva, de habla y cultura griega. Junto con la Biblia
hebrea, constituye la base y la fuente del Antiguo Testamento.
introducción bíblica

c) Período Neotestamentario:
Es el más breve de los tres períodos, ya que abarca desde el 26 o 28 hasta el 100
d.C. Comprende la época de Juan el Bautista y Jesús, la del apóstol Pedro, Pablo
y Juan, quien escribió el Apocalipsis. La Biblia se termina de escribir a fines del
siglo I de nuestra era. Todo lo que se hizo en los siglos siguientes fue reconocer,
clasificar y ordenar los libros de la Biblia hasta darle la estructura que tiene ac-
tualmente.

2. Los nombres de la Biblia:


Es conocida por varios nombres, algunos de los cuales se encuentran en el mismo
texto:
a) Al principio se la llamó El libro de la ley, La ley de Jehová, La ley de Moisés, o
simplemente La ley (Josué 1:8; 1 Crónicas 16:40; 2 Crónicas 23:18; 25:4).
b) En el Nuevo Testamento a la Biblia se la denomina Las Santas Escrituras o Las
Sagradas Escrituras para distinguirlas de otros escritos de la época (Romanos
1:2; 2 Timoteo 3:15).
c) El nombre más usado por Jesús y los apóstoles es Las Escrituras (Juan 5:39).
d) También se la llama La Palabra de Dios, o simplemente La Palabra, porque
ella es el mensaje de Dios para el hombre (Génesis 15:4; Lucas 5:1).
e) Biblia es el nombre que en el siglo II le pusieron los cristianos a Las Sagra- 27
das Escrituras. La palabra “biblia” es la forma plural del vocablo griego biblios.
Este nombre se le daba a las tiras de papiros con que los egipcios hacían las
hojas de los libros. Posteriormente se hizo extensivo a cualquier libro escrito
en este material. El término “biblia” significa “libros”.
f) También a la Biblia se la conoce como el Libro de los libros y el Libro por an-
tonomasia puesto que no hay otro con el que se le pueda comprar. La locución
adverbial “por antonomasia”, según la RAE, significa que a determinado sus-
tantivo le conviene el calificativo más usual con que se le conoce por ser el más
famoso o paradigmático de los de su clase.

3. El enfoque de la Biblia:
Como vimos anteriormente, las tres facetas principales del plan de la Biblia –la
revelación de Dios, el reino de Dios y la salvación del hombre– se centran en una
sola persona: Jesucristo. Él es el Verbo de Dios, el Rey de reyes y el Salvador del
hombre (Apocalipsis 19:13, 16; Lucas 2:11). Cada libro del Antiguo y Nuevo Testa-
mento se refiere a Jesucristo o testifica de su persona, según Él mismo lo mostró
(Lucas 24:27). También podemos notar que hay una estrecha relación entre Jesu-
cristo y la Biblia. En Apocalipsis 19:13 y Juan 1:1, 14 se le llama a Jesús el Verbo de
Dios. Este vocablo significa “palabra”, por lo cual Jesucristo es también la Palabra
de Dios.
instituto bíblico cita con la vida

4. Divisiones de la Biblia:
La Biblia comprende una sola obra maestra, la cual está dividida en diferentes for-
mas. Algunas de sus divisiones, como los testamentos y libros, son naturales; es
decir, son inherentes al proceso de formación de Las Sagradas Escrituras. Otras
divisiones son artificiales; es decir, agregadas por expertos. Entre ellas están las
secciones o los grupos, los capítulos, los párrafos y los versículos.

a) Los Testamentos:
La Biblia está dividida en dos partes desiguales llamadas Testamentos. Cada parte
es una colección de escritos. La primera, denominada Antiguo Testamento, está
compuesta por 39 libros y la segunda, llamada Nuevo Testamento, por 27.

El término “testamento” procede de la palabra latina testamentum, que a su vez


viene del griego diatheke, que no sólo significa “testamento”, sino también “pacto”
o “convenio entre dos partes”. De acuerdo con las antiguas versiones griegas de La
Escritura, los Testamentos deberían llamarse Los Libros del Antiguo Pacto y Los
Libros del Nuevo Pacto.

b) Secciones o grupos:
Así como la Biblia está dividida en dos Testamentos, así también éstos se subdivi-
den en varias secciones o grupos de libros.
28
• Divisiones del Antiguo Testamento:
Sistema hebreo: El Antiguo Testamento está dividido en tres secciones: La Ley,
Los Profetas, Los Escritos (Mateo 5:17; Lucas 16:16; Hechos 13:15; 24:14). La distri-
bución de los libros en su forma moderna hebrea es:
»La Ley (5 libros): Génesis, Éxodo, Levítico, Números y Deuteronomio.
»Los Profetas (19 libros): Profetas anteriores: Josué, Jueces, Samuel y Reyes.
Profetas posteriores: Isaías, Jeremías, Ezequiel y los Doce (Oseas, Joel, Amós,
Abdías, Jonás, Miqueas, Nahum, Habacuc, Sofonías, Hageo, Zacarías y Mala-
quías).
» Los Escritos (12 libros): Libros poéticos: Salmos, Proverbios y Job. Cinco ro-
llos: Cantar de los Cantares, Rut, Lamentaciones, Ester y Eclesiastés. Libros
históricos: Daniel, Esdras-Nehemías y Crónicas.
Sistema griego: Los traductores de la versión de los Setenta no se limitaron a
traducir el Antiguo Testamento al griego, sino que además introdujeron varias mo-
dificaciones en su estructura. Así el Antiguo Testamento quedó dividido en cuatro
secciones, que son: La Ley (Pentateuco), los Libros Históricos, los Libros Poéti-
cos y los Libros Proféticos. La diferencia fundamental entre el sistema de división
hebreo y el griego consiste en que mientras el primero parece basarse en la cate-
goría de los escritores, el último se basa en el contenido de los libros.
introducción bíblica

La división del Antiguo Testamento según el sistema griego ha sido la base de la


estructura moderna de esta parte de la Biblia. Sólo se presentaron variaciones en
el orden de algunos libros; pero las divisiones han permanecido iguales.

Su clasificación temática:

29
instituto bíblico cita con la vida

• Divisiones del Nuevo Testamento:

Siguiendo el sistema de la versión de los Setenta, los dirigentes de la iglesia primi-


tiva dividieron el Nuevo Testamento en cinco secciones:

30

c) Otras divisiones:
• Los capítulos:
Se cree que en el año 1227 Esteban Langton, profesor de la Universidad de París y
Arzobispo de Canterbury, fue el primero en dividir toda la Biblia en capítulos. Sin
embargo, otros sostienen que fue el Cardenal Hugo de San Cher hacia mediados
del siglo XIII. Las primeras secciones que se subdividieron fueron el Pentateuco y
los Evangelios.
• Los versículos:
Fue en 1551 cuando Robertus Stephanus, impresor y humanista francés, publicó el
primer Nuevo Testamento griego con versículos y en 1555 la primera edición de la
Vulgata en capítulos y versículos.
• Los párrafos:
Los párrafos llevan título y le permiten al lector captar la unidad de pensamiento
de los pasajes bíblicos. Sin embargo, a veces esa unidad se rompe por causa de
una desacertada división de capítulos. Tenemos el ejemplo de Génesis 1, en donde
el capítulo termina en el versículo 31 cuando debería terminar en el 2:3 para no
interrumpir el relato anterior.
introducción bíblica

• Las notas y referencias bíblicas:


Aparecen generalmente al pie de la página y ayudan a la comprensión del lector.
Las notas son comentarios breves que explican el significado de ciertas palabras.
Las referencias son indicaciones de otras partes de la Biblia a las cuales se remite
el lector. Pueden aparecer marcadas con un número o un asterisco. Ejemplo:

“Y llamó Jacob el nombre de aquel lugar Peniel 3; porque dijo: Vi a Dios cara a cara,
y fue librada mi alma” (Génesis 32:30).
3 Esto es El rostro de Dios.

¿Es lícito sanar en el día de reposo?* (Mateo 12:10).


* Aquí equivale a sábado.

31
instituto bíblico cita con la vida

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 1
1. ¿Cuántos escritores tuvo la Biblia?
2. ¿En qué lenguas fue escrita la Biblia?
3. ¿Cuántos años demandó la formación de Las Escrituras?
4. Transcriba el texto de Isaías 40:8
5. ¿De qué movimientos fue precursora la Biblia?
6. Confeccione una lista con los 66 libros que contienen Las Escrituras
7. ¿Cuál es el tema principal de la Biblia? ¿Por qué?
8. Completa la frase:
“La Sagrada Escritura ha dicho con mucha antelación………………………….sobre
el futuro. Podemos confiar……………………………………………………… al pie de la
letra”.

9. ¿Cuáles fueron los períodos de formación de la Biblia?


10. A qué llamamos la Septuaginta o versión de los Setenta, y cuál es su im-
portancia?
11. ¿Cuáles son los otros nombres de la Biblia?
12.Según el sistema griego, ¿cómo está separado el Antiguo Testamento?
32
introducción bíblica

UNIDAD 2:
INSPIRACIÓN DE LA BIBLIA
A. Concepto de inspiración
La inspiración es el acto esencial del Espíritu Santo por el cual guió a los escritores
de la Biblia para que designaran fielmente las palabras de Dios. 2 Pedro 1:21 dice:
“(…) porque nunca la profecía fue traída por voluntad humana, sino que los san-
tos hombres de Dios hablaron siendo inspirados por el Espíritu Santo”. La palabra
griega utilizada para inspiración es pheromenos, que significa “movido, impulsado
y dirigido”.
Otra definición de inspiración la encontramos en 2 Timoteo 3:16:
“Toda la Escritura es inspirada por Dios, y útil para enseñar, para redargüir,
para corregir, para instruir en justicia (…)”. Aquí aparece la palabra griega
theopneustos, que significa “soplado, espirado o exhalado por Dios”.
Tomando estas dos definiciones, se puede argumentar que la inspiración fue un
proceso en el cual el Espíritu Santo impulsó a los profetas y apóstoles a escribir,
“soplando” sobre ellos las palabras que debían plasmar en Las Escrituras.

B. Revelación e iluminación 33
A menudo se confunde la inspiración con otras manifestaciones de Dios como
la revelación y la iluminación. A continuación vamos a aclarar estos concep-
tos:
• La revelación tiene que ver con la comunicación de la verdad divina, por-
que hay verdades que el hombre no podría descubrir por sí mismo. Son
éstas las que Dios comunicó a sus siervos de maneras diversas a través de
apariciones, visiones, sueños, voces, el Espíritu de Dios, ángeles y otras
manifestaciones (Génesis 12:7; Daniel 10:5-8; 1 Reyes 3:5; Marcos 1:11; He-
chos 8:29).
• La iluminación tiene que ver con la comprensión de la verdad divina. Un
profeta podía recibir y hasta transmitir una revelación de Dios sin com-
prenderla (Daniel 12:8). Esto fue lo que sucedió con los discípulos (Lucas
9:44-45), a los cuales Jesús les tuvo que explicar en privado lo que no
habían comprendido (Mateo 13:36-43), “iluminando” de esta manera su
entendimiento.
Así como la revelación está ligada a la comunicación de la verdad de Dios y la
iluminación a la comprensión, la inspiración tiene que ver con la transmisión.
Dios reveló a los hombres las verdades que debían anunciar a otros (Éxodo
14:3; 1 Corintios 11:23). A fin de que las transmitieran con fidelidad, inspiró
estas verdades en ellos de tal modo que lo que expresaron, escrita y oral-
mente, era lo mismo que Dios les había revelado.
instituto bíblico cita con la vida

1 Corintios 2:10-15 nos muestra claramente la diferencia entre revelación,


inspiración e iluminación:
REVELACIÓN=Comunicación
“Pero Dios nos las reveló a nosotros por el Espíritu; porque el Espíritu todo lo
escudriña, aun lo profundo de Dios. Porque ¿quién de los hombres sabe las
cosas del hombre, sino el espíritu del hombre que está en él? Así tampoco
nadie conoció las cosas de Dios, sino el Espíritu de Dios. Y nosotros no hemos
recibido el espíritu del mundo, sino el Espíritu que proviene de Dios, para que
sepamos lo que Dios nos ha concedido (…)”.
INSPIRACIÓN=Transmisión
“(…) lo cual también hablamos, no con palabras enseñadas por sabiduría huma-
na, sino con las que enseña el Espíritu, acomodando lo espiritual a lo espiritual”.
ILUMINACIÓN=Comprensión
“Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios,
porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir
espiritualmente. En cambio el espiritual juzga todas las cosas; pero él no es juzga-
do de nadie”.

C. Características
34 En 2 Timoteo 3:16 encontramos tres características de la inspiración, las cua-
les tienen directa relación con Las Sagradas Escrituras:
1. Es divina: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”.
Al ser Las Escrituras inspiradas por Dios, son de carácter divino. Dios no sólo
utilizó instrumentos humanos para transmitir sus palabras, sino también su
propia naturaleza, como lo expresa Éxodo 31:18: “Y dio a Moisés, cuando aca-
bó de hablar con él en el monte de Sinaí, dos tablas del testimonio, tablas de
piedra escritas con el dedo de Dios”.
2. Es verbal: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”.
Aunque todas las palabras son inspiradas por Dios, cada escritor sagrado
tiene su propio estilo de consignarlas. En el Nuevo Testamento podemos ob-
servar que Pablo es profundamente teológico, mientras que Santiago es más
práctico y Juan más sencillo.
Dios imparte sus enseñanzas por medio de distintos géneros literarios (profé-
tico, histórico, poético, epistolar) y figuras retóricas, por ejemplo el perdón de
las ofensas se enseña a través de un relato, una parábola y una proposición (1
Samuel 26; Mateo 18:23-35; Mateo 6:14-15).
introducción bíblica

3. Es plenaria: “Toda la Escritura es inspirada por Dios”.


Esto quiere decir que la totalidad de la Biblia es inspirada y no solamente una
parte de ella. Por ejemplo, Jesús confirmó la inspiración de absolutamen-
te todo el Antiguo Testamento. Lo consideró palabra profética (Lucas 24:25),
identificó la ley y los profetas con “todas las Escrituras” (Lucas 24:27) y pro-
clamó su cumplimiento (Lucas 24:44).

D. Consecuencias
De la proposición “toda la Escritura es inspirada por Dios” se puede deducir
ciertas consecuencias, entre las que se encuentra como más relevante que La
Escritura es la palabra autorizada de Dios, de la cual infieren a su vez otras
consecuencias:

1. Es la Palabra de Dios:
Es cierto que ningún versículo bíblico afirma que La Escritura es la Palabra
de Dios; pero si La Escritura es inspirada por Dios, esto quiere decir que ha
salido de la “boca” de Dios. Y lo que sale de su “boca” es su palabra (Deutero-
nomio 8:3; Mateo 4:4; Isaías 55:1).

2. Es infalible (que no puede fallar):


35
La infalibilidad pertenece primeramente a Dios, quien es esencialmente per-
fecto y verdadero (Mateo 5:8; Deuteronomio 32:4; Salmo 31:5). En consecuen-
cia, todo lo que dice Dios en La Escritura tiene que ser infalible. Aunque Je-
sús no empleó el término “infalible”, confirmó que La Escritura no puede ser
quebrantada (Juan 10:35). Esto quiere decir que nadie puede contradecir o
refutar lo que ella dice.
La Escritura es la verdad y en ella no hay error alguno. Las palabras de Dios
son verdaderas, como lo declara 2 Samuel 7:28; Salmo 119:43, 160; Juan 17:17;
Apocalipsis 21:5.

3. Tiene autoridad:
Como creador y sustentador de todas las cosas, Dios es la suprema autoridad
del universo (Salmo 10:16). Es lógico, pues, que su palabra tenga también la
máxima autoridad (Isaías 1:2). Además en el Nuevo Testamento Jesús la citó
para resistir al diablo, para establecer la verdad de su resurrección y para
vindicar su autoridad al purificar el templo. En ella se basó Pablo para argu-
mentar con los judíos. La Escritura fue la suprema autoridad a la cual apela-
ron los demás apóstoles para resolver asuntos de fe y conducta.
instituto bíblico cita con la vida

4. Es irrevocable (que no se puede anular):


Esto quiere decir que La Escritura nunca quedará sin efecto, sino que todo lo
que en ella está escrito se cumplirá (Ezequiel 12:25). No solamente hombres
de Dios como Josué, Salomón, Pedro y Pablo confirmaron el carácter irrevo-
cable de Las Escrituras (Josué 21:45; 1 Reyes 8:56; Hechos 1:16; 1 Corintios
15:54), sino que también Jesús lo hizo al declarar: “El cielo y la tierra pasarán,
pero mis palabras no pasarán” (Mateo 24:35).

