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Cuando ves Pierrot Le Fou es como si realizaras una especie de viaje de

emociones y sentimientos porque como espectadores tenemos la capacidad


de conectar con el protagonista, contemplar la historia de un hombre que
está cansado, aburrido, agotado de la vida que está llevando, de la
burguesía, lo snob del arte y de las personas que aparentan ser algo que no
son, esto es algo que no se ve de manera explícita pero que por medio de
los colores en las primeras escenas podemos percibir a modo de metáfora.
Ferdinand es un hombre que necesita un respiro de toda esa rutina que lleva
afixiandolo, y es cuando se reencuentra con Marianne , quien se convertirá
en su amante, decide escapar junto a ella para de alguna forma encontrar
una especie de emoción o aventura que le dé sentido a su miserable
existencia, sin embargo no logra conseguir la satisfacción que buscaba en
un inicio ya que junto a Marianne van a vivir situaciones no tan
placenteras, llegando a un final poco alentador y desagradable al no
obtener lo que buscaba en un inicio. Sentí que esta película es una especie
de metáfora de la vida, cuando te pones a meditar sobre tu existencia y que
es lo que estás haciendo con ella y como puedes darle sentido en un
momento de desesperación. Cuando Ferdinand esta junto a Marianne deja
que Pierrot salga a la superficie, lo que en el psicoanálisis vendría a ser el
ello de Ferdinand , una especie de alter ego que se involucra con Marianne
para vivir momentos poco cotidianos, en mi opinión es como si ambos
estuvieran dementes y hacen que el espectador se pregunte por momentos
¿qué es lo que está sucediendo aquí?¿ dónde está una vida “normal”? Al
menos en esta película de la nouvelle vague, no existe, ambos desarrollan
una complicidad que veremos hasta el final de la película cuando Pierrot
decida acompañar a su pareja en la desdicha.

Esta película producida por Jean-Luc Godard, quien en su momento fue


uno de los principales referentes de la nouvelle vague  fue prohibida a los
menores de dieciocho años por «anarquismo intelectual y moral». Porque
que esta producción marco un antes y después en la historia del cine, ya
que es un rompimiento del cine tradicional. En esta película Godard realiza
diversos recursos cinematográficos, distintos planos, sobretodo en la
estética de la fotografía, donde Marianne mira fijamente la cámara mientras
sujeta una tijera haciendo el ademan de cortar algo. Otro aspecto son los
colores que se utilizan en esta película, ya que transmiten una armonía
generando una estética agradable, también se puede percibir los colores
azul, rojo y blanco que me hicieron pensar en la bandera de Francia. Se
podría decir que esta película está dentro de la categoría de road movie, ya
que ambos personajes realizan varios viajes, pero esto también me hace
pensar en las etapas de una relación, primero las ilusiones y expectativas
para luego pasar a los problemas y finalmente llegar a un desenlace o final
nada alentador, pero bueno así funciona la vida, como un largo viaje entre
la locura y la realidad.

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