ANÁLISIS CASO VICTOR

Dentro del eje del síntoma se puede observar, en primer lugar, la falta de control en
las discusiones con su mujer, el vínculo con sus hijos; y luego angustia a raíz de ello.
Esto lo trae como motivo de consulta, manifestando sentirse mal con la situación y
querer cambiarla pero no saber cómo. “Eso me pone mal, siento que no lo puedo manejar.
Quiero mejorar la relación y no sé cómo hacer para cambiar. No solo quiero cambiar el vínculo
con mi mujer, también me gustaría disfrutar más a mis hijos”. La impulsividad también puede
notarse en relación a su madre: “cuando estoy con ella me siento un poco mal a veces le grito,
no lo puedo evitar”. Se presenta como un síntoma de carácter psíquico, de manera manifiesta
y egodistónica. Le genera un conflicto al yo. No está en sintonía, sino que el sujeto se cuestiona
sobre ello, ya que le genera displacer.

En relación a la defensa prevalente podemos dar cuenta del mecanismo de represión primaria.
Se destaca que Victor comparte la realidad con su entrevistador, puede responder
correctamente lo que se le pregunta (“E: ¿Cuénteme cuál es el motivo de su consulta? V: Bueno
le cuento, tengo problemas con mi mujer, discutimos con frecuencia”). A lo largo de toda la
entrevista mantiene un discurso coherente y organizado. Utiliza conectores lógicos, es capaz
de historizar organizando los hechos en tiempo y espacio adecuadamente “Mi papá falleció
cuando tenía 19 años de un accidente en la autopista cuando venía del trabajo”. Puede
diferenciarse claramente de otro, por ejemplo cuando describe a sus hijos, marcando la
distancia con lo que él hacía cundo tenía su edad. “Tengo dos hijos son muy diferentes a mí. A
mis hijos les gusta estar sin hacer nada, Juani de casi 9 años está todo el día con la Play Station,
Ana tiene 12 años y solo piensa en estar con las amigas, no sé cuándo piensan hacer algo
productivo”. Es capaz de diferenciar la realidad de la fantasía, distinguiendo lo que le hubiese
gustado obtener de parte de su madre respecto de su desempeño y aceptando lo que
realmente ocurrió. “Aunque me hubiese gustado sentir el reconocimiento de mi mamá, pero la
realidad fue diferente”. Con este recorte puede observarse la aceptación de la castración. Hay
algo de su deseo que no se cumple, pero el sujeto lo acepta, no se revela contra ello. Prevalece
el proceso secundario sobre el primario. Prevalece el principio de realidad sobre el principio de
placer.

Con respecto al eje del conflicto se infiere que es intrapsíquico, entre instancias. En
expresiones del sujeto tales como “No puedo dejarla porque me siento culpable, pero me
gustaría lograrlo tengo ganas de hacer la mía me asfixia un poco” se puede observar la
conflictiva entre las exigencias del superyó que le generan sentimientos de culpa, marcándole
lo que debería hacer (quedarse con su madre), y el ello, marcando el deseo del sujeto (hacer
´la suya´, dejarla). Y el yo se disputa entre ambas instancias.
Otro recorte en el que se puede notar el mandato superyóico en el discurso del sujeto es el
siguiente: “Mi papá falleció cuando tenía 19 años de un accidente en la autopista cuando venía
del trabajo. Me sentía responsable por mi mamá y no me permitía salir, yo tenía que cumplir,
soy hijo único”. Victor siente la obligación de cumplir con su madre y con su rol de hijo único; y
esto se confronta con el polo pulsional de su deseo (ello) de salir o hacer otras cosas, que no se
lo permitía por cumplir con ese mandato.