“La Biblia es para mí –El Libro–. No veo como alguien puede vivir sin
ella” (Gabriela Mistral).

36
introducción bíblica

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 2
1. ¿Qué entiende por inspiración?
2. Transcriba el texto de 2 Timoteo 3:16
3. ¿Cuáles son las características de la inspiración?
4. ¿Qué significa que La Escritura sea infalible e irrevocable?
5. Complete la frase:

“La Biblia es para mí……………No veo como alguien………………………….sin ella”


(Gabriela Mistral).

37
instituto bíblico cita con la vida

UNIDAD 3:
EL CANON BÍBLICO
Después de que hombres consagrados fueran inspirados por Dios para escribir
sus palabras, se necesitó gente preparada que coleccionara y conservara dichos
textos inspirados. Esta unidad trata acerca del proceso de formación del Canon de
Las Escrituras.
A. Concepto de Canon
La palabra “Canon” deriva del vocablo griego Kanón, que originalmente significaba
“vara de medir”. Luego adquirió el significado simbólico de “norma, regla o pre-
cepto”, como lo utiliza Pablo en Gálatas 6:16 y Filipenses 3:16. Atanasio de Alejan-
dría, filósofo y teólogo del siglo IV, fue el primero que la empleó para referirse al
catálogo o lista de libros reconocidos como Escrituras.

B. Necesidad de un Canon
A continuación veamos tres causas por las cuales fue necesario establecer un
Canon de Las Escrituras:
1. El mandamiento divino:
38 La primera de estas causas fue que Dios mandó conservar los escritos sagra-
dos, mandato que obedecieron los sacerdotes, profetas y escribas (Deutero-
nomio 10:4-5; 17:18; 31:26; Isaías 30:8; Romanos 3:2).
2. La destrucción de las obras literarias judías y cristianas:
Otra causa fueron las guerras y persecuciones, las cuales destruyeron gran
parte del patrimonio literario de judíos y cristianos. Cuando Antíoco Epífa-
nes decretó la sistemática destrucción de los libros sagrados, varios judíos
arriesgaron su vida para preservar los pergaminos que contenían la Palabra
de Dios, sin embargo muchos de éstos se perdieron.
En el año 303 d.C. Diocleciano confiscó los libros sagrados de los cristianos.
Esto generó nuevamente la necesidad de reordenar los escritos y establecer
un Canon.
3. La proliferación de apócrifos:
La última causa fue la circulación de libros apócrifos en el período intertesta-
mentario y hasta en la misma época de los apóstoles. Los cristianos tuvieron
que distinguir cuidadosamente los libros canónicos y de los que no entraban
en esta selección. Mientras que los judíos consideraron canonizar 24 libros y
los católicos 73, los protestantes canonizaron 66. El Canon completo no tiene
que ser, desde luego, el que tenga más libros, sino el que tenga todos los li-
bros que Dios inspiró.
introducción bíblica

El término “apócrifo”: deriva del verbo griego apokrypto, que significa “escon-
der, poner aparte”. Con él se califican una cantidad de libros que las iglesias
cristianas de los primeros siglos no reconocieron como parte de La Sagrada
Escritura, pero que se presentan con nombres o características que los hacen
aparecer como si fueran libros canónicos.
C. Formación del Canon
La canonicidad es la cualidad que posee un libro por el hecho de estar en el
Canon. Esto nos lleva a formular algunas preguntas: ¿Quiénes determinan el
Canon? ¿Qué hace a un libro canónico? Lo analicemos a continuación:
1. Los concilios no determinan la canonicidad:
Los que conciben el Canon, sostienen que la canonicidad de los libros depen-
de del veredicto de los hombres. Alegan que los concilios determinaron cuá-
les libros serían canónicos y luego ordenaron que los demás los acepten. Sin
embargo, fue más bien al revés: los concilios simplemente confirmaron la
canonicidad de los libros que ya habían sido aceptados por judíos y cristianos,
respectivamente.
2. La antigüedad del libro no determina su canonicidad:
Algunos creen que ciertos libros fueron conservados y coleccionados porque
su antigüedad los había convertido en objetos venerados. No obstante, po-
demos observar que libros más antiguos que alguno de los canónicos, como
el de “Las batalla de Jehová” (Números 21:14) y el de Jaser (Josué 10:13), no 39
fueron incluidos en el Canon.
3. El valor religioso del libro no determina su canonicidad:
No podemos negar que algunos libros apócrifos como Eclesiástico y el Pastor
de Hermas tienen valor religioso; con todo, no fueron incluidos en el Canon.
En cambio, difícilmente se podría explicar por qué están en un catálogo de
obras religiosas libros como Ester y el Cantar de los Cantares, los cuales,
aparte de la inspiración divina, carecen de instrucción explícita sobre temas
teológicos.
4. Sólo Dios determina la canonicidad:
Fue Dios y no los hombres quien determinó cuáles libros serían canónicos. El
argumento consiste en que un libro es canónico porque Dios lo inspiró, puesto
que por definición el Canon de Las Escrituras sólo contiene libros inspirados
(2 Timoteo 3:16).
5. Una colaboración entre Dios y los hombres:
La parte divina es evidente en la inspiración de los escritos canónicos, la par-
te humana se ve en las adiciones, supresiones y repeticiones que hicieron los
formadores del Canon en los escritos inspirados. El mismo Espíritu que guió
a los escritores sagrados, también guió a los compiladores y compendistas de
tal modo que lo que ellos determinaron fue en realidad lo que Dios determinó.
instituto bíblico cita con la vida

D. Requisitos
Veamos a continuación los cinco requisitos que permitieron a los diferentes
libros entrar en el Canon evangélico:
1. Los libros canónicos tienen autoridad:
La característica más importante de los libros canónicos es que afirman ser
la Palabra de Dios. Esto es notorio en los escritos de Moisés, de los profetas y
de Pablo (Éxodo 20:1; Isaías 1:2; 1 Corintios 14:37).
2. Los libros canónicos son proféticos:
Las palabras de Dios fueron escritas por hombres de Dios, como los profe-
tas en el Antiguo Testamento y los apóstoles en el Nuevo Testamento. Este
requisito lo cumplen casi todos los libros del Antiguo Testamento, excepto
algunos cuyo autor se desconoce. En cuanto al Nuevo Testamento, algunos
libros, como los Evangelios de Marcos y Lucas, no fueron escritos por apósto-
les, pero contaron con su aprobación (1 Timoteo 5:18).
3. Los libros canónicos son bíblicos:
Esto quiere decir que se conforman a la verdad previamente establecida por
Dios en otros libros de la Biblia. Así, los escritos proféticos debían concordar
con la ley y los del Nuevo Testamento con los del Antiguo Testamento (Isaías
8:20).
40 4. Los libros canónicos tienen poder:
Un libro inspirado por Dios tiene el poder de producir una transformación es-
piritual en los hombres (Isaías 55:10; Hebreos 4:12). Por carecer de este poder
espiritual fueron rechazados muchos libros cuyas enseñanzas eran buenas y
hasta espirituales, pero que constituían una repetición de las palabras de los
escritos canónicos.
5. Los libros canónicos son aceptados por el pueblo:
Es preciso recalcar que un libro era reconocido como canónico cuando lo
aceptaba el pueblo de Dios. No era necesario el reconocimiento de los incré-
dulos, pues éstos son incapaces de discernir la Palabra de Dios (1 Corintios
2:14).
Papel relevante lo tuvo también el Espíritu Santo, quien guió al pueblo a re-
conocer las palabras de Dios en las palabras de los profetas y apóstoles. Así
sucedió con el pueblo hebreo cuando Moisés le leyó el libro del pacto y con los
tesalonicenses cuando Pablo les predicó (Éxodo 24:7; 1 Tesalonicenses 2:13).
introducción bíblica

E. Los Libros Apócrifos


1. Definición:
La palabra apócrifo significa en griego “secreto, oculto o difícil de entender”.
Los libros apócrifos al no ser de inspiración divina, no son parte del Canon de
las Escrituras, y en consecuencia no tienen autoridad en la iglesia de Dios.
No hay que confundir los libros apócrifos con los disputados, o sea los que
algunos no querían aceptar como inspirados, como Eclesiastés, Cantar de los
Cantares y Ester, los cuales finalmente entraron en el Canon.
La clasificación más común de estos libros consiste en separarlos como libros
apócrifos del Antiguo Testamento y libros apócrifos del Nuevo Testamento:
2. Libros Apócrifos del Antiguo Testamento:
Entre el año 200 a.C. y 100 d.C. apareció entre los judíos una lista de libros re-
ligiosos, muchos de ellos escritos por autores anónimos. Algunos se hicieron
pasar por antiguos escritores canónicos o héroes de la antigüedad. Si bien los
judíos nunca aceptaron estos libros en su Canon, es evidente que una secta
de ellos los estimaba hasta el punto de conservarlos junto con los escritos
sagrados. Esto es lo que podemos deducir de los manuscritos hallados en
Qumrán (lugar situado a un kilómetro del Mar Muerto donde se hallaron 972
manuscritos en el año 1946).
Los libros apócrifos del Antiguo Testamento son más de 40, pero los principa-
41
les son los que se indican a continuación:
instituto bíblico cita con la vida

3. Libros Apócrifos del Nuevo Testamento:


Desde mediados del siglo I d.C. comenzaron a circular por la iglesia numero-
sos libros cuyos autores escribían en nombre de los apóstoles con el fin de
que sus escritos fueran aceptados (2 Tesalonicenses 2:2). Por lo general estos
libros carecen de valor histórico o religioso. Contienen fábulas que pretenden
llenar lagunas históricas de los libros canónicos, por ejemplo la infancia de
Jesús y las vidas de los apóstoles. En lo religioso promueven herejías, como
la adoración a María. Por estas razones fueron rechazados por casi todos los
dirigentes de la iglesia primitiva.
Los libros apócrifos del Nuevo Testamento son tan numerosos como los del
Antiguo Testamento, pero los principales son los siguientes:

42

4. Cinco razones para rechazar a los apócrifos:


a) Hay una notoria ausencia de autoridad en sus libros y ninguno de sus auto-
res afirmó escribir por inspiración divina.
b) Los libros apócrifos no son proféticos, porque fueron escritos en el período
en que no había profetas en Israel. Josefo, el gran historiador judío, da tes-
timonio de que no hubo profetas después de Artajerjes y el Talmud, y de que
después de Malaquías el Espíritu Santo se apartó de Israel.
introducción bíblica

c) Las afirmaciones de los libros apócrifos no concuerdan con las enseñanzas


de la Biblia. En efecto, abundan en ellos las fábulas y los errores históricos y
doctrinales. Veamos a continuación sólo dos ejemplos de los tantos que exis-
ten:
• Tobías 5:9-12 habla de un ángel mentiroso, quien se descubre en Tobías
12:15. Además enseña en Tobías 12:9 que la salvación se adquiere por
obras: “Pues la limosna libra de la muerte y limpia de todo pecado”. Esto
se opone a lo que dice Génesis 15:6; Romanos 4:5; Gálatas 3:11 y Efesios
1:8-9.
• 2 Macabeos 12:45-46 promueve la oración por los muertos. Esto es una
contradicción de lo que dice 2 Samuel 12:16, 22-23; Lucas 16:25-26 y He-
breos 9:27.
d) No hay poder transformador en los libros apócrifos y las verdades que con-
tienen son tan sólo repeticiones de los libros canónicos.
e) Los libros apócrifos jamás han sido aceptados como canónicos por todo el
pueblo de Dios. En contra de su aceptación contamos con los siguientes tes-
timonios:
• Filón, filósofo judío de Alejandría, consideraba la versión de los Setenta
tan inspirada como Las Escrituras hebreas. Citó abundantemente de ella,
pero nunca de los libros apócrifos.
• Jesús y los escritores neotestamentarios citaron alrededor de 300 veces
43
el Antiguo Testamento; pero jamás alguna escritura de los libros apócri-
fos.
• Josefo escribió que el Canon del Antiguo Testamento se componía de 22
libros, excluyendo de este modo los libros apócrifos.
• El concilio judío de Jamnia (fue a finales del siglo I d.C. en el que el Canon
de la Biblia hebrea fue finalizado) rechazó los libros apócrifos.
• Los primeros concilios eclesiásticos, durante los cuatro primeros siglos
de nuestra era, nunca incluyeron los libros apócrifos en el Canon.
• Cirilio de Jerusalén, Orígenes y Atanasio, considerados padres de la
iglesia, rechazaron los libros apócrifos.
• Jerónimo, traductor de la Vulgata, reconoció como canónicos sólo 39 li-
bros del Antiguo Testamento; y aunque tradujo parte de los libros apócri-
fos, declaró que éstos no pertenecen al Canon.

• El Papa Gregorio I, Tomás de Aquino y otros eruditos católicos no acep-


taron los libros apócrifos.
• Los grandes reformadores, entre ellos Martín Lutero, Juan Calvino y
John Knox, tampoco aceptaron la canonicidad de estos libros.
instituto bíblico cita con la vida

A manera de síntesis podríamos decir que no aceptamos los libros apócrifos


porque:
» Nunca fueron citados por Jesús.
» Nunca estuvieron en el Canon.
» Conservan muchas inexactitudes.
» Enseñan doctrinas falsas y fomentan prácticas que están en desacuerdo
con Las Escrituras inspiradas.

44
introducción bíblica

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 3
1. ¿Qué es un Canon?
2. ¿A qué se le llama apócrifo y qué significa esa palabra?
3. ¿Quién o quiénes determinan la formación del Canon?
4. Nombre los requisitos que necesitan los libros para entrar en el Canon
5. Marque con un círculo los libros que son apócrifos:

a) Cantar de los Cantares


b) Eclesiástico
c) Baruc
d) Carta de Jeremías
e) 1 Esdras
f) Ester
g) Rut
h) Nahum
i) Tobías
j) Judit
k) Filemón
l) Salmo 151 45
m) Los Hechos de Pablo
n) Judas
o) El Evangelio de Pedro

6. ¿Por qué los evangélicos no aceptamos a los libros apócrifos?


instituto bíblico cita con la vida

UNIDAD 4:
LA TRANSMISIÓN DE LA BIBLIA
No solamente fueron necesarias la inspiración, conservación y colección de los li-
bros de la Biblia, sino también la traducción y copia con objeto de que otros pueblos
y las generaciones siguientes tuvieran acceso a la Palabra de Dios. A este proceso
de copiar y traducir Las Escrituras se le llama transmisión de la Biblia.
Veamos a continuación los tres medios que utilizaron los hombres de Dios para
transmitir las verdades divinas: las lenguas, la escritura y los materiales e instru-
mentos de escribir.

A. Las lenguas
1. La importancia del lenguaje:
El lenguaje es el medio que más utilizan los hombres para comunicarse. No es
de extrañar, pues, que Dios haya utilizado este mismo medio para comunicarse
con toda la humanidad. El lenguaje, que originalmente estaba constituido por “una
sola lengua” y que después llegó a fragmentarse en más de 6000 idiomas hasta la
actualidad, fue el medio que utilizaron los profetas y apóstoles para transmitir a
sus semejantes las verdades que Dios les comunicaba. Fue asimismo el medio de
46 que se valieron los copistas y traductores para transmitir a otros pueblos y otras
generaciones lo que habrían dicho los primeros.
Dios escogió sólo tres lenguas para que en ellas se consignaran sus palabras.
Éstas son el hebreo, el arameo y el griego.

a) El hebreo:
Casi todo el Antiguo Testamento fue escrito en hebreo. En el Nuevo Testa-
mento, sin embargo se utilizan sólo unas pocas palabras de este idioma, como
hosanna, amén, rabí, Mesías y aleluya (Mateo 21:19; 28:20; Juan 1:38, 41; Apo-
calipsis 1:9).
Durante su larga y accidentada historia, esta lengua ha pasado por varias eta-
pas conocidas como hebreo bíblico, rabínico, medieval y moderno. Esta última
es ahora la lengua oficial del Estado de Israel.

b) El arameo:
El arameo fue la lengua de los sirios, pero desde el siglo VIII a.C. empezó a
cobrar importancia como lengua diplomática de los asirios, babilonios y per-
sas en su trato y correspondencia con las naciones tributarias. Los judíos lo
aceptaron como propio desde la cautividad babilónica, hasta el punto de no
hablar más el hebreo.
introducción bíblica

El arameo se extendió después por toda Palestina y fue sin duda la lengua
que hablaron Jesús y sus discípulos. En el Nuevo Testamento se lo emplea en
unas cuantas palabras como Abba, efata, Cefas y frases como talita cumi, Eloi,
lama sabactani y Maranata (Marcos 13:36; Romanos 8: 15; Marcos 7:34; Juan
1:42; Marcos 5:41; 15:34; 1 Corintios 16: 22).
c) El griego:
La lengua griega, con las conquistas de Alejandro Magno en el siglo IV a.C., se
extendió por todo el Medio Oriente. En el apogeo del Imperio Romano, el latín
era el idioma oficial; pero el griego era el internacional, desempeñando así un
papel similar al que había tenido el arameo en los imperios orientales.
El griego ha experimentado grandes cambios en el transcurso de los siglos.
Comenzó con el griego clásico y siguió con el koiné y bizantino para terminar
con el moderno. Fue en el dialecto koiné que los apóstoles y sus discípulos
escribieron el Nuevo Testamento. A diferencia del griego clásico, el koiné es
un dialecto más popular.
El griego koiné: la palabra significa “lengua común”, o, más frecuentemente,
“habla común”. Fue una variedad de la lengua griega utilizada en el mundo
helenístico, es decir, en el periodo subsiguiente a las conquistas de Alejandro
Magno. El griego del Nuevo Testamento es esencialmente griego koiné, no
obstante suele ser considerado como variedad independiente por la impor-
tante influencia que tienen el arameo y el hebreo (lenguas maternas de sus
47
escritores) en la sintaxis y en léxico; así como por la incorporación de neolo-
gismos cristianos. Para entender adecuadamente esta influencia hay que te-
ner en cuenta que la lengua vehicular de la parte oriental del Imperio Romano
era el griego y por tanto ésta fue la elegida por los judíos cristianos para su
predicación tanto a los paganos como a los judíos de la diáspora en Grecia,
Egipto y otros territorios orientales del Imperio.

¿Por qué escogió Dios estas lenguas y no otras para transmitir su mensaje
a los hombres?
• En primer lugar, porque éstas eran las lenguas principales que hablaban
los destinatarios.
• En segundo lugar, Dios escogió estas lenguas porque ellas, especial-
mente el hebreo y el griego, poseen características que las hacían idónea
para la transmisión de la Palabra. El hebreo fue, por su enorme riqueza
expresiva, la lengua apropiada para narrar vívidamente la historia de los
tratos de Dios con su pueblo escogido; y el griego fue, por su precisión, la
lengua adecuada para interpretar la historia de Israel y explicar así las
verdades divinas.
instituto bíblico cita con la vida

B. La escritura
La escritura fue el segundo medio que emplearon los hombres de Dios para trans-
mitir las verdades que Él les había revelado, como lo demuestra la existencia de
numerosos manuscritos bíblicos antiguos. Su desarrollo comprendió tres etapas
principales: la escritura pictográfica, la ideografía y la fonética.
1. Escritura pictográfica:
Ésta consistía en un conjunto de pictogramas o toscos dibujos de objetos que des-
cribían un suceso o narraban una historia. Si, por ejemplo, se quería expresar que
un hombre había matado a un león, simplemente se dibujaba la escena correspon-
diente. Dibujos de esta clase se han hallado en rocas y cavernas en diversas partes
del mundo.
Un cambio significativo ocurrió cuando los pictogramas dejaron de ser reproduc-
ciones gráficas de los objetos para convertirse en símbolos de éstos (ver figura 1).
En algunos casos el signo perdió toda semejanza con el objeto, hasta el punto de
que al hombre se lo simboliza por una raya horizontal.
2. Escritura ideográfica:
Con el transcurso del tiempo fue necesario representar las ideas abstractas, para
lo cual se emplearon símbolos de objetos con los que tenían afinidad. Así el signo
de “todo” podía significar también “fuerza” y el de “sol”, “calor”. Este sistema de
escritura fue el que emplearon los egipcios, heteos y cretenses, y el que han usado
48
los chinos hasta ahora.
3. Escritura fonética:
En ésta, los signos, llamados fonogramas, representan sonidos en vez de objetos
o ideas. Por ejemplo, la idea de “dado” (del verbo dar) se puede representar por el
dibujo o símbolo de un dado (objeto al que se le da forma cúbica). Y con el mismo
signo podríamos representar la desinencia (parte final de una palabra que indica
algún tipo de variación gramatical) de las palabras “candado” y “soldado”.
Ejemplo de la evolución de la escritura pictográfica:

(Figura 1)
introducción bíblica

Notas al margen: Con respecto a la antigüedad de la escritura, la de los sumerios


es la más antigua que se conoce. Éstos fueron un pueblo de Mesopotamia que vivió
hace unos 5000 años. En las ruinas de Ur de los caldeos y en Nipur se han hallado
inscripciones cuneiformes que datan del año 2100 a.C. y 3500 a.C. Aunque la Biblia
no lo dice, no es improbable a la luz de estos descubrimientos que Abraham, origi-
nario de Ur, supiera escribir en signos cuneiformes (ver figura 1). Y hasta es posi-
ble que los documentos del Génesis se hayan escrito con este sistema de escritura.
Cuneiforme: este sistema de escritura se utilizó originalmente sobre tablillas de
arcilla húmeda, mediante un tallo vegetal biselado en forma de cuña, de ahí su
nombre. Durante el período posterior comenzaron también a utilizarse el metal y
la piedra. El término cuneiforme proviene del latín cuneus (“cuña”) por la forma de
las incisiones.
Aparte del testimonio de la arqueología con respecto a la antigüedad de la escri-
tura, la Biblia misma se refiere muchas veces a éste como un hecho corriente an-
tes del siglo IX a.C. En efecto, la Biblia declara expresamente que Moisés y Josué
escribieron, como asimismo Samuel, David y Salomón (Éxodo 24:4; Números 3:2;
Deuteronomio 31:9, 22, 24; Josué 8:30, 32; 24:26; 1 Samuel 10:25; 2 Samuel 11:14;
Eclesiastés 1:1; 12:10).
¿Por qué Dios empleó el medio de la escritura para transmitir su mensaje?
Al menos tres razones son notorias:
• La preservación del mensaje: 49
Aunque Dios mandó que sus palabras fueran transmitidas oralmente, también or-
denó que se escribieran (Deuteronomio 6:6-7; 11:19; 6:8-9; 11:18, 20). Es obvio que
la escritura es un medio mucho más efectivo que la memoria para preservar la pa-
labra. Nada sabríamos de aquello que Dios le habló a la humanidad si los profetas
y los apóstoles no hubieran escrito sus libros.
• La propagación del mensaje:
Es evidente que la palabra escrita tiene la facilidad de llegar a donde no llega la
palabra oral. Ésa es una de sus mejores y más destacables virtudes. En la actuali-
dad con el avance de la tecnología la Palabra de Dios puede llegar a lugares inima-
ginables con sólo presionar una tecla.
• La fidelidad de la transmisión:
Por lo general la copia de un escrito es más fiel que la recitación de una tradición,
puesto que hay más probabilidad de alterar lo que se ha dicho que lo que se ha
copiado. Si las verdades divinas se hubieran transmitido solamente por tradición
oral, se habrían tergiversado tal como en una ocasión lo fueron las palabras de
Jesús (Juan 21:20-23).
instituto bíblico cita con la vida

C. Los materiales e instrumentos utilizados


1. Los materiales empleados en las inscripciones:
El más antiguo y usado de estos materiales fue la arcilla. Se la empleaba en la
fabricación de tablillas, especie de ladrillos delgados sobre los cuales se escribía
cuando aún estaban blandos. También se usaba la arcilla en la elaboración de va-
sijas, en cuyos tiestos escribían aparentemente los pobres.
Otro importante material de escribir fueron las piedras. Se utilizaron principal-
mente en Mesopotamia, Egipto y Palestina. Las más famosas son La Roca de Be-
histún, la cual permitió descifrar la escritura cuneiforme de los sumerios, y La
Piedra Rosetta, la cual sirvió para descifrar los jeroglíficos egipcios (ver figura 2).
Los Diez Mandamientos fueron escritos en tablas de piedra, mientras que toda la
ley lo fue en un altar de piedras revocadas con cal (Éxodo 31:18, 34:1, 27-28; Deute-
ronomio 27:2-6; Josué 8:31-32).
Las tablillas enceradas se usaron como cuadernos de borradores, porque se
podía borrar lo escrito en la cera y volver escribir sobre ella. Generalmente con-
sistían en trozos rectangulares de madera, ahuecados y rellenos con cera. A estas
tablillas parecen referirse Isaías 8:1; 30:8; Habacuc 2:2; Lucas 1:63.
Además de los materiales antedichos, los antiguos emplearon también el oro, la
plata y las piedras preciosas para sus inscripciones (Éxodo 28:9-21, 36; 39:6-14,
30; Mateo 22:19, 20).
50
2. Los materiales empleados en Las Escrituras:
No se sabe en qué materiales fueron escritos los originales de Las Escrituras,
porque ninguno de ellos se han conservado. Es posible que los libros de Moisés
fueran escritos originalmente en tablillas de arcilla y copiados posteriormente
en otro material. ¿Cómo podemos llegar a esta suposición? Una de las marcas más
contundentes es que la palabra hebrea que se ha traducido como “escribir” en los
libros de Moisés, significa realmente “hender” o “hundir”, refiriéndose indudable-
mente a la primitiva manera de escribir sobre arcilla y piedra.
Un material muy antiguo usado por los copistas de Las Escrituras fue el papiro
(ver figura 3), el cual se hacía de la médula de las plantas de papiro que crecen en
las riberas del Nilo. Para ello se cortaban tiras que luego se disponían paralela-
mente una junto a otra. A esta capa se le sobreponían otras, alterándola en sen-
tido longitudinal y transversal. Luego se pegaban y prensaban formando una hoja
generalmente rectangular. Las hojas se unían en largas tiras que se enrollaban
alrededor de un palo. En el rollo así formado se podía escribir por uno o por ambos
lados.
Los egipcios comenzaron a usar el papiro por lo menos desde el 2700 a.C. Es po-
sible también que Moisés y algunos profetas hayan escrito sus libros en papiro.
Quizá Ezequiel, Zacarías y Juan se refieran a un rollo de este material (Ezequiel
2:9-10; Zacarías 5:3; Apocalipsis 5:1). En Qumrán (ver figura 3) se hallaron varios
papiros del Antiguo Testamento, entre ellos uno que data del siglo VII o VIII a.C.
introducción bíblica

El uso del cuero entre los egipcios data de tiempos tan remotos como el del papiro.
Aunque no se lo menciona en el Antiguo Testamento, algunos eruditos creen que
Moisés y los profetas escribieron sus libros en este material por ser más duradero
que el papiro.
El pergamino en una clase especial de cuero, especialmente preparado para ser
escrito por ambos lados, a diferencia del cuero común que lo era por uno solo. En
los tiempos de los apóstoles se lo usaba cuantiosamente, incluso en copias de Las
Escrituras (2 Timoteo 4:3). Con el transcurso del tiempo el pergamino fue despla-
zando al papiro hasta que en el siglo IV se lo reconocía como el mejor material de
escritura.
Entre los materiales de escribir, el papel es el más reciente. Fue inventado por
los chinos en el siglo II; pero no se lo conoció en Europa hasta el siglo VII. Desde la
invención de la imprenta de Gutenberg en el siglo XV, el papel sustituyó al perga-
mino y se lo ha usado hasta nuestros días. Desde entonces también el papel ha sido
el material en que se han impreso Las Sagradas Escrituras. Cabe destacar que la
Biblia fue el primer libro impreso por Gutenberg (ver figura 4).
En la actualidad existen otros soportes en los cuales nos llegan Las Escrituras,
tales como la computadora, la tableta electrónica, el teléfono móvil, etc.
3. Los instrumentos utilizados para escribir:
Algunos de los instrumentos utilizados por los antiguos son los siguientes:
51
a) El estilo: Consistía en un punzón especial para escribir sobre la arcilla o la
cera. En Jeremías 17:1 se lo llama “cincel”.
b) El cincel: Llamado “hierro” en Josué 8:31. Se lo usaba para grabar inscrip-
ciones en piedra (Job 19:24).
c) La pluma: Las primeras plumas consistían en un trozo de caña de cálamo
recortado especialmente en uno de sus extremos para escribir sobre papiro,
cuero o pergamino.
d) El plomo: Se lo usaba derretido para rellenar las inscripciones en piedra.
Algunos creen que también se empleaba un martillo de plomo para golpear
sobre el cincel (Job 19:24).
e) El cuchillo: Llamado “cuchillo de escriba” en Jeremías 36:23. Se lo usaba
para aguzar (“sacar punta”) la pluma que se había gastado.
f) La tinta: Se la menciona en Jeremías 36:18 y era de color negro, como indica
su nombre en griego (2 Corintios 3:3; 2 Juan 12; 3 Juan 13). Se hacía a base de
carbón, goma y agua.
g) El tintero: Era una vasija que servía para contener la tinta y se la menciona
en Ezequiel 9:2-3, 11.
instituto bíblico cita con la vida

52

(Figura 2)

La Piedra Rosetta: Se la considera la llave que permitió descifrar el idioma grie-


go. El haber podido entender los idiomas del Cercano Oriente fue de vital impor-
tancia para iluminar y confirmar el texto bíblico. Actualmente La Piedra Rosetta se
encuentra en el Museo Británico.
introducción bíblica

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 4
1. ¿En qué idioma hablaba Jesús?
2. ¿En qué lengua fue escrito el griego y por qué?
3. ¿Qué tipo de escritura se originó en Mesopotamia y qué personaje bíblico
posiblemente la utilizó?
4. ¿Por qué Dios prefirió utilizar la escritura y no otro medio para transmitir
sus palabras?
5. ¿En qué tipo de materiales se escribió la Biblia hasta la actualidad?

53
instituto bíblico cita con la vida

UNIDAD 5:
LOS MANUSCRITOS BÍBLICOS
Antes de la invención de la imprenta todos los libros y documentos eran escritos a
mano. Los documentos relativamente breves y grabados en piedra, arcilla o me-
tal reciben el nombre de inscripciones. Los que están escritos en papiro, cuero o
pergamino se llaman manuscritos (viene del latín “manu scriptum”, que significa
“escrito a mano”). Veamos a continuación la clasificación de los manuscritos bíbli-
cos y su descripción.

A. Clasificación
Los manuscritos bíblicos son fragmentos de la Biblia escritos en las lenguas origi-
nales. Constituyen valiosos testimonios de la transcripción de La Escritura.
1. Original y copia de los manuscritos:
Se llaman originales o autógrafos las obras escritas directamente por su autor
(Gálatas 6:11). También reciben este nombre las obras de un amanuense (persona
que tenía por oficio copiar escritos, pasarlos a limpio o escribir al dictado) que es-
cribía al dictado del autor (Jeremías 36:4; Romanos 16:22).
Se llama copia a toda reproducción de un escrito original, reproducción que an-
54 tiguamente estaba a cargo de expertos llamados copistas. En Israel los copistas
encargados de transcribir los manuscritos bíblicos se llamaban escribas. Moisés
ordenó que las palabras de la ley fueran copiadas (Deuteronomio 17:18; 27:3). Y la
ley escrita por Josué en piedras revocadas con cal es la primera copia de Las Es-
crituras que se registra en la Biblia misma (Josué 8:32).
2. Manuscritos del Antiguo Testamento:
Los manuscritos del Antiguo Testamento se clasifican en oficiales y privados. Los
manuscritos oficiales eran para el uso de la sinagoga. Tenían siempre la forma de
rollo y su preparación estaba sujeta a normas muy estrictas en cuanto a la calidad
de los materiales, el formato, el color de la tinta y otros detalles. Los manuscritos
privados eran para el uso particular de quien los adquiría. Podían tener forma de
rollo o códice (es un conjunto de hojas de papiro o pergamino encuadernadas en
forma similar a la de un libro), y hasta notas al margen.
3. Manuscritos del Nuevo Testamento:
Asimismo los manuscritos del Nuevo Testamento se subdividen en dos grupos:
unciales y minúsculos. Los manuscritos unciales están escritos en letras mayús-
culas, las cuales se usaron hasta el siglo X. Los manuscritos minúsculos son los
que están escritos solamente en letras minúsculas. Se llaman también cursivos,
porque las letras están ligadas entre sí.
introducción bíblica

4. Material y presentación de los manuscritos:


Según el material que los constituye, los manuscritos se clasifican en papiros, per-
gaminos y vitela (es un pergamino más fino confeccionado con pieles de ternero,
antílope o cordero); y según su presentación, en rollos, códices y fragmentos.
A ciertos manuscritos se los clasifica como palimpsestos. La palabra “palimpses-
to” significa “borrado” y se aplica a los manuscritos que conservan huellas de una
escritura anterior que fue borrada artificialmente.
5. Autoridad de los manuscritos:
Por lo general la autoridad de los manuscritos del Nuevo Testamento depende de
su antigüedad; pero la de los manuscritos del Antiguo Testamento depende más
bien de su calidad. En efecto, hay muchísimos manuscritos del Nuevo Testamento,
pero pocos son buenos; en cambio, los manuscritos del Antiguo Testamento son
menos pero mejores.

B. Descripción
1. Los manuscritos del Antiguo Testamento:
La relativa escasez de manuscritos del Antiguo Testamento se debe a tres facto-
res: La naturaleza perecedera de los materiales usados, las numerosas persecu-
ciones que sufrieron los judíos y la costumbre que tenían los escribas de destruir
todo manuscrito deteriorado o con errores de transcripción.
Los diversos manuscritos del Antiguo Testamento que se han descubierto están 55
representados por:
a) El texto masorético:
Durante los siglos V al X, la transcripción del Antiguo Testamento fue la obra de
los masoretas (el término hebreo “masoret” significa “tradición” y designa la com-
pilación de tradiciones rabínicas relativas al texto bíblico que los masoretas re-
cogieron en los márgenes superior e inferior de cada página de un manuscrito).
Los masoretas fueron los escribas que primeramente fijaron el texto y luego lo
copiaron con sumo cuidado. El texto masorético tiene gran importancia porque ha
sido la base del Antiguo Testamento en nuestras Biblias.

Entre los manuscritos que lo contienen los principales son:

» Los fragmentos de El Cairo.


» El Códice de El Cairo de los Profetas.
» El Códice de Leningrado de los Profetas.
» El Códice de Alepo.
» El Códice del Museo Británico.
» El Códice de Leningrado, que es el único manuscrito completo del Antiguo
Testamento y se cree que fue escrito en el 1008 d.C. Este manuscrito ha sido la
fuente principal de la Biblia hebrea.
instituto bíblico cita con la vida

b) El Pentateuco samaritano:
Esta obra contiene solamente los cinco libros de Moisés. Está escrita en caracte-
res hebreos antiguos, como los que usaban los judíos antes del cautiverio babilóni-
co. El texto del Pentateuco samaritano ha seguido un curso independiente del texto
masorético. En efecto, difiere del último en unos 6000 lugares, pero la mayoría de
estas diferencias son de carácter ortográfico.
c) El papiro de Nash:
Este manuscrito consiste en un fragmento de papiro escrito probablemente entre
el 150 a.C. y el 100 d.C. Contiene una parte de los Diez Mandamientos y Deuterono-
mio 6:4-9.
d) El manuscrito de Malabar:
Este rollo de cuero contiene todo el Antiguo Testamento, con excepción de Levítico
y parte de Deuteronomio. El texto de este manuscrito difiere muy poco del texto
masorético, apenas en unos 40 lugares.
e) Los rollos del Mar Muerto:
Hasta ahora estos rollos, fragmentos de cuero y de papiro, son los manuscritos bí-
blicos de más antigüedad que se conocen (ver figura 3). Son mil años más antiguos
que los masoréticos. El hallazgo de los rollos del Mar Muerto constituye lo que un
erudito ha calificado como el más grande descubrimiento de manuscritos de los
56 tiempos modernos.
Un joven pastor árabe, que buscaba una cabra que se le había perdido, se encontró
con una caverna en cuyo interior había varios cántaros que contenían rollos de
cuero manuscritos. Esto ocurrió en marzo de 1947.
El texto de estos rollos difiere muy poco de los manuscritos masoréticos, lo cual no
hace más que confirmar la asombrosa fidelidad de estos últimos. Según el lugar de
su descubrimiento, los rollos del Mar Muerto se dividen en dos grupos:

• Los manuscritos de Qumrán: Consisten en unos 5000 fragmentos que consti-


tuyen como 400 libros. Entre los manuscritos reconstruidos de los fragmentos
se hallan todos los libros del Antiguo Testamento, excepto Ester.

• Los manuscritos de Murabba’at: son más recientes que los de Qumrán y el


más importante de ellos es un rollo que contiene parte de los profetas meno-
res.

2. Los manuscritos del Nuevo Testamento:


Se pueden clasificar en dos grupos principales según el material en que fueron
escritos: papiros, y pergaminos y vitelas.
introducción bíblica

a) Papiros:
De los manuscritos del Nuevo Testamento, los más antiguos que se han descubier-
to hasta ahora son todos de papiro. Hay más de 60 de estos manuscritos, pero los
principales son los tres siguientes:
• El fragmento de la Biblioteca John Rylands, ubicada en Manchester, Ingla-
terra. Éste contiene algunos versículos del cuarto evangelio (Juan 18:31-33,
37-38) y se cree que data de la primera mitad del siglo II.
• La colección de la Biblioteca Bodmer, situada cerca de Ginebra, Suiza. El ma-
nuscrito consiste en tres conjuntos de papiros que datan de los siglos II y III. El
primero contiene porciones del evangelio de Juan. El segundo es la copia más
antigua de las epístolas de Pedro y Judas. El tercero contiene los evangelios de
Lucas y Juan.
• La colección del museo Chester Beatty, ubicado cerca de Dublín, Irlanda.
Consiste en tres códices que datan del 250 d.C. y contienen la mayor parte del
Nuevo Testamento.

b) Pergaminos y vitelas:
Los manuscritos más numerosos del Nuevo Testamento son los de pergamino y
vitela; y los más importantes de ellos son los unciales. Estos datan de los siglos I
al IX. Los principales manuscritos unciales son los siguientes:
• El Códice Vaticano, que contiene casi todo el Nuevo Testamento y la versión
57
griega de la mayor parte del Antiguo Testamento y de los libros apócrifos. Per-
tenece a la Iglesia Católica Romana y se halla en el Vaticano.
• El Códice Sinaítico, que es probablemente tan antiguo como el Vaticano, pues
se cree que data del 340 d.C. Contiene todo el Nuevo Testamento, con la ex-
cepción de Marcos 16: 9-20 y Juan 7:53-8:11. También contiene más de la mitad
del Antiguo Testamento y todos los libros apócrifos, además de la Epístola de
Bernabé y el Pastor de Hermas.
• El Códice alejandrino, que fue escrito probablemente en Alejandría, Egipto,
alrededor del 450 d.C. Contiene la mayor parte del Nuevo Testamento y casi
todo el Antiguo Testamento.
• El Códice de Efraín, que fue escrito probablemente también en Alejandría al-
rededor del 450 d.C. Este códice debe su nombre al hecho de que es un palimp-
sesto cuya primera escritura fue borrada y luego reemplazada por los ser-
mones de Efraín, uno de los dirigentes de la iglesia Siria. Contiene gran parte
del Nuevo Testamento pero sólo unos pocos libros del Antiguo Testamento. En
1845 el profesor Tischendorf descifró la escritura original mediante agentes
químicos.
instituto bíblico cita con la vida

• El Códice de Beza, que es un manuscrito bilingüe, el más antiguo de su clase


hasta ahora, fue escrito alrededor del siglo VI. Contiene los cuatro evangelios,
los Hechos y algunos versículos de 3 Juan y la versión latina de éstos.
• El Códice Claromontano, que fue escrito en griego y latín alrededor del siglo
VI y contiene la epístola de Pablo y Hebreos.

58

(Figura 3)

Uno de los 5000 fragmentos de papiro encontrados en las cuevas de Qumrán, lo-
calidad situada al sur de Jericó y aproximadamente a más de un kilómetro del Mar
Muerto.
introducción bíblica

(Figura 4)

La Biblia de Gutenberg no sólo es el libro más antiguo que se imprimió con tipos
móviles, sino también el primer libro completo que se produjo con esa tecnología.
El volumen en la Universidad de Texas es una de las 20 copias completas que han 59
sobrevivido.
instituto bíblico cita con la vida

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 5
1. ¿Qué significa la palabra “manuscrito”?
2. ¿De qué depende la autoridad de los manuscritos bíblicos?
3. ¿Qué son Los rollos del Mar Muerto y qué importancia tienen?
4. ¿Qué son los pergaminos y vitelas?
5. ¿Cuál es la importancia de Juan Gutenberg en la propagación de Las Escri-
turas?

60
introducción bíblica

UNIDAD 6:
LAS VERSIONES DE LA BIBLIA
A medida que el cristianismo fue creciendo, y nuevos pueblos venían a los pies
de Cristo, fue necesario traducir los escritos sagrados en diferentes idiomas. Así
se originaron las versiones, nombre con que se conocen las traducciones de Las
Escrituras.
A. Clasificación de las versiones:
1. Versiones parafraseadas:
Son las que contienen una traducción libre y frecuentemente amplificada del texto
original con el fin de hacerlo más inteligible. Un ejemplo bien conocido de esta
versión es La Biblia al día (paráfrasis castellana publicada por la Sociedad Bíblica
Internacional en 1979. Se publicó una revisión en el año 2008 con el nombre de La
Nueva Biblia al Día).
2. Versiones revisadas:
Se le da este nombre a las versiones que luego de una cuidadosa revisión han sido
corregidas, por lo cual debieran llamarse más bien versiones corregidas. Un ejem-
plo es la revisión de la Versión Reina-Valera 1960.
3. Versiones críticas: 61

Se llaman así a las traducciones del texto crítico de Las Escrituras, texto que re-
sulta del estudio comparativo de los manuscritos bíblicos. Son traducciones litera-
les, aptas para el estudio crítico de la Biblia. Un ejemplo es la Versión Moderna
de Enrique B. Pratt, publicada en 1893. Henry Barrington Pratt fue misionero pres-
biteriano en Colombia y en México, desde 1876.
4. Versiones populares:
Las versiones populares son traducciones libres de La Escritura. Su lenguaje es
sencillo y claro con el fin de que todo lector pueda entender el mensaje de Dios. Un
ejemplo de este tipo de versión es Dios habla hoy, publicada en 1979.
5. Versiones directas:
Son aquellas cuyo texto ha sido traducido directamente de sus lenguas originales,
como la versión de Casiodoro de Reina y la Moderna.
6. Versiones indirectas:
Son traducciones de otra traducción. De esta clase son muchas de las versiones
católicas romanas, pues están basadas en la Vulgata (una de las versiones lati-
nas), en vez de los manuscritos hebreos y griegos.
instituto bíblico cita con la vida

¿Cuáles son las mejores versiones de la Biblia?


Desde un punto de vista general, con las versiones sucede lo contrario de lo que
ocurre con los manuscritos. Porque mientras los mejores de éstos son casi siem-
pre los más antiguos, las mejores versiones son generalmente las más modernas.
En primer lugar, porque su texto está basado en nuevos manuscritos encontrados,
los cuales eran desconocidos para los traductores de la Reforma. En segundo lu-
gar, porque su lenguaje es moderno, en contraste con el lenguaje arcaico de cuatro
siglos atrás.

B. Historia de la Biblia en castellano:


¿Cómo llegó la Palabra de Dios hasta nosotros? Veamos a continuación un estudio
de los principales aspectos de este largo proceso:

1. Las versiones en español:


En relación con la traducción de la Biblia a la lengua española podemos distinguir
tres períodos: el medieval, el de la Reforma y el moderno:
a) El período medieval (siglo XIII al XV): Las versiones de este período son par-
ciales y generalmente manuscritas. Las principales son las siguientes:
1) Biblia Alfonsina (traducción de la Vulgata latina al castellano, patrocinada por
62 Alfonso X “el sabio”, entre 1260-1280).
2) Biblia de Alba (traducción del Antiguo Testamento al castellano desde el he-
breo, el arameo y el latín, patrocinada por Juan II de Castilla y Luis González de
Guzmán, entre 1422-1433).

b) El período de la Reforma (siglo XVI al XVII): Este período es el más fecundo
en lo que a versiones de la Biblia se refiere. De las muchas versiones españolas de
este período, las principales son la siguientes:
1) Biblia de Ferrara (traducción de la Biblia hebrea al castellano, realizada en
Ferrara, Italia, en 1553).
2) La Biblia del Oso (primera traducción castellana completa, directa y literal,
del hebreo, arameo y griego de la Biblia. Fue traducida por Casiodoro de Rei-
na en 1569. Tiene en su portada una ilustración que representa a un oso que
intenta alcanzar un panal de miel que cuelga de un árbol, y una cita bíblica en
caracteres hebreos. La Biblia del Oso posteriormente será conocida como la
Biblia Reina-Valera).

Casiodoro de Reina: nació en Sevilla entre 1519 y 1520. En Basilea terminó su


arduo trabajo de 12 años en la traducción completa de la Biblia al castellano.
Un tiempo después regresó a Frankfurt, ciudad donde falleció en 1594 después
de una excelente labor como pastor de una iglesia.
introducción bíblica

3) La Biblia de Valera (revisión de la traducción de Casiodoro de Reina, llevada a


cabo por Cipriano de Valera en 1602 en Ámsterdam, Holanda. Se convirtió en la
Biblia más usada por los evangélicos, reeditada y revisada en varias ocasiones:
1862, 1865, 1909, 1960, 1995 y la Reina-Valera Contemporánea (RVC) de 2009-
2011).
Cipriano de Valera: fue un eximio escritor y gran amigo de Casiodoro de Rei-
na. Después de huir de España en 1557 por causa de la persecución, se estable-
ció en Inglaterra. Desde allí se dedicó a difundir el conocimiento del Evangelio
por medio de sus escritos. Su obra cumbre fue la revisión que lleva su nombre,
trabajo en el cual tardó 20 años.
c) El período moderno (siglo XVIII al XIX): Este período se caracteriza por un
extraordinario interés por volcar al castellano Las Sagradas Escrituras.
1) La Biblia Sagrada (traducción de la Vulgata al castellano por Felipe de San
Miguel en 1793. Esta versión y las demás versiones católicas de la época no
logran superar la excelencia de la versión de Casiodoro de Reina y Cipriano de
Valera).
2) Versión Moderna (traducción de Enrique B. Pratt en 1893).
3) La Sagrada Biblia Nácar-Colunga (primera traducción católica castellana, di-
recta y literal, del hebreo, arameo y griego. Se publicó en el 1944).
4) La Biblia de Jerusalén (traducción católica castellana, directa y literal, de nu- 63
merosas fuentes bíblicas primitivas, con notas exegéticas. Versión de grandes
méritos publicada en 1967).
5) Dios Habla Hoy (DHH) (traducción castellana directa, pero libre, del hebreo,
arameo y griego. Lanzada e impulsada por las Sociedades Bíblicas Unidas en
1979, con la colaboración de eruditos católicos. Es una traducción dinámica, y
en lenguaje accesible. Existe una revisión del año 1994, y una edición de estudio
del año 2000 con notas históricas y lingüísticas elaboradas por eruditos católi-
cos y evangélicos).
6) La Biblia al Día (paráfrasis castellana publicada por la Sociedad Bíblica In-
ternacional en 1979).
7) La Biblia de las Américas (LBLA) (traducción castellana directa y literal, del
hebreo, arameo y griego. Existe una edición en español latinoamericano lla-
mada Nueva Biblia de los Hispanos, y Nueva Biblia Latinoamericana de Hoy,
publicada en 2005).
8) Nueva Versión Internacional (NVI) (traducción castellana dinámica, del he-
breo, arameo y griego. Publicada por Editorial Bíblica -Sociedad Bíblica Inter-
nacional- en 1999).
9) La Biblia Textual (BTX) (se presenta a sí misma como la traducción más literal
de los textos críticos disponible en la actualidad. Incluye referencias y notas
instituto bíblico cita con la vida

sobre pasajes de la Biblia considerados dificultosos. Los textos de base que


utiliza para la traducción al español son la Biblia Hebraica Stuttgartensia y el
Novum Testamentum Graece. Se publicó en el 1999).
10) Traducción en Lenguaje Actual (TLA) (traducción castellana directa, pero li-
bre, del hebreo, arameo y griego. Publicada por Sociedades Bíblicas Unidas en
el 2003).
11) Reina Valera Gómez (RVG) (basada en la versión Reina-Valera 1909, la King
James, el Textus Receptus, y el texto masorético. Publica en el 2004).
12) Reina Valera Contemporánea (RVC) (es una revisión de la Reina-Valera en
español latinoamericano. Fue publicada en el 2009).
13) Nueva traducción viviente (NTV) (traducción del inglés al español de la Biblia
New Living Translation. Se publicó en el 2009).
14) La Palabra Hispanoamérica (BLPH) (esta es la versión para Latinoamérica
publicada por la Sociedad Bíblica de España en el 2010. Es una versión que in-
tenta simplificar no sólo el lenguaje, sino la idea principal de cada texto).
15) La Palabra de Dios Para Todos (PDT) (una versión del Centro Mundial de Tra-
ducción de La Biblia que primero se publicó en el 2005, y después en el 2008 y
2012).

2. Una mejor transmisión:


64
¿Con qué propósito se hacen las revisiones? Si comparamos la Reina-Valera 1909
con la 1960 veremos la necesidad de una permanente actualización para una mejor
transmisión:

• En la revisión 1909 algunas palabras y locuciones cayeron en desuso y son


hoy desconocidas o anticuadas. Tal es el caso de los vocablos “priesa” y “aprie-
sa” en Lucas 19:5-6. Estos vocablos se han cambiado en la revisión de 1960 por
“prisa” y “aprisa”.
• Ciertas palabras dejaron de usarse en una de sus acepciones, ocasionan-
do confusión. Un ejemplo: ¿Era posible que no hubiera caridad en el hecho de
entregar todos los bienes para dar de comer a los pobres en 1 Corintios 13:3?
La revisión 1909 dice textualmente: “Y si repartiese toda mi hacienda para dar
de comer a pobres y no tengo caridad, de nada me sirve”. Resulta que la voz
“caridad” se emplea hoy en el sentido de “limosna”; pero a principios del siglo
significaba “amor”.
• Otras veces una palabra fue restringida en su significado por el uso popular.
Tal cosa sucedió con la voz “parir”, que actualmente se aplica más al reino ani-
mal. Por tal razón se la sustituyó por la frase “dar a luz” en la revisión 1960.
• Ciertas palabras, entre ellas algunos nombres propios, tenían ortografía an-
tigua, como por ejemplo “Ephrain” o “Bethlehem”, que tuvieron que cambiarse
por “Efraín” y “Belén” en la nueva revisión.
introducción bíblica

A diferencia de las versiones revisadas, las versiones populares tienen su razón


de ser en el dialecto Koiné del Nuevo Testamento. Este dialecto era el lenguaje
popular del siglo I. Entre los diversos méritos de la versión popular castellana,
podemos mencionar los siguientes:
• Un lenguaje popular que hace entendible el mensaje divino a todo lector.
• Una traducción más bien libre, eliminando así muchos hebraísmos y helenis-
mos que aún se conservan en muchas versiones.
• El uso del pronombre “usted” y las formas verbales que le corresponden, tan
familiares a los pueblos hispanoamericanos.
• Una construcción gramatical moderna de oraciones cortas. Una composición
común, sin espacio entre versículo, salvo para indicar cambios de párrafo.
La gran cantidad de traducciones de la Biblia nos muestran el largo peregrinar del
hombre y su esfuerzo por hacer accesible la verdad eterna revelada hace siglos.
Distintas versiones han procurado expresarse en el lenguaje corriente de quienes
tienen que leer y pensar, viviendo en este mundo actual tan distante al de siglos
atrás.
Como señalamos antes, la Biblia es el único libro que desde hace muchos años, a
pesar de las persecuciones, las censuras y los esfuerzos por hacerla desaparecer,
se mantiene en el lugar más alto en lo que a circulación se refiere. Es el único libro
del mundo que lee gente de toda edad, cultura y posición social. Millones de hom-
bres y mujeres encuentran en Las Sagradas Escrituras un tesoro inagotable de la
gracia divina y una guía para su diario caminar. 65
instituto bíblico cita con la vida

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 6
1. Enumere la clasificación de las versiones de la Biblia y dé un ejemplo de
cada una.
2. Personalmente, ¿qué versión considera la mejor? ¿Por qué?
3. Siguiendo lo que nos dice el apunte, ¿qué deberíamos tener en cuenta a la
hora de elegir una versión de la Biblia?
4. ¿Quiénes fueron Cipriano de Valera y Casiodoro de Reina?
5. ¿Con qué propósito se hacen las revisiones?

66
introducción bíblica

UNIDAD 7:
SECTAS Y OTRAS RELIGIONES
Se reconoce al cristianismo como una religión basada en la Biblia y a los cristianos
como “el pueblo del Libro”. Las sectas falsas, por regla general, aceptan algunas
enseñanzas bíblicas, rechazan otras y añaden nuevas doctrinas. Predican “otro
evangelio”, torciendo la verdad “para su propia perdición” (2 Pedro 3:16). Es impor-
tante para nosotros conocer los errores, las malas interpretaciones y los desvíos
en cuanto a doctrina de las sectas y otras religiones, no sólo para saber defender
nuestro dogma con autoridad, sino también para mostrarle al mundo la única ver-
dad acerca de la Palabra de Dios.
Apologética: viene de una palabra griega que significa “dar una defensa.” La Apo-
logética Cristiana es la ciencia que se encarga de dar una defensa de la fe cristiana.
Hay muchos escépticos que dudan de la existencia de Dios y/o atacan una creencia
en el Dios de la Biblia. Hay muchos críticos que atacan la inspiración, infabilidad y
veracidad de Las Escrituras. Hay muchos falsos maestros que promueven doctri-
nas falsas y niegan las verdades claves de la fe cristiana. La misión de los apolo-
géticos cristianos es combatir estos movimientos, y en su lugar, promover al Dios
cristiano y la verdad cristiana. El versículo clave en la Biblia para la apologética
cristiana es 1 Pedro 3:15:
67
“(…) sino santificad a Dios el Señor en vuestros corazones, y estad siempre
preparados para presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante
todo el que os demande razón de la esperanza que hay en vosotros (…)”.
A. Características de las sectas
A continuación, veremos ocho características generales que definen a todas las
sectas falsas que existen en el mundo:
1. Son fundadas por hombres que proclaman una “nueva verdad”:
José Smith, que dio a luz al mormonismo, afirmó que Dios le había revelado que
durante dieciocho siglos el cristianismo se quedó en la apostasía y que por medio
de la nueva revelación dada a él, se podía restaurar la iglesia. Carlos Russell “des-
cubrió” las nuevas verdades de los testigos de Jehová, y Mary Baker Eddy las de la
Ciencia Cristiana. El coreano Sun Myung Moon, afirmó que Cristo no cumplió ple-
namente su misión y que ahora es el momento para completar su obra en la tierra.
La revelación de estos innovadores religiosos suele ser una “verdad” que nunca ha
sido revelada y contradice de lleno las revelaciones anteriores.
2. Reinterpretan la Biblia para que ella esté de acuerdo con sus nuevas en-
señanzas:
Mary Baker Eddy, fundadora de la iglesia de la Ciencia Cristiana, encontró una
manera de interpretar la Biblia con la cual podía negar casi todas las doctrinas
instituto bíblico cita con la vida

ortodoxas. Los testigos de Jehová no sólo malinterpretan Las Escrituras, sino que
también han preparado su propia Biblia, traduciéndola de tal manera que ésta con-
firme sus errores. Los mormones dicen: “Creemos que la Biblia es la Palabra de
Dios, siempre que se traduzca correctamente”.
3. Ponen demasiado énfasis en algunas doctrinas bíblicas y pasan por alto otras
o las rechazan:
Por ejemplo, los testigos de Jehová recalcan el amor de Dios, pero rechazan su
ira y justicia. Así que niegan la doctrina del castigo eterno. Las corrientes teológi-
cas heréticas hacen lo mismo. Los liberales afirman la humanidad de Cristo, pero
abandonan su divinidad; promulgan la justicia social y pasan por alto la moralidad
personal. Al igual que los liberales, los teólogos liberacionistas se preocupan por
el cuerpo humano, pero se olvidan de su espíritu.
4. Introducen fuentes de autoridad ajenas a la Biblia:
Algunas sectas heréticas tienen sus escritos autoritarios que se ponen por encima
de la Biblia. Por ejemplo, José Smith afirma que encontró tablas sobre las cuales
fue escrito el contenido de “El libro de Mormón”. También supuestamente encontró
el manuscrito de “La perla de gran precio” y escribió “Doctrinas y convenios”. Jun-
to con la Biblia, éstos constituyen sus principales fuentes de doctrina. La mayoría
de las sectas falsas aceptan los libros de doctrina escritos por sus fundadores
como la fuente máxima de autoridad. Por ejemplo, los testigos de Jehová basan
principalmente sus doctrinas sobre las interpretaciones de la Biblia hechas por
68
Carlos Russell y el juez Rutherford; los de la Ciencia Cristiana sobre el libro de
Eddy, “Ciencia y Salud”. La Iglesia de la Unificación del coreano Moon, considera
que la Biblia está incompleta y se necesita leer el libro “Principio divino”, del reve-
rendo Moon, para llegar a la plena verdad.
5. Rechazan las doctrinas bíblicas de la Trinidad y la deidad de Jesucristo:
Los testigos de Jehová son unitarios negando la deidad de Cristo y la personalidad
del Espíritu Santo. Para ellos, Jesús es meramente una criatura creada por Dios y
el Espíritu Santo una fuerza impersonal y divina. Los mormones afirman que creen
en la Trinidad, pero para ellos, Jesús es sólo uno de muchos dioses que existen o
van a existir. Fue concebido mediante una unión sexual entre el Padre y una madre
celestial. Las teologías heréticas, tales como el modernismo, suelen considerar
que Jesús era un gran maestro pero no un ser eterno.
6. Cambian de tiempo en tiempo sus doctrinas y prácticas:
Los mormones en 1978 hicieron una nueva declaración, permitiendo que las per-
sonas de color pudieran ser iniciadas en los ritos secretos y gozar de los privilegios
de los mormones, algo que era prohibido anteriormente por los profetas mormo-
nes. Ellos también declararon que ya no era necesario practicar la poligamia. Los
testigos de Jehová han cambiado algunas veces la fecha de la segunda venida de
Cristo. El modernismo se halla en continuo cambio de doctrina y carece de un fun-
damento firme sobre el cual se basen sus conceptos.
introducción bíblica

7. Enseñan la salvación por obras:


Para las sectas no basta creer en Cristo a fin de ser salvos; es necesario tam-
bién cumplir sus rituales, seguir las indicaciones de sus líderes y, por lo general,
trabajar por la organización. Los testigos de Jehová, por ejemplo, enseñan que la
muerte de Jesús es eficaz solamente para la remisión de los pecados cometidos
antes de la conversión. Así niegan la verdad: “Por gracia sois salvos por medio de
la fe (…) no por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:8).

8. Algunas emplean engaño en sus actividades proselitistas:


Sectas como los testigos de Jehová y los mormones, incesantemente recorren mar
y tierra para hacer prosélitos, visitando casa por casa. Sus proselitistas están bien
preparados para su misión, conociendo perfectamente sus argumentos. Dan res-
puestas certeras a las preguntas de sus oyentes. No vacilan en disfrazarse como
evangélicos. Sutilmente buscan terreno común al comenzar su conversación con
la gente y no exponen sus doctrinas chocantes hasta que la persona evangelizada
haya sido plenamente convencida.

B. Las sectas más conocidas


1. El mormonismo:
La Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días se destaca por su desa-
rrollo asombroso, su actividad proselitista y su programa de construir hermosas 69
capillas en muchos países. En 1985 los mormones tenían 26.000 misioneros en
todo el mundo. Esta gran cantidad de misioneros se debe en parte al hecho de que
sus líderes animan a la juventud a dedicar dos años de su vida para la obra misio-
nera.
Establecido en 1830, el movimiento mormón consiste de tres organizaciones: La
Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días, con sede en Salt Lake City,
Utah (EEUU); la Iglesia Reorganizada de Jesucristo de los Santos de los Últimos
Días, con su sede en Independence, Missouri (EEUU); y la Iglesia de Cristo del Lote
del Templo con sede en Bloomington, Illinois (EEUU).
Los mormones se destacan por la sinceridad de su acción, su entrega y una vida
moral libre. Ponen mucho énfasis en la familia. Se ayudan mutuamente. El pro-
grama de bienestar social de su iglesia provee para los que están enfermos, sin
empleo o han perdido, por fallecimiento, al sustentador de la familia. Durante la
gran depresión en los EEUU, en los primeros años de la década de los años treinta,
ningún mormón sufrió hambre ni tuvo que recurrir a los centros de bienestar para
recibir alimentos. Practican su evangelio de buenas obras y forman una comunidad
bien unida. Uno de los secretos de su éxito es que los miembros diezman. La igle-
sia ha invertido mucho de su dinero en empresas industriales en los EEUU. Como
resultado, se calcula que sus acciones y bienes raíces deben ser medidos en miles
de millones de dólares.
instituto bíblico cita con la vida

a) José Smith y el nacimiento de la secta mormona:


La religión mormona comenzó con una supuesta revelación de dos miembros de la
Trinidad a José Smith, en el año 1820, en un bosque del estado de Nueva York. Este
joven de 14 años estaba orando, pidiendo que Dios le mostrara cuál secta protes-
tante tenía razón. Según su testimonio, “Jesucristo” contestó que “no debía unirme
a ninguna, porque todas estaban en error (...) que todos sus credos eran una abo-
minación a su vista”. En la revelación, también se le dijo que si él demostraba ser
digno, se restauraría por medio suyo la Iglesia original fundada por Jesucristo, y
que, según ellos (los dos miembros de la Trinidad), desapareció con la muerte de
los doce apóstoles, quedando la humanidad sin verdadera iglesia durante diecio-
cho siglos.
Transcurridos tres años, Smith recibió una visita de un mensajero angélico llama-
do Moroni. Le dijo que se hallaba “un libro escrito sobre planchas de oro, el cual
daba una relación de los antiguos habitantes de este continente (...) que en él se
encerraba la plenitud del evangelio eterno, el cual el Salvador lo había comunicado
a los antiguos habitantes”. Añadió: “Asimismo, junto con las planchas estaban de-
positadas dos piedras, en aros de plata, las cuales, aseguradas a un pectoral for-
maban lo que se llamaba el Urim y Tumim; que la posesión y uso de estas piedras
era lo que constituía a los ‘videntes’ de los días antiguos o anteriores, y que Dios las
había preparado para la traducción del libro”. Al día siguiente, Smith encontró las
planchas de oro y el Urim y Tumim, escondidos bajo una roca cerca de la aldea de
70 Manchester. Tres años después, sacó las planchas de su escondite y las llevó a su
casa. Copió el escrito y con la ayuda de las piedras mágicas (aparentemente usán-
dolas como anteojos), Smith tradujo los “jeroglíficos egipcios reformados” (los
egiptólogos dicen que no se conoce tal escrito). Un ángel les mostró las planchas a
algunos de los discípulos de Smith, convirtiéndolos en testigos. Uno de ellos, Mar-
tín Harris, sin embargo, confesó años después: “Las vi con ojos de la fe (...) estaban
cubiertas con un paño”. El resultado de la traducción fue “El libro de Mormón”.
En 1829, Juan el Bautista apareció supuestamente a Smith y Cowderly (un profe-
sor), confiriéndoles el sacerdocio aarónico. Profetizaron y se bautizaron el uno al
otro. En otra ocasión, Smith recibió el sacerdocio de Melquisedec, de las manos
de los apóstoles Pedro, Santiago y Juan. Así tenía autoridad de imponer las ma-
nos para comunicar el don del Espíritu Santo. Seis años después de establecer la
Iglesia de los Santos de los Últimos Días, Smith y Cowderly fueron supuestamente
visitados por el profeta Elías, que confirmó a Smith la autoridad de bautizar por los
muertos.
Los mormones iniciaron un éxodo hacia el oeste. En su camino fundaron algunos
pueblos, pero pronto eran expulsados. Finalmente, en 1847 y luego de recorrer
1.600 km, llegaron a un valle remoto y desolado. Allí fundaron Salt Lake City, que
hoy es la capital del estado de Utah y la sede internacional de la Iglesia de los San-
tos de los Últimos Días. En 1862, el Congreso de los Estados Unidos promulgó una
ley prohibiendo la práctica de la poligamia, pero los mormones la pasaron por alto
hasta 1890. Poco antes de esta fecha, la Corte Suprema apoyó la ley, decisión que
introducción bíblica

produjo el encarcelamiento de mil mormones y la separación de su organización


(se dice que Smith contaba con 27 mujeres y tenía 44 hijos).
b) El Libro de Mormón y su doctrina:
“El libro de Mormón” es para los seguidores de Smith una escritura inspirada divi-
namente, que se usa acompañada de la Biblia y de otros dos tomos, también sagra-
dos: “Las doctrinas y convenios”, que contiene las revelaciones del primer profeta
y sus sucesores, y que sirve para guiar el restablecimiento de la iglesia; y “La perla
de gran precio”, que contiene más revelaciones, traducciones y declaraciones de
su fundador.
Consideremos algunas de sus nociones:
• La doctrina acerca de Dios:
Los mormones creen en muchos dioses, que se hallan en orden progresivo, algu-
nos en una etapa más adelantada que otros. Enseñan que el mismo Dios una vez fue
hombre y que los hombres pueden llegar a ser dioses. Rechazan la espiritualidad
de Dios, pues afirman que Dios Padre posee un cuerpo de carne y hueso, tangible
como un hombre. José Smith dijo: “Dios fue una vez como nosotros somos ahora;
es un hombre exaltado que está sentado en el trono de los cielos más lejanos (...)
Digo que si lo vieran hoy, lo verían como un hombre, con una forma como la de
ustedes, con todo lo que es la persona, la imagen y la forma misma de un hombre
(…) Ustedes tienen que aprender a ser dioses, y a ser reyes y sacerdotes para Dios,
tal como lo han hecho todos los dioses antes que ustedes”. Sin embargo, la Biblia 71
enseña que hay un solo Dios, que es espíritu y que es eterno (Judas 25; Juan 1:1;
4:24). Aunque el Nuevo Testamento menciona los dioses e ídolos de los paganos,
señala claramente que son falsos y sin valor: “Sabemos que un ídolo nada es en el
mundo, y que no hay más que un Dios” (1 Corintios 8:4).
• Jesucristo:
Aunque los mormones aseveran que Cristo es divino, “el Señor Omnipotente”, “el
Padre Eterno” y “el Hijo de Dios”, su definición de estos títulos es muy diferente
de la de la doctrina ortodoxa. Creen que es “el Hijo literal y personal en la carne
de ese Ser exaltado que es Dios nuestro Padre”. Insinúan que el Padre le engen-
dró literalmente en la eternidad, de la misma manera como somos engendrados
nosotros, siendo Dios un ser corporal y teniendo una esposa celestial. En tono
irónico razonan: “Cuando se cree que Dios es impersonal, increado, incorpóreo,
incomprensible, desconocido, un ser místico de tres espíritus en uno que llena la
inmensidad, no es posible aceptarle como el Padre literal de Cristo”. Citan Colo-
senses 1:15, donde dice que Cristo fue el “primogénito de toda creación” y Romanos
8:29, donde dice que fue el “primogénito entre muchos hermanos”, para indicar
que Cristo era solamente uno de los “hijos espirituales del Padre” que “nacieron
en estado preterrenal”. Sin embargo, Juan 3:16 dice: “Porque de tal manera amó
Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito (único Hijo), para que todo aquel que
en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna”. Al nosotros recibir a Jesucristo
y creer en Él, formamos parte de la familia de Dios, es decir, somos coherederos
instituto bíblico cita con la vida

con Cristo. El Nuevo Testamento coloca a Cristo en el mismo nivel que el Padre.
El Verbo estuvo con Dios en el principio (Juan 1:1); era en forma de Dios (Filipen-
ses 2:6); decía que Dios era su propio Padre, haciéndose igual a Dios (Juan 5:18).
Nunca ha sido menos que Dios. Según el profeta mormón Brigham Young, al igual
que el ser celestial, el Cristo humano fue engendrado por la intervención física del
Padre, en Nazaret y no por el Espíritu Santo. Sin embargo, claramente Mateo 1:20
dice: “Y pensando él en esto, he aquí un ángel del Señor le apareció en sueños y le
dijo: José, hijo de David, no temas recibir a María tu mujer, porque lo que en ella es
engendrado, del Espíritu Santo es”.
• El hombre:
Según Smith, el hombre es un alma preexistente en el cielo, que toma un cuerpo al
nacer en este mundo. Puesto que los mormones creen en la preexistencia del alma
y la necesidad de estas almas para tomar forma humana, a fin de disfrutar poder
y gozo, conviene que los hombres practiquen la poligamia. Así pueden acelerar la
creación de cuerpos para la encarnación de los demás preexistentes. Sin embar-
go, en el huerto del Edén Dios creó la primera pareja, una mujer para un hombre.
Aunque el Antiguo Testamento permitía la poligamia, así como la esclavitud y otros
males, no la aprobaba. El Nuevo Testamento nos da la pauta, señalando que el
obispo debe “ser irreprensible, marido de una sola mujer” (1 Timoteo 3:2). Pablo
exhorta: “Cada uno tenga su propia mujer, y cada una tenga su propio marido” (1
Corintios 7:2). Con respecto a la doctrina mormona de que hay matrimonio en el
72 cielo, Jesús dijo: “Porque en la resurrección, ni los hombres se casarán ni se darán
en casamiento, sino serán como los ángeles de Dios en el cielo” (Mateo 22:30).
• La salvación:
Aunque los mormones dicen que “somos salvos por gracia”, su concepto de gracia
no es el de la Biblia. El plan de salvación, según el mormonismo, consiste en lo
siguiente: fe en Cristo (las doctrinas mormonas), arrepentimiento, bautismo por
inmersión en agua para la remisión de pecados (administrado por alguien del sa-
cerdocio aarónico), el recibir el Espíritu Santo por la imposición de manos, el obe-
decer las leyes y ordenanzas del mormonismo y el perseverar en la fe hasta el fin.
Los hombres pueden llegar a ser dioses, pues en una etapa de su desarrollo, todos
los dioses eran hombres. Éstos fueron creados como espíritus en el cielo, vivieron
en la tierra para recibir cuerpos y pasar por un período de prueba; luego fueron
exaltados a la deidad. La vida humana es sólo una etapa en el proceso de llegar a
ser dioses.
Nosotros sabemos que la salvación es sólo por la gracia de Dios (su favor inmere-
cido) y recibida sólo por la fe: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y
esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
(Efesios 2:8-9); “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe sin las obras
de la ley” (Romanos 3:28). El bautismo en agua es un testimonio de que ya somos
salvos; no quita “las inmundicias de la carne” sino es “la aspiración de una buena
conciencia hacia Dios” (1 Pedro 3:21). Las buenas obras son los frutos de la salva-
ción, la evidencia de que somos hijos de Dios (Romanos 8:14). Debemos rechazar la
introducción bíblica

noción mormona de que la salvación es universal y de que no habrá castigo eterno.


Jesús mismo afirma: “E irán estos (los egoístas que son indiferentes al padeci-
miento de su prójimo) al castigo eterno, y los justos a la vida eterna” (Mateo 26:46).
Como evangélicos tampoco aceptamos la idea mormona de que toda persona que
muere pecadora tendrá la segunda oportunidad de arrepentirse y ser salva. La Bi-
blia dice: “Está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después
de esto el juicio” (Hebreos 9:27).
• La escatología:
Los mormones creen que Cristo vendrá otra vez para establecer su gobierno en
dos capitales: la vieja Jerusalén en Palestina y la nueva Jerusalén en Indepen-
dence, Missouri, EEUU. Los judíos serán reunidos en Palestina y los mormones en
Missouri; lo demás de la humanidad sufrirá el juicio de Dios. Desde las dos capita-
les, Jesús reinará sobre el mundo durante mil años. Será una oportunidad para la
conversión de todos los que todavía no hayan aceptado el evangelio mormón.
Los mormones enseñan que habrá tres cielos: el telestial, el terrenal y el celes-
tial. Se reserva el más bajo, el telestial, para los que han rechazado el evangelio
y se encontrarán en el infierno cuando suceda la resurrección; el terrenal, para
los cristianos que no hayan aceptado el mensaje mormón o los mormones que no
hayan cumplido los requisitos de la iglesia, y los hombres de buena voluntad, pero
que todavía sean inconversos; y el celestial para los que han tenido sellado eterna-
mente su matrimonio y los que están en la etapa de llegar a ser dioses.
73
2. Los Testigos de Jehová:
Si uno le pregunta a un testigo de Jehová acerca de cómo y cuándo tuvo comienzo
su movimiento, le diría que no es de origen humano, pues se remonta a más de
cuatro milenios antes de Cristo. Afirmaría que Abel fue el primer testigo de Jeho-
vá; luego habría muchos más: Enoc, Noé, Abraham, Moisés, los profetas y aun el
mismo Jesucristo. La secta, sin embargo, tuvo su verdadero principio en la octava
década del siglo XIX. Su origen y desarrollo se debe a la obra de dos personas:
Carlos Taze Russell y José Franklin Rutherford, los cuales fueron respectivamente
profetas y caudillos de las primeras dos etapas de su historia.

a) Carlos Russell y José Rutherford; el nacimiento de la secta de los Testigos de


Jehová:
Russell llegó a creer que tanto las doctrinas del catolicismo romano como las del
protestantismo eran erradas, y empezó a forjar su propia teología. En el año 1872,
celebraba clases de estudio fuera de las iglesias, recalcando en especial la doctri-
na de la segunda venida. Llegó a la conclusión de que Cristo establecería su reino
milenial en 1914. En vista de esto, vendría en forma espiritual en 1874, para hacer
una obra preparatoria. En 1879 Russell comenzó a publicar la revista “La atalaya
de Sión y heraldo de la presencia de Cristo” (actualmente, “Atalaya”). La primera
edición contaba con un tiraje de 6.000 copias, algo insignificante comparado con el
actual tiraje mensual de más de 18.000.000 en 106 idiomas. Del año 1880 en ade-
instituto bíblico cita con la vida

lante, el movimiento llegó a ser muy activo en divulgar sus doctrinas en muchos
países. El fundador mismo escribía y viajaba incesantemente. Se dice que viajó
más de 1.600.000 km, predicó 30.000 sermones y escribió 50.000 páginas. Entre
1886 y 1904, Russell escribió los seis volúmenes de los “Estudios de las Escritu-
ras”. En ellos se planteaba lo que ha continuado, básicamente, como la teología de
los testigos de Jehová. Sus seguidores lo estimaban como un profeta inspirado de
los últimos tiempos e intérprete por excelencia de Las Escrituras. Para ellos sus
libros llegaron a ser una segunda Biblia o una interpretación infalible de ésta.
Russell persuadía a muchas personas, especialmente mujeres a punto de morir,
a entregarle sus bienes para la propagación del mensaje del “reino”. En 1897 su
esposa le abandonó y obtuvo la separación legal en 1906. Fingía ser un teólogo
preparado, pero fue expuesto por los escritos del reverendo Ross, un pastor bau-
tista, el cual negaba sus doctrinas y su erudición. Russell le llevó al tribunal por
difamación. Durante el juicio, el fundador de los Testigos de Jehová cometió per-
jurio al afirmar bajo juramento que él conocía el alfabeto griego y no pudo decir
los nombres de las letras cuando se le mostraron en el tribunal. Al morir Russell
en 1916, José F. Rutherford, un abogado de gran capacidad, tomó las riendas de la
organización. Heredó una crisis grave en el movimiento. Russell había profetizado
que Jesucristo volvería en 1914 o poco después, pero no se cumplió su profecía.
Rutherford reunió hábilmente a sus desilusionados seguidores, al “descubrir” en
1921 que Cristo había regresado invisible en 1914 y había comenzado a purificar su
templo en 1918. También el sucesor de Russell recibió el nuevo nombre para los
74 seguidores: “Los Testigos de Jehová”. Este nuevo nombre hacía énfasis en la tarea
que se imaginaban tener y les ayudó a quitarse el apodo de “ruselistas”, algo que
deseaban ardientemente perder.
Los testigos de Jehová ponen mucho énfasis en la literatura. Rutherford escribió
veintidós libros y echó las bases de los estudios dogmáticos que caracterizan al
movimiento. Tal vez el logro más importante de Rutherford fue inaugurar una in-
tensa campaña de visitación de casa en casa, en la cual se animaba a todos a que
participaran. Como resultado de su celo y dedicación a evangelizar, tienen misio-
neros en más de 140 países, han visitado casi todas las casas y departamentos
de las grandes urbes de este planeta y cuentan con más de 4.000.000 de adeptos.
Sin embargo, evangelizan atacando despiadadamente a todas las otras creencias
y siembran odio hacia su clero. Por lo mismo, han sufrido más persecuciones que
cualquier otra secta.
b) Su doctrina:
• Niegan la trinidad y la deidad de Jesucristo:
Según los testigos de Jehová, Dios no es trino sino una sola persona: “Jehová”.
Niegan la deidad de Cristo, afirmando que fue la primera criatura que Dios creó
y que sólo fue un profeta. Sin embargo, durante su tiempo en la tierra, Cristo era
más que un hombre perfecto. Por profecía, él fue llamado “Emanuel” (Isaías 7:14).
Notemos que el nombre no significa “Hombre perfecto con nosotros”, sino “Dios
con nosotros”. Para ellos, además, el Espíritu Santo es una fuerza impersonal, una
introducción bíblica

influencia que emana de Dios. Sin embargo, Él habla (1 Timoteo 4:1), puede ser con-
tristado (Efesios 4:30), puede ser tentado mintiéndole (Hechos 5:3, 9), puede ser
apagado (1 Tesalonicenses 5:19), guiaba a los apóstoles a toda verdad (Juan 16:13),
y glorifica a Cristo, tomando las cosas suyas y haciéndonoslas saber (Juan 16:14).
Se coloca al nivel y dignidad de las otras personas de la trinidad, en la fórmula
bautismal (Mateo 28:19).

• Niegan la encarnación de Jesucristo:


Aseveran que Jesús fue un hombre perfecto, pero nada más que un hombre.

• Niegan la resurrección corporal de Jesucristo:


Puesto que los testigos de Jehová enseñan que el hombre no tiene alma o espíritu,
sino es un alma, aseveran que no existió Jesús en ninguna forma en los tres días
que transcurrieron entre su muerte y resurrección. Luego fue resucitado como
un espíritu. Citan 1 Pedro 3:18 para comprobar esta doctrina: Cristo “siendo a la
verdad muerto en la carne, pero vivificado en espíritu”. Sin embargo, Jesús dijo
después de resucitar: “Mirad mis manos y pies, que yo mismo soy: palpad y ved;
porque un espíritu no tiene carne y huesos, como veis que yo tengo” (Lucas 24:39).
Russell imaginó que el Padre quitó el cuerpo de Jesús de la tumba para que los
discípulos supiesen que había resucitado. Un conocido evangelista, comenta: “Los
sumo sacerdotes inventaron la mentira de que los discípulos lo hurtaron, para en-
gañar a la gente. Ahora viene Russell con una mentira mayor, que Dios lo hurtó 75
para engañar a los discípulos”.
• Enseñan que la salvación es principalmente por obras:
En la teología de los ruselistas, la salvación no es una dádiva de Dios provista por la
expiación de Cristo. Russell dice que el “rescate por todos” que ofreció “el hombre
Cristo Jesús, no da ni garantiza vida eterna”. Los testigos de Jehová sienten cons-
tante presión y un miedo mortal de ser rebajados a la clase de “siervos malos”,
por no trabajar suficientemente en vender su literatura y predicar a los “gentiles”.
Piensan que ganan la vida eterna dedicándose a propagar su fe. Pero la Palabra de
Dios dice: “El que tiene al Hijo, tiene la vida” (1 Juan 5:12); “Vosotros sois completos
en él (Jesucristo)” (Colosenses 2:10); “Ninguna condenación hay para los que están
en Cristo Jesús” (Romanos 8:1); “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”
(Efesios 2:8:9).
Los Testigos de Jehová creen que habrá una segunda oportunidad para ser salvos
después de la muerte. Sin embargo, “está establecido para los hombres que mue-
ran una sola vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27). Debemos rechazar la
enseñanza de que los inconversos serán resucitados antes del milenio y tendrán
cien años para aceptar la doctrina de los testigos de Jehová, pues los pecadores
serán resucitados después del milenio (Apocalipsis 20:5), y serán juzgados inme-
diatamente (Apocalipsis 20:11-15).
instituto bíblico cita con la vida

A diferencia de los Testigos de Jehová, creemos que todos los creyentes serán re-
sucitados corporalmente y que no serán divididos en dos grupos como ellos creen:
“la manada pequeña” (144.000 o la iglesia de seres espirituales), y “la gran multi-
tud” o “las otras ovejas”, que serán resucitados corporalmente y se reproducirán
en la tierra, durante toda la eternidad. Debemos saber que la Iglesia del Señor
consiste en todos “los santificados en Cristo Jesús, llamados a ser santos con to-
dos los que en cualquier lugar invocan el nombre de nuestro Señor Jesucristo,
Señor de ellos y nuestro” (1 Corintios 1:2).
• Niegan el castigo eterno:
Según la doctrina de Russell y Rutherford, el infierno consiste en los sufrimientos
experimentados en esta vida. Se identifica también el infierno o Hades con el se-
pulcro, negando así el castigo eterno para los impíos. Sin embargo, aunque el lugar
denominado “Seol” en el hebreo y “Hades” en el griego, significa a veces sepulcro
o muerte, también se refiere a la morada de los espíritus de los difuntos (Deute-
ronomio 32:22; Isaías 14:9,11,15; Job 38:17; 1 Pedro 3:18-20). Todos los espíritus de
los muertos solían ir a este lugar pero, desde la resurrección, los espíritus de los
creyentes que mueren en Cristo van directamente al cielo, para estar con Cristo
(Juan 14:2-3; 17:24; 2 Corintios 5:8; Filipenses 1:23). Desde entonces no hay redi-
midos en el Hades, sino solamente injustos, esperando el día del juicio. También
existe el “infierno” (el Gehena), el lugar de tormento donde serán arrojados los
hombres reprobados y los espíritus malignos. El Señor habla de Gehena en tér-
76 minos solemnes y terribles (Mateo. 5:22, 29, 20; 10:28; 18:19; Lucas 12:5; Santiago
3:6). Parece ser sinónimo del “horno de fuego” de Mateo 13:42; del “lago de fuego”,
de Apocalipsis 19:20; 20:10, 14, 15 y de la “perdición”, de Apocalipsis 17:8,11.
• Enseñan que solamente los testigos de Jehová constituyen el pueblo de Dios;
los demás, son seguidores del diablo:
Para ellos, la gran ramera de Apocalipsis 17 es tanto la religión organizada como
los paganos, la parte visible y directa entre la humanidad y los demonios invisibles.
Atacan crudamente a la iglesia de Roma y al clero evangélico, pero ellos se sienten
mártires cuando la gente los rechaza.
• Consideran que es pecado saludar la bandera de su respectivo país, servir en
las fuerzas armadas o recibir trasfusiones de sangre:
Cualquier bandera nacional es el símbolo o imagen del poder soberano de esa na-
ción. El saludar la bandera de cualquier nación es un acto que le atribuye salvación
a la bandera y a la nación que representa. Los testigos de Jehová ven un paralelo
entre su actitud hacia la bandera nacional y la de los tres amigos de Daniel, los
cuales rehusaron inclinarse ante la imagen erigida por Nabucodonosor. El negarse
a votar en elecciones, servir en puestos políticos o en las fuerzas armadas, es la
consecuencia de atribuir los gobiernos de este mundo a la actividad y dominio de
demonios. Sin embargo, nosotros creemos que Dios ha establecido gobiernos y
que los magistrados no son instrumentos del diablo, sino que son “servidores de
Dios para nuestro bien” (Romanos 13:1-7). Ellos también se oponen a las transfu-
introducción bíblica

siones de sangre, citando con literalismo algunos pasajes del Antiguo Testamento,
que prohíben el ingerir sangre, tal como Levítico 17:14: “No comeréis la sangre de
ninguna carne, porque la vida de toda carne es su sangre”. Piensan que es alimen-
tarse de sangre pero en realidad se prohíbe “comer” sangre animal en la Biblia
porque la sangre era el medio de hacer expiación (Levítico 17:11). No tiene nada que
ver con las transfusiones modernas.
• Presentan profecías que no se cumplen:
Algunas son:
a) 1889: “La batalla del gran día de dios todopoderoso, que terminará en 1914
con el derrocamiento total del presente gobierno terrenal, ya ha comenzado”
(“El tiempo está cerca”, página 101).
b) 1917: “En el año 1918, cuando Dios destruya a la gran mayoría de las iglesias
y sus miembros por millones, sucederá que cualquier escapatoria será a tra-
vés de las obras de Russell” (“Ministerio concluido”, página 485).
c) 1918: “Confiadamente podemos esperar que el año 1925 marcará el retomo
de Abraham, Isaac y los fieles profetas de la antigüedad, a una condición de
perfección humana” (“Millones que ahora viven nunca morirán”, página 89).
d) 1966: “En 1975 (al terminar el otoño) finalizará el sexto día de mil años de la
existencia del hombre. No será por mera casualidad o accidente, sino que será
de acuerdo al tierno propósito de Jehová Dios, para que el reinado de Jesu-
cristo se desarrolle en forma paralela al séptimo milenio de la existencia del
hombre” (“Vida eterna en libertad”, página 89). 77
e) 1968: “La batalla de Armagedón habrá finalizado en el otoño de 1975. Puede
haber una diferencia de semanas o meses, pero nunca de años” (“¿Por qué
aguardan 1975?”,
15-08-1968).

Según sus otras profecías referentes al año 1975, tres más acontecimientos estre-
mecedores debieran de haber tomado lugar, los cuales nunca sucedieron:

» La aniquilación de la Iglesia Católica Romana y las demás iglesias opuestas a


la obra de los testigos de Jehová.
» La destrucción de los poderes políticos.
» El comienzo del milenio en la tierra.

3. El espiritismo y ocultismo:
Dios expresa su actitud hacia toda práctica espiritista y de la magia: “No sea halla-
do en ti quien haga pasar a su hijo o a su hija por el fuego, ni quien practique adivi-
nación, ni agorero, ni sortílego, ni hechicero, ni encantador, ni adivino, ni mago, ni
quien consulte a los muertos. Porque es abominación para con Jehová cualquiera
que hace estas cosas, y por estas abominaciones Jehová tu Dios echa estas nacio-
nes de delante de ti” (Deuteronomio 18:10-12). Según este pasaje, estas prácticas
son condenadas y prohibidas categóricamente. El pueblo de Dios no ha de recurrir
instituto bíblico cita con la vida

a semejantes practicantes de lo oculto para recibir información, dirección o reve-


lación. Más bien, debe escuchar a los verdaderos mensajeros de Jehová, los profe-
tas (Deuteronomio 18:14-22). Además, se prohíbe que los israelitas sean agoreros
o adivinos (Levítico 19:26b). Dios mismo amenaza al que acuda a “encantadores
o adivinos”; pondrá su rostro contra tal persona, y la cortará de entre su pueblo
(Levítico 20:6).
Los espiritistas creen que pueden comunicarse con el mundo de los muertos, sin
embargo, la parábola del rico y Lázaro (Lucas 16:19-31) indica que los difuntos no
pueden comunicarse con los vivos; porque están en el Hades, la habitación o cár-
cel de los muertos. Ahora los creyentes, al morir, van directamente al cielo para
“estar con Cristo” (Filipenses 1:23) y “descansar de sus trabajos” (Apocalipsis
14:13). Allí esperan el día de la resurrección. Pero, dicen los espiritistas, el espí-
ritu desencarnado del profeta Samuel que se le apareció a la adivina de Endor es
una muestra de que Dios aprueba la comunicación con los espíritus del más allá
(1 Samuel 28:3-25). La Biblia dice claramente: “Samuel dijo a Saúl” (versículo 15).
Admitimos que tienen razón. Hasta el mensaje mismo del espíritu de Samuel era
conforme a la Palabra divina. Sin embargo, hay ciertas indicaciones de que Dios
envió a Samuel a Saúl en una misión especial, para pronunciarle a éste su justo
castigo; de manera que fue una excepción a la regla general. Lo que vio la pitonisa
era algo insólito, algo que le espantó. No era como las otras consultas a los espí-
ritus. Además, Samuel protestó por ser inquietado, teniendo que volver a la tierra
(1 Samuel 28:15).
78
4. La astrología:
El término proviene del griego “astron” (astro) y “logos” (discurso). Es el arte de
la adivinación, que pretende explicar y predecir el curso de los acontecimientos
terrenales, observando los movimientos de los planetas. Según los astrólogos,
el temperamento, la personalidad, las inclinaciones psíquicas y aun el destino de
cada persona, dependen del astro zodiacal bajo el cual nace, y de los aspectos de
los planetas. Sin embargo, la Biblia habla categóricamente contra la práctica de
este arte.
En los tiempos antiguos, la astrología era una forma de idolatría y adivinación,
las cuales eran terminantemente prohibidas en la Biblia. Moisés exhorta a los he-
breos: “No sea que alces tus ojos al cielo, y viendo el sol y la luna y las estrellas, y
todo ejército del cielo, seas impulsado, y te inclines a ellos y les sirvas” (Deutero-
nomio 4:19). El profeta Isaías señala la tontería de buscar ayuda en los astrólogos
de su época: “Comparezcan ahora y te defiendan los contempladores de los cielos,
los que observan las estrellas, los que cuentan los meses, para pronosticar lo que
vendrá sobre ti. He aquí serán como tamo; fuego los quemará, no salvarán sus
vidas del poder de la llama” (Isaías 47:13-14).
Como evangélicos, no debemos acudir a la astrología, porque ésta es una forma de
ocultismo; proviene de antiquísimas religiones paganas y todavía es sólo una su-
perstición, sin fundamentos científicos y racionales. Los espiritistas emplean este
arte como un medio de adivinar. La astrología, al igual que otras formas de adivina-
introducción bíblica

ción, es un sustituto directo de la Biblia y de la dirección del Espíritu Santo. No son


los astros sino Dios quien gobierna el universo. Los cuerpos celestes no son men-
sajeros de Dios, como enseñan los astrólogos, sino anunciadores de su existencia,
poder y sabiduría (Salmo 19:1: “Los cielos cuentan la gloria de Dios”). Además,
la astrología presenta un concepto inadecuado del hombre. Según los astrólogos,
si el zodíaco determinara los eventos, entonces serían falsas las doctrinas bíbli-
cas del libre albedrío y la responsabilidad del hombre. La astrología es una vasta
empresa comercial, que se aprovecha de la curiosidad de conocer el futuro, de la
inseguridad y de la angustia del hombre.
5. Satanismo:
Aunque todas las prácticas ocultistas son diabólicas, hay cultos explícitamente sa-
tánicos. En general, los satanistas son grupos que rinden culto a Satanás, se dedi-
can a las artes mágicas (especialmente a la magia negra), y el deseo en todas las
formas pasionales, el desorden y la perversión. Los satanistas son diferentes de
los espiritistas en su reconocimiento de Satanás, su entrega y culto a él.
6. La Nueva Era:
La Nueva Era, obviamente, no es una iglesia ni una secta herética del cristianismo,
pues no forma congregaciones ni enseña ninguna doctrina de la Biblia. Más bien,
es un movimiento de personas que creen que el mundo ha llegado a la Era de Acua-
rio, la cual se caracterizará por la paz universal e iluminación de las masas. Los
adherentes de la Nueva Era toman en serio las ideas de la historia según los sig-
79
nos zodiacales. Para los astrólogos, el desplazamiento astronómico del equinoccio
vernal (punto de primavera del sol), que cada dos mil años aproximadamente tras-
lada de una constelación a otra en el zodíaco, es interpretado como algo decisivo
para el destino de la tierra. Sin embargo, los cristianos esperamos la segunda ve-
nida del Señor Jesucristo y no la Era de Acuario. Esta Segunda venida inaugurará
la verdadera nueva era de justicia y paz universales.
Bajo el rótulo de Nueva Era se encuentran los practicantes de técnicas relaciona-
das con la salud, la alimentación, las psicoterapias nuevas, el desarrollo mental, la
parasicología, el autoconocimiento, la meditación oriental y las prácticas místicas.
Los practicantes de esta secta rechazan los conceptos del cristianismo prefiriendo
los del hinduismo, el confucionismo y el taoísmo. En este movimiento se realiza
una síntesis de religiones orientales, seudociencia, humanismo, astrología y es-
piritismo. Así comprende la clarividencia, la hipnosis, la telepatía, las ideas sobre
los Ovnis, los ejercicios de yoga y las nociones reencarnacionistas. Recalcan el
pensamiento positivo y aceptan las profecías y revelaciones de los médiums lla-
mados “channelers” (canales).
Este movimiento multiforme en que las ideas y tendencias continuamente reno-
vadas se entrecruzan y contraponen, constituye una corriente en constante creci-
miento. Suma miles de actividades y varios millones de simpatizantes en todo el
mundo. En la década de los años sesenta, el movimiento hippie preparó el camino
para la Nueva Era. Muchos de los adeptos de ésta han adoptado las características
instituto bíblico cita con la vida

distintivas de la subcultura hippie, tales como el antimaterialismo, que recalca la


vida sencilla; los intentos de desarrollar comunidades utópicas; el enaltecer la na-
turaleza; el rechazar la moralidad tradicional (aunque la Nueva Era no propone el
sexo libre); y la fascinación con el ocultismo.

La reencarnación, el karma y el concepto panteísta:


Puesto que la Nueva Era rechaza las doctrinas cristianas (la salvación mediante la
expiación hecha por Jesucristo, la resurrección, el juicio final, el cielo y el infierno),
adopta otro método, el karma del hinduismo. Se debe entender la reencarnación
como el paso necesario a la doctrina del karma. Si no fuera por el karma, la noción
de la reencarnación no tendría fundamento en que apoyarse.
¿Qué es el karma? Este término se refiere a la deuda acumulada contra el alma,
como resultado de acciones buenas o malas, cometidas durante la vida o las vidas
anteriores. Si uno acumula buen karma, será reencarnado en condiciones mejores,
pero si acumula mal karma, será reencarnado en condiciones peores. Los hindúes,
en la India, enseñan que el alma que no se comporta bien (acumula karma malo),
probablemente será reencarnado en una vaca o aun en un insecto repugnante,
como una araña. Pero, los teólogos de la Nueva Era limitan las reencarnaciones
a seres humanos; no enseñan que las almas de los muertos serán reencarnadas
en animales, plantas o insectos. Así que, la doctrina del karma enseña que toda
alma abre paso en su camino hacia la perfección, basándose en la superación de
80 las imperfecciones de las vidas pasadas. Dado que nadie es perfecto en esta vida,
es necesario que cada alma pase por muchas vidas, posiblemente de treinta hasta
cincuenta, para alcanzar esta meta.
La Nueva Era también defiende el concepto panteísta de que todo es uno y que todo
es Dios. En contraste, la Biblia enseña que Dios está tanto dentro de su universo
como por encima de éste, tiene esencia e identidad distintas de la creación, es
Creador de todo salvo del mal, el cual entró en el universo cuando pecaron Adán y
Eva. Aunque hecho a la imagen de Dios, el hombre no es una parte de Dios sino un
ser aparte. Sin embargo, el Espíritu de Dios mora en el creyente y éste puede ser
un participante de la naturaleza divina en el sentido moral. El cristianismo rechaza
la Nueva Era, porque ésta sostiene que Dios no es personal, sino una fuerza cós-
mica. Además, deidifica al hombre, rebaja a Cristo, promueve el contacto con los
demonios, relativiza la moralidad y reduce la religión al panteísmo y misticismo
orientales.

C. Otras religiones
Las siguientes no deben ser clasificadas como sectas falsas porque son esencial-
mente cristianas en sus doctrinas. Sin embargo, promulgan ciertas enseñanzas
ajenas a las de la Biblia.
introducción bíblica

1. El Adventismo del Séptimo Día:


Los adventistas sostienen casi todas las doctrinas “esenciales” de los evangélicos.
Felizmente, han abandonado la enseñanza de Elena de White (la fundadora de los
Adventistas del Séptimo Día) de que el segundo macho cabrío, el cual fue soltado
en el desierto en el día de la expiación del Antiguo Testamento (Levítico 16:22, 26),
simboliza a Satanás, sufriendo el castigo de nuestros pecados. En todo caso difie-
ren en algunas doctrinas secundarias, como las siguientes:
a) La idea de que es obligatorio observar el séptimo día de la semana como el día
de reposo:
Según los adventistas del séptimo día, es pecado observar el día de descanso en
cualquier otro día de la semana, “porque Dios en el principio, apartó el séptimo día
de la semana como un memorial perpetuo de su poder creativo”. El Nuevo Testa-
mento no le da la misma importancia que da a los otros mandamientos del código
mosaico. Jesús lo colocó en el mismo nivel que las leyes ceremoniales, las cuales
pertenecen al antiguo pacto y son caducas. Se refirió al incidente en que David, al
huir de Saúl, obligó al sumo sacerdote a entregarle los panes santos ofrecidos a
Dios, panes que sólo podían comer los sacerdotes. Luego explicó que “el día de re-
poso fue hecho por causa del hombre, y no el hombre por causa del día de reposo”
(Marcos 2:23-27; 1 Samuel 21:1-6). Parece que Pablo también indica que ocupa un
lugar entre las observancias ceremoniales: “Por tanto, nadie os juzgue en comida
o en bebida, o en cuanto a días de fiesta, luna nueva o días de reposo, todo lo cual
es sombra de lo que ha de venir” (Colosenses 2:16-17). En ningún lugar del Nuevo 81
Testamento, ni Jesús ni los apóstoles, repiten este precepto, aunque sí enseñan
muchas veces los otros nueve mandamientos. Además, Jesús resucitó de entre los
muertos el primer día de la semana, el cual la iglesia primitiva lo llamaba “el día
del Señor” (Apocalipsis 1:10) y lo celebraba como día de reposo y culto. El Nuevo
Testamento hace referencia a esta costumbre. En Troas los cristianos se reunían
para el culto “el primer día de la semana” (Hechos 20:6-7) y Pablo instruyó a los
creyentes de Corinto: “Cada primer día de la semana, cada uno de vosotros ponga
aparte, según haya prosperado” (1 Corintios 16:2).
b) La doctrina del juicio investigador llevado a cabo por Cristo en el santuario
celestial:
Antes del día de “la gran desilusión” (Guillermo Miller, pastor bautista, predijo que
Cristo volvería a la tierra en 1843), los adventistas habían interpretado “el san-
tuario”, de Daniel 8:14, como la tierra que sería purificada por Cristo en “el día de
Jehová, grande y terrible” (Malaquías 3:1-5; 4:5). Cuando no apareció Cristo en la
fecha anunciada por Miller, el anciano Hiram Edson (un seguidor de Miller) reinter-
pretó el término “santuario”. Ya no se refería a la tierra sino a un templo celestial.
Según él, existe un tabernáculo literal en el cielo, en el cual Jesús, el sumo sacer-
dote celestial, oficia literalmente como su contraparte solía hacer en el período del
Antiguo Testamento. En primer lugar, es obvio que tanto Miller como Edson no apli-
caron las reglas de interpretación bíblica cuando interpretaron respectivamente
instituto bíblico cita con la vida

Daniel 8:14, pues pasaron por alto el contexto de este versículo (Daniel 8:9-13). El
profeta no habla de Cristo y su venida o su obra de purificación sino del rey sirio
Antíoco IV llamado Epífanes. Éste se apoderó de Palestina en el 175 a.C. y procuró
imponer el paganismo sobre los judíos. Puesto que ellos le resistieron, se desató
una encarnizada persecución para destruir la fe hebrea.
c) Lecciones que podemos aprender estudiando el adventismo:
• Es inútil tratar de determinar fechas de los acontecimientos finales:
Guillermo Miller debiera haber tomado en serio las palabras de Jesús referentes
a su retorno: “Pero del día y la hora nadie sabe, ni aun los ángeles de los cielos,
sino sólo mi Padre” (Mateo 25:36); “No os toca a vosotros saber los tiempos o las
sazones, que el Padre puso en su sola potestad” (Hechos 1:7).
• No debemos basar doctrinas sobre profecías actuales ni interpretar enseñan-
zas bíblicas por profecías en la iglesia:
Dios inspiró a los apóstoles para registrar la doctrina, haciéndolos recordar lo que
Él había dicho, y guiándolos a toda verdad. Los profetas del Nuevo Testamento y del
presente no son fuentes de doctrina, sino hablan “a los hombres para fortalecer-
los, animarlos y consolarlos” (1 Corintios 14:3). En el caso de la señora de White,
vemos lo que parecía un auténtico “don” de profecía en una creyente espiritual y
sincera. Pero es obvio que algunas de sus revelaciones no están de acuerdo con la
sana interpretación de la Biblia. Un escritor inspirado nos amonesta: “Amados, no
82 creáis a todo espíritu, sino probad los espíritus si son de Dios” (1 Juan 4:1).
• Debemos emplear los principios de la hermenéutica para interpretar correcta-
mente Las Sagradas Escrituras:
Si Guillermo Miller e Hiram Edson hubieran considerado el contexto y la situación
histórica de Daniel 8:14, nunca habrían considerado ese texto como una posible
fecha del retorno de Cristo.

2. El Catolicismo:
La cristiandad en general está dividida en tres grandes ramas: el catolicismo ro-
mano, la Iglesia Ortodoxa y el protestantismo. De las tres divisiones, la Iglesia
Católica Romana es la más grande. Aunque las filas de fieles del catolicismo del
nuevo mundo tienden a menguar en número y el movimiento evangélico haya teni-
do un crecimiento espectacular en los últimos tiempos, éste último todavía no ha
alcanzado en tamaño e influencia a dicho grupo. También la cultura hispánica está
impregnada con el pensamiento católico romano. El catolicismo en América Latina
se destaca no sólo por su preocupación religioso-cultural, sino también social y
asistencial. Ejerce una influencia moral, especialmente en conservar la familia, y
sobre todo, es el gran defensor de los derechos humanos.
Los católicos y evangélicos tienen en común muchas doctrinas: ambos aceptan la
Biblia como la Palabra de Dios, sostienen los mismos credos que se remontan a los
primeros cinco siglos de la era cristiana, creen en las doctrinas de la Trinidad, la
introducción bíblica

deidad de Jesucristo, su nacimiento virginal, su expiación del pecado y la existen-


cia del infierno y del cielo.
A continuación, veremos algunos de los puntos más importantes del catolicismo:
a) La autoridad:
Los protestantes conservadores aceptan la Biblia como la única fuente de reve-
lación y autoridad divina. En contraste, la Iglesia Católica Romana asevera que
la verdad revelada se encuentra tanto en Las Escrituras como en las tradiciones
no escritas, tales como las doctrinas referentes a los santos. Los reformadores,
como Lutero y Calvino, distinguen entre la tradición apostólica y la postapostólica:
la anterior se refiere a los escritos del Nuevo Testamento (1 Tesalonicenses 2:13)
y la postapostólica a la enseñanza humana. Ésta debe ser recibida sólo cuando no
contradice la anterior. Así que, para los evangélicos, sólo la Biblia es la suprema
regla de doctrina y práctica; la tradición acrecentada a través de los siglos es fali-
ble y a menudo no está de acuerdo con Las Escrituras.
b) La salvación:
Según la doctrina católica hay tres medios que efectúan la salvación: sacramentos,
fe y obras. La teología católica enseña que las obras del fiel desempeñan un papel
muy importante en la salvación. En contraste con la doctrina de Roma, los evan-
gélicos señalan que la justificación consiste en el acto de Dios por el cual declara
aceptos ante Él a quienes creen en su Hijo. No es una mezcla de gracia y obras o un
proceso por el cual Dios haga piadosos a los pecadores y luego los acepte. Es un 83
acto instantáneo en que Dios perdona los pecados e imparte al creyente la justicia
divina provista por la muerte de Cristo. No depende de méritos humanos sino de
pura gracia recibida por la fe.
El apóstol Pablo asevera: “Concluimos, pues, que el hombre es justificado por fe
sin las obras de la ley” (Romanos 3:28), e ilustra la doctrina citando del Antiguo
Testamento: “Creyó Abraham a Dios, y le fue contado por justicia” (Romanos 4:3).
c) Los sacramentos:
El principio sacramental es una de las características más importantes de la Igle-
sia Católica Romana. El sistema llegó a su completo desarrollo en la Edad Media
cuando se fijó la cantidad de sacramentos en siete: el bautismo, la confirmación,
la eucaristía, la penitencia, la extremaunción, el matrimonio y el orden sacerdotal.
Se definen tradicionalmente como “signos sensibles y eficaces instituidos por Je-
sucristo para conferir la gracia divina”, es decir, sirven como canales mediante los
cuales fluyen los méritos de Cristo a las personas receptoras. Hay dos categorías
de sacramentos: los de vivos y los de muertos. Los sacramentos de muertos (el
bautismo y la penitencia) se llaman así porque dan la vida sobrenatural al alma
que carece de ella, que está muerta por el pecado, sea original o actual. Los sacra-
mentos de vivos (la confirmación, la eucaristía o misa, la extrema unción, el orden
sacerdotal y el matrimonio) toman este nombre porque aumentan la gracia al alma
que ya goza de la vida sobrenatural. Los evangélicos practican ciertos ritos en sus
cultos pero reconocen que sólo dos (el bautismo y la Santa Cena) son sacramen-
instituto bíblico cita con la vida

tos, o sea, actos religiosos instituidos por el Señor a fin de santificar a los fieles.
Su definición de ellos coincide con la de San Agustín: “Una palabra visible o signo
exterior y visible de una gracia interior y espiritual”.
d) La mariología:
La veneración de la virgen María es uno de los rasgos prominentes del culto cató-
lico romano. El término mariología se refiere a la totalidad de dogmas y creencias
con respecto a la madre de Jesús. María comenzó a cobrar importancia tres siglos
después del período de Cristo, cuando el emperador Constantino puso fin a la per-
secución contra la iglesia y la apoyó. Millares de personas no convertidas espiri-
tualmente se bautizaron y fueron recibidas como miembros. Su devoción religiosa
se transfirió idolátricamente a
María y a los santos. Existía por parte de algunos la tendencia de identificar a la
virgen con las diosas paganas y exaltarla a los cielos.

Los otros pasos destacados para exaltar a María a un status de una semidiosa son
los siguientes:
• El Concilio de Chalcedon en el 451 d.C. le atribuyó oficialmente el título theo-
tokos (“ella que lleva a Dios”, o sea, Madre de Dios). El motivo de esta afirma-
ción no era para exaltar a María sino para sostener la verdad de que el niño
nacido de María era tanto hombre como Dios. Sin embargo, esto aumentó el
sentimiento de que a causa de su maternidad divina, María superaba a todos
84 los otros seres creados y estaba al lado de su Hijo, el cual está a la derecha del
Padre.
• En el segundo Concilio de Constantinopla (553 d.C.) la iglesia empleaba la
frase siempre virgen con referencia a María. Aunque varios de los padres lo
negaban y el tema fue debatido fuertemente en la última parte del siglo cuarto,
la creencia en la virginidad perpetua de María finalmente ganó, gracias al de-
sarrollo del ascetismo y el monasticismo en aquel entonces. Los evangélicos
no encuentran en el Nuevo Testamento ningún apoyo para el ascetismo como
un estado superior. Jesús declara que el matrimonio fue instituido por Dios
(Mateo 19:6) y Mateo insinúa que María tenía relaciones matrimoniales norma-
les con José después del nacimiento de Jesús (Mateo 1:18, 25). Tal vez la prueba
más fuerte para este efecto son las repetidas referencias a los “hermanos”
de Jesús, incluso pasajes donde los hermanos se mencionan por sus nombres
(Mateo 13:55-56; Marcos 6:3).
• Se desarrollaba paulatinamente la doctrina de la inmaculada concepción de
María, o sea, que ella había sido concebida sin la mancha del pecado original.
A este concepto se opusieron vigorosamente muchos teólogos católicos emi-
nentes de la Edad Media, incluso Bernardo de Clairvaux, Tomás de Aquino y
Pedro Lombardo. Se notó que la doctrina contradecía las verdades bíblicas de
la universalidad del pecado y la necesidad de que toda la gente sea salva (Ro-
manos 3:23-24). Santo Tomás sostuvo que cuando María dijo que se regocijó
“en Dios mi Salvador” (Lucas 1:47) admitió que había pecado o era pecaminosa,
introducción bíblica

pues de otro modo no habría necesitado a un Salvador. No obstante, a pesar de


la intensa controversia a través de los siglos, el Papa Pío IX la pronunció como
dogma indiscutible en 1854.
• En el quinto siglo después de Cristo, apareció la idea de la ascensión de Ma-
ría (su resurrección y ascensión al cielo). Se encontró en materiales apócrifos,
los cuales contenían relatos absurdos, fantásticos y de muy mala teología. Sin
embargo, no fue pronunciada como dogma hasta el año 1950, por el Papa Pío IX.
• Los fieles comenzaron a dirigirse a María como madre celestial en el siglo
XIII. A consecuencia, María, al llevar en su vientre al Salvador, puede decirse
también haber llevado a todos aquellos cuya vida se contenía en la vida del
Salvador. El texto de prueba bíblica que emplean los teólogos católicos se en-
cuentra en Juan 19:26-27. Jesús en la cruz le dice a María referente al discípulo
Juan: “Mujer, he ahí tu hijo”, y luego a Juan: “He ahí tu madre”. Los evangélicos
interpretan las palabras de Cristo para indicar que Jesús, como hijo mayor y
responsable por su madre, estaba haciendo provisiones para ella. Es obvio que
se dirigió sólo a Juan y no a toda la iglesia a través de los siglos.
• Desde los tiempos medievales, la iglesia católica ha considerado a María
como mediadora y dispensadora de todas las gracias. La intercesión de ella
ayuda inmensamente pero no es indispensable. Sin embargo, la Biblia no ense-
ña en ninguna parte el concepto de que hay otros mediadores además de Jesús.
En efecto es una clara violación de 1 Timoteo 2:5: “Hay un solo Dios, y un solo
mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre”. Jesucristo, siendo a 85
la vez Dios y hombre, y a causa de su santidad absoluta, es sumamente com-
petente para servir como mediador entre el hombre y el Padre (Hebreos 7:26).
El orar a María, como hacen algunos católicos, insinúa que Jesús es deficiente
como mediador. Además, es inútil, pues María no es ni omnipresente ni omnis-
ciente para escuchar las oraciones. Ella fue un ser humano y no Dios.
• Los católicos han asignado a la virgen María un lugar intermedio entre los
santos y Dios, como la principal entre los santos, la Reina del cielo. En la prác-
tica, se nota muy poca diferencia entre el culto prestado a Dios y el prestado a
la virgen. Durante el Segundo Concilio Vaticano, el obispo de Cuernavaca, Mé-
xico, admitió: “La devoción a María y a los santos, especialmente en nuestros
países (latinoamericanos), a veces oscurece la devoción a Cristo”. El prestar
culto a cualquier ser, salvo a Dios, es idolatría. En su tentación, Jesús citó la
admonición mosaica de Deuteronomio 6:13: “Al Señor tu Dios adorarás, y a él
solo servirás” (Mateo 4:10).
instituto bíblico cita con la vida

e) El Papado
La iglesia católica enseña que Pedro recibió de Jesús las llaves del reino de Dios,
con lo que se convirtió en el vicario de Cristo, su representante en la tierra y jefe
supremo del cristianismo. Afirma que Pedro fundó la iglesia en Roma y que, antes
de morir, entregó a su sucesor en aquel lugar la autoridad de las llaves. Los ca-
tólicos basan su doctrina sobre las palabras de Jesús registradas en Mateo 16:18-
19. Según la interpretación de los teólogos católicos, la roca sobre la cual Cristo
edificaría su iglesia, se refería a Pedro el fundamento de la iglesia, las llaves a la
potestad soberana de Cristo (Apocalipsis 3:7), quien la comunicaba a Pedro. Con
la figura de “atar” y “desatar” designaban los rabinos las soluciones doctrinales
y decisiones legales. A Pedro, por lo tanto, se promete la autoridad de interpretar
Las Escrituras, de definir en conflictos doctrinales y de sentenciar en los jurídicos.
Los evangélicos ponen en tela de juicio la interpretación romana de ese pasaje bí-
blico. Algunos creen que la roca sobre la cual Cristo edifica su iglesia se refiere al
Señor mismo (1 Corintios 3:11) y otros a la confesión de Pedro, o sea, la deidad de
Jesús. Es probable, también, que se refiera a Pedro mismo como representante de
los otros apóstoles. Pedro no fue la única piedra fundamental, pues Jesús dirigió
su pregunta a todos los discípulos y todos compartían la misma convicción. Pedro
fue meramente el vocero de los Doce. Por lo tanto, Cristo edificaría su iglesia sobre
los apóstoles, como enseñan otros versículos (Efesios 2:20; Apocalipsis 21:9,14).
Además el Señor enseñó claramente que la autoridad de las llaves no era sólo
86 para Pedro, puesto que se la dio a todos los discípulos cuando habló a los Doce
(Mateo 18:18).
introducción bíblica

GUÍA DE ESTUDIO
UNIDAD 7
1. ¿Qué es la “apologética”?
2. ¿Cuáles son las características de las sectas?
3. ¿Quién fue el fundador del mormonismo?
4. Enumere las creencias erróneas de la secta mormona
5. ¿Por qué los testigos de Jehová niegan la deidad de Jesucristo?
6. ¿Qué opinan sobre la salvación los mormones y los testigos de Jehová?
7. Nombre tres profecías de los testigos de Jehová que no se cumplieron
8. ¿Por qué Dios condena al espiritismo y al ocultismo?
9. ¿Qué es la Nueva Era y por qué Dios no está de acuerdo con sus creencias?
10. ¿Qué lecciones podemos extraer del adventismo?
11. ¿Por qué los evangélicos no adoramos a la virgen María?
12. Según los católicos, ¿cuáles son los medios para la salvación? ¿Qué dice la
Biblia sobre ello? Fundamentar con la Palabra

